Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 3. Nuevos horizontes

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29/01/2022, 00:09
Jim Foster

Mes 3. Día 19. Hora 01.30 p.m. Acme. Viaje para el astropuerto

 

Lejos de ir con el 4x4 a toda velocidad por aquella carretera que bien podía asemejarse a un circuito de rally, en vez de eso, íbamos paseando con la mitad del todoterreno convertido en un carruaje tirado por caballos. Paseando a Miss Corlett podría titularse la película, sin duda la sargento estaría disfrutando del paisaje, pudiendo contemplarlo al paso que íbamos.

De día nos fue bien pero a la noche, las bajas temperaturas se empezaron a notar. Por suerte, Margaret y sus amigas nos habían confeccionado unas mantillas de punto y lana que ahora mismo constituían el equipo base para combatir la hipotermia y el rocío nocturno. Además estaba la humedad propia de aquel lugar, sin duda Canadá estaba lejos de tener el clima semi tropical que se disfrutaba en Australia; una auténtica pena que la SF no tuviera una base allí, habría sido todo mucho más idílico. Aun con todo, la experiencia en Acme había resultado bastante positiva.

Íbamos al trote hablando de chicos y chicas en el contexto de la SF, un tema que fuera de las valoraciones de Vera, estaba siendo la mar de entretenido. Yo coincidía con la sargento de evitar exclusiones innecesarias, aunque tampoco era el momento para señalar nombres y contar experiencias. Además que, tampoco quería contradecir a Vera, así que, apoyaba su plan sin excluir otras variantes – yo creo que hay espacio para que se puedan crear tanto escuadrones de mujeres, como sólo de hombres y mixtos. Había que probar en todos los contextos para saber si esas selecciones son eficaces o no – aunque Vera era bastante tozuda en ese aspecto.

Becky nos acabó hablando de su amor, Alvin, preguntándose qué habría sido de él. Tal cual lo iba contando, aquello olía a boda – ¿Nos invitarás, no? La sargento podría ser la madrina, a mí las celebraciones me encantan ¿Sabeis bailar, no? – aquello era super animado, una boda en la SF, yo por supuesto me presenté voluntaria para organizarle la fiesta, tanto la de despedida como la del banquete.

En ésas estábamos cuando escuchamos un sonido que nos heló aún más el cuerpo – ¡¡¡skulls!!! – aquel sonido no pasaba desapercibido, y muchísimo menos escucharlo de noche cuando estábamos atravesando un bosque a través de una carretera comarcal a bordo de un coche de caballos. Sin duda las circunstancias lo eran todo.

El sonido no había sonado muy lejos, tampoco cerca. Ayudaba en esa valoración que no oliera a vertedero y carroña cerca, pero dadas las patas de aquellos bichos, podían plantarse cerca con excesiva facilidad. ¿Qué hacer? Seguro que a todas se nos vislumbró con multitud de opciones, no todas muy sensatas.

Lo que no hice fue detener el carruaje, quizás los caballos serían precisamente los animales que menor idea tendrían de a quién pertenecía aquel grito, y además eran nuestra fuerza tractora, así que, había que evitar por todos los medios perder la única forma de avanzar. Lo que sí hicimos fue reducir las luces que llevábamos para alumbrar el camino lo máximo posible, evitando así parecer luciérnagas en la noche y posibilitando llamar la atención ante cualquier depredador que estuviera vigilante – shhhhhh – les indiqué que sacaran el plano, había que saber por dónde estábamos y si había algún refugio o casa cerca, daba igual que estuviera abandonada aunque siempre era preferible algún poblado con vida a un establo.

Había que saber dónde estábamos se lo ha escuchado por la derecha si nos salía al paso, vendría en todo caso por la derecha de la carretera meternos en el bosque no es una opción (luego cambiaríamos de posicionamiento) – si por huir del monstruo nos perdíamos o peor, nos dividíamos entonces era cuanto muy dudoso que fuéramos a sobrevivir – ¿cuántas armas tenemos? – había que organizar la defensa en el caso de que el bicho se nos acercase demasiado. Pero sin obviar la retirada, y claro, ahí estaba la cuestión porque el carruaje no alcanzaba gran velocidad por lo que, sería cuanto menos difícil pretender huir gracias a la velocidad punta de los caballos. Igual podíamos desenganchar a los caballos, montarlos de dos en dos y tratar de alejarnos al galope de aquel lugar. En ese caso, dividirnos era una buena opción siempre y cuando no perdiésemos de vista seguir la carretera. Pero si queríamos huir a caballo, malo sería hacerlo a través de la carretera que suponía la forma más fácil para que el skull nos persiguiera, sería mucho más difícil que lo hiciera a través de aquellos bosques donde de igual manera que ir a caballo se convertía en misión imposible, también lo sería para un bicho de semejante tamaño.

Así que, el plan sobre el que trabajamos consistía en avanzar si se pudiera y sino ir a refugiarnos al bosque. Claro que, suponiendo que se tratara de una sola bestia, igual lo mejor era crear un cebo: el carruaje iluminado de tal manera que fuera como una discoteca moviéndose al trote en una dirección que nos permitiese a través de las luces ver con nitidez al enemigo, mientras lo disparábamos desde diferentes posiciones ocultas gracias a la oscuridad – es como cazar un dinosaurio en la noche – sólo que esta vez la bestia se convertía en la presa sin saberlo.

Así que, dado que yo tenía buena puntería, me iba a coger un arma, la sargento otra, Becky tendría que hallar la forma de dirigir a los caballos o espantarlos y que siguieran el camino de manera que saliera el bicho tras él y tuviéramos opción de acabar con él. 

Yum debería de buscarse la vida instalando las linternas de la manera más cantosa posible para que cuando el bicho estuviera demasiado cerca, se le viera bien para dispararle. 

Por supuesto también se me pasó la cara de Eylo por allí, si nos hubiera mandado la maldita grabación igual éramos capaces de reproducir aquel sonido y alejar a la bestia. Aquello me dio una idea un tanto loca – Si la cosa no funciona, siempre podré imitar el ruido de esa bestia, igual nos evita – lo bueno era que si lo reproducía bien, el bicho me oiría pero no me vería. Esperaba que el bicho no viera en la oscuridad, cuando nos habían atacado en el domo 12 había sido de día y habían ido directos hacia nosotros porque nos habían visto. Así que, la probabilidad de que aquellas bestias también vieran de noche era un tanto remota, aunque tampoco se descartaba que pudieran – estamos jodidas como vengan más de uno y nos ataquen – ¿Tendrían un olfato muy bien desarrollado? Apenas tenían nariz, así que, supuse que por el olfato no nos identificarían. Y caray, no tenían orejas muy grandes sino todo lo contrario, así que, me entraba la duda de que fueran capaces de escuchar algo. Además el hecho de que el resto de animales del bosque se hubiera callado de repente, evidenciaba la presencia de aquel depredador.

– También podemos darles prisa a los caballos y dejarlo atrás, igual al ser el piso de alquitrán no es capaz de avanzar tan rápido como por tierra – seguro que aquel piso le era molesto a la bestia, el alquitrán era duro como la piedra y difícilmente aquellas patas podrían adherirse, así que, igual resbalaba o no era tan veloz ni tan diestro si nos perseguía.

Notas de juego

1- avanzamos con el carromato, lo convertimos en una discoteca de luz y color mientras nos situamos con las armas a una distancia al otro lado para poder matar a todo bicho que se le acerque.

2- Avanzamos con el carromato y dejamos atrás la amenaza del bicho.

3- Nos ataca y nos mata (realmente sólo a Yum que se sacrifica por el resto para llamar la atención del bicho; que siga atada y que le colocásemos una linterna no fue la causa principal de que el bicho fuera a por ella la primera. O tal vez sí)

4- Nos ataca, huimos en mitad de la noche por el bosque, nos perdemos.

5- lo matamos

6- recibimos ayuda exterior


se me ocurren muchas opciones

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29/01/2022, 04:25
Eylo Yilmaz

Mes 3. Día 18. Lanzadera/Nightingale

El debate acerca de cómo proceder no tenía mayor recorrido, en su mayoría estaban de acuerdo con no dejar tirado a Lomber, aunque la preocupación de Eylo radicaba en personas muy distintas al mecánico de la Space Force. Centrado en preparar a Vega, se permitió un tiempo a solas consigo mismo para ordenar su mente. No podía estar tan abstraído de todo, había estado sin rumbo hasta ese momento, perdido y confuso sin reaccionar como debiera o, quizá, lo que se esperaba de él. El eridiano respiró hondo, templando su ánimo y aunque estaba en una posición afín a Eugene, intervino.

Ahora mismo todos dependemos de todos, vayamos todos a una —propuso Eylo con una sutil mirada a su amiga de la infancia. Comprendía el guerrear de Eugene, pero ahora mismo Frank, asteriano o no, parecía compartir el mismo destino que el resto. Si querían salir todos de una pieza, si es que llegaban a eso, debían colaborar de la mejor forma posible sin disensiones internas —. No sé que pretende esa desgraciada, pero funcionaremos mejor si no mostramos fisuras entre nosotros.

Seguía sin fiarse de Frank, pero no le quedaba otra que ceder a sus sospechas. En la aproximación, Eylo volvió a sentir los nervios a flor de piel. Miraba fijamente la Rust Walker desde el frontal de la lanzadera, no podía esconder su preocupación y su impotencia. Apretó los labios, no sabía si había hecho lo correcto colocándose el colgante, pero ahora mismo no tenía más opciones. Echó una mirada tanto a Alvin como a Donner, a quienes asintió con cierta camaradería, todo ese plan de rescate se había ido a la mierda y se sentía responsable de ellos, de Daya, de todos. Pero en esta ocasión bloqueó cualquier lamento, ya habría tiempo para eso, ahora se requería al tope de si mismo.

Cuando accedieron de nuevo a la Nightingale, Eylo avanzó en silencio junto a los demás. Observó con detalle a los presentes, y cuando vio a los acompañantes armados de Faith estrechó la mirada. ¿Esos eran piratas? Una mierda. No tenían aspecto de piratas. Parecía más un escuadrón paramilitar, ¿una suerte de fuerzas armadas privadas? Cuando Eylo cruzó la mirada con su anfitriona, el eridiano la fulminó con la mirada. El instinto de supervivencia lo retuvo, pero Eylo ya se veía estrangulándola en su cabeza, pero aun así no pudo retener una clara y esperada exigencia.

¿Qué les has hecho? ¿Dónde están? —casi rugió de inmediato. No necesitaba decir a quienes se refería, esa hija de puta lo sabía de sobras.

