Partida Rol por web

Ya estamos en la fase de insultos? jajaja y sin tener sexo, madre mia que rapido vamos,no? se tapa la boca para no hacer ruido riendose

Morgan suelta una sonora carcajada y se tapa la boca después.

 Mira por un momento hacia otra parte y luego le vuelve a susurrar.

 -Ah, no era un insulto, era un hecho... Si hubiera querido insultarte habría sido mucho más directa, tampoco estoy ahora mismo para muchas sutilezas.

estas bien? supongo que algo te ronda la mente aunque digas lo contrario, puedes confiar en mi.

Su arrebato me pilló tan de improviso que tardé algunos segundo en reaccionar, pero cuando lo hice devolví cada uno de sus besos con mi rostro enrojecido, hasta que separamos nuestras bocas. Sin embargo, nuestras caras continuaron muy juntas, y al abrir mis ojos vi como él volvía a cerrar los suyos, desahogándose en un suspiro que dio lugar a aquella sonrisa que ya echaba de menos.

Ahora si…

Al verle agarrado a Robin había reaccionado egoístamente, entristeciéndome al no poder ser yo quien estuviera ahora a su lado, pero convencida de que le haría bien estar con sus amigos; y mientras, él, lo que quería era estar conmigo.

Está claro que no me entero de nada. Empiezo a dudar de esto de ocultarnos…

De pronto dejé de mirar su sonrisa y me aparté repentinamente.

-¡Las patatas! – exclamé y me acerqué ala freidora, sacándolas rápidamente, por suerte no las había echado a perder.

Coloqué estas en un plato y con eso estaba ya todo.

-No quiero dejarte solo, mejor dicho, quiero estar contigo. – le sonreí tras rectificar. – Pero he quedado con Amber… ¿Te importa que use el móvil un momento?

Le dí un beso en la mejilla y saqué el teléfono, escribiendo un par de mensajes antes de posarlo sobre la mesa.

-Si le parece bien… ¿Te gustaría venir con nosotras?

 -Nah, si yo estoy bien. Creo que no me has entendido, pero... Mejor así, jeje. No es nada.

Tras el beso, quedamos unos instantes uno frente al otro, en contacto, mirándonos. Es una sensación agradable, algo que hace que me olvide de todo lo que no seamos ella y yo, aquí, ahora.

Pero eso termina súbitamente, cuando se aparta de pronto al recordar que las patatas siguen en la freidora. Comienza a sacarlas, nerviosa, y yo pongo el plato más cerca para que pueda echarlas, cogiendo también el salero gigante que veo en un estante para sazonarlas. Parece que están bien, hechas pero no quemadas, y una vez todo parece en calma y sin consecuencias, me doy cuenta de que tengo hasta ganas de reír.

Casi la liamos...

Me dice que quiere estar conmigo, tras rectificar dejando en evidencia su preocupación por mí. Ambas cosas me conmueven. Pero ha quedado con Amber, eso lo tenía ya asumido. Puedo irme a casa y preparar cosas para la fiesta y el proyector por si puede venir luego a la piscina. Me pide permiso para usar el móvil, y como es lógico, le digo que no me importa en absoluto. Mientras tanto, voy ordenando los platos para cogerlos mejor luego cuando vayamos a salir. Uno de ellos tiene una mancha de aceite en el borde, y lo limpio con una servilleta para que luego no resbale, ni de mala imagen delante de los otros al llegar a la mesa. Es la imagen de Diana, no lo puedo permitir. Cuando termina con el móvil, me ofrece la posibilidad de acompañarla, a ella y a Amber, si es que a mi amiga no le importa.

¿Con vosotras? -Pregunto, incrédulo- Claro que me gustaría, pero... Vais a comprar ropa, ¿no? No quiero molestar...

Miro, como acto reflejo, a Amber y a Morgan cuando éste último suelta una sonora carcajada. ¿De qué se ríen estos dos? Me sentí enormemente irritado.

Bah... menudo par.

Vuelvo a la conversación con Gamer. No puedo evitar oír a Naoko decir que está preocupada por Alice. 

Pues no sé por qué... tampoco es para tanto. Debe estar arreglándose todavía, las mujeres son así.

Me disculpé un momento con Gamer. Cualquier conversación sería mejor que aquella insulta predicción de nuestros planes nocturnos. Me acerqué a la mesa de Robin y encajé una sonrisa en mi cara.

