Partida Rol por web

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Muxu alcanzaba a escuchar cada vez más lejos los pasos de Emil, y un rápido vistazo a su espalda le confirmó que algunos de los Rift Warriors aun se estaban quedando atrás.

- Te sigo. - Dijo a Xavier mientras aferraba bien la ballesta y volvía a mirar por el pasillo hacia delante. Esperaba que no surgieran demasiados enemigos, aunque Emil sí había detectado algunas presencias. Con suerte serían un número manejable.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Vicky estaba viendo como el resto de Rift Warriors entraba poco a poco por el pasillo, pero los había que se estaban quedando rezagados. A ese paso, cuando Equilibrium y ella misma cerrasen la marcha el resto del grupo estaría muy alejado.

- Equilibrium tiene razón,  no nos quedemos atrás. -dijo Vicky esperando su turno, no queriendo dejar a nadie atrás,  especialmente a Elexa y Daeron cuyo fuerte no era el cuerpo a cuerpo. No era que Vicky fuese Briaeros, para nada, pero si les atacaban por las espalda era mejor que estuviese ella ahí y no aquellos cuyo estilo de lucha se basaba en magia a distancia (por no hablar de la curandera oficial).

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Daeron pensó que lo más lógico y sensato, dada la estructura del lugar y el contexto en el que se hallaban, sería que exploradores avanzaran y si veían algo peligroso lo atrajeran a un lugar donde todos podrían maniobrar y actuar. Temía los insalvables embotellamientos en los estrechos pasillos, donde el peor enemigo no eran robots agresivos, mutantes locos o monstruos desconocidos. No, el peor enemigo para los Rift Warrior eran las paredes que los enjaulaban en espacios estrechísimos. Tras unos momentos de incertidumbre, para su sorpresa, sus temores comenzaron a confirmarse: debían avanzar todos en fila india. El joven suspiró y se resignó, pues las órdenes estaban dadas, tratando de seguir a Muxu.

Vaya, por qué será que no me sorprende, pensó segundos después cuando se vio atascado con Halberd en el estrecho corredor. Entonces oyó gritos detrás de él y asomando la cabeza observó unos tipos, parecidos a orcos, atacando a Vicky y Alexa.

Esos sí que me han sorprendido, admitió.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Emil había optado por una estrategia de avance conjunto. Todos los Rifts Warriors avanzarían por la zona en que Glo-Glu percibía menor densidad de potenciales enemigos. Todos se mantendrían unidos, y Emil avanzaría en vanguardia, protegido por sus poderes psíquicos y escoltado por los más poderosos combatientes cuerpo a cuerpo del grupo.

Así fue hasta llegar a una estancia que zumbaba y vibraba con el sonido de maquinaria. Se podía ver una banda de material semejante al cuero en movimiento, rota en una estructura metálica en mitad de la sala. Al final de ese aparato estaba conectada una alta máquina de metal con brazos golpeadores que se movían de forma espasmódica, y en la que se veían luces intermitentes. Diversos paneles en la pared mostraban una extraña escritura iluminada junto con imágenes de constructos metálicos. Otra banda transportadora, manchada de sangre, pasaba por una apertura en la pared que daba a otra estancia. Todo el sitio evidenciaba un aura de entropía, con partes ausentes, chispazos, y periódicos sonidos discordantes de metal raspando contra metal, revelando que la maquinaria de la habitación estaba dañada muy probablemente más allá de toda posible reparación.

Pese a todo, unos drones equipados con herramientas parecían ocupados intentando hacer reparaciones, aunque estaba claro que los propios robots no funcionaban muy bien y no parecían estar haciendo un gran trabajo. En un primer momento, los drones ignoraron a los Rifts Warriors, pero entonces llegó Thomas lanzando dardos de energía mágica contra uno de ellos, el cual en respuesta se lanzó contra el mago, partiéndole el labio de un fortísimo golpe.

El movimiento tomó tan por sorpresa a Emil y Briaeros que no fueron capaces de detener a la máquina equipada con brazos-herramienta.

Varios Rifts Warriors se habían quedado atascados, por lo que les costaría mucho poder atacar eficazmente. Entonces, una especie de verdosos semiorcos abrieron puertas bloqueadas por franjas marrones y se avalanzaron hacia la estancia de entrada, donde todavía quedaban Vicky, Alexa, y Equilibrium, si bien este último agazapado en las sombras y apenas visible. El combate generalizado acababa de complicarse de forma importante.