Temblando de rabia, pero logrando cierto disimulo, Eylo siguió hasta la sala de reuniones. El eridiano se fijaba en todo, los cambios aparentes, pero por la forma en la que hablaba Faith daba por supuesto que ya habría pirateado el transponedor de la Nightingale. Nada más cruzar la puerta, sintió el tirón del cristal y su.. ¿bronca? Eylo se quedó parado unos instantes, aturdido y, por si fuera poco, le decía que la que amaba estaba en problemas. ¿Había una entidad en el cristal? ¿La usaba para comunicarse?

¿Eres la portadora de las malas noticias o solo eres el síntoma de que me estoy volviendo loco? pensó el eridiano en un arrebato mientras tomaba asiento. Estuvo tentado a seguir.. ¿hablando? pero se contuvo, no quería sentirse tan.. demente, aun.. Apretó los labios de nuevo, miró de soslayo a Daya junto a quien se había sentado. Intentó lanzarle una mirada de calma, pero el cacao mental de Eylo apenas le permitía dirigir nada nítido.

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29/01/2022, 07:45
Ambientación

Mes 3. Día 14. Hora 12.45 a.m. Protect. Cavernas

William no había llegado a comprender algo de la Space Force, quizás el motivo por el que el resto de sus compañeros, le veían aún muy niño, y a pesar de haber estado previamente en campamentos militares. Las pruebas de supervivencia eran para eso, para sobrevivir. El ejército era un sitio donde te graduabas siempre y cuando vivieras. Los soldados espaciales eran sinónimo de élite y la humanidad esperaba que hicieran actuaciones milagrosas cuando los skulls aparecían. Y es que esas criaturas eran aún peores en comportamiento y agresividad que las hormigas, o que los lobos u osos. Pero claro, los mandos no habían dejado a ese grupo de reclutas dentro de las cuevas. Ellos habían decidido meterse en ellas, resultando ser un nido, y pagando las consecuencias.

El marketing de la Space Force siempre era constante por un motivo. De toda la gente que inicialmente quería acceder al ejército, muchos no valían y eran expulsados, otros simplemente se daban de baja cuando se percataban de a lo que se exponían, y un gran número de reclutas morían. Ser Soldado Espacial no era un camino sencillo. Te jugabas la vida a cada instante y bueno era asumirlo. De ahí que cobrasen más que el resto de la humanidad, su voto valiera doble al civil y fueran vanagloriados allá donde fuesen. Sin dolor, no había recompensa.

Ocho huevos cada uno, eso hacía un total de dieciséis unidades que serían su alimento para varios días. El tesoro obtenido ante la muerte de un hombre, pensamiento de que el sacrificio de Simon, había dado expectativas de vida al resto de sus compañeros. Lástima que ellos no le conocieran mucho, quizás una muerte vana sin lágrimas ante su recuerdo.

Lowell estaba nervioso, intentaba comunicarse para tener claro lo que su compañero pensaba al respecto, sobre qué hacer. William le pidió silencio y avanzaron, mientras en su mente maldijo que durante las clases de biología estuviese más pendiente de mirar el cabello reluciente y precioso de Milena, que de aprender más conceptos de aquella ciencia. Ahora se percataba de que anhelaba ese conocimiento perdido, y quizás también a la joven que le había llevado a no concentrarse en el pasado. Ahora entendía la frase que le decía su hermano, "el conocimiento es poder"

Lowell y Billy llegaron a la entrada de la cueva, el sitio donde habían dejado a sus compañeros, pero allí no había rastro de ellos, como si hubiesen dejado el lugar precipitadamente, abandonando a quienes se internaron en las cavernas.

- ¿Dónde..? ¿Dónde...?... - Lowell se puso nervioso, mientras miraba a todas partes, con los ojos abiertos y expresión de desconcierto - ¿Los habrán matado a todos?... - Ni el poder de la mano derecha de Thompson parecía conseguir ahora su efecto. El joven estaba muy asustado.

Quizás fuera por la voz de Lowell, o puede que por su propio malestar, a William le costó ver las señales del suelo mientras realizaba su rastreo. Es más, si hubiera dado un pasito un par de centímetros más a la derecha, el joven Billy habría pisado aquella señal que alguno de sus compañeros había elaborado antes de salir precipitadamente al exterior.

Los dos compañeros siguieron la flecha hacia fuera de la cueva escondida en la roca. Encontraron otra que les llevaba a descender por la derecha entre peñascos de gran tamaño. William iba atento a los rastros dejados, se dio cuenta de otra flecha situada en la superficie de otra piedra, y así seguiría, con cierta dificultad y esfuerzo avanzando hasta que a lo lejos visualizó el cabello de Althais, la cual estaba subida en alto, oteando el horizonte mientras un calor abrasador se dejaba notar en su piel.

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29/01/2022, 10:12
Althais Townhall

La bonita joven estaba mirando al horizonte, curiosamente no en la dirección donde se encontraba Lowell y William, así que apenas fue consciente de la llegada de los muchachos hasta que prácticamente estaban a su lado.

- Por fin llegáis, os creímos muertos - Anunció la muchacha mientras desvió de nuevo la mirada hacia la inmensidad, para volver a fijarse en ellos - Esto es una mierda. Estamos vivos de milagro, gracias a que Min se percató de que había enemigos en la zona mucho antes de que las hormigas llegasen... Si no llega a ser por ella y su percepción, nos habrían comido vivos. Eran hormigas soldado según dijo Seok... Muy peligrosas - Anunció, aunque los recién llegados podían dar testimonio de ello.

- Seok está allí abajo... - Señaló otra oquedad en la roca - Es una cueva que no tiene galería, al menos no nos saldrá nada de dentro, el único problema es que algo de fuera quiera refugiarse... - Suspiró antes de dar todas las novedades al completo - Min me dijo que hiciese señales en la tierra y roca por si conseguíais salir, para que nos encontraseis. Ella ha intentado hacer de cebo para que las hormigas la persiguieran, pues según sus conocimientos de biología, que son amplios, los ruidos y las grandes vibraciones del suelo llaman su atención, además de las feromonas... No la veo, espero que haya podido darles esquinazo... - Indicó la fémina centrándose de nuevo en Lowell y Billy.

- Si tengo algo claro es que esto es una verdadera mierda. Yo nada más pueda me voy a dar el piro de aquí y va a ser relativamente pronto - Mira a sus compañeros - Hay una nave que va a venir a buscarme, hemos quedado en una determinada ubicación. Si no aparecemos en el campamento base no nos darán por desertores, pues no sabrán que nos hemos ido por nuestro propio pie. Creerán que hemos muerto en las pruebas de supervivencia y que nuestro cadáver no ha sido hallado... Seok no puede sabe de esto. Él no va a venir... O le damos esquinazo o tendremos que ocuparnos de él... ¿Qué preferís?... 

Estaba claro de aquello que Althais no era alguien de quien fiarse, tenía a Seok encandilado y ahora pensaba en traicionarle. Estaba claro que Lowell y ella habían hablado previamente y que, de alguna manera, a la muchacha le interesaba Min, pues vigilaba constantemente dónde se encontraba. La mayor de los Townhall era una verdadera estratega, aunque no se podía saber hasta qué límite podía llegar.

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29/01/2022, 13:11
Sargento Dunne Grey

Mes 3. Día 4. Hora 17.15 p.m. Alaska

A la par que Tessa y Duncan se ataviaban con el traje espacial y hablaban sobre cuestiones de salvamento, en la nave, Grey hacía lo propio, disponer su traje con el fin de poder salir al encuentro de sus compañeros, mientras se lamentaba de no tener mejores actitudes físicas como los de algunos reclutas del Domo 12.

Mientras tanto el piloto se entretenía conectado con sus compañeros sumergidos, mientras bromeaba con Bintel, y es que al final la cyborg sacaba la mejor de sus sonrisas con su forma habitual de comportarse.

La astronave  mantuvo su posicionamiento estático sobre la capa de hielo rota, pero ésta podía generarse con rapidez debido a las gélidas temperaturas, así que Einar centralizó el calor que generaba la gran nave hacia su zona inferior, con el fin de mantener durante más tiempo la superficie del lago al descubierto.

- Para fundir la capa tendrás que usar los propulsores... - Dijo Grey que, aunque odiaba volar, sabía lo mínimo como para poder dar ese razonamiento - El problema es que si lo haces, nos desplazaremos en vertical y claro, durante el tiempo de subida y bajada podría crearse de nuevo esa capa de hielo... ¿No? - En realidad había un sistema que podía hacer que la nave estuviera en estático mientras le daba con fuerza a los propulsores, pero aquello gastaba exceso de energía y podía quemar el reactor, un riesgo que lo mismo podía salir bien que mal.

- Einar yo estoy lista para bajar - Dijo la sargento posicionándose cerca de la puerta y sujetándose a unas cintas para guardar el equilibrio. No es que las necesitara, pero le daba tranquilidad aferrarse a algo, quizás una manera de soportar los pequeños movimientos de la nave mientras se encontraba de pie y a la espera.

A los pocos minutos comenzaría el descenso, despacio y continuado, mientras que Heather controlaba que Dunne no se balancease mucho en la estructura, aunque el riesgo era mínimo debido al lastre añadido en el extremo del cable. Todo parecía suceder según lo previsto.

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29/01/2022, 13:13
Heather Mosley

Mes 3. Día 4. Hora 17.20 p.m. Alaska

La doctora Heather tenía un rictus de preocupación en su rostro muy marcado. La mujer apenas había hablado, como si comenzar a hacerlo pudiera provocar en ella ganas de llorar. No obstante, parecía no bloquearse y actuar de manera conjunta y fluida con la sargento, ayudándola a vestirse con el traje espacial y atendiendo a Andersen cuando le hizo la petición de que fuera a la parte trasera de la nave para desbloquear la palanca que abriría la escotilla.

- No se preocupe, Andersen, me aseguraré de que el arnés esté bien dispuesto en la sargento y que no haya posibilidad de accidente... - Y así actuaría, con la firmeza de alguien que sabía lo que hacía, aunque realmente no fuera así. Jamás se había sentido más insegura ante un conflicto que debía ser resuelto.

La trampilla de la nave que pilotaba Andersen fue abierta y Dunne se descolgó, aferrada al arnés y cable de acero. Heather controlaba que Dunne cayera justo donde debía hacerlo, aquel agua helada donde McCarthy y Bintel se encontraban.

