Partida Rol por web

Cada uno a su momento, se fueron despertando y levantando, tomando turnos para la ducha y el aseo. Luego, el desayuno en la cafetería estaba bien suculento.
Se les comunicó que las clases comenzaban a las ocho y a esa misma hora ya estaba Molly entrando al salón, con un gesto severo, pero sonriente, denotando más o menos un buen humor.

—Buenos días.
Deja una tablet sobre el escritorio y apoya la cadera en la superficie, cruzando los brazos.
—¿Durmieron bien? ¿Son cómodas las habitaciones?

—Un lujo —responde Simon enseguida.

La sala es escalonada, con las mesas unidas de a dos, dejando espacios de por medio para pasar y sentarse. Simon está junto a Luke, detrás de donde se sentaron Selina y Lilian.
—Fueh...
La primera babea mientras duerme y balbucea cosas relacionadas con malvaviscos flotantes, mientras su amiga la zarandea despacito, nerviosa, intentando que despierte antes de que le digan algo.

Al otro lado, contra la ventana, se ha sentado Victoria en la fila de más adelante junto a la sirviente que la acompaña siempre. Detrás está el chico pálido de anteojos, con varias gasas en la cara y los brazos vendados. A su lado se sentó el hijo de inmigrantes yamateses.

—Tú no te sientes todavía, párate ahí —le pide Molly a Lance—. Preséntate como es apropiado.

—Lamento comunicarles que teníamos un espía entre nosotros. El muchacho que antes formaba parte del grupo uno resultó ser miembro de un movimiento revolucionario yamatés que se opone a la alianza y tuvimos que expulsarlo. No voy a dar más detalles.
Ahora señala a este nuevo compañero con un gesto con la mano.
—Por otra parte y por razones que no vienen al caso, este aprendiz se saltó la prueba diagnóstica y ha quedado sin equipo. Qué coincidencia, ¿no?
Entornando los ojos, los mira a todos, uno por uno, como evaluándolos o contándolos.
—Quiero que entre todos decidan si el grupo uno debe repetir la prueba diagnóstica, esta vez incluyendo a su nuevo integrante. La votación debe ser unánime. Si no resuelven nada en quince minutos, lo resolveré yo.

Esta mañana estoy más despierto de lo usual, de hecho no se me ha escapado un solo bostezo en toda la mañana.

Me quedo al lado de la profesora Molly cuando ella me lo indica y echo un vistazo a toda la clase un momento. Me tomo mi tiempo antes de presentarme.

—Ah, claro, no me conocen los demás— alzo la mano para saludar sin mucho entusiasmo —Hola, soy Lance Straedler, vengo de Noresya y mi elemento es...— me quedo con la boca abierta antes de culminar la frase y me giro hacia la profesora —Profesora Molly, igual deberíamos mantener ocultos nuestros elementos por si hubiesen más espías infiltrados.

Y lo pregunto con absoluta calma después de haber hecho una demostración de mis poderes el día anterior...

Ojalá no tengamos que hacer la prueba, va a ser un fastidio.

Si una cosa había aprendido anoche era en que iba a tener que extremar precauciones con Keira y su insistencia al tomar ronda tras ronda, si no hubiera estado atenta, ahora tendría algo más que un ligero dolor de cabeza.

Se había sentado tras Welt directamente y no se contuvo en hablar sobre su aspecto y los rumores de su prueba diagnostica.

-Dicen que ayer os dieron una paliza, y por tu cara no van muy desencaminados, luego quiero la historia completa - Su sonrisa divertida parecía burlarse un poco de su aspecto lleno de gasas mientras hablaba.

“Una pena, hubiera sido divertido tener otro espachín con el que combatir ”Pensó hacia sus adentros al enterarse de la historia de su primer compañero, ignorando el echo de que fuera un espía potencialmente peligroso.

- ¿Si la repetimos y volvemos a batir record tenemos premio? Algo como acceso a los laboratorios o a la sala de peligro sería una gran motivación para repetirla- Como ya había mencionado antes, la pelirrosa no estaba en contra de repetir la prueba, pero ya que tocaba esforzarse otra vez no estaría mal recibir algún tipo de bonus.

La alarma para salir a correr me despertó antes de lo que quería. Tras pasarme las primeras horas de la mañana gruñendo porque no había desactivado la alarma, llegué a clase con los auriculares puestos, y tardé unos segundos en quitármelos incluso cuando la profesora ya había entrado en el aula.

