Partida Rol por web

Aura era la líder del gimnasio de tipo fuego. Era una entrenadora tan poderosa que había decidido ponerle su propio nombre a su gimnasio y a la medalla que entregaría al aspirante que la retase. Eso siempre y cuando fuese capaz de derrotarle.

Aura había comenzado su viaje como entrenadora y pronto se había hecho muy poderosa, tanto que su poder, fama y fuerza se le subieron a la cabeza y el problema vino cuando la nombraron líder del gimnasio. Ella se creía por encima de los demás, y por cada medalla que entregaba a los aspirantes sentía como si fuera una gran decepción para ella.

Al contrario que su ego, el gimnasio era un pequeño local, muy modesto y sin apenas decoración. Tan solo un letrero luminoso con letras ardientes indicaban el nombre del gimnasio en el que se encontraban. En su interior no había mucho que destacar, unos asientos de cuero negro donde esperar a que los combates terminasen, un ordenador para transferir los pokémon necesarios y unas puertas de color rojo de doble hoja, que sin lugar a dudas daban a lo que sería el estadio.

Cuando el aspirante abrió la puerta descubrió un terreno seco y sin una pizca de agua, algo de esperar en un gimnasio de aquel tipo y en lo alto del techo un fuerte sol iluminaba y calentaba el local.

Aura no se dignó ni tan siquiera a saludar al aspirante, junto a ella había un Blaziken que sería el que mandaría a la batalla sin inmutarse lo más mínimo. Cuando vio aparecer a su rival, sonrió con prepotencia. ¿Tú serás mi rival? Creo que no tienes nada que hacer contra mi. 

En ese momento chasqueó los dedos y su Blaziken cuya cara parecía la de un pokémon triste pero su cuerpo la de un pokémon muy poderoso y fuerte salió al campo de batalla. Si logras derrotarle, que lo dudo mucho, te daré mi medalla. ¿Entendido?

Toshio llegó al gimnasio Aura con toda la emoción y los nervios de un principiante cuando disputa su primer combate. Lo primero que le sorprendió fue la austeridad que tenía el gimnasio. Se imaginaba algo más espectacular, quizá columnas de fuego por doquier o incluso un suelo con lava. Claro que eso sería muy peligroso para pokémon y entrenadores por igual.

Lo que si que le sorprendió fue la prepotencia de su líder. Aura no tuvo ni la más mínima cortesía de saludar o dar la bienvenida, cosa que molestó bastante a Toshio. Qué menos que un "hola, bienvenido" - pensó el chico a la par que llevaba su mano al cinturón para coger la pokéball de Feraligatr y liberarlo.

- Feraligatr y yo seremos tus rivales, Aura. - Dijo finalmente Toshio. El entrenador miró hacia arriba. El sol brillaba con fuerza. Sin duda el Blaziken rival estaba bien protegido contra los ataques de tipo Agua, pero aún así Toshio confiaba en su pokémon. - Vamos Mordisquitos. Dale con todo lo que tenemos. Hidroariete!

- Vaya... qué sorpresa... dijo con tono de suficiencia Aura. ¿Un pokémon de tipo Agua contra una entrenadora de tipo fuego? ¿Eso es todo lo que me puedes enviar? Dijo seria y fría, todo lo contrario al tiempo que hacía en aquel insípido gimnasio.

Blaziken, espero que sepas luchar contra un pokémon como Feraligatr, ya te he enseñado qué tienes que hacer contra un pokémon como ese ¿no? ¿Te acuerdas? Le dijo con tono serio y casi enfadado. Blaziken agachó el rostro, se miró su brazo y se lanzó para golpear con todas sus fuerzas a su rival cargando de electricidad su puño.

En ese momento, Feraligart también contraatacó convirtiendo su cuerpo en un ariete acuático con la intención de chocar con él y golpearse mutuamente.

Ambos contrincantes salieron despedidos en el sentido opuesto al que se había dirigido, rebotando y cayendo contra el suelo seco y árido. Toshio y Aura contuvieron la respiración esperando ver cuál sería el resultado de tal impacto cuando vieron ver como Blaziken era el primero en ponerse en pie. Aura sonrió pues confiaba en su pokémon que lo había criado desde bien pequeña. Después Toshio pudo ver como su Mordisquitos también había sido capaz de levantarse aunque su estado dejaba mucho que desear comparándolo con su rival...

