Partida Rol por web

Royal observó a su tripulación y supo que el ambiente estaba enrarecido. Tan solo un hombre habló para indicar que no habían enemigos a la vista, buena cosa, siempre cuando el ánimo de sus marineros siguiera en auge, cosa que parecía no suceder. Jessen en su experiencia decidió que era mejor no forzar el habla, si alguien deseaba hablar pero se callaba, no sería tan importante el asunto, y si le recriminaba luego algún problema siempre podía acusar de no haber sido claro en sus explicaciones y culparle de ser el culpable de un motín. Con Royal no se jugaba, tenía habilidad para hacer al más santo de los presentes culpable de la peor barbarie.

Bubba por su parte dio más indicaciones sobre los sucesos que acontecieron en su ausencia, mirando al escocés cuando supo que había zanjado la indisciplina de uno de los suyos. Algunos de los presentes decidieron entonces hablar, unos a favor y otros en contra, aunque los últimos se hicieron escuchar mucho más

- ¡....y lo mató!... ¡fue a sangre fría!....¡delante de todos!... - se atrevió a decir Jim el tuerto, el que obviamente no era artillero ni vigía, sino uno de los marineros encargados del movimiento de las velas

- Lo mató... - miró muy serio a MacKinnon inicialmente para luego acercarse a él y darle un par de palmadas en el hombro -...Lo mató y bien muerto está por indisciplina, y todavía nuestro querido Marcus, Dios si es que existe lo tenga en su gloria, debe dar las gracias de que no hubiera pasado antes por mis manos.... ¡ PORQUE NO TOLERO LA PUTA INDISCIPLINA!... - No solía gritar, pero cuando lo hacía conseguía callar a todos -....Y SI ES HACIA MÍ O HACIA QUIÉN DE MI MANO ESTÉ EN EL MANDO, LO TORTURARÉ HASTA ARRANCARLE LA PIEL A TIRAS....¿¿¿COMPRENDIDO???... PUES EL PUTO MUERTO AL HOYO, QUE LOS VIVOS TENEMOS MEJORES COSAS QUE HACER -...terminó de gritar el capitán dejando algo muy claro, mandaba él y sus cojones y tras él iba Payne, y detrás MacKinnon, y el que no estuviera de acuerdo que le chupara un pie, diría la polla, pero no quería arriesgarse a que algún desviado supiera de su secreto.

Tras dar la charla de moral señaló el cofre que consigo traían, miró a sus hombres y denotó como el silencio se hacía entre los presentes. Algunos de los miembros de su tripulación estaban callados, otros comenzaron a decirse cosas por lo bajo al ver el tesoro y de manera general muchos estaban sorprendidos. Lo último que supieron de Royal es que se tiraba el mar y ahora resultaba que venía con un cofre.

- Os voy a contar la historia de este tributo que le he arrancado al dios del mar... - comenzó el capitán con la agilidad de un buen narrador -... Cuando nuestro barco zozobraba con la tormenta escuché una voz, eran las olas que me llamaban para que tocase su fondo... Las sirenas del océano, claras amantes de Neptuno cantaban y pude contener mis oídos, pues bien sabía yo que su dulce tono de voz tenían la finalidad de ahogarme, incluso me enseñaron un cofre, el que ahora os muestro a todos... Lo dejé pasar pero no salía de mi cabeza aquel tesoro marino cubierto de algas y hermosas criaturas con tetas como melones... - hizo una parada para provocar risas fáciles y relajar el ambiente-...Cuando toqué tierra lo decidí, por eso os mandé descansar, no sabía si las criaturas marinas se enfadarían cuando osara enfrentarme a ellas, y necesitaba que los hombres de esta nao estuvieran frescos, que obedeciesen ciegamente y fueran disciplinados... Ya sabéis que cuatro de vosotros me llevó en la barca hacia la zona de rocas y allí me tiré al agua, nadé y nadé, mar adentro, siempre en profundidad y alcancé después de muchos nudos la tormenta, y allí me esperaban ellas, hermosas y lujuriosas...

