Partida Rol por web

Sonreí ante la disposición de Félix. Sabía que podía contar con él pero hasta que no lo escuché salir de sus labios no demostré que me sentía plenamente aliviado.

- Sé que harás todo lo posible por echarme una mano Félix, eres el mejor y lo sabes - tras decir eso cogí mi bebida con intención de brindar con él.

- Por los viejos tiempos - choqué mi exótica bebida con cuidado mientras me preparaba.

- Ahora iré a echar un vistazo a la clínica a ver quien veo entrar y salir para encontrar más información. Nunca me acostumbre a las tecnologías modernas pero creo que podríamos estar en contacto por teléfono... mis nietos me regalaron uno la mar de chulo -

Le enseñé orgulloso el dispositivo que aberraría a cualquier generación moderna.

Ante la pregunta sonríe y dice:

- No, no es mi esposa, es la esposa de un concoide, por fortuna o por desgracia no tengo pareja...

Finaliza la frase con una sonrisa para a continuación quedarse unos momentos pensando y decir:

- Vaya desconocía que la clínica realmente fuera una fundación, conocía que estaba realmente bien considerada pero no que era una fundación. Sobre ella, realmente físicamente es una mujer de una altura similar a la de usted, pero a media melena rubio y realmente refinada, si me permite es hermosa pero no tanto como lo es usted, y sin duda tiene un buen gusto por los objetos con motivos exóticos.

Después de mandar el mensaje, le pregunto a mi chófer si queda mucho para llegar a mi destino.

Felix miró de reojo el cacho de teléfono que le mostro todo orgulloso Roger, su cara se convirtió en un poema y decidió ocultar con la mano su último modelo de Iphone 6 plus para que no se notara mucho la diferencia y no dejar la tecnología de su amigo inglés a la atura del betún.

- Por los viejos tiempos James...- brindo Feliz para después mirar el modelo cromañón de Roger- Los número se ven estupendamente...- añadió con rapidez- apunta mi número... -le dijo mientras se apresuraba a guardar el número de teléfono de Roger en la mega agenda apple de us flamante Iphone- a mi también me lo regalaron mis nietos, pero el tuyo es mucho más funcional... donde va a parar, cuantas más tonterías más malo te sale- dijo tecleando con orgullo la pantalla táctil- te...- iva a decir mando un washap...- llamaré en cuanto sepa algo- prometió despidiéndose de él.

Así pues Roger y Felix se separaron para continuar con sus pesquisas, ¿cómo les estaría yendo a sus compañeros? él por su parte no podía considerarse insatisfecho del todo, confiaba en Felix lo suficiente para saber que no lo delataría y que le mantendría informado de todo lo que se enterara ¡Y encima había comprado unos souvenirs estupendos para sus nietos!

La mujer sonrió cuando Pierce le tiró los tejos, visiblemente complacida... estaba claro que le gustaba que le lavaran la oreja y Pierce era un asulador nato... pero es que ese era parte de su trabajo y lo cierto es que no se le daba nada mal.

- Me halaga señor Pierce... pero no soy una niña pequeña- le dijo sonriendo- no es necesario que me adule de esa manera, voy a ayudarlo...- le guió un ojo- de manera que una mujer elegante de gustos exóticos... Meilin- ordenó a la dependienta- muestra al caballero la colección de broches... estoy segura de que hallaremos el regalo perfecto para su amiga.

La dependiente fue sacando toda una suerte de broches de distinta forma, a cual más exótico... había que reconocer que la colección era buena. Había desde broches con motivos geométricos, hasta animales exóticos, florales e incluso con iniciales de letras con el alfabeto griego.

Silva caminó hasta la dirección indicada por el GPS no le costó mucho encontrar el piso franco que su aliado le había preparado. Un edificio ubicado en pleno centro de Nueva York... algo antiguo pero limpio y con unas vistas excelentes. Al llegar, Silva descubrió además que el capo se había tomado la molestia de pedir comida y que lo estaba esperando.

- ¿Qué tal el día?- le dijo mientras abría una ostra y daba cuenta de ella con aparente desidia.

Ante el comentario de la mujer hace un gesto como indicando que era sincero en sus palabras y dice.

- Adular? para nada... soy un hombre que tiene la mala costumbre de decir cosas que son realmente evidentes.

Cuando la dependienta trae los broches los observa como si tuviera un gran interés en ellos, coge uno de ellos mientras lo observa mira a la mujer y dice:

- Lo cierto es que no soy especialmente bueno eligiendo... cual me recomendaría usted?

Decía mientras disimuladamente trataba de fijarse si la mujer se fijaba en alguno en concreto.

- A pesar de si juventud es usted un hombre muy galante- volvió a sonreir, tras meditar unos segundos su mirada se detuvo en dos broches- Yo me decantaría por uno de ellos... pero la elección última debe de ser suya- le indicó separándolos del resto para a acontinuación cruzarse de brazos y observarlo como si lo estuviera probando.

