Partida Rol por web

Era una pesadilla. Tenía que serlo.

Era imposible que nada ni ningún ser conocido remotamente por la humanidad, pudiera hacer aquello. Pero para Sandra era tan real que, la posibilidad de que fuera un sueño era lo único que la mantenía cuerda. Estar allí, viendo lo que sucedía, como si fuera una película de terror, sin poder hacer absolutamente nada, la corroía por dentro. Llegó a pensar que lo mejor era dejar de ver lo que pasaba en la estación. Pero un segundo después, imaginando que su visión y su oído se apartaban también de su cuerpo y se quedaba allí, en la nada, varada sin vista, sin oído, sin saber qué pasaba, le hacía temer que pasara de verdad. Entendía entonces a Summer. Debía de ser horrible, debía de ser emocionalmente superior a lo que nadie podía soportar.

-¿Quiénes son “ellos”, Summer? –preguntó al escuchar el relato, casi inconexo, del científico. Intuía algo de locura en su forma de hablar, pero no se lo podía negar, sería lo más lógico. Sus ojos no perdían detalle de lo que pasaba. Al ver como manipulaba su cuerpo a Stocker no pudo abarcar con su pensamiento las consecuencias, ni las razones-No sé qué va a hacer, Summer. Sabe lo que yo, acaba de introducir códigos en la IA que solo yo sé… ¿qué quiere, Summer? ¿qué busca esa cosa? Va a matar a Val –dijo cuando vio que evitaba encontrarse con ella cara a cara, imaginando que querría sorprenderla por su espalda. Pero enseguida cambió de opinión- No, no lo hará, no os mató a ninguno…

Su mente iba a mil, su desesperación ya no conocía límite. Era una tortura en vida. Era como quedarse de un momento a otro totalmente postrado y, lo que era peor, olvidado donde nadie sabía que estabas, donde nadie te buscaría. Pero sin el consuelo de la muerte. Mientras que aquella cosa estuviera en su cuerpo, ella estaría condenada a vagar en la oscuridad. ¿Cómo sacarlo de allí? Pensó.

Doble-R.

El golpe de Karl. Doble-R perdió el sentido y después… ¡oh, el muy hijo de puta! ¡SALTO A MI EN ESE MOMENTO! Antes de que Doble-R se durmiera bajo los efectos de lo que le pinchase Robert...

Y las ideas comenzaron a fluir en su mente.

Por eso se suicidaron la informática y el técnico, adivinaron que saltaba de uno a otro. El técnico consiguió dormir a Crane que lo tenía dentro y la metió en la cápsula de hibernación. Reprogramó la estación para estrellarla y acabar con esa cosa…

Pero había algo que no le cuadra, algo faltaba. Siguió pensando a toda velocidad y creyó entender a donde iba ella misma en esos momentos.

-Summer, ¿Crane ha estado también contigo aquí, como yo ahora? –susurró.

Si Summer le decía que sí, el círculo se cerraría. Había dos cosas de esas en la estación. Una, la que ahora poseía su cuerpo, que había saltado de Crane a Doble-R y del piloto a ella. Y el segundo, estaba ahora mismo en el cuerpo de Summer, en hibernación, por eso el científico estaba allí con ella. Y hacia allí iba aquella cosa en su cuerpo, a despertarlo. Y si eso era así, el técnico no habría hibernado a los dos científicos. Ellos mismos lo habían hecho después de que el técnico hubiera reprogramado la Hécate para ir directa contra el pedrusco sobre el que orbitaba y se hubiera suicidado, seguro de que estaba todo controlado. Pero ellos habían desconectado la energía de la Hécate, eso explicaría que hubieran cortado el cable y no cortado simplemente la energía con el pulsador, y después se habían hibernado, esperando al equipo de rescate.

-Y ambos volverán en la Cira a la base usando dos de nuestros cuerpos… ¡MENUDO CABRÓN!... Summer, por favor, dime si Crane ha estado aquí contigo.

Val pulsó rápidamente y no sin cierta aprensión la clave de apertura. La recordaba,  4-8-15-16-23-42, y no se equivocó. Pero se echó atrás, esperando con nerviosismo... ¡quién sabía qué! Una descarga de humo negro misterioso, o cualquier cosa, después de todo lo que estaba sucediendo...

- Sí... Crane... estuvo aquí... pero ella no soportó el viaje... creo... creo que afecta distinto a cada uno¹. Y luego despareció en algún momento...

¡Encajaba! Aquella entidad saltaba de uno a otro para sobrevivir. Timothy estaba allí y por lo tanto era lógico pensar que una segunda se encontraba en su cuerpo aletargado².

