Partida Rol por web

—¡Deberíais haber huido cuando teníais oportunidad! ¡Ahora la desgracia se abatirá sobre los pathfinders! —después de gritar, conjuró unas palabras divinas y un halo de poder la rodeó. 

No vamos a huir! - Grita Gliss. En ese momento se fija en Bandoneon - Bueno... él sí. Pero no nos representa!

Dicho esto, echa a correr por el mercado mientras desenfunda sus dos hachas

Los goblins dispararon sus pequeños arcos en dirección a Régulo y a la bárbara, pero no lograron clavar sus pequeños dardos en los pathfinders. 

Sabiendo lo que venía, empuñaron sus escudos, pronto venderían cara su vida. 

Meri echa a correr, confiando en colocarse cerca de algún compañero para pillar desprevenido a alguno de los goblins.

Los pathfinders no temían a sus enemigos...

Zhen continuó con su carrera hasta llegar al goblin. Sin mas dilación intentó golpear con su bastón, pero la pequeña criatura se movía endiabladamente haciendo fallar al monje

Continuó hacia adelante manteniendo la mirada sobre la mujer, que ahora emanaba un aura extraña para él. Entre tanto, Régulo se abalanzó sobre el goblin al que acechaba desde que comenzó a correr, pero su afán le jugó un a mala pasada. 

Régulo y Bai Zhen se acercaron a los goblins con deseo de deshacerse de los pequeños estorbos y llegar a la Gran Logia, de donde venía la columna de luz. Antes se habían deshecho de tres pestes, ¿Que dificultad habría en deshacerse de dos más?

De pronto, al recorrer los últimos metros, sus pies (o garras) rozaron el cable de una trampa... ¡Que derrumbó parte de las barricadas, llenas de objetos afilados, sobre ellos! ¡Los Goblins habían sido más listos, esperando tras una barricada de trampas!

Algo magullados, llegaron a donde estaban los goblins y les atacaron, sin lograr herirles. 

La sacerdotisa rió mientras avanzaba conjurando. —¡El mundo acabará! ¡Pero antes para vosotros que para mí! ¡Groetus me lo ha dicho! 

Gliss contempló preocupada como sus compañeros se veían arrollados por trampa tendida por los goblins. Enfadada, contestó a la señora que no dejaba de mover las manos haciendo gestos raros.

¡Cuando te coja ya veremos quién alcanza su final antes!

Gliss carga hacia el goblin que tiene delante, ejecutando un corte ascendente con el hacha de su diestra

Gliss avanzó con decisión y cargó contra el Goblin. Se enredó con unos cables del suelo y decenas de cascotes y objetos afilados cayeron cerca suyo, pero los esquivó todos. 

La cabeza de melón de su enemigo se abrió como una fruta madura ante su hachazo y el goblin cayó al suelo en un charco de sangre.

Por su parte, ignorando el destino de su congénere, el segundo goblin desenfundó su cortaperros y trató de rajar a Régulo, pero falló el golpe debido a la agilidad del felino 

Meri se coloco al lado de Melyra, corriendo.

- Me llamo  Meri Chuan Chu, tu has atacado a mis compañeros pathfinders, preparate a morir.

Meri no pisó ninguna trampa, con lo que pudo soltar su frase icónica y al llegar al lado de la señora del mangual.

Tras una pequeña duda al ver como Gliss reventaba la cabeza del goblin que tenia frente a el, Zhen se lanzó contra Melyra, dispuesto a inmobilizarla con

La Tecnica del Oso Pardo

Uno de los esbirros había caído, quedaba el otro. Régulo seguía intentando atacar al goblin restante, pero posiblemente dos de sus ataques fueran repelidos por el escudo de la criatura. Las magulladuras tal vez le estaban pasando factura. A su vez, él atravesó el terreno por donde había estallado la trampa y dirigió un ataque contra ésta

Resiste, compañero, en cuanto lleguemos a la Logia podrán atenderte de esas heridas.

Mientras Rangar y Régulo descargaban una tormenta de golpes contra el goblin (al que hirieron pero no incapacitaron) la mujer preparó su mangual. 

—¿La técnica del oso pardo? ¿Como de tonto eres? ¡La técnica del mangual en el cráneo! —gritó tratando de golpear en la cabeza del Bai Zhen, fracasando en su propósito. 

Luego se echó un poco para atrás, intentando que no la atraparan entre dos enemigos. 

Gliss avanzó furiosa, apartando con toda la educación que pudo a Bai Zhen de su camino y embistió contra la mujer del mangual.

El hachazo de Gliss casi partió por la mitad a la mujer que chilló desangrándose y casi sin poder mantenerse en pie. 

Por su parte, el goblin restante trató de asesinar al druida, fracasando en su intento.