Me sentía orgulloso tras comprobar que Félix sabía valorar las prestaciones de mi teléfono. Realmente mis nietos eran un primor.

Hice el amago de colocarme las gafas de ver de cerca sin acordarme que gracias al tratamiento ya no necesitaba nada para usar el móvil.

Apunté su número tan rápido como pude (tardé un par de minutos) y le sonreí para demostrar que todo estaba listo.

- ¿Verdad que es mejor un teléfono así sencillote? Yo es que si no me pierdo entre tanta tecla - reí mientras me despedía con un fuerte apretón de manos.

- Estaremos en contacto amigo mío, yo iré a echar un vistazo - siguiendo el plan original, busqué un punto del parque que tuviese visibilidad plena con la clínica en busca de algún movimiento sospechoso.

Roger decidió salir de la cafetería en la que había tenido lugar su entrañable encuentro con Felix y se dirigió nuevamente hacia la zona de Central Park más cercana a la clínica. Los neoyorquinos seguían en el cesped en plan setas humanas, absorviendo toda la luz del sol posible mientras que Roger continuaba caminando observando con sus hábiles ojos de espía experimentado... entonces una ráfaga de viento hizo que cerrara los ojos y se detuviera... al abrirlos se dió cuenta de acababa de aterrizar a sus pies un extraño sombrero...

Daniel miró a aquel hombre como desmontaba su historia de un solo plumazo, lo cierto es que no le sorprendió, realmente hubiera sido una suerte encontrar a alguien lo suficientemente "desinformado" como para no reconocerlo. Aún así, Daniel estaba acostumbrado a tratar cara a cara, y brazo a brazo si era necesario con sus informadores, pero aquel hombre no parecía una amenaza, al menos no inminente.

Vaya!, estoy sorprendido. Dijo con un cierto tono irónico. Deben de llevar bastante tiempo siguiendo a Lange, o al genoma, para haberse llegado incluso a infiltrar dentro de una de estas clínicas hasta este nivel. Hizo una pausa. Dígame Doctor, si realmente es usted Doctor, claro...., ¿Cual es el objetivo de su organización en todo esto? ¿buscan el genoma? ¿buscan  a Lange? ¿O las dós cosas?...

Daniel escrutaba al falso doctor intentando advinar que se proponía. ¿Tal vez quería hacer equipo con el Mi6? Desde luego a Daniel esa idea no le agradaba, aunque primero intentaría sacarle toda la posible información que tuviera, era evidente que esa gente estaba bastante más al día que el Mi6.... eso también le preocupaba. ¿realmente estaban tan atrasados en Londres o realmente les estaban ocultando información a ellos mismos.....?

La recepción desde luego no desmerece lo que cabría esperarse del capo. Me siento frente a él para comer y dejo mi móvil frente a él con la última foto que he tomado.

Trabajando desde que he pisado estas tierras.

Le respondo con media sonrisa.

Impresionante despliegue de comida, sí.

Digo, a modo de halago y agradecimiento.

¿Algo interesante por tu lado?

El doctor pareció aliviado cuando Daniel abrió la boca, no iba a pegarle un puñezato por desmontarle de un plumazo su elaborado plan... buena seña...

- En realidad si que soy doctor... pero mantendré el anonimato de mi especialidad- sonrió- digamos que es difícil de explicar- dijo rápidamente para continuar respondiendo- venimos siguiendo a Lange desde hace mucho tiempo por sus prácticas poco ortodoxas en el mundo de la ciencia... no sabemos muy bien como funciona ese tal genoma alfa, pero si que tanto Spectra como el MI6 están detrás de él y que incluso han realizado variables de una muestra del orginal... nuestro objetivo es impedir daños mayores a la humanidad... que ya bastantes follones hay en todos lados como para que encima una científica loca la lie parda.

El doctor se levantó en ese punto y se acercó a la puerta pegando el oído a la superficie de madera.

- Muy señor mío...- dijo acercándose nuevamente a Daniel- usted y yo somos unos infiltrados... sólo que yo he dispuesto de más tiempo y voy un pasito más delante que usted... pero seré breve, que no disponemos de mucho tiempo... la base de todo este entramado está en el edificio que hay junto a central Park... vamos la clínica madre, el acceso a la base de datos se encuentra en el despacho de dirección pero no es tan sencillo acceder a el... llevo un tiempo tramando la forma de acceso y tengo dos noticias que darle... una buena y otra mala... la mala es que es practicamente imposible pasar sin ser invitados... la buena es que va a haber una pequeña fiesta de aniversario a la que asistiran la propia Lange y... yo como director de la sucursal...- sonrió abiertamente- ¿a que ahora me va a mirar con otros ojos?

Franz sonrió ante el comentario de la comida.

- Siempre me han gustado las comodidades... las hamburguesas son para la clase turista de tercera y ni tu ni yo lo somos, amigo. Por mi parte- se encogió de hombros- poca cosa... no soy el chico de los recados ¿sabes? y vigilar nunca ha sido lo mio... para eso estás tu... - hizo una pausa para añadir-¿has visto algo?- inquirió mirándolo más serio.
 

