Partida Rol por web

Ragnarok

panteón

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28/09/2007, 05:49
Andres Barbosa

La encrucijada de la colina escarlata- Kurosaki Toushiro

Puedo saber que significa eso master?, es la proxima escena que voy a jugar?

por cierto, no se puede postear en la Lengua de Ogme...

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28/09/2007, 10:16
Liukalex

Thranduil *
Kurosaki *
Ulbar *
Franko*
Arzhel*

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28/09/2007, 15:44
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Ya. Esta hecho aposta para que no podais postear XD

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28/09/2007, 15:57
vitortxu

Thranduil*
Kurosaki*
Ulbar*
Franko*
Arzhel*
Thirdall*

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28/09/2007, 16:06
vitortxu

Posteo esto aqui.No se si tendras la historia completamente perfilada,pero eso de las raices de Ysloquesea me a recordado al comic que tengo de thor,titulado ragnarok,en el que cuentan,pues eso,el ragnarok.Y es un thor bastante mitologico,asi que si lo necesitas,te lo puedo prestar.

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28/09/2007, 16:10
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Tengo información de la mitologia nordica ya, de hecho, es la que mejor se me da ^^

Notas de juego

Pero si alguien tiene información resumida de la japo se lo agradeceria, asi como de la china ^^

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28/09/2007, 18:17
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Chicos mañana tengo torneo de fantasy (warhammer) todo el dia asi que no creo que postee mucho, de hecho, no se si podre pasarme porque tengo que atender también a mis partidas como jugador. El domingo me pongo y creo las escenas

Mientras id posteando la lista, pensando en las disciplinas y perfilando vuestras historias :D

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30/09/2007, 12:16
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Chicos, os quería avisar de una cosa antes de que empezaramos:

La partida va a ser larga. Bstante larga. Esta pensada para que cuando ya no querais seguir o querais terminarla la dejeis sin problemas. Yo os sustituire y no pasara nada. Es decir, no os preocupeis por dejar la partida, comprendo que una partida tan larga no le puede gustar tanto a la gente

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30/09/2007, 14:41

Por mi, Paper, sin problemas con que la partida sea larga. Te lo digo en serio. Veras, te lo dice un tio que ya lleva casi tres años en campaña en una partida del Señor de los Anillos de Joc. Precisamente, jugamos casi todos los Domingos y hoy, toca. Para mi, es algo muy agradable ver como se va desarrollando una partida a traves del tiempo. La partida y el personaje, claro. Para que me entiendas, dire que empece en esa campaña con nivel 1. Pues bien, ya estoy en nivel 28. Y no os cuento batallitas por que si empiezo no acabo. Je,je,je

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30/09/2007, 15:11
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De hecho, estoy con la introducción de tu escena ahora mismo ;D

Oye chicos puede que tarde un poco en arrancar, pero ire todo lo rapido que pueda

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30/09/2007, 17:28

Paper, no quiero ni ponerme pesado ni pasarme. Pro creo necesario dejar esto por aqui. Si, ya se. Vaya un ladrillazo qe te he soltado. Por eso, si quieres lo lees y no, pues nada. Es que no se, creo yo que solo con las imagenes de cierta pelicula no basta para tener una idea clara de Esparta en sus tiempos. La ciudad de Esparta se levantaba en la región de Laconia. Por esta comarca, en un sentido Norte-Sur, fluye el río Eurotas y todo el país constituye la parte austral del Peloponeso.

En la epopeya homérica, Esparta es la ciudad en dónde reina Menelao, de quien la saga cuenta que tuvo muchas virtudes, menos la de saber cuidar a su esposa. Porque el príncipe Paris, un buen día, decidió robársela y después de eso, como todos sabemos, ardió Troya.

En la descomunal trifulca que se produjo por esta cuestión de polleras participó Agamemnón, hermano de Menelao y gobernante de Micenas. Estuvo también Néstor, el soberano de Pilos. Los súbditos de estos tres reyes no se daban a si mismos el nombre de "griegos". La denominación de "griego" se la debemos a los romanos. En la época de Homero y durante muchísimo tiempo aquellos hombres se llamaron "aqueos". La situación se alteró recién cuando en Argólida, Laconia y Mesenia aparecieron los dorios cuyos jefes se llamaron "heráclidas" por derivar su árbol genealógico del héroe Heracles. El mismo que los latinos llamarían Hércules más tarde.