-¡Hola!-Saludo fingiendo estar animado-¿Qué se cuece por aquí?

Jayden me confesó que le gustaría, pero que no quería molestar. Me disponía a responderle cuando sonó el teléfono, y lo cogí por si se trataba de Amber; efectivamente, así era.

Leí el mensaje con rapidez, sin poder evitar que una sonrisa se dibujara en mi cara, y volví a mirar a Jayden.

-No molestas, de echo Amber me acaba de decir que había pensado también en algo así. La verdad es que es una tía genial. – volví a sonreír. – Así que si quieres no hay excusa, ahora, si pasas de ir de compras… A mí también me parece un rollo, no te culparía. – reí y cogí un par de platos con ambas manos.

GamerPro estaba narrando algunas de las misiones que uno de sus héroes, Solid Snake, había llevado a cabo en sus escenarios virtuales. Esperaba así dar algunas ideas para infiltrarse con éxito en el instituto aquella misma noche.

Pero estaba ocurriendo algo que no era nada frecuente. Algunas personas estaban prestándole atención a lo que decía, cuando ya empezaba a matizar algo concreto. Quizá esperaban que describiese un sesudo plan de subterfugio.

-Bueno... -comenzó a figurarse sobre la marcha, rascándose la nuca de vez en cuando. -Pues lo que está claro es que por las puestas no podemos entrar. Así que lo propio... sería colarse por alguna de las primeras ventanas. Yo tengo unas buenas cuerdas, y lo suyo sería lanzar un gancho a uno de los canalones para subir. -se iba viniendo arriba, y gesticulaba más abiertamente con las manos, abriendo también los ojos algo más. -Fijo que hay alguna ventana medio abierta por la que poder colarnos, siendo verano. Entonces, uno de nosotros, el más sigiloso, se adelantará hacia la consergería para desconectar el sistema de alarmas. Y si hay algún vigilante de seguridad rondando... habrá que alejarlo del punto de extracción como sea. Y claro... -afirmaba con un tono como queriendo mostrar que iba a decir algo impresionante. -Mientras unos lo distraen, vendrán otros que saldrán de las oscuridad, y lo noquearán con paños de cloroformo. ¡Es genial! Además, no me lo invento. El cloroformo se puede hacer fácil, basta con mirar internet un poco...

Fue entonces cuando Morgan se levantó de su asiento para hablar con la otra joven. Sólo entonces, GamerPro quedó desorientado, y se dio cuenta de dos cosas; que había perdido a su audiencia y que la camarera esperaba para tomarle nota desde un buen rato.

-Eem... una soda. -dijo cabizbajo.

Me quedo gratamente sorprendido, una vez más, con Amber. Ella también pensaba en lo mismo, preocupada por mí. En realidad, lo que me sorprende es la suerte que tengo, y es en lo que pienso mientras veo a Diana coger un par de platos tras darme vía libre para evitar ir con ellas.

Cuando no se me ocurre un sitio mejor, o al menos mejor compañía.

Sí, Amber es genial... -Le respondo- Pero no más que tú. Y yo soy un tío con demasiada suerte.

Cojo otro par de platos y me giro hacia ella, sonriente, de hecho esforzándome en mostrar la mejor de las sonrisas. Aún me escuecen los ojos, pero quiero estar del mejor humor posible. Por ella. Por ellas. Para que nadie tenga que estar preocupado por mí.

No me lo perdería por nada del mundo... ¿Vamos?

-Uhh... Cómo sea... Estos dos están a la carga, ¿Crees que podrías ayudarme con lo que dije antes?

-Creo que ellos mismos se han delatado.

-Ay... Lo que querría es que intervinieras para que no hablen de esto tan alto... Podría afectar a algunos para mal. Si te da cosa dímelo y me encargo yo... Lo entendería, no es algo agradable que pedir a alguien.

Yo si que tengo suerte...

Cogió otro par de platos, y sonriente, aceptó venir y me pregunto si salíamos.

-Si, vamos. – le devolví la sonrisa, antes de acercarme a él. – Pero antes…

Llevé mis brazos hacia atrás, apartando los platos para acercarme aún más, y junté mis labios a los suyos. Apenas fueron unos segundos, en los que mis labios acariciaron los suyos, pero atesoré cada uno de esos segundos, consciente de que aquello podría tardar en repetirse.

