Partida Rol por web

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

La idea de Daeron de cómo intentar abordar aquello, con los recursos que tenían, se iba formando en su cabeza. Las bravatas e insultos de Xavier le parecieron pueriles, pues dudaba que aquella mujer, como un niño con berrinche, fuera a ir a por ellos al cuerpo a cuerpo para ser linchada con facilidad solo porque el mercenario dijera memeces. A saber. Aun así el joven propuso otra cosa.

- Una primera fila, junto a la puerta, en cuerpo a tierra, disparando contra ella con ballestas. Detrás, una segunda fila, de rodillas, haciendo lo mismo. Una tercera detrás, en pie, repitiendo - indicó para crear tres filas de personas disparando al unísono contra la mujer sin estorbarse unos a otros.

Pero alguien tiene que dar el primer paso, claro, pensó suspirando, armándose de valor y repentinamente avanzando junto a la puerta, echándose cuerpo a tierra, parapetándose con el droide caído, apuntando con su varita contra la mujer y lanzando dos proyectiles que volaron e impactaron contra ella.

- ¡Vamos! - exhortó al resto.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

El enano abandonó a Emil en la habitación tras oír la orden de repliegue para ayudar a sus compañeros a hacer frente a la nueva amenaza. Fue un poco caótico el avance, puesto que el pasillo era demasiado estrecho y la única forma de avanzar era de uno en uno. Y justo cuando habían retrocedido, al pobre Emil le aparecieron enemigos de pronto. 

El enano tuvo que decidir y optó por intentar acabar cuanto antes con los enemigos que tenía a su alcance y luego volver sobre sus pasos para ayudar al elfo. 

Pudo acabar con dos de ellos y justo en ese instante oyó un disparo que alcanzó a Shidi. Una nueva amenaza. Al menos Daeron tomó las riendas de la situación y ordenó a sus compañeros como proceder a luchar contra la que disparaba al grupo. 

Mientras ellos se encarga del grupo yo voy a ayudar al elfo- Raxus no las tenía todas consigo de que aguantase a los enemigos a los que hacía frente. 

Haced caso a Daeron- grita a sus compañeros mientras corre hacia el sur- yo voy a ayudar a Emil. 

¡Jefe, aguanta y no mueras!

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Se seguían escuchando tiros, y por ahora no escuchaba ningún grito de lamento y de dolor terrible con lo que, con un poco de suerte, ninguno de sus chicos habría caido. Ni de sus chicas lo que, seamos sinceros, era un poco más importante. Ah, demonios, era verdad, se trataba de una idea sexista, y horrible. Pero, como decía esa canción, "ustedes las han mirado, pedirles, además, que me quisieran..."

En fin, la idea bastó para que el elfo albino esbozara una sonrisa, a pesar que pintaban bastos. Había estado convencido Emil que no iban a acertarle, pero no podía estar más equivocado. Tanto la especie de pseudo gárgola como el rátido se las arreglaron para golpearle y tuvo que tragarse un grito de dolor. Estaba herido, y de cierta importancia. Aunque no de gravedad. 

Poco a poco este cuerpo recuerda lo que es. Pensó con cierto alivio puesto que, tan solo un par de días antes, unas heridas como esas le hubieran dejado en el suelo desagrándose. De hecho, en un par de ocasiones, justo eso había ocurrido. Pero es que la fortuna me es esquiva. Y como si esa idea fuera lo más divertido del mundo una nueva sonrisa apareció en sus labios. Perraca la fortuna, no hay duda. Tendremos que discutir ella y yo muy seriamente entre las sábanas una noche de estas.

A pesar de la herida, y comprobando que ambos enemigos le flanqueaban, usando su número, Emil se zafó de ambos, causándole un importante golpe al rátido, para retroceder, buscando así evitar que la pseudo gárgola volviera a poder usar todo su poder para atacarle con ambas garras y el puto cuerno que casi le perfora el hígado, y allí, protegiendo la puerta norte, y viendo como Briareos ya había llegado a la otra puerta de la sala, el elfo albino sonrió.