Shidi lanzó un potente martillazo, que sonó con un gran retumbar metálico, contra el robot que había golpeado el rostro de Thomas, mientras Briaeros se quedaba mirando, seguramente con expresión de sorpresa, aunque el yelmo completo impedía que se pudiera vislumbrar el rostro del alemán.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Halberd alternaba la mirada entre las puertas, y cuando vio la oportunidad avanzó por aquella que había atravesado Muxu, acuciado por Equilibrium. No tardó en toparse con ella y detenerse en un nuevo tapón. Miró hacia atrás y entre las piernas de Daeron alcanzó a ver varios tipos verdes, corpulentos como armarios y agitando amenazadoramente en el aire... ¿tubos de escape? Joder, con sus catalizadores todavía. ¿Y ese llevaba una alabarda de chapa. Y lo peor es que los movían como quien movía un palillo de dientes.

— ¡Oh, cuidado! ¡Corred! — gritó Halberd desde el tapón en el que estaba participando en aquel condenado pasillo y que al final se iba a cobrar la vida de alguien.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Había cruzado las puertas a toda prisa confiando en que todos le seguirían. Pero cuando se dio cuenta de que nadie le seguía y que Muxu le instaba a volver con empujones poco sutiles, supo que había que cambiar el plan. Volvió sobre sus pasos disparando proyectiles por medio de sus guanteletes simulando que su mano era una pistola, pero el orco se negaba a morirse. Al final fue Equilibrium quien lo convenció para hacerlo, aunque tuvo que hundirle bien la daga en el pecho para hacerle entrar en razón.

Empujado repetidamente por Muxu, Halberd salió por fin a la sala apestosa, aún empuñando su ballesta con la otra mano, y unos diminutos virotes se estrellaron en la pared a su lado. ¡Ahora unos hombres rata, y les estaban disparando desde la otra punta! Halberd empezó a sentirse bastante agobiado, especialmente cuando otro de los pieles verdes se acercó alzando un trozo de alguna máquina a la que le debían haber sacado filo a golpes de piedra. Pero el orco debía esperar a alguien más alto, y el arma improvisada golpeó la pared de glaucita sobre la cabeza del enano.

Halberd puso la ballesta delante de él para protegerse y empezó a saltar y a agacharse erráticamente intentando ser un blanco difícil.

— ¡Raxus! ¡Briaeros! ¡Shidi! — gritaba un nombre con cada salto — ¡Socorro! ¡Muxu, cuidado! ¡Hay ratas allí!

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Tenía claro como el agua lo que iba a pasar. Estaba claro que esos perros-rata o lo que fueran no estaban allí de adorno. Por eso insistí en que entráramos en el túnel lo más rápido posible.

Sin embargo faltaban Alexa y Vicky por pasar cuando unos seres de piel verde aparecieron. Y después de ellos unas ratas. ¿Y después qué más? Chasqueo la lengua y me coloco intentando proteger a Vicky, aunque por algún motivo que desconozco los pieles verdes parecen empeñados en atacarla. Apenas tengo que esquivar un par de ataques mientras que Vicky está continuamente esquivando una lluvia de golpes.

Por suerte demuestra que es más que capaz de cuidarse sola, y llega a desesperar a los piel verdes a base de quiebros mientras les vamos hiriendo. Lo malo es que son más a menos que regrese el resto del grupo, y eso no va a ser fácil.

Al menos veo a Hallberd y Muxu. Es un consuelo.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Muxu había conseguido retroceder por el pasillo hasta casi la sala de inicio. Tenía a Halberd delante, y escuchaba los ruidos del combate pero no alcanzaba a divisar con claridad a ningún enemigo. O no al menos lo suficiente como para tratar de atacar a alguno, ya fuera con la ballesta o con alguno de sus conjuros.

- ¡Vale! - Exclamó al enano. - ¡Pero necesito línea de visión o no podré hacer nada! - Añadió para que su compañero entendiera en qué circunstancias podría ayudar. De hecho, tenía un par de conjuros preparados que podrían neutralizar a varios enemigos, pero era muy posible que afectaran a aliados, y Muxu pretendía disminuir ese riesgo al mínimo.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Emil había ordenado a los Rifts Warriors que le rodeaban regresar por el angosto pasillo para auxiliar a quienes se habían quedado atrás, y que ahora parecían estar bajo ataque. El propio elfo albino, siguiendo tal vez una corazonada, permaneció en guardia ante una puerta situada en la estancia donde habían destruido a dos drones de reparaciones. Glo-Glu parecían presentir la presencia de varios seres vivos al otro lado de las puertas.

