Partida Rol por web

Karl no dejaba de apuntar a Doble-R con su carabina, recorriendo con los ojos la figura del piloto en busca de armas que pudiera estar ocultando. No se fiaba ni medio pelo de él, y sabía que todo aquello podía ser una treta para ganar tiempo o jugársela de cualquier otra manera.

—En cualquier caso —dijo—, considérate relevado de tus funciones y arrestado. Ponte de rodillas muy despacio, y coloca las manos detrás de la cabeza. Al menor gesto extraño, dispararé. Y sabes que no es un farol.

Le hizo un gesto a Robert.

—Doctor, mire en el cinturón de mi traje, hay unos grilletes. Póngaselos mientras le vigilo...

Doble-R no se resistió en lo más mínimo. Siguiendo las indicaciones de Karl se puso de rodillas, con las manos sobre su cabeza, y espero a que el doctor le pusiera los grilletes que, efectivamente, Karl llevaba en su cinto.

El piloto no llevaba ningún arma visible.

Sandra llevaba todo aquel rato alucinando, el Doble-R que estaba viendo ahora no era el que ella conocía, el que les había traido allí, había algo que no encajaba.

-Doble-R, entiendo que son órdenes. Todos trabajamos así. Tenemos un superior al que no se le puede ni respirar y, si lo hacemos, a la calle y punto pero, ¿puedo saber aunque sea el nombre de quien te ha dado esa orden? Aqui, entre nosotros. Es para preguntar por él cuando llegue a Caledonia. Porque yo quiero una explicación a todo esto, porque me la van a pedir a mi, ya te lo digo yo.

Se quedó expectante, tenía ganas de conocer ese nombre y descartar algo que se le había pasado por su cabeza minutos antes, en el laboratorio, pero que había desechado por imposible. Venía enlazado con los registros de la tableta del técnico. ¿Podría estar sufriendo Doble-R un efecto como el que el técnico había reportado en sus registros? ¿Estaba teniendo alucinaciones?

Si concedía decirles el nombre de quien le había dado la orden y era el nombre de alguno de los tripulantes de la Hécate, estaba segura de que todo se iba a poner mucho más divertido.

— Me ocupo — En ese momento en particular, las acciones resultaban más importantes que las palabras. Y Robert lo sabía. Buscando los grilletes que su compañero había mencionado se ocupo de ajustarlos en las muñecas del piloto, asegurándose que las manos del mismo permanecieran a sus espaldas para que no le resultara sencillo intentar escapar.

Una vez completada su tarea, se relajó lo suficiente como para agregar — Por cierto, si nos da problemas podemos ponerlo en una capsula de hibernación. Como creo que deberíamos hacer con los tripulantes de la Hécate que están allá dormidos mientras Valerie busca la información sobre lo que sucedió aquí. Están sedados, así que para poder transportarlos sólo deberíamos llevar las cosas al punto donde estaban. La estación con aire y nada más. Sólo debemos habilitar nuevamente a Stoker y solicitarle que... —

Repentinamente el medico miró al piloto, que permanecía con sus manos atadas a la espalda y le preguntó — Stocker nos obedecerá? O le habéis dado, o quizás el ya tenía, alguna instrucción para que no lo haga? — Sus ojos, fijos en los de Doble-R trataban de asegurarse que su respuesta fuera, por lo menos, sincera.

Se tragó el nerviosismo y la sensación de alerta, tenía que conseguir que su mente volviera a estar clara, y pensar con frialdad. La respuesta de Doble-R era nula, no servía de nada. Al escuchar la pregunta que Robert dirigió al piloto, no pudo evitar una mueca de desconfianza, ¿iba a creerse lo que el tipo le dijera, fuese lo que fuese? 

Estaban solos en esto. 

Tenían que tomar decisiones unilateralmente, y sin saber si eran no ya las mejores, sino simplemente si no eran fatales. Comprendió al pobre técnico que se suicidó e intentó estrellar la Hécate, porque la verdad es que a ella misma no se le ocurría la manera de neutralizar aquello que había entrevisto, si se había colado en las mentes de los hibernados. 

Si mandaban a esos afectados a Caledonia, ¿llevarían con ellos al parásito? ¿Estaba afectado también Doble-R? No había entrado en contacto con esa cosa, con el estallido de la cápsula. Solo ella lo había hecho. Estaba convencida de que había aguantado el intento de intromisión, pero, aún así el poder de la entidad se había mostrado enorme.

— Estoy de acuerdo en sedar e hibernar a Doble-R. Más allá de eso debemos ser cautos. Hay que investigar primero a lo que sea que ha aparecido en la cápsula, si podemos, porque si lo llevamos a la Caledonia con él, o con alguno de los otros hibernados, y se libera allí... en fin. En cuanto a Stocker, a reconectarlo...

