Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 4. El legado de Némesis

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12/03/2022, 08:18
Sargento Dunne Grey

Mitad del mes 4. Natgrew

Quizás la historia de Althais, la que ella misma había narrado como propia, no fuera la que inicialmente Thompson imaginaba. Y es que él había sido liado ya no sólo por el enemigo, sino por la joven que creaba ambigüedad en su forma de proceder. Si el joven Billy hubiera hablado antes con ella, habría sabido la verdad, pero claro, eso hubiera implicado un riesgo extremo en caso de haber sido enemiga de la Space Force.

Y ahora sí tenían un problema. Dunne suspiró y transmitió su calma característica, la que le hacían líder de la situación. No por buenas ideas, sino por su capacidad de posponer los problemas y dejar que se acumulasen.

- Bien, tenemos a un enemigo que pertenece a la rebelión, presumiblemente asteriano con una baliza de localización. Y una nave puede que vaya por él. ¿No es maravilloso? - Nadie parecía alegrarse del hecho - Lo podemos tomar como un problema o como una ventaja. Ya sabemos qué pasos van a dar los enemigos. Si usamos la cabeza podremos tenderles una trampa. Así que no desesperéis, más tarde, en mi casa, hablaremos sobre los pasos a seguir - Dunne pasó su mano conciliadora por el hombro de William - Hiciste lo moralmente correcto. No le mataste. Lo contrario me habría decepcionado, Billy...

Y una última cosa dijo Althais, la cual no se lanzó hacia el rostro de Thompson para golpearlo, quizás empatizando con él por primera vez.

- Te mandé a ti para que lo hicieras porque yo no podía. Nunca he matado a nadie... - Y sonrió. Quizás liberando su conciencia de una carga demasiado pesada para lo que podía soportar. Estaba con Grey, confiaba en ella y Seok no estaba muerta por su propia orden. El día había mejorado considerablemente, así como su humor.

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12/03/2022, 08:31
Ambientación

Mitad del mes 4. Natgrew

Las voces de la sala, a la que visualmente no podían acceder, les daba una clara información. Había alguien que necesitaba numerarios y la causa de Natgrew consumía la economía del enemigo. Además, había alguien muy fiel a la causa, quien pedía el dinero. Debía ser alguien relevante para que se planteasen mandar naves de ataque para ayudarle.

Por otro lado, estaba claro de que hablaban de niñas adoctrinadas para sumar a una causa que, según las palabras de Althais, nada tenían que ver con el objetivo primero de la campaña. El grupo inicialmente pacífico y ecologista era ahora un ido de traidores a la propia humanidad, posiblemente por infiltración enemiga.

Duncan apostaba por los problemas de reproducción de los asterianos. Aquella rebelión tenía, posiblemente, raíces extraterrestres. Grey asintió, ella había llegado a conclusiones similares, atendiendo la petición de su compañero, no podían marcharse de allí sin Bintel.

Y ahora venía la controversia. Duncan prefería ir el primero en caso de querer atravesar esa puerta. Thompson negaba la opción indicando que lo mejor era pillarles desprevenidos y que el médico debía ser útil para lo que realmente valía, curar personas. Grey estaba de acuerdo con Thompson y se lo hizo saber.

- Tú ahora mismo eres el más importante de los cuatro. Primero porque puedes salvarnos la vida y, segundo, porque tienes la clave para poder discernir quién es o no humano. No debes entrar o la lucha habrá sido en vano... - Explicó su compañera de manera asertiva - Yo por rango o William por habilidad. Es lo adecuado... - Dijo la sargento usando el protocolo militar, a veces seguir las pautas era beneficioso - Te sigo, Billy. A una distancia de cinco segundos - Esa técnica de contar servía para que dos compañeros que actuasen a la vez, supieran en qué momento recibirían la ayuda que precisaban. Lo habitual es que ambos contasen interiormente a partir de la señal y así pudieran encajar sus movimientos.

Y así fue como William Thompson entró en una habitación pequeña que tenía una mesa en posición central.

Apenas podía deparar en los detalles de la estancia, pues su mente debía centrarse en entrar sigilosamente y robar el arma de la persona que estaba de espaldas, mirando un ordenador. Era evidente que mantenía una videoconferencia con una persona que William vio casi de refilón y que recordaba haber visto en otro lugar. O quizás estuviera equivocado*

El caso es que al aparecer él, la mujer rubia de ojos azules abrió mucho los ojos y desconectó su cámara, evitando ser observada durante más tiempo, dejando el fondo del dispositivo en color blanco y al hombre dudando.

- Maldita sea, se ha ido la conexión. Puto planeta... - Pero no pudo añadir nada más porque William se hizo con su pistola y Grey entró justo después con la mano en un bolsillo. No es que tuviera un arma, pero iba a parodiar de que así era. Dunne era negada peleando y sin pistola, su única posibilidad de hacer algo útil era mentir y hacer teatro, algo que a Billy le podía gustar de ella, ambos jugaban a la misma escala.

El tipo del ordenador levantó las manos cuando William le amenazó con volarle la cabeza, sin volverse siquiera. Pero  tembló cuando la amenaza sobre el doctor quedó suspendida en el aire.

- No me hagáis daño. Contaré lo que sé... Lo juro... - Y así permaneció, quieto, callado, a merced de la Space Force.

Notas de juego

*Tirada de percepción a dificultad 20. Si lo sacas te pongo la imagen de la mujer que ves en la pantalla....XD

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12/03/2022, 12:54
Teniente Lionel West

Mitad del mes 4. Comandancia

El teniente se había centrado en el recluta Andersen y Baker, atendiendo a ambos cuando tomaron la palabra, dando a entender de que su posición iba a ser escuchada pero que, en el caso concreto de Foster, no atendida. Y es que había situaciones donde confiar en la persona errónea te podía llevar al fracaso

- Cadete, no considero que la señorita Foster tenga maldad - Había perdido para el título de recluta para el mando, lo que denotaba la seguridad de su decisión - Pero lo que menos necesitamos en una misión donde no sólo nos jugamos la vida propia, si no la de los demás, la peor estrategia es llevar a alguien irreflexivo. Imagínese que tomando decisiones Foster se dispone a llevar la contraria o a actuar con un criterio distinto al indicado. Sería más carga que solución. El fracaso en esta misión no es opcional, Andersen. Thyndall quiere volver a crear un PEC, el PEC 12 destruido, y la moral está por los suelos. Es mi obligación rescatar a los soldados que han sido secuestrados porque así lanzamos un mensaje a los nuestros, una misiva de esperanza que enerve los ánimos de luchar contra el enemigo. Yo no busco méritos personales, busco algo más elevado, Andersen, la seguridad de que quien entre en el 12, encontrará una familia - Lionel West hablaba con fervor. Creía lo que decía y sentía una obligación moral de cumplir con Thyndall, la mujer a la que seguiría hasta el mismo infierno si ella se lo pidiera.

Einar pedía que tuviera consideración con Jim respecto a su carta de destitución. West negó con la cabeza - Debo ser sincero con lo que escribo, recluta. En el ejército no todo vale y lo que no quiero para el 12 no puedo deseárselo al 19 o al PEC 3. Ese informe lo haré en frío y seré lo más justo posible, sin opiniones personales que no sean objetivas - Suspiró - Hay muchas personas que quieren entrar en la Space Force, no es justo que haya gente ocupando plazas sin ganárselo mientras personas muy válidas aún tengan el término de civil en su documentación.

Lionel miró durante unos instantes al piloto antes de añadir algo - Sus palabras, recluta, le honran y dicen mucho de usted. Intentar salvar las actuaciones de su compañera es algo que aprecio en positivo - Miró a Baker - Ambos sois un buen ejemplo de lo que se espera de cadetes como vosotros. Pero yo por mi rango debo de tomar la determinación que no gusta, la que no hubiera sido capaz de hacer en el inicio de mi formación militar. Hoy en día sé que esto es lo adecuado, y que ustedes tienen muchas posibilidades de formar parte de la familia que queremos formar en el 12... - La sencillez de su forma de hablar era refrescante. Sin máscaras ni dobles sentidos, tan sólo un hombre valorando la humanidad de unos  futuros soldados.

A Lionel le gustaba la actitud de Einar, un hombre que pedía involucrarse en misiones sólo por el mero hecho de saber que habían compañeros suyos en peligro. Ese era el espíritu que quería sembrar en el 12, un PEC que empezaría desde cero con una nueva comandante que asumía el cargo, un ascenso no programado para ella y que la gente a su servicio debía apoyar para que fuera efectivo, para así poder crear algo que habían soñado desde que entraron en el ejército, una estación espacial con una ética muy por encima de las que generalmente mostraban otros comandantes.

- Primero iremos por unos, luego por los otros. Les recuperaremos - Dijo con actitud positiva. Realmente creía que debían actuar así.

Baker hizo memoria pensando en sus compañeros del PEC, sabía que algunos de ellos habían sido mandados en misiones aparte de los demás, pero no estaba segura de dónde o qué manera - Pues buena opción serían William Thompson, Milena Kawalski, Elon Demarco, Lesly Waist, Kalina Radoslawa, Martin Ruiz, Evan Smart y Sue McHillgraw. No podría decir nadie más porque los desaparecidos por uno y otro lado, eran cadetes dignos de confianza, Duncan, Daya, Alvin, Eylo, Donner y por supuesto, la sargento Grey. 

Dicho esto la mujer se calló, escuchando a Einar sufrir por Yum Ziam, pidiendo a West las chapas de la difunta cadete. Suspiró al comprobar que Lionel no iba a negárselo, demostrando que era un hombre con gran profundidad ética.

- Descuide, Andersen. Tendrá las chapas de la recluta Ziam. Yo mismo se lo entregaré en mano - Aseguró dando aquel asunto por zanjado

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12/03/2022, 13:36
Teniente Louise Brighter

En aquel momento alguien entró en la estancia. Inicialmente los presentes podían haber pensado que era Malbone, pues había salido hacía ya un buen rato con Foster, pero la sorpresa fue mayúscula cuando una mujer rubia y con ojos de color azul se presenció. Iba vestida de militar, destacaban las insignias que le identificaban como teniente y, nada más asegurarse de que estaba en el sitio correcto hizo un saludo marcial.

- Teniente West, es un placer volver a verle - Indicó ella mientras el hombre se levantó y con cortesía le devolvió el saludo, aunque no pasaba por alto que le intrigaba la presencia de aquella mujer en la sala.

- Teniente Brighter... - ¿A qué debo el honor de su visita? - Buenos modales, pero su voz reflejaba duda, extrañeza

- He sido informada del secuestro de sus reclutas. Al mando de ellos iba el capitán Kepborn, del que se dice es un traidor y posiblemente un asteriano - Miró la silla y preguntó con prudencia - ¿Puedo sentarme?...

Lionel frunció el ceño. Las sorpresas de aquel tipo no le gustaban. Se había filtrado información sensible y quería saber hasta qué nivel.

- Por favor, acomódese... - Se mordió los labios antes de continuar - Veamos, ¿quién le ha informado de ello?... - Comenzó con suavidad, intentando sacar algo más de conocimiento mientras se recobraba de la sorpresa - Y ya de paso, aunque así fuera, ¿qué ha venido a hacer aquí?...

- Me ha informado el Comandante Thompson. El general terrestre lo hizo llamar, a la par de a Thyndall y me ha pedido mi superior que vaya a esta misión representando al Domo 15. Si alguien debe detener a Kepborn, al menos que haya alguien de nuestro PEC... - Explicó la fémina con voz suave, estudiando las reacciones de su homólogo.