- Si es que lo sabía... - dije ante la insinuación de que podríamos repetir la prueba -. Ya que tiene que ser una votación unánime, ¿hay alguien que tenga un palo metido por el culo y no esté dispuesto a dar su brazo a torcer aunque tenga toda la clase en contra?

A diferencia de Lance, yo si habia dado un par de bostazos de camino al aula. En cuanto pude me acomode en uno de los sitios libres sacando un libreto y boli a un lado, al otro una tablet. Ambas cosas eran para tomar nota y aplicarme en clase.

Cuando se empezo a hablar sobre repetir la prueba torci ligeramente el gesto. Durante un momento pense en levantar la mano ante la pregunta de Keira solo para molestar... pero no no era eficiente enemistarme con alguien que dormia en la misma habitacion y que tenia pinta de haber pertenecido a la mafia.

—Si el profesorado piensa que resultara eficiente para nosotros, no me negare a hacerla, aunque no entiendo la ventaja de ello y voto por no repetirla.—Hable de forma tranquila.—Antes de mas "trabajo de campo" me gustaria al menos descubrir como funciona mi poder...O cual es...

Le habia estado dando vueltas al asunto. Luke habia conseguido volver a unir el brazo a Simon, peor no habia sido capaz de reparar el surco en el suelo y las raices que habia hecho sin querer. Fuera lo que dispararan aquellas pistolas, era un peligro.

Welt no nota a Lyn sentarse en el sitio detrás, hasta que le dirige la palabra, entonces la mira por encima del hombro y la saluda afablemente con un gesto con la mano, pero no dice nada respecto al comentario jocoso.

Victoria ya había abierto la boca, un instante antes de que Keira hablara, para luego recibir miradas desde todas direcciones. Eso pareció cohibirla y acabó mordiéndose los labios.

—El aprendiz Straedler ha cometido una falta —continúa explicando Molly—. No acudió al registro ni tampoco a la prueba diagnóstica, bajo la única excusa de haberse quedado dormido. Las faltas tienen que castigarse, no premiarse, señorita Vallstein. 

De pronto, la sirviente de la princesa alza la mano para pedir la palabra, a lo que la profesora le hace un gesto con la cabeza para indicarle que hable.
—Em, en el momento de cometer la falta, el señor Straedler no formaba parte de ningún equipo —dice, con total y absoluta calma, más o menos arrastrando las palabras—. ¿Es necesario castigar entonces al grupo donde pasó luego a formar parte?

—No, no es necesario. 
Se oyen algunos murmullos, pero unas sonoras chispas que salen de la mano de la profesora consiguen que la atención regrese.
—Pero esto va más allá de los equipos —añade, frunciendo el ceño—. ¿Ustedes se dan cuenta de dónde están? Más allá de sus motivos, ustedes van a ser entrenados para convertirse en la élite de este país. Habrá momentos en los que tendrán que tomar decisiones muy duras en circunstancias que no les desearían ni a sus peores enemigos. ¿Tendrán tiempo de pensar allí en qué grupo está cada uno? ¿Si este fue compañero de pupitre o si una vez fueron juntos a tomar unos helados?
—Aquí la situación es que hay un aprendiz que tiene que rendir cuentas por la trastada que se mandó. Traten de pensar de la forma más objetiva posible. ¿Qué debería hacerse con él?

—Oye, oye, ¿no es demasiada severidad para un primer día?

—Sí, lo es. Muchos soldados también mueren en los primeros cinco minutos del despliegue. Entrenan toda la vida para luego pasar a formar parte del barro nada más ponen un pie en el campo de batalla.

Lilian está completamente pálida y estremeciéndose vigorosamente, mientras que, a su lado, Selina duerme plácidamente.

—Sobre tu elemento, aprendiz Unglaus, hablaremos en otro momento, durante las clases extracurriculares que determinamos ayer. Ahora quiero solucionar este lío antes de perder más tiempo.

Después de otra prolongada pausa, la princesa intenta hablar de nuevo:
—Yo creo... creo que, em...
No se la nota tan altiva como de costumbre, su mirada se pasea por todo el salón, parpadeando demasiadas veces. Hasta está algo tensa, con las manos apoyadas en las rodillas.

—Repitamos la prueba todos —interrumpe el muchacho pálido de lentes.

—¿E...? —Victoria casi se desnuca, girando la cabeza hacia atrás a toda velocidad para dirigirle la mirada al chico—. W-¿Welt?