Robert inmovilizó al piloto. Ante la pregunta de Doble-R pareció sinceramente desconcertado, casi sorprendido como si valorase la idea que le daba ahora el médico y se diese cuenta de un error cometido:

- No. No he dado instrucciones específicas a Stocker para que me obedezca.- dijo finalmente - Lo siento. No diré nada más hasta llegar a Caledonia.

Esa fue la única respuesta que recibió la pregunta de Sandra. Robert creyó leer una mueca de desagrado ante la misma. ¿Le molestaba que insistieran en ese término o simplemente preveía los problemas que le daría hablar más de lo conveniente?

Sandra arrugó la nariz y se impulsó, situándose de nuevo junto al panel de mando del generador.

-Vale, cuando me digáis devuelvo la energia a la Hécate. Estoy preparada.

— Pero... si conectas la energía ahora, la estación no seguirá yendo hacia donde estaba yendo? — preguntó el médico sin tener claro donde es que se dirigía la nave cuando interrumpieron el suministro energético.

Sin embargo, lo que más le llamó la atención fueron las palabras de Valerie — Llevarlo a Caledonia? — preguntó confuso — Piensas que podemos llevarnos esa... eh... discontinuidad temporal, o lo que sea que sufrimos mientras investigábamos la nave? pensé que de alguna manera estaba anclada aquí, en la Hécate —

—Con los motores apagados, la estación va hacia donde va con energía o sin ella —dijo Karl—. Lo importante es poder cambiar su rumbo si lo necesitamos...

Una vez que se aseguró de que Doble-R estaba inmovilizado y a buen recaudo, el militar volvió a sopesar la situación. Estaba claro que la misión había dado un vuelco, pero había objetivos que aún podían cumplir. Entre ellos, rescatar a la tripulación de la Hécate que continuaba con vida. Pero Valerie estaba en lo cierto, no podían arriesgarse a llevarse esa cosa con ellos...

—Bien, antes de hacer nada deberíamos asegurarnos de que la Hécate no va a estamparse contra algún pedrusco, y luego, creo que la doctora tiene razón. Antes de volver, tendríamos que saber al cien por cien lo que ha pasado aquí para no meter la pata de forma irreversible. Pero lo primero es lo primero...

Volvió a mirar a Robert.

—Doctor, creo que su idea de meter a Doble-R en una cápsula no es mala. Nos lo llevaremos de vuelta, claro... pero por si acaso hasta que acabemos con todo este lío, deberíamos asegurarnos de que no nos da problemas. Está bien tenerlo inmovilizado, pero me sentiré mejor si además está bien dormidito, como los de ahí arriba...

— Resumiendo: Hibernar a Doble-R, aunque yo, además de sedarlo, lo haría en una cápsula de la Hécate,  no de la Cira. ¿Por qué? Porque sinceramente creo que está parasitado. Si es así y lo llevamos de vuelta a Caledonia sin haberles informado y sin saber como neutralizar la amenaza, las consecuencias pueden ser catastróficas. Rehabilitar a Stocker es una incógnita,  un riesgo. No me da la sensación de que esa cosa pueda atacar a una IA, pero no estoy segura. Pero no veo el modo de saber lo ocurrido y por tanto evaluar el riesgo real de volver a la Caledonia con los afectados sólo con nuestros medios. Pero eso lo sabe mejor Sandra que yo. ¿Qué opinas tú?

-Entiendo que mientras no activemos los sistemas gravitacionales de la Hecate no deberiamos tener problemas. No activaria de nuevo a Stocker mientras reviso a la Hecate. Pero soy una mandada, lo que me digáis.

Resopló, mirando el panel de mandos.

-Pero decidirlo rápido, me estoy aburriendo como una ostra aqui abajo.

No era aburrición, sino agobio. Estar en aquel túnel tan estrecho no era divertido precisamente.

-Cuando reactivemos a Stocker le anularemos las ultimas ordenes de Doble-R. Karl, a ti debe hacerte caso y, en ultima instancia, si todos le damos la misma orden, debe acatarla. No creo que tengamos problemas con Stocker realmente una vez que metáis a Doble-R en la cápsula a dormir un rato. Asi que venga, ¡moved esos culos rápido que quiero salir de aquí!