La invasión doria es el último gran movimiento demográfico registrado en la Grecia antigua y el recuerdo de la epopeya quedó siempre presente en la memoria de los griegos. Como Pueblo, éstos muy probablemente surgieron de la amalgama de los dorios con las demás estirpes y razas que ya habitaban esa región del Mediterráneo. En Esparta, sin embargo, parece ser que los dorios mantuvieron más sus características originales puesto que no se mezclaron tanto con el resto de la población. Como en la India, esta voluntad de mantener la idiosincrasia particular del estrato conquistador condujo a una forma muy especial de organización social y política.

La población campesina original - los "helotas" (o "ilotas") - quedó al servicio de los Señores espartanos. Los dorios que vivían en las ciudades alrededor de Esparta — los "periecos" (literalmente = los "periféricos") — mantuvieron su libertad individual y, en buena medida, sus propiedades, pero perdieron sus derechos políticos.

Mapa esquemático de Grecia Antigua
.
Los descendientes del antiguo ejército dorio se concentraron en la ciudad de Esparta. Quizás fue el orgullo de estos guerreros, o quizás fue la fama de terribles combatientes que se supieron conseguir, pero el hecho es que la ciudad nunca estuvo rodeada de ninguna muralla defensiva. Y estos hombres — a quienes la Historia después llamó "espartanos" o "lacedemonios" — constituían el estrato minoritario de la población. Eran pocos e hicieron lo que siempre hacen los pocos. Porque cuando uno está en minoría, lo único que garantiza la supervivencia es la calidad. Eso fue exactamente lo que hicieron los espartanos: sabiéndose pocos, se dedicaron a ser mejores.

Por de pronto, erradicaron de sus vidas todo lo que podía llegar a debilitarlos. Se sometieron a una férrea disciplina que, en pocas generaciones, convirtió la estirpe de guerreros en una comunidad políticamente sólida y combativa. Se adiestraron con tenacidad en aquellas virtudes que necesitaban para garantizar las posiciones conquistadas y así lograron producir un tipo de ser humano que, aún con sus debilidades, fue capaz de lograr los más difíciles objetivos militares y políticos.

La organización sociopolítica de Esparta descansaba sobre cuatro instituciones fundamentales: la monarquía, el Senado, los éforos y la Asamblea Popular.

2) - La monarquía espartana.

Por lo general, la mayoría de los Pueblos del mundo se ha conformado con tener un rey. Los espartanos no. Tuvieron dos. La idea de la doble monarquía es realmente curiosa y, quizás por eso, se han ensayado varias explicaciones mas o menos plausibles. Algunos han querido ver en esta bicefalía del Poder Ejecutivo espartano un antecedente de los Presidentes y Vicepresidentes modernos. Otros han insinuado que se trataba meramente de una cuestión práctica pues, de hecho, cuando uno tiene dos reyes, siempre puede mandar uno a la guerra mientras el otro se queda en casa.

El inconveniente de todas estas explicaciones es que podrán ser muy convincentes pero, por desgracia, faltaría saber si son ciertas. Lo único realmente concreto que sabemos es que los espartanos descubrieron mucho antes que los ingleses la tremenda ventaja de tener reyes que reinan pero no gobiernan.

Los reyes espartanos, como cuadra a todo monarca, tenían varias funciones y prerrogativas. Eran los Sumos Sacerdotes, eran los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas con la obligación de ser los primeros en salir a la guerra y los últimos en regresar; tenían el derecho de disponer de una Guardia personal, selecta, de cien hombres; recibían las partes más apetecibles de los animales sacrificados y doble ración en las comidas; cada uno de ellos designaba dos representantes ante el oráculo de Delfos y guardaban los oráculos que les hubiesen sido revelados. Decidían en materia de herencias y adopciones; participaban de los debates del Senado; cuando morían, recibían un impresionante funeral y - he aquí un detalle simpático - cuando un nuevo rey ocupaba su trono se anulaban las deudas contraídas con el rey anterior o con el Estado.

