Partida Rol por web

El conde Aericnein Neska de Barstoi es un tirano elegante y sofisticado que está igual de dispuesto a discutir sobre arte como a reprimir despiadadamente a sus subyugados súbditos. Aunque gobierne con puño de hierro, la vida en el condado de Barstoi no es tan mala. El servicio leal, el trabajo duro y la abstención de ambición política se ve recompensada, pero la debilidad y pereza son erradicadas sin piedad.

Aericnein fue responsable de la escalada de tensiones de Barstoi contra los condados vecinos de Ardeal y Varno, conflicto conocido como la Guerra Sin Rivales en el año 4687 CA (calendario de Absalom) y que dio lugar a la creación de las tierras baldía conocidas como Los Surcos en el año 4693 CA. A pesar de todo, todavía es un noble popular en Ustalav y a muchos les gustaría verle en el trono de Ustalav en lugar del Príncipe Aduard, puesto que creen que llevaría al país a una nueva edad de conquistas y poder.

El clérigo dio un paso adelante, sabía que el noble que mencionaba el fantasma seguía vivo pero en sus tierras. Seguramente la referencia a su ejército fuera por la guerra que asoló estas tierras hacía algo más de dos décadas. Todo parecía apuntar que su alma había quedado atrapada en este lado del tránsito por ese afán de servicio por lo que había que convencer a la aparición que su misión estaba cumplida y podía descansar.

-Tranquilo buen posadero, el ejército del conde Barstoi ya se ha marchado, han retornado a su condado- dio un paso más apoyándose en la barra-pero entre tú y yo, muchos dicen que acabarán volviendo porque son lo que Ustalav necesita- enderezó un poco su postura, con algo más de firmeza en la voz-nosotros nos apañaremos con cualquier cosa, pero tú deberías descansar para estar listo cuando el conde vuelva pues te necesitará. Ve buen posadero, nosotros nos servimos-depositó unas monedas encima de la barra para dar más peso a sus palabras y aguardó la reacción del espectro. 

Honestamente, preferiría que todo se pudiera resolver por la vía diplomática, pues la aparición brillaba cargada de poder. Ese alma merecía descansar después de tanto tiempo ya...

El fantasma parece confundido durante un instante y luego la expresión de su cara muda a una de tremendo pesar: "¿¿Ulc...Ulcris?? Sí, definitivamente ese era mi nombre. Vivía aquí con mi familia. Se los llevaron. No pude salvarlos..."

Cuando Garv deposita las monedas sobre la mesa, las mira con indiferencia y responde: "Dinero tengo de sobra, más bien fue esa la causa de mi desgracia. Habría dado todo el oro del mundo por cambiar lo que pasó. Ahora es tarde..."

Tras decir esto, la soga fantasmal que Ulcris lleva al cuello desaparece para reaparecer un segundo después en sus manos, con una longitud mucho mayor, mientras el espectro mira con melancolía a algún punto del infinito mucho más allá de donde se encuentra el grupo de aventureros...

- ¿Y qué pasó? Cambiar el pasado es imposible, pero quizás nosotros podamos hacer algo en el presente para ayudar. Al fin y al cabo el tiempo es algo que los dioses dominan a su capricho, y quizás acciones del presente puedan ayudar a lo que sucedió en el pasado.

Encarándose con Garv, el espectro le espeta: "Ohhh, seguro que el conde Neska me necesitará... ¡¡Para cortarles el cuello a él y sus esbirros si alguno se atreve a mancillar este pueblo con su presencia!! La defensa que haces de ese villano me hace pensar si no seréis quintacolumnistas del ejército de Barstoi..." dice mientras blande su hacha fantasmal...

Cuando Dalía interviene, Ulcris le responde: "Te lo diré mujer: ¡¡ocurrió que el conde Neska y sus esbirros me pagaron mi hospitalidad y servicios pasando a cuchillo a todos los habitantes del pueblo!! ¡¡Entre ellos a mi mujer e hijos, criaturas inocentes que no tenían porqué haber perecido en una guerra que no les concernía!!"

"Y las infamias no acaban aquí, porque ahora Feldgrau ha vuelto a ser maldecido por la presencia de fánaticos del culto a la muerte, que se empeñan en que los ciudadanos de este pueblo no descansen en paz ni después de muertos..."

