Partida Rol por web

La sangre del goblin partido por la mitad por Gliss salpicó a Zhen. Viendo que sólo queda un goblin apenas en pie, debido a las estocadas de Meri, decidió rematar a la pobre criatura.

Los goblins acabaron muriendo ante la tormenta de golpes de los Pathfinders. ¡Nadie que hubiera atacado la Gran Logia podía escapar para contar su atrevimiento! ¡Morirían en el terreno dedicado a la exploración y el conocimiento!

Observaba como otros miembros de la sociedad acababan con los enemigos que aún intentaban replegarse. 

El gran número de goblins que nos estamos encontrando es posible que no sea más que carnaza y que una mayor amenaza nos esté esperando si continuamos adelante. Esperemos recibir algún tipo de explicación de lo que está sucediendo.

tiene sentido lo que decís, Rangar. Lo la pregunta es ¿Quién puede ser tan insensato como para aliarse con estas criaturas?

Tienes razón, me lie yo solico :D

Rangar sanó por completo al bueno de Régulo. 

Varios goblins caen abatidos gracias a la intervención de otros pathfinders.

- "¡Venid pronto!" 

La voz surge desde las sombras.  En una de las puertas oscuras del Dominio Celeste, el enigmático Pathfinder, Osprey aparece*. (NOTA: el que os dijo al principio que no perdieseis de vista a Charvion). 

Tiene el rostro pálido, varias flechas en su cuerpo y las manos manchadas de sangre.

"Tengo poco tiempo para hablar; sin embargo, ahora debo cargaros con una sospecha que se torna en realidad."

Bajando su voz a un suave siseo, susurra:

"La Logia de la Sombra vuelve a ser real".

Una vez que Osprey hace esa declaración, os ofrece una bolsita con una pluma en la que hay dibujado un látigo y dice: "Por favor, tomad esto os puede ayudar a derrotar a Charvion.  Es un látigo mágico, muy poderoso durante un breve lapso de tiempo." 

Después Osprey cojea hacia el Dominio Celeste: "Debo comprobar lo que queda de nuestro Decemvirato "

Tras su marcha, veis que los edificios permanecen intactos, olvidadas por los atacantes en favor del objetivo de Charvion: el Mausoleo.

Un dragón negro se desliza sobre el Dominio Celeste, lanzando ácido a los defensores en las torres, y luego ruge de ira y vuela  hacia el Mausoleo

El enorme dragón se sienta sobre el tejado del Mausoleo y empieza a escupir ácido y golpear con su cola el tejado, enviando escombros contra los pathfinders que intentan llegar a la puerta.

Marcus Farabelus, auxiliado por varios pathfinders, pelea contra el dragón.

- ¡Vamos! ¡Dejadnoslo a nosotros y detened a Charvion! 

Zhen estaba impresionado por el dragón que atacaba la Gran Logia, cuando la voz del maestro Farabelus le devolvió a la realidad. Vio claro que correr a campo abierto era un suicidio, pero que podría moverse cautelosamente entre los escombros.

Y... como ha venido, se fue. Comenta Gliss, mientras Osprey se escabulle de nuevo.  Este hombre tiene un don.

Más tarde, la sonrisa burlona de Gliss desaparece cuando ve al dragón frente a ella.

... Si, esto es demasiado para nosotros. Vamos a dejar que Farabelus y los demás se encarguen. No se me da bien el sigilo, así que pegaré un sprint en el momento en el que no mire en esta dirección.

Llevaba todo este tiempo deseando enfrentarse a algo más poderoso que un goblin. Ahora simplemente quería alejarse lo máximo posible de ese monstruoso enemigo... Algún día... Pensó para sí misma.

Meri miró aprensiva al dragón.

- Tal vez escondiéndonos ...

La mirada que dirigió hacia Osprey a medida que desaparecía de nuevo entre las sombras denotaba desconfianza. 

No me acostumbro a que aparezca de improvisto,y menos para que nos dé consejos.

