Partida Rol por web

Tu bola golpea al ser con fuerza haciendo que este caiga hacia atras con el impulso y suelte la bola en su caida. Pero rapidamente se recupera, y observas como vuela, levitando mediante algun poder que desconoces, hasta el suelo, justo para girar en el ultimo momento y...

Intentar coger la piedra al vuelo

Tu golpe le ha sorprendido, pero no se va a dejar vencer asi como asi...

Viendo la reacción del Kami ante mi Kusarigama me la enrollo en la cintura y desenvaino mi Katana. Acto seguido hago un seña a Yang para que esté atento a la piedra.

- ¿Me la vas a dar por las buenas o prefieres que la busque entre los restos que queden cuando acabe contigo, pequeñajo? -Le pregunto a la criatura con tono amenazante.

Ey ey ey!!! Tranquilo!!! Dice el Kami sorprendido tras recoger la piedra al vuelo, no sin antes dar un pequeño traspies en medio del aire, como si de verdad estuviera pisando algun suelo inmaterial e intangible

No hace falta utilizar la violencia. Eres un maleducado. Y ademas... Para que quieres una roca tan fea como esta???

Dice sonriendo y pasandosela de una mano a otra, sin ningun tipo de cuidado

La actitud de la criatura empezaba a crisparme los nervios.

- ¿Cómo que maleducado? Tú me has robado la piedra. Es mía. Si estás seguro de que no hace falta la violencia devuelveme la piedra y luego nos entenderemos.

El ser sonrie

No hay que ponerse asi. Solo es una roca, verdad??? Ademas... Si tanto te gusta...

COGELA!!!

Acto seguido se gira y lanza la piedra al bosque de al lado, del que acabas de salir. La misma piedra se pierde entre dos arboles, a gran velocidad. El mismo ser se alza volando y te mira mientras se rie con esa risa frustrante

Yang sale despedido tras la piedra, y se pierde donde desaparecio esta

El ser debe tener algun tipo de magia, porque la velocidad a la que ha salido la piedra no es humana. No puede serlo

Dirigiendo otra mirada fulminante al extraño ser empiezo a caminar hacia el bosque.

- Muy gracioso... -Comento en tono sarcastico- Mira que es insoportable el bicho este...

Camino en pos de Yang sin perder de vista a la extraña criatura.

Te metes en el bosque y sigues el sonido de los graznidos de Yang a tu derecha, tras andar un poco. Te acercas al lugar y ves al cuervo intentando sacar la piedra de una rama en la que ha quedado enganchada, con tanta fuerza que ni tu compañero, que no es un simple cuervo corriente, puede arrancarla de ahi

Oyes una voz detras tuya, y suspiras un poco exasperado

Vaya, que tiro. Soy una fenomeno, eh???

No puedes evitar pensar... "por que a mi???"

De repente, el pequeño (o la pequeña, ya que empiezas a dudar de su sexo) cambia su tono, convirtiendolo en un susurro

Date prisa. Ya vienen Y acto seguido sonrie misteriosamente

- Si eres genial -Digo ya con un tono de exasperación desconocido para mi.

Acercándome hasta la rama donde Yang disputa contra la piedra extiendo las manos e intento sacar yo la piedra cuando escucho el susurro del bicho.

- ¿Ya vienen?, ¿Quién viene? - Le pregunto si hacerle demasiado caso mientras jalo de la gema.

La piedra esta mas alta de lo que creias, y tan encajada que ni Yang puede sacarla de su lugar de reposo. Aun asi, te las arreglas para subir al arbol, posando tus pies en las distintas ramas, cuando...

Nada. No sale. Te has colocado en una posicion un poco mala para cogerla, y esta demasiado encajada. Logras moverla un poco, aun asi. Entonces Yang se une a ti. Milagrosamente, parece que la ayuda del cuervo desencaja la piedra, que cae al suelo. Bajas del arbol y la recoges. Entonces te das cuenta de que el ser no ha respondido

Y al mirar de nuevo...

Ya no esta

Estas solo de nuevo, en el bosque. Aunque esas ultimas palabras...

Aunque dudando ante las ultimas palabras del bicho, doy gracias al cielo porque se haya ido y no esté ya para seguir incordiando. Asegurándome de tener bien guardada la piedra empiezo a caminar por la misma dirección que vine y hago un gesto a Yang para que me siga.

- ¿Ya viene?, ¿Quién viene...? -Sigo pensando para mis adentros mientras escruto cuidadosamente el terreno por el que voy caminando- Seguro que no era nada, después de todo ese bicho no parecía de fiar...

Sales al camino. Los comerciantes que vistes antes ya estan a bastante distancia, aunque todavia podrias alcanzarle, o ellos verte si miraran para atras y escrutaran con detenimiento el paisaje. Aun asi, tampoco es algo que necesites realmente

Con un suspiro, recoges tus posesiones y entonces Yang, que estaba posado en tu hombro (una costumbre que le encanta) alza el vuelo sobre ti y comienza a dar vueltas en el cielo

De repente, crees oir algo. Te das la vuelta y miras a un punto en el bosque

Ahi se ha movido algo

Tensas los musculos. Y miras fijamente al punto donde creistes ver movimiento. Pero no ocurre nada. No suena nada mas que el viento meciendo las ramas...

Con mi mano sobre la empuñadura de mi katana me doy la vuelta y comprobando que no se me queda nada sigo caminando en dirección a la colina de las nubes que me llevarán hacia mi próximo trabajo.

- Que extraño está siendo todo... Primero el sueño, la piedra brillante y ahora el bicho aquel... ¿Qué será lo próximo? Quizás en la siguiente ciudad encuentre a alguien que pueda decirme algo sobre la piedra.