-... un placer para los sentidos de todo hombre.... Yo les pregunté el porqué me mostraban el cofre, y ellas dijeron que se habían divertido viendo como el Sueño Verde ardía, y cómo nuestra embarcación, grande y pesada dejaba atrás a otros navíos mucho más pequeños y ágiles.... Estaban asombradas por nuestra capacidad como tripulación, por nuestra habilidad en estrategia naval y por nuestra valentía, porque no es normal que un capitán se tire al mar a por un cofre para todos sus hombres... - dijo Royal cruzándose de brazos -... ESTE COFRE ES DE TODOS POR NUESTRO TRABAJO Y SACRIFICIO .... - gritó con energía -...recordando que un tercio es para las viudas y huérfanos, el otro tercio para guardar y el último tercio a repartir, donde dos partes es para el capitán, parte y media para Payne y MacKinnon, parte y cuarto para los oficiales y una parte para los marineros, como siempre... - anunció Jessen con seriedad, no contando el final de la historia, si alguien quería saberla tendría que hacerle la pelota. -... Abramos el cofre.... - y tras abrirlo y ver su contenido, sus hombres contuvieron el aliento, allí había dos mil reales en varias acuñaciones. Algunas piezas de joyería, no muy buenas ni exquisitas, pero si hay plata en abundancia y algo de oro, de donde se podría sacar otros mil, mil doscientos, hasta mil quinientos por ellas si se era bueno negociando.  Y unas magníficas esmeraldas del tamaño de puños, siete en concreto que precisaban ser labradas, pero cuyo valor era similar a todo lo anterior junto.

Hubo una ovación general. Desde luego Jessen Royal acababa de eliminar toda posibilidad de motín en su nao, nadie podía igualarle en aquella proeza, y eso demostraba algo, el Fortuna seguía haciendo gala a su nombre.

Te lo dije, soy desgraciada en los dados, pero motivadora en palabrería barata....XD

Escucho asombrado la explicación del capitán... Rediós, buen cuento para niños y para zoquetes... por ventura, de esto último, andamos sobrados, pues... seamos realistas... no somos los más lumbreras de la clase... y algunos, ejem... algunos, no todos, sabemos que las sirenas no existen... otras cosas, si, pero esas, no...
Pero la historia, reconozco, es bonita, y uno se embelesa pensando en sirenas, hasta que se da cuenta de que... cojones... ¿por donde se las puede meter?... humm... me da que pensar... porque.. a las sardinas, se les clava un palo para hacer el espeto a la lumbre, así que... dos mas dos... uf.. sería cuestión de apretar con el pepino por doquier hasta encontrar raja por la que meter.... eso esconfuso... Menos mal que se que no existen, porque si no, ahora, estaría encoñao en buscar una y ver como hostias follármela, felatios aparte, claro. Ya me lo decía un viejo amigo... "lo mejor, las cabras, que además te hacen ojitos".
Lo que sí es real, es el contenido del cofre... y otra cosa no, pero codidiosos, a puñaos que somos, así que puedo ver los ojos abiertos como de besugo, las babas que se les caen a algunos, y las manos que se frotan con ansia de gastar. Esto me hace sonreir... historias aparte, el cofre y su contenido son reales, y eso es lo que importa, y lo que calmará los ánimos de la tripulación: los piratas pobres, son un peligro, los que tienen los bolsillos llenos, son corderitos que seguirán al capitán al infierno.
... pero por si acaso, yo vigilaré a estos, no sea que alguno tenga alguna idea rarita

Finalmente, decido acabar con el climax orgásmico que ha supuesto el botín; hay que ser práctico, y ya llevamos tiempo en esta isla, con la nao anclada, y al menos 3 naves enemigas dando vueltas por la zona. Sabemos que hay una fortaleza aprovechable, y parece que hay algún núcleo de población. Tenemos que establecer prioridades, y como nadie habla... cojones, el puto negro tendrá que hacerlo, madafaka.

Mientras los demás siguen hipnotizados con el cofre, me acerco al grupo de mando para hablar sin molestias.

-Capitán, los hombres necesitan hacer algo, o pensarán, y eso no es bueno, nooo, señor. Esperamos órdenes; si me lo permite, y con la venia también del resto de oficiales. Si hay un poblado... sería bueno ir a ver de que gente se trata: pueden ser amistosos y podríamos conseguir comida fresca a precio justo (o sea, a cambio de una miseria), o no, y ser una presa que permitiese a los hombres... estirar los músculos. En todo caso, estaremos más seguros en la mar, pues si dos naves, o las tres, se concentran en nosotros estando en la isla... pueden desembarcar su chusma y atacarnos en cualquier momento, o bloquear la salida de la bahía con dos de ellas, y estaríamos copados.