Eran personajes importantes, sin duda. Gozaban de múltiples honores, como que provenían de las dos familias heráclidas más antiguas de Esparta: los Agidas y los Euripóntides. Tenían autoridad militar y eran, por cierto, superiores en dignidad al resto de los ciudadanos.

Lo único que no podían hacer era gobernar. Para eso estaban los éforos.

3)- Los éforos

Preguntarán ustedes ahora quienes eran los éforos. Pues, según Jenofonte, Platón y Aristóteles, eran personajes que disponían de una considerable cantidad de poder político.

No necesitaban ponerse de pié en presencia de los reyes. Podían decidir sobre la vida y la muerte de cualquier ser humano, los propios reyes incluidos. Eran policías y jueces. Resolvían la guerra o la paz y convocaban al ejército. En tiempos de guerra, acompañaban a los reyes y podían dar órdenes a los Generales. Recibían a embajadores y podían multar, destituir o juzgar a cualquier magistrado. Según Aristóteles, procedían de las clases más humildes y ejercían su Poder según su propio criterio, sin estar atados a leyes o normas establecidas. Sin embargo, aún cuando Aristóteles los critica bastante, no puede dejar de reconocer que eran los éforos los que le daban estabilidad y cohesión al Estado espartano.

Licurgo
Los éforos eran cinco, Curiosamente, su magistratura no fué prevista por Licurgo, el padre de la Constitución espartana. Según algunos, el cargo fué creado por Teopompo; según otros, por Chilón. Lo cierto, en todo caso, es que originalmente Esparta se había subdividido en cinco asentamientos. Por lo general, a estos asentamientos se los ha llamado los "pueblos" o "barrios" de Esparta. No fueron eso exactamente. En realidad eran cinco guarniciones militares que, en conjunto, formaron aquella fortaleza militar sin murallas llamada Esparta. Los capellanes de cada una de esas cinco guarniciones se convirtieron con el tiempo en éforos.

¿Un rasgo teocrático de la política espartana? Algo así, Pero, por favor, no piensen ahora en los egipcios ni en cosas por el estilo. En realidad, ni siquiera es muy correcto pensar en Esparta como una ciudad, como una urbe. Esparta no fue eso. Fue una fortaleza militar y ,más propiamente, el centro cívico, militar y religioso de una Orden.

La ausencia de murallas alrededor de Esparta no revela tan sólo el orgullo y la seguridad en si mismos que tenían los espartanos. Revela que Esparta estaba "abierta". No fue, como Atenas, Tebas o Corinto, un pequeño pueblito de provincia hinchado - por crecimiento vegetativo y por inmigración - hasta alcanzar el rango de ciudad. Fue la sede de una Orden que, al principio, rigió los destinos de Laconia y, luego, impuso la unidad a la mayor parte del Peloponeso. Esparta fue la única entre las Ciudades-Estado de Grecia que, desde el comienzo, se acostumbró a pensar en términos políticos supraindividuales. La única que no fue un Estado en y por si misma, sino la capital de un Estado. La Orden podría haber hecho de la Grecia antigua, no un mosaico de pequeños Estados más o menos confederados, sino un Pueblo con unidad de destino diferenciada en lo universal. No lo consiguió por dos motivos: no fue comprendida por los demás y su Poder resultó ser cuantitativamente insuficiente.

En este contexto resulta ilustrativo señalar cómo llamaban los espartanos a su Estado. Lo llamaban "Cosmos". Era su "mundo". Fueron los únicos griegos con capacidad para convertirse en Nación. Por eso Grecia vivió mientras hubo espartanos para defenderla. Cuando los espartanos se extinguieron, murió Grecia.

Pero volvamos a los éforos. Muchos, apresuradamente, han catalogado a estos cuasi-dictadores de origen eclesiástico como la prueba irrebatible del "autoritarismo" espartano. Les ha pasado a estos autores lo que les sucede a todos los que no revisan bien sus papeles. Porque resulta ser que estos éforos, por más autoridad que revistiesen, no surgían de ningún "Diktat" individual o de clase. Puede parecer sorprendente, pero se los designaba a través de un procedimiento absolutamente democrático. Más todavía: se los relevaba y cambiaba todos los años. Los elegía anualmente el voto de la Asamblea Popular.