- Mordisquitos, estás bien? - El impacto había sido tremendo. Esperaba algo efectivo contra su Feraligatr, algún movimiento de tipo Lucha tal vez, pero no un ataque eléctrico. Aún así su rival también quedó malherido después del Hidroariete. Toshio miró de nuevo hacia arriba. Ese sol brillante había logrado mermar el ataque de Feraligatr pero aún así había sido muy dañino para Blaziken. 

- Terminemos con esto compañero. Hidroariete a máxima potencia!

¡Remata la faena de una vez! Le ordenó Aura a su Blaziken que había aumentado su velocidad sin que ni Toshio ni Feraligart se hubieran dado cuenta. El pokémon de tipo lucha se movía alrededor del pokémon de agua a gran velocidad, a cada segundo que pasaba así se volvía más y más rápido y antes de que pudiera darse cuenta o tal vez de esquivarlo, Blaziken había vuelto a dar un fuerte puñetazo cargado de energía eléctrica dejando al pokémon de Toshio fuera de combate.

Lo siento, dijo Aura sin de verdad sentirlo, me temo que la medalla aura no está hecha para ti. Quizá pensabas que yendo con un pokémon de agua tendrías algo que hacer contra mi, pero te has equivocado. Blaziken se hace más rápido cuanto más tiempo pasa y eso es lo que nos ha dado la victoria. Supongo que enfrentarte a Tai te resultará más fácil es un entrenador mucho más débil que yo y la medalla valor más fácil de obtener. Aura hizo un gesto a su Blaziken para que lo siguiera y se marchó de allí, sin despedirse y sin tampoco dar la enhorabuena a su pokémon.

Aura era la líder del gimnasio de tipo fuego. Era una entrenadora tan poderosa que había decidido ponerle su propio nombre a su gimnasio y a la medalla que entregaría al aspirante que la retase. Eso siempre y cuando fuese capaz de derrotarle.

Aura había comenzado su viaje como entrenadora y pronto se había hecho muy poderosa, tanto que su poder, fama y fuerza se le subieron a la cabeza y el problema vino cuando la nombraron líder del gimnasio. Ella se creía por encima de los demás, y por cada medalla que entregaba a los aspirantes sentía como si fuera una gran decepción para ella.

Al contrario que su ego, el gimnasio era un pequeño local, muy modesto y sin apenas decoración. Tan solo un letrero luminoso con letras ardientes indicaban el nombre del gimnasio en el que se encontraban. En su interior no había mucho que destacar, unos asientos de cuero negro donde esperar a que los combates terminasen, un ordenador para transferir los pokémon necesarios y unas puertas de color rojo de doble hoja, que sin lugar a dudas daban a lo que sería el estadio.

Cuando el aspirante abrió la puerta descubrió un terreno seco y sin una pizca de agua, algo de esperar en un gimnasio de aquel tipo y en lo alto del techo un fuerte sol iluminaba y calentaba el local.

Aura no se dignó ni tan siquiera a saludar al aspirante, junto a ella había un Blaziken que sería el que mandaría a la batalla sin inmutarse lo más mínimo. Cuando vio aparecer a su rival, sonrió con prepotencia. ¿Tú serás mi rival? Creo que no tienes nada que hacer contra mi. 

Vilke al entrar al gimnasio quedo bastante sorprendido, sabia del gran ego que tenia Aura y esperaba que el gimnasio estuviera lleno de cosas que llenaran aun más su ego, pero al contrario era un lugar bastante simple y con poca decoración, al momento de entrar al estadio lo vio muy seco y con un gran sol, esperaba que eso no le importara mucho a su Cloyster ya que probablemente se vería debilitado por el fuerte sol.

Cuando vio la presentación de Aura y como saco a sus Pokemon no pudo evitar sentir cierta lastima por el Blaziken y el Chandelure.- ​¡¿Qué le has hecho a esos Pokemon?!.- ​Grito Vilke mientras sacaba a sus pokemon.

​  

​-!Gengod usa bola sombra en chandelure y Clyto usa rompe coraza!