Él asiente, esbozando una sonrisa.
—Si ha sido sólo la prueba introductoria, imagino que ni se compara con lo que vendrá más adelante a lo largo del año. De hecho, pienso que la sesión de entrenamiento que tendremos en la tarde con el profesor Alighieri no será coser y cantar, hasta sospecho que será aún más duro que lo de ese cangrejo gigante. ¿Qué tiene de malo intentarlo otra vez? Ya todos sabemos qué hay que hacer y cómo, sólo será la mitad de difícil. Y ni que decir tiene que aprenderemos más, sobre todo a trabajar en equipo.

Tras otro breve silencio, Molly asiente.
—Ajam. —Y descruza los brazos para apoyar las manos detrás de sí, sobre el escritorio donde estaba sentada—. Quedan diez minutos. Diez minutos y se baja el martillo.

Simon levanta una mano también, pero más en acción de dar ánimos que para pedir la palabra.
—¡Venga! ¡El cuatroquis tiene razón! ¡No podemos arrugar de esta manera, tenemos que ponerle el pecho a los problemas! ¡Yo repetiré la prueba con todos!

Luke, sentado al lado de su amigo, arruga la cara, pero finalmente relaja y afloja los hombros, levantando su mano brevemente.
—Tengo que encargarme de que salgan enteros de ahí —dice, suspirando—. Así que me sumo, vale.

Guardo silencio al escuchar cómo discuten los compañeros y Molly sobre mi falta, y tiene pinta de que va a acabar la cosa con todos haciendo la prueba otra vez. No solo eso va a ser un fastidio por el hecho de hacerla, sino por que algunos me van a tomar manía por ello.

—Qué fastidio...— murmuro con desgana antes de levantar la mano —Profesora Molly, ¿puedo expresar lo que yo pienso?

Me llevo el dedo al entrecejo para acariciarlo mientras ordeno mis pensamientos antes de seguir.

—Si la cuestión es castigar las faltas y dar ejemplo, lo más objetivo, sensato y justo sería castigarme solo a mí. No tiene caso castigar a los demás, especialmente si cuando cometí aquella falta no estaba en ningún grupo y nadie colaboró en aquello de forma activa o pasiva. Y si se dice de castigar a los demás para "dar ejemplo" eso solo conseguiría que el resto de la clase me odiase por tener que pasar por semejante fastidio, no se crearía un clima positivo y se dificultaría el debido desarrollo que podríamos tener con la formación que deberíamos tener aquí. También se aplicaría eso en el ejército, seguro que no han faltado casos en los que un grupo ha atormentado a un compañero porque todos pagaron por un error suyo, y eso seguro que suele acabar mal. Seguro que son cosas que usted quiere evitar que ocurra a toda costa, supongo.

Me giro hacia la profesora, mirándola fijamente con una determinación inusual para lo que se ha visto de mí hasta ahora.

—Profesora Molly, tome las medidas que tenga que tomar conmigo pero, por favor, no castigue a los demás cuando no han tenido culpa alguna de que me quedase frito. Aunque no me opongo a que quienes quieran repetir la prueba voluntariamente lo hagan.

No me puedo creer lo que estoy haciendo, alegando para recibir solo el castigo en lugar de intentar escaquearme. Suelto un suspiro bien largo y cierro los ojos con expresión de resignación. Está decidido, tendré que pedirle a Lyn o a Keira que me enseñen a pelear, porque hasta ahora siempre he huido de los conflictos.

Está pasando lo mismo a cuando acusaron a Hana de romper el jarrón preferido de mamá, cuando fui yo el que lo tiró sin querer estando distraído con un libro. Me tiré toda una semana castigado con hacer las tareas de casa.

Tan pronto como empezo a proponerse que todos la repitiéramos me reí levemente por lo bajo antes de susurrar a Keira.

_{—Ya sabes quién es el del palo, aunque creo que es su justa venganza por la burla de Lyn.}—Reí levemente por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos.

Tras como continuo la discusión me pase la mano por la barbilla durante un momento antes de sonreír y levantar el brazo tomando permiso para hablar.

—Profesora Molly, como ha dicho nunca sabemos a que nos podríamos enfrentar en el futuro y, como la primera parte de la prueba, encontrar a tus futuros compañeros y resolver el acertijo, carece de sentido, teniendo que afrontar únicamente la pelea con aquella criatura... Quizá deberíamos repetirla todos, pero con espectadores.