Entretanto, la lucha seguía su sanguinario curso. Equilibrium había conseguido clavar sus armas en el torso de un semiorco, pero estas criaturas eran más duras de lo que aparentaban, y el fanático seguía en pie y luchando. Alexa intentaba no estorbar demasiado y en todo caso usar su lanza corta para molestar lo más posible a los enemigos y facilitar que fueran atacados por otros Rifts Warriors. Daeron había cambiado varita por bastón, más apropiado cuando el enemigo ya estaba en distancia cuerpo a cuerpo. Incluso Halberd estaba atacando ya cuerpo a cuerpo, usando su pequeño martillo encantado de herrero.

Los rátidos pasaban al cuerpo a cuerpo, sus espadas cortas parecían diminutas, pero podían ser peligrosas usadas para apuñalar puntos vitales ante cualquier descuido por parte de los aventureros.

Xavier cargaba su ballesta y se reposicionaba, asumiendo el riesgo de ser golpeado. Muxu se decidió a lanzar ácido, tal vez golpeando el techo.

Uno de los cuatro feroces semiorcos armados con trozos de maquinaria afilada había caído ya, los otros tres estaban muy heridos, pero seguían en pie a base de pura y dura ferocidad.

Shidi avanzó para dar un poderoso martillazo, pero notaba que tendría que moverse rápido apartándose de la puerta para dejar pasar a los que venían detrás por el estrecho pasillo, sin duda un túnel de servicio para mantenimiento. Raxus, Briaeros, y Thomas, avanzaban precisamente en esos momentos como podían por ese túnel.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Exactamente lo que tanto ella como el crazy temían había ocurrido. El grupo se había separado igualmente, les atacaban por la espalda y el grupo de avanzadilla estaba de nuevo en pasillos estrechos. En aquella situación no podían avisarles, y aunque lo hicieran, el retroceso sería lento y poco práctico. Vicky chasqueó la lengua. Deberían haber atraído a los enemigos y emboscarlos, pero ahora eran ellos los emboscados.

La justice ranger empuñó la daga y se preparó para la batalla mientras aquellas criaturas avanzaban. El campo de batalla, cómo siempre, era un caos. Era lógico cuándo cuando no eras el cazador, sino el cazado. La mujer se concentró en intentar acabar con aquellos enemigos, pero los ataques venían de todas partes. Tal vez era el instinto o tal vez tenía la suerte de su lado, pero Vicky esquivaba casi todos los ataques que venían en su dirección, y no eran precisamente pocos. De vez en cuando conseguía clavar su daga en la peil de los enemigos, pero aún no había conseguido hacer caer a ninguno. Se preguntaba cuán resistente podían ser y si su resitstencia sería mayor que la suerte que le acompañaba en aquella batalla.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

No sabía ni cómo pero Muxu había logrado retroceder hasta la primera estancia y ahora presenciaba un combate encarnizado entre sus compañeros y unos semiorcos salvajes que parecía que habían perdido el juicio. Además, otras criaturas con aspecto de rata les atacaban desde el otro extremo de la sala.

Quizá era un buen momento para usar su magia, pero con todos los Rift Warriors trabados en combate lo tenía complicado para no afectar a ninguno de sus compañeros así que se decidió a tratar de quemar con ácido al semiorco más cercano. Sin embargo, su puntería distaba mucho de ser perfecta y falló por bastante. No era la primera vez que le pasaba en ese combate. ¿Qué le ocurría? Era como si por mucho que se esforzara algún dios le estuviera mirando y posando una enorme cantidad de mala suerte en ella.

Necesitaba darle la vuelta a las tornas así que se preparó para cambiar de táctica.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Muchas cosas estaban sucediendo a la vez en aquella ancestral cubierta de ingeniería de aquella naveta auxiliar estrellada eras atrás y cubierta durante tanto tiempo por los bárbaros numerios por una colina que, ahora se veía, a todas luces tenía que ser artificial: la Colina Negra.