Su pensamiento se vio interrumpido cuando el dragón apareció sobrevolando sobre el Dominio. Cuando aterrizó sobre el mausoleo, el camino hacia éste había quedado interrumpido.

No se precipite, Bai Zhen. Debemos aguardar unos momentos y pensar alguna estrategia para evitar salir heridos.

Aprovechando que el dragón estaba distraído y lanzaba ácido hacia otros pathfinders que habían trepado al tejado para atacarle, Gliss avanzó hacia la puerta a toda velocidad. Bai Zhen por su parte, no atendió el consejo del druida, era sigiloso y avanzó entre los escombros de forma audaz... 

... pero ni el monje ni la bárbara lograron evitar la mirada y la atención del dragón del tejado. El reptil, de un coletazo, desde su elevada posición arrojó escombros y tejas contra los Pathfinders. 

Golpeada por las tejas, Gliss llegó a la puerta del Mausoleo. ¡Dentro podría refugiarse de las piedras! Pero no se abría... ¡Estaban atascadas desde dentro!

Ah... Duele. Gliss se palpaba la cabeza, intentando averiguar como de profunda era la herida provocada por los escombros, cuando descubrió que la entrada estaba bloqueada. Maldición... si nos quedamos aquí estamos acabados... 

Gliss golpea la fuerza repetidas veces, mientras por su cabeza aparecen imágenes perturbadoras sobre qué pasaría si no pueden refugiarse del dragón a tiempo. Cogiendo aire, consigue redirigir todas sus emociones hacia la que mejor se le da...

Debo.. abrir.. LA PUERTAAAA

Finalmente oye el sonido de la madera al crujir tras su envite. Juntando todas sus fuerzas, arremete como una exhalación, dejando solo astillas a su paso.

Lo siento, Rangar. Debería escucharte antes de lanzarme a lo loco... Je.  Muestra de nuevo su sonrisa, cansada.

Meri llega malherida a la puerta.

La lluvia de cascotes impactó en Zhen, quien llegó herido a la puerta.

Encogiéndose de hombros, miró a Régulo y éste le devolvió un gesto similar.

Está bien, si no queda otra opción....

Gliss había abierto la puerta hacia el mausoleo, por lo que si eran rápidos podrían entrar sin sufrir demasiados golpes.

Esconderse entre los cascotes no parecía haber sido una buena opción. A medida que avanzaban trataban de cubrirse como les era posible, pero la destrucción del dragón no daba tregua. Finalmente consiguieron alcanzar la entrada, él algo mascullado y su compañero con heridas en en tres de sus extremidades

Heridos por los escombros, los pathfinders llegaron a la puerta y, gracias a la fuerza de Gliss pudieron entrar sin más percance. Junto a ellos entró otro montón de pathfinders¹ que comenzaron a distribuirse por el edificio buscando a Charvion. ¿Qué estaba tramando? ¿Qué había venido a robar a la Gran Logia? ¿A quién servía?

Nada más cruzar, se encontraron en una serie de salas llenas de mesas metálicas de operación y estanterías con libro e instrumentos de cirugía, alambique, balanzas, ábacos y aparatos similares², de los que se usan en pruebas alquímicas y biológicas. Otros objetos qua había era barriles de agua para lavarse y botellas de varios fluidos y sales usados para embalsamar. 

Justo delante de ellos se abría otra sala pero a la derecha, tras un pasillo, había una puerta. 

Pero lo primero era lo primero y Gliss, después de abrir la puerta, había tendido su varita a Rangar^3.

No podían perseguir a Charvion heridos. No si podían remediarlo. 

Después de tumbarse unos segundos en el suelo, Gliss ya volvía a respirar con normalidad. Le comenta al grupo, desde el suelo: 

Bueno... dentro no puede haber nada peor que lo que hay fuera, pero nunca se sabe. ¿Meri, prefieres ir de avanzadilla? O quizás es mejor que vayamos todos juntos?

(Después de escuchar a Bai)

Si, estoy de acuerdo. Esos renacuajos son muy flojos, pero si rodéan a alguien aislado podría ser un problema.