- Ambos estáis a punto de morir, escoria- dijo casi disfrutando de las palabras, y seguro que la suerte iba a estar del lado de los Rift Warriors.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Finalmente parece que la cosa está controlada en la habitación. La llegada de nuestros compañeros fue proverbial, pues no sé si hubiéramos podido esquivar tantos ataques mucho tiempo más.

Ahora que la mayoría de rátidos y todos los orcos han caído, esperaba tener un tiempo de descanso cuando los disparos se hacen oír. Chasqueando la lengua cojo una tarjeta marrón que llevaba uno de los rátidos y me meto con paso apresurado por la puerta de un estrecho pasillo que parece rodear la habitación desde donde nos disparan. Igual encuentro una puerta y consigo pillar por detrás (qué mal suena eso, menos mal que nadie lo ha oído) a la mujer de pelo morado.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Siguiendo más o menos las indicaciones de Daeron, Halberd se había desplazado por la retaguardia, y desde allí pudo ver que al otro lado del pasillo estaba la dichosa mujer del pelo morado, disparando las bolas de algún tipo de materia incandescente con una pistola. Pero él tenía otra. O algo así. Apuntó con el dedo índice y de sus fabulosos guanteletes canalizadores salieron dos dardos de energía que cruzaron la estancia.

Todo ocurría muy rápido, como siempre en estos momentos. Alcanzó a ver la daga de Xavier volando en dirección a la individua y cómo Muxu se exponía también para lanzar algún tipo de sortilegio. El sonido siseante de los proyectiles de la extraña pistola se abrió paso entre todo el jaleo, y un instante después Muxu era derribada entre una nube de material ardiente y cenizas.

— ¡No! — el corazón se le encogió en el pecho. Igual que se le encogió en el momento que consiguió agarrar a su amiga de Santa Fe antes de que cayera al pozo de hongos asesinos. O igual que cuando apareció el monstruo tentacular y estranguló a Alexa. O como cuando vio que destripaban a Raxus y atravesaban el pecho de Shidi con un bisturí robótico. — ¡AAAAGH! — gritó de rabia. Sentía el hormigueo de la magia recorrer su brazo, deseando ser liberada otra vez.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

La lucha arreciaba en aquel complejo de ruinas metálicas que una vez, quizás, fuera una cubierta de ingeniería.

En el área principal de acceso la lucha había sido encarnizada, entre los Rifts Warriors y un grupo de semiorcos y de rátidos. Los semiorcos en particular, eran duros y no caían fácilmente, tal vez impulsados por una particular fiereza de su raza. Finalmente, Equilibrium había acabado con uno de ellos, Daeron y Halberd con otro cada uno, y Shidi con el último.

En cuanto a los rátidos, que parecían estar por todas partes, eran ágiles aunque débiles. Equilibrium despachó a dos, Emil a otros dos, y Raxus también a otros dos. Tan sólo uno quedaba, enfrentado a Thomas e intercambiando cuchilladas con el mago, aunque como Shidi se había adelantado en ayuda de éste, no era probable que el rátido aguantara mucho más.

La androide de cabellos de color violeta había resultado ser una seria amenaza, con su pistola inferno que arrojaba masas de nanoides incandescentes y su letal puntería. Equilibrium llegó hasta sus espaldas de puntillas, pero la mujer artificial de alguna manera le escuchó llegar.

Daeron se había enfrentado a la líder enemiga, aunque saliendo malparado por sus disparos. La había impactado con varias descargas de la varita mágica de Khonnir, pero ya se encontraba en retirada, pues otro tiro de la pistola infernal podía resultarle fatal. Halberd había unido sus propios dardos de fuerza mágicos a los de Daeron, debilitando considerablemente a la mujer.

Xavier sentía los vaivenes del combate como meyaduras en su alma, aunque había logrado impactar con su daga a la androide desde una buena distancia.

Alexa permanecía casi al margen, tras haber intercambiado algunos golpes con los enemigos al comienzo del combate.