Simplemente, translado algunas de mis inquietudes... supongo que ellos las comparten, pero así saben que la tripulación está inquieta, y que necesita caña para seguir centrada en lo que tiene que estar centrada.

La tripulación se empieza a reír con el capitán. El muy cabrón le robó el tesoro a alguien, quizás no fuera a Neptuno, pero a quien fuera había amasado una buena cantidad. Después de repartir el botín cada hombre tendría derecho a unos ciento veinte reales. El sueldo de un año de un campesino con un patrón generoso.

-Me parece muy bien, el tesoro Jessen, pero yo no quiero seguir en una nave en la que se le corta el cuello a un hombre por dar su opinión. Marcus nos salvó la puta vida al derribar la vela principal con aquel tiro. Y su único pecado fue decirle al escocés que quince latigazos era un castigo desproporcionado, por dios santo, quince latigazos no se los dan ni al peor esclavo, antes se le mata. -Dave tenía un par de hijos, que él supiera, le gustaba lo del fondo de viudas y siempre había apoyado al Fortuna por que confiaba en su capitán y en que si algo le pasaba sus hijos no estarían abandonados, pero una cosa era dejar huérfanos por la mano del enemigo, y otra dejarlos por la mano de un aliado. -Prefiero decirtelo ahora, por que te respeto y no quiero dejarte tirado al llegar a puerto, cumpliré con mis labores hasta que tu me autorices, pero quiero que sepas mis intenciones, te lo debo.

Nadie más parece querer decir nada, de hecho el discurso de Dave acalla los pocos murmullos que quedaban, cuando parece que nadie más va a decir nada Payne toma las riendas

-El estuario natural nos ha ocultado bien, pero Bubba tiene razón, quedarse aquí es tirar los dados y en algún momento saldrá un resultado que no nos guste. El poblado que vimos parece de fugitivos, de escalvos liberados o escapados, no creo que den mucha guerra si se va con las cosas claras, pero es gente que lo ha pasado muy mal, si sospechan que vamos a joderles morirán matando. Como seguramente nuestro negro pueda dar fe. Castañeda, prepara toda la comida de batalla que puedas, coco compactado, lo que creas, necesitamos salir de aquí, pero debemos hacerlo en optimas condiciones, no sabemos que nos encontraremos en el mar.

Ania se dedica a atender las heridas de Rob, que recibió los latigazos y cuya espalda carece de piel prácticamente, la cara de la mujer es de preocupación pues ha pasado mucho tiempo con las heridas abiertas, tendría que haberlo atendido antes de ir a por Jessen, pero en ese momento la mujer solo podía pensar en el horror que era perder al capitán. -Necesitaré aceite y alcohol, y uno de los cubos de agua hervida. Creo que podré salvar a este chico, pero la verdad es que está hecho un cristo, en el sentido más bíblico posible, solo le faltan los estigmas. -Ania nunca había tenido problemas con la medicina era un poco "diabólica" segun algunos y si encima se era mujer y estudiada la palabra bruja no te la quita nadie, ya puestos...

-Yo me encargo
... respondo a las palabras de Ania. No está bien perder a un tripulante por sufrir un castigo que no sea de muerte, así que hay que hacer todo lo posible para que sobreviva, y en condiciones. El pobre diablo se pasará una temporada tumbado boca abajo, y libre de servicio salvo que se entable batalla y deba luchar por su vida como buenamente pueda, pero mientras, la tripulación cuidará bien de él.
Rápidamente me dirijo a por lo solicitado por nuestra cirujano de a bordo. Mientras, maldigo por lo bajo... lástima que se nos vaya a ir Dave; es un buen tipo, nunca protesta las órdenes, y nunca nos falla cuando se le necesita; será una pérdida sensible, pero en fín... ha seguido el procedimiento, nos será leal hasta que toquemos puerto, se liquidará lo que se le deba, y a vivir. Ojalá tenga suerte y nos le podamos encontrar en alguna taverna, y brindar como es debido.

Centrándome en traer de vuelta lo que pidió Ania, y viendo que la gente ha dejado de hacer círculo y que puedo hablar más líbremente ante el Capitán, oso proponer lo que tengo en mente....