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29/01/2022, 13:15
Tessa Bintel

Mes 3. Día 4. Hora 17.30 p.m. Alaska

Bintel había respondido todas las preguntas e informado a sus compañeros de las capacidades de los trajes espaciales. Lo ideal sería salir de allí en diez minutos, alargando el proceso como máximo a quince, algo que provocó que Duncan bromease, indicando que podrían alargar aquello a 16 minutos e incluso a 20 por haberse nutrido con los emplastos de la cocinera del PEC 12.

- ¿Gleason?... No sé quién es... - Comentó la fémina con toda la naturalidad del mundo - No la tengo en mi base de datos... - Informó poniendo en su rostro un gesto de duda, algo tan humano que daba hasta miedo saber hasta qué punto había llegado la tecnología.

Atrás quedó el comentario de la rubia muchacha sobre sus capacidades, y es que las cyborgs se duchaban y no se oxidaban. Parecía que no le gustaba ser tratada como si fuera una máquina, pesando su condicionante más humano. Ahora eso sí, Tessa intentó minimizar el conflicto, las risas de McCarthy ayudaron a eso.

- No te preocupes Duncan. Comprendo que soy alguien excesivamente exótica para quienes no estén familiarizados con los cyborgs... - Era curioso, cuando hablaba de sí misma no usaba el término "algo" sino "alguien". Un detalle a tener en cuenta.

Bintel era una máquina diseñada con mucho detalle. Podía usar feromonas y a la par, respirar debajo del agua. Bien era cierto que algunas de esas posibilidades que la hacían superior en características a los humanos, le incomodaban o le llevaban inexorablemente a ser revisada. Si tragaba mucha agua, debería ésta serle extraída posteriormente, algo que a ella no le apetecía pues le dolía. Estaba claro que lo había experimentado previamente.

- El traje tiene un propulsor, pero nunca ha sido probado dentro del agua, o yo no tengo datos sobre ello en mi disco interno - Dudó la mujer, respondiendo el resto de las cuestiones - Ahora, todas las naves suelen tener cables de acero y ganchos, por si deben remolcar una nave de la flota. Salir al agua y aferrarnos a uno de estos cables no es difícil, Einar podría soltarlo y hacérnoslo llegar - Sugirió la rubia mujer - Podría subirnos a ambos sin el traje, pero con el traje me temo que pueda hundirme, pesa demasiado para lo que puedo portar. Yo solo soy una cyborg asistente. Sería más útil para esta misión uno de mis hermanos combatientes...

Hubo un momento en el que Duncan y Tessa comprobaron que los trajes estaban bien colocados, dedicando un tiempo prudencial a la seguridad. Aún no podían abrir la puerta pues las presiones entre ambos lados del transporte no se habían igualado. Tendrían que esperar para abrir la puerta y hacer efectiva su huida hacia la superficie.

- Einar está preparado para evacuarnos. Debemos hacer algo para equilibrar las presiones. ¿Abro los conductos para que se inunde el interior? - Le preguntó a su compañero, una manera de preguntarle indirectamente de si estaba preparado para la acción. Si así fuera, la mujer accedería al monitor de la nave y dejaría que ésta comenzase a llenarse de agua, de manera lenta y paulatina para no matarles por un golpe de marea.

Cuando quedara completamente inundada abrir la compuerta de manera manual no sería un problema, y menos porque tenían barras metálicas de apoyo con el que poder hacer palanca en caso de dificultad.

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29/01/2022, 13:16
Ambientación

Mes 3. Día 4. Hora 17.30 p.m. Alaska

La atención del piloto estaba muy dividida. Por un lado visualizaba que la caída del cable metálico fuera efectiva, pues por él debería descolgarse su compañera y sargento, Grey. Además de ello, debía prevenir que nadie les atacara, manteniendo medidas defensivas, así como estar atento a las armas en caso de ser necesario. Tanto invertir la atención en varias cosas provocó que se percatase algo tarde de que las tres avionetas estacionadas en el hangar, sobrevolaban el firmamento hacia su posición. Rompiendo el silencio de la cabina, pues estaban intentando conectar con ellos.

- Aquí el sargento Samuel Bleiz de la Space Force... Solicitamos que desciendan la nave en lugar seguro y deponga las armas. De lo contrario, dispararemos contra ustedes - Se hizo un silencio un tanto incómodo, aquel comunicado podía ser escuchado por todos los presentes, pues la comunicación de los trajes se había conectado a las naves, a no ser que Einar quisiera bloquearlo.

- Daremos tiempo para que la persona que está descendiendo por el cable metálico caiga al agua. La recogerá una de las avionetas mientras que la nave aterriza... - Indicó aquel hombre con autoridad, dejando claro que su primera intención no había sido abrir fuego, si no detenerlos. Aunque a decir verdad, debía ser complicado disparar desde la avioneta, pues las ventanillas eran demasiado cerradas como para tener buen ángulo de tiro*

Así que debían tomar decisiones. Hacer caso al varón o, por el contrario, emprender Einar una frenética huida, haciendo que Dunne se balancease del cable como si del hilo de una cometa se tratase, abandonando por supuesto a Duncan y Tessa, los cuáles se afanaban por abrir la compuerta de la nave.

Notas de juego

* Esto implica penalizador en la tirada con rifle. Las avionetas no tienen ametralladora ni armas acopladas.

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29/01/2022, 13:16
Ambientación

Mes 3. Día 18. Lanzadera/Nightingale

El razonamiento de Daya era muy lógico. Faith, para ser novata, se había apropiado de una nave de la Space Force, engañando a las personas que le habían rodeado, realizando un plan tan medido y meticuloso que debía ser considerada más peligrosa de lo que realmente aparentaba. Por otro lado, el hombre que correspondía al nombre de Gregory, era un conocido traficante de minerales, alguien que, de entrada, no debería estar robando naves a los soldados espaciales. No daba el perfil. Ninguno de los dos realmente.

Las circunstancias que vivían los soldados espaciales tenía una parte buena y otra mala. La buena era que estaban vivos, lo que implicaba que les necesitaban para algo. La mala, que iban a ser "invitados" a la Nightingale, lo desearan o no.

Los drones podían resultar muy útiles en esos momentos. Vega iba a continuar grabando lo que sucediera con ellos, mientras que Lira partiría con una información relevante para la existencia de aquel grupo de reclutas. Era curioso, si aquel dispositivo se perdía en la inmensidad del espacio, el universo continuaría su curso, sin inmutarse, pero sus compañeros de la Space Force siempre se preguntarían qué habría pasado con ellos, constituyendo quizás un enigma imposible de desentrañar. Eso sin mencionar a los que tenían familia.

Por eso mismo debían permanecer unidos y sin fisuras. No era momento para guerras y debates, según recordó Yilmaz, el objetivo compartido era salir indemnes de esa situación, y para eso, todos debían ser uno. Eugene por una vez, no discutió.

La lanzadera llegó a la Nightingale tras un tiempo prudencial de espera, para luego conectar con ella y descender a su interior, justo en el momento en que Delay se ponía en contacto con ellos para darles el permiso de acceso. Durante toda esa espera Banerjee daba mil y una vueltas a los motivos por los que podían ser relevantes para Faith, sin tener muy clara la respuesta. Mejor sería esperar a que se reuniesen con ella, pues podrían salir de toda duda.

Antes de que Daya saliera de la lanzadera, retuvo a Frank para decirle unas palabras no demasiado esperanzadoras que tendría una firme respuesta por parte del hombre - Te equivocas si piensas que voy a escapar sin ti - Firmeza en su voz - No va a pasarte nada. Si de mí depende algo, a ti no debe pasarte nada - Sellaron sus palabras con un beso, pero él dijo algo que ella no atisbó a comprender del todo, aunque parecía ser un juramento solemne - Te lo juro por Drakma...

Y allí estaba el comité de bienvenida, convenientemente armado y dispuesto a cumplir con las órdenes de Faith, cachearon a los "invitados" y fueron llevados hasta la sala de reuniones de la nave, donde Lomber esperaba, custodiado, al resto de sus compañeros de equipo.

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29/01/2022, 13:17
Soldado Matthew Lomber

Mes 3. Día 18. Nightingale. Sala de reuniones

Lomber estaba igual que los demás, esposado y sentado en uno de los asientos extremos de la mesa, pero no presidiendo. El soldado suspiró aliviado al ver cómo los demás iban entrando, uno a uno, siendo obligados a sentarse en aquellas cómodas butacas de la estancia.

- Por todos los astros, creí que iban a mataros - Fue su saludo de bienvenida, quizás por ello su suspiro cobrara mucho más sentido - Yo estoy bien dentro de lo que cabe. No me han hecho daño, pero me han pegado fuerte en el orgullo... - Parecía tener amargura en la voz y cierta dosis de culpabilidad - Confié en ella. Abrí la nave pensando que traía la caja naranja y me dijo que lo celebraríamos con un buen vino....

Se llevó las manos a la cabeza con malestar - Pensé que a vosotros os quedaba para largo y, joder, caí en la tentación. Lo siento, de verdad que lo siento. He fallado a todo el equipo... - Se lamentaba, aunque en realidad nada podía haber hecho, pues la entrega de la caja naranja era un momento de conexión entre las dos naves. Faith podía haber conseguido el acercamiento de otras maneras, con ingenio, y buscando la manera de hacerse con el control total de la nave. Definitivamente, las culpas no podían ser achacadas al mecánico.

- ¿Y vosotros? ¿Estáis bien? Nadie ha resultado herido, espero... - Deseó el buen hombre, mirando a sus compañeros con real preocupación.

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29/01/2022, 13:18
Faith Delay

Mes 3. Día 18. Nightingale. Sala de reuniones

Frank tomó asiento al lado izquierdo de Daya, Eylo a su derecha y a continuación Eugene, ocupando el lado izquierdo de la mesa. En la parte derecha estaba Lomber, frente a Frank, Alvin se posicionó a su lado y Donner a continuación, quedando frente a Yilmaz. 

Faith se posicionó en la cabecera de a mesa, al lado de Frank y Lomber, con un par de guardias a su espalda, otros dos en los laterales de la derecha y dos más en la izquierda. Uno estaba custodiando la puerta. Los siete con fusiles láser, preparados para utilizar en caso de que alguno de los militares se propasara.

Hubo un cruce de miradas entre Faith y Yilmaz, el segundo la fulminó con la mirada, más la de ella mostraba claramente indiferencia. Si le respondía era más por pura benevolencia que por el miedo que aquel tecnólogo le pudiera transmitir. Así que la fémina se tomó su tiempo para evaluar la respuesta.

- Están descansando... - Una sonrisa sibilina. ¿Implicaba eso un descanso temporal o eterno? Yilmaz debería esperar más para saberlo -... ¡Oh bien! Aquí está el té... - Fue lo que dijo mientras uno de aquellos piratas, mercenarios o fanáticos militares disponía sobre la mesa unos vasos de pequeño tamaño y una tetera de exótica apariencia.