Emil se enfrentaba a una especie de brutal gárgola cornuda medio recubierta de chatarra metálica a modo de armadura que no parecía proteger demasiado. Pronto recibió ayuda de Briaeros y Raxus, cuyos ataques con arma mágica parecían efectivas contra la piel de piedra de la criatura, produciendo en su carne grietas y fisuras.

Muxu había logrado derribar a la líder enemigo con un conjuro de grasa, pero había recibido ella misma el impacto de la pistola infernal, por lo que ahora se arrastraba por el suelo, a duras penas consciente, para tratar de salir de la línea de fuego.

Vicky le disparó un crucial virotazo de ballesta a la androide de pelo violeta en el pecho. Ésta, viéndose perdida y rodeada, asaeteada por los proyectiles mágicos, envuelta en grasa incapaz de levantarse y cercada ya por las armas ya muy próximas de Equilibrium, optó por entrar en el corredor electrificado, siendo electrocutada en un feroz estallido de electricidad.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

- ¡Cofff, cofff! - Tosió Muxu mientras se arrastraba lentamente una vez a cubierto. Apoyó la espalda en una pared. Notaba el sabor de la sangre y no sabía cuánto rato permanecería consciente. Ni siquiera su conjuro de armadura le había valido para evitar el impacto de aquel arma.

- Jodida puta. Espero que esté bien muerta. - Masculló mientras la escuchaba gritar a lo lejos. Sonrió mientras un hilillo de sangre le caía por la comisura del labio.

- No hay ningún médico en la sala, ¿verdad? - Preguntó medio en broma.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

- ¡La madre que la parió! O algo así. - Dije cuando salía de la cobertura para disparar un virote.

El droide, ciborg o lo que fuese esa cosa se había lanzado a la freidora del pasillo. 

- Extraño. Es como si no quisiera que le sonsacásemos. Menuda mierda, era lo más próximo a algo con inteligencia de lo que podríamos haber sacado información. - Pensé para mí.

Escuché a Muxu lamentándose.

- ¡Ya voy pequeña! - Le digo guardando la ballesta para examinarla y contrastar que se puede hacer. 

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Aunque en otra situación ella misma habría propuesto el atacar en grupo a través de la puerta, la justice ranger temía por la integridad del grupo. Rodear al enemigo u obligarle a acercarse a terreno abierto le gustaba más.  Sin embargo, el grupo decidió que pelillos a la mar y Vicky no iba a dejarles sin soporte.

Guardando su daga y sacando su ballesta, se unió al grupo. El enemigo, la mujer androide de pelo púrpura,  se vio acorralado y en un intento desperado de huir acabó electrocutándose. La suerte acompañaba a los Rift Warriors. Aunque a unos más que otros. 

Uno de los disparos había impactado en Muxu y la alcaldesa estaba en mal estado. Vicky se acercó a ella mientras guardaba su ballesta.

- Las redomas que hemos recogido antes, creíais que tenían propiedades curativas, ¿no? - preguntó a la alcaldesa, que era la experta. - No tenemos nada mejor con lo que tratarte, creo...

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Halberd se tapó los ojos un momento a causa del brillante estallido eléctrico. Por mala suerte o a conciencia, la mujer del pelo morado había acabado rodando por el pasillo electrificado encontrando una muerte terrible y violenta. Que por otro lado estaba claro que la iban a matar ellos. Si hasta había estado a punto de agotar sus reservas tecnomágicas pegando tiros con el dedo, pero aun así...

Tras el estallido reparó en Muxu. El enano se apresuró a agacharse junto a ella y examinar sus quemaduras, muy preocupado por verla tan grave.

— ¡Oh, Muxu! ¿Estás bien? Tienes muchas quemaduras... — dijo sin querer tocarla siquiera. Era evidente que Muxu no estaba bien. Al contrario, debía estar muy grave porque esos tacos que estaba soltando por la boca no eran normales. — Está muerta, sí. Bien muerta. Ha explotado como un mosquito en una de esas lámparas que electrocutan bichos. — miró a Vicky un momento, asintiendo conforme se levantaba — En la mochila llevo unos hemostáticos, pero creo que la redoma es lo mejor que se puede tomar.

