Partida Rol por web

-Compra las dos toneladas-indicó Lorna a De Bligh-Tienes la línea de crédito conectada a tu tableta. "Doble" y Valdés te escoltarán, no te preocupes.

Se volvió hacia el marine.

-Si nos cazan, fin de esta historia, punto-dijo con un tono que indicaba que era algo más que una cohartada lo que se jugaban-Esto no es la marina estelar, "Doble", ahora somos piratas. Nos vamos a mover por el submundo de la Extensión Troyana, vamos a tener que crearnos una red de contactos ilegales y nos codearemos con lo peor de la galaxia. Si queremos sobrevivir necesitaremos algo más que una nave rápida: nos harán falta aliados y no me estoy refiriendo a nuestro generoso patrón. Para conseguir ganarnos la confianza de esa gente vamos a necesitar dinero. Mucho. Y demostrarles que estamos de su lado. Ese cargamento de aizah nos conseguirá algo de dinero pero también nos abrirá puertas: alguien dispuesto a comprarlo también pagará por cualquier mercancía de origen incierto que le llevemos. Y nos creará una reputación que, a la larga, nos granjeará más aliados.

Hizo una pausa juntando los dedos de las manos.

-Créeme, he estado allí. Ser pirata es algo más que perseguir cargueros por el vacío. 

-Como ordene la capitana.

Y me volvi a doble.

-Pienso de igual manera, obviamente si la decision de fuera distinta simplemente lo hubiera desestimado y cumpliria la directriz. Su sentido de lo justo le honra, señor Malta, lamentablemente la mision que tenemos entre las manos es como minimo gris, y ciertos convencionalismos tendremos que abandonarlos por el camino para obtener resultados. Un pie en el mundo criminal del sector nos allanara bastante el camino. Los riesgos son muchos y las decisiones de moral cuestionable seran bastantes me temo. Parafraseando un viejo dicho terrano no se puede cumplir esta mision con guantes de seda. Creame que no disfruto con ello.

Salgo de la sala para preparar la transaccion y coger el arma, que llevare bien escondida. Tambien meditando en el tipo con el que voy ha hacer la transaccion, para intentar averiguar que clase de extraterrestre es.

-Tendre que poner mas cuidado cuando habla, a ver si por el acento reconozco si es un aslan, seria interesante que asi fuera.

Veo que la capitana sabe lo que hace, aunque coincido con Doble en que estamos arriesgando mucho al irnos sin vender nada de lo que llevamos y con una mercancía ilegal tan parca, pienso aunque me cuido muy mucho de decirlo en voz alta. Hummm, asiento hacia Pavel y le sigo a la reunión con el proveedor. Estaré muy atento a como se comportan los contrabandistas, aunque iré desarmado, no quiero que un mal golpe de fortuna meta en líos a la nave. Confío en tumbar a alguno antes de que me disparen, y toco mi armadura con "cariño".

Pavel, Doble y Valdés se marcharon poco después para terminar la transacción. 

Conectándose con la computadora del espaciopuerto no fue complicado determinar el hangar en el que se encontraba la Exploradora Troyana. Lo más sencillo para averiguar cuándo salía la nave sería comprobar el momento en el que su hangar volviera a estar libre, pero en ocasiones esto tardaba tiempo en actualizarse, sobre todo si había otros hangares disponibles, como sucedía ahora. Lorna pensó que quizá sería una buena idea establecer una vigilancia algo más activa...

13:00 - 108-1097

Los tres tripulantes de la Blackmore llegaron al lugar que le habían indicado a Pavel. Era un pequeño local donde los lugareños venían a charlar, beber y hacer negocios, con unos cuantos salones reservados. En uno de ellos, pequeño y discreto, con apenas sitio para una mesa y cuatro sillas, se encontraron con Ebur. Estaba solo, y cuando vio a los dos hombres que acompañaban a Pavel, dio muestras de un cierto nerviosismo.

- No era necesario que trajeras una escolta tan impresionante, Puck. - dijo, usando la identidad falsa que había utilizado Pavel. Al ex-espía se le quitó de la cabeza que pudiera ser un Aslan: no era ni por asomo tan grande como uno de esos felinoides, que le sacaban fácilmente una cabeza a a cualquier humano. Antes bien, parecía ser bastante delgado y pequeño, aunque hablaba con una voz sibilante que denotaba una traquea no humana. - ¿Tenemos trato, entonces?