- Deberíamos hablar. Ya me ha quedado claro de que la Space Force os ha mandado a este punto del mundo para recuperar informaciones, pues hay una raza alienígena que quiere destruirnos como especie. Esto es genial... - Sarcasmo en su voz - Veamos, me gustaría saber el motivo por el que estáis en la Space Force. Sois reclutas la mayoría, no tenéis galones y os jugáis el tipo para venir a un lugar perdido del universo y así recuperar una triste caja naranja... ¿Cuánto os pagan por el logro?... - Preguntó curiosa mientras les observaba - Me gustaría escuchar vuestra historia...¿Quién empieza? ¿La piloto? Eres la única chica, seguro que tienes algo impresionante que contar... ¿Y quién sigue a continuación? Me gustaría saber vuestras profesiones y el motivo por el que estáis en el ejército...

En esos instantes Eylo dedicó tiempo a sus pensamientos, y a conectar con el cristal que le pendía del cuello, pero nada más le vino a la cabeza, parecía que no siempre funcionaba. Tenía una voluntad propia que actuaba cuando lo consideraba conveniente, y en esos instantes sólo existía silencio.

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29/01/2022, 13:18
Ambientación

Mes 3. Día 18. Nightingale. Sala de reuniones

Hubo un momento en el que entró en la sala uno de los guardias con el rostro tapado, tras haber llamado a la puerta y haberle dado permiso el que la custodiaba.

- Dama Sombría, acaba de desembarcar Big Bang de la Noctámbula y.... - El hombre dejó de dar explicaciones porque fue apartado a un lado con rudeza.

- ¿Qué demonios has hecho Dama? ¿No te das cuenta el peligro en el que has puesto a toda la flota? - El varón se quitó la braga que le tapaba el rostro, así como las gafas de pilotaje, dejando sus facciones al descubierto y las dudas al respecto serían disipadas. Era Gregory Allam Workensen y por su expresión, estaba realmente cabreado - ¿Qué cojones pretendes que haga ahora con siete militares de la Space Force? Teníamos un plan y te lo has cargado completamente...

Faith se levantó de su asiento despacio. Si alguien creía que la fémina iba a achantarse, estaba muy equivocado. Delay miró a Big Bang con seguridad y coquetería, dejando clara su postura.

- Venga, hombre. Era una oportunidad única y ha sido una jugada magnífica. No puedes negarlo - Comentó con la mejor de las sonrisas - Lo que me falta es tu felicitación. ¿No vas a premiar que te haya conseguido dos naves y una lanzadera? Con esto podemos seguir reclutando...

- ¿Felicitarte?... Por lo que más quieras Dama, has robado a la Space Force y nada menos que una nave de último diseño. ¿Piensas que van a dejar pasar este insulto así como así?... - Miró a los retenidos antes de preguntar - ¿Qué diablos piensas hacer con ellos? Yo no ejecuto si no es estrictamente necesario, y si los dejamos marchar ya saben quiénes somos. Nos has metido en un gran lío

 

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29/01/2022, 17:23
Ambientación

Mes 3. Día 19. Hora 01.45 p.m. Acme. Viaje para el astropuerto

Lo mejor de pasear a Miss Corlett era que el carromato no iba a sufrir ningún percance por exceso de velocidad, y que a pesar de ir lentas, al menos avanzaban más que estando en la cálida cama que Margaret les ofrecía en su casa. Lo malo, estaban pasando un frío que debería acallar a todos los que aseguraban que había deshielo por culpa de la contaminación atmosférica. El calentamiento global no existía en Canadá, no tenía gracia que los científicos hicieran mediciones en Sydney en pleno enero, y que luego se quejasen por el exceso de calor.

Becky opinaba como Jim, para ella los escuadrones podían ser variados, quizás solo de hombres, o solo de mujeres o mixtos. Vera se posicionaba solo en los femeninos y Naomi opinaba que los mixtos funcionaban muy bien, siendo para ella su predilección. La única que no parecía tener interés en hablar como siempre era Yum, callada y ausente, con una pena interior que relucía en su rostro.

La amable Cook parecía ser un dulce punto de encuentro en aquella reunión de chicas - Por supuesto que os invitaré a la boda si en algún momento hay pedida... - Dijo sin dudar - Me encantaría casarme en Natgrew, en la región de Forest. Hay una zona de cascadas que es preciosa, y hay un hotel pequeño donde se celebran uniones, allí hay una pradera donde disponer las mesas de los invitados... Pondría un arco de boda y muchas flores naturales, matorrales que luego serían replantados en la casa que compraríamos. No me gusta arrancar flores, siempre he preferido la vida a la muerte... - Una dulce sonrisa que denotaba su carácter natural, siempre encantador - Contaría contigo para prepararlo todo, Jim. Eres alguien muy dinámica y seguro que haces de un evento sencillo una gran fiesta... - Rio decidida - Lo único que los dulces en la boda los haría mi tía, es la mejor pastelera del planeta y se moriría si alguien le quitase el honor de cocinar para un día tan especial.... - El rostro de Baker se iluminó ante la pregunta hecha - Claro que sé bailar, los de Natgrew celebramos muchas festividades al aire libre, y el baile es casi algo obligatorio si se quiere encontrar pareja... - La emoción hizo que las mejillas se sonrojasen más - Hay un baile popular que consiste en darse las manos los chicos alternando con las chicas, y se danza alrededor de un ramo de flores. Normalmente esa danza es una declaración de amor, cada chico debe coger una flor para su pareja y hacerle entrega mientras que la chica intenta que éste no le atrape, bailando siempre con otro. Cuando una chica te coge estás obligado a dar tres vueltas con ella. Es muy divertido, el chico acaba mareado y al final muchas chicas deben hacer trampas para dejarse coger, de lo contrario se quedarían sin novio por larga temporada.... - Ahogó una risilla - Me pregunto si Alvin y yo bailaremos esta primavera...

La imagen mental de la festividad natgrewniana era realmente evocadora.

Foster tenía vía libre por parte de Becky de ayudar en la preparación de la fiesta. En esos días la relación entre ambas había sido muy cordial y amable. De hecho, quitando el arrebato de Ziam, todas las presentes consideraban a Jim como un miembro imprescindible del escuadrón, sobre todo a nivel profesional, incluyendo la sargento.

El sonido de los skulls hizo que las muchachas se mirasen entre sí y más cuando Foster dio el aviso. Los nervios fueron evidentes y palpables, así como el ruido del carromato por la vía por la que avanzaban. Lo único bueno era que el olor a putrefacción aún no era notorio, así que seguramente las criaturas estarían a cierta distancia, aunque todas sabían que se movían con relativa velocidad aquellos extraterrestres; o puede que estuvieran cerca y su presencia se situara en contra del viento. No lo podían saber.

Jim actuó con sangre fría y determinación, no paró el carruaje y continuó la ruta por la carretera, mientras que Corlett sacaba el mapa y bajaban la intensidad lumínica. Vera cogió la escopeta que le había dado Margaret. Llevaban tres armas y no eran precisamente de lo mejor que había visto la Space Force.

A ambos lados del camino había bosque, lo suficientemente cerca de la carretera como para recibir sorpresas. Estaban casi a medio camino del aeropuerto de Acme y la misma distancia para llegar de nuevo a casa de Margaret. La idea original de la sargento era alcanzar un sitio donde había helicópteros y avionetas de alquiler, un lugar donde se realizaba Skydive y desde el cual poder ir más rápido al astropuerto más cercano, descartando hacerlo desde el aeropuerto, porque eran líneas generales de aviación y eso podía generar conflictos con los civiles, ante la poca distancia entre el skydive y el aeropuerto, mejor era la primera opción.

De entrada no se veía cabaña u hogar alguno en la zona. Lo único que tenían claro era que el sonido procedía por la derecha y por tanto, meterse en el bosque más que una opción era un suicidio.

- Mierda, con tres armas y una detenida, si nos ataca estamos jodidas... - Dijo la sargento visiblemente preocupada, aunque se sorprendió de la propuesta de Foster - ¿Hacer el ruido de la bestia? No me jodas que hablas skull ya es lo que me quedaba por ver... - Y es que Naomi nunca había escuchado a Foster hacer sus ruiditos especiales - Quizás si lo haces nos quiera evitar o puede que desee aparearse... ¿No has pensado eso?.... Yo no sé si hacer ruido es buena opción...

La siguiente propuesta de Jim pareció agradar más a la ingeniera - Azuza a los caballos, vamos a cansarlos más pero debemos encontrar un buen refugio. Maldita sea, estoy de los putos nervios. Si no llegamos al aeropuerto, hay un par de casas a la izquierda, un poco más adelante. Espero que podamos refugiarnos allí... Estad atentas a si escucháis algo más, o si huele a... Bueno, ya sabéis a qué huelen...

Y siguieron avanzando. Inicialmente había silencio. Uno tan incómodo que daba hasta miedo

Notas de juego

Por ahora la sargento prefiere avanzar y hacer como que el bicho no está...XD...

Tira por advertir. Dificultad 20.