- Agradezco el apoyo que el 15 quiere hacer al 12, pero no es necesario que se embarque en una misión de este calibre... - Comenzó a decir Lionel, claramente incomodado por la intromisión femenina.

- No es necesario que lo haga pero quiero hacerlo, por deber y honor... - Miró al teniente del 12 con seriedad - Uno de nuestros mandos ha desaparecido, ya es motivo para que me comprometa con el escuadrón de rescate, pero más allá de eso, ha sido tachado de posible traidor - Suspiró profundamente, se tomó su tiempo antes de continuar - Eso es algo que no acabamos de creernos. Ni yo, ni el Comandante Thompson ni ninguna de las personas que le conocían... Es duro imaginar que alguien de los tuyos te traicione, pero si así es, los del 15 tenemos una responsabilidad militar y moral de unirnos al escuadrón que va a buscarle, para apresarle y someterle a un juicio justo donde se depuren responsabilidades... Siento decirle, teniente West, que el general terrestre ha dado permiso a la petición y, quiera usted o no, varios del 15 les acompañaremos, las órdenes vienen de arriba, no es cosa mía, pero le agradeceré comprensión y trabajo en equipo. Por el bien de todos.

Y ahí West no tenía nada más que añadir. Estaba claro de que tenía las manos atadas, pero la teniente Brighter no intentaba quedar por encima de él, más bien buscar la colaboración conjunta.

- En cualquier caso, me pongo bajo sus órdenes en caso de diferencias insalvables. Mi objetivo es encontrar al capitán y obviamente, colaborar con usted para recuperar a sus reclutas... - Al menos eso era un gesto de buena voluntad, pues si ella tuviera un marcado ego, no se dejaría mandar por su homólogo, algo que no parecía importunarle.

Lionel West accedió a ello. No podía contravenir las indicaciones de un general. Así que la conversación acabaría allí, no sin antes de que Brighter preguntase a los cadetes presentes sus nombres, buscando además conocer de qué planetas eran originarios.

Aquella noche la pasarían en Comandancia y tendrían tiempo para hablar o hacer lo que desearan. Al día siguiente todos embarcarían en una nave, con el fin de buscar a cada uno de los miembros de la tripulación. La misión de rescate iba a ser inmediata, aquello era lo que se esperaba de la Space Force.

Notas de juego

Tienes opción de cerrar conversación e indicar qué haces ese día en la Comandancia. La siguiente actualización te lleva a un salto temporal...^^

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12/03/2022, 16:14
Lord Reginald Success

Mitad del mes 4. Coltanium

Lord parecía disfrutar el momento. Cruzaba su mirada con cada uno de los presentes, deleitándose en las sensaciones que provocaba. Incomodidad, miedo, respeto, asco. Daba igual lo que ellos sintieran, lo importante, al final, era no pasar desapercibido y que se percataran que en aquel particular ecosistema, él era el rey. Daya parecía entenderlo, pues se mantenía alejada, Yilmaz quizás no tanto, pues aún en esos instantes buscaba la manera de faltarle al respeto.

- Cuando Dios repartió la inteligencia, usted no estaba presente. Quizás se encontrase bebiendo zumitos de limón - Fue la respuesta burlesca que le dedicó a Eylo cuando le insultó, llamándole escoria - ¿Se ha percatado de que puedo hacerle mucho daño a usted y a sus amigos por su exceso de pedantería estúpida?...

Quizás fuera un aviso, pero lo cierto es que el esclavista deseaba hacer estimaciones de su mercancía y los productos allí presentes, no le facilitaban en absoluto su labor. Eso no le gustaba y debía poner ejemplos clarificadores para que aquellos descerebrados comenzaran a comprender la situación.

- Querida. No soy humano como vosotros. Soy un dios inmortal que todo lo puede... - Chasqueó un dedo y poco tardó una sirvienta en aparecer por la puerta abierta y traer una copa de vino a Lord, arrodillándose posteriormente a sus pies. Estaba muy bien aleccionada - Cualquier designio mío es rápidamente satisfecho por mis hembras. Ellas viven de maravilla, les compro chucherías y míralas, hermosas y con curvas, sin pasar hambre o necesidad. Tampoco son maltratadas de manera habitual, sólo reciben unos pocos azotes cuando se portan mal. Pero aprenden rápido... - Tocó la cabeza de la esclava arrodillada y ésta se levantó dispuesta a irse, tal y como se suponía, era el deseo de Lord.

La caída de Eugene provocó un incómodo silencio al principio, hasta que Reginald indicó cuál debía ser el destino de su nueva fiera, Brezos. Lo que nadie estimaba era que Daya rompiera su mutismo para exclamar que no mandara a su compañera al coliseo, ni que la violaran, queriendo insultar a su anfitrión, indicando que Lord era un... un....

- La palabra que buscas es Dios, ya lo dije antes. No, esta camada no me ha salido inteligente. A veces pasa... - Bebió un trago de su vino mientras parecía pensar - El caso es que tú estás reservada, querida. Te he apalabrado para guardarte durante una semana y no puedo hacerte daño según mi promesa, aunque siempre puedo darte placer... - Comentó pensativo, quería seguir viendo reacciones. Y éstas comenzaron a sucederse.

Eylo tomaba la palabra, pidiendo que la caída Eugene no fuera llevada al coliseo, a cambio le ofrecería información sobre el PEC 12, datos que hablaban sobre los alienígenas, su tecnología y la posibilidad de descifrar un método para atraer a los skullreps. Aquellas palabras provocaron inicialmente risa en Success, pues no le creía.

- ¿De verdad piensas que los Skulls son seres inteligentes? ¡Por favor lo que hay que escuchar!... - Banerjee entonces hizo un comentario que hizo pensar a Lord durante largo tiempo. Había dicho que Brezos era una soldado y su rostro mudó a un rictus mucho más serio - ¡Esperad! - Exclamó con autoridad - ¿Soldado espacial? ¿Esa mujer es una soldado espacial? - No parecía estar contento con aquel dato - ¡Hija de puta! ¡Será cabrona!... Mientes, ¿verdad?... - Parecía ser que le venía mal que la nueva mercancía perteneciese al ejército.

Justo en aquel momento Daya Banerjee determinó que era el instante adecuado para hacer una presentación formal, diciendo quien era y su posición en la Space Force, habiendo sido la piloto de la nave que tanto le había fascinado a Lord- Claro... Por eso la grandísima hija de puta tenía su nave nueva, la que va a llamar Jolly Roger. Ya decía yo que era espectacular... ¡Pero no es una nave habitual de la Space Force! ¡Joder!... - Señaló a uno de sus hombres - Llama a Dama Sombría y pásamela...

El tipo armado de su lado cogió un teléfono y se lo pasó al Dios de la sala lo más rápido que pudo, como si el aparato fuese una droga que necesitase inhalar - Maldita zorra. ¿Qué coño me has vendido?... ¡Mierda ya!.... - Silencio, seguramente Faith le estaba informando -  ¿Dos soldados y tres reclutas? ¡En serio!... ¿Cómo cojones has hecho eso? ¡Acabas de ponernos en el punto de mira de la Space Force! ¡Joder! ¿Cómo le vendo a un capitán a uno de sus soldados? A ti te parecerá divertido pero me has jodido vivo.... - Quedó en silencio durante un buen rato, quizás tanto tiempo que nadie dudaría de que Delay estaba dando ideas al hombre y, sabiendo lo retorcida que era, alguna artimaña gestaba - Podría ser una opción, a los civiles les puede hacer gracia tener a uno de estos. No obstante, hablaremos la próxima vez que nos veamos y muy seriamente. Ajustaremos precios, no lo dudes... - Y colgó cabreado - Hija de puta...

Suspiró como un miura antes de mirar a sus prisioneros - Sacad a todos estos de aquí, no quiero verlos. Tan sólo se quedan ella y... él - Señaló a Daya y a Eylo, consecutivamente.

Uno de los guardias salió a la puerta e hizo un gesto para que entrasen varios hombres armados, que parecían estar esperando las señales. Los miembros de la Rust y el resto de los soldados fueron trasladados de sala, quedando allí sólo un soldado y Lord, el cual apuró su copa antes de comenzar a hablar.

- Enfermería, puntería, piloto y mecánica. Ganas me entran de que te quedes conmigo - Dijo el varón a modo de halago - ¿Por qué diablos no dijeron antes de que eran de la Space Force? Veamos, tenemos un problema muy grande y necesito que pensemos todos juntos la mejor opción... - Encendió un nuevo cigarro - ¿Queréis un cigarro? ¿Vino quizás?... Bien, comencemos... Tengo dos soldados y tres reclutas ahora mismo, en el mercado vuestro precio es astronómico. Además uno de vosotros tiene información sensible contra los skullreps... Y joder... ¿Quién coño querría comprar vuestra información? Eso sólo le interesa a la Space Force... - Miró a Eylo con seriedad - Ofreceros al ejército es como decir que les estoy tocando los cojones y robando a la humanidad. No soy tan gilipollas... 

Un par de caladas y tranquilidad, así se las gastaba el tipo - Convencedme sobre qué tengo que hacer con cada uno de vosotros. Hacedlo bien y en términos aceptables y quizás os haga caso... Intentad estafarme puede implicar que haga lo que desee con vuestras almas. Y creedme, os preferiría muertos que siendo yo buscado por el ejército... Así que pensad y convencedme... ¿Qué me ofrecéis? Según digáis, así hablaréis o no con la fiera... - Hacía referencia a Eugene

Sus palabras dejaban claro de que no iba a dejar a todos salir libremente sin un precio por cada uno de ellos. Él necesitaba tener control sobre la situación, pero no tenía ni idea de a quien vender la valiosa información que los reclutas ofrecían. Si el pacto que les explicaba era bueno, quizás pudieran llegar a acuerdos. Si no, haría lo que considerase oportuno con todos ellos. Lo que sí tenía claro es de que no iba a perder un solo numerario por bondad.

- Hablad, que no tengo todo el día... - Suspiró - Quizás pueda hacerme con algún cliente para los que no son militares antes de que acabe la semana

Notas de juego

No hay salto de escena por vuestra propuesta, al menos por ahora. En el siguiente post hay que llegar a acuerdos o Lord los tomará por vosotros.

Tirad persuasión en cualquier caso, tirada en oculto. Según como roleéis y la lógica que expongáis tendréis bonificadores o penalizadores a la tirada. Las buenas ideas siempre se premian. (De hecho, haber parado el salto temporal es bueno para vuestros pjs, vuestras acciones y decisiones cuentan)

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13/03/2022, 00:54
William P. Thompson
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Advertir

Dificultad: 20

Habilidad: 11

Tirada: 2 7 9

Total: 7 +11 = 18 Fracaso

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13/03/2022, 10:51
Einar Andersen

Ya no había mucho más que decir con respecto a Jim Foster.

Becky y Einar habían hablado en su favor y el Teniente aparentemente había tomando cuenta de ello. El destino de la muchacha ya quedaba fuera de su influencia por lo que no iba a darle ya demasiadas vueltas.

West le prometió al piloto las chapas identificativas de Yum, lo que en parte mitigó la desesperación acuciante que le asediaba por dentro. De alguna manera sentía la necesidad de mantener a Yum cerca de su corazón ni que fuese de forma figurada, puesto que temía dejarse arrastrar a la desesperanza; y por otro lado,era una manera de dar un pequeño paso en la promesa que le había hecho a su amor jamás confesado. Aquellas placas acabarían en manos de la hija de Yum o Einar moriría en el proceso.