4}- La Asamblea Popular.

La Asamblea estaba constituida por todos los ciudadanos libres mayores de treinta años.

Su función consistía en designar a los miembros del Senado y en elegir a los éforos, seleccionando a los candidatos que se presentasen espontáneamente para ocupar estos cargos. También, en determinadas oportunidades, la Asamblea votaba las propuestas presentadas por las otras instituciones del Estado.

Con esto, la Constitución espartana incorporó un rasgo indiscutiblemente democrático. Aún Aristóteles, a pesar de hacerle fuertes críticas, no puede dejar de reconocer que el Estado lacedemonio funcionaba de un modo muy satisfactorio:

"... el Estado no puede encontrarse bien sino cuando de común acuerdo los ciudadanos quieren su existencia y su estabilidad. Pues esto es lo que sucede en Esparta. El reinado se da por satisfecho con las atribuciones que le han concedido; la clase superior lo está por los puestos que ocupa en el senado, la entrada en el cual se obtiene como un premio a la virtud; y, en fin, lo está el resto de los espartanos por la institución de los éforos, que descansa en la elección general."

Si después de esto, el buen Aristóteles aún insiste en hallarle defectos al sistema, el hecho no puede sino interpretarse como la tendencia típica de los intelectuales de todos los tiempos: nunca están conformes con la realidad. Ni siquiera los realistas tan realistas como Aristóteles.

Por ejemplo, uno de los defectos que el gran estagirita le halla a la democracia espartana es su sistema electoral. El hecho es que los espartanos no cometieron el error de agregarle al capricho de la mayoría la cobardía del anonimato. En Atenas se votaba utilizando pequeñas piedras. En Esparta se votaba por aclamación. El método no habrá sido matemáticamente muy exacto y hasta es muy posible que hayan habido varios casos discutibles o dudosos. Pero permitía identificar a quienes habían votado y, de todos modos, como lo describe Tucídides cuando relata la Guerra del Peloponeso, los espartanos no eran tontos. En los casos realmente importantes se procedía a un simple y sencillo método para el recuento de votos: los que estaban a favor se ubicaban de un lado y los que estaban en contra se situaban del otro. Expeditivo y simple. Pero, sobre todo, muy efectivo a la hora de deslindar responsabilidades que es la hora que más suelen temer los que más se desesperan por votar.

5)- El Senado.

En ningún lugar de Grecia se respetaron tanto a los ancianos como en Esparta.

Cicerón nos cuenta que, en una oportunidad, un anciano ingresó al teatro de Atenas dónde se estaba celebrando una fiesta. Los atenienses se hicieron los distraídos - igual que los pasajeros de cualquier medio de transporte público de hoy - y nadie se levantó para ceder su asiento. Sin embargo, cuando el anciano llegó al sitio privilegiado dónde estaban ubicados los embajadores de Esparta, éstos, como la cosa más natural del mundo, se levantaron en bloque para hacerle un lugar. En ese momento sucedió algo típicamente ateniense: al unísono, todos los espectadores se pusieron a aplaudir el gesto espartano. No sin ironía uno de los embajadores comentó: "Los atenienses ciertamente conocen las buenas costumbres; pero sucede que ni se les ocurre comportarse de acuerdo con ellas."

El Senado de Esparta - la "Gerusia" - estaba constituido por 28 "gerontes". Debían tener más de sesenta años; debían presentarse voluntariamente a ocupar el cargo; los elegía la Asamblea Popular y - he aquí probablemente el único error grave cometido por Licurgo - el cargo era vitalicio. Biopolíticamente hablando: un sinsentido. Por supuesto, Aristóteles no pierde la oportunidad de señalar que la Gerusia era.. "...una institución cuya utilidad puede ponerse en duda, porque la inteligencia tiene su ancianidad como el cuerpo".