Caminas durante todo el dia hacia la colina de las nubes, a la que llegas entrada la tarde. Te habian hablado de este lugar, pero hasta que no ves de cerca no llegas a entender el porque de su nombre

Nubes de toda forma y extension rodean la montaña por doquier, siendo mas abundantes en la cima, la cual no llega a verse. Es una imagen que corta el aliento. En la falda, donde tu te encuentras, el numero de nubes es menor, pero aun asi el ambiente esta cargado de humedad, y la vision reducida hace que el ambiente parezca magico, peligroso, y misterioso a la vez. No sabes si atravesar la colina (quizas rodearla sea lo mas sensato, aunque te dijeron que el camino mas seguro era el que pasaba directamente por ella, y el camino que sigues, en efecto, la cruza) o rodearla, aunque esto supondria salirse del camino. De todas maneras, la vegetacion abundante por todos lados supone que puedas esconderte entrada la noche y que tambien puedas resguardarte de la lluvia en el caso de que caiga. Pero mas adelante no sabes si abra, por lo que quizas lo mas sensato seria esperar a mañana y acampar aqui...

Miras a tu alrededor, y suspiras. Los comerciantes ya han desaparecido de tu vision. Era cuestion de tiempo que, viajando ellos en carretas y a cierta velocidad, te adelantaran pronto. Aun asi, tu no tienes prisa. Por ahora puedes sobrevivir con lo que tienes. Aunque quizas no te habria venido mal comprar algo con el dinero que conseguistes la ultima vez... Quizas solo por comodidad, o por curiosidad. Quien sabe lo que llevan los viajeros hoy en dia, ya que en esta epoca que te ha tocado vivir, nada es seguro

Yang mira al horizonte y lanza un graznido. Dudas que pueda ver a traves de la niebla, o de las propias nubes, ya que comienzas a dudar de la naturaleza de estas, pero aun asi, parece preocupado por algo. De hecho, tu mismo comienzas a estar un poco molesto. Durante todo el viaje, te has sentido observado... Y no te acaba de gustar

Mejor no bajar la guardia

Aunque quizas sea solo una sensacion

Después de todo un día de viaje y viendo que el atardecer se cernirá sobre mí en breve, me planteo parar por hoy la marcha, pues el camino es misterioso y de poca fiabilidad.

- Reposaremos esta noche y saldremos mañana al alba... -Le digo a Yang en un susurro- Así de paso tendré oportunidad de comprobar si alguien nos está siguiendo...

Lanzo a Yang a sobrevolar la zona mientras yo busco algún lugar adecuado por los alrededores del camino para pasar la noche.

Encuentras un refugio decente, y te resguardas en el. Despues sacas unas raciones y te preparas para cenar. La colina esta en silencio, y ya ha oscurecido. A lo lejos, solo se oye el sonido del viento. Las nubes y la niebla comienzan a descender, y poco a poco vas perdiendo algo de visibilidad, aunque por suerte, tu escondrijo esta recogido y no es muy probable que te encuentre nadie. Nadie que no te busque, al menos...

Pasan los minutos, y suspiras. Sientes que un pequeño hilo de tu mente esta conectado con Yang, y, mas por instinto que por tener la certeza de ello, te das cuenta de que esta buscando algun raton o algun pequeño animal con el que saciar su hambre. No esta sobrevolando muy lejos, o eso crees... La verdad, la conexion con el no te viene mal, teniendo en cuenta que es uno de los pocos amigos que te quedan, si no el unico...

Tras cenar, me tumbo en el suelo y me paro a pensar en todo lo que había pasado en el día. Había sido una jornada muy extraña...

- El sueño, la piedra, el bicho... Apenas puedo creérmelo... -Pienso mientras llevo mi mano a la piedra sujeta a mi cinto.

Tras eso, sigo pensando en la compañía que me hacia mi negro amigo en lo que intentaba quedarme dormido.

Te quedas mirando la piedra fijamente, mientras sientes que los ojos comienzan a fallarte. El sueño te invade poco a poco...

De repente, la piedra comienza a brillar

Abres los ojos sobresaltado, y la miras. Es un brillo muy debil, y poco perceptible, pero al fin y al cabo, es un brillo. De repente, una pequeña brisa (que con la temperatura ambiente es bastante agradable) te acaricia la cara y mece la hierba en la que yaces. Yang se acerca a la piedra y la mira ladeando la cabeza, como intentando ver algo. Y es que el mismo brillo no parece venir de la piedra en si, si no del interior de esta...

Observo fijamente el brillar de la piedra. -¿Por qué brilla? La ultima vez que brilló...- Rápidamente me pongo en pie y oteo el el paisaje en busca de alguna figura sospechosa y hago una señal a Yang para que haga lo mismo mientras aprieto fuertemente la piedra en la mano.

Te levantas y miras a tu alrededor con el ceño fruncido. Sientes que algo no marcha bien, pero no sabes el que es. La piedra sigue brillando con esa debil luz, y tu no sabes aun bien cual es la razon. El mismo Yang se alza en vuelo y comienza a otear los alrededores. Y tu tensas los musculos

Pasan unos minutos

Nada

Te vuelves a sentir cuando Yang vuelve junto a ti. Parece que el tampoco ha encontrado nada. Y, a pesar de todo, la piedra sigue brillando... Al menos ya no tienes esa sensacion de antes... Pero todo esto te huele a muerto...

Ya, otra vez en el suelo, sigo mirando la piedra con afán de descubrir el por qué de aquella luz. La agito, miro al cielo a través de ella, la hago botar ligeramente en mi mano...

- ¿Por qué estás brillando ahora? -Susurro muy cerca de la piedra.

Con cada momento que pasa me voy poniendo más tenso y voy acercando más mi katana, de seguir así acabaré por romper la piedra...