Finalmente, su compañera de promoción recomendó a varios reclutas. De los nombrados el piloto compratía sin reparo la opinión a cerca de William y de Sue. También estaban otros cadetes con los que compartió Domo y de los que tenía opiniones no tan positivas, si bien no eran negativas, y por último otros con los que a penas compartió tiempo debido a que se incorporaron cuando él se marchó a entregar los cuerpos de los caídos en el incidente Skullrep del Domo.

Todo parecía ya dicho cuando la puerta de la estancia se abrió, dando paso a un nuevo mando desconocido por Andersen y que se descubrió como miembro del PEC 15.

Como deferencia al rango, Einar se levantó en posición de Firme y realizó el saludo marcial, para volver a sentarse una vez recibió la orden  oportuna.

Aquella tal Teninete Brighter no parecía contar con la confianza de West y mucho menos la contaba de parte de Einar. Dadas las circunstancias, el piloto había empezado a desconfiar absolutamente de todo el mundo y más aún de los desconocidos. ¿Quién le aseguraba a él que la Teniente Brighter no era miembro de los asterianos? Pese a ello, no estaba en posición de demostrar sus sospechas, por lo que se limitó a dar el trato marcial exigido por protocolo.

Una vez acabada la reunión, Einar se despidió marcialmente, no sin antes  dirigirse a su superior de forma disciplinads, y en cuanto se le concedió la palabra realizó su solicitud

-Señor, si me informa del modelo de transporte prepararé el perfil de vuelo y adaptaré los parámetros en mi interfaz para tenerlo listo antes de embarcar.

Ya fuera, en el pasillo, buscó la compañía de Becky, la que dado su caracter y las circunstancias, en las que su pareja se encontraba en situación límite, podían necesitar incluso más apoyo que él mismo.

Bak... Becky, ¿Te parece si vamos a la cantina y comemos algo? Podríamos hablar allí-Le sugirió en tono suave, posando una mano en el hombro y tratando de que no sonase tanto una citación a un interrogatorio si no más bien una invitación a una charla sentida entre dos amigos. En parte quería saber más a cerca de Yum. Era consciente de que a más información mayor dolor, pero necesitaba sentir aquella angustia para intentar curarla despues, si bien estaba convencido de que jamás iba a lograrlo.

Notas de juego

-En su tiempo en la Fuerza Espacial ha colaborado en cuerpo y alma con el resto de compañeros. Por ello le rogaría que lo tenga en cuenta a la hora de redactar la carta de destitución, Señor-

Si Einar supiese, se cortaría la lengua allí mismo xD

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13/03/2022, 13:00
Duncan "Duke" McCarthy

Duncan sonrió, apenas un amago cínico, lejos de las bromas que habían mantenido durante una semana con Dunne. La llegada de William había acabado con ello, mientras iba soltando puyas a diestro y siniestro, acusaciones, comportándose como si tuviera derecho a hacer cualquier cosa para salirse con la suya. Althais lo tildaba de traidor, él de asesina, y Duncan solo quería hacerse un ovillo y dejar que pasara el tiempo hasta que los asterianos le hicieran lo que tuviera planeado. Miró a la espía y se encogió de hombros antes de decirle

- Yo pensaba que no tenías límites Dunne, y que cuando los había los sorteabas... pero mucha confianza tienes en tus habilidades. - Amplió la sonrisa, por una algo más cálida - Soy escocés, las madres nos dan whisky para criarnos, así que no creo que una copa de vino me haga hablar.... Tal vez un buen escote..... - y le guiñó el ojo, pero la sonrisa se fue apagando poco a poco, hasta llegar al estado de tristeza melancólica al que se había sumido.

Después de la tempestad llega la calma, o tal vez Billy estaba realizando la técnica de poli bueno, poli malo, ocupando ambos papeles por turnos. Todo lo que había sido bilis, ahora era preocupación, empatía, pero a Duncan le resultaba falsa, solo un truco más para obtener información, otro truco de espías. Althais confesaba sus crímenes y Duncan le preguntó si era cierto. Bastó con verla bajar la mirada para saber que así había sido, aunque mostraba arrepentimiento, algo que no era propio de una asesina. Una promesa fue hecha, aunque inmediatamente se arrepintió, él quería dejarse ir, y ahora se hacía cargo de dos niñas a las que apenas conocía. No sabía si eran las palabras de Townhall, diciéndoles que todos eran una familia, tal vez fuera porque algo en él obraba en las sombras para ponerle un reto más, una batalla más, una excusa para no dejarse ir. Fuera como fuera la promesa fue hecha.

Las puertas se abrieron, Duncan reconoció superficialmente a Althais y pudo ver que estaba bajo los efectos de las drogas. Estaría bien, aunque seguramente vendría en algún momento el bajón de los que consumen. No podía hacer nada por ella, no sin equipo médico, pero estaba seguro que iba a estar bien. Se apartó y William y ella pusieron sus historias en común. Si ambos eran sinceros William no era un desertor y todo era parte de un plan para salvar a las hermanas Townhall, mientras que ella estaba siendo extorsionada por los asterianos tras haber sido engañada. Sus ideales habían sido aprovechados por los asterianos, aunque creía que sus ideales no tenían nada que ver, sino que había sido captada por ser una Townhall y poder desestabilizar domos desde dentro. Una vez que la tenían la habían usado para llegar a sus hermanas, tener más munición en caso de que ella fallara, y para extorsionarla si algo salía mal.

Duncan suspiró y negó con la cabeza. Los malditos asterianos habían roto una familia, y esa pobre niña, porque no era más que una niña había tenido que hacer lo necesario para mantener viva a su familia. No estaba bien, no la eximía de culpa, pero él habría hecho lo mismo, justo de la misma manera, obedecer lo justo para no tener problemas, mientras trataba de sabotearlos de otra manera. Duncan simplemente le dijo

- Los malditos asterianos llevan haciendo esto mucho tiempo, enfrentarnos los unos a los otros para que nos despedacemos entre nosotros. Tenemos diferencias, todos hemos cometido errores, pero lo que cuenta es lo que hagamos a partir de ahora.... reunir fuerzas contra el enemigo común.... somos humanos, y ellos nos quieren destruir. Hiciste lo que tenías que hacer para mantener viva a tu familia.... y aun así conseguiste mantener con vida a Milena... No diré de ti que eres un ángel, pero tampoco eres un monstruo...Cuando salgamos de aquí te ayudaremos, pero debes tenerlo claro, ellos son el enemigo....

Pero había otro problema, un cabo suelto, un tal Seok que Althais creía muerto pero no lo estaba. William pensaba que era de la Space Force pero parecía haber sido engañado, y ahora tenía una baliza de rescate y parecía que su objetivo sería hacer pagar a las Townhall. Billy parecía vencido. Duncan negó con la cabeza antes de decirle

- No tienes que culparte, vamos por detrás, ellos nos conocen, conocen como actuamos, nuestros códigos, y los usan en nuestra contra...A mi me engañó Teller, al igual que nos engañaron para hacernos creer que el asesinato de Noor estaba relacionado con tu juicio. Vamos pasos por detrás, pero con lo que sabemos podemos recuperar parte de esa distancia.... -miró a Dunne y le dijo - Espero que tus amigos sean buenos y ya hayan conseguido infiltrarse en los ordenadores de... - no sabía si estaban solos - en los ordenadores, si consiguen lo que hay allí habremos dado un salto en la lucha contra los asterianos

No sabía si los observaban, así que no podía hablar abiertamente de la lista de asterianos que recibían sus tratamientos genéticos. Tampoco había mucho tiempo, voces al otro lado del pasillo, tenían que actuar, y como su vida era la menos valiosa y su alma la más cargada de culpas se ofreció ir primero. No era buen combatiente, no era bueno en infiltración, pero sí que podría recibir con entereza un disparo para dar tiempo a sus compañeros a salvarse. A William no le gustó, aunque su plan inicial era revisar las habitaciones, pero como todos los chicos jóvenes solo se quedaban con lo último. Se quedó mirándolo y le apareció una sonrisa cínica en los labios. ¿Tratamiento? No esperaba ningún tratamiento, moriría, ¿Que más daba? Su lucha había acabado, no podía hacer más, había asegurado las muestras y las estaba trabajando una doctora de su confianza. El plan de William era entrar sigilosamente y hacerse con un arma, y después ya se vería. Grey lo apoyó, y sacó a relucir de pasada el asunto de la graduación. Estaba empezando a tener un problema con eso, veía a Dunne como una amiga, pero era su superior, y sabía que tenía que obedecer. Puso una mueca, se situó al final del grupo arrastrando los pies. Con voz cansada le dijo

- No puedo discernir una mierda, las muestras han volado... y mi lucha ha acabado, pero aun así puedo luchar algo más, al menos hasta que os saque de aquí.... Sargento.

Se quedó en silencio viéndoles hacer. Si eran heridos no tenía nada, no tenía vendas, no tenía antibióticos, solo podría taponar sus heridas y cogerle de la mano mientras se iban o se quedaban, dependiendo de sus plaquetas y de su deseo por vivir. Era médico, pero no hacía milagros, poco se podía hacer sin material, pero ellos creían en él, creía que les salvaría. Recordó una conversación con Lee Joe, una conversación en torno a la confianza que inspiraba tener un médico cerca, y nada dijo, habían veces que simplemente había que creer, y les dejó que creyeran.

La emboscada fue todo un éxito. William se deslizó a la sala y cogió al tipo por sorpresa. En cuanto entró William le amenazaba con la tortura, una tortura que tendría que infligir él. Era curioso como el niño le encomendaba el trabajo sucio para no ensuciarse las manos. En otras circunstancias le habría mandado a la mierda, le hubiera dicho que tuviera él los cojones de hacerlo, pero ahora solo le importaba sacarlos vivos, el resto le daba igual, el mismo William lo había dicho, él ya no era un médico a ojos del domo, solo un matasanos, un cura cuerpos...La sonrisa de frialdad de Billy al anunciar lo que se le podía venir encima al asteriano no encontró reflejo en Duncan, que se acercó al tipo y le empezó a hablar de forma muy calmada, desprovista casi de alma.

- ¿Nos lo contarás todo? ¿De verdad? No creo, no creo. Los asterianos sois especialistas en mentir, desde que os conozco lleváis liándonos a unos y a otros, y os debéis estar partiendo de la risa con los humanos.... - Miró a William y le dijo - ¿Me puedes prestar la pistola un momento? - El chico se la dio, aunque no parecía tenerlo claro. No le hizo caso y siguió hablando - Nos engañasteis, sembrando cizaña entre nosotros, matasteis a Noor solo para volar en pedazos la confianza dentro del domo, destruisteis el PEC 12, montasteis una revolución con humanos para que nos matásemos los unos con los otros, y dejasteis a esta niña sin padre... ¿Me dejo algo? - Amartilló la pistola - Mentirosos, jodidos e hijos de puta mentirosos, desgraciados que se paseaban por delante mía sin que supiera dar con ellos, alienígenas, delante de mi puta cara - El rictus de Duncan se empezaba a tornar serio y su voz acerada - Por mi culpa murió Noor, voló el PEC, por mi culpa, por no saber detectar a un puto extraterrestre delante de mi cara..... - sonrió con amargura, estaba haciendo lo mismo que Teller, el discurso del malvado - Pero puedo hacer mi parte. No confío en tus respuestas, pero el dolor es muy curioso, te hace hablar... ¿sabes? Una de las cosas más dolorosas es perder una parte de tu cuerpo, te duele aunque no esté, se llaman dolores fantasmas... Y creo que voy a empezar con el pulgar de la mano derecha... - Le puso la mano en la boca y le puso la pistola sobre la mano, encima del dedo, y entonces le dijo - Ahora retiraré la mano de tu boca y empezaré a preguntar, si gritas dispararé y te volaré las pelotas, si mientes perderás un dedo, si la respuesta no es lo suficientemente completa perderás otro dedo, y si me empiezas con la mierda de la superioridad asteriana perderás una mano..... - Le cayó una lágrima de rabia - Vosotros me habéis hecho así, solo necesito que me des una excusa para hacerte daño.... Yo prometí salvar vidas humanas, pero no lo eres... así que por favor, dame una excusa....Ah, y no sueñes con morir desangrado, el láser cauterizará tu herida y no tendrás ni eso....