El clérigo suspiró, aquello parecía que iba a ser más largo de lo que había imaginado en un principio. Al menos no se habían visto atacados, lo que ya era un paso 

-Os equivocáis maese Sedmir al indicarnos como parte de las fuerzas de Barstoi.-se encogió de hombros con sinceridad-no conocemos al conde ni a sus lacayos pues hace más de dos décadas de su paso por estas tierras.-hizo una pausa, tal vez la mención del paso del tiempo ayudase al tránsito-Sin embargo en lo otro tal vez podamos ayudaros; llevamos meses enfrentándonos al Sendero Susurrante y sus secuaces. De hecho nuestra intención en este pueblo es eliminar una de sus células-iba ser momento de las presentaciones

-Soy el padre Aximand, sacerdote de la fe de Pharasma-mostró su símbolo sagrado al espectro para que corroborase sus palabras-y no descansaré hasta que esos abominables cultistas sean eliminados y sus obras deshechas.-nueva pausa para no exaltarse y suavizar la voz-Entiendo vuestro dolor, pero lo más probable es que vuestra esposa y vuestros hijos estén al Otro Lado, esperando que os reunáis con ellos. También es mi sagrada tarea ayudaros en este Tránsito y es por ello por lo que hemos venido a visitaros-sabía que tendría alguna tarea pendiente, sólo quedaba concretar cuál y ayudarle para que pudiera descansar-Decidnos qué es lo que más deseáis para que podáis uniros a ellos en su Descanso-

Zaev había acudido a este encuentro como espectador, pero intuyó que la conversación se estancaba y decidió unirse a los esfuerzos para convencer al fantasma:

-Desconozco cuál es tu cometido aquí pero, como ya han dicho mis compañeros, el nuestro es acabar con el culto nigromántico que perturba la paz de los injustamente masacrados en Feldrgrau. Ya sufrieron bastante como para ahora tener que padecer la muerte en vida. - tras una pausa añadió:

-No está en mi mano cambiar el pasado, pero si esto te permite descansar, te prometo que si alguna vez el conde Neska, o cualquier otro energúmeno responsable de la matanza que sucedió aquí, se cruza en mi camino, le inflinjiré el castigo que se merece.

"Te agradezco tu predisposición, encapuchado... Quizás os he juzgado mal y sí podéis ayudar a este pueblo.

El nigromante conocido como Auren Vrood intentó someterme a su voluntad hace un par de noches, por desgracia para varios de sus secuaces. Sin embargo él escapó y por los sonidos preternaturales que se oyen al caer el sol supongo que ha seguido animando cuerpos de la fosa común de la plaza. Desconozco cuál es el motivo, pero si me traéis la cabeza de Vrood os prometo arrancarle las respuestas de su putrefacto cerebro y compartir todo lo que sepa con vosotros.

Pero lo cierto es que parecéis fatigados. Si queréis descansar podéis usar las habitaciones del fondo" dice señalando a un par de puertas lejos del mostrador. "Es lo único que queda de la posada original. Yo garantizaré que no os molesten."

"Una última advertencia, aventureros. La única habitación en la que no debéis entrar es la que se encuentra detrás de mi. No lo hagáis." concluye el espectro con gesto serio.

Alatar, también como espectador, y al comprobar que el espectro no parece tener malas intenciones, no puede evitar sentir cierta curiosidad...

Ulcris, mi nombre es Alatar, y me alegra oír que ese nigromante no haya sido capaz de emplear sus sucias artes con usted. La magia nigromántica que emplea Auren Vrood es una aberración que no puedo permitir, y le aseguro que haré todo lo que sea necesario para acabar con él y a sus seguidores.

Creo que hablo en nombre de todos si digo que agradecemos enormemente la hospitalidad que nos ofrece. Si no le importa, conjuraré un hechizo de Alarma, sólo como precaución adicional. Sólo por curiosidad, y no quisiera importunarle con esto pero, ¿qué hay detrás de esa puerta?

"No tientes a la suerte, mortal. No creo que te gustase averiguar lo que hay detrás de la puerta. Lanza tu hechizo si has de hacerlo, pero no puedo garantizar tu seguridad si cruzas ese umbral." La expresión del fantasma se torna grave.

