Partida Rol por web

Esta criatura con aspecto de demonio alado es en realidad un homúnculo, un constructo servidor de un lanzador de conjuros creado usando su propia sangre. Son combatientes débiles pero efectivos espías y mensajeros.

Tienen habitualmente un vínculo telepático con su creador, permitiéndole ver y oir lo que el constructo.

En combate, el mordisco de un homúnculo puede inducir una especie de sueño mágico.

Alatar recuerda así mismo que al destruir a un homúnculo se causa daño físico a su dueño debido al vínculo que comparten...

Entrecerrando los ojos, Zaev dispara con precisión y expectante ve como la flecha va bien dirigida pese a que no se trata de un blanco fácil...

...sin embargo, al golpear a su enemigo, la flecha se desintegra en miles de astillas de madera, con el efecto óptico similar al que tendría haber disparado una pared.

Alatar avista al desgradable humúnculo revoloteando por la estancia, lo que no presagia nada bueno. Se prepara para atacar...

Dalía se mueve para ver qué tipo de criatura ha bajado hacia los cadáveres y al verla se acerca a ella mientras su mente trata de recordar que sabe de ella.

Esta criatura con aspecto de demonio alado es en realidad un homúnculo, un constructo servidor de un lanzador de conjuros creado usando su propia sangre. Son combatientes débiles pero efectivos espías y mensajeros.

Tienen habitualmente un vínculo telepático con su creador, permitiéndole ver y oir lo que el constructo.

En combate, el mordisco de un homúnculo puede inducir una especie de sueño mágico.

Dalía sabe así mismo que al destruir a un homúnculo se causa daño físico a su dueño debido al vínculo que comparten.

Dalía se mueve hasta quedar sobre el cadáver frente al homúnculo, al que trata de asestar un fuerte golpe.

Del interior de una de las salas sale un torrente de energía oscura que envuelve a varios de los miembros del grupo, incluyendo a Garin pese a la inherente resistencia de su clan a la magia...

A continuación, Dalía se abalanza sobre el homúnculo, golpeando al bichejo con la maza en las costillas...

Con un rugido preternatural, los cadáveres que yacen en el suelo de la torre se apoyan trabajosamente en sus brazos para levantarse y con una mirada vacía miran a aquellos que han perturbado su descanso.

Dalía observa con horror como el cadáver sobre el que está comienza a moverse...

- Problemas...

Dalía aporrea a uno de los zombies que se levanta trabajosamente del suelo...

Alatar ve a los muertos levantarse del suelo y detona su bola de fuego contra la pared este. Dos de los zombies, entre ellos el que había dañado Dalía se ven reducidos a cenizas en un instante, pero otro hace gala de una agilidad impensable y evita agachándose lo peor del estallido...

Los zombies, que parecen moverse más rápido que el no-muerto medio, se lanzan sobre la oráculo intentando apresarla pero Dalía se zafa con facilidad de sus torpes intentos...

De golpe al enano parece que le flaquean las piernas y piensa: que pasa? ah... será que no he comido suficiente ultimamente, en la próxima taberna me debo un buen lechazo para mi sólo...

Pese a su cansancio repentino, decide caminar hasta donde vió a uno de los cultistas por última vez e intentar alcanzarlo para ofrecerle lo que mejor se le daba, un buen par de hachazos.

Eredhir dio un paso atrás al ver aparecer al cultista desde detrás del biombo. No dudo sin embargo en descargar una rápida ráfaga sobre su objetivo.

"De qué silueta hablas Garin?!" le gritó al enano. "Acaso tu visión de enano sólo funciona en las tripas de las montañas? No ves que no son sólo siluetas, enano parlanchin?"

Aunque bromear con el enano en medio del combate le daba algo de ánimo, su preocupación no menguaba. Aquella ola de energía que había sentido y debilitado era pura maldad y el alzamiento de aquellos no-muertos frente a Dalia sólo podia significar una cosa: un necromante andaba cerca. Y era algo que un servidor de Pharasma no podía permitir. 

Garin se dirige calmadamente al otro lado del tabique de madera. Al sobrepasarlo, se da cuenta de que el cultista no está donde se espera si no que intenta ocultarse en las sombras que arroja la escalinata que lleva al segundo piso. Sin inmutarse, y como si realmente viese a través de las paredes, Garin adivina la posición del acólito de Auren Vrood y le asesta un poderoso hachazo, que a punto está de abrir a su enemigo en canal...

Eredhir tampoco se queda corto y tomando distancia lanza tres certeros flechazos al enemigo que tiene enfrente, que se retuerce de dolor pero ni aún así cae...

"¡¡Agggghhh todos caeréis ante el Tirano Susurrante!!" grita el cultista que se encuentra delante de Garin mientras se palpa la horrible herida del hacha del enano. Acto seguido empieza a conjurar y desaparece de la vista del enano...

"¡¡Tu tampoco te librarás, criatura. Somos como sombras en la noche y golpeamos cuando menos te lo esperas!!" espeta a Eredhir el otro cultista y también desaparece como su compañero...

Eredhir no pudo evitar chasquear la lengua con frustración: no sabía de donde procedía la ola de energía negativa que había afectado a varios miembros del grupo, pero se mantuvo alerta para averiguar donde se ocultaban sus enemigos.