-Capitán, tal vez debería acercarme al poblado... Si son esclavos fujitivos... son de los míos, y tal vez pueda conseguir algo de información, o quien sabe que más. No recelarán de un negro.

Miro alrededor...

-Esta isla me gusta; no tiene dueño, y tiene un buen refugio. Lástima que la fortaleza no llegue a pie de mar, donde pudiese proteger bien nuestro barco. Sería bueno anotar bien donde está, por si tenemos que volver algún día

MacKinnon sonrió al escuchar la perorata de Dave, uno de los íntimos de Marcus... como se podía tergiversar la realidad... era algo increible. Afortunadamente el capitán tenía tablas y no creería ciegamente en lo que éste estaba contando, aun así, decidió intervenir...

Capitán Royal, si me lo permite, quiero dejar zanjado el asunto de Marcus. Es cierto que los 15 latigazos con que castiguè a Rob el Verde era una pena muy dura, pero la puse en un momento de gran tensión, y justificado, pues éste contravino una orden directa mía poniéndonos a todos en peligro. Él mismo sabía que su acción tendría alguna consecuencia, pese a haber actuado de buena fe. Aceptó el castigo y lo asumió, por lo que a mi respecta, tiene todo mi respeto y admiración, borrón y cuenta nueva... y no volveremos a mencionar el asunto.

Y ahora Marcus - dije, dejando que la mención del fallecido captara la atención de todos - no dio su opinión, me sujetó el brazo en lo que iba a ser un motín en toda regla, pues ya algunos os estabais posicionandoos de su parte, ¿verdad, David? y eso, en ausencia del capitán y del segundo... no se podía permitir. Así que corté el mal de raiz. Si usted, capitán - dije, dirigiéndome directamente a Jessen Royal - considera que actue precipitadamente, o de mala manera, aceptaré la pena que me imponga, como un hombre. Aunque ahora no lo parezca - dije volviendo a centrarme en todos los del campamento- soy un hombre justo. Daré mi parte del botín a la viuda de Marcus, no quiero cargar con esa responsabilidad  entre lo que le corresponde de manera legítima más ese pellizco, no tendrá problemas de subsistencia. Pero ojo, no se equivoquen, soy justo pero volvería a hacer lo que hice.

No sabía cómo caerían mis palabras, me conformaba con que la tripulación supiese que no me temblaría el pulso si tuviera que volver a tomar decisiones difíciles....

Las palabras de Mac resuenan sin respuesta, pero parecen haber sido bien recibidas.

La gente empieza a movilizar las cosas para preparar el campamento para ser movido cuando se de la orden.  Entonces Payne habla

-Creo Jessen que la idea de Bubba es buena, deberías ir tu, que eres nuestro capitán con el escocés y el negro, sois pocos, no asustareis y sois lo bastante fuerte para valeros, además Tim puede ir como eslabón para trasladar novedades en caso de que las haya, el resto prepararemos el barco para volver al mar. Sería conveniente descansar, si descansar, seguro que tenemos agotamiento acumulado, hasta el amanecer, y ya entonces hacer la partida, no debe tomar más de hora y media llegar. Yo si no te importa me quedaré preparando todo.

Mientras sus marineros reían ante la visión del tesoro, el negro se había acercado a dar su opinión y Jessen, en su línea, escuchó sus palabras, las cuáles tenían lógica. Los hombres ociosos pensaban y lo ideal, viendo las mentiras que debía de inventarse para tenerlos entretenidos, sería continuar y darles un nuevo objetivo y el planteado era realmente bueno. Aquel poblado debía visitarse, y posiblemente masacrarse en caso de que se pudiera.

- Bien Bubba, me gusta tu forma de ver la vida..., es buena idea ir al popblado.... - dijo Royal observando al hombretón -... si los enemigos nos taparan la salida de la bahía con las naves y desembarcaran para darnos caza, siempre podríamos robar las suyas usando el bello arte del nado.... Al mal tiempo buena cara... - le dio un par de golpes en el hombro que para el tamaño de Jess era adecuado, posiblemente el negro no lo notase, como el posar de un mosquito.