Por un lado, se estaba desarrollando una importante batalla en el área de acceso adyacente al Elevador reparado. Equilibrium apuñalaba a uno de los ligeros rátidos, que saltaba en el aire, como impulsado por un resorte, antes de caer muerto. Alexa gruñía, atacando con muy poca efectividad con su lanza corta con cuyo peso apenas podía.

En otra parte, en uno de los angostos túneles de servicio para mantenimiento, Emil se las veía con dos rátidos y veía como una criatura cornuda con cuerpo de piedra cubierto de chatarra metálica se acababa de unir a la fiesta. Uno de los rátidos intentó alzar su ballesta a bocajarro contra el elfo albino, torpe movimiento que éste aprovechó para clavarle el hacha y matarlo. Después, utilizaba el hacha para arrastrar con esfuerzo hacia atrás el cadáver y adelantarse por el túnel hasta el siguiente rátido. Tras él oía los pesados pasos de Briaeros, que regresaba sin duda para apoyarle, aunque poco o nada podría hacer en aquellas estrecheces.

En el área principal, Daeron no veía claro su ataque y Halberd avanzaba hacia el cuerpo a cuerpo martillo en mano. Varios rátidos acosaban al camuflado Xavier con sus espadas cortas sin lograr hacerle ni un rasguño más de los que ya le habían hecho al comienzo de su enfrentamiento. El Blacjack, viéndose acosado, lo fió todo a la defensa, sin soltar su ballesta descargada.

Muxu se sentía confusa, momentáneamente no sabía dónde estaba ni contra quién estaban luchando. Mucho menos el por qué.

Vicky hizo un movimiento extraño que a punto estuvo de costarle soltar su daga en mitad de la vorágine del combate.

Entonces se produjo un hecho muy extraño. La puertas centrales, bloqueadas mediante bloqueo blanco, se abrieron repentinamente, revelando la presencia de un peligroso dron que en ese momento era alcanzado por una verdadera tormenta de rayos que acababa friendo sus circuitos. La máquina se había sacrificado, sin duda siguiendo órdenes de su ama, la mujer del pelo violeta que ahora disparaba su pistola inferno contra Shidi.

El arma generó una masa de material fundido ardiente, que golpeó al ex-Comando con un espectacular siseo entre una nube momentánea de ceniza y quemaduras, antes de desaparecer. El dolor era verdaderamente intenso. Tanto que, cuando intentó aplastar la cabeza del rátido más cercano con su martillo, el arma pasó demasiado alta por encima del rostro de la bestezuela.

Raxus, sin embargo, no perdonó y se adelantó para partir en dos con su hacha mágica al rátido que momentos antes de alzaba delante de Shidi.

El último semiorco parecía empecinado en dañar a Vicky como fuera, pero una y otra vez era rechazado por la Ranger y el poder protector de su medallón mágico.

Incluso Thomas parecía haberse animado y parecía tener ganas de apuñalar a alguien, tratando de pinchar por un lateral a uno de los rátidos que habían estado acosando a Xavier, aunque sin mucho acierto.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

El sonido del disparo me pilla por sorpresa pero me demuestra que hay enemigos más peligrosos que estos a los que nos estamos enfrentando. Chasqueo la lengua mirando los rátidos que todavía tengo delante: debo conseguir librarme de ellos lo antes posible.

Mirando un poco alrededor me sorprende que la figura del piel verde todavía se alza en un extremo a pesar de los ataques que ha recibido. Mientras tanto los rátidos no parecen dejar de llegar, y luego está ese disparo. La adrenalina empieza a invadir mi cuerpo deseando terminar lo más rápido posible con todo esto.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Vicky se preguntaba si era algún tipo de balanza cósmica el hecho de no darle el golpe de gracia a ningún enemigo a cambio de que ellos no le diesen a ella. Por mucho que lo intentaba, incluso cuando conseguía un buen golpe, aquellos seres seguían luchando contra ella hasta que alguien distinto los mandaba al otro mundo.

A pesar de estar concentrada en su batalla, Vicky era una pistolero y sus instintos reaccionaros ante los disparos. Una mezcla de nostalgia y envidia le llenó por unos instantes, deseando tener ella un arma de fuego en sus manos. Sin embargo, aquello duró poco. Lo que fuese que disparaba aquél arma no eran balas normales y corrientes y Shidi tenía suerte de seguir en pie. Fuera quien fuese su enemigo, tenían que evitar darle la oportunidad de disparar de nuevo.

Cuando el último enemigo que la rodeaba cayó,  Vicky se movió como pudo hasta situarse cerca de la puerta.