— Parasitado? De que hablas? — la seguridad en el tono de la científica dejó perplejo al médico — Si crees que es necesario, podemos hibernarlo en la Hécate, pero no entiendo cual es la diferencia de hacerlo en un sitio u otro —

Tras una pausa cambió el objetivo de sus comentarios — Sandra, Karl, si entienden que conectar la energía de la nave no implicará riesgo de que esta vaya a donde sea que estaba yendo. O que por lo menos podemos controlar su destino, prendámosla. Y luego ocupémosnos de Stocker — Pese a estar con su casco puesto se rasco el exterior del mismo, deseando poder tocarse la piel para hacerlo

— Sandra, eso sí, al conectar la energía estate lista para volver a desconectarla si es que la nave vuelve a moverse como lo hizo. No se donde iba, pero fue un movimiento demasiado brusco para indicar algo bueno. Si pasa eso deberemos reconectar a la IA antes de volver a intentarlo —

Karl escuchó al grupo y asintió. Estaba de acuerdo más o menos con todo lo que habían dicho. Se volvió hacia Doble-R.

—Ya lo has oído, vas a dormir un rato largo hasta que arreglemos todo este lío. Así que ponte en pie y camina sin resistirte, será lo mejor para ti.

Mientras se preparaba para conducir al piloto a las cápsulas de hibernación, se comunicó con Sandra.

—Si piensas que Stocker no nos dará problemas, creo que lo mejor será que vuelvas a conectarlo cuando hayas hecho las revisiones y tengamos bajo control la situación. Y mientras tanto, la doctora Martell debería explicarnos con todo detalle qué es lo que ha visto y qué es exactamente "esa cosa"...

Hubiera querido posponer las explicaciones,  pero lo cierto es que no podían esperar, así que inspiró profundamente, cerró los ojos y se concentró para decir lo que tenía que decir. Los abrió de nuevo y empezó a hablar.

— La presencia de la que hablaban las notas encontradas... la sentí antes, cuando el estallido de energía de la cápsula gigante, en el laboratorio secundario.  Mi teoría, sin base científica para demostrarla, es que en las experimentaciones realizadas con la Anomalía se abrió una brecha. Una especie de portal en el tiempo. La intención del experimento era saltar en el espacio. Pero lo que consiguieron fue que ese salto fuera una distorsión temporal que permitió que un ser llegara hasta aquí ... desde un futuro tan lejano que da vértigo. Puedo deciros que tanteó mi mente, la rozó intentando hacerse con mi voluntad. Parasitarme. No puedo probarlo, desde luego, pero os aseguro que fracasó. No consiguió introducirse. Y creo que sí lo consiguió con los demás, por eso, conscientes de ello e incapaces de quitárselo de encima, dos de ellos se suicidaron. Creo que es posible que Doblr-R esté también afectado, si no no me explico su comportamiento. Creo también que esa cosa, esa entidad, está ávida de vida. Hambrienta. Llevarla de algún modo a la Caledonia supondría iniciar un desastre que devastaría a la humanidad entera... por eso dejaría en la Hécate a los infectados. A todos. Hasta que sepamos exactamente como actuar contra esa entidad, o quitarla de una mente humana.

Doble-R caminaba delante de Karl, pero al escuchar hablar a la doctora se detuvo un momento.

- Vaya. Ahora sí que estoy realmente sorprendido doctora. Que haya llegado a esas conclusiones con tan poca información demuestra que su raza tiene una intuición que va más allá de sus capacidades cognitivas, un instinto animal extremadamente afinado para la supervivencia.

Y entonces Robert se dio cuenta de que las pupilas del piloto se dilataban de forma imposible.

Si las palabras de la científica la causaron algunas dudas, la reacción del piloto las anuló totalmente.

— No lo mates — gritó el médico dirigiéndose a Karl mientras buscaba en su maletín los mismos sedantes que había aplicado en las cápsulas. Sabía que funcionaban. Sabía que eran capaces de dormir a alguien infectado por lo que sea que los infectaba — Si puedes desmayarlo mejor. Así lo dormimos y lo podemos poner en hibernación —

Mientras sus dedos revisaban las distintas cavidades de su maletín agregó — No, no lo podemos llevar, pero alguien debe estudiar de que se trata — Todo en su mente lo forzaba a matar a al que ya no era Doble-R así como a quienes ya no eran los tripulantes de la Hécate, pero sus instintos médicos lo forzaban a tratar de evitarlo "Quizás, con suerte, encontremos la forma de extirpar a lo que sea que los infectó" se intentaba convencer a si mismo, sin tener claro si eso era posible o no.

Sandra estaba mirando todo lo que sucedía desde su oscuro y estrecho pasillo en las entrañas de la Hécate.

Desde el que sabía que era la imagen que proyectaba el visor de Karl vio a Doble-R. Parpadeó, intentando ver con claridad lo que parecía una broma de mal gusto, y sintió como un miedo, tan frio como el del mismisimo espacio abierto, la invadia.

-¡Karl!-llegó a exclamar alertando del peligro que aquellos ojos podian significar.