Royal miró a Dave y asintió con la cabeza ante la decisión que había tomado, no iba a consevarle por la fuerza y estaba claro que había ido de frente para con él, algo que le agradaba

- Dave..., llevas ya tiempo entre nosotros y  es sabido que en ausencia del capitán que es quien escucha las quejas, los demás marineros deben acatar las órdenes de quien esté al mando sí o sí. Si cada uno da su opinión y se crea un conflicto y quien está al mando no puede atajarlo, cuando el capitán regresa puede encontrar a media tripulación desertada o muerta... Vuestros problemas son los míos, pero en mi ausencia quien manda impone su ley... Yo respeto de que desees abandonar la nao, tu parte es tuya, intocable por el servicio..., pero solo te pido que reconsideres continuar en el Fortuna, si no por ti, por tus hijos, no todos los capitanes guardan el tercio de viudas y huérfanos y si alguna vez tienes una queja guárdatela hasta que yo regrese, porque ya sabes como actúo, escucho y si hay razón de ser estimo... - dijo con seriedad Jessen, no deseaba que aquel hombre abandonase la embarcación, pero no le retendría y le trataría con justicia. Royal no era un tirano.

Jessen asintió ante Payne, su idea subrayaba la opinión del negro y en verdad era una opción viable, comprobar qué habría en la isla antes de seguir su vía marítima hacia cualquier otra parte. Ania por su parte cuidaba las heridas del muchacho y solicitó una serie de materiales.

- Castañeda, facilita a Blade todo el material que requiera... - pero en ese momento Bubba tomó la palabra y decidió encargarse él de aquella labor. Royal asintió con la cabeza, dejándole hacer y escuchando sus palabras -... esta isla puede ser nuestra, no nos hace ni falta custodiarla, si alguien viene a ella se le mata y punto... - comentó el capitán viendo posibilidades en aquel lugar apartado en los confines del mundo.

MacKinnon por su parte quiso hacer alusión al problema que habían tenido con Rob, y tras poner sus palabras en una balanza, viendo como estaban los ánimos determinó.

- Estabais al mando y procedisteis como era oportuno... - mantuvo delante de la gente, pero luego bajó algo más la voz, para que solo unos pocos pudieran estar al tanto-... pero a partir de ahora sería de agradecer que mis hombres estuvieran en buenas condiciones de salud, muchos entienden el castigo, pero otros no lo toleran y para mantener la paz en la nao a veces es mejor arrestar y esperar a que llegue el capitán para que tome las decisiones en frío... - indica Jessen como consejo -...No obstante este asunto se zanja ya, la viuda de Marcus tendrá lo que le ofreces y con eso se salda la deuda de sangre.... Tripulación, es hora de que procedamos a mirar el futuro y a partir de ahora los amotinamientos serán detenciones hasta que mi juicio sea el que recaiga sobre cada uno... - informa el capitán mirando a Dave, esperaba que reconsiderase la oferta.

- Bien Payne..., así procederemos... Cargad el barco con el tesoro, agua y alimentos... Iremos Bubba, MacKinnon y yo para el poblado y observaremos la zona... - mira a sus dos acompañantes -.... seguidme, va a ser un bonito paseo...

El capitán tomó la iniciativa y se dirigió hacia la posición que le habían indicado. Jessen era un hombre con arrojo, no demasiado grande como otros varones, pero manejaba el sable con soltura y era muy letal. Sin embargo estaba lleno de ambigüedades, siempre con el rostro tapado, y a pesar de comportarse como un varón, nunca nadie le había visto en el lupanar disfrutando de mujeres, o bebiendo hasta perder el sentido, se retraía en sitios muy concurridos y algunas veces tenía algún movimiento que podía considerarse hasta femenino, pero tampoco miraba a los hombres con la lujuria de alguien que ambicionase los traseros masculinos. Era como un puto diablo asexuado.

- Cuéntame algo de tu vida Bubba... Supongo que fuiste esclavo... ¿hay alguien en particular a quien odies y hayas prometido matar?.... - pregunta el capitán con curiosidad y es que no conocía a fondo a aquellos dos varones que le seguían, y era buen momento para ello -... y tú Mackinnon..., amas escocia..., y estás lejos de tu tierra, ¿desearías volver?.... Tim, mantén el ritmo.... - le dijo al joven que parecía quedarse atrás, y así mantuvieron una animada charla hasta que se acercaron a las inmediaciones del poblado.

Jessen se mantuvo atento a los detalles del lugar, no estaba por la labor de caer en ninguna trampa, y si el camino era seguro, una vez estuvieran cerca de aquella aldea, observaría los detalles de la misma para saber qué tipo de entrada hacer.