¿Un Gengar y un Cloyster? ¿Eso es todo lo que eres capaz de enviarme? Preguntó Aura de forma retórica tratando de menospreciar a los pokémon de su oponente. Así me temo que no conseguirás la medalla que lleva mi nombre. Y no les he hecho nada, ¿qué crees que les voy a hacer? Dijo encogiéndose de hombros porque aquello le daba igual. Bien, pues empecemos el combate. Le propuso a sus compañeros. 

Chandelure, aprovecha tu bola sombra para debilitar de un solo golpe a ese Gengar. ¡Acabad con ellos ya! Ordenó a sus pokémon con un tono firme y muy serio. Los dos pokémon cerraron los ojos, ligeramente asustados y se prepararon para hacer sus movimientos.

Antes de que Chandelure pudiera hacer nada, Gengar se adelantó a su movimiento y le golpeó con una potente esfera de oscuridad que envió al pokémon de Aura varios metros más atrás. El pokémon había caído gravemente herido, pero Aura no pareció sentir lástima por él. Simplemente lo devolvió a su pokéball muy enfadada. Después Vilke ordenó a su pokémon que rompiera su coraza y Blaziken vio en ello un punto débil y aprovechó ese instante para provocarle un golpe que lo dejó inconsciente. Haberle privado de su defensa a Cloyster había sido una mala idea contra un pokémon como él.

Vilke se alegro cuando su Gengar derroto a el Chandelure de un solo ataque, pero vio como Aura trataba a su Chandelure y no pudo contener su rabia.- ¡¿Por qué tratas a tu Pokemon así?! ¡¿Acaso no los aprecias?! ¡¿No sabes que ellos sufren como nosotros?!.- Grito muy molesto Vilke, no podía soportar ver como esos Pokemon eran maltratados.

-¡Gengod usa Bola sombra contra ese Blaziken!.- Dijo a su Gengar, esperaba poder soportar un golpe de ese Blaziken y poder derrotarlo de lo más rápido posible. Y después regreso a su Cloyster a su pokebola.- Hiciste lo que pudiste amigo, lamento haberte usado tan mal y no aprovechar tu ventaja en este combate.- Dijo a su pokemon, definitivamente se merecía un descanso.

Aura puso cara de asco a Vilke, no hay nadie que odie más que a alguien que viene a tu casa a decirte cómo hay que hacer las cosas. Dijo sin responder a sus preguntas. Blaziken, haz el favor de acabar con Gengar de un solo golpe, no tengo ganas de seguir tratando con este mediocre aspirante.

¡Tajo umbrío y acaba con él!

Antes de que Blaziken pudiera adelantarse para atacar a Gengar, el pokémon fantasma lanzó una bola de oscuridad que impactó de lleno en el pokémon del líder. Por suerte, Blaziken era un pokémon muy duro de derrotar y aguantó firmemente el golpe. Eso le llevó a dar un gran salto y ejecutar, sin rechistar, la orden que Aura le había dado y golpear tan fuerte a Gengar que lo debilitó en un instante. Aura se encogió de hombros, y puso una sonrisa prepotente. Mi forma de entrenar no te gustará, pero al menos mi Blaziken ha derrotado a tus dos pokémon de un solo golpe. Sin duda no estabas preparado para el Gimnasio Aura, este es uno de los gimnasios más fuertes y todo se debe a mi. Obviamente, Aura no iba darle ningún mérito al trabajo que habían realizado sus pokémon. 

Bueno, será mejor que te marches a curar a tus pokémon, y me temo que la medalla Aura jamás volverá a ser tuya.

Vilke vio como su Gengar era derrotado de un solo ataque por el Blaziken, sintió una gran tristeza, no por perder, eso no le importaba más bien porque había hecho que Aura crea que tratar a los Pokemon así era algo bueno para hacerlos más fuerte. Vilke solamente regreso a Gengod a su pokebola y lo miro, "Perdón amigo, pero no pudiste ganar" fue lo que penso Vilke al ver a su amigo debilitado, vio a Aura.- Sabes que Aura, aunque yo haya perdido esta batalla tú no ganas nada, un día tus Pokemon no te harán caso y perderás todo lo que tienes, eres una persona bastante lamentable, no sabes que si un Pokemon es tratado con cariño puedes hacerlo incluso más fuerte.- Dijo Vilke mirando a Aura con cierta pena en su mirada. Seguido de eso Vilke abandono el gimnasio.