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30/01/2022, 12:57
Duncan "Duke" McCarthy

Dentro del submarino improvisado en que se había convertido su vehículo de escape Bintel y Duncan se ajustaban los trajes, intentando relajar la tensión con bromas para no enfrentar la situación, su más que segura muerte. Sonrió y le explicó

- Eason es a osinera el ose, la eó osinera el munno (Gleason es la cocinera del doce, la peor cocinera del mundo). Si saímos e essa e inito a una e sus esesiaiades (Si salimos de esta de invito a una de sus especialidades)

La cyborg parecía tener su corazoncito y no le gustaba que la trataran como una máquina. Sonrió y le puso la mano en el hombro mientras la miraba a los ojos

- No he onosido a ninún syó annes e ú, ero.... no me aía eado aás ó una áina. ¿Eniendes? . Esás an iva omo yo. (No he conocido a ningún cyborg antes que tu, pero.. no me habría quedado atrás por una máquina. ¿Entiendes? Estás tan viva como yo)

La información sobre el propulsor era una moneda al aire, de probarlo bajo el agua podría ir bien o no, lo que tenía claro que no podía ser en vertical, morirían después por la descompresión. Un buzo experto tal vez no, los buceadores a pulmón podían bajar más, pero no estaba entrenado, así que lo mejor era cautela. Usar el propulsor en horizontal podría acercarlos a los límites del lago. - Oulsó an B (Propulsor plan B) - Le sonrió - No e aniaría por ninuno e us eranos, saleos e esa (No te cambiaría por ninguno de tus hermanos, saldremos de esta)

Un cable ya estaba de camino y las posibilidades de no morir sepultado en el hielo parecían reverdecer. Ahora solo había que dejar pasar al interior de la nave toneladas de agua casi congelada, subir por un cable, no morir después por no haber hecho bien la descompresión y ya estarían a salvo. Escuchó el plan, abrir la puerta de la nave y situarse en los laterales. Se llevó la mano al comunicador pero estaba bajo el traje protector así que dijo

- Eivido en e sumaino avo, oeemos a aí uetas (Recibido en el submarino bravo, procedemos a abrir puertas) - Hizo el gesto a Tessa de OK para que comenzara la inundación - entonces escuchó que arriba había problemas. Duncan se quitó el guante del traje y empezó a teclear

- Andersen, su misión es salvar las muestras que nos permitan determinar a los asterianos, que son la peor amenaza para la raza humana. Somos soldados, cumpla con su misión, es una orden. No podemos confiar en nadie, no sabemos quien puede ser de ellos, pon a salvo al resto, ya, cumpla con su misión, soldado. No abra fuego contra las tropas de la space force, son nuestros hermanos- dejó pasar unos segundos antes de decir - sargento, soy el recluta McCarthy, domo 12, soy el doctor al cargo de la investigación y estoy al mando. Me someteré a una corte marcial de ser necesario pero mi misión es poner a salvo unas muestras biológicas para combatir a un enemigo de la raza humana, y eso es más importante que nuestra vida, le ruego que piense, somos lo mejor de la raza humana, recapacite. Estamos bajo el lago, no sé si es un asteriano o un humano.... pero....a mi la fuerza espacial, cuando esté fuera me someteré a la justicia..

Cortó el comunicador y se ajustó el guante con velocidad mientras ya tenían el agua al pecho. Miró a Bintel y le dijo - U uees esapar, no ées e e oan...a sio un asé seí onigo íne (Tu puedes escapar, no dejes que te cojan. Ha sido un placer servir contigo Bintel)

Sonrió con ferocidad. Nunca hubiera supuesto tener un espíritu tan combativo, una fuerza tan grande. Estaba siendo un león marino, estaba poniendo a salvo a todos y a su trabajo. La raza humana prevalecería, Heather lo descubriría, estaban un paso más cerca de igualar la marea de la guerra.

 

 

 

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30/01/2022, 15:31
Einar Andersen

Todo estaba saliendo razonablemente bien, a tenor de las circunstancias a las que se enfrentaban.

Tenían un plan rápido de llevar a cabo y factible. Disponían de un plan B con Grey lista para pasar a la acción de ser realmente necesario y disponían de una nave completamente operativa para alejarse de la zona y preparar con calma el siguiente paso. Pero como empezaba a ser frecuente, demasiado frecuente, todo se torción en un abrir y cerrar de ojos.

Con la nave estabilizada sobre el agujero del hielo, empezó a desplegar el cabrestante, el cual descendía a una velocidad controlada y constante.

-Bien, en cuarenta y cinco segundos el cable llegará hasta el fondo y podrán engancharse. Los tendremos arriba en tres minutos a partir de ahora. Sargento, manténgase cerca de la compuerta por si fuera necesario...-Mientrs hablaba se giró en dirección a sus dos pasajeras, quedandose con la palabra en la boca cuando vio a Grey desaparecer por la compuerta, amarrada al cable.

-¿Pero que...? ¿¡La Sargento ha descendido!?-preguntó a viva voz, no por el intercomunicador, más como muestra de frustracion que como una auténtica pregunta.

Estaba claro que la Sargento odiaba volar, pero aquella necesidad imperiosa por abandonar la nave le tomó por sorpresa. Aunque tampoco era tan grave. Pasaban directamente al plan B, que era igual de bueno que el principal. Nada más tenía por que fallar.

Pero el destino parecía dispuesto a burlarse del pobre recluta Andersen, puesto que la radio de abordo chisporroteó previa a la entrada de un nuevo mensaje procedente de las tres avionetas que justo estaban abandonado en Hangar en su dirección.

Eniar maldijo entre dientes el no haberse tomado unos segundos para, de una ráfaga, haber inutilizado aquellas tres vetustas aeronaves, pero tampoco esperaba que nadie fuese a emprender persecución alguna en ellas. No cabía duda que los Soldados Espaciales poseían una audacia fuera de cualquier gráfica.

Y no pasaraon ni cinco segundos antes de que el Doctor le dijese a Einar lo que él ya sabía pero que no estaba especialmente dispuesto a cumplir; no al menos antes de agotar sus opciones. Lo que ahora necesitaba era buscar una alternativa real al supuesto lógico planteado por el médico.

Mientras empezaba a desviar la energía hacia los escudos deflectores del lado por el que se aproximaban los aviones, activó el sistema defensivo y fijó los tres objetivos en el ordenador, dispuesto a abrir fuego de ser necesario, si bien opinaba como el doctor e iba a tratar de evitar aquel escenario a toda costa.

-Aquí Vindicator Alfa Tango uno uno tres, a los mandos el Recluta Einar Andersen dela Fuerza Espacial. Señor, a bordo se encuentra la Sargento Dunne Grey. Las instalaciones del BICOM se han visto atacadas por fuerzas enemigas haciendo uso de material y uniformidad de la Space Force. La cadena de mando se ha visto comprometida, resultando ser el Teniente Teller un traidor, de lo que disponemos de pruebas irrechazables. Debido a todo esto y en virtud del principio de duda razonable y prevalencia de la misión, no puedo acatar sus órdenes, Señor.

Por otro lado disponemos de superioridad aérea respecto a ustedes y si nos atacan les consideraré fuerzas hostiles y responderé al fuego. Si realmente son Soldados Espaciales les ruego que depongan las hostilidades.

No obstante su mensaje, su mano no se separó ni un segundo de los mandos, estando preparado para responder inmediatamente según actuasen los recién llegados.

Si en algún momento veía peligrar realmente la seguridad de las muestras, desengancharía el cable para que Grey pudiese refugiarse bajo el hielo de la acción hostil y se alejaría, al menos preventivamente, del lugar, para estudiar los movimientos de los enemigos a distancia.

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31/01/2022, 13:05
William P. Thompson

Las dosis de realidad que estaba recibiendo William en los últimos meses eran muchas y diferentes. Su educación, aunque le hubiera aportado ciertas habilidades para la vida militar, era muy laxa en otros aspectos a la hora de percibir la exigencia de esa misma vida que para su sorpresa, estaba ganando su lealtad. Quizás por eso la rama de inteligencia sería la más apropiada para él, ya que a pesar de lo duro que podía ser, podría ocurrir que sus miembros fueran algo diferentes en otros aspectos castrenses, lo cual le venía muy bien al carácter de Thompson. La perdida del compañero, había sido un golpe menor de lo que se podría esperar, quizás por las bajas que ya había padecido con anterioridad, o por no sentirse parte de ese Domo en realidad. En unos pocos meses ya había visto morir a buenas personas que le parecían más que válidas, pero para él, aquel joven sería un número más, y con el paso del tiempo, no sería más que un rostro anónimo del que difícilmente recordaría el nombre, ser consciente de eso, le pareció triste. 

Con los alimentos que esperaba pudieran sustentarles al menos unos días se centró, una vez percibida su ausencia sin signos de lucha en buscar algún rastro que les llevara hasta ellos mientras pensaba en lo molesto que resultaba Lowell y su inquietud. Esa actitud no ayudaba en nada y por mucho que estuviera nervioso, algo que Billy también estaba, actuar a lo loco no iba a ayudarles en lo más mínimo. - No - exclamó ante el comentario de que los habían matado a todos. Intentaba que fuera un No silencioso, pero debido al malestar que le producía la actitud del otro recluta, sonó más molesto y alto de lo que deseaba. Tomándose un segundo para respirar y controlar el volumen de voz continuó - No hay signos de lucha, ni rastros de sangre... han escapado. Y ahora busca o al menos calla un poco para que pueda buscar yo - No estaba siendo amable, eso estaba claro. La idea de sacarle información acerca de lo que pudiera saber Althais se esfumaba probablemente ocasionado por la actitud de William... aunque esperaba poder corregirlo más adelante. Finalmente encontró la flecha que indicaba el camino a seguir. Con dificultad, siguió el rastro que habían dejado hasta que pudo ver a Althais a lo lejos. 

- Nosotros no estamos muertos por poco - Comentó Thompson mientras hacía una seña a la mayor de los Townhall señalando el espacio vacío junto a ellos dos, dando a entender que faltaba un miembro de la comitiva. - No sé si eran soldado, psicópatas o qué, pero no pienso volver a meterme en ningún sitio como ese - Aún le duraba algo el malhumor por lo ocurrido anteriormente, aunque poco a poco hizo por calmarse. La situación había sido tensa y desde luego una cosa está clara... Lowell no tenía madera para pertenecer a la Space Force. Eso hacía que surgieran otras preguntas... ¿Qué es lo que sabría Althais sobre él?. Cuando Althais explicó su plan, la sorpresa para Billy fue mayúscula. Tenía claro que Seok y Althais opinaban muy diferente. De hecho, si Seok no le estaba engañando, hasta le caía bien. Por eso le sorprendió lo dispuesta que estaba aquella muchacha a matar al que se había comportado como su amigo. La cabeza de William funcionaba con rapidez. Dar esquinazo a Seok implicaría su muerte casi segura, pues no era muy hábil en este tipo de pruebas y dejarlo solo, era prácticamente lo mismo que matarlo. Se puso en actitud pensativa para definirse finalmente. 

- Dejarlo solo, es lo mismo que matarlo, pues no llegaría vivo al final de la prueba... y sería un riesgo para nosotros - Afirmó, mostrando disgusto ante la decisión - Sería mejor, asegurarse de que tampoco lo encuentren a él... Por mucho que nos pongan en riesgo tan gratuitamente... Estoy seguro que al menos un poco buscaran... así que mejor ponérselo difícil... - En ese momento observó directamente a Althais, estudiando su reacción. Se mostraba claramente como si fuera una decisión que no le gustaba tomar - No me gusta... pero es lo necesario... - Volvió su mirada al lugar donde se encontraba Hwan. Ya tenía claro lo que iba a hacer al respecto. Era un riesgo pero no podía cargar en su conciencia con el asesinato de un inocente. Le explicaría la situación, aunque fuera un poco por encima y le dejaría el reloj que le había entregado su hermano para que solicitara ayuda pasados al menos dos días desde su marcha. Luego, su hermano ya decidiría si le dejaba volver al Domo o acababa la instrucción en otro sitio. Además, le interesaba ese encuentro, pues tenía preguntas importantes que hacerle a Seok acerca de su estadía en el Domo anterior con Althais y el envenenamiento de Milena o las acciones de la muchacha Townhall. Esta decisión por parte de Althais, podía en realidad, convertir a Seok en su mejor fuente de información. - Yo me encargaré - Afirmó con un leve suspiro. Comprendía que mostrarse muy dispuesto a ello podría resultar sospechoso y Althais era desconfiada, aunque creía haber traspasado esa barrera, no estaba dispuesto a ponerlo a prueba. 