- No veo trampas en la zona..., pero hay senderos varios..., si vamos por ellos sabrán que nos aporximamos..., yo creo que lo mejor es mantenernos ocultos para poder visualizar donde nos estamos metiendo, y si hay seguridad mostrarnos..., si parecen beligerantes lo mejor sería traer a la tripulación y degollarlos a todos... - así, con sutilidad iba la capitana....

Es una ocasión extraña... habitualmente, el Capitán no se interesa por las cosas personales... tan personales, de su gente; no suele ahondar, porque a poco que escarbas, encuentras mierda, que es lo que nos ha empujado a llegar a este estilo de vida; nadie, o casi nadie, abraza la bandera negra por gusto, es la vida quien te pone en este camino de muerte, sin más. Encojo levemente los hombros... si quiere oir mi historia, la oirá, y no me importa que la oigan los demás, que para eso son Hermanos.

-Nací en una plantación de algodón de antillas, bajo la bandera de los ingleses. Mi padre era un mandingo que usaban como semental, y mi madre, otra esclava, a la que preñaban cada tres o cuatro años, para parir esclavos como las gallinas ponen huevos. Eso es lo que me contaron, pues no conocí al primero y no recuerdo a la segunda.

-Con tres años nos reunían a todos los pequeños hijos de puta nacidos el mismo año, para criarnos juntos, empleando para ello a las viejas de la plantación, que solo valían ya para eso, que no es poco, pues entre cinco o seis tenían que hacer el trabajo de más de veinte madres; estaba todo moy organizado, y pensado para sonseguir trabajadores rápido y fuertes. A partir de los ocho años, ya trabajábamos en lo que podíamos; a las niñas, a los 12, las ponían ya para que las preñasen.

-Al que no hacía algo bien, castigo; al perezoso, castigo, a la que se resistía cuando algún capataz se la quería follar, castigo; al que no se dejaba encular, también... siempre latigazos, curados luego con vinagre... así nos curtieron y nos hicieron animales de tiro más que humanos. Ah, y al que intentaba huir... el castigo era la muerte, ante todos, y no era una muerte rápida, sino a latigazos hasta que se veía el hueso... Al que perdía el sentido... le echaban aguaardiente a las heridas, para que el dolor les despertase. Cuando se aburrían, si el castigado no había muerto aún... practicaban a cortarle cachos de carne con sus cuchillos.

-Me preguntas si odio a alguien en concreto... Cualquier capataz o dueño de plantación... bueno, ya he matado a varios...., y espero matar a algunos más en lo que me quede de vida. Como era joven y fuerte, me probaron como semental... me pusieron a prueba una temporada: tenía que follarme cada día a una, y no correrme dentro de ella, para no preñarla, porque los negros que salen, pueden ser débiles. La intención era intercambiarme con otro de otra plantación, si veían que valía para esto. Y sí que valía... me traían mujeres ya acostumbradas a eso, o a algunas jovencitas que chillaban y lloraban mientras me las follaba. Yo no pensaba en lo que hacía,,.. solo lo hacía, porque si no, me castigarían; látigo, vinagre... eso. Pero un día... alguien me dijo, un capataz, que recientemente me había follado a mi madre y a dos de mis hermanas. Esa noche, lloré, como no había hecho jamás.

-Un día, el amo tuvo un capricho... ordenó que le llevasen unas cuantas vírgenes, y a algunos mancebos, para una "fiesta privada" que iba a dar con otros dueños de plantaciones vecinas. No contaré lo que pasó o ví, porque eso me lo llevaré a la tumba... pero al día siguiente, me decidí. Huí, preferí tentar la suerte y morir a volver, así que escapé hacia el pantano. Infestado de caimanes, serpientes, animales venenososo, sin agua limpia más allá de la de la lluvia, ni comida fácilmente accesible, me interné en la espesura, con barro y fango hasta la cintura. Cada vez que salía a seco, me tenía que quitar las sanguijuelas... joder, si hasta las tuve en los huevos... Encontré algunos restos de otros que lo intentaron antes, en las escasas zonas altas y secas. Incluso dí con restos de las tribus que antaño vivieron en la zona.