Sin mirarle le dijo - William, exprime ese ordenador, necesitamos saber con quien hablaba y a quien iban a enviar esa pasta. Tal vez una donación al fondo de víctimas de los skullreps sea muy adecuado... sin pasta no podrán financiar revoluciones... Sargento... usted tiene el don de saber cuando alguien miente - no lo tenía, pero ya puestos a jugar había que jugar a lo grande - si lo hace, por favor, tenga la bondad de informarme...Empecemos por una fácil...¿Donde está Tessa Bintel y que habéis hecho con ella?

Y de ser necesario dispararía. Sentía tanta rabia, tanto dolor... estaba muerto, los asterianos habían matado su corazón, y solo quedaba la culpa. Se sentía que había defraudado la confianza del doce, la de Noor a la que había jurado proteger, a todos los fallecidos del PEC, y ni siquiera había conseguido averiguar los secretos de la sangre asteriana. Era un fraude, creía ser un buen médico, pero no lo era, solo era un fraude... un fraude en su última batalla.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Advertir

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 1 2 10

Total: 2 +10 = 12 Éxito

Notas de juego

Hago una tirada por si veo algo interesante en la sala a simple vista para "mis torturas", pero ya veo que como que no ^^'

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13/03/2022, 18:44
Daya Banerjee

Mitad del mes 4. Coltanium

Dios. Se definía como Dios. Ya estaba todo dicho. La capacidad egocéntrica de aquel hombre era desmedida y, para dejarles claro que realmente lo era en aquel reino de taifas en el que estaban, chasqueó los dedos y provocó que una muchacha apareciera para traerle una copa de vino y se arrodillara después a sus pies esperando órdenes.

Ver como aquella muchacha se doblegaba ante Reginal con total naturalidad, sumisa a sus deseos, escuchando a la vez cómo el hombre se refería a ella y al resto de mujeres que debía tener en su poder, generó tal rechazo en Daya que sintió que algo se rompía en su interior. Sí, tenía que ser un Dios para que nadie hubiera ya puesto fin a su vida.

Siguió a la muchacha con su vista hasta que abandonó la habitación con una pena inmensa y una desazón increíble. Se iba haciendo a la idea del lugar en el que estaba, de lo que podían valer allí sus vidas y eso ayudó a que se decidiera a evitar el destino que la propia Eugenie se había echado encima con su intento de ataque a Lord. Sabía que si la muchacha abandonaba aquella sala, ya no volverían a verla y Eylo sufriría por ello. Lo había visto temblar después de que su hermana hubiera recibido el disparo, la quería tanto que no resistiría el saber que ya no volvería a verla y que había sido lanzada a un foso para diversión de hombres como el que ahora tenían delante.

Pero detener a Lord y volcar la atención sobre ella, le dio información sobre ella misma, sobre su situación. Tal y como Faith había dicho, parecía que había hecho algún tipo de trato con Reginald que implicaba una semana de margen más para recibir el pago de Frank. Reservada, como se reservaba una compra en un gran centro comercial o una mesa en un restaurante. Libre de daño durante ese tiempo. Pero el trato no era completo ni la blindaba ante aquel tipo, pues no hacer daño físico no implicaba que no fuera sometida de otra forma, como así se lo hizo saber. Darle placer. Una forma educada para decir que la violación estaba al margen del trato firmado y era posible llevarla a cabo sin perder un solo numerario de su trato. Sintió un frio helador recorrer su cuerpo ante aquella certeza, dando un paso atrás casi sin proponérselo, alejándose más de aquel hombre aunque sabía que era imposible escapar de sus garras en aquel momento.

Una semana. Una semana de margen virtual para que ella sufriera el futuro que Lord quisiera finalmente. Aquel era el trato de una Dama Sombría que aún confiaba en que llegarían los millones de numerarios a su cuenta. Pero Daya había tenido mucho tiempo para pensar en la bodega de la Nightingale durante toda la travesía hasta Coltanium. Ver al capitán Kepborn en la sala de reuniones donde Faith los reunió para informarles de que llegaban a su destino y después, en la superficie del planeta y en el patio de aquella mansión, le había confirmado en parte sus suposiciones. Ella no quería reconocerlo completamente, pero la realidad se imponía con cada hora que pasaba y, por mucho que le doliera, tenía que ser consciente de su realidad. Esos millones de numerarios no iban a llegar a nunca. Ya había pasado el tiempo suficiente para que hubieran sido transferidos. ¿Por qué no había sucedido? Daya había dado miles de vueltas a aquella pregunta. Quizás no existían tales millones de numerarios, quizás las personas que debían hacer el traspaso se habían negado, quizás Frank ni tan siquiera lo había intentado. Y, ¿por qué entonces intentar que pareciera que la estaba sacando de allí a ella? Para blindarse él y que nadie lo tocase mientras la posibilidad del pago era real. Se había ahorrado el viaje en la bodega, el quedarse en manos de Reginald, era la gallina de los huevos de oro a la que había que cuidar y proteger. Quizás ahora él estaba con Faith como había hecho Donner, esperando la posibilidad de poder escaparse y perderse en la inmensidad del Universo. Todo eran suposiciones, pero se volvían cada vez más ciertas a ojos de la innumita. Aunque, recordar la frase que él dijo después de aquel momento de intimidad tan maravilloso que tuvieron la hacían dudar.

Pase lo que pase, recuerda que te quiero…

¿Cuándo mintió Frank? ¿Aquella noche o después de caer en manos de los piratas?

La voz de Eylo, cerca de ella, rompió su hilo de pensamiento y le hizo que prestara atención a sus palabras que hicieron que su mirada se oscureciera al escuchar el trato que le planteaba a Reginald. Negó cuando Lord le preguntó si ella misma estaba mintiendo acerca de la profesión de Eugenie, pero aquella negación era algo más para Daya. Eylo acababa de ofrecer un trato que aplicaba solo a salvar a su hermana de su futuro más inmediato y mantenerla cerca de él. Aquello le confirmaba algo que también había entendido con el pasar de los días, había perdido a Eylo por culpa del trato ofrecido por Frank a Faith. Suspiró profundamente. Quedaban Alvin y Lomber, tenía que intentar mantenerlos a salvo como fuera, tenía que intentar no fallarles si era cierto que los dos aún confiaban en ella.

Prestó atención a la llamada de Lord a Faith cuando esta le cogió la llamada y no perdió detalle de lo poco que él dejaba entrever de la conversación. Cuando la llamada terminó, Lord ordenó que se quedaran a solas con él y Daya vio como todos eran obligados a abandonar la sala menos Eylo, ella, Lord y uno de sus guardaespaldas. Lo que les planteó el hombre entonces hizo que Daya sonriera, irónica.

-¿Qué por qué no le dijimos que éramos de la Space Force?-hizo una pausa, como si fuera evidente la respuesta, siendo más que divertido que un Dios no lo supiera-Creo que no nos corresponde a nosotros darle esa información. Su amiga debería haberle informado de quienes éramos sus prisioneros… y de más cosas que, por lo que veo, ha omitido. ¿Qué le vamos a estafar? ¿Nosotros?-lo miró, sorprendida de que se mostrara tan prepotente y que estuviera siendo tan ingenuo a la misma vez-Creo que debería plantearse que su amiga ya se está encargando de hacerlo. Y bastante bien por lo que veo.

Cogió aire e intentó pensar, tranquilizarse. Se había propuesto cuidar de los suyos, pero no podía abrir demasiado el abanico, no tenía casi ninguna carta que jugar, por lo que no podría intentar nada por la gente de la Rust. Eylo si tenía esas cartas en su manga, él podría intentar mantenerlos seguros, pero ella no podía abarcar tanto, solo intentaría facilitarle a Eylo su parte. Pensó rápido y se lanzó. Solo tenía una carta pero esperaba jugarla bien. Porque ella sabía que iba de farol, solo esperaba poder disimular bien y que todo pareciera que era realmente como ella iba a contarlo.

-Faith no le ha contado algo importante por lo que veo… Antes ha dicho que no sabía cómo venderle a un capitán uno de sus soldados. Entiendo que su amiga le ha comentado que yo soy esa recluta, no soy aún soldado, y que le han dado una semana de margen para que el capitán pague lo que Faith pide por mí, la semana que estoy "reservada" por usted. Creo que es interesante que sepa que el capitán no está comprando a una recluta, está comprando a su mujer-dejó que Lord asimilara aquella información que, por lo que había captado de la conversación telefónica, desconocía-Así que entiendo que la venta se llevará a cabo sin problemas, él solo necesita tiempo para reunir la cantidad pedida. Pero no creo que pueda hacerlo en una semana, es demasiado poco tiempo.

Una vez lanzado el anzuelo, solo quedaba cubrir a los demás, aún a costa de ella misma.

-Faith ha pedido por mi varios millones de numerarios, ese es mi precio a pagar por él. Yo, en su caso, no sería tonto y no me alejaría de usted. No sé cuánto le ha pagado a su amiga por mí, pero sabiendo lo que sabe ahora, puede renegociar el precio con ella o… esperar. Si mi marido no consigue obtener esa cantidad de numerarios ahora, lo hará más tarde y, cuando lo haga, me buscará y pagará-dijo de forma contundente, como si supiera a pies juntillas que así pasaría aun cuando sabía que era más que improbable que sucediera. Pero llevaría un tiempo que Lord comprendiese aquello y, mientras tanto, lo mismo ella ya podría habérselo ganado de otra forma como para que considerase no eliminarla o deshacerse de ella. Ya pensaría en ello más adelante-Mientras tanto, ya le he comentado qué sé hacer. Pilotar la nave que ha visto no lo hace cualquiera, no soy enfermera titulada pero me han formado dos médicos importantes de la Space Force, me defiendo con la mécanica de naves como las Starliners, los Eagles y el soldado Lomber me estaba enseñando los entresijos de la Nightingale. Es uno de los últimos modelos de la Space Force, hay muy pocas como ellas en activo a día de hoy, por eso no la reconoció cuando la vio-Tomó aire, lo mantuvo en sus pulmones unos segundos antes de seguir hablando, en un intento de que no le temblara la voz-Antes lo ha dicho, tiene ganas de quedarse conmigo…-un pequeño gesto indicando lo evidente, aunque hacerlo le costó la misma vida. Se estaba entregando a él, y no solo por lo que sabía hacer sino cómo mujer que era-Hágalo. Le ofrezco todo lo que sé y soy con total confianza de que no haré nada en su contra, durante todo el tiempo que mi marido necesite para pagar, si mantiene a mi equipo también aquí con usted. Los soldados Eugenie y Lomber, los reclutas Zemmit y Yilmaz-lanzó una mirada a Eylo disculpándose por no incluir a su familia de la Rust, pero ella no podía responder por tantos porque, al fin y al cabo, estaba negociando con humo en su mayor parte. Ahora Eylo debería jugar sus cartas y jugarlas por ellos-Solo a usted y para usted, nada de terceros...-incidió para no verse lanzada a manos de nadie más del equipo de aquel desalmado ni a manos de ningún cliente potencial-Escuche lo que tiene que contarle Eylo, es de interés lo que él sabe y no solo para la Space Force. ¿A usted no le interesa estar libre del ataque de los skullreps por ejemplo? Seguro que conoce a mucha más gente que pagaría por esa seguridad lo que usted quisiera pedir.