¿Pero a dónde iba ahora el cuerpo de Sandra? La vio recorrer el pasillo a paso rápido hasta llegar ¡a la sala de la cápsula principal! Sin embargo algo no iba bien. El huésped trasteaba con la terminal que le daba, indefectiblemente, un mensaje de bloqueo. ¡Valerie había reprogramado la máquina para evitar su reconexión!

Sandra casi podía imaginar su propio rostro reflejando la contrariedad ante el suceso. Pero vio como conectaba la tablet al sistema con la intención evidente de piratearlo. Por una vez en la vida lamentó el saber que era tan buena haciendo esas cosas. La tablet comenzaba a descifrar el sistema pero le llevaría su tiempo. Sandra vio, como si de un videojuego se tratase, como su alter-ego iba hacia la puerta del laboratorio y pulsaba las teclas necesarias para mantenerla cerrada.

Karl apretó los dientes con rabia cuando Sandra desapareció sin dejar rastro. No era lo más raro que habían vivido en la Hécate, pero hubo algo que no le gustó nada en aquello...

—Maldición. Otra vez no.

Pero Valerie tenía razón, en teoría no debían haberse producido más anomalías temporales, y eso no hacía si no reforzar su inquietud.

Karl salió de la Cira, mirando hasta el último rincón de la bahía de atraque. Pero no, no había señales de la técnico de mantenimiento. Y todavía tenían que ocuparse de poner a Doble-R a buen recaudo.

—No nos pongamos nerviosos —dijo el militar, aunque le costaba seguir su propio consejo—. Podemos conectar a Stocker en cualquier momento, pero al menos hemos recuperado el control de la Cira. Hay que llevar a Doble-R a las cápsulas de hibernación antes de que nos dé problemas. ¿Pueden ocuparse de ello? Mientras tanto, yo haré una batida por la estación para encontrar a Sandra, no ha podido desaparecer si las cápsulas estaban desactivadas...

Algo dentro de sí mismo le advertía contra ese plan, y le gritaba que fuese con Robert y Valerie para vigilar a Doble-R... pero por algún motivo quería localizar cuanto antes a Sandra. Tenían que encontrarla y cuando lo hicieran, los cuatro debían permanecer juntos y no volver a separarse.

Aunque Karl logró abrir con el viejo código la compuerta de la Cira que llevaba al puente de conexión se encontró, al atravesarlo, con que Valerie no podía abrir la parte que se correspondía a la Hécate. ¡Estaba cerrada con una nueva clave! ¡Y no valía la de la Cira!

Ninguno de los tres tenía los conocimientos de hacking de Sandra pero todos habían estado en situaciones comprometidas con sistemas de seguridad, así que manteniendo la calma empezaron a trastear de forma colaborativa para intentar abrir aquella compuerta.

La puerta, sin embargo, se resistía a sus intentos de apertura¹.

Algo sobresaltó a Valerie mientras hacían aquello. Escuchó como una compuerta se cerraba en algún lugar del pasillo a su derecha. ¡La de la sala de la cápsula principal!²

— Si. Deberíamos ocuparnos de Doble-R. Déjame confirmar si solo está dormido o si lo que sea que lo afectó le hizo más daño del que pensábamos — le contestó al militar, abandonando sus intentos de ayudar a la apertura de la puerta y volviendo a donde el piloto permanecía tendido

Mientras verificaba el estado de su paciente aclaró — Quizás Stocker pueda ayudarnos con la puerta. Como dije antes, si lo que sea que dominaba a Doble-R optó por desconectarlo es porque representaba un peligro para el. Y eso, creo, significa que nos puede ayudar —

—¡Maldita sea! 

Karl estampó el puño contra la escotilla de la Hécate cuando esta no se abrió. Luego respiró hondo un par de veces para dominarse. Por un momento se había relajado cuando habían reducido a Doble-R... pero quedarse aislados de Sandra y Valerie le exasperaba.

Entonces se escuchó ese ruido en el pasillo de la estación.

—¡Doctora Martell! No se mueva de la esclusa. No sabemos si...

No quería decirlo en voz alta, porque deseaba con todas sus fuerzas que ese ruido se debiese a Sandra. Que Sandra estuviera a salvo y pudieran reunirse de nuevo. Pero no podían contar con ello, y algo en su instinto le indicaba que ese ruido no sonaba bien...

—Probemos con Stocker —dijo—. Y si no, tendremos que cargarnos esta maldita escotilla de alguna forma, o encontrar algún otro acceso a la Hécate. Quizá alguna de las ventanas, lo que sea... Pero tenemos que sacarlas de ahí.

