Partida Rol por web

La misteriosa figura que flotaba a unos pocos pasos de distancia parecía protegida contra el daño que Zaev podía infligirle. Tengo que probar otra cosa, a lo mejor con las flechas flamígeras consigo hacer algo. Sus compañeros parecían tener sus propias preocupaciones, pero tenía la impresión de que ésta era la mayor amenaza.

-¡Creo que voy necesitar ayuda por aquí!

Zaev pierde por un momento de vista a su oponente, pero dispara al último lugar donde lo había visto. Como antes, dos de  las flechas se desintegran al impactar, pero esta vez acompañadas por un destello flamígero. La tercera atraviesa el espacio para estallar contra la pared norte.

"Oh, seguro que necesitarás ayuda..." suena una voz cavernosa mientras una zarpa fantasmal se materializa volando hacia el semielfo y éste siente un escalofrío cuando le toca, notando como parte de su vitalidad le abandona...

Con un chillido agudo, el homúnculo se sale volando hacia el techo de la torre mientras blande una varita que parece recuperar de un compartimento en uno de sus costados...

MAPA oponentes invisibles

[10] Auren Vrood (-6 hp; piel de piedra 86/110)

Dalía estaba donde le gustaba, en medio de sus enemigos, así que empezó a repartir mazazos por doquier. De no ser porque sabía que esos eran los enemigos menos peligrosos, se habría sentido feliz.

Dalía conecta con ambos golpes y el primero consigue derribar a uno de los muertos al alcanzarlo en el cráneo. El siguiente ataque rompería el brazo de un oponente mortal, pero el zombie restante parece insensible al dolor...

En el interior estaban ocurriendo eventos que el clérigo no podía más que oír sin poder actuar pues un enemigo aún se hallaba en su camino. Apoyando al resto avanzó un par de pasos hasta plantarse al lado del zombi, descargando con fuerza la maza, si bien el cansancio hacía mella en sus esfuerzos.

El mazazo del clérigo causa daños en el zombie aparentes pero insuficientes para derribar al muerto inquieto...

El mago acude raudo a la llamada de ayuda de Zaev.

"Haré lo que pueda", dice no muy seguro de sí mismo...

Acto seguido, extiende los brazos y pronuncia unas palabras arcanas. Una débil esfera de luz rodea a Alatar y a Zaev

Cuando el mago acude en ayuda de Zaev y cruza la cortina invadida de hongos, una desesperación aplastante parece apoderarse de él...

"Nunca debí haber vuelto a Ustalav, no hay más que muerte y mal. Fui un necio al pensar que mis habilidades podrían marcar la diferencia..."

Dominado por el pánico, Alatar se detiene antes de lanzar el conjuro para acto seguido salir corriendo de la torre con la cara desencajada...

"Tengo que salir de aquí..."

Garv y Dalía ven pasar al mago a toda velocidad hacia la salida mientras Dalía se defiende del ataque de zombie como buenamente puede...

El elfo oyó el combate al otro lado de la puerta, se asomó y vio a sus compañeros luchando con el único no-muerto que quedaba. Sabiendo que la criatura no iba a ser rival para ellos, fijo su atención en la criatura reptiliana.. Blande una varita? pensó.

Sin pensárselo dos veces, tensó el arco y disparo contra aquél ser.

Eredhir dispara con acierto al homúnculo, que emite un quejido lastimoso al clavarse una flecha en una de sus patas...

El enano no se deja engañar por sus sentidos y sabe que el cultista no anda lejos... No te escaparás con esas artimañas!! puedo oler tu sangre!! Acto seguido Garin lanza dos golpes más.

Garin escucha con atención y oye pasos subiendo la escalinata que conduce al segundo piso. Sin pensárselo dos veces el belicoso enano avanza hasta que sus ojos alcanzar a distinguir un efecto visual extraño delante de él.

Lanzando un hachazo poderoso, sonríe satisfecho al notar que su arma hace contacto y acto seguido uno de los cultistas se hace visible mientras sangra y expira sobre los escalones. Se da cuenta que este cultista en concreto no es al que se había enfrentado antes. De su antiguo oponente no hay actualmente ni rastro...

Al ver a su compañero fallecer a manos de Garin, su compañero intenta tomarse cumplida venganza al disparar una flecha envenenada, pero de nuevo la cobertura que le proporciona el escudo pavés es eficaz y el proyectil se clava inofensivamente en éste.

Desafortunadamente para el cultista, el atacar hace que su conjuro termine y quede a vista de todos, así que el encapuchado se retira escaleras arriba, intentando escapar de la justificada ira de Garin...

Sintiéndose impotente ante su adversario, Zaev cruza al otro lado de la cortina. Por un momento está apunto de apartar la tela amarillenta, pero de pronto recuerda los efectos experimentados por él y por Alatar, y reprime su gesto.

- ¡Aquí al lado hay alguien o algo que emana un aura de terror, y no consigo dañarlo con mis flechas!

Grita Zaev mientras dispara al cadáver andante que se enfrenta a Dalia

Zaev cruza la cortina y su disparo atraviesa de parte a parte la cabeza del zombie restante, cuyo cuerpo cae inerte como una marioneta a la que le han cortado los hilos de repente. El pícaro sonríe, aliviado por haber despachado a un oponente más.

Furioso con el inquisidor (o por lo menos con toda la furia que un constructo puede sentir) el homúnculo apunta a Eredhir con su varita y acto seguido dos rayos de fuego salen de la punta impactando al elfo. Por suerte para él, el objeto no parece funcionar bien de todo y los rayos no son tan poderosos como podrían, aunque dejan su marca en armadura, ropajes y la piel subyacente...

Luego ocurre algo extraño, después de usar la varita, el homúnculo se detiene y mira fijamente a Garv. Inmediatamente la voz cavernosa que habéis aprendido a temer surge del interior de la torre, mientras habla con sorna:

"El aire es muy malsano aquí. No sería extraño que a alguno de vosotros le faltase el aliento..."

A continuación, el homúnculo sale disparado hacia el centro de la torre, posándose en la cornisa del segundo piso...