Observó a Daeron, preocupado por él también. El mago también estaba gateando por ahí medio chuscarrado, aunque por suerte parecía estar algo mejor.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Tras acabar con dos de esos rátidos, el enano corrió a ayudar a Emil. Bien sabía que el elfo no era muy bueno en defenderse. Afortunadamente, cuando llegó, el elfo estaba apoyado de Briaeros, y ambos hacían frente a una criatura monstruosa (una gárgola) y otro de esos rátidos.

Ignorando, al rátido, el enano, pidió a Briaeros que se moviera y cuando este lo hizo, se colocó cerca de la gárgola para lanzar sus golpes contra ella. Sus golpes herían a la criatura, y dado que esta estaba concentrada en atacar a su compañero Briaeros, el enano pudo atacar a placer sin miedo a recibir golpe alguno. Finalmente acabaron con ella en un santiamén.

Buen trabajo, Briaeros- felicitó a su compañero- y a ti también jefe. Si te soy sincero, daba por hecho que te iba a encontrar tumbado y agonizando. Me alegro de que no haya ocurrido.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Por fin el combate acababa, y había pasado lo que venía pasando desde que estaban en estas tierras: no se organizaban, y tenían demasiados despistes y rezagados. Parecía que no iban a tener que lamentar pérdidas, pero desde luego al borg aquella cosa le había golpeado pero bien. La sangre salpicaba su armadura, y no toda era del enemigo, aunque asintió a Raxus como respuesta a su cumplido, mientras empezaba a apartar cuerpos.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Consigo rodear hasta llegar a la mujer pero por desgracia me descubre. Aunque lo que menos esperaba es que se fuera a meter directamente en la trampa, así que por un momento me quedo clavado sin saber exactamente qué hacer. Hasta que escucho ruidos de lucha en la habitación de al lado y me apresuro por la otra puerta en esa dirección.

Cuando llego un parecido a piedra como una de esas gárgolas que a veces se ven en los edificios, se está enfrentando a Briareos, Hallberd y Emil. Aprovecho la situación para intentar colarme y poder ayudar a mis compañeros, pero está claro que no necesitaban mi ayuda pues cuando iba a descargar mis armas la criatura termina muerta. Bueno, parece que todo está bien aquí. Voy a ver si consigo hacer algo con los restos de la mujer de pelo violeta.

Me acerco al sitio donde cayó para cogerla y arrastrarla fuera del pasillo, pero es tocarla y una fuerte descarga me sacude entero. Maldigo a todos los creadores de trampas eléctricas mientras me dirijo hacia los laterales buscando los cables que alimentan la trampa para cortarlos o desconectarlos y que podamos cruzar esa puerta. Quién sabe, igual incluso el droide solo ha recibido una sobrecarga y con un poco de arreglo se puede utilizar.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Muxu había perdido el conocimiento antes de confirmar a Vicky si aquellas redomas eran efectivamente seguras. Miró a Alexa, que parecía también creer igual que ella que Muxu necesitaba una buena cura.

- No sé mucho yo de este tema, así que no puedo asegurarte que sean seguras o efectivas... por eso quería que Muxu lo confirmase. ¿Te fias del contenido? No quiero envenenar a Muxu... - le contestconté justice ranger a Alexa.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

El combate les pilló con la guardia baja, algo que estaba siendo una costumbre fea para el grupo. Tuvieron que retroceder, pero no había forma, el pasillo era angosto y muchos de sus compañeros demasiado grandes. Consiguieron cruzar el pasillo de vuelta para auxiliar al grupo que estaba siendo rodeado por una multitud de enemigos. ¿Orcos? Posiblemente era la primera vez que Thomas se encontraba frente a unos, eso le emocionó un poco.