Su mente echó humo, procesando. La compuerta no se abría por su lado, pero sí lo había hecho por el otro. ¡Habían cambiado la clave! Pero... ¿quién? La respuesta era obvia, y no le gustó nada. Y entonces, ese ruido en el corredor, en la zona del laboratorio. ¡La cápsula Principal!

Sandra había estado manipulando los controles, y justo luego había desaparecido... ¿era posible que...? 

— No hay manera, no puedo abrirla. Apoyo lo de activar a Stocker, Robert. En cuanto a no moverme, Karl... ¿por qué ha desaparecido Sandra de ese modo? Todo esto...

No hizo caso al soldado. Ya estaba camino al laboratorio cuando lo dijo.

Robert comprobó con el mediscan el estado de Doble-R. Estaba inconsciente y sedado, así que en teoría no debería ser un problema. Mientras tanto Karl accedía desde sus holopantallas al sistema de Stocker.

— Identificación: Karl Malstrom. Código de seguridad 121344-M-2. Solicito operatividad de IA Stocker.

Para su sorpresa un mensaje le denegó el acceso.

— Operatividad de IA Stocker imposible de conceder. — respondió la voz automatizada - La IA Stocker está deshabilitada como daemon. En estos momentos opera en modo títere bajo las órdenes directas de la ingeniero Sandra Hicks. Solicitud remitida a la operadora Sandra Hicks.

La deshabilitación como 'daemon' significaba que Stocker tenía sus funciones automáticas apagadas. El uso en modo 'títere' daba a Sandra el acceso directo a Stocker pero eliminando la intermediación de la IA. Es decir: manejaba a Stocker como una mera herramienta. Si tenían sospechas sobre el comportamiento de Hicks ahora estaba claro que algo raro estaba pasando. Además el mensaje de solicitud dirigido a Sandra venía devuelto con negativa de acceso: las comunicaciones de la ingeniero estaban cerradas de forma activa. ¡Y seguía en aquella línea temporal!

Valerie veía todo esto mientras avanzaba hasta el laboratorio secundario, por lo que su sorpresa fue mínima cuando vio que la puerta del mismo estaba cerrado. ¿Qué intentaba hacer Sandra? Pensó inmediatamente en la cápsula principal. La había bloqueado para que no se pusiera en marcha nuevamente pero Sandra disponía de los conocimientos necesarios para saltar su seguridad. Aún así tardaría como mínimo algunos minutos en saltarse el protocolo.

Robert ya estaba de pie y pensaba en el problema de la puerta. Aunque podían intentar de nuevo hackearla sin Stocker esto les llevaría tiempo y además no sabía si serían capaces. Disparar a los cierres de una puerta extrerna no funcionaría ya que lo que harían es reventar los mecanismos de acción. Quizás volar la puerta con algún tipo de explosivo - tenían en el almacén de la Cira - fuera más drástico pero efectivo, aunque no sabía hasta que punto podría afectar a la estructura del puente de conexión una explosión.

Karl pensaba a toda velocidad. Ya no le cabía la menor duda de que esa cosa se había apoderado de alguna forma de Sandra, y en esa situación había un montón de problemas. Para empezar, el grupo aislado. Tenía que encontrar la forma de que Valerie pudiera reunirse con ellos, y tratar de ayudar a Sandra. Pero la escotilla de la Hécate no se iba a abrir fácilmente. Y aún si lo lograban, estaba el problema de la puerta de acceso al laboratorio en que Sandra se había encerrado, y que la técnico controlaba gracias a su dominio de la IA. Si querían rescatarla y detener a lo que fuera que la había infectado, necesitaban acceder a esa sala. Podían volar ambas puertas, pero sería un riesgo demasiado grande. Y quedarse flotando a la deriva en mitad de un campo de escombros no sería...

Entonces se le ocurrió algo. Era una locura, pero le permitía resolver dos problemas al mismo tiempo y minimizar los riesgos. Se volvió con rapidez hacia la bodega de carga de la Cira, para comprobar de cuántos explosivos disponía. Y también si tenían cualquier otra cosa que pudiera servir para cortar o hacer un agujero en la escotilla.

—Valerie, para un momento —dijo con voz calmada, llamando a la doctora Martell por su nombre de pila—. No sabemos de lo que es capaz esa cosa, así que será mejor que no te enfrentes a Sandra ahora, aunque puedas. Acabo de tener una idea, no sé si funcionará... pero de ser así lograré llegar hasta ella y trataré de reducirla, como hice con Doble-R. Si lo consigo te daré acceso desde dentro al laboratorio si hace falta, y desde ahí podrás salir y reunirte con nosotros en la Cira.