-Ahora sí, vamos. – sonreí pícara, antes de empujar la puerta con mi espalda para salir de la cocina.

Salimos de la cocina, y en un par de viajes ya habíamos llevado todo lo necesario a la mesa. Había sándwiches, nuggets, patatas, un par de ensaladas, y las afamadas patatas de pescado. Sonreí a Morgan, que se encontraba con Amber, y me acerqué a esta un momento, dándole un beso en la mejilla sin más explicación.

-Voy a avisar al resto, podéis ir sentándoos y comer. – les dije y me acerqué a la mesa de Robin, Zack y Amelie.

David también se encontraba allí, así que el aviso sería aún más rápido.

-Perdonad, chicos, vamos a empezar a comer y hablar del teatro, así que cuando podáis… - les informé, antes de acercarme a la mesa de Alexia para avisarle también.

-Disculpa, ya vamos a empezar. – le dije con una sonrisa. – Si no has terminado de comer puedes traerte lo que sea, o esperamos un poco, como prefieras. – le dije a la chica.

Alexia se levanta con el refresco en la mano y dice:

- Ya he terminado, el postre puedo comerlo con vosotros si no os molesta que me coma un helado bien grande de limón, es que sabes, es mi preferido para que mentir

La chica se pone de pie y se acerca a la barra allí coge el helado, el más grande que había de sabor limón y sonriente como una niña pequeña se sienta en la mesa mientras dice.

- Buenas, pues nada aquí estoy, no os molesta que coma helado no?

 Miré a la chica sorprendida, sonriendo con una ceja en alto. -Claro, gracias- ¿Puede ser más mona? - A pesar de que la conozco de poco, me siento sorprendentemente cercana a ella. Más valía que no hicieran daño a mis amigos, porque rodarían cabezas. Probablemente la mía, si es que cae alguna más, pero tenía que ser realista y saber que mi control sobre mí misma disminuía considerablemente en proporción al aprecio que le tuviera a la persona a defender en cuestión, y aunque yo creía que se trataba un noble valor, podía tener obvias connotaciones negativas.

 Dejé de cuchichear con Morgan, cogí mi vaso y me senté en la silla que tenía más cerca de mí, impaciente y esperando con educación a que lo hicieran los demás para empezar a meter mano a la comida, a pesar del permiso que me ha dado Diana... O eso intenté. -Solo una patata y los espero- Me convencí a mí misma para amenizar la 'eterna' espera con una patata de pescado, fumar me daba mucha hambre.

-Qué va mujer, come tranquila. -Que estarás cansada- Contesto a Alex cuando se sienta.

-¿Y por qué iba a molestarnos?-Le digo con una sonrisilla.-¡Siéntate, en seguida empezamos!

Asentí cuando Alexia me comentó lo del helado de limón.

-No hay problema. Voy a coger unas cosas y en seguida me uno.

Fui donde se encontraba mi bandolera y saqué un cuaderno y un bolígrafo de ella. Había hecho un pequeño esquema de las cosas de las que teníamos que hablar, así que prefería tenerlo a mano; además debería ir apuntando las distintas ideas.

Regresé a la mesa con los demás y me senté en uno de los asientos libres.

-Que aproveche, ir comiendo, no os cortéis. – dije a los presentes, dándome cuenta de que algunos no habían empezado, y esperé unos minutos para dar tiempo a quienes faltaban.

Mientras tanto coloqué el cuaderno frente a mí y cogí el bolígrafo, repasando los distintos puntos.

-Si os parece bien, iré empezando. – anuncié antes de comenzar. – He preparado una especie de orden del día con lo imprescindible, pero si se os ocurre alguna cosa más… Sin problema. A ver… - dije antes de empezar a leer. – “1er punto: Cuestiones a aclarar en la reunión de mañana.”, “2º punto: Obra que nos gustaría interpretar.” y “3er punto: Ruegos y preguntas.”

Son pocos puntos, pero realmente pueden llevar mucho tiempo, depende lo claro que lo tengamos.

-Empezando por la reunión de mañana… Supongo que deberían aclararnos lugar, días y horas, así como el profesor responsable. Soy nueva, así que no se como funciona aquí el tema de los clubs, seguro que vosotros sabéis mejor qué debería preguntar. ¿Alguna idea?