Abrí las palmas hacia arriba antes de explicarme.

—Me refiero, quizá ahora estemos emparejados, pero para "afrontar decisiones en circunstancias no planeadas".—Utilice sus propias palabras en mi argumento.— Quizá nos venga bien conocer a nuestros otros compañeros. Después de todo, quizá cuando ocurran esos casos nos estemos tomando el helado con alguien que no sea de nuestro equipo y tendremos que saber que puede hacer o su estilo de pelea.

—Dejando de lado el castigo y viendo que algunos quieren repetir la prueba voluntariamente, creo que sería una buena oportunidad para conocernos entre todos y también tomar ideas para mejorar nosotros mismos.—Mire a toda la clase durante un momento tras haber tomado su  atención para ver sus reacciones.— De esa forma, a la par de conseguir que tengamos que repetir la prueba en desventaja, pues uno de nosotros no conoce a que se enfrentara y esta sería nuestra penalización a modo de castigo, conseguiremos un objetivo quizá más académico y útil para todos.

Pese que en parte esta “traicionando” a mi equipo empezando a apoyar el hecho de repetir la prueba, mis ojos brillaban emocionados. No quería repetir la prueba, pero si quería ver el poder del resto. Únicamente la palabra con la que se había catalogado lo que podían hacer no era suficiente, quería ver las aplicaciones técnicas y sus posibles utilidades. Si bien esas no eran las razones que había exhibido, las que había dado también eran ciertas.

Lyn chasqueó la lengua sonoramente ante la negativa a la bonificación, a pesar de que ya se lo esperaba no dejaba de ser un chasco. Luego observó la escena en la que el resto de la clase se ofrecía voluntariamente a repetir la prueba e incluso Lance se ofrecía a hacerla en solitario, cosa que Lyn no iba a permitir ya fuera por ayudarle o por la mera oportunidad de un nuevo desafio.

-Ooh, que escena tan conmovedora…- No podía evitar el recordar la camaradería de su viejo grupo y sentir cierta nostalgia, al igual que tampoco evitar girarse hacia Keira para burlarse un poco recordándole sus propias palabras- Con o sin bono no voy a dejar a Lancy tirado, y la clase se va poniendo en tu contra, asique sería bueno que te fueras sacando el palo.

- Pero chaval, ¿tú estás buscando que te maten o qué? - dije mirando directamente a Welt ante su sugerencia, para a continuación reclinarme hacia atrás -. Genial, me ha tocado el curso de los idiotas - dije para mi misma antes de enderezarme, si bien no bajé la voz porque no tenía intención de ocultar mi opinión -. Ya me veía venir que tendría que repetir la prueba, pero no esperaba que el resto quisieran también. Que le den, si la gente quiere volver a jugarse el tipo solo para demostrar algo, voto a favor de repetirla todos, pero con las condiciones que dice Laky.

Mientras todos expresan sus opiniones, Molly los mira atentamente, uno por uno, oyendo en silencio lo que cada uno tiene para decir. Los únicos que no han hablado aún, ni parece que vayan a hacerlo, son el muchacho que se ha sentado junto a Welt, ese que es hijo de inmigrantes de Yamato, luego Lilian, que está muy nerviosa, y finalmente Selina, que ha despertado durante unos instantes, pero tiene problemas para concentrarse en lo que está pasando.

—Muy bien, así estamos entonces —murmura la profesora, juntando las manos—. Creo que no necesito esperar más. Y mejor así, que ya hemos perdido demasiado tiempo.
Respira hondo y se aparta del escritorio, dirigiéndose ahora a Lance.
—Tu castigo ya está decidido. Haz un huevo frito y cómetelo, tienes veinticuatro horas a partir del final del turno matutino.
Le señala luego el sitio vacío al lado de Lakyus y apunta allí con la cabeza.
—Anda, ve a sentarte.
La clase guarda silencio mientras el chico hace lo que se le pide.

—¿Qué?

Varios alzaron la mano, pero la profesora no da la palabra a nadie y explica:
—Son una clase lo suficientemente madura, no necesito ir más lejos. Ahorren energías para la semana y esfuércense.
Mira su reloj y suspira.
—El aula ya termina, los pasaré con el profesor Salvo para que les dé una introducción sobre la historia del dominio mágico, luego volveré yo para explicarles un poco de teoría y... bueno, en eso consistirá la mañana. Traten de que les quede algo, es sano saber de dónde vienen las habilidades que tienen.