Su idea era intentar que ellos cuatro permanecieran allí juntos, solo así podrían gestar algún tipo de golpe o escapar. Si se separaban, sería algo casi imposible de llevar a cabo de forma individual y, además, no tenían que olvidar a Lira. Si no había sufrido ningún contratiempo ya debería haber llegado a la Tierra. Si alguien la recuperaba y veía las grabaciones que incluía, si la Space Force quería montar una misión de rescate, todos juntos eran localizables, solo había que seguir el rastro de la nave y de Faith, localizar de alguna forma aquel rincón de Coltanium y liberarles. Juntos sí, desperdigados por el universo sería imposible. Ahora estaban a un solo salto de Faith pero, si Lord los vendía individualmente, las probabilidades de encontrarlos se reducían de forma exponencialmente considerable.

Miró largamente a aquel tipo que le provocaba nauseas pero que, en aquel momento, tenía la vida de todos ellos en sus manos. Sintió que no habría otro momento de convencerlo de que aquellas ideas eran mejores que las que Faith hubiera podido susurrarle como una víbora en la llamada. Así que tenía que jugar su farol a lo grande y ganar tiempo para todos. Por todos.

-Hablaré con ellos tres para que hablen con usted y colaboren en lo que necesite.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Persuasión

Dificultad: 0

Habilidad: 11

Tirada: 3 4 7

Total: 4 +11 = 15 Éxito

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14/03/2022, 20:24
William P. Thompson

Mitad del mes 4. Natgrew

William escuchaba todo lo que Althais tenía que decir. Escuchaba meditando y cavilando sobre todas las opciones. Estaba claro que Seok era el que había dado el aviso, aunque hay una cosa de la que no se percató. Cuando alguien miente, como bien había comprobado Thompson, debe basarse en verdades, sobre todo si quiere ser creído y más aún cuando hay que improvisar una mentira. Lo cual quería decir que tenía un nombre, un nombre que rastrear en Natgrew "Karleen Walsh". Ahora estaba claro que era una conocida cercana a los asterianos, muy posiblemente una de ellos. Al menos ya tenía un rastro, la voluntad y la decisión de actuar ya venían de base. Ante la pregunta sobre si se había infiltrado para ayudar a su familia, Billy se mostró confundido. Lo que no esperaba, era una muestra de algo parecido a agradecimiento y visiblemente turbado hizo un gesto con la mano restándole importancia. A fin de cuentas sus errores pesaban mucho más que su voluntad, al menos hasta ahora, algo que estaba dispuesto a corregir. 

Las palabras de Dunne, supusieron cierto alivio, aunque fuera leve. A fin de cuentas había sido un error suyo el que les había puesto en esa situación, por mucho que le hubiera servido para averiguar más de Althais. No sólo había dejado libre y vivo a un enemigo cruel y despiadado, si no que le había dado un recurso que era en extremo valioso. Al menos se pudo alegrar levemente por la sonrisa que mostró Althais al admitir que nunca había matado a nadie. Quizás hubiera posibilidad de redención para la joven Townhall. 

Llegó el momento de actuar, en una situación peligrosa, por suerte Grey optó primero por el plan de William, que bien era cierto les permitía una situación mucho más ventajosa. Gracias a las estrellas salió bien y consiguieron desarmar al asteriano. Dejó hacer a Duncan, mientras comprobaba todo lo que podía averiguar con el equipo tecnológico que allí había - Althais... por favor. Cubre el pasillo por si viniera alguien - Pidió, solícito a la joven. Intentaría, además de obtener directamente toda la información que allí hubiera, tratar de rastrear los contactos más recientes, a ser posible comprobar desde o hacia donde habían sido o incluso las identidades. Dentro de la información, todo era importante, desde distribución de la propia rebelión, depósitos logísticos y de armamento. Nombres, recursos... todo era importante. Y si había conexión haría una transferencia de datos (También por si estuvieran encriptados) a dos sitios seguros en la red. Uno suyo y otro de su padre. Por ahora sería mejor no mandar la información a nadie que pudiera ser susceptible de ser asteriano y una cosa tenía clara, su padre era imposible que lo fuera, asumió con una triste sonrisa. 

Esperó la respuesta del asteriano acerca de Tessa Bintel, aunque le resultaba sospechoso que no la hubieran encerrado con ellos. O sea, que o tenía información muy sensible o podía incluso ser una de ellos, aunque esto último parecía poco probable. Una vez que Duncan obtuvo la respuesta que buscaba le solicitó de vuelta el arma, además del hecho de que le había sorprendido la actitud del médico, por mucho que posiblemente todos los presentes quisieran llevar a termino las amenazas del escocés - Por favor Dr. Entiendo que ahora mismo todos estamos muy sensibles... Déjeme el arma por favor - insistió ante las protestas de McCarthy, al tiempo que le guiñaba un ojo, con una sonrisa cómplice fuera del alcance de la vista del asteriano y de cualquier superficie reflectante que le pudiera permitir observarlo. Una vez tomada la pistola, hizo una revisión rutinaria con rapidez y soltura, estaba claro que Thompson se desenvolvía ágil teniendo un arma en la mano y era algo que quería dejar claro a aquel tipo. En ese momento negó con la cabeza mientras hacía un chasquido característico - Como puedes ver, los ánimos están algo caldeados - Billy había tenido tiempo de calmarse un poco y trató de identificar la mejor manera de abordar la situación mientras recordaba y ponía en orden todo lo que sabía acerca de los asterianos. - Debo admitir... - Dijo claramente al carcelero convertido en reo mientras caminaba por la habitación inspeccionándola hasta tomar una silla que pondría dos metros en frente de aquel tipo - ...que los ánimos están bastante caldeados por aquí - Dijo poniendo un pequeño gesto de contrariedad. 

A continuación se sentó en la silla - Como ha podido comprobar, estamos en un momento de duda... Dudamos si dejarnos llevar por las emociones que claman a gritos por matar a todos los asterianos que nos encontremos infringiendo el máximo dolor o... - dejó ese "o" en el aire mientras muy despacio apoyaba el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda al tiempo que señalaba con la pistola, apoyada sobre el gemelo derecho hacía quien había sido su captor momentos antes - ...ponemos el cerebro a trabajar y buscamos respuestas que ayuden a resolver este conflicto - Volvió a poner los dos pies en el suelo y apoyó los codos sobre las rodillas mientras sujetaba el arma simulando cierta dejadez. El tiempo que había pasado trasteando con los aparatos le aportó la calma necesaria para realizar este interrogatorio aunque por dentro deseara acribillar a aquel tipo. - Estoy convencido que la guerra entre el pueblo de Áster y la Tierra no es lo mejor para ninguno. No voy a decir que no hayamos cometido errores, los humanos no estamos exentos de ello - afirmó mostrando convencimiento, pues desde luego era algo que no se podía discutir - Sin embargo, hay algo que creo que no habéis sido capaces de ver en nosotros... La mayoría somos capaces de darnos cuenta y de tratar de hacerlo mejor - cierta compasión se mostraba en el rostro de William, llegaba el momento de descolocar al interrogado - Comprendo la ira del General Harel Dionn. Lo que ocurrió con la princesa imperial no debió pasar - Eran muchas las cosas que buscaba al hacer estas afirmaciones. No sólo pretendía descolocar al interrogado, si no que asumiera que sabían mucho más de lo que en realidad sabían, debería sentirse inseguro para tener aún más miedo de decir cualquier mentira - Necesito que entiendas que hay una gran parte de la humanidad que pretende que esto no desemboque en algo peor. Hay una parte importante que aboga por la paz, porque hasta el más terrible de los errores, cometido por ignorancia no debería justificar tanto dolor y destrucción como el que ocurriría si nuestras especies, como pretende vuestro general, se enfrentasen. Ambos hemos perdido... mucho - Y Thompson dejó que parte de la pena y la tristeza que sentía por todas las vidas perdidas en el Pec le embargaran y fuera visible - Pero quiero pensar que no es tarde... para ninguno - Movió lateralmente la cabeza, como si buscara despejarse y alejar determinadas ideas de su cabeza. 

Con mucha calma, siguió hablando al asteriano - Te voy a hacer varias preguntas... si me mientes, lo sabré... si me engañas... - afirmó al tiempo que apretaba los labios en gesto contrito - ...te mataré, no todas las preguntas que te hago son una incógnita para mi. Si por el contrario, me dices la verdad, completa... no te haré ningún daño - Tomó aire al tiempo que observaba fijamente al hombre - ¿Cuántos sois en este complejo? ¿Dónde están las armas? ¿Con qué nombre es conocida entre los humanos la mujer con la que hablabas cuando hemos entrado? ¿Quién os pedía los numerarios, para qué, cual era su misión y donde está? - La primera pregunta, tenía por objetivo ser consciente de cuanto había que vigilar que pudiera aparecer alguien más. Entre cada pregunta dejaba el tiempo necesario para que le respondiera, mostrándose completamente impasible, cuando acababa de responder una pregunta Billy siempre le miraba interrogativo, como si esperara que dijera algo más por si se soltaba y contaba alguna cosa adicional - ¿Qué instalaciones tenéis en Natgrew y donde están? ¿Qué armamento tienen? ¿Cuántos rebeldes hay? - Iba dejando las preguntas más importantes para el final - ¿Dónde está ahora Eris Townhall? ¿Cómo os reconocéis? ¿Cómo os comunicáis en la distancia? - A continuación se volvió hacia el resto con gesto interrogante por si alguien tenía alguna pregunta más que realizar. En caso negativo, dejaría que los demás se encargaran de la situación como prefiriesen. 

- Tiradas (2)

Motivo: Tecnología

Dificultad: 0

Habilidad: 13

Tirada: 5 6 8

Total: 6 +13 = 19 Éxito

Motivo: Percepción en la sala

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 1 5 9

Total: 5 +10 = 15 Éxito

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16/03/2022, 05:30
Eylo Yilmaz

Mitad del mes 4. Coltanium

Eylo no se amilanó ante la amenaza del esclavista. Fuera por orgullo, tozudez o dignidad, o puede que una mezcla de todo ello, no le daría el placer de verse superado. Ninguno debería. Pero fue cuando éste reaccionó con alarma al descubrir que Eugene era una Soldado Espacial, que se permitió un primer gesto de incredulidad y, luego, cierta sonrisa ácida.

Parece que a Dios se la han jugado —espetó con sarcasmo mientras escuchaba con atención lo que se iba sucediendo.

No le pasó por alto lo que dijo. Algunos de sus clientes eran militares, eso a Eylo le renovó la caldera de rabia. ¿Era cierto? ¿Militares implicados en todo eso? ¿Incluso comprando esclavos? Eylo apretó los labios, sintiéndose herido y traicionado por esta revelación, pero tomando buena nota para el hipotético futuro.

Mientras veía el acontecer de los hechos, volvió a concentrarse en el cristal que colgaba del cuello, apelando a cualquier impulso o sensación que pudiera usar a su favor en esas circunstancias. Blindado a esas emociones, obvió el triste espectáculo que ofrecía el tipo con la desgraciada que decía "cuidar bien". Eylo expuso posibilidades al esclavista, no estaba dispuesto a dejar que Eugene corriera esa suerte, y esto provocó una primera reacción por parte del tipo.