-Finalmente, crucé también el manglar, para lo cual hice una pequeña balsa, porque bajo el agua, la muerte espera. Llegué a aguas abiertas, y seguí usando la balsa para alejarme de la costa. Se desató una tormenta, y pensé que ahí acababa todo. Una ola, negro al agua, negro muerto. Pero no... desperté en una playa. Anduve como pude tierra adentro, y caí rendido. Unas horas después me encontraron.. gentes de un poblado de esclavos huídos, amparados por un monje español, que tenía una pequeña iglesia, alrededor de la que se erigían las casitas de las gentes, negros como yo, pero sin amo que les castigase. Era una misión, y allí, el padre Francisco me enseñó a leer, escribir, quien era Dios, y quien era el Demonio.

-Fuí feliz, lo reconozco. Tuve mujer, tuve hijos, amigos, y el padre Francisco nos dejaba seguir tradiciones que habían llegado de la tierra de los antepasados, allá donde los negros vivíamos antes de que nos trajesen a estas tierras. Vi cosas... vi cosas donde se separa la vida y la muerte, vi cruzar esa línea en el sentido innatural, mientras el padre se santigüaba y miraba en otra dirección. Nos dejaba hacer, rezaba por nuestras almas, y así se ganó salvar la suya.

-Un día salí a pescar; el viento me mandó lejos, y volví muy tarde, a la caída del sol; remonté el río donde teníamos nuestro poblado, y al llegar, me lo encontré... incendiado. Todos muertos. Mi mujer, mis niños, el padre... todos. Me enteré de que había guerra entre los países que tenían islas en esa zona... El área en que estábamos pertenecía a España, y por eso el padre Francisco podría tener su misión, y amparar a quienes escapábamos de plantaciones de otros paises, aunque también en el territorio español las había. El caso es que otra nación, no se cual, mandó tropas en una incursión y no dejó vida por donde pasó.

-Enterré a todos y cada uno del pueblo. Lloré de nuevo... y .... creo que me quedé sin alma. Me fuí en el bote de pesca, y llegué a puerto. lo siguiente fue fácil, encontrar barco donde empezar de grumete... y hasta ahora. Lo normal en la vida de un pirata.

Lo suelto todo del tirón, con sus pausas según lo requiere atravezar la selva, pero en silencio por parte de los demás, que parece que han estado atentos a mis palabras. Es una puta mala y triste hostiria, pero es la mía... es lo que me hace ser el hijo de puta que soy hoy....

Me mantuve en silencio la mayor parte del camino hacia el asentamiento. Era de pocas palabras, y últimamente parecía un jodido cortesano con tanta charla... prefería actuar, pensar y actuar, pero no hablar... eso se lo dejaba a las mujeres... 

La historia de Bubba me impactó. Era de esperar que un negro en estos tiempos tan jodidos las hubiera pasado putas, y que el encontrarse con nosotros como un hombre libre se podía considerar poco menos que un milagro. Pero no esperaba eso... de momento sentí una enorme simpatía por él. Ya la sentía, como dije, era un buen compañero, pero mi condición me ponía de parte siempre del más débil, y joder que Bubba ha tenido una vida jodida...

No obstante, el capitán nos hizo una pregunta directa, y no podía obviarla... 

Señor - dije tras un respetuoso silencio a las palabras que nos había dirigido Bubba - si, amo Escocia, por encima de todo, pero la amo libre del yugo de Inglaterra... y eso solo lo conseguiremos poniendo en el trono a un Estuardo, nuestro rey legítimo. No me hice pirata por nada, es solo un medio para conseguir un fin. Los clanes nos estamos preparando para luchar en nombre del rey Jacobo, en cuanto regrese el príncipe de Francia. Pero como bien sabes, preparar un ejercito no es barato, y mi clan no se encontraba en la mejor disposición para apoyar la causa, así que me embarqué hacía el Nuevo Mundo, para regresar lo antes posible con todo el oro que pudiera acarrear... y aquí estamos...

Tras estas palabras, volví a sumirme en el silencio... y es lo que tocaba, pues empezábamos a estar cerca del campamento y no era cuestión de que nos oyeran llegar con tanta cháchara...

Entre tan entretenidas historias llegáis a un punto donde podéis ver con claridad que se tratan de quince hombres, algunos muy jóvenes para llamarlos hombres, algo más de veinte mujeres y unos cuantos críos, es difícil saberlo pues no paran de corretear y no sabéis si hay más dentro de las cabañas.

