Partida Rol por web

El primero en atravesar la puerta fue Karl. La segunda parte semicircular de la zona superior estaba ocupada por las seis cápsulas criogénicas de forma ovoide dispuestas en semicírculo. Había también un terminal de control para el análisis de las constantes de los ocupantes pero en esos momentos todo estaba apagado, siguiendo las órdenes dadas a Stocker.

Sin embargo las cápsulas tenían su propio sistema de control con generadores auxiliares capaces de aguantar hasta tres años sin energía central de forma que hubiera una garantía de rescate en caso de fallo terminal como ahora. Mientras estaban así el frío del interior provocaba una escarcha que dificultaba ver que había en ellas, pero las luces de control básicas (rojo y verde) indicaban cuales contenían especímenes vivos. En este caso tres de ellas tenían la inequívoca luz verde de buenas noticias encendida mientras que una cuarta estaba en rojo. Las otras dos se encontraban vacías.

Robert conectó su mediscan a cada una de las cápsulas para garantizar que no existía ninguna infección peligrosa en caso de apertura. Después pasó su guante por la superficie de cada una para contemplar el interior¹. En todas ellas los ocupantes parecían dormir profundamente, incluso en la que tenía la luz roja, aunque para sorpresa del grupo esta última no era la capsula de Timothy Summer sino la de la la analista informática, Alana Gómez.

RoberT, tras su chequeo inicial, pensó un momento en sus opciones y terminó comunicándoselas a sus compañeros.

— No sabiendo que pasó con la IA, prefiero no habilitarla. Por lo menos por ahora. Así que optaría por operar las cápsulas manualmente. Y sea lo que sea lo que pasó, lo mejor será solo despertar a uno de ellos. Por lo menos hasta que podamos comunicarnos con el, o ella, creo más seguro que seamos "mayoría" —

— Descartaría a la Analista, Gómez, dado que parece que su cápsula no funcionó. Y también a Summers, que sabemos, o por lo menos suponemos, que fue afectado por algo. Correr el riesgo con él no me parece una opción razonable. Solo nos quedan la directora, Craine, que seguramente sea la que mas sepa sobre lo que se hacía en el lugar y Adrem, el científico especializado en la Anomalía, quien fue uno de los que nos vio en el laboratorio — le explicó sobre todo a Karl que no había estado presente en el episodio.

— Puedo intentarlo con cualquier de ambos pero en mi caso en particular me inclino por la directora, no me pareció que Adreim tuviera mucha noción de lo que estaba sucediendo cuando nos "vio" — añadió antes de responderse a si mismo, algo avergonzado de sus propias palabras — Aunque quizás debamos dejar a la directora para un segundo intento si es que el primero "falla" por algo —

Descartando con un suspiro su propia respuesta, el medico se acercó a la cápsula de la directora y esperó la opinión de sus compañeros. En condiciones normales ni se hubiera molestarlo en hacerlo, pero la situación no era, precisamente, normal.

— O es que alguien tiene algún motivo para preferir a Adreim? —

— No, yo también creo que lo más lógico es despertar a Craine. Teóricamente ella debería tener todos los datos de lo sucedido, además de ser la responsable de la experimentación. Por cierto, debería haber un log del mediscan en alguna parte, y lo lógico es que se encuentre aquí, es lo más cercano a una enfermería que hay en la estación, que no contaba con personal médico. ¿Podríamos localizarlo e investigarlo, Robert? ¿O eso requeriría también conectar todos los sistemas de la sala?

La última pregunta no fue para el doctor, sino para la técnico y para Stocker.

- Dado que los sistemas de la estación están desconectados el log del mediscan es inaccesible para mí.- informó solícita la IA - Sin embargo lo normal sería que estuviese en el terminal auxiliar de criogenización, en esa misma sala. Por mi parte no dispongo de la capacidad de conectar remotamente sólo un aparato de una sala, me temo que de hacerlo será Hicks quien lo deba hacer.

Robert revisó la estancia y, efectivamente, ubicó el sistema de almacenaje de los mediscan. Los dispositivos estaban conectados pero, tal como Stocker informaba, la información seguramente estaría volcada en el terminal auxiliar médico que estaba allí mismo.

— Eso si sería de gran ayuda — comentó el médico ante la sugerencia de Stocker — Sandra, lo ves posible? Si pudiéramos acceder a la información antes de abrir la cápsula tendríamos por lo menos una idea de lo que nos podemos llegar a encontrar —

Sandra estaba mirando dentro de la cápsula de hibernación que tenía la luz roja.

-¡Hay que joderse! Tener la última tecnología en hibernación y palmarla. Si esta es la "microchip" —levantó su mirada del cristal y la enfocó en las dos otras capsulas —Y esos dos son nuestros "fantasmas" de antes, ¿alguien me dice donde está Summers? Esperaba que todos estuvieran aqui... aunque no sería la primera vez que me encontrase un cuerpo flotando por un pasillo. Bueno, ahora nos lo encontraremos tirado de cualquier manera en cualquier sitio.