Ríete lo que quieras, pero quien perderá serás tú —aseveró cuando el esclavista puso en duda su relato —. Y son animales. Pero a los animales se les puede repeler. ¿De verdad no eres capaz de ver el valor de lo que te estoy contando? Yo no soy el hombre de negocios..

Al final les dejó a solas con él, como si el hecho de hacerlo de ese modo les fuera a dar algún as en la manga sorprendente. El eridiano estaba empezando a cansarse de todo eso, si su futuro pasaba por la esclavitud, antes haría que lo mataran. Eso lo tenía muy claro. ¿Convencerle de qué? ¿De algo que él no se creía? ¿Qué tenían si se lo habían quitado todo? ¿Si no se reía de la información que le estaba dando?

Daya expuso términos, promesas y posibilidades, nada distinto de lo que él podía proponer. Eylo se mantuvo impertérrito, paciente, mirándole sin disimular su desprecio. No aceptó nada de lo que ofreció, lo más probable es que termita vomitando por las náuseas que aun sentía por la gravedad del nuevo planeta.

¿Qué tienes que hacer? —soltó con acidez —. Hablas como si tuviéramos algo que ofrecerte. Como si no pretendieras sacarlo tanto sí como no. No tengo nada que ofrecerte, esclavista. Salvo hechos. Y los hechos es que la niñata que te la ha jugado no tiene todas las cartas. ¿Crees que nos dejamos atrapar sin más? ¿Que no tomamos medidas? —miró de soslayo a Daya, un gesto calculado, como si con ello pretendiera reforzar lo que ya era verdad —. Antes de ser capturados avisamos a la Space Force. Están enterados de todo lo sucedido. Tienen toda la información que recopilamos. Y créeme. Soy muy bueno recopilando información, datos, telemetría, huellas energéticas y señales.. los días de anonimato de la Dama Sombría se acaban, y con ella.. todos los que hayan tenido tratos con ella —se encogió de hombros —. Esa niñata te la ha jugado consciente e inconscientemente. Porque se llevó información sensible de un PEC, y la Space Force no va a dejar que información clasificada caiga en manos de cualquiera. Lo entiendes, ¿verdad? Si de verdad quieres sacar tajada de esto, será mejor que empieces a hacer méritos para no quedar como el esclavista que eres y sí un.. ¿cómo se dice? Oh.. sí.. respetable hombre de negocios.

Hizo una pausa, respiró hondo mientras se mantenía en aquel rictus helado y cortante.

Yo no he de convencerte de nada. Te he dicho lo que hay, lo que sé, y de lo que soy capaz —sentenció —. Si quieres seguir aparentando tenerlo todo bajo control, adelante. Es cosa tuya. Pero el hecho es que no lo tienes, para nada. Ahora mismo depende de ti si quieres que vengan a por ti como posible contacto para eliminar a una enemiga de la Comandancia o un colaborador de ésta que ha mercadeado con las vidas de la gente que muere cada día para proteger tu patética forma de vida.

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16/03/2022, 09:08
Lord Reginald Success

Mitad del mes 4. Coltanium

Dios. Lord Reginald Success se definía como un ser todopoderoso de cuyas acciones dependía la vida de los demás. Era un hombre egocéntrico que sólo se preocupaba por sí mismo, así que el hecho de que Eylo no se amilanase ante la actitud del esclavista pudo haber sido el primero de sus errores, pero seguro que no el más grave.

Yilmaz parecía que no se daba cuenta de dónde se encontraba, actuando de manera burlesca frente a alguien que tenía poder sobre él o al menos, sobre su vida. Ya fuera por orgullo, tozudez o dignidad, tenía claro que era mejor morir que vivir arrodillado, y si no pensaba aquello, entonces es que sus acciones determinaban necedad. Había veces que era sabio agachar la cabeza, no provocar el estallido de alguien con poca paciencia.

La frase sarcástica de "parece que a Dios se la han jugado" hizo que la mirada de Lord se estrechase y volviera más cruel, mirando a Eylo con desprecio - Dijo el esclavo al amo - Le respondió con el mismo sarcasmo y con una burla que se extendió a su guardia armado, el cual comenzó a reír por lo bajo.

Hubo otra frase poco asertiva, la de "ríete lo que quieras, pero quien perderá serás tú", que tendría una rápida contra respuesta - Yo no pierdo. Tan solo puedo tener un día complicado... - Forzó una sonrisa, para posteriormente elevar una ceja, sorprendido por las contestaciones tan sumamente extremas de su cautivo, el cual debía negociar por su vida, pero no parecía dispuesto a ello - No eres hombre de negocios, pues quizás deberías aprender a serlo. Te juegas mucho. No parece que te des cuenta de ello - Una clara advertencia, momento en que Banerjee tomó la palabra, posiblemente para suavizar la situación.

La bonita piloto explicó bastantes cosas sobre ellos, como que no eran soldados de la Space Force, pero sí reclutas. Remarcaba Banerjee que aquella información debiera habérselo explicado Faith Delay, la pirata espacial que les había llevado a ese planeta, intentando crear malestar entre ambos enemigos, quizás alguna manera indirecta de que se destruyeran.

- Con Dama Sombría tendré unas interesantes palabras, en su momento... - Indicó Lord mirando con seriedad y fijeza a Daya. Su enfado parecía incrementarse con cada palabra de los cadetes, especialmente con Eylo, pues no parecía gustarle que le plantaran cara. Estaba bien acostumbrado a someter a sus prisioneros, así que no entendía el motivo por el que Yilmaz actuase de forma tan suicida. Era como si no le importase su destino o peor, el de los demás

- Bien bonita, así que el capitán quiere recuperarte como esposa. ¿Qué precio puso a tu cabeza? - Le preguntó con curiosidad - Nunca he comprendido porqué un marido quiere recuperar a su mujer, dan tanto dolor de cabeza... - Calada a su cigarrillo - En cualquier caso, pareces ser una fuente de ingresos fiable... - Estaba tasando a la mujer - Quizás cuatrocientos mil numerarios iría bien como precio inicial, quinientos mil si hay suerte... - Hizo una estimación sobre el precio de Daya en el mercado, nada que ver con la promesa de Kepborn a Delay - Sabes pilotar, de enfermería, de mecánica y eres guapa. Está claro de que si desea recuperarte es porque además, sabes lo que tienes que hacer debajo de las sábanas... - Era un comentario machista, desafortunado, asqueroso y vil, una frase que subrayaba el temperamento de Lord - Lo comprobaremos en su momento, total, no creo que pierdas ni un ápice de tu valor aún catándote... - Y es que para él no había límite en la decencia. Podía vender un producto ya "utilizado" aunque eso le costase rebajar algo su precio final. Al fin y al cabo podía permitírselo, Daya había sido catalogada con un alto precio para ser esclava. Algunas no pasaban de diez mil nnumerarios.

Parecía ser que la mentira de Banerjee comenzaba a resultarle interesante a Lord, hasta el punto que estuvo mesándose la barbilla, en pose pensativo. Si cada uno de esos reclutas y soldados marcaba un buen precio, podía lucrarse sustancialmente a costa de aquella particular compra.

- ¿Cuánto podría pagar tu esposo por el paquete espacial? - Preguntó con curiosidad, interesado de que no existiera intermediarios para compartir la recompensa por cada cabeza de lo que él entendía, era ganado.

Daya animó a Lord a que escuchase a Eylo, pues era muy útil a nivel de conocimientos. La piloto había dispuesto todo para salvar a sus compañeros militares de su destino de esclavos. Ahora le tocaba al anterior líder del Domo hacer lo propio con su familia de la Rust. Irónicamente, a Lord poco parecía importarle los ataques de Skullreps - En esta zona del planeta no suelen estar. No me interesa dónde estén jodiendo esas criaturas - Dijo el tipo denotando su egoísmo natural - Se verá lo de hablar con sus compañeros, antes quiero saber lo que Yilmaz tiene que decir

Curioso era que Eylo tuviese el poder de persuadir o buscar una posible salida para sobrevivir, pero no parecía querer hacerlo, indicando que no tenía nada que ofrecer al esclavista. Alguien como Lord se lucraba y buscaba posibilidades, la indicación de Yilmaz diciendo que no tenía nada que ofrecerle, lo único que determinaba a ojos del cruel Lord era que Daya era quizás la única persona realmente útil del grupo. Al menos en aquel instante

- No tienes nada que ofrecer. Vaya, que estoy perdiendo el tiempo contigo - Esa afirmación se subrayaba cuando Yilmaz, se jactó de que Faith se la había jugado. ¿Se burlaba de él? ¿Justo en ese preciso instante? Las acciones del eridiano eran bastante suicidas - No eres muy inteligente por lo que veo, te ríes de mí cuando no estás en posición de poder. Tampoco se te intuye demasiado fuerte. ¿Vales realmente para algo?...

Las informaciones que Eylo dio eran preocupantes para el esclavista. Por lo visto, la Space Force estaba al tanto del secuestro de aquellos reclutas y, si el rastro llevaba al ejército a sus puertas, tendría un inconveniente de dimensiones desorbitadas que lidiar. Success se puso mucho más serio que antes, si cabía, y es que aquello no le gustaba nada.

- No sé cómo de bueno eres recopilando datos. Si es igual a comprender cuando estás en peligro, no tengo la menor duda de que eres más bien mediocre - Y es que tanta chulería con alguien como Lord, no era algo realmente saludable

- Bien, gracias por el dato, analicemos... Dama Sombría os ha secuestrado y traído hasta aquí, por lo tanto es ella quien tiene un problema bastante grande. A no ser que la cojan y ella me señale como vuestro comprador... Esto tiene una fácil solución... - Sonrió abiertamente antes de sacar un comunicador - Solicito seis guardias - Y a continuación narraría su grandioso plan - No se puede buscar lo que no existe - Cuando llegaron los refuerzos explicó - Nos toca evacuar la zona. Tú y tú llevad a los esclavos debidamente atados hasta la nave de transporte. Vosotros dos os encargaréis de preparar este lugar para que arda, y que no quede ni un solo rastro de ADN en cinco kilómetros alrededor. Nos mudamos a Casiopea, mi nuevo domicilio. Todo esto es tan fácil como cambiar de identidad, de números de contacto y actualizar la red de espías de los tugurios... - Parecía que no era la primera vez que debía evacuar por problemas con la ley y tenía todo completamente medido - Tenemos que sacar a esta basura espacial de aquí cuanto antes, así como al resto de los esclavos - Determinó - Le daremos salida rápida a toda la mercancía.

Estaba claro que Lord era un hombre de negocios, pero no alguien tan idiota como para entregar a los reclutas a la Space Force, puesto que eso era sinónimo de entregarse y aceptar que era un esclavista - Buen intento. Pactar con la Comandancia, para que los piratas espaciales sean atrapados, es una manera sutil de provocar que yo mismo caiga en mi propia trampa, pues se me reconocería como mercader de esclavos. Algo que me llevaría derechito a prisión. No tengo interés en perder mi estilo de vida ni negocio. Aunque gracias por la sugerencia.

Lo que Lord ya no estaba más dispuesto a soportar eran más insultos y provocaciones por parte de Eylo Yilmaz. A alguien que le gustara que le adulasen, el sarcasmo continuado y las burlas repetitivas era algo que bien no iba a tolerar más. Así que cuando el eridiano hizo referencia a "la patética forma de vida" de Lord, le tocó completamente en su orgullo, por lo que sacó del interior de su chaqueta un arma extraña, parecía antigua, quizás tuneada.