Finalmente, recoge la tablet del escritorio y va saliendo del salón, dejándolos solos alrededor de un minuto, hasta que aparece por esa misma puerta un tipo de aspecto desgarbado, perilla sin afeitar, ojeras y una taza de café.

—Aah, lo siento, perdón la tardanza —se disculpa, frotándose los ojos con los dedos—. Es que anoche no pude dormir, alguien superó mi récord en Arkanoid y estuve deprimido.

Sin embargo, no pierde tiempo y se pone manos a la obra con la clase, introduciendo temas y dándoles el programa del año.

Transcurrida una hora y media, suena la campana y el profesor Salvo se despide y se marcha. Tienen un receso de unos cinco minutos hasta que aparece Molly en el salón, pidiendo silencio.
—Antes de empezar, quisiera hacerme una idea de qué tanto saben sobre cómo funciona la energía mágica, para saber desde qué punto partir.
De nuevo los ojea uno por uno, como si los estuviera evaluando.
—¿Quién se anima a arrancar? No tengan miedo de decir disparates, es mejor eso antes que quedarse con ideas erróneas en la cabeza. ¡Vamos!

Miro a la profesora Molly tras escuchar mi castigo, abro la boca para hablar pero me quedo como paralizado unos instantes.

—Supongo que podré acompañarlo como quiera, ¿verdad?

Mientras regreso a mi asiento pienso en qué me hago con ese huevo frito. En la siguiente clase, al escuchar al profesor Salvo me propongo una cosa: batir el récord del Arkanoid. Recuerdo que me picaba mucho con Hana jugando a ese condenado juego, compitiendo por quién obtenía la puntuación más alta.

Después volvemos a tener a la profesora, y cuando lanza la pregunta recuerdo que leí algo sobre eso en un libro. Alzo la mano con aparente desgana, y cuando la profesora me da la vez empiezo a hablar.

—Según el ensayo del investigador arcano Sven-Larsson, la energía mágica está presente en la materia, el entorno y en los seres vivos. La capacidad de manipular un elemento viene determinado por la cantidad de energía mágica innata que posea el individuo además de su voluntad, pudiendo mejorarse con la práctica hasta su máximo potencial determinado por el potencial de éste. También en un artículo académico escrito por Fabien Delacroix se menciona que los elementos son la manifestación de la voluntad del individuo, quien moldea esa magia.

Me doy cuenta de que algunos compañeros me miran asombrados, y me incomoda un poco ser el centro de atención. Qué fastidio...

—Ambas cosas las leí en un libro titulado "Teorías sobre los Elementos y aplicaciones prácticas", de Schicksal, y ambas citas salen en el prólogo. Si alguien quiere se lo puedo prestar.

No pude más que echarme a reír ante la resolución y castigo impuesto a nuestro compañero hasta que finalmente las clases empezaron. La historia no era precisamente de mis asignaturas favoritas, pero la toleraba hasta cierto punto mientras no se llegaran a temas que consideraba ligeramente controvertidos.

Por otro lado la primera pregunta de la profesora Molly fue precisamente a uno de esos temas controvertidos y junto con la respuesta de Lance aún más. Solté un leve bufido como si no estuviera de acuerdo con la respuesta dada por mi compañero.

—Hay muchos estudios que empiezan a refutar las ideas de Larsson desde que se empezó a intentar mezclar la energía mágica con la ciencia. Si bien si se mantiene que depende de la “voluntad” del usuario, ya hay prototipos para saltarse el punto de la energía mágica innata que posee cada uno.—Respondí mirando a mi compañero.—Solo hay que encontrar la forma para poder usar esa energía mágica presente en materia y entorno. Se lleva trabajando tiempo en ello y si bien las pruebas no han sido muy… favorables, se puede hacer. Solo es cuestión de estabilizar el flujo.

Aquello no solo lo sabía por artículos y estudiar, lo sabía porque tenía experiencia en ello de primer mano, mi familia había investigado sobre ello. Había conocimiento generalizado de que algunos minerales y materiales concentraban de forma más favorable esa energía mágica y mi familia se dedicaba precisamente a comercializar y explotar uno de esos minerales. Si bien por el momento el Galgarium únicamente se usaba como aleación con una resistencia inusual a la magia, a nivel técnico sabíamos que eso era debido a la fluctuación de la propia energía que el material contenía.