- Tenemos que bloquear esta puerta. -​ dijo refiriéndose al pasillo por el que habían llegado no solo enemigos, sino disparos peligrosos. - ¿Ideas? - preguntó a sus compañeros más cercanos mientras la otra mitad del grupo perseguía a una rata humanoide.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Halberd pudo alcanzar el combate donde entre varios habían rodeado a aquel semiorco grandote que por puro enfado seguía en pie, gruñendo y tratando de rajar a Vicky con un trozo de glaucita afilada. El enano gritó y, cerrando los ojos, propinó un martillazo en la espalda al pielverde, porque con su estatura no llegaba a la cabeza. El golpe no fue particularmente destructivo, pero sí fue lo suficientemente fuerte para que, ya malherido como estaba, se desplomara muerto.

El enano abrió un ojo y luego otro. Miró su obra y luego el pequeño martillo mágico. Tenía la adrenalina a tope. Jadeante por el esfuerzo del martillazo único se giró para mirar la puerta doble. Shidi apenas unos momentos antes había estado envuelto en llamas junto a la puerta como si le hubiera dado un ataque de combustión espontánea. No sabía si en este mundo eso existía, pero le parecía más probable que hubiera sido un agente externo el causante de que ahora el ex-comando presentara un color algo más rojizo por estar en carne viva.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

El tumulto resultó caótico y brutal. Los orcos o parecidos, se liaron a mamporros con ellos, llevándose la peor parte vicky. Pero la ranger se las apañó para aguantar pese a las contusiones. A la par, un grupo de hombres con aspecto de rata también emergieron de recovecos para atacarles. Y la vanguardia desaparecida por los estrechos pasillos. Genial.

A ver si esto les puede frenar, pensó el joven que intentó conjurar un hechizo que había aprendido recientemente. Pronunció las palabras a la perfección, realizó las gesticulaciones apropiadas, situó el área de efecto y para terminar empleó el ingrediente o componente indispensable para... Oh, por los Tres. El maldito componente, recordó mientras se palpaba los bolsillos, no encontrando lo que buscaba para llegar a la conclusión de que no lo tenía, certificando el fracaso del conjuro. Olvide comprarlo..., se resignó el fracaso de mago, suspirando y negando con la cabeza exasperado.

Así que echó mano al bolsillo de su ropa, que palpando momentos antes sí que encontró algo, y extrajo la varita del concejal. Esto seguro que no falla, se dijo convencido, apuntando a un piel verde y agitando el palito, como si quisiera impulsar algo contenido en él hacia afuera. Y funcionó. Dos proyectiles brillantes de energía salieron e impactaron en un orco que atacaba a Vicky, hiriéndolo. Volvió a repetir la acción y finalmente, decidido, aferrando su bastón con ambas manos, entro al cuerpo a cuerpo, a bastonazos, terminando por romper la cabeza al atacante. Eeeh, esto de dar mamporros casi que mejor que hacer chirivitas y trucos de magia, no pudo evitar pensar.

Halberd, Shidi, Xavier y Raxus volvieron, terminando por equilibrar y superar el combate. Entonces las puertas grandes se abrieron, mostrando a un droide cayendo frito ante una oleada de descargas eléctricas, mostrando un acceso largo y al final de él una habitación donde, la mencionada mujer de cabello violeta comenzó a dispararles con una pistola, lanzando rayos de energía y casi friendo a Shidi. Aquellos disparos debían ser letales. Vicky propuso bloquear la puerta.

- Ella es una y nosotros varios. Y las puertas son anchas por primera vez. Deberíamos aprovechar que podemos asomarnos varios a la vez para atacarla de golpe. Aunque sea desde lejos - opinó el joven, esperando que la superioridad numérica les diera ventaja ante la superioridad de fuego de la mujer y temiendo que el corredor pudiera dar nuevos calambrazos a quien tratara de recorrerlo, como ocurrió con el droide.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

- Razón no te falta, pero te invito a ser el primero en cruzar la apertura. - contestó Vicky, consciente de que si un disparo de ese arma les daba, no todos tendrían la suerte de Shidi. La resistencia del comando junto con su armadura había sido una combinación acertada, pero dudaba que la mayoría de los allí presentes tuviese la misma suerte. La mitad acarreaba aún heridas graves e iban vestidos con ropas ligeras e inflamables. - ​​​​​​Si la cerramos podemos reagruparnos y trazar un plan.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Es en los momentos de duda, cuando los demás echan los hígados por sus sistemas de salida, cuando el verdadero héroe sale a relucir. 