Escuchó entonces que la nombraban —¿Que si puedo hacer qué?— Siguió la mirada de Robert que le señalaba directamente el mediscan, y sonrió, contestándoles divertida —Qué pasa, ¿que os encantan verme trabajar o qué? Me tenéis explotada. Trae a ver— se acercó al aparato médico y lo observó con detenimiento —Creo que sí, este modelo lo tengo controlado, vamos a verle las tripas y a cortar un par de cables.

Sacó su equipo y comenzó a manipular el mediscan.

El sistema central de control se encendió de forma individual aprovechando la energía que Hicks traía del control auxiliar de la puerta. La muchacha le estaba tomando el pulso a la base, haciendo que todo funcionara de forma fluida.

Robert se aproximó al terminal para echar un vistazo. Allí estaba toda la información: al parecer la capsula con la fallecida era efectivamente la de Gomez. El mediscan indicaba una muerte por desangramiento provocado por laceraciones profundas en las muñecas. El médico había visto ese tipo de diagnóstico estándar: se había suicidado cortándose las venas. Estaba muerta antes de que la criogenizaran. De hecho el informe marcaba que la criogenización se había realizado el día -11 y la firma digital del deceso estaba marcada por Edna Craine.

Las cápsulas con supervivientes se correspondían por tanto a Timothy Summers, criogenizado el día -16. El informe del mediscan, sin embargo, no contenía ninguna referencia a daños o estados alterados. Simplemente denotaba que la persona criogenizada estaba inconsciente en el momento de hacerlo pero perfectamente estable. Robert revisó los parámetros médicos constatando que efectivamente todo indicaba que Summers tendría que responder a los estímulos externos, estar consciente. Pero por lo que habían leído en los logs de la tripulación no era así. Luego en la máquina había una alarma de despertar el día -14. Los parámetros de lecturas médicas de la cápsula se disparan en todas las direcciones, como si Summers estuviera teniendo un ataque epiléptico o situación similar. Hay una marca de nueva criogenización ese mismo día, media hora después, en la que las lecturas del sujeto indican claramente que ha sido fuertemente sedado. A Robert le sorprendió la dosis usada: bastante más fuerte de lo que sería habitual para una constitución como la de Summers. A partir de ahí las lecturas son las normales en una criogenización inducida.

Tanto Craine como Adrem se criogenizaron casi a la misma hora de día -10. Las lecturas para ambos eran las normales en una persona criogenizada y estables en estos momentos. La máquina había registrado que ambas criogenizaciones habían sido consentidas y realizadas por los propios sujetos.

Así que estaban ellos, con tres cuerpos criogenizados y un montón de preguntas.

Robert, leyó con cuidad los datos del mediscan, olvidándose por un momento de sus preocupaciones respecto a lo que había pasado desde que llegaron a la Hécate y concentrándose en su faceta médica.

Mientras sus ojos leían, su boca no dejaba de hacer comentarios, más para si mismo que para cualquiera de los presentes — Uhm... suicidio, seguro. Y con este van dos. Dos de cinco es un 40%. Está claro que no es un porcentaje aceptable. Y acá... uhm... Inconsciente pero en buen estado, aunque, como sucedió esto? Se supone que estaba en hibernación. Tantos sedantes? No, no. No es normal. Es demasiado. Ah! esto es más razonable. Si, y esto también —

Finalmente apartó la vista del equipo y se dirigió a sus compañeros — Está claro que las opciones siguen siendo Crane y Adrein y no veo ningún motivo, por lo menos médico, para inclinarme por uno o por otro —

— Solo me llaman la atención las fechas. Estoy tratando de ordenarlas en mi cabeza. Veamos. Summers se durmió, o más bien lo durmieron dado que estaba inconsciente. Dos días después se despierta, aunque eso no debería ser posible y luego lo vuelven a dormir, sedado. Tres días más tarde Gómez se corta las venas. Al día siguiente Crane y Adrein se duermen a si mismos, justo el mismo día en que Yier se suicida e intenta destruir la estación. Supongo que esto último fue antes de que se durmieran estos dos — aclaró señalando a las capsulas de la directora y el científico — Es más supongo que fueron ellos quienes "apagaron", si es que podemos llamarlo así, la energía de la estación para... no se, supongo que para evitar que la misma se destruyera contra el planeta? —

El médico se planta delante de la cápsula donde descansa la directora, Crane y observa los controles, dispuesto a despertarla de su sueño auto-inducido — La despertamos? — pregunta al resto del grupo — Creo que no tenemos muchas más opciones si es que queremos respuestas —

Mientras el resto deliberaba, Karl se quedó cerca de la puerta de la sala. Era el único acceso a la misma, y si se colocaba ahí podría tenerlo controlado.