—Es decir, no creo que se tarde mucho en poder aprovechar esa magia externa a nosotros. Y respecto a la voluntad para manifestarla… quiero pensar que es algo más físico que la voluntad. Hay quien dice que es algo parecido a una programación  más compleja de la que podemos replicar por el momento. Pero supongo que ese solo es nuestro sueño para poder poner intentar replicarlo sin intermediario humano…

Ya el día anterior había expresado unas ideas parecidas durante mi conversación con Molly. No quería limitar el uso de la magia a las personas con el don despertado. Quería usarla como modo de producción de energía si se conseguía programar esa “voluntad” y utilizar la energía contenida en la materia y el entorno los avances serian increíbles.

No quería aprender a manejar la magia como se había enseñado hasta ahora, quería desmontar todo su procedimiento e idear una nueva forma de usarla. Aunque el resto de la gente me llamara loco.

Finalmente parecía que no habría pruebas, aunque tenía que ver el huevo frito en todo aquello, pero tampoco tuvo demasiado tiempo para darle vueltas pues la voz adormilada del primer profesor le provocó su primer enfrentamiento del año contra el sueño en clase. Una batalla en la que se había rendido cuando a mitad de la clase había sacado su revista inacabada.

Tras escuchar de fondo el arranque de Lance y la refutación de Lakyus en un tema interesante, Lyn comenzó a hablar con tono indiferente sin siquiera esperar que le cedieran la palabra y sin dejar de ojear su revista.

-Tambien tienes a Specter Balmut, que cuenta que el objetivo final de la tecnomagia es recrear una “voluntad artificial” para aprovechar el potencial mágico de la materia inanimada y el entorno de forma independiente a un operador, pero da igual cuanto lo intenten afirma que sus aplicaciones tendrán un limite debido a la carencia de alma. Por otro lado dice que gracias a la voluntad individual y el alma, la magia en seres humanos puede evolucionar muy por encima de cualquier estándar, permitiendo aumentos en la capacidad nata, salidas de energía anómalas y fenómenos muy por encima del potencial base del elemento, básicamente el alma concede un potencial infinito a la magia de las personas mientras que la materia inanimada queda limitada- Como si estuviera hablando sola, Su vista no había levantado del escritorio mientras pasaba la hojas de su revista, uno se preguntaba si estaba leyendo lo que decía de allí.-Da igual que teoría elijas, al final no creo que puedas negar ni la parte científica ni la espiritual en el funcionamiento de la magia...- Sintiendose finalmente observada levantó la mirada para encontrarse con las de sus compañeros y la de Molly, y con cierta incomodidad, guardó la revista para empezar a prestar atención real a la clase, confiando en no haber dicho ninguna tontería inconscientemente y que no hubiera bronca por estar distraída en clase.

Desconecté ante el castigo que dio Molly, y volví a hacerlo ante el comentario del profesor. ¿Seguro que aquellas clases no iban a ser una pérdida de tiempo? No estuve muy atenta durante la clase del profesor Salvo. Me apunté los temas en el movil, y ya buscaría videos sobre el tema, sería más entretenido.

Entonces llegó la profesora Molly de nuevo, y cuando pidió lo que sabíamos sobre como funcionaba la magia mis ojos iban girando de un lado a otro tratando de entender de que estaban hablando.

- _{¿Magia en todas las cosas? Eso suena a rollo espiritual que te cagas} - me dije a mi misma en voz baja -_{. ¿Seguro que saben de lo que hablan?}

Cuando las miradas se dirigieron hacia mi para que comentara que es lo que sabía yo, me quedé en blanco durante unos segundos.

- Eh... Solo puedo hablar desde mi experiéncia. La magia funciona como un músculo, si la entrenas se vuelve más fuerte, si la descuidas se atrofia, pero es un músculo distinto para cada persona porque tienen funciones distintas, a las que catalogamos como elementos. Puede ser que dos elementos sean capaces de hacer lo mismo en ciertos aspectos, del mismo modo que podemos caminar usando manos y brazos o aprender a hacer trabajos finos con los pies, pero del mismo modo eso no significa que puedan ser igual de buenos y sencillamente hay elementos que desempeñan mejor ciertas tareas que otros.

—Excelente.
Molly sonríe, satisfecha, asintiendo.
—Los cuatro están correctos, en cierto modo. Pero ojo con decir algunas de esas cosas en público, respecto al alma y a los autómatas, asustarán a la gente.