Una vez decidido el camino a tomar, William tomó la iniciativa - Tenerlo todo preparado. Si viene en dos días habrá que ponerse en camino cuanto antes. Lo mejor será ponernos en marcha cuanto antes - Una vez que regresó Min, decidió que sería el momento para ponerse en movimiento. No haría lo que tenía planeado respecto a Seok antes, por si acaso se retrasaba el tema y debían usar la cueva. En caso de que este regresara, le pediría ir a comprobar la cueva antes de nada como excusa para ir allí con él. Una vez en la cueva Thompson le pidió ir al sitio más profundo de la misma. - Siéntate... por favor - Su rostro estaba serio. Echó un vistazo a ver si había alguien en la zona que pudiera escucharles, aunque asumía que no, ya que era otra de las razones por las que esperó a que Min regresara. - Creo que es el momento de que hablemos... en profundidad - Su tono de voz adquirió un matiz muy serio en el momento de terminar la frase, poniendo énfasis en lo de "en profundidad". Necesitaba que se lo tomara todo muy en serio y que confiara en él... Daba por hecho que cuando supiera de lo que pretendía hacer Althais con él, entendería que no debería hacer ninguna tontería, pero necesitaba asegurarse. - Es importante que no tomes ninguna reacción impulsiva. Vamos a hablar de algo muy serio y grave, pero necesito que lo hablemos por completo - Así sólo aumentaba la expectación, pero era primordial que no tuviera ninguna reacción que pudiera complicar la situación. 

- El resto de nosotros nos vamos. En dos días viene un transporte para llevarnos a Natgrew. Tu, está claro que no pretendes huir con los demás... - Tomó un pequeño respiro para estudiar la reacción del joven. Era inteligente, puede que estuviera viendo a donde iba el asunto, aunque si era confiado, como sospechaba que era, dudaba que pudiera imaginar hasta donde estaba dispuesta a llegar Althais para lograr sus planes. La actitud de Thompson había cambiado. Se había quitado la "máscara". Se mostraba más confiado, más dominante de la situación. Algo perceptible, dando a entender que no todo era lo que parecía. - Ahora tenemos que hablar. Althais ha optado por quitarte de en medio y yo me ofrecido voluntario porque es la única manera de salvarte la vida - Afirmó con una firme mirada inquisitiva, vigilando que no perdiera los nervios o tuviera una reacción que pudiera llamar la atención. Esperaba que la inteligencia que había mostrado anteriormente saliera a la luz y no cometiera ningún error. - Vamos a simular que te he matado, el resto de nosotros partiremos al punto de reunión que aún no sé cual es, aunque el destino es Natgrew... y los insurgentes - No le quitaba ojo de encima a Hwan, analizando cada reacción y cada gesto - Aquí tienes un localizador que activa una especie de baliza para que venga la ayuda... - Dijo al tiempo que le entregaba el reloj y le indicaba como usarlo para activarlo - Deberás esperar al menos 24 horas. Para asegurar sería mejor 48. Una vez que lo uses, tendrás rápidamente aquí un transporte que te llevará a un lugar seguro. Deberás contarle a él y sólo a él todo lo que te estoy diciendo. El debe ir a un punto de encuentro que ya tenemos designado y podré recuperar el reloj u otro objeto que cumpla la misma función - Decidió esperar un poco, al menos unos segundos para que Seok pudiera procesar todo lo que le estaba diciendo, así como todo lo que no le estaba diciendo pero que bien podía intuir en este momento. Dejó en un sitio seguro un par de los huevos que habían tomado del nido, pues aunque podía pasar dos días sin alimento, prefería que no tuviera que pasar por aquello. 

Ahora. Antes de despedirnos... necesito que me cuentes más de la mayor de los Townhall, de vuestra estancia en el Domo anterior y con quien se relacionó allí. También cualquier cosa que sepas del envenenamiento de Kawalski y cualquier posible sospecha aunque sólo sea eso. Con quien tiene y/o ha tenido más contacto, quien es y que relación tiene con su contacto de Natgrew - En todo momento, aunque Billy tenía una actitud dominante, se mostraba calmado y dispuesto a escuchar, a fin de cuentas para eso estaba aquí - Pretendo salvar muchas vidas Seok... Y necesito todo lo que sepas. Eres quien más sabe de ella y todo lo que sepas o sospeches puede ser útil - 

Una vez terminada la conversación, regresaría con los demás, no sin antes hacerse alguna marca de lucha en el brazo en el que llevaba el reloj, dando a entender que se pudo haber descuidado y hubo algo de lucha. Antes de salir, se encargó de que Seok permaneciera boca abajo durante un rato y lanzó un par de disparos dentro de la cueva por si se escuchaban desde el exterior. Al volver estaba con el rostro cariacontecido, mostrando que había hecho lo que tenía que hacer, aunque no le había gustado, tenía el gesto serio como si no le apeteciera mucho hablar del tema - Mejor que salgamos cuanto antes... - Dijo al tiempo que echaba una mirada hacia atrás, como si estuviera pensando en lo que ha hecho, cuando en realidad comprobaba que no dejaba ningún cabo suelto. Sería fácil que interpretaran que había hecho algo que no le gustaba y que por eso quería dejar aquel lugar cuanto antes. 

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31/01/2022, 16:13
Daya Banerjee

Mes 3. Día 18. Nightingale. Sala de reuniones

-Estamos bien-le confirmó al soldado mientras este seguía hablando casi sin esperar su contestación, solo quería explicar lo que le estaba comiendo las entrañas: cómo había cedido la nave a Faith.

Así que era así como lo había conseguido, usando sus mentiras y sus buenas palabras para engañar al soldado. La chica sabía jugar con sus encantos y él había picado como hubiera picado cualquiera en su situación-Tranquilo, Matt. Ninguno podíamos saber esto, no podíamos anticiparnos de ninguna forma. Confiábamos en toda la tripulación de la Rust…-miró a Faith y cruzó su mirada con la corsaria. No intentó transmitirle emoción alguna, pero Daya así quería confirmar lo evidente, las armas de la mujer para haber convencido a un soldado de hacer algo fuera del protocolo inicialmente definido. Sabiendo las costumbre higiénicas que tenía su compañero, que una mujer de aquel calibre le propusiera tomar una copa de vino para celebrar una misión terminada, debía ser algo casi increíble para el soldado, por lo que no era difícil entender que él hubiera picado sin plantearse nada más. No debía haber recibido muchas propuestas así en su vida y para una que se le planteaba había acudido como una polilla a la luz.

-De verdad, todos bien…-le confirmó para que se quedase tranquilo mientras ella misma tomaba asiento en el lado contrario de la mesa, siguiendo a Frank y a Eylo y sentándose con ellos. Saber a ambos hombres a su lado le daba fuerzas y hacia que no se sintiera sola, sino fuerte, en aquella situación. Era una situación complicada pero aún estaban juntos, eso era lo que ahora importaba.

Mientras Faith entraba en la sala y tomaba asiento presidiendo la mesa, se fijó en los soldados que estaban situados justo enfrente de ella, sabiendo que otros dos estaban apostados a su espalda y, por el rabillo del ojo, veía a los dos que presidian la mesa y el que estaba junto a la puerta. Siete hombres armados para siete personas esposadas y sin armas. Cualquier movimiento por alguno de ellos que no fuera considerado normal, se podía traducir en una lluvia de disparos que no dejarían a nadie del equipo con vida. Percibía a Eugene más allá de Eylo y temía por cómo pudiera reaccionar allí dentro la mujer, era de quien menos se fiaba de todos ellos. Enfrente de ella, Donner y Alvin. De este último se fiaba pero Donner era más explosivo cuando algo no le gustaba y temía que si Eugene saltaba, Donner la siguiese. Intentó no pensar demasiado en qué podía ocurrir, solo esperó que fueran profesionales y no se dejaran llevar por las provocaciones que, estaba segura, Faith se encargaría de verter en aquella reunión.

Después de que Faith le contestase a Eylo de forma ambigua sobre lo sucedido con la tripulación de la Rust, un soldado les llevó el té. Juego de tetera y tazas que Daya supo de inmediato que no eran de la Nightingale ni de ningún sitio que ella conociera de antemano. ¿Era un diseño de la Tierra? ¿De Natgrew quizás? ¿Qué valor tenían para que llevaran ese juego consigo y ya lo tuvieran allí en la Nightingale? ¿Té? ¿En serio? No podía creer que aquello estuviera pasando. Era irónico. Se negaba a tomar nada que viniera de Faith y, mucho menos, estando esposada. No quería terminar dormida o muerta, siguiendo la misma trayectoria que Diana.

Miró a Eylo con cariño y temor, pidiéndole con la mirada que tuviera paciencia y que no entrara al juego de Faith. Estaba claro que ella disfrutaba de no contar todo lo que ella sabía y, por su sonrisa, estaba jugando con las palabras. Si ella no quería decirles ahora qué había sucedido con su familia e insistían, quizás terminara por no decírselo nunca.

¿Así que es eso lo que te intriga? Pensó al escucharla hablar. No se cree lo de los asterianos y se piensa que somos igual que ella y que venimos aquí porque nos pagan bien. Como buen pirata, solo pensando en beneficios económicos.

Pero lo que no esperaba es que quisiera que ella y los demás le contaran parte de su vida en aquella reunión.

Ambas se miraron unos largos segundos antes de que la innumita desviara su mirada de la corsaria para mirar a los que tenía enfrente, Matt, Alvin y Donner y terminase mirando a Eylo. De los allí presentes, solo conocían su historia Eylo y Frank. No le importaba repetirla, no era ni un secreto ni nada impresionante como aventuraba Faith pero, a la misma vez que se planteaba por donde empezar, o si debía empezar, que era otra opción, intentaba averiguar qué podía interesarle a la corsaria de su vida y por qué. Pero rápidamente llegó a la conclusión de que, hasta ahora, todo se iba cumpliendo. Ella no les había hecho daño y les estaba invitando a tomar el té charlando. ¿Quería hablar, saber de ella? Pues sabría. No entendía aún el interés, pero hablar no hacía daño y, por lo menos, les daba tiempo para pensar.