Miro con calma alrededor por si apreciara algo que a la escolta se le hubiera pasado.

Hay trato, Ebur, las escolta es simplemente por precaucion. Por el momento no nos conocemos y la cautela se impone. No se preocupe, venimos ha hacer negocios y la violencia es mala para ellos. Por el momento una cantidad pequeña, mas adelante podriamos ampliar la relacion y que sea mas complementaria. Dos toneladas sera una buena muestra que estamos dispuestos ha hacer negocios y dar salida a la artesania local. Tambien me gustaria que exploraras la posibilidad de comprar o aceptar como pago otro tipo de mercancias. Tengo un amigo con una serie de productos que le gustaria exportar, lamentablemente ha perdido los albaranes y esta teniendo algunos problemas para venderlos, quizas podrias conocer a alguien que quisiera ese tipo de mercancia...

Intento ver entre el ropaje que efecto causa la proposicion.

-En cualquier caso, pongamos de acuerdo en la entrega y despidamos como socios y brindando por futuros tratos.

Y levanto la copa en un brindis.

Lorna se inclinó sobre la computadora. Aquellas máquinas le inspiraban un profundo respeto.

Por suerte, tenía a la tripulación adecuada. 

-Necesitamos vigilancia en los hangares sin exponernos más de la cuenta. ¿Podéis entrar en el sistema? 

​​​​​​

Asiento a Lorna y a Pavel.
-No había pensado en ello, capitana. Por favor, acepte mis disculpas. - tras lo que cogió su pistola laser para escoltar a Pavel. No había que añadir mucho más a cuestiones sobre mi honor o el color de las operaciones que había llevado a cabo en los marines. Era raro que alguien se creyese que todas sus operaciones tras más de una década en los marines habían sido "blancas".

Sigo a Pavel cumpliendo mi papel y dejando que él hable. Como Valdés me mantengo alerta a posibles sorpresas y contratiempos.

Ante las palabras de Ebur, suelto un leve bufido y mientras levanto las manos con gesto amistoso y "sonrío", salgo del reservado y me quedo vigilado fuera. Eso sí, con una oreja atenta a lo que pase en el interior, por si acaso.

Ebur parece tranquilizarse ante las palabras de Pavel. O al menos, parece tener una actitud más relajada. - Si la mercancía es buena, puede que te pueda encontrar comprador, Puck. - dijo el misterioso personaje. - Dime de qué se trata y lo intentaré mover. Pero ahora mismo necesito saber si tienes fondos para pagar mi cargamento. - Ebur acercó su tablet y Pavel realizó la transferencia por un canal codificado de alta seguridad y corto alcance. Adiós, 130.000 créditos, espero que volvamos a encontrarnos. Después de comprobar que todo estaba correcto, asintió satisfecho - Bien, seguidme y os entregaré la mercancía. Puedes hablarme de esos productos sin albarán por el camino, Puck.

Salieron del reservado siguiendo a Ebur. Pero no se fueron del local por la salida, sino por una puerta trasera que daba a un callejón. A esas horas del día el calor ya era bastante insoportable, aunque su guía no parecía muy afectado por el mismo. Se movieron de forma rápida y discreta por una zona de comercios hasta llegar a lo que parecía un gran mercado de abastecimientos. Vendedores y compradores negociaban animadamente y pocos mostraron interés alguno por el cuarteto. Al fin, entraron en una tienda de alimentación donde tres humanos trabajaban cortando trozos de carne y se dirigieron a la zona trasera. Ebur no se preocupó en saludarlos, pero ninguno de los tres tipos se preocupó demasiado por verle entrar, ni a él ni a los tres corsarios. 

Terminaron en una especie de almacén que parecía tener una zona de carga y descarga. Ebur les señaló un camión. - Allí está la mercancía, Puck. Puedes examinarla si quieres. - El camión era un vehículo con cuatro grandes ruedas y habitáculo de mercancías cerrado. En el almacén en ese momento no había nadie.