Realmente no hay que hacer demasiados esfuerzos de imaginación para ver ante nosotros a una venerable colección de 28 distinguidos gerontes haciendo desesperados esfuerzos para no dormirse durante complicados debates que escuchan mal y entienden peor. Sin embargo, en nuestros Senados actuales, aun cuando la edad promedio de los señores senadores es sensiblemente inferior, los bostezos hipopotámicos no son tan infrecuentes como podría creerse. ¿Alguien de ustedes recuerda el debate en el Senado argentino sobre la cuestión del Beagle?.

Sea como fuere, es cierto que el Poder político del Senado espartano no debe haber sido demasiado grande. Los venerables ancianos de Esparta, al parecer, sufrieron el triste destino que en todas partes parece estarle reservado a los viejos sabios: todo el mundo los respeta pero nadie los escucha. Excepto cuando ya es demasiado tarde.

6)- La educación espartana.

Para darnos una idea de la estructura social espartana es conveniente tener una noción cuantitativa de esa Orden que fue el Estado lacedemonio.

Por la época del Siglo V AC, el territorio de la Orden abarcaba a Laconia, Mesenia y partes de Argólida y Arcadia. Esto, con algo más de 8.000 kilómetros cuadrados, representa unos dos tercios de la peninsula del Peloponeso.

Dentro de este espacio vivían por aquél tiempo unos 200.000 a 225.000 habitantes. De éstos, unos 120.000 eran helotas y aproximadamente unos 80.000 habrán sido periecos. El número de los espartanos, por la época de las guerras contra Persia, difícilmente haya sido superior a los 20.000 o 25.000. Esto nos da una población masculina de unos 8.000 hombres mayores de 20 años aproximadamente. Las cifras, por supuesto, son muy elásticas y varían considerablemente de un autor a otro. Pero - a grandes rasgos - pueden servir como marco de referencia.

Estos 8.000 hombres eran los auténticos espartanos. Poniéndolos a todos juntos, a razón de 4 hombres por metro cuadrado, habrían ocupado unos 2.000 metros cuadrados; es decir: la quinta parte de una plaza común. Un político actual no podría organizar con ellos ni un medianamente pasable cierre de campaña electoral. Y, sin embargo, este puñado de hombres mantuvo a Esparta y a Grecia dentro de la Historia Universal durante siglos. Con las constantes guerras y los desplazamientos sociales que veremos más adelante, el número se redujo rápidamente a cifras increíblemente bajas. Para el 418 AC difícilmente quedaban más de 3.000 hoplitas en la infantería pesada espartana. Para el 317 AC es casi imposible que fuesen mucho más de 1.000 o 1.500.

En comparación, Atenas contó aproximadamente con unos 50.000 ciudadanos de alrededor de 20 años; aun cuando su territorio fue mucho menor. Así pudo poner 9.000 hoplitas sobre al campo de batalla de Maratón y además tripular sus barcos. En la batalla naval de Salamina, si aceptamos que participaron 180 trirremes de la flota griega armadas por Atenas, la cuenta nos arroja un total de 27.000 remeros atenienses solamente.

Los hombres libres de Esparta se designaban a si mismos como homoioi . La palabra quiere decir "los iguales". Como la enorme mayoría de los conceptos de igualdad inventados por el Hombre, también el de "homoioi" era excluyente. En Esparta, ser "igual" significaba simplemente pertenecer al núcleo de aquellos que eran mejores que los demás. No crean que la costumbre ha sido exclusivamente espartana. Ciertos romanos, para entender exactamente lo mismo, se llamaron "pares". Y ciertos ingleses, precisamente con el mismo criterio, se llaman "peers" hasta el día de hoy.

El camino que debían transitar aquellos que querían ser iguales a los mejores era duro. En realidad, era durísimo.

Hoplita espartano
Con siete años el pequeño espartano le decía adiós a su mamá y pasaba a ingresar al Cosmos. Según nos cuenta Plutarco, los padres de un niño poco tenían para decidir en cuanto a su educación más allá de los siete años. Hasta ese momento las madres espartanas lo habían educado para ser sano, equilibrado y valiente. A veces, lo bañaban en vino porque creían que las criaturas enfermizas o epilépticas morían con el tratamiento mientras que las sanas se fortalecían. A las criaturas no se les ponían pañales. Se las educaba para comer lo que hubiere; se las dejaba a oscuras para que perdiesen el miedo a la oscuridad y a solas para acostumbrarlas a valerse por si mismas. Las madres espartanas, ciertamente, no eran sobreprotectoras. Freud, en Esparta, probablemente se hubiera muerto de hambre.