Mientras buscaba, se dirigió al doctor.

—Robert... ¿cómo andan tus dotes de pilotaje? ¿Crees que podrías dominar este pájaro si te vieras obligado? No tendrías que hacer nada demasiado complicado, sólo moverlo despacio y lograr mantenerlo quieto —y esperó que la respuesta fuera tranquilizadora.

Por un momento Robert se planteó tomarse unos minutos para llevar a doble-R hasta una de las cápsulas de hibernación de la Cira, pero fue un idea que descartó en cuanto se le pasó por la cabeza.

— Doble-R está vivo. Dormido pero vivo — informó antes de ponerse de pie y observar el infructuoso intento de Karl por acceder a la IA. Y parece que lo que sea que lo afectó ahora tiene a Sandra en su poder — añadió preocupado.

— Debemos salir de aquí, tenemos los trajes puestos y hasta donde se, tanto la Cira como la Hécate están presurizadas. Puedes volar esa puerta? — le preguntó al militar antes de escuchar sus palabras — Si no hubiera otra opción lo intentaría, pero la verdad es que no tengo nada de experiencia, solo lo que observé de Doble-R durante el viaje. Algo me acuerdo, pero... preferiría no intentarlo —

— Quizás sea más seguro volar las puertas. Tanto esta como la del laboratorio, aunque no se si los tiempos alcanzarán para conseguirlo —

Karl había tenido la precaución de desconectar activamente a Sandra de sus comunicadores¹. Sí, era cierto: no veían su señal, pero eso no indicaba que ella no pudiese ver las suyas. Repasó mentalmente la estructura de la Cira y recordó que estaba dotaba de armamento medio y ligero para eventualidades. Después de todo era una nave estándar del Servicio de Exploración y muchas veces los rescates o viajes atravesaban zonas peligrosas.

Sandra vio a través de los ojos del huésped como se apagaban las holopantallas de sus compañeros. Era evidente que se habían dado cuenta de que algo iba mal. Le recorrió un escalofrío al imaginarse en una cápsula de hibernación hasta que alguien tomase una decisión sobre que hacer con su cuerpo, pero desde luego aquello sería preferible a que el huésped acabase con sus compañeros y nadie llegase nunca a saber lo que allí sucedía.

En todo caso el alienígena no pareció alarmarse por la falta de conexión. Activó las cámaras de la Cira y la Hécate. A través de ella vio como la doctora Valerie se detenía ante la puerta cerrada del laboratorio secundario mientras Robert y Karl hablaban - aunque no se les escuchase - en el pasillo auxiliar de trasbordo entre las dos naves, situados frente a la puerta sellada de la Hécate.
 

No, no iba a tirar la toalla. Había una posibilidad de salir de alli. Pero eso pasaba porque alguien dejara a su cuerpo sin sentido. Buscó con sus ojos al único que podía hacerlo, fuerza bruta y una buena arma.

-Encerrado en la Cira con Robert... por ahora está lejos y tienen dificil salir de alli sin la ayuda de Stocker-susurró para ella mientras veía lo que sucedía en la Hécate.

-¿Puedo llamarte Tim?-preguntó a su acompañante-¿Quien cortó los cables del generador? ¿Tu o Crane? Sois unos chapuzas...había un interruptor, no hacía falta cortar los cables. ¡Pero que más da! ¿no? No tardaré más de unos minutos en romper el bloqueo de la cápsula y serán imparables-Sabía que el bloqueo que debía haber puesto Val a la cápsula no sería muy complicado de saltar y...

-¡VAL! ¡APAGA LA HECATE! Joder, visteis como lo hice, asi la harás salir del laboratorio.. y despues la noqueas. Bien fuerte, hasta que pierda la consciencia. ¡VENGA VAL, CAE EN LA CUENTA! ¡APAGALA! ¡APAGA A LA HECATE!¡APAGA EL JODIDO GENERADOR!

¿Gritaba de verdad o solo lo hacia en su mente? De fondo aun escuchaba aquellos aullidos pero parecían estar lejos y quizás, si se acercaban, significaria su muerte. ¿Que era peor o mejor? Era indiferente, lo importante es que Valerie apagase el generador y consiguiera tiempo.

Sandra estaba desesperada. Necesitaba hacerle llegar aquella información a Valerie de alguna manera pero estaba en un limbo. Intentaba, de forma instintiva, que aquel cuerpo con el que todavía tenía una tenue conexión articulase aquellas palabras...