El caso es que disparó en la cabeza de Eylo Yilmaz poniendo fin a su existencia.

- ¿Patética forma de vida?... Le dijo el cadáver al vivo - Tras este hecho sopló su revólver y lo mantuvo en la mano - Poned el cadáver en cal viva antes de quemarlo junto con todo el edificio. Si alguno de los esclavos da problemas, pegadle un tiro. Debemos irnos de aquí con rapidez. En una hora quiero ver la cortina de humo saliendo de la Casa del Ilota - Miró a Daya antes de añadir - Bonita, no me des problemas si no quieres que te reviente...

Y así fue cómo finalizaba la vida del recluta Yilmaz, mientras su cuerpo tirado en el suelo se desangraba, manchando la alfombra de la estancia. El cristal que pendía del cuello no hizo señal alguna al menos en apariencia.

Daya fue arrastrada hasta la sala donde estaba el resto de los reclutas, fue atada y trasladada a la bodega de una nave de transporte antigua, que hacía un ruido muy raro en su despegue. Había presenciado la muerte de su mejor amigo, su hermano. Una visión que nunca podría olvidar.

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16/03/2022, 17:52
Ambientación

Nada extraño parecía suceder en aquel salón de Coltanium donde el cuerpo de Yilmaz tocó el suelo. Sin embargo, en la mente de Eylo se visualizaba una imagen clara, como un haz de luz que surgía del cielo, cálida, envolvente. Si no se equivocaba, del mismo Eidolon que reclamaba su vuelta.

Sintió que alguien le cogía la mano, era cálida, suave. Si giraba el rostro vería el bonito perfil de Grey que no se atrevía a mirarle de frente, mientras una lágrima caía, pesarosa, por su mejilla. Le acababa de perder y lo sabía.

No, no puede ser. No puedes irte....

No hacía falta palabras. La conexión mística existía entre ellos lo decía todo, así como el profundo amor que a ambos conectaba. Las cenizas de los padres de Eylo en el cuello de ella. El cristal psiónico comunicador que Dunne obtuvo una vez en Eidolon cuando estuvo buscando a su mejor amigo, el desaparecido hermano de Kalina Radoslawa.

Aquel artefacto la había encontrado a ella y no al revés. Eso entendió Grey cuando, en ocasiones, resolvía muchas de sus dudas e inquietudes, pero jamás averiguó exactamente cómo funcionaba, eso era algo que creía, Yilmaz solucionaría. Ahora eso sí. Sabía que dándoselo, estaría siempre mucho más cerca de él, como dos almas perdidas en todo el universo que terminaban atrayéndose por gravedad.

Apareció el rostro de una joven que le miraba con auténtica ternura, como si alguna vez hubieran compartido un nexo de fuerte unión. Vestía de blanco y desprendía luz, más habló, de forma dulce y suave.

- Ellos te están esperando. Tus padres, ¿puedes verles? - Fue casi un susurro - Lo siento Eylo. Ojalá hubieras llegado a mí. Mi raza no es tan mala, aunque haya causado tanto dolor a la tuya... Me hubiera gustado que juntos, provocáramos el cambio... Dime un nombre, alguien en quien confiar. Por si viene. Por si me encuentra. Estaré en el lugar que los dos conocemos

Y tras un último suspiro. Vendría el final

Notas de juego

Siento mucho que este sea tu final, pero es lo razonable cuando insultas de manera constante a alguien que tiene mucho ego, aunque comprendo que tu personaje no es de los que se muerden la lengua.

Tienes un último post de despedida si quieres hacerlo, ya sea respondiendo a lo anterior o a la situación mística planteada.

Espero de corazón que hayas disfrutado la partida ^^

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16/03/2022, 18:38
Director

Mes 5. SF121 Airways Commander

El piloto Andersen fue informado sobre la nave que dirigiría en aquella misión. El modelo era una SF121, que respondía al nombre de Airways Commander. Era un vehículo ligero, de combate, lo suficientemente silencioso como para poder pasar desapercibido en vuelo atmosférico a una distancia de 5 kilómetros. Por lo estudiado, Einar podía asegurar de que les habían facilitado una buena astronave, ágil de movimientos y bastante resistente.

Era un lugar que contaba con tres camarotes; el del capitán un lugar privado donde el alto mando descansaría; el del piloto y copiloto, ubicado en el sitio más tranquilo de la nave y cerca de cabina; y el del resto de la tripulación, una estancia grande, compartida y donde no había intimidad entre las literas. Estaba claro que era un sitio donde se intentaba ahorrar el máximo espacio pero, aún así, había unos aseos amplios, un comedor, una sala de esparcimiento, un gimnasio con máquinas de musculación, un almacén que servía de armería y un pequeño observatorio. Era un micromundo si se comparaba con un PEC, pero suficientemente grande y cómodo como para preferirlo antes que un Domo.

En el hangar de la Comandancia estaban los tenientes Lionel West y Louise Brighter, así como el cabo Malbone y una muy desubicada Becky Baker. El día anterior ambos cadetes estuvieron en la cantina almorzando aunque los temas de conversación fueron superficiales, ya habían tenido muchas emociones por ese día, quizás mejor dejar la charla profunda sobre Yum Ziam para otro momento.

Lo primero que hizo West al día siguiente fue acercarse a Einar y depositar sobre la palma de su mano las placas de la fallecida recluta Ziam, no sin antes dedicarle unas amables palabras

- Su amiga tuvo suerte de contar con usted. Ella nunca morirá gracias a su memoria... - El tono solemne denotaba respeto y no era para menos, Lionel deseaba amigos así, que se aferrasen a cualquier esencia suya a pesar de las circunstancias - Haga que Yum Ziam estuviera orgullosa de usted, recluta... - Le animó antes de señalar al resto del equipo de que entrasen en la nave.

Y allí comenzó esta parte de la historia. Inicialmente salieron de la Tierra Einar, los mandos nombrados y su compañera Becky en la nave, para después dirigirse a Protect donde recogerían a varias personas más, todas del domo 15 y de todos ellos, una sola persona conocida, Sue McHillgraw

- ¡Qué alegría verte, Einar! - La joven pelirroja se coló en la cabina, para dar un apretado abrazo a su compañero. Estaba claro de que la distancia entre los antiguos constituyentes del Domo había provocado que se gestara entre ellos algún tipo de cariño especial - ¿Qué ha sido de ti? A mí me mandaron al Domo 15, necesitaban a alguien bueno con las armas para instruir a los compañeros. Son buena gente. Si quieres ven conmigo y te los presento a todos... - Pero aquello no iba a ser posible. West reunió al escuadrón de trabajo en el comedor de la nave, el sitio que se utilizaría para reuniones generales.

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17/03/2022, 12:01
Teniente Lionel West

Mes 5. SF121 Airways Commander. Comedor

El teniente reunió al escuadrón en el comedor de la nave, un sitio donde había una mesa alargada a la derecha con capacidad para diez personas y cuatro mesas que podía albergar parejas, acomodados a lo largo de un cómodo sillón. Había un gran ventanal desde el que se podía observar el espacio, aunque en aquella ocasión, sólo podía visualizarse el polvo rojizo de Protect, el planeta de formación militar.

- Bienvenidos sean todos al interior de la Airways Commander - Comenzó a decir el teniente, rompiendo el silencio que les embargaba - Soy el teniente Lionel West, mi segunda al mando es la teniente Louise Brighter, él es el cabo Malbone y ella la cabo Swallow... - Dijo señalando a una mujer con los cabellos levemente rojizos y de bonito rostro. Alguien de apariencia tranquila.

- Bien, les pondré en antecedentes. Llegó a la Comandancia un dron con información de que una nuestras naves de salvamento, la Florence Nightingale con toda su tripulación, ha caído en manos de piratas espaciales. Los secuestradores responden a los nombres de Faith Delay y Gregory Allam Workensen... - Tomó aire antes de continuar su explicación - La zona donde se produjo el secuestro fue en el lugar donde el PEC 12 fue destruido y sitio donde se supone, perdemos la pista a los piratas espaciales, así como a los compañeros perdidos... - Indicó el teniente elevando un poco más la voz - Este escuadrón ha sido convocado con un único objetivo. Recuperar a las personas secuestradas. Sus nombres son Frank Kepborn, Daya Banerjee, Eylo Yilmaz, Eugene Brezos, Matthew Lomber, Donner Trump y Alvin Zemit. Nuestra prioridad son ellos. Aunque bien es cierto que recuperar la nave robada sería ya una proeza digna de mencionar, así como detener a los piratas espaciales. No obstante, es mejor ser prudente y optar a recuperar a las personas que los objetos materiales. Lo demás se andará en próximas misiones... - Explicó con rotundidad.

- Es importante que durante los próximos días que dure el viaje, se dediquen ustedes a conocerse. El piloto es Einar Andersen, aunque podrán sustituirle en vuelo la cabo Swallow o la recluta Emem - Señaló a la joven que tenía el pelo muy rizado, la cual se levantó para que se supiese que hablaba de ella - Necesitamos que piensen un nombre para el escuadrón, es algo que entre todos debe votarse... Respecto a cómo debemos actuar. No lo tenemos claro. Sabemos que Delay y Workensen atacaron a los soldados espaciales, pero no tenemos idea alguna de dónde los llevaron. Admitimos ideas y sugerencias. A partir de aquí nos pondremos a investigar... - 

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17/03/2022, 16:04
Sargento Dunne Grey

Mitad del mes 4. Natgrew

La relajación de Duncan aquellos días había sido muy notable para Grey, pero fue ver aparecer a Thompson cuando el doctor comenzó a relajar aquel buen ambiente distendido, pues estaba claro que de alguna forma, no terminaba de encajar con el muchacho. Sin embargo, la conexión con la sargento había subido como la espuma, hasta el punto de hablarse con total claridad.

- Claro que tengo límites, Duncan... - Expresó con una sonrisa abierta y que McCarthy podía reconocer como sincera - Busco siempre la mejor forma de llegar hasta mis objetivos, pero tengo límites morales sobre los cuáles nunca paso. Por ejemplo, si hubiera un mando desalmado que me pidiera matar a un niño, yo eso jamás lo haría. Podría hacer desaparecer a la criatura mandándole a otra región, cambiándole el nombre, buscando una familia para él, pero no sesgaría su vida. Y luego buscaría la forma de hacer que ese mando cayese por su propio peso del escalafón, que pagase sus culpas. Sé diferenciar lo que está bien de lo que está mal y, a veces, el sistema no defiende al débil, es en esos lugares donde yo me hago fuerte, porque busco la manera menos catastrófica de hacer algo éticamente correcto... - Creía en sus palabras, pues al fin y al cabo, pasaba buena parte de su vida con máscara puesta - Y sobre el tema de las parejas... Es fácil, amigo. Nunca hagas lo que no quieres que te hagan - Le guiñó el ojo divertida - ¿Confianza en mis habilidades? No tanta, Duncan, pero conforme más lo digo más me lo creo y menos miedo siento... - Y ahí radicaba la verdadera fuerza de Dunne, hacer creer a los demás que era más de lo que realmente era, pues estaba llena de limitaciones.

La idea de que un buen escote le haría hablar provocó que Grey riese y se acercase al doctor con diversión - No te preocupes, le diré a William que te enseñe el pecho para que me cuentes tus más oscuros secretos... Provocador, ¿verdad? - Indicaba manteniendo esa tranquilidad hasta el momento en el que decidieron salir de la sala para buscar una salida.

