Partida Rol por web

En sus paneles se encendieron las dos bombillas verdes. Realmente no eran lámparas. Iluminaban sin emitir calor, pero aún así, con un buen rato de diferencia, se iluminaron, pasando del rojo, que indicaba un peligro, al verde, que ofrecía paso franco y permiso para actuar.

- Blackmore, saltamos en 10 segundos.

El aviso era el de siempre. Lo hacía incluso cuando viajaba sola. Era parte del protocolo y lo hacía siempre. En naves militares se solía dar un aviso de un minuto, y en las de pasajeros 10. Ahora ellos ya estaban todos prevenidos, y había que empezar. Todos lo esperaban.

También, las comerciales, solía mandar a control de tráfico su situación de salto … y como andaban como tales emitió la señal por el canal comercial típico: - Control de tráfico, control de tráfico Blackmore saltando en 5 segundos. Sabía que no podía esperar respuesta, sobre todo con tan poco tiempo de margen. También solían indicar donde saltaban, por seguridad, pero .. obviamente, omitió esa información. Con tan poco tiempo de margen, pueden entender que lo dije...pero ya en el hiperestacio, y así no les llegaría jamás. - Se cagarán en mis muertos … pero son lavables.

Al ver que el salto salia bien se permitio respirar profundamente, no le importaba reconocerse que estaba nervioso con las nuevas responsabilidades que habia adquirido y al descubrir que si bien sabia por donde se andaba le quedaba mucho por aprender, en una situacion de estres dudaba que pudiera ser igual de efectivo.

-Desde mañana a estudiar los motores de salto-se prometio a si mismo-Aunque hay que reconocer que la maquina funciona muy bien.

Se levanto para dar un vistazo en la cabina y le sonrio a Adriana y levanto el pulgar.

10:45 - 100-1097

Una vez llegaron al límite en el que la nave podía saltar, Pavel comenzó a preparar los motores. Cassana le había pasado las coordenadas de astrogración hasta su destino y el ex-agente de GeDeCo inició la secuencia. Los motores de salto no habían podido optimizarse, por lo que efectuó los chequeos de seguridad con todo el cuidado del mundo. Todos le echaron paciencia al asunto, puesto que la alternativa a un salto erróneo podía ser aparecer a varios parsecs de su destino... o aparecer en su destino cientos de años después, convertidos en polvo.

11:45 - 100-1097

Por fin todo estuvo listo. Las luces disminuyeron en intensidad a medida que Pavel redirigía toda la potencia al motor de salto. Ejecutó las últimas órdenes y los motores convirtieron las cuarenta toneladas de hidrógeno de los tanques de combustible en una singularidad que rodeó a la nave y la expulsó del universo material para arrojarla a un pequeño universo de bolsillo en el que pasarían alrededor de una semana. Todo pareció ir como la seda y los sistemas de la nave informaron de que la maniobra se había realizado con éxito.

Ahora tocaba empezar ese período de la vida de todo viajero espacial en el que se realizaba el mantenimiento de la nave, se entrenaba y se estrechaban lazos. Si todo iba bien, para cuando la burbuja que los mantenía aislados colapsara, se encontrarían cerca del límite de salto de Hilfer.

Malta se mantuvo en su puesto demostrando profesionalidad. Espero a que la capitana diera permiso para retirarse de sus puestos tras entrar en el universo de bolsillo.

Los siguientes días los pasaría con los otros marines entrenando con su espada y los cuchillos, y bebiendo con los compañeros para estrechar lazos. En alguna de esas conversaciones surgió el tema de las identidades alternativas en la que compartió con los demás que él se llamaría Ritchie Hugh.

En líneas generales Mark seguía siendo el tipo abierto, campechano y directo que todos conocían.

La piloto empezó con los preparativos.