Ya al nacer, el niño espartano era llevado a un lugar llamado lesje. Allí, los ancianos de su estirpe examinaban a la criatura y, si la hallaban apta, podía volver con su madre. En caso contrario, se la dejaba en la apothete - un acantilado del Monte Taigeto - para que muriese porque, como relata Plutarco, los espartanos eran de la opinión que "..dejar con vida a un ser que no fuese sano y fuerte desde el principio, no resulta beneficioso ni para el Estado ni para el individuo mismo".

¿Otros tiempos, otras costumbres? En parte sí. No nos olvidemos que estamos hablando de una época en que no había antibióticos, diagnóstico por imágenes, ni salas de terapia intensiva. De hecho, no existía ni siquiera la aspirina. Pero, por otra parte, la práctica no deja de ser terriblemente cruel. Sobre todo si uno tiene en cuenta que, durante la Edad Media por ejemplo, tampoco había antibióticos, diagnóstico por imágenes, ni salas de terapia intensiva y, sin embargo, a una criatura simplemente débil o delicada de salud todavía se la dejaba crecer para que se convierta en poeta, filósofo, pintor o matemático. Admitámoslo: el cristianismo ha hecho un buen trabajo en ese sentido. Dejemos a la muerte en manos de Dios. O del destino. O de la fatalidad. O de como quieran llamarlo. Pero, por favor, no la pongamos en manos de los hombres. Nunca ha resultado algo bueno de eso.

Sea como fuere, en Esparta, a la edad de siete años, los sobrevivientes de la eutanasia ingresaban al Cosmos. A partir de ese momento vivían en "hordas" cuyo jefe era un niño mayor. Siete años más tarde, a los 14, se convertían en efebos; guerreros versados en las armas, la música, la poesía y la mitología, e impregnados hasta la médula de los conceptos del Deber, el Honor y la Obediencia. Seis años más tarde eran hombres. Su educación había terminado.

Trece años de adiestramiento intensivo. Trece años durante los cuales quedaban expuestos al capricho del jefe de la horda; años durante los cuales los ancianos los observaban jugar, los incitaban a combatir entre si y trataban de descubrir las habilidades de cada uno. Trece años en los que se los adiestraba a mirar, observar, aprender, aguantar, apretar los dientes, resistir y a callarse la boca. Y, después de los veinte, tardaban todavía diez años más en hacerse ciudadanos de pleno derecho. Luego de educarlos durante trece años todavía se los tenía en observación por diez años más para ver si el proceso educativo había producido los resultados esperados.

A medida en que crecían las exigencias iban en aumento. En cierto momento se los dejaba calvos. Se los obligaba a caminar descalzos y a jugar desnudos. A los doce años se les daba una única pieza de vestimenta, sin ningún tipo de ropa interior, que debían usar durante todo el año. Los quemaba el sol y se bañaban en agua fría hasta en invierno. Dormían juntos, comían juntos, vivían juntos y jugaban juntos. Debían preparar sus lechos con hierbas arrancadas a mano de las orillas del Eurotas. Debían hacer de policía para vigilar a los helotas rebeldes y, para ello, quedaban, afectados a una sociedad secreta llamada krypteia. En Esparta, la KGB estaba en manos de los niños.

Artemisa
En el Limneo, ante el retrato de Artemisa Ortia sostenido por una sacerdotisa, los efebos espartanos aprendían a soportar el dolor. Se los flagelaba hasta hacerlos sangrar y, si la ceremonia no se desarrollaba según el - probablemente bien sádico - gusto de la sacerdotisa, ésta pretendía que el cuadro se le hacia cada vez más pesado por lo que los latigazos debían ser más fuertes. Y, en esto, no sólo tenían que disimular el dolor. ¡Hasta tenían la obligación de mostrarse alegres!