Notas de juego

Fin de escena para ponernos al día con el interrogatorio

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17/03/2022, 16:22
William P. Thompson
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Persuasión

Dificultad: 0

Habilidad: 11

Tirada: 3 9 10

Total: 9 +11 = 20 Éxito

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17/03/2022, 17:57
Althais Townhall

Mitad del mes 4. Natgrew

William había escuchado las palabras de Althais con respetuoso silencio y, tras haber sabido por medio de Thompson que sus hermanas estaban vivas por él, no pudo evitar darle las gracias, un gesto que Billy dejó pasar con un movimiento despreocupado de su mano. Duncan decidió decir unas palabras que simplificaban todo lo que sucedía desde el punto de vista humano. Los asterianos llevaban tiempo enfrentando a unos con otros, creando malestar y caos social.

- Ellos son el enemigo... - Repitió Althais, con firme convicción en sus palabras. No era para menos. La coacción sufrida durante tanto tiempo, pensando de que iba a perder a sus hermanas, había supuesto unas acciones crueles que atentaban incluso sobre su propia base moral - No soy un ángel porque he hecho muchas cosas malas, pero hay cosas que quiero cambiar para mejor, y estoy conforme con que la ley me sea aplicada en su justo momento.

Parte de la historia de la mayor de las Townhall hacía referencia a Seok, un asteriano que había engañado a Thompson, buscando la manera de sobrevivir, haciendo que su estado de ánimo decayera, encontrando en ese instante el apoyo de los compañeros reclutas que allí se encontraban, siendo el primero en darle algo de aliento, el propio Duncan.

- Comprendo que no conociendo a Seok, haya podido engañarte. Es muy hábil manipulando a las personas... - Dijo Althais comprensiva, tocando el antebrazo de William, empatizando con su estado de ánimo - Pero ya hemos logrado salir de su prisión, es un paso. Debemos guardar distancia con ellos y elaborar un buen plan para vencerles...

La joven Townhall, una recluta de diecinueve años, mostró que podía ser luchadora como su padre, al menos ahora que se veía libre del cargo de asesinato

Notas de juego

Fin de escena para ponernos al día con el interrogatorio

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17/03/2022, 17:58
Ambientación

Mitad del mes 4. Natgrew

Habían salido de su prisión y comenzado a caminar, hasta que escucharon a un par de voces que partían de una de las salas. En aquel instante la prioridad era entrar en la estancia y reducir a las personas que allí se encontrasen, para ello lo ideal era mantener a salvo al médico que les acompañaba, por múltiples motivos, los cuáles serían expuestos por Grey.

- Tu lucha no acaba de hacer más que comenzar McCarthy. Eres médico, tu obligación es mantenernos con vida, por eso no debes ir el primero. Si me pegan un tiro, tienes que evitar que Billy me extraiga la bala o estoy jodida... - Lo dijo en tono jocoso, pero bien cierto era que si Duncan se precipitaba arriesgando su vida, estaría poniendo en peligro a todos los congregados - Tú procura que yo salga viva de aquí y nos llevaremos bien, hasta puede que te ayude con unas soldados guapas que conozco... - Siempre con Dunne había promesas de por medio.

La entrada en la sala salió excepcionalmente bien. Thompson era más sigiloso que un gato y, el joven, se había acercado lo suficiente al enemigo como para coger su arma y apuntarle, mientras Grey se aproximaba a la pareja y simulaba tener una pistola bajo su ropa. Así era ella, más imagen que las posibilidades reales de las que disponía. Todos quedaron mirando al joven carcelero, casi asemejaba ser un niño.

William tomó la palabra y amenazó al desconocido con el doctor, asegurando que podía ser torturado. McCarthy, poniendo una voz calmada y fría comenzó a jugar con el supuesto asteriano, un joven que parecía estar muy asustado con su destino, pidiendo piedad a sus captores.

El muchacho comenzó a temblar cuando Duncan pidió el arma a Billy, soltando un montón de palabras que el extraño, no era capaz de comprender - ¿Noor? Yo no sé quien es ella. No la conozco, de verdad que no... - Balbuceó nervioso - Yo no estaba encargado del PEC 12, eso no es cosa mía... Yo no sé nada de eso... - Temblaba, por lo visto preservar la vida era algo que parecía importarle - ¿Una niña sin padre? ¿Yo?...No, yo no... Yo solo tengo que cuidar las celdas y que los prisioneros tengan comida y agua... - Dijo con poca convicción.

Hubo una ola de insultos que el muchacho no respondió, y una serie de acusaciones hacia el asteriano que a continuación, se volvieron contra el mismo doctor, provocando que Grey le mirase desconcertada, comprendiendo más que nunca a su compañero. Se culpaba, y todo el dolor que llevaba dentro no le permitía avanzar.

- ¿Dolores fantasmas?...¡No! ¡No, por favor!... Yo no valgo para esto, ya se lo dije a mis superiores... - Estaba aterrado, como si toda la misión le quedase realmente grande - Os lo ruego, no me hagáis daño... - Los comentarios del joven eran tan penosos que Billy hizo bien en pedirle a Althais que saliera fuera para vigilar el pasillo. Posiblemente no con la intención de que la joven se despejara, sino para evitar que llegasen más enemigos. Ahora eso sí, Townhall estaba pálida, la escena que acontecía, le desagradaba.

Duncan puso la pistola sobre la mano del enemigo, poniéndole en una situación límite, mentir no era una opción, bien lo había comprendido - Lo contaré todo... Absolutamente todo... - Declaró, por lo visto estaba muy arraigado a la vida - Tessa Bintel, la cyborg está en una sala apartada de vosotros, encerrada... Yo, yo solo soy el carcelero... Le han puesto un collar para inhibir determinadas funciones, pero yo no soy técnico, sólo debía hacer que no murieseis, mientras vienen a por vosotros... - Grey escuchó atentamente aquellas palabras y, tras considerar de que parecían auténticas a su parecer, le comunicó a su compañero de que parecía ser sincero.

Mientras por un lado McCarthy intentaba sacar más información al joven, William se hizo con el ordenador y obtuvo algunas informaciones útiles sobre los últimos contactos que habían conectado con el dispositivo electrónico. La última persona con la que había hablado era Arinna, o al menos ese era su nombre en clave, aparecía también el nombre de Gea y el de Shadow. No era posible obtener enlaces de contacto, pues usaba una aplicación que borraba la huella digital, tan sólo había un registro de nombres y éstos aparecían escritos en el historial.

El joven encontró además un inventario de armas, así como nombres de rebeldes unidos a la causa, que sumaban a simple vista, un centenar de almas. Y tres ubicaciones específicas del planeta con claras descripciones de las mismas. O bien eran bases rebeldes, o por el contrario, objetivos a invadir y alterar. Todos aquellos datos pudieron ser mandados de manera encriptada a dos sitios, a una nube personal y otra para que su padre pudiera gestionar aquellas información en caso de que a él le pasase algo.

Cuando el joven Thompson pidió el arma de vuelta, demostró su habilidad con las manos, moviendo el objeto con presteza, quizás para dejar claro de que a pesar de su edad, sabía bien como manejar aquello. Comenzó su diálogo, indicando al reo que bien podían actuar de dos maneras distintas, ya fuese dejándose llevar por el dolor, matando a todo asteriano que se le pusiera por delante, o buscando la vía del diálogo.

- Yo no quiero morir... Podríamos hablar... Llegar a acuerdos... - Dijo el rehén, buscando opciones de diálogo - Yo... Yo... Comprendo que estéis enfadados...

Y claro que podía comprenderlo. El joven quedó completamente descolocado cuando Billy mencionó al General Harel Dionn. Abrió la boca y la cerró consecutivamente, como si no esperase nada de aquello.

- No, lo de la princesa no debió suceder... - Reconoció el hombre mirando al suelo - Pero no veo muchas vías alternativas para la paz. Lo de su alteza sólo fue uno de los conflictos, vuestro ejército ha hecho mucho daño a los nuestros. Hubo naves que fueron capturadas y sus ocupantes, todos muertos. El enfado de mi pueblo ya no es sólo contra el ejército, también contra todos vosotros. El ser humano es una especie que por donde pasa, destruye, no hay más que ver cómo están vuestros planetas, por eso la rebelión en Natgrew era fácil de establecer... - Explicó, colaborando con información que él creía, debían saber.

- En este complejo ahora mismo deben haber cinco guardias conmigo. No sé exactamente la ubicación de cada uno de ellos. No tenemos que estar fijos en una sala, debemos movernos... - Indicó mirando los ojos de Thompson, no parecía mentirle - La mujer con la que hablaba antes es Arinna. No nos dicen la mayor parte de la información, la tenemos seccionada. A mí me consultan los numerarios que disponemos en las cuentas generales porque soy el contable y el carcelero de esta prisión, pero ni puedo acceder al dinero, ni conozco los nombres de todos los infiltrados. Los líderes ni siquiera sé quienes son, sólo respondo ante uno en Natgrew. Nuestra planificación de las misiones es piramidal, así aseguramos que si uno cae, no arrastre a todos los demás... Pero eso sí, sé quien es el que necesita los numerarios, su nombre es Osiris, así le conocemos nosotros, pide varios millones y me llamaba Arinna para consultar el estado de las arcas. Si le subvencionan, nos quedamos en la ruina. Por lo visto él quiere rescatar a una humana porque considera que es muy valiosa para la causa... - Detalló el hombre con un suspiro - Es un alto precio por alguien no asteriano, pero Osiris es alguien de fiar, un asteriano cabal y de firmes convicciones...

- Hay muchas instalaciones en Natgrew, las puedo marcar si me dan un mapa, pero yo no las conozco todas... Y armas hay en todos nuestros edificios sin excepción. No podría decir exactamente el número de rebeldes, quizás más de cien o doscientos... - Comentaba casi sin respirar - Eris Townhall está con Green. Ellos o están aquí, puede que en la ciudad, o puede que en casa de él. Ella lleva un tiempo entre nosotros, se escapó de la Space Force...

Iba a seguir respondiendo cuando algo les interrumpió.

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17/03/2022, 19:26
Sargento Dunne Grey

Mitad del mes 4. Natgrew

Todos estaban tan pendientes del interrogatorio que quizás no se percatasen del rostro de Dunne. La mujer había permanecido inicialmente atenta al interrogatorio, pero conforme éste avanzaba comenzó a caminar despacio hacia atrás, hasta apoyarse contra una de las paredes de la sala, con la piel pálida y los ojos perdidos en algún punto perdido de... ¿Quién sabía? Quizás el universo o puede que sus pensamientos recordasen algo.

- No, no, no... No puede ser... ¡No!.... - Cayó de rodillas, sujetando con fuerza el colgante que portaba en el cuello mientras comenzaba a llorar de manera descontrolada y sin consuelo. Algo muy grave debía haber pasado. ¿Quizás conocía algunos de los nombres mencionados?

- Ha muerto... Ha muerto... No, él no... Él no ha podido morir... - Decía entre balbuceos, casi ahogándose.

Althais entró en la estancia, alertada por el ruido y, al ver a Grey en ese estado, se arrodilló a su lado, obviando vigilar, preocupándose por la que siempre había considerado como su hermana mayor - ¿Qué te pasa, Dunne? ¿Qué sucede?...  - Le preguntó con auténtico malestar.

- Eylo... Es Eylo.. Ha... Ha muerto... - Y se sumió en un mar de lágrimas, en un foco de desesperación que parecía absorberla y que no tenía retorno. Y esta era la demostración evidente de que Grey, no siempre tenía todo bajo control.