Sin embargo, era consciente de que en una situación como aquella, si debían esperar algún peligro lo más probable era que viniese de dentro de la propia sala y no de fuera, así que se colocó en la esquina de forma que pudiese cubrir tanto la entrada como las cápsulas de hibernación. Respiró hondo un par de veces, tratando de calmar su intranquilidad. No había motivo para estar preocupado, al fin y al cabo todo iba bien. Al menos de momento...

Sandra levantó la vista y miró a Robert. Inicialmente no contestó, solo se puso en pie y miró dentro de la cápsula de criogenización de la informática, pensativa.

-Un porcentaje bastante alto, totalmente de acuerdo. Es la primera vez que veo algo parecido...- se asomó más aún, curiosa, buscando ver las heridas de las que hablaba el informe -No sé qué ve la gente a hacer eso. ¡A luchar y menear el culo hasta el último momento, joder! No sé, Robert, yo no entiendo de esto. Tú dime a cual despertamos y listo.

Dejó atrás la cápsula de la informática y se acercó a la de la doctora. Levantó sus herramientas y apuntó con ellas a los controles de hibernación -¿Vamos con ella, entonces?

Dejó un segundo su mano derecha libre, alcanzó la tableta e hizo una última consulta antes de meterse de nuevo en faena.

Crane

Y pulsó ejecutar, dejando la tableta sobre la cápsula de la doctora. Mientras que los dos cerebros decidían si despertar a la muchacha y ella activaba el sistema, la búsqueda terminaría y podrian saber más de ella desde el punto de vista del técnico.

— Yo creo que la secuencia de fechas es lógica, Robert, lo que ya no lo es es el motivo por el que sucedió todo. Algo que llevó al suicidio a dos de los afectados, y que, según la descripción en las anotaciones de uno de ellos, era delirante. En cualquier caso estoy de acuerdo en despertar a la directora del proyecto, y sólo a ella, por ahora.

Valerie no tenía nada claro que despertar a Craine no fuera peligroso, pero era lo único que podían hacer para intentar aclarar algo las cosas. 

— Adelante, Sandra, hazlo. Vemos qué puede decirnos.

Robert pulsó los botones de descriogenización de la capsula correspondiente a Crane. El sistema realizó los chequeos externos pertinentes y al detectar un entorno con aire y sistemas estabilizados procedió a la apertura de la misma. El cristal se desempañó al ponerse el proceso en marcha y pudieron ver a la doctora Craine dormida, como si estuviera echando una siesta. La puerta se elevo haciendo que parte del aire frío saliera expulsado mientras los sistemas devolvían la vida a la mujer. Era un proceso que normalmente llevaba unos minutos mientras recuperaba el ritmo cardíaco y...

...y entonces Crane abrió la boca en un grito mudo.

De forma instintiva Robert revisó el panel médico para comprobar las constantes. Karl apuntó con su arma a la mujer sin tener muy claro que hacer. Sandra retrocedió un par de pasos sorprendidas mientras a Valerie le cayó al suelo su cajita de cápsulas.

Las lecturas del sistema eran desconcertantes: había una actividad cerebral inusitada y las alarmas se dispararon ante la posibilidad de un fallo cardíaco general. No era normal. Para nada. Era imposible que alguien pasase de un estado de criogenización a semejante actividad en meros segundos. Pero antes de que pudieran hacer nada la mujer abrió los ojos y vieron unas pupilas que ocupaban lo ocupaban todo, como si en lugar de ojos tuviera dos agujeros negros.

Entonces tan rápido como entró en convulsiones Crane se desplomó en su cama-cápsula y las lecturas bajaron de inmediato de intensidad para volver a un punto de normalidad, indicando el estado de alguien que estaba saliendo de criogenización. Crane tenía un rictus de horror en el rostro pero parecía estar nuevamente dormida. O más bien, según la maquinaria, despertando de su criogenización inducida.

Robert revisó el registro del encefalograma. Las gráficas estaban disparadas como si en el momento de la crisis todo su cerebro se hubiera encendido como una supernova. Jamás en su experiencia médica había visto nada similar...

— ¡JODER! 

No, aquello no era lo que había esperado, aunque quién sabe lo que había esperado. Los ojos de Craine la habían alertado más que las lecturas del encefalograma, o la pirotécnica que había iluminado el escáner cerebral. Podía entender alteraciones, lecturas erróneas, anómalas... pero aquellos ojos, eso no tenía explicación racional. Quizá Robert tuviera una, se lo preguntaría, pero ahora no podían arriesgarse y perder tiempo discutiendo o elucubrando. Había que volver a Craine a su estado inicial, revertir. Y luego ya hablarían de ello.