"Traedme la cabeza de Vrood..." repite el espectro mientras comienza a flotar por encima del mostrador, parándose sólo a agarrar el hacha fantasmal y a continuación atraviesa la puerta mencionada y desaparece en el interior de la habitación prohibida.

Al final con la tontería no nos ha servido ni una triste pinta!

Bueno, igual ahora tampoco sería el momento, hasta que nos ganemos su confianza, pero debajo de esos tablones en donde nuestro amigo estaba situado, tal vez haya una bodega donde guarde algún buen brebaje o alguna otra sorpresa... Con un gesto con la mano, el enano indica al resto del grupo para que sean conscientes que hay unos tablones humedecidos y hinchados que han sido quitados y vueltos a poner y que tal vez puedan esconder algo útil o sencillamente ser una trampa y para que no se paseen por encima.

- Si creéis que es buena idea descansar aquí, adelante - Se dirigía especialmente a Garv, habiendo no muertos de por medio. - Pero antes de dormir me gustaría echarle un vistazo al molino. Debería estar despejado, y dado que los lobos demoníacos se estaban enfrentando al Sendero Surrurrante, podríamos encontrar algo de utilidad. Entraría desde arriba. - En cuanto oye al enano sus pensamientos cambian de dirección:

- A qué te refieres, Garin? ¿Dónde están esos tablones? - Zaev examina cuidadosamente la porción de suelo indicada por el enano.

Cerca del mostrador donde estaba el fantasma varios tablones han sido quitados y vueltos a reponer en su sitio: los clavos son de distinto color y además la madera se ha hinchado al acumularse humedad bajo los tablones. Ahí debajo hay algo, seguro. Claro que ahora mismo puede que no sea el momento de investigar...

- Tenemos suficientes enemigos como para hacernos uno más. Sea lo que sea lo que hay tras esa puertas no es alguien del sendero susurrante, así que aprovechemos y descansemos, mañana será otra batalla dura.

- Definativamente hay algo ahí debajo. Los tablones se han vuelto a clavar y además están hinchados por la humedad... - Tras meditar unos segundos añadió - Igual que en la cerería, ¿qué siginificará esto? Definitivamente es algo que deberíamos investigar cuando todo lo demás esté resuelto.

Entrando en el piso superior del molino a través de uno de los agujeros que hicieron los Lobos al saltar al tejado de la posada, encuentras media docena de pilas de equipo y herramientas, que no han sido usados durante décadas y yacen bajo una gruesa capa de polvo. Además ves una larga mesa de trabajo sobre la que hay un pequeño cofrecillo y una daga oxidada clavada en la madera que ha sido usada para tallar un dibujo en la mesa.

Ya que tus compañeros no están aquí, te apresuras a copiar el dibujo en un pergamino y decides llevarte contigo el cofrecillo pues está cerrado y no te parece seguro detenerte a abrirlo aquí sin que nadie te guarde las espaldas. Dado que ya está añocheciendo te apresuras a volver a la posada saltando sobre el tejado, pues te ha parecido oír a alguien en el piso inferior. Por suerte consigues volver a entrar en la posada sin más incidentes.

Tras 10 angustiosos minutos, Zaev regresa de explorar el molino con una sonrisa satisfecha, un cofrecillo bajo el brazo y un pergamino en el que ha copiado un dibujo que según os dice alguien había tallado en una mesa de trabajo del piso superior del molino...

Dibujo

Garv estaba meditabundo, dando vueltas a las posibilidades hasta que finalmente decidió tomar la palabra. No había sido un análisis corto, pues Zaev había ido y vuelto al molino y los demás seguían discutiendo sobre las tablas y la conveniencia de respetar lo acordado o descansar allí.-

-Nos hemos comprometido a no entrometernos en lo que haya tras la puerta-la curiosidad no era un rasgo especialmente destacable en el clérigo que, además, tenía sus propias teorías respecto a ello-a cambio de protección durante la noche. El fantasma del tabernero es un espíritu de gran poder y haríamos mal en contrariarle-reveló lo que había visto durante su conjuro-sin embargo nos ofrece asilo y seguridad para la noche que es algo de lo que estamos necesitados. Eso no quita que se hagan las guardias de rigor, yo haré la primera antes de descansar-