Partida Rol por web

A pesar de la impaciencia del draconiano, el explorador esperaba pacientemente la respuesta del clérigo, mientras sus hojas lo arrinconaban. Si se movía otra vez, lo lamentaría.

Envalentonado por los ataques de sus compañeros al ogro Truvio invoca una vez más su poder mágico (Eldritch Blast) intentando, si no acabar con el, sí dejarlo a las puertas de la muerte.

La bola de energía que sale de las manos de Truvio alcanza al ensangrentado ogro en un ojo. La cabeza del humanoide estalla manchando la estancia de sesos, mientras su cuerpo se desploma al lado de Helen.

Se hace el silencio en la habitación.

No, si no tienes una poción, edita el post y actúa este turno. No estas forzando ninguna maquina ;).

A no ser que el combata acabe ya, que todo puede ser...

Tras unos segundos de silencio el clérigo baja su arma:

- Si esta es la voluntad de Thaizdum, acepto la derrota.

 Helen se aparta de un salto de los trozos de ogro que le caen encima. Se recoloca el pañuelo, limpia la espada, la guarda y le dice a Truvio alegremente.

Vaya, veo que lo tenías todo controlado. Salvando el día justo en el momento oportuno.

Después mira al Clérigo que se acaba de rendir y pregunta.

¿Y este quien es? ¿El dueño de la casa? No nos olvidemos de a que hemos venido aquí.

Acto seguido comprueba si queda gente viva por el suelo y en que estado están.

Toda la gente que esta por el suelo en la parte de arriba del mapa están muertos, aparentemente por congelación. Son unas 12 o 13 personas.

El grupo mas nutrido, la mitad de la gente que estaba desnuda en el suelo están heridos y drogados.

Y el grupo que esta cerca de la escalera o pegado a la pared sur se encuentran simplemente drogados.

-Más te vale que empieces a explicar que es lo que está ocurriendo aquí, maldito monstruo desquiciado.- dice Asher al clérigo de la extraña deidad inpronunciable -¿Quién es toda esta gente, qué les ha ocurrido, cómo pueden recuperar su consciencia y qué puedes alegar para justificar que no cumplamos tu evidente sentencia aquí y ahora?- espetó el venal explorador en una larga retaila.

Mientras increpaba al humano, el peso de Accolon ni siquiera cambiaba de pie, con sus espadas cruzadas en la típica actitud mitad guardia y mitad amenaza, que prometía acabar con el clérigo, si éste se movía un ápice más de la cuenta.

Miro a los ojos al clérigo oscuro escoria escupo en el suelo habla ya o tendrás una muerte lenta y muyyyyy dolorosa, te lo aseguro, porque me ocupare yo de ello pongo un gesto sádico.

- Mi vida o mi muerte está en manos de mi señor, no es vuestras patéticas armas. Mi derrota es su victoria - es difícil sostener la mirada del hombre, parece estar siempre cambiante, las emociones que reflejan sus ojos son muy variadas y apenas duran unos segundos. Mirarle es mirar a la locura.

 Mientras cuestionan al Clérigo, Helen comprueba el cuerpo del Oni por si tiene algo de valor (para repartirlo, no se lo esconde) y acto seguido, sigilosamente, se dedica a comprobar el resto de puertas del sótano.

Vamos Truvio. Comprobemos que su"señor" no está por aquí y busquemos a la chica mientras le interrogan

-Bueno, por el momento vamos a atar a este diablo, porque no me fío de sus venenosas palabras. Luego ya veremos quién es el que está ganando aquí.- dijo Asher, mientras giraba media cara hacia la pelirroja, sin perder de vista al clérigo -¿Helen, puedes atar a este tipo mientras lo mantengo quieto? Mucho me huelo que serás de quienes mejor sepan manejar una cuerda de aquí.- y luego girando ligeramente la cabeza hacia atrás, para indicar incluso más lejos -¿Aaron, Truvio, lleva algo mágico de lo que debamos preocuparnos?- añade sin perder ni un detalle en su instintivo análisis de la delicada situación.

Una vez el tipo estuvo despojado de sus útiles y amarrado, el explorador se giró hacia el eladrin y le indicó:

-Bueno, supongo que ahora es todo tuyo, Quarion. Entre tanto, daré una batida a las salas circundantes.- terminó con un gesto a la cercana ladrona, que la invitaba a acompañarlo.

 Claro, Accolon. Pensé que preferias interrogarlo tú. Siempre viene bien tener a alguien que maneja dos espadas a la vez con tanta soltura cerca por si todavía queda alguna sorpresa desagradable.

Dice con admiración

- Os acompaño, me mantendré a unos metros para no molestar y si ocurre algo retroceded y cubríos detrás mio.

Dice el dracónido mientras saca una galleta del zurrón y se la mete en la boca

- Trufio, fi fe muefe el tipo efe avifa y le furramof un poco maf

Helen, en el cuerpo de Ogro encuentras 4 gemas guardadas en una bolsita de seda bordada.

Las puertas no tienen cerraduras y se abren fácilmente. Parecen las puertas normales de una casa, es decir son bastante endebles. Escuchas sonidos ahogados que proceden de la puerta sur.

Tambien os llama la atención el área de oscuridad que hay en medio de la segunda habitación (numero 10), pegada a la pared oeste.

Atáis al clérigo sin problema (*), y lo tiráis delante de Quarión. El símbolo sagrado del clérigo radia magia.

Al clérigo, le quito el símbolo sagrado y lo guardo en la mochila.