Por como soportaba el calor la criatura y su extraño lenguaje parecía algún tipo de reptil, pero eso me importaba más bien poco. Durante el camino estuve todo el tiempo atento a posibles peligros, y cuando llegamos al almacén y vi el camión me adelante a Pavel y con un gesto del brazo que indicaba claramente que esperara y otro gesto militar a Marck de que me cubriera me adelante y empecé a rodear el camión. Miré sus bajos y solo cuando parecía estar todo en orden abrí con mucho cuidado la parte trasera donde supongo que estará la mercancía...

Reviso la mercancia con aire experto, pese a no tener mucha idea de lo que estoy manejando En mi experiencia, que no es mucha, parece que todo esta correcto. De todas maneras, por precaucion, digo en voz lo suficientemente alta para que me oiga.

-Es aceptable, hoy, pero esperaba mas calidad.

Despues me vuelvo a Ebur.

-La mercancia de la que te hablo es de varias clases, solo conozco un pequeño cargamento de medicinas, sus almacenes son bastante grandes y hay bastantes cosas en ellos. Creo que hay una serie de productos de lujo de incierta procedencia, ya sabes, los vendedores no son siempre gente con muchas referencias, incluso algunos francamente inquietantes.

Y aqui clavo mis ojos en los suyos.

-Pero sabemos como mantenerlos a raya y alguno que intento robarnos o engañarnos, pues en fin, la continuacion de los negocios, por otros medios...

Luego suavizo el tono y miro al cargamento.

-Si la mercancia es aceptable para los compradores seras al primero al que recurramos para dar salida a esa mercancia. Mi amigo hace el inventario de forma bastante lenta, los almacenes son vastos y la relacion economica promete ser dilatada. ¿Seguro que quieres dehacerte de esta mercancia Ebur?.

Ebur escucha a Pavel con atención. - Si tienes en el futuro material para el que quieras encontrar comprador, estaré encantado de poder ayudarte, Puck. - dijo. Y, ante la última afirmación del humano, mueve ante él la mano, en un extraño y vigoroso gesto que no sabéis interpretar muy bien, ¿está negando? ¿afirmando? - Sí, quiero vender. Ya he vendido. La mercancía es tuya, Puck, tus hombres pueden llevársela. - Valdés ya se había subido a la cabina del camión y parecía dispuesto a salir conduciendo en cualquier momento.

- Escucha, Puck. - dijo Ebur, acercándose al humano. - Puedes llevarte el camión, déjalo aparcado en el espaciopuerto y ya nos lo llevaremos de vuelta. Pero puede que alguien te pida examinar el cargamento mientras vas para allá. Si quieres... puedo darte el contacto de alguien en el espaciopuerto que no te hará preguntas y te evitará tener que declarar nada. Y solo te costará 2.000 créditos... - Ebur tenía su tablet en la mano y la agitó ligeramente. A Pavel casi le dio la impresión de que lo veía sonreír por dentro de su máscara.

-Uhmm, me parece una buena idea. Gracias Ebur.

Le paso la cantidad exigida.

-Dame el nombre del contacto para que no haya malentendidos, por favor.

Me subo al camion yo tambien y le hago una seña a los marines.

Despues saludo a Ebur y me le quedo mirando mientras me alejo por si hiciera algo extraño.

Despues le digo a Mark.

-¿Señor Malta seria tan amable de comunicar con la capitana para indicarla que vamos para alla y que si hay algo reseñable en el astropuerto?, por si acaso.

Mejor evitar sorpresas... si no la tendremos cuando intentemos venderla...
Asiento a Pavel antes de contactar con la capitana.

-Capitana, vamos de regreso hacia la nave según lo previsto. ¿Todo tranquilo en el espaciopuerto?

Cassana asintió a las palabras de la capitana. Siguió la discusión con interés, algo decepcionada por el hecho de que De Bligh la hubiese adelantado, pero eso no significaba que fuese inútil. Si la espera se alargaba mucho, quizás podrían venderle algo. Cuando la charla se empezó a derivar sobre la vigilancia sobre aquéllos otros nobles, se le ocurrió algo:

-Bueno, puedo intentar crear una rutina en nuestros sensores para captar señales de sus sistemas. Eso igual podría avisarnos cuando comiencen a calentar motores. Posiblemente tengamos el tiempo justo, eso sí. 

También estaba pensando en otra cosa. Quizás podrían tratar de acercarse a los nobles en alguna de esas taberna, entretenerlos e intentar sacarles información.

-Proceda, Veillon.