Súbitamente se oye un sonido gutural, proveniente de de donde está Lilian. La pequeña chica ha vomitado en el suelo y está pálida como una tiza, temblando. Podría estar además colorada por la vergüenza, pero la palidez se sobrepone.

—¡Ey! ¿Estás bien?
La profesora enseguida va hasta allí, sosteniéndola y dándole palmaditas en la espalda. 
—Vamos, sal a tomar un poco de aire mientras llamo a un médico.

Lilian se levanta con lentitud y va caminando junto con Molly hasta la puerta.

—Em... No hemos elegido un delegado aún, así que... Bah, será sólo un segundo. No armen lío o los mato.

Y abandonan el salón.

—Sigo pensando que no debería estar aquí esa niña. No la veo como soldado, ¡y ni siquiera parece tener dieciocho!

Al cabo de unos segundos, ya hay murmullo de fondo, pero la clase se mantiene ordenada, al menos por ahora.

Y tampoco transcurre demasiado tiempo hasta que aparece Piotr, con un balde y una mopa, para limpiar el suelo y la mesa donde estaba Lilian.

Me encojo de hombros ante la refutación de Lakyus.

—Qué fastidio... eso díselo al señor Larsson, que yo solo lo he leído en un libro en un rato libre.

Escucho atentamente lo que dicen mis compañeras, aunque parezca que estoy pasando de todo. Cuando hablan de Lilian me giro hacia Luke.

—Ella tendrá sus motivos para asistir aquí, al igual que muchos de nosotros. Digo yo...— asevero rascándome la mejilla.

Puede que ella sea débil, pero se nota que se está esforzando por estar aquí. Y si alguien así se esfuerza tanto es porque debe de tener un motivo muy poderoso del que quizás no quiera hablar y que de no existir no tendría que pasar por semejante fastidio. Y al menos yo la entiendo perfectamente.

Me quede un momento en silencio tras lo ocurrido pensando en mis propias teorías. Posiblemente de los poderes que habían mostrado todos, quien más curiosidad me daba era aquella chica que acababa de vomitar. ¿Su poder había reaccionado precisamente a la conversación que habíamos tenido, a la mención por parte de la profesora Molly o simplemente había sido casualidad?

—No todos estamos aquí para ser soldados.—Respondí a Luke mientras me encogía de hombros.—Esto es una escuela, el para que vayamos usar los conocimientos que adquiramos es decisión nuestra. Independientemente de que nos convirtamos en paladines seguimos siendo libres de usar ese título o no.

Me quede cruzado de brazos  sentado, pensando mientras inclinaba ligeramente la silla hacia atrás.

—Algo me dice que precisamente poderes como el del ella son los que pueden dar los mayores avances a nuestra manera de entender las cosas.— Finalmente hable de nuevo.— Vosotros la tenéis en el equipo, ¿Lo uso en algún momento durante la prueba?

Lyn se mostró preocupada por el estado de su compañera de clase hasta el punto que se levantó dispuesta a saltar la mesa y acompañarla a la enfermería, y si no hubiera sido por la rápida reacción de Molly seguramente así habría sido.

Sentándose de nuevo no pudo evitar fruncir el ceño ante las palabras de Luke, como decía Lakyus no todos estaban allí para ser soldados, además que fuera pequeña no era el problema, y había una cosa que podía explicar su malestar físico aquella mañana y que la dejaba con cierta mala conciencia.

_{-Ey, me suena que no pero, ¿ayer la viste beber mucho? En términos de persona normal no de ti.}– Acercándose un poco a Keira susurró la pregunta que la preocupaba.

- _{Para nada, si se negó a beber nada en toda la noche} - le respondí a Lyn -_{. No creo que se empachara, no había comida suficiente, ¿quizá bebió a escondidas y le sentó mal?}

Sin recordar haberla vista bebiendo a escondidas del chupito, decidí pasar mi atención a otros asuntos.

- Bueno, Molly dijo de elegir un delegado, ¿no? Supongo que se refería a cuando estuviera ella presente, pero eso no quita que podamos discutirlo ahora - mi mirada se dirigió hacia Welt, así como un dedo señalador -. Gafotas, tú has pensado más allá de las dos posibilidades que ha encontrado la profesora y has encontrado una solución con la que todos hemos estado de acuerdo - miro un momento hacia Lance -. Casi todos. Además, las gafas inspiran confianza, te hacen parecer una persona responsable. Creo que eres el mejor para el puesto.