Aura era la líder del gimnasio de tipo fuego. Era una entrenadora tan poderosa que había decidido ponerle su propio nombre a su gimnasio y a la medalla que entregaría al aspirante que la retase. Eso siempre y cuando fuese capaz de derrotarle.

Aura había comenzado su viaje como entrenadora y pronto se había hecho muy poderosa, tanto que su poder, fama y fuerza se le subieron a la cabeza y el problema vino cuando la nombraron líder del gimnasio. Ella se creía por encima de los demás, y por cada medalla que entregaba a los aspirantes sentía como si fuera una gran decepción para ella.

Al contrario que su ego, el gimnasio era un pequeño local, muy modesto y sin apenas decoración. Tan solo un letrero luminoso con letras ardientes indicaban el nombre del gimnasio en el que se encontraban. En su interior no había mucho que destacar, unos asientos de cuero negro donde esperar a que los combates terminasen, un ordenador para transferir los pokémon necesarios y unas puertas de color rojo de doble hoja, que sin lugar a dudas daban a lo que sería el estadio.

Cuando el aspirante abrió la puerta descubrió un terreno seco y sin una pizca de agua, algo de esperar en un gimnasio de aquel tipo y en lo alto del techo un fuerte sol iluminaba y calentaba el local.

Aura no se dignó ni tan siquiera a saludar al aspirante, junto a ella había un Blaziken que sería el que mandaría a la batalla sin inmutarse lo más mínimo. Cuando vio aparecer a su rival, sonrió con prepotencia. ¿Tú serás mi rival? Creo que no tienes nada que hacer contra mi. 

En ese momento chasqueó los dedos y su Blaziken cuya cara parecía la de un pokémon triste pero su cuerpo la de un pokémon muy poderoso y fuerte salió al campo de batalla. Si logras derrotarle, que lo dudo mucho, te daré mi medalla. ¿Entendido?

Zakkai entró en el Gimnasio Aura algo decepcionado ya que a diferencia del Gimnasio Corazón que era mucho más elegante a su opinión aun así también lo veía con buenos ojos ya el gimnasio tenía sus puntos fuertes a pesar de su pequeño tamaño una vez dentro pudo sentir el abrasador calor que se esperaría de un entrenador de tipo fuego que se convirtió en líder.

Zakkai se sintió también algo decepcionado con la actitud de la líder a diferencia de Kari que era mucho más gentil Aura se veía más joven además de animada pero mucho más arrogante aunque teniendo en cuenta la información del centro pokemon tenia bastantes puntos por lo que podría tener bases para esa arrogancia.

Al ver que Aura no se molestó en presentarse y simplemente mandó al ataque a su Blaziken Zakkai también se mantuvo callado ignorando los comentarios de la líder sacando a Kommo-o al campo el cual solo se quedo quieto pero concentrado en el pokémon rival esperando por cualquier movimiento,a lo que Zakkai recordando las palabras de Kari tomo un poco de aire antes de indicarle a Iron su movimiento.

Zakkai dio una orden intentando mantenerse calmado aunque realmente estaba nervioso ya que el Blaziken se veía bastante amenazante -Iron usa ¡Puño Drenaje!.

Vaya... qué sorpresa.. dijo sin mucho ánimo. Estoy acostumbrada a que a mi gimnasio vengan líderes preparados con pokémon de tipo agua o fuertes contra el fuego. Aún así, ¿crees que con un pokémon tan débil y tan enclenque como lo es tu Kommo-o, podrás ganarme? Creo que estás muy equivocado por haberle elegido como tu compañero inicial. Dijo con unos humos demasiado altos y de forma muy prepotente.

Bueno, Blaziken, un dragón no nos va a asustar, da tu gran salto y golpéale con todas tus fuerzas. Le dijo con tono serio y casi enfadado. Blaziken agachó el rostro, se miró sus piernas y dio un impresionante salto para golpear con todas sus fuerzas a su rival.

El dragón fue golpeado con mucha fuerza y éste retrocedió varios metros. Aura parecía alegrarse con aquel golpe, pero al ver que Kommo-o no había caído debilitado su rostro cambió y se tornó ligeramente más enfadado. ¡No me puedo creer que hayas fracasado! Le espetó a su Blaziken.

