Partida Rol por web

No. Dijo sin pensarselo mucho. ¿Se podían tener preguntas sin teoría? Bueno sí, ¿le devolverá la cartera a Stanley o lo hago yo? Y el lobo, ¿se puede quedar? Pregunta mirándola de reojo.

Al menos ahora tenía nombre... lo que le hacía pensar que se había convertido en algo parecido a un perro. Da igual, el caso es que se podía quedar. Y eso haría hasta que descubriese quién es. Después, ya lo decidiría...

Hazlo tu, así puedes empezar a entablar amistad con la tripulación. Te convendrá. A lo de tu lobo... Suspiró. Al final no sería Berenice, no, sería 'Arca de Mery-Noé'. Está bien, pero nada de comerse a la cabra de abordo, a piratilla o agredir a algun tripulante. Creo lo tienes bien adiestrado, así que supongo que controlarlo no será problema.

Se acercó a ella examinándola. En puerto compraremos ropa, a bordo no te va a durar mucho, será mejor tener de repuesto.

En fin, supongo que ta está, ¿no? Miró el cuchillo que le había sacado y se lo dió. Toma, yo ya tengo otros.  Supongo que a bordo encontraremos alguna utilidad para tí. Ayuda en lo que se necesite.

Está bien. Dijo secamente asintiendo y dirigiendose a la puerta.

Gracias. Dijo antes de salir en el mismo tono.

La desconocida ya con nombre, hace su aparición fuera del camarote de la capitana. No parece para nada haberlo pasado mal, al contrario.

En cuanto sale, el lobo se levanta y la va a recibir con entusiasmo y moviendo el rabo. Ella lo recibe con una sonrisa y le acaricia la cabeza susurrando: ¿Has sido un buen chico? Muy bien.

¿Dónde está el chico maleducado? Pregunta en voz alta refiriéndose a Stanley, finalmente mira hacia arriba. En su mano, se encontraba una cartera que al chico debía resultarle familiar: era la suya. Tiraba la bolsa hacia arriba y la recibía en su mano contínuamente, con una gran sonrisa en su boca.

Con cierta pericia, el Doctor ascendió por las jarcias hasta la cofa del vigía. Se dejó caer a su lado, devolviéndole la petaca.

- ¿Qué ocurre, Stanley? ¿Tienes la misma extraña sensación que yo?

El viaje resultaba tranquilo...

Las olas mecian el barco de un lado al otro mientras lentamente ibáis avanzando por el cálido mar.

El sol se encontraba en su cenit, iluminando las enceradas maderas de la embarcación, dándole un brillo especial y hermoso.

Todos suspiráis al ver que guapo que ha quedado el barco cuando de repente...

Un trozo de madera golpea la popa...

Y otro golpea por estribor...

Es un sonido conocido... como cuando rescatastéis a Elisabeth de la mar...

Todos comenzáis a mirar al horizonte, buscando algo... una señal...

De pronto, un sonido característico me saca de la modorra que poco a poco se había ido apoderando de mi.
Inmediatamente camino a grandes zancadas hacia popa e inclinándome desde la aleta de estribor, alcanzo a distinguir dos trozos de madera que la deriva ha acabado por arrastrar hasta el casco de nuestro navío.
Rápidamente vuelvo a alzarme y tras bajar por la escalera del castillo de popa hasta la cubierta principal grito.
¡Vigia!. ¡Atento en tu puesto!. ¡Hay restos sobre la mar!. ¿Logras distinguir algo?

Stan coge su petaca y le da otro trago antes de dirigirse serio al doctor.

-Doctor, tu... ¿puedes hipnotizarme?- en ese momento algo golpea el barco y los dos ingleses dirigen la mirada al horizonte. Stan saca su catalejo rápidamente y observa con atención.

-Que demonios...

Se han cargado a Necros, Jacob... lo han matado como a un pollo... ¿Lo sabes, no? Dice el Pirata Supremo mientras acaricia el lomo del gato, que ahora tiene escayolada una pata.

Jacob tiembla como una hoja ante las palabras de su jefe.

¿Te pido mucho? ¿Eh, eh, eh? ¿Tanto te pido? Pregunta el Pirata mientras continúa sobando al minino.

Los ojos del pirata brillan con un fuego de odio.

Ahora resulta que han zarpado de Tortuga con la nave toda tuneada. Menos mal que hemos recuperado los mapas. Los muy capullos se los han olvidado en el cuerpo de su tripulante... Indiotos... Ahora tenemos todos los trozos... y también les he hecho una copia... así que toma las copias y mantenlas a buen recaudo. Decia El Supremo mientras sonreía.

Así que, Jacob, mi fiel amigo, parte ahora a mandos del "Destructor", coge la tripulación necesaria entre mis escalvos y ve a darles caza a esos malnacidos. Pero recuerda que quiero a Mery con vida... tengo planes para ella. Finaliza el Pirata.

Después, deja al minino en un cojín a su lado mientras un criado le trae un plato de sopa que humea de lo caliente que está.

El Pirata Supremo mete el dedo en la sopa para probar la temperatura y lo saca muy rápido, dándole después un golpe con su mano, arrojando el plato de sopa HIRVIENDO sobre el cuerpo del gato, que al estar escayolado no puede salir corriendo.

El Supremo niega con la cabeza mientras le grita al cocinero...

¿Qué te parece gato para cenar?

Aunque cuando gira la vista para ver al bicho, este ya no está más allí.

Todos miráis hacia donde golpean las maderas, pero solo unos pocos tripulantes pueden ver los que se les viene encima...