¿Eran crueles?. Por sorprendente que parezca: no; no lo eran. Eran duros. Feroces quizás, pero crueles no. En la verdadera crueldad hay siempre mucho de arbitrario y caprichoso. Las personas realmente crueles lo son más por placer que por necesidad. Los espartanos tenían un objetivo: adiestraban hombres duros para una vida dura.

Y la prueba está en que, aun a pesar de este adiestramiento infernal, siguieron siendo humanos. Con todas las virtudes y con buena parte de los defectos de todos los demás griegos. Esparta produjo una nada despreciable cantidad de poetas, escultores y arquitectos. Las mujeres espartanas fueron codiciadas en toda Grecia como institutrices. Los templos dóricos, con sus estupendas columnas, nos hablan de un exquisito sentido de la armonía. El hermoso trono de Apolo, en Amiklai, nos demuestra la intensidad de la fe espartana. Eran entusiastas de los hermosos colores y de los elegantes atuendos, aún cuando los viejos guerreros andaban, a veces, un poco zaparrastrosos, con la indolencia típica de los veteranos de todos los tiempos y todas las guerras. Amaban a sus madres con una intensidad conmovedora y honraban a sus abuelos con un respeto que llamó la atención de toda Grecia.

El adiestramiento no siempre borraba sus defectos. Alguno fueron volubles; otros, sobornables. Tuvieron mentirosos, egoístas, malvados y hasta hubo entre ellos grandes traidores. Pero, con virtudes y defectos, fueron de una sola pieza. Fueron íntegros en el sentido orgánico - casi diría estructural - de la palabra. No les interesó ser "buenos" o "malos". En realidad, eso es algo que nunca le importó un comino a ningún griego. Los griegos jamás pretendieron ser "buenos". Cualquiera que profundice en su cosmovisión no puede pasar por alto el hecho indiscutible que la vida en Grecia no estaba determinada por la bipolaridad del Bien y el Mal. El griego jamás tuvo noción de lo que es el pecado. La bipolaridad que galvanizó la vida griega es de índole estética. Pero no de índole estético-contemplativa sino de un orden estético-práctico.

La "virtud" y el "vicio" de los pensadores griegos no es equivalente a nuestro Bien y a nuestro Mal. De haber usado nuestras palabras los griegos habrían dividido las cosas de este mundo en "lindas" y "feas"; en hermosas y en horribles. Los peldaños de su escala de valores se afirmaban en las dos varas de lo hermoso y lo horrendo. Por eso no se preocuparon nunca de ser "buenos". Siempre fueron tremendamente mentirosos. Pero mentían con elegancia. Toda su mitología no es sino un hermoso cuento en el que creían, no porque fuese cierto, sino porque era, y sigue siendo, hermoso. Vivieron traicionándose mutuamente. Pero casi cada traición es una obra maestra de la intriga. Nunca pretendieron ser moralmente intachables. Quisieron ser espléndidos. Y lo lograron.

Entre ellos, los espartanos consiguieron ser todavía más que eso: fueron formidables. Bastó una formación de 800 hoplitas espartanos para hacer temblar a toda Grecia y una de apenas 300 para cubrirla de gloria. Hoy, a más de dos mil años de su desaparición, todavía seguimos recordándolos y hablando de ellos. Algunos los exaltan, quizás más allá de sus verdaderos méritos. Otros los denigran, quizás porque los seres pequeños nunca entenderán a los grandes. Pero nadie los ha olvidado. A más de dos milenios de la muerte del último hoplita espartano, los hombres de la Orden siguen viviendo.

¿Nunca lo han pensado? ¿Hablará alguien de nosotros en el año 4300? ¿De quién se acordarán los historiadores y los pensadores dentro de dos mil trescientos años? ¿De quién? Piensen en cualquier personaje famoso, ya sea de la actualidad o de los últimos 60 o 70 años. ¿Se animarían a pronosticar que dentro de dos mil años alguien todavía sabrá quién fue y qué hizo? ¿De quién hablarán los que quieran recordar nuestra época dentro de más de dos milenios? Nosotros hablamos de los espartanos. Desaparecieron hace más de noventa generaciones y seguimos recordándolos.

¿Estarían ustedes de acuerdo conmigo si digo que fueron inmortales?