-Sí, puedo empezar yo, no tengo problema. Pero siento decirte que mi historia no es nada impresionante.

¿Desde qué punto empezar?

Daya comenzó haciéndole una breve descripción de cual era su trabajo en su planeta de origen, pero sin decirle qué planeta era exactamente. Algo le dijo que evitara dar esa información aunque sabía que era una pregunta que era muy posible que surgiera y a la que no podía dejar de responder pues, realmente, no era algo importante en sí salvo porque ella no quería darla. Así, de alguna forma, sentía que protegía a los suyos de aquella mujer.

Le contó cómo fue el ataque de los skullreps, cómo sacó a un grupo de gente y a varios integrantes de la Space Force de la zona del ataque, uno de los cuales fue quien le empujaría más tarde a formar parte del ejército cuando se vio fuera del negocio familiar a causa de las pérdidas sufridas en el ataque.

Siguió relatando que echó la solicitud, que le sorprendió que la admitieran a examen y, antes de darse cuenta, se estaba despidiendo de su familia y embarcando en un carguero mercante con rumbo a la Tierra.

Hizo una breve pausa, por si Faith quería cortarla ya a aquellas alturas, pero como vio que la muchacha seguía mirándola fijamente, decidió seguir. La experiencia al llegar a la Tierra por primera vez ella sola, las sensaciones al entrar en la Comandancia y al saberse elegida para entrar a formar parte de la Space Force fueron contadas como el resto, con voz pausada y tranquila, como quien conversa con una antigua amiga, dándole lo que quería. Pero con la diferencia de que a una amiga se lo hubiera contado con total confianza y ahora lo contaba porque presentía que tras aquello había una razón. Y quería saberla.

Seguir contándole a partir de ese punto, era entrar en detalles internos de la Space Force que quizás ni le interesasen ni pudiera ella contarlos libremente. Así que se detuvo en aquel punto y entonces le contestó directamente a su pregunta-Así que ya sabes cual era mi profesión antes de la Space Force. Esa profesión ha marcado en parte mi trayectoria en mi corta estancia como recluta en el ejército hasta ahora. Llegué con mi experiencia como piloto y en eso he intentado continuar. Es lo que se me da mejor y lo que sé hacer, aunque se aprenden otras muchas cosas. Y supongo que imaginas cual es mi motivo para entrar después de haberme escuchado… -dejó unos instantes para que la corsaria rebobinara y uniera cabos-…necesito el sueldo fijo que tienen los soldados juramentados para ayudar a mi familia, somos muchos hermanos y soy la mayor-dejó a un lado el informarle que tenía un hermano mellizo, a ella poco o nada le importaba tanto detalle-mis padres tienen que reponer las pérdidas que sufrimos en el ataque y, si les quito ese gasto, reflotarán antes la empresa. Nada emocionante, como ves.

Había algo que había dejado expresamente para el final y a lo que ahora se dispuso a dar respuesta ella misma ya que estaba hablando-Y en cuanto a qué cobramos por estar aquí… -algo le dijo que Faith no entendería la respuesta que tenía para ella. Los piratas siempre se movían por dinero, de una forma u otra, no por unidad ni por sentimientos de pertenencia al nivel que ella y Eylo, por ejemplo, sentían-No cobramos nada, ninguno de los que estamos aquí. Verás, es otra historia, pero voy a intentar resumirlo lo mejor que pueda con el permiso de mis compañeros…

Tomó aire y reorganizó sus ideas-Cuando este PEC fue atacado, nosotros estábamos aquí. Conseguimos escapar en un disco como el que hay ahí fuera, yo ayudé a sacarlo de aquí. En concreto y, entre varias otras cosas, sellé la compuerta que lo conectaba al PEC. Ese gesto condenó a los posibles supervivientes que aún estuvieran en el PEC y que quisieran llegar al disco para tener aún una mínima oportunidad de supervivencia…-aquello aún le impresionaba al recordarlo, había sido una acción tan sencilla pero con tantas implicaciones y que había que hacer irremediablemente, que quizás era uno de los momentos más duros en su vida-Conseguimos escapar y llegar a la Tierra. Allí, después de algunas deliberaciones y cuestiones que tuvimos que aclarar con nuestros mandos-y las cuales, inicialmente, no te interesan a ti pensó sobre la marcha obviando entrar en detalles-Eylo-señaló a su compañero sentado a su lado-propuso volver aquí en busca de los que se habían quedado atrás y, posiblemente, aún siguieran con vida. Yo quise venir con él en busca de esos supervivientes y, sobre todo, en busca de los compañeros de nuestra promoción que no llegaron a escapar. Es posible que estén en ese disco que ellos estaban reconociendo o en el propio PEC. Es posible que existan zonas seguras, presurizadas y con oxígeno aún que puedan albergar la vida de algún otro soldado o algún civil. Así que no, no nos pagan por esto. Lo hacemos porque consideramos que es lo que teníamos que hacer por los que se quedaron atrás. La recuperación de la caja negra de la nave es evidente ya que volvíamos aquí y encontrarla significaría conocer más datos del ataque sufrido y sus consecuencias-cogió aire, pensando en que después de todo el tiempo que habían tardado en llegar allí desde que se produjo el ataque, ahora estaban irremediablemente parados por aquella situación. La posibilidad de supervivencia de quien hasta ese momento hubiera subsistido volvía a reducirse considerablemente ahora casi al cero por ciento. Daya sentía que la misión de rescate hacía ya tiempo que había terminado y que a la corsaria bien poco le importaba las vidas ajenas. Y, evidentemente, obvió comentar nada sobre la finalidad de recuperar la caja negra relacionada con los asterianos y de nada que les aplicase. Por el tono de la mujer, se creía bien poco todo aquello y ellos bien poco tenían que contar al respecto realmente. Así que decidió centrarse solo en lo que les concernía directamente y la corsaria había preguntado, dejando a Frank y a Eyo que decidieran si sacaban ese tema o no.

Y ya que había contado todo aquello, le salió del alma comentar otra cosa más-Al venir, nuestros mandos nos dieron la oportunidad de pedir el material que necesitásemos… esta nave es petición nuestra. Nos la confiaron para poder venir a esta operación de rescate. Es una nave hospital, no es una nave de combate. Entiendo que ya la habéis inspeccionado y os habréis dado cuenta de eso-no lo dijo directamente, pero aquel comentario implicaba que ellos eran los responsables directos, muy directos, de las dos naves y de todo el material que transportaban de cara a la Space Force.

Era extraña, muy extraña la situación. Daya, después del rato que había estado hablando, se seguía preguntando qué demonios pretendía Faith con aquello pero algo le impulsaba a hablar, quizás si Faith los conocía un poco más, las opciones de eliminarlos se redujeran de alguna forma-Esa es mi historia y la explicación sobre lo que nos llevamos de esta misión. ¿Es lo que imaginabas? No es algo tan diferente como lo que quizás puedas llegar a hacer tu por tu equipo si vivís una situación semejante…-tanteó a la muchacha intentando que empatizara con ellos siguiendo aquel hilo de pensamiento-¿Dejarías a alguien atrás? ¿Volverías a por ellos si no hubiera habido otra opción inicial por salvar a la mayoría?-levantó la mirada un poco, sin evitar mirar a los soldados que la protegían desde su espalda. La verdad es que sentía curiosidad por la respuesta de la muchacha. ¿Hasta dónde llegaba la lealtad y la camaradería entre los piratas espaciales?

-¿Continuas tú?- Se volvió a mirar a Eylo para pasarle el testigo.

En un momento dado, un soldado entró para anunciar la llegada de la persona que, sin más, entró como una exhalación en la sala de reuniones apartándolo con rudeza. Daya lo reconoció conforme dejó sus facciones al descubierto. Era un rostro especial, el rostro de un delincuente. Ver allí a alguien que estaba fichado oficialmente por la Space Force, que había sido juzgado y que se había escapado de una cárcel, la acercaron aún más a su futuro inminente. Estaban en manos peligrosas, imprevisibles, con principios de dudosa ética, aunque seguía pensando que él no daba el perfil para todo lo que había sucedido.

Escuchándoles, dejó casi de respirar con tal de no perderse palabra.

¿Una flota? ¿Había más naves apartes de aquellas tres que ellos habían visto o se refería solamente a esas? Para ella, tres naves no eran una flota pero quizás para Gregory y Faith, sí.

¿En serio? ¿Este no era el plan original? ¿Ha sido sobre la marcha? Aquello la había descolocado por completo. Y eso tenía unas implicaciones mayores… y eran las que ahora le estaba escuchando a Workensen decir. Estaba cabreado y, quizás, un punto asustado. Y una persona asustada, era imprevisible. Daya perdió un par de grados de temperatura al darse cuenta de aquel detalle.

¿Reclutando? Aquella palabra hizo que algo cobrara sentido o, por lo menos, abriera una posible opción si las cosas se ponían complicadas. ¿El interés de Faith en conocerles era precisamente porque necesitaban gente para su causa? ¿Había ella adivinado esa opción al plantearse las razones para el robo de la Nightingale y porqué ellos aún no estaban muertos sino que habían sido "invitados" a subir a la nave? Si eso era así y la otra opción que se barajaba para ellos era matarlos a sangre fría, era una opción viable para ganar tiempo y dejar que Lira alcanzase la Tierra con la información de lo sucedido. Vendrían a buscarles, aunque fuera para recuperar la nave hospital, pero seguirían con vida mientras tanto. Miró a Frank largamente, esperando que él hubiera caído en la cuenta de aquel detalle, pero no quiso decir nada en voz alta, no aún.

Se quedó entonces mirando a Workensen fijamente, estudiando sus reacciones mientras hablaba con Faith. Creía tener claro que él era el que mandaba allí y Faith andaba por detrás, pero intuía que ella quería más, mucho más. El pulso entre ambos estaba claro. Solo faltaba que él se diera cuenta y lo permitiera. El pensaba que tenía el control y ahora estaba nervioso porque ella se había salido de las directrices marcadas por él. Ella acababa de romperle los planes, fuera los que fuesen. Estaba enfadado y sus palabras le helaron la sangre, estaba llegando al mismo sitio al que ella había llegado en la lanzadera. La única opción directa era eliminarlos, quitar a los testigos de en medio y, con eso, la Nightingale se perdería en el universo infinito para siempre.

Se dio cuenta de que le estaba sosteniendo la mirada a Workensen.