No parecen ir armados, pero si hay lanzas y hachas, de pesca y de leña respectivamente, por lo que sería muy estúpido pensar que son inofensivos.

Llegamos al poblado; a simple vista, parece un asentamiento de pescadores; se aprecian enseres para poder sobrevivir en este entorno: lanzas para pescar, por lo que... bueno, es un poco primitivo, pero depende del tipo de presas que abunden por los bajíos cercanos. En otros tiempos, practiqué ese arte de pesca, y en aguas poco profundas y claras, puede ser rentable en cuanto a esfuerzo invertido.

Lo que sí queda claro, es que aquí es poco probable que cultiven algo, así que... el resto de productos con que se alimenten, debe provenir de la propia isla, en forma de frutos de ocasión, algo de caza, o quizá posibles intercambios con otras islas, pero no hemos visto ninguna que esté próxima.

Por una parte, esto me trae recuerdos de algún sitio en que viví, hace muchos años, y por otra, siento lástima por su modo de vida tan pobre. Pero al menos, no veo nada más amenazador que esas armas...

-¿Qué opináis?, ¿nos levantamos y vamos directamente a hablar con ellos? Por una parte , se pueden asustar, pues quizá sean fujitivos... por otra parte... si intentamos cojer a alguno que se interne en la maleza, podría dar el grito de alarma, y ahí sí que seríamos hostiles

El capitán Royal escuchó atentamente el relato de Bubba y los comentarios de lo que tuvo que pasar en su juventud así como en sus años de cautividad como adulto, le ponía los pelos como escarpias. Jessy había vivido toda su existencia en un barco pirata, con la libertad medida siempre y cuando se mostrase como un chico, pero nunca abusaron físicamente de ella, ni vivió más barbarie que ver a su madre consumida en el interior de un camarote, un bonito jilguero dentro de su jaula de oro. Pero su negro lo había pasado mal, ser esclavo era un destino cruel, y peor que cuando te crees haber librado de eso, formando una nueva familia, vengan y te lo arrebaten todo. Aquel hombre ea peligroso porque ya nada tenía para perder, más que su vida y dudaba Jessen que incluso que le diera valor.

Los motivos de Mackinnon eran bien distintos. Lo único que realmente deseaba era el tesoro y nada más y nada menos que para fines políticos. No es que a Royal le importara mucho, pero de todos sus hombres, posiblemente el escocés, más le valía no equivocarse nunca con él y llamarle irlandés, no fuera un miembro de su tripulación en gastar toda su economía en putas y ron, pues su ideario era bastante más elevado.

Tras haber llegado a la aldea, se podía otear perfectamente la presencia de mujeres y chicos jóvenes, así como críos y un arsenal entre lanzas y hachas.

- Faltan los varones adultos...., o están cazando, o están pescando..., o están durmiendo... - eso era menos probable -...espero que no estén emboscando al resto de la tripulación... - dijo la mujer pensando que esa opción era una verdadera putada -... no me gusta esto..., salgamos y probemos el diálogo..., si no funciona pasaremos al plan matarlos a todos....

El capitán Royal se levantó del sitio donde estaba escondida y se acercó al poblado con las manos levantadas a la altura de la cintura, en actitud poco agresiva. Si era cierto de que tenía el rostro tapado, pero no sus dos acompañantes.

- ¡Saludos a los del poblado!....¡ Soy el capitán Jessen Royal y vengo a parlamentar!.... - dijo acercándose al mismo -...entiendo que haya hospitalidad y un compromiso mutuo de no ataque... - dijo la capitán para intentar que el diálogo fuera lo más pacífico posible -....¿quién es vuestro líder y os representa?...

.. A la par que el Capitán se mueve, le sigo.

Algo me dice que no deberían estar pensando en emboscarnos, o no estarían tan tranquilos en la aldea; se habrían escondido en un lugar más discreto y no seguirían con sus vidas, si pensasen que corren peligro.

Tan pronto terminó de hablar, repetí las mismas frases, pero en francés, pues no sabemos que lengua pueden entender.

- Salutations aux gens du village! ... Je suis le capitaine Jessen Royal et je viens parler! ... - -... Je comprends qu'il existe une hospitalité et un engagement mutuel de ne pas attaquer ... - - .. ... qui est votre chef et qui vous représente?