Pierce observa los dos broches que la mujer le mostraba y se queda unos momentos observando para decir finalmente.

- Vaya si que tiene un buen gusto... observándolos creo que me quedare con este (indicando el primero de ellos) ya que parece una interesante recreación del concento oriental del Ying y el Yang, el como el bien y el mal se incluyen y sobretodo se entremezclan el uno con el otro, parece realmente interesante y una pieza exquisita... la otra no lo desmerece en absoluto aunque el detalle de los signos del zodiaco gravado no termina de convenverme

Daniel escuchó al extraño Doctor... Era una persona extraña, peculiar, le trataba con una confianza y cordialidad como si fueran amigos de toda la vida, y Daniel desde luego jamás había tenido ningún contacto con semejante personaje. Aunque el Doctor se estaba ofreciendo como un generoso aliado, el sexto sentido de Daniel le hacía desconfiar de toda esta amabilidad y ayuda desinteresada. Daniel había vivido lo suficiente como para saber que en este mundo nada es gratuíto y menos en los ambientes en los que habitualmente se movía.

Sin embargo tampoco iba a rechazar lo que este hombre le estaba ofreciendo, pues lamentandolo mucho el MI6 no estaba en condiciones como para rechazar la ayuda de un organismo independiente que se había introducido tanto en Spectra, si luego esa gente pedía compensaciones al MI6, ya se encargaría su graciosa majestad de ajustar las cuentas.

- Bien Doctor, contestó Daniel, ofreciendole una mano. Le observaré con mis mejores ojos.....Siempre, por el bien común,¿verdad?.

Daniel relajó sus hombros y preguntó al señor Atkins.

Y bien Doctor Atkins, ¿tiene alguna forma de conseguir una invitación formal o debo buscarme a alguien que me la proporcione?... Daniel ya se estaba imaginando llegando a la fiesta 10 minutos antes, liando con una treta a alguno de los incautos asistentes y dejándolo fuera de combate, luego con más cara que espalda entrando por la puerta principal con la invitación robada en la mano, al tiempo que ofrecía su brazo a una rica doctora para que le acompañara en aquella fiesta. Y a propósito de Doctora....

- Ah, por cierto... ¿Me permite una pregunta un tanto personal?... Preguntó Daniel.  La señorita Green... ¿lleva mucho tiempo trabajando con usted en la clínica?, lo digo porque ir a una fiesta de ese tipo sin acompañante es ciertamente inapropiado y se me había pasado por la cabeza que tal vez le apetecería acompañarnos...

Miré detenidamente el sombrero, haciendo un esfuerzo por recordar porqué me daba ese escalofrío aquella forma y sobre todo la calavera. Mi mente todavía pertenecía a la tercera edad aunque mi cuerpo denotase lo contrario pero ¿no se parecía exageradamente al tipo de sombrero que usaría el Barón Samedi?

Giré el complemento buscando si venía el nombre del dueño o cualquier detalle por pequeño que fuese que pudiese indicarme su procedencia. De no encontrar nada no dejaría de mirar a mi alrededor por si apareciese su dueño (o dueña, que nunca se sabe)

La mujer enarcó una ceja, pero la única señal de que advirtió en su rostro fue la de una sonrisa amable.

- Conoce usted la mitología oriental, es una buena elección... aunque lo cierto es que a mi me sugiere una ele muy bien elaborada, espero que el nombre de su amiga empiece por esa letra. Mailin envuélvasela al caballero...- le tendió el broche a la dependienta quien rápidamente se puso a preparar la joya.

La memoria de Roger, aunque bastante mejorada por el chute de genoma alfa cortesía del MI6... tenía su lagunas mentales por todas las memorias de una vida tan ajetreada como la suya... pero ¡Funcioanaba! un flash le vino a la mente... El Barón Samedi... el loco ese de la colina que tan mal se lo hizo pasar en su primera misión como Bond en EEUU.

Al mirar el interior del sombrero, corroboró sus sospechas... pues estaban bordadas las iniciales B. Samedi... en aquel momento una nueva ráfaga de viento le trajo un sonido que le erizó la piel

Atkins amplió su sonrisa ante las palabras de Daniel.

- Tengo un pase y puedo llevar conmigo a todos los acompañantes que quiera. Como se trata de un acto publicitario cuanto más futuros clientes o inversores lleve conmigo... mejor. La tapadera que ha estado utilizando conmigo le será muy útil en la cena... no será necesario ponerse a escalar ningún edificio o hacer artes marciales con los pobres vigilantes de seguridad... que ya bastante tienen los pobres con llegar a fin de mes, ¿Sabe usted a cuanto el pagan la hora? no, no... lo único que necesita es ir bien vestido, un smoking preferentemente. Con respecto a Eva... es guapa, lista y lleva un par de años trabajando... le diré que venga...- resolvió para añadir- ¿se le ocurre a alguien más? ¿un colaborador por ejemplo que de más cuerpo a su coartada?