-Hay otras opciones, estoy segura. No tiene por qué morir nadie ni nadie salir mal parado de esta situación-Daya estaba barajando las dos opciones que tenían en su mente, pero quizás había más, alguna que en ese momento no llegaba a vislumbrar aún-Estábamos hablando antes de que usted llegara, entiendo que ella quería llegar a algún tipo de acuerdo con nosotros. Podemos hablar de las diferentes opciones que existen para las dos partes. Por cierto, no somos solo siete. La Rust Walker tiene también tripulación-Daya se tiró el órdago de poner por delante la idea de que todos en la Rust seguían vivos, porque quizás, incluso esa información era desconocida para Workensen. Aunque también era muy probable que los civiles poco le importaran y que ellos solamente siguieran vivos por ser de la Space Force.

- Tiradas (1)

Motivo: Advertir - Soldados

Dificultad: 0

Habilidad: 12

Tirada: 2 5 7

Total: 5 +12 = 17 Éxito

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01/02/2022, 23:51
Jim Foster

Mes 3. Día 19. Hora 01.45 p.m. Acme. Viaje para el astropuerto

 

Había presencia de skulls en la zona, aquel dolor lo evidenciaba. Sin embargo no parecían estar cerca, eso o que el viento iba a  la contra y entonces podían estar más cerca de lo que creíamos. Pero tanto la sargento como el resto pensó en positivo – es probable que no estén demasiado cerca – lo cual facilitaba que pudiéramos seguir avanzando porque dar la vuelta podía resultar igual de arriesgado, además que para hacerlo tendríamos que maniobrar allí en plena carretera y eso con la escasa luz, además de que habíamos apagado varias linternas para tratar de pasar más desapercibidas, constituiría un gran reto.

Que podía hacer mis ruidos simulando ser un skull sí, pero como decía Naomi, igual los monstruos lo interpretaban con curiosidad y en vez de alejarse pues se acercaban a explorar. Así que, tras reflexionar aquello, decidí que igual no era el mejor momento para comprobar la reacción de los bichos.

A cambio, la postura más ¿Sensata? fue azuzar a los caballos para tratar de avanzar rápido y dejar la amenaza atrás, suponiendo que los skulls tomasen otra ruta y no fueran hacia el aeropuerto o en dirección al astropuerto. Crucé los dedos para que así fuera. Teníamos pocas armas y creo que todas asumíamos que si nos encontrábamos aunque fuera un sólo skull, tal y como íbamos de equipadas, podríamos pasarlos verdaderamente mal.

Igual tenían razón y no estaban cerca, también podía ser que no siguieran nuestra ruta. Cualquier cosa podía ser. 

Aunque el plan original era ir hasta el astropuerto por medio de aquel transporte ecológico, sin duda la presencia de extraterrestres cerca iba a provocar que nos dirigiésemos hacia el aeropuerto de Acme a la caza de algún aerodeslizador que pudiera servirnos para llegar al astro puerto. La previsión inicial de no entrar en conflicto con las autoridades civiles y/o no utilizar medios privados, saltó por los aires desde el mismo momento que percibimos la amenaza. Íbamos a tratar de llegar al lugar de reunión con los medios que pudiéramos, tanto fueran civiles como militares en el caso de encontrar algún trasporte de la SF en el aeropuerto de Acme. 

Comenté por lo bajini el problema de ir hasta el aeropuerto y no tener pilotos para controlar lo que hubiera por allí. Aunque cabía la posibilidad de encontrar otro vehículo, no tan ecológico pero sí más rápido para desplazarnos hasta el espacio puerto.

Los caballos trotaban, tampoco se podía ir al galope con ellos no fuera a que el vehículo tuneado se desenganchara o le ocurriera algo. Esperaba llegar hasta alguno de las casas que había en las proximidades del aeropuerto y que nos sirvieran de refugio. Aunque mi intención era llegar directamente, si se pudiera, hasta el aeropuerto y ya allí buscarnos la vida buscando otro medio de transporte más seguro.

- Tiradas (1)

Motivo: advertir

Dificultad: 20

Habilidad: 13

Tirada: 2 5 8

Total: 5 +13 = 18 Fracaso

Notas de juego

qué cagada, no sólo no vamos a llegar sino que vamos a meternos en la zona de reunión de los skulls. Oye y las demás no pueden tirar por percepción? Entiendo que ahora estarán todas alerta.

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01/02/2022, 22:53
Eylo Yilmaz

Mes 3. Día 18. Nightingale. Sala de reuniones

La conversación que se estaba dando le producía arcadas al eridiano. La sonrisa satisfecha de Faith solo promovían las ganas de Eylo por hundirla cada vez más, para él no era mejor que los lucerianos, los asterianos o la escoria pirata que tantas veces habían tenido que sortear. Le importaban una mierda sus motivaciones, le importaban una mierda su falsa cortesía, que no hubiera llegado a más solo significaba que no tenía tanto la sartén por el mango, sino que necesitaba algo de ellos.

Como les hayas hecho algo.. —siseó sin tapujos, ignorando el riesgo que podía correr rodeado de los tipos armados. Probablemente se hubiera ganado la bronca de Kimball por dejarse llevar como hacia tanto tiempo, pero Faith había tocado algo sagrado para él.

Prefirió callarse, no dejar que subiera el pan, porque la combatividad de Eylo iba en aumento y si en algo era experto el eridiano, era en iniciar guerras que no solía ganar. Esto lo sabía especialmente Eugene, quien más de una vez había tenido que ser ella quien le sacara de los líos en los que se metía por ser un bocas. Pero cuando ofreció el té, Eylo no iba a tocar esos vasos ni lo que contenía ni con un palo y no se molestó en ocultar su rechazo a su falsa cortesía.

No sabes una mierda de porque estamos aquí —sentenció sin poderse callar —. Y no te voy a contar una mierda de mis motivaciones —añadió convencido de que no iba a participar en esa pantomima orquestada por aquella tipa que estaba tan contenta de haberse conocido. Luego miró alternativamente a Alvin como a Donner, sintiendo un pinchazo de culpa, estaban ahí por su culpa.

En ese momento, en un punto cercano a una olla a presión para Eylo, llegó el llamado Big Bang. La verdad es que le fue inesperada esa llegada, y le reveló que aquella acción había sido llevada a cabo contra el sentido común del hombre. Eso casi le arrancó una sonrisa cáustica, pero intentó frenar cualquier reacción preliminar y escuchó. Lo que escuchó de la "Dama Sombría" solo le constató de que era una niñata con ansias, mucha voluntad, pero poco seso. No le faltaba razón a Big Bang, joder directamente a la Space Force no era un movimiento inteligente.

Entendía que la voz cantante debiera llevar el capitán Kepborn, era el superior al mando y él un recluta, pero tampoco quería rehuir la responsabilidad que sentía por haber perpetrado todo aquello. Entendía que había una posibilidad allí, y quizá podían explotarla, al menos.. para salir todos vivos.

No le falta razón, Dama Sombría —esperó con acidez al escuchar a Big Bang —. No te preocupes más por eso. La Space Force sabrá de lo que ha pasado aquí, ¿o crees que nos íbamos a cruzar de brazos mientras pretendías jodernos? Pase lo que pase.. todo el mundo sabrá que Faith Delay es la Dama Sombría, que probablemente su cómplice, Gregory Allam Workensen, está implicado en todo esto.. —suspiró un poco, aun sintiendo hervir la rabia por no conocer el destino de la gente de la Rust, pero se permitió una sonrisa torcida, de esas del todo o nada —. Lo que importa aquí es ver hasta dónde llegáis y cuánto interés vais a levantar en la Space Force a partir de ahora..

Pivotó la mirada hacia Kepborn, no le pedía disculpas con ello, había que jugar duro si querían salir vivos. Tenía que aprovechar la disensión entre los dos piratas, asumiendo que la Space Force sabría quienes iban a ser ellos pasara lo que pasara, de eso se había asegurado Eylo gracias a la idea de Daya, quedaba por ver si querían que los cargos que pesaran sobre ellos se redujera a una cagada, un malentendido o, por el contrario, el asesinato ya de unos reclutas, sino de un capitán de la Space Force.

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02/02/2022, 17:03
Althais Townhall

Mes 3. Día 14. Hora 13.00 a.m. Protect. Exteriores

El trato seco de Thompson hacia Lowell había supuesto que el muchacho se callase, mientras Billy buscaba rastros por el suelo que les llevase hasta sus compañeros. La tensión era palpable y se mantenía en el ambiente, la muerte de Simon había dejado una mala sensación en los reclutas, aunque ninguno lloró tras haber visto el cuerpo herido del joven, quizás ambos estaban ya impermeabilizando su alma contra las pérdidas humanas. La frialdad de la Space Force se transmitía, así como la fortaleza mental y sentimental se instauraba.

Althais sin embargo, allí se encontraba, seria pero tranquila, como si la ausencia de cualquiera de ellos no supusiera una gran pérdida. ¿En qué momento aquella joven había desviado tanto su comportamiento del de su padre? Townhall luchaba por los suyos y o dejaba a nadie atrás, por ese motivo Grey seguía siendo un elemento valioso del escuadrón pues, a pesar de todos sus fallos, Harry confiaba en las personas, mientras que su hija sólo parecía utilizarlas, manipularlas incluso.

- Bueno, no ha pasado nada. Ya estáis aquí... - Quitó importancia al hecho de que casi podían haber muerto, demostrando una gran frivolidad, mientras Billy despotricaba sobre las hormigas, calificándolas de psicópatas, aunque bien cierto era que con los conocimientos necesarios de biología, podría haber elaborado algún plan para poder contenerlas, o al menos que no se hubieran llevado a nadie por delante. El conocimiento era poder y ahora más que nunca, lo sabía.

Thompson tomaba la palabra, razonando que dejar solo a Seok era lo mismo que matarlo, pero el resto de los soldados no debían encontrar al joven tecnólogo si hacían un barrido para hacer recuento de bajas.

- En eso tienes razón. Seok no debe volver a la base bajo ningún concepto - Dijo Althais bajando la voz - A mí tampoco me gusta, pero conoce demasiado del plan y hasta el momento he podido contenerle para que no cuente lo que sabe - Sonrió, había algo que ella sabía y parecía divertirle. En el fondo creía que tenía la situación controlada - Ve Billy, encárgate de él para que no cuente jamás a dónde vamos y sé piadoso, que no sufra... - Indicó la mujer con cierto cinismo, como si en el fondo tuviese algún tipo de aprecio por el oriental o quisiera dejar ver de que era una "buena persona", cuando en su interior había una mujer con potencialidad como para ordenar un asesinato. Athais Townhall podía ser, sin lugar a dudas, la líder despiadada de una organización criminal.