No es más que la rutina. Una hora de deporte diario, y sus turnos en el puente, controlando. Una monotonía. Luego, estudiar. Quería conocer la nave de verdad. Además de servir de ayudante en los mantenimientos, en la sección de ingeniería, aprendía de esta...y si era de mano de alguien que sabía, mejor. Además, como la nave tenía sus propios manuales, cosa muy típica, servía tanto de consulta, de ayuda para averiguar que pasaba con problemas, y de referencia para mantenimientos o reparaciones.

Como el IFF estaba como nave civil, en concreto con los código de la BLACKMORE, así los dejaría, a no ser que fueran a … hacer "algo"; y antes, preguntaría.

Cassana pasó, como el resto de sus compañeros, habituándose al tempo de la nave. Empezó a tomar una rutina que la ayudaba a tomar conciencia del paso del tiempo, puesto que la falta de sol hacía que no hubiese variaciones lumínicas que ayudasen a identificar la hora del día. Además necesitaba mantenerse ocupada. Lo primero que hizo fue comenzar a citar a los pacientes uno a uno a la "sala de enfermería", es decir, su camarote, donde podía tomar unos datos básicos sobre sus constantes biológicas que serían útiles en el futuro, así como intentar desarrollar algún tipo de historial médico para emergencias. Esto le permitió comenzar a desarrollar a su vez relaciones con ellos, o retomarlas en el caso de Adriana.

Pronto Pavel desarrollo un estricto horario para regular su vida, como era en el habitual. Tareas de mantenimiento como responsable de la ingenieria, desde luego, largas horas de estudio para aprender mas de la nave y de sus motores de salto.Entrenamiento diario para mantener la forma fisica y su punteria, esto lo solia hacer cuando el resto de la tripulacion descansaba, pero si alguien se asomaba por casualidad en ese momento podian percibir en su cara un profundo disgusto cuando comprobaba que su resistencia y fuerza no era la que queria, la enfermedad habia dejado profundas secuelas.

Tampoco era una persona muy sociable, siempre correcto pero rara vez cordial, hacia sus comidas solo o leyendo algun manual. Nada de alcohol ni nada que pareciera divertido.

Trabajar, comer, ejercitarse, trabajar, dormir, asi una y otra vez sin quejas ni entusiasmo aparente.

07:45 - 107-1097

La burbuja que formaba el universo de bolsillo en el que habían estado aislados se rompió 164 horas después de haberse formado. Los viajes nunca tenían exactamente la misma duración y los científicos llevaban siglos intentando determinar la razón. Existían diversas teorías al respecto y algunas se hacían más populares o caían en desgracia. Para las personas habituadas a viajar por el espacio, era más sencillo asumir que estarían "más o menos una semana" en cada salto.

Los sensores de la nave comenzaron a calibrar la posición de la nave. Estaban a 725.000 kilómetros de Hilfer, y tardarían aproximadamente dos horas en llegar hasta el espaciopuerto: una para acelerar a máxima potencia hasta la mitad del camino y otra hora para dar la vuelta y decelerar de modo que se acercaran con una velocidad adecuada al espaciopuerto.

No se detectaron naves saliendo del planeta o llegando a él durante todo el trayecto. La nave llevaba activado el transpondedor "civil".

09:45 - 107-1097

Cuando finalmente os acercasteis al planeta pudisteis comprobar que el espaciopuerto orbital estaba situado sobre la principal ciudad del planeta y estaba protegido por baterías de misiles y tres botes de defensa planetaria de unas 400 toneladas. Poca broma.

La computadora indicó las características del planeta al que estabais llegando:

Hilfer había sido parte del Reino de Drinax hasta que este colapsó después del ataque de los Aslan. Para Hilfer esto supuso un desastre, puesto que la supervivencia local exigía un constante suministro de agua procedente de cometas o de la importación desde fuera del sistema. Después del colapso, lo único que evitó que toda la población desapareciera fue la necesidad de mantener el espaciopuerto operativo. 

El espaciopuerto de Hilfer tiene una parte en órbita, que sirve combustible a las naves mercantes y a aquellas que no pueden bajar a tierra. También es el lugar donde se construyen las naves comerciales y de escolta que se utilizan en el sistema. Gran parte de la actividad de estas naves consiste en la caza de cometas y el minado de hidrógeno, una tarea ardua y tediosa que obliga a las tripulaciones a pasar largas temporadas en el espacio. El puerto en órbita está protegido por una serie de naves de defensa.