Olvidó en un rincón de su mente la alarma que le recordaba que Summers había despertado "por sí mismo" en un estado similar. Ahora había una prioridad esencial.

— ¡Para eso! ¡INVIERTE EL PROCESO! ¡YA! 

Gritó al médico con cara de pánico.

—La madre que...

Karl había avanzado un par de pasos instintivamente, colocándose entre Sandra y la cápsula para tener un disparo más claro, en cuanto aquella desdichada mujer había empezado a convulsionar. Pero lo que de verdad le hizo sentir un escalofrío fueron aquellos ojos antinaturales.

No dijo nada, apretó la mandíbula mientras mantenía el cañón de su carabina apuntando al hombro derecho de Craine. Si saltaba sobre cualquiera de sus compañeros no se lo pensaría dos veces antes de disparar para incapacitarla. Pero por fortuna, el cuerpo cayó inerte y no fue necesario. Aunque el soldado no se relajó demasiado.

—Calma —dijo con voz pausada y sin dejar de apuntar—. Calma, ya está... Doctor, ¿qué demonios ha sido eso?

Robert observó a la mujer y a sus extraños síntomas y, forzado por las alarmas, se olvidó por un momento del cuerpo para buscar, en el scanner, la explicación que no podía existir. Mientras miraba una y otra vez el electroencefalograma, tratando de descubrir algún parámetro que tuviera algún sentido, escucho el grito de la científica y, sin dudarlo, presionó el botón de criogenización, esperando que el proceso pusiera detenerse

— No tengo ni idea — reconoció mientras meneaba la cabeza y trataba de relacionar las curvas del electro con las que había visto en la historia clínica de Summers — Será que acaso todos los tripulantes pasan por esto después de congelarse? —

Robert revisaba ambos informes con celeridad, no sin antes reiniciar la criogenización de la científica. No sabían que había pasado pero, desde luego, aquello no era normal.

El informe del encefalograma se salía de cualquier estadística. En sus tiempos de estudiante había revisado informes sobre personas con poderes psíquicos y sabía que este tipo de gente tenía unas capacidades que iban más allá de lo normal a la hora de la activación de ciertos puntos de su cerebro. Algunos casos, de usos psíquicos, casaban con gráficas que se salían del baremo pero lo que estaba viendo era inaudito. ¿Un estallido mental?¹ Pero ellos no habían notado nada aparte del comportamiento anómalo de la mujer. Y aquellos ojos, claro. Una dilatación de pupilas imposible.

Revisó los informes correspondientes a Summer. Allí lo tenía. Otro estallido psíquico similar que coincidía con el momento del despertar criogénico. Fue entonces cuando el médico se percató de un posible riesgo: aunque Summer estaba criogenizado tuvieron que sedarlo para evitar que no se despertase de forma espontánea. El sedante, sometido a la criogenización, seguía funcionando en Summer, pero no había rastro de ninguno en el organismo de Crane².

Mientras el doctor revisaba los sistemas los demás se dieron cuenta de que, repentinamente, la conexión con la Cira se había desconectado. En las holopantallas no aparecían las imágenes de Doble-R ni de Stocker. Sin embargo a través de los ventanales podían ver la nave enganchada todavía al puente de conexión, con todas sus conexiones encendidas.

— Sandra — algo en la voz del médico denotaba que estaba más que preocupado — Una pregunta, puedes inyectarle al cuerpo de Crane una dosis de sedante, sin que la debamos despertar? —

Tratando de organizar sus propias ideas se intentó explicar — Estoy pensando que a Summers lo drogaron antes de volver a colocar en la cápsula. Y ellos sabían algo más que nosotros sobre lo que estaba pasando. Viendo las imágenes supongo que que fue alguna forma de estallido psíquico. No puedo tener la seguridad de que haya sido eso pero, si lo fue, está claro que no fue voluntario. Y si es así mejor que no se repita. Quien sabe como nos puede afectar —

Sí, inyectar el sedante a Crane era una buena medida. Iba a decirlo, pero entonces se dio cuenta.

— Un... momento. ¿Doble-R? ¿Stocker? ¿Seguís aquí? Veo la Cira, pero vosotros habéis desaparecido de nuestras holopantallas.

Aguardó la respuesta con verdadera ansiedad. Esperaba que fuera sólo un fallo, uno más, y no un nuevo salto temporal. Esta vez la nave seguía a la vista, era distinto de antes. 

Sandra asintió. Robert comprobó que la capsula era operativa a todos los niveles por lo que cualquier actuación médica que debiera realizarse podría hacerse sin intervención de la ingeniero, lo cual facilitaba las cosas¹.

Por su parte Valerie, preocupada, revisaba su tablet para comprobar las comunicaciones con la Cira. Y lo que encontraba no era precisamente tranquilizador: la comunicación se había cortado de forma activa desde la propia nave espacial. ¿Por qué harían algo así Doble-R y Stocker?