Aquello fue suficiente para que el pokemon de Zakkai contraatacara y golpease con fuerza a Blaziken drenando parte de su energía y sanando así una gran parte de las heridas que acababa de recibir.

La patada de Blaziken fue increíble y aunque Kommo-o pudo contraatacar con un poderoso puño drenaje Zakkai estaba seguro que su compañero no sería capaz de aguantar otro golpe así de poderoso por otro lado Zakkai no podía creer como la líder de gimnasio trataba a su pokémon de forma tan ruda y desconsiderada pero eso no era de la incunbencia del entrenador lo unico que podia hacer en este momento era esperar por un golpe de suerte ya que sabia que el Blaziken era mucho más rápido con toda la energía que tenía intento inspirar a Iron -Vamos a darlo todo en este golpe Iron usa Puño drenaje- Iron se preparo para poder atacar con todas sus fuerzas al Blaziken.

Más te vale que acabes con el dragón ahora mismo. Le dijo a su Blaziken con arrogancia. ¡Y no te caigas como te ha pasado otras veces! Le amenazó sin una pizca de consideración. El pokémon de tipo fuego que había aumentado su velocidad gracias a la energía interna que poseía, dio un gran salto para rematar a Kommo-o y lograr así que Aura siguiera teniendo uno de los gimnasios con más puntos. 

La patada, lejos de fallar golpeó con una precisión soberana logrando impactar al dragón y dejándolo completamente debilitado. ¡Ya podrías haberlo hecho así antes y nos habríamos evitado perder el tiempo!. Le espetó con muy pocos modales. 

Aura dejó atrás a Zakkai y a su Kommo-o y se dio la vuelta sin tan siquiera despedirse. El aspirante había fracasado en su misión por hacerse con la primera medalla y Aura no había sentido ningún tipo de empatía, ni por él, ni por sus pokémon.

Zakkai no podía soportar a Aura era demasiado arrogante aun así la líder de gimnasio tenía algo que simplemente demostraba de donde venía toda esa arrogancia,un pokémon increíblemente fuerte pero al cual no respetaba.

Volvere- Zakkai afirmó mientras volvía a meter a su Kommo-o a la pokeball y se marchaba en direcciona al centro pokémon,esta vez el joven entrenador no estaba seguro si había aprendido algo nuevo de su derrota como sucedió en el gimnasio corazón lo único que rondaba por su cabeza era la idea que fuera de una estrategia el poder puro también era importante pero jamas estaria de acuerdo con un trato tan denigrante a sus compañeros Pokemons.

Aura era la líder del gimnasio de tipo fuego. Era una entrenadora tan poderosa que había decidido ponerle su propio nombre a su gimnasio y a la medalla que entregaría al aspirante que la retase. Eso siempre y cuando fuese capaz de derrotarle.

Aura había comenzado su viaje como entrenadora y pronto se había hecho muy poderosa, tanto que su poder, fama y fuerza se le subieron a la cabeza y el problema vino cuando la nombraron líder del gimnasio. Ella se creía por encima de los demás, y por cada medalla que entregaba a los aspirantes sentía como si fuera una gran decepción para ella.

Al contrario que su ego, el gimnasio era un pequeño local, muy modesto y sin apenas decoración. Tan solo un letrero luminoso con letras ardientes indicaban el nombre del gimnasio en el que se encontraban. En su interior no había mucho que destacar, unos asientos de cuero negro donde esperar a que los combates terminasen, un ordenador para transferir los pokémon necesarios y unas puertas de color rojo de doble hoja, que sin lugar a dudas daban a lo que sería el estadio.

Cuando el aspirante abrió la puerta descubrió un terreno seco y sin una pizca de agua, algo de esperar en un gimnasio de aquel tipo y en lo alto del techo un fuerte sol iluminaba y calentaba el local.

Aura no se dignó ni tan siquiera a saludar al aspirante, junto a ella había un Blaziken que sería el que mandaría a la batalla sin inmutarse lo más mínimo. Cuando vio aparecer a su rival, sonrió con prepotencia. ¿Tú serás mi rival? Creo que no tienes nada que hacer contra mi.