Y si. Estoy totalmente de acuerdo con la conclusion del articulo. Un Espartano buscaba, ante todo, la inmortalidad en el recuerdo de sus iguales. Debes comprender esto. La unica manera que tenia un espartano de que escribieran su nombre en su tumba era muriendo por su ciudad. Y tambien, esa era la unica manera para una Espartana.

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30/09/2007, 20:02
Andres Barbosa

Vaya, que buen escrito... ^^, me va a tocar colocar todo lo que encontre sobre los samurai, los ronins, los ninja y sobre Bleach... pero sera otro dia jeje

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30/09/2007, 22:56
paper

Ok, Herdes, me has pillado. Yo me informe sobre todo en mitologia. Es decir, tengo un tocho en mi casa donde te viene un resumen de TODAS las mitologias existentes (incluyendo la norteamericana, con dioses tan curiosos como "abeja" o "mapache"). Pero en el tema de las costumbres no me he documentado también. Creia que no iba a ser relevante. Cuando mi rol fue tomando forma y acabo perfilandose, ya sabia que si que iban a importar las costumbres de cada pueblo. Y busque sobre romanos, espartanos, rumanos, celtas y japoneses. Me parecia util saberlo. Pero me lo he mirado por encima. Y resumenes. Si la he cagado en algo en tu historia, avisa y lo modifico

De todas maneras, es la primera vez que me documento tanto para el rol, normalmente los pueblos o lugares me los suelo inventar yo, y es verdad que tenia pensado hacerlo más como una realidad alternativa con algunas cosas cambiadas (como la invasión romana, que no se exactamente como fue, y me la voy a inventar un poco)

Pero no hay escusa. Mañana me estudio tu post y me miro los marcos historicos de cada uno mejor

Gracias por la descripción, porque la que tenia de la wikipedia es infumable

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30/09/2007, 22:57
paper

Por cierto, si alguien quiere pasarme japonesa, que es la que llevo más flojo, se lo agradeceria muchisimo

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30/09/2007, 23:20

Bueno, supongo yo que os habreis dado cuenta. Pero, por si acaso, lo digo ahora. El articulo no es mio. Es, a mi parecer, el mejor resumen de entre todos los que he encontrado y leido por ahi. Yo lo que he hecho a sido meterlo aqui. Ya sabeis. Y por cierto, estoy de acuerdo con la valoracion que has hecho de la wiki. Yo os recomendaria que, cuando os interese algo, busqueis un poco mas profundamente.

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02/10/2007, 10:39
Liukalex

Enhorabuena, master!!!! por tu tercer puesto en el frikometro del mes pasado!!! ;p

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02/10/2007, 15:59
vitortxu

Queeeeeeeeeeee¡¡¡¡????Tercer puesto???¡¡¡¡¡¡Y con esa aficcion a los hamsters?¡¡¡¡¡¡¡Este lo ha amañado seguro,o lo ha modificado.O algo asi peor estoy seguro de que este no lo ha podido conseguir.Imposible.No.Ni de coña.Asi que comparte tus secretos cabron.

Fuera coña,enhorabuena.Ahora levanta del ordenador,y respira un poco de aire fresco,te dejamos ir al baño.

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02/10/2007, 17:06
paper

En serio??? No me habia ni fijado, la verdad -.-'

Bueno, Arzhel, a ver si tengo tiempo hoy de poner en marcha tu escena ;D

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02/10/2007, 20:21
vitortxu

Mentiroso¡¡¡¡Si sabemos que te fuiste corriendo a la tienda de mascotas mas cercana a celebrarlo.

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02/10/2007, 20:35

¡¡JA.JA.JA.JA!!. ¡Que gran verdad te acaba de decir nuestro compañero!. Pero yo se aun mas. Fuiste de noche, forzaste la entrada, apareciste delante de la jaula de los hamsters, estos te miraron aterrorizados, Y, finalmente, todos sabems lo que ocurrio. Yo soy mas duro que Andres, cierto. Pero ahora entiendo su crisis nerviosa. Je,je,je. Ah, se me olvidaba. ¡Felicidades por tu posicion en el frikometro!.