Stanley deja el catalejo a un lado mientras se pone de pie en el carajo, gritando a los cuatro vientos, ya que al estar arriba, es el primero que logra divisar lo que se viene encima a toda vela...

Peter, Elisabeth y Coraline abren los ojos como platos cuanto la niebla del horizonte se disipa para mostrar una figura...

Un Galeón...

Un Galeón de bandera inglesa se acerca a máxima velocidad por delante, en línea recta al Berenice...

Por unos instantes, admiro la nave que se nos aproxima. Pero de inmediato, me percato de dos cosas.
Una, que se nos aproxima a toda vela por proa.
Y dos que si puede hacerlo, es por que estamos a contraviento.
Por tanto, bajo la escala desde el castillo de popa en donde me encuentro de un salto y ya en la cubierta principal, grito.
¡¡Stan!!. ¿Ondea su bandera de combate?.
¡Timonel!, vira 180 grados a estribor. Quizá logremos recuperar algo de maniobrabilidad. Y sera mejor que abramos las troneras de nuestros cañones.
Y mientras el Berenice vira a estribor empezando a ofrecer su costado a la nave potencialmente enemiga, yo voy abriendo las troneras y empujando los cañones. Y mientras lo hago, añado.
¡Que un par bajen a la santa barbara y empiecen a subir proyectiles!. Y ya sabéis que clase de proyectiles me gustan a mi.

El inglés, utilizando su mano a modo de bocina vocea a la cubierta.

-¡BARCO A LA VISTA! ¡NOS VAN A EMBESTIR!- en ese momento el timonel hace girar el barco bruscamente y Stan se tiene que agarrar con fuerza para no salir disparado.

-¡ZAFARRANCHO DE COMBATE!- grita entonces, fijándose si el buque lleva algún distintivo enarbolado.

-Parece que esto se va a animar- le comenta por fin al Doctor.

Como todos, me quedo un poco sorprendido por lo que se nos viene encima, pero en seguida recupero la compostura.

Un Galeón, y vienen claramente a por nosotros...

¡¡ZAFARRANCHO DE COMBATE, TODO EL MUNDO A SUS PUESTOS!! ATENTOS A LAS INSTRUCCIONES DEL ARTILLERO

Marcus hace girar el barco 180 grados como indica de Vries y yo cerca de él comienzo a dar ordenes desde el castillo de Popa

¡¡Elisabeht, Caroline, Carmen!! ayudar a de Vries con esos proyectiles y a disparar los cañones.... ¡¡Stan!! Danos más información mirando por el catalejo. ¡¡Doctor!! le necesitaremos aquí abajo, presentese en cubierta ya mismo, Vargo avisa a la capitana y preparate conmigo en cubierta para repeler un posible abordaje. ¡¡RAPIDO!!

Acto seguido bajo a ayudar al holandes y al improvisado equipo de artilleras

Todos corren por la cubierta del Berenice como posesos. Y cuando nuestra nave empieza a maniobrar, las troneras están abiertas y apunto los cañones uno a uno.
Con rapidez, todos son cargados con proyectiles incendiarios. Y yo, espero subido a las jarcias del palo mayor antes de dar la orden de fuego.
El Berenice al fin va virando y cuando ofrece su costado a la proba del Galeón ingles, yo solo tengo una palabra que decir.
¡¡FUEGO!!
Retumban sobre el mar cinco explosiones seguidas. Uno de nuestras piezas de artilleria, no ha abierto fuego.
Otro de nuestros cañones, falla el objetivo y un surtidor de espuma se alza a babor de la proa del Galeón Ingles.
Pero los otros cuatro cañones, logran hacer blanco con diferente fortuna. Y ese blanco, era el palo del trinquete del navío enemigo.
La vela del trinquete y la gavia, empiezan a arder y hasta parece que el mástil proel de Galeón enemigo, empieza a inclinarse.
El Berenice completa su viraje y ahora, son nuestras velas las que se hinchan de viento.
El barco enemigo, no podra competir con nuestra velocidad y yo, saltando sobre la cubierta, digo.
¡Olvidad ahora el cañón que ha fallado!. Vamos a recargar el resto. Tanto los de babor como los de estribor.
Me acerco rápidamente a nuestro oficial y añado.
Lo tenemos tocado. Recomiendo hacer otro viraje y ablandarlo una vez mas. Y cuando hayamos destrozado a algunos tripulantes mas, al abordaje.

Vargo se sorprende por los gritos anunciando que hay un galeón enemigo que tenía, o no.. intención de atacarnos - ¡¿A nosotros?! - se pregunta la primera vez. A eso que se levanta del borde contrario al navío atacante de un salto que lo hace aterrizar en la cubierta, con una sonrisa de oreja a oreja. - ¡¡JaJaJaJaJa!! - ríe a carcajadas imaginándo el momento del abordaje, sea por parte de quién sea. El chico corre al camarote de la capitana y da dos golpes secos en su puerta; - ¡¡Capi nos atacan!! - le grita desde fuera casi ininteligible pués las carcajadas estorban sus palabras. - ¡¡JaJaJaJaJaJa!! - se acentúan sus risas mientras entra en el interior del barco a buscar sus espadas, sale y; - ¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!! - esta vez, su risa era aún mássonora, estaba situado de pié encima del final del barco del costado en el que se veía el fuego arder al ser alcanzado por las andanadas y a él.. se le escuchaba aún y los cañones.. cada vez se reía más pensando en aquellos pobres ilusos que se dirigían a su muerte