La parte planetaria del espaciopuerto es donde se desarrollo la actividad comercial, donde se recluta tripulación y donde los comerciantes pasan más tiempo tratando de obtener acuerdos beneficiosos. Se encuentra en el polo norte planetario y la ciudad más importante de Hilfer sobrevive alrededor de este espaciopuerto y el comercio interestelar que atrae. Casi el 10% de los hilfereños viven en esta ciudad, y el resto vive en ciudades más alejadas y granjas de humedad gobernadas por una élite de comerciantes que tiene el dinero suficiente como para disponer de agua. Aunque es infrecuente, una merma en las reservas de agua puede provocar revueltas en las ciudades, o incluso guerras entre varias ciudades por la supervivencia. Las fuerzas de seguridad de las ciudades suelen reprimir cualquier levantamiento con extraordinaria dureza.

Las re-entradas siempre eran algo sorprendente. Podías acabar casi en cualquier parte. Los cálculos eran buenos, pero … ¿Y si había una piedra que se dirigía hacia allí?. Le gustaba tener los motores de maniobra listos para cualquier tipo de reacción. A esadistancia

- Control Tráfico, Control Tráfico. Aquí la Blackmore informado de re-entrada sin novedad.

Igual les preguntaban su destino, así que tras las comprobaciones básicas y revisar que no hubiera fugas en el casco, le preguntó a la capitán: - ¿Jefa, destino? Se imaginaba que le diría que tomar en tierra, pero, no era decisión totalmente suya. Más bien … era la mejor opción, pero además, había que tomar decisiones...y vender lo de la bodega no era mala idea.

-Buenas gentes de la Blackmore, bienvenidos a Hilfer-dijo Lorna en tono teatral abriendo los brazos ante el orbe desertico.

Tomo nota mental y no por vez primera de que el agua se cotizaba bien en aquel lugar. Lamentablemente, las posibilidades de conseguir un cargamento en las cercanias y traerlo sin levantar sospechas eran muy escasas.

Cogio el mando de megafonia.

-Tienen veinticuatro horas de permiso para estirar las piernas, beber y fornicar un poco. Quiero a un tripulante en todo momento a bordo en turnos rotativos de seis horas. Yo hare el primero y permanecere en la Blackmore. De Bligh y Veillon, les encomiendo la tarea de encontrar a un comprador para nuestro cargamento. "Doble", intente enterarse de posibles naves con cargamento interesante que salgan del planeta en las proximas treinta horas-dijo-Scharhorst,  proceda con el aterrizaje.

No había satélites cerca de la posición de entrada de la Blackmore, por lo que tuvieron que esperar un tiempo hasta que se acercaron al planeta y recibieron la comunicación por parte del control de vuelo del Orbital. Detectaron una cierta desconfianza por parte de los encargados de la torre de control, que obviamente no tenían a la Blackmore registrada. Sin embargo, si tomaron medidas para vigilar la entrada de la nave en la órbita planetaria, fueron muy discretas. Se les dió permiso para aterrizar y la nave comenzó a descender. 

El calor en el exterior era bastante elevado, y se haría cada vez más insoportable a medida que avanzara el día. Aunque los nativos estaban acostumbrados, la mayoría de los visitantes del espaciopuerto utilizaban respiradores artificiales para ayudarles en la escasa atmósfera de Hilfer. Por suerte, eso hacía que a nadie le llamara la atención que los comerciantes transitaran por las instalaciones y por la ciudad cubiertos con pesadas capas con capucha para protegerse del viento y con respiradores y gafas que hacía que sus rostros quedaran cubiertos. Un buen modo de no ser identificados. Sin embargo, las patrullas de seguridad, fuertemente armadas, cacheaban de cuando en cuando a los viajeros, en busca de armas.