Shidi se había comido dos fuegos artificiales. Uno por la espalda y otro de regalo. Y ni era Navidad.  Y mientras el pobre comando se hacía a la parrilla, mis Rifts, mis - ¡oh valientes! - héroes, discutiendo por quien asomaba la patita primero.

Estaba claro que todo el mundo se apuntaba a comer, pero nadie a recoger los platos.

Así que corté por lo sano gritando.

- ¡¡¡Eh tú, la del otro lado!!! ¡¡Sí tú!! Espero que eso no sea lo mejor que tengas. Porque ahí donde ves al tipo que has churruscado, ¡¡ya era rosa antes!! ¿Adivinas por qué? ¡¡Le encanta el fuego joder!! Has elegido mal, chica. - Espeté tratando de provocar a la muy perra.

- ¡¡Y digo chica porque esos proyectiles que disparas tienen que ser de chica!! ¡¡Hay aquí un par de tíos que cuando cagan lanzan proyectiles más ardientes que eso que tienes entre las manos!! Igual si te acercas más te sale mejor la jugada... - Le espeté pensando en que esta era mi mejor baza. Ni de coña me ponía a tiro. Estrujé un poco más el cerebro para pensar en algo más que pudiese joder para que la muy cabrona saliese de su posición.

Recordé a Muxu. Y lo jodidamente cabreada que se ponía cuando oía cierta palabra. Tal vez el virote tuviese un motivo, al fin y al cabo. 

- ... ¡Nena! - terminé de gritar. 

Ya estaba. Lo había dado todo. Esperaba que picase. O que lo entendiese al menos ya para empezar.

Joder, igual no entendía ni una puta palabra. En fin.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Muxu sacudió la cabeza recuperando la noción de dónde se encontraba. A tiempo estuvo de ver aquel disparo y percibió el peligro que les esperaba al otro lado de esas puertas.

- Voy a intentar derribarla, quizá entonces sea más fácil acabar con ella sin que nos dispare con eso. - Indicó mientras empezaba a moverse dispuesta a colocarse y lanzar su conjuro.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Hay quien afirma que ningún plan resiste el contacto con el enemigo. Sin embargo, tras mucho reflexionar, Emil empezaba a pensar que una forma mucho más certera de definir esa realidad sería decir que ningún plan resiste el contacto con los aliados. Y es que todo tenía una obvia propensión a complicarse. ¿Qué importaba, después de todo, preparar un orden de marcha en donde Alexa, por ejemplo, estuviera protegida en el centro del mismo, si luego, los retrasos de unos, los olvidos de otros, y todo el resto de catastróficas desdichas servían para que solo la mitad del grupo estuviera dentro del corredor, y la otra mitad, de alguna manera, se las había arreglado para quedarse dispersos en una habitación enorme... y con Alexa, por poner un ejemplo, en mitad de ninguna parte, y sola, casi como si fuera una gogo diciendo al amable público "cómeme"?

Afortunadamente estos pensamientos no los tenía ahora mismo Emil por la sencilla razón que, en la vanguardia del grupo, solo había sentido los problemas de la llamemos retaguardia, una vez el combate contra varios de esos autómatas hubo terminado. Claro, tuvo que ordenar a todos que retrocedieran a apoyar y, sintiendo un razonable número de hostiles cerca, prefirió guardar la retaguardia del grupo, pensando con total honestidad que cualquier nueva aparición de enemigos por esa zona sería un caos para los suyos. Así que ahí se quedó, eliminando a uno de esos rátidos y luego enfrentándose al segundo y a esa especie de gárgola/demonio de aspecto raro.

En honor a la verdad estaba bastante seguro de poder no ser tocado, y al golpearle la pseudogárgola con una de sus garras se preocupó. Pero era solo un moratón, y se mantuvo intentando eliminar al segundo rátido para vencer, luego, a la gárgola, tratando de alejarse a una posición más defendible ahora que había pedido apoyo a Briareos. Habçía escuchado un tiro desde la habitación al norte de la que se encontraba con lo que, pensó, si eran capaces de eliminar pronto al rátido y a la pseudo gárgola podrían tratar de eliminar a quien quiera que fuera que estaba combatiendo, desde su retaguardia.