Quizás fruto de la citada emoción falló un disparo de su ballesta y decidido a no perder más virotes y a no dañar a ninguno de sus compañeros con sus nuevos e interesantes poderes desenvainó la daga y se sumó al combate. Primero se lanzó al apoyo de Xavier que estaba siendo asediado por numerosas ratas de dos patas, que intentaban rajarle como a un pavo en Acción de Gracias.

Las ratas no tardaron en caer y Xavier siguió en pie aunque pudiera sonar contradictorio, sin embargo el combate no había acabado y espoleado por el ímpetu y la emoción de blandir su hoja contra enemigos poco peligrosos que no castigaban sus flagrantes faltas como esgrimista. Se sentía como en una película de Douglas Fairbanks o Errol Flynn. Por desgracia una de esas malditas ratas buscaba no dejarle en buen lugar y se resistía a morir. Cada estocada de la daga era bloqueada o esquivada y salgo una buena cuchillada no consiguió impactar al maldito animal, o humanoide. La suerte se le apareció cuando su oponente estrelló y fracturó su arma contra la pared. Con el enemigo desarmado y a su merced Thomas visualizó su victoria antes de que llegara, porque a su daga se le adelantó el implacable martillo de Shidi que descoyuntó a la rata-hombre, al hombre-rata o lo que fuera eso.

—¡No! Lo tenía ya a punto, justo donde quería —se lamentó el mago.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Mientras esperaba a que alguien con los conocimientos adecuados se ofrecese a revisar las redomas, Vicky decidió revisar los cuerpos de los enemigos caídos.  Con un poco de suerte alguno llevaba una poción que reconociese o algún tipo de material de primeros auxilios, aunque realmente lo dudaba.

Los rátidos no tenían demasiado, aunque la justice ranger guardó las tarjetas y monedas de oro que encontró.  Cuando revisó los orcos, se dio cuenta de que aunque sucias, las armaduras podían ser utilizables, así que lo comentó con los warriors presentes en la sala.

- Para los que no tenéis armadura, ésto tal vez os interesa. Están guarrísimas, pero proteger deberían proteger. - dijo golpeando una de las armaduras con la palma de la mano, antes de guardar también el botín encontrado en los orcos. 

una vez hecho eso, volvió a donde estaba Muxu, aun debatiéndose si debería usar aquellas redomas de origen dudoso sin saber a ciencia cierta que ayudarían a la mujer.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Muxu se debatía entre la inconsciencia y la consciencia. Alcanzó a escuchar a Vicky y alargó una mano pidiendo silenciosamente una de las redomas. En esos momentos le daba igual el contenido si existía la más mínima posibilidad de que pudiera ayudarla.

- Puede que no me ayude a sanar, pero dudo que me envenene. - Comentó entre tosidos. Aceptaba la ayuda de Vicky y, a su manera, estaba tratando de indicarle que le parecía bien que le diera una de esas pociones para ver si podían ayudarla. Era eso o que la dejaran ahí mientras seguían explorando para no ser un estorbo para el equipo.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Con no poco esfuerzo, Equilibrium y Halberd fueron capaces de cortar la corriente primero, y después volver a cubrir las bobinas de potencia dejadas expresamente al desnudo por alguien para convertir el corredor principal en una suerte de trampa eléctrica letal. Era el lugar donde había muerto la líder de los intrusos, y donde se había sacrificado una de sus máquinas principales.

Emil recorrió los cuerpos de semiorcos y rátidos muertos, recogiendo las cosas de valor que se podían portar con facilidad. Las armaduras de cuero tachonado de los fanáticos semiorcos podían tener algún cierto valor de saqueo, aunque recolectarlas sería laborioso y dejarlas en condiciones para ser usadas o vendidas lo sería muchísimo más aún. Briaeros seguía a Emil, vigilando el entorno. No parecía haber amenaza inminente, aunque la sensación de que el lugar no era todavía del todo seguro seguía ahí.

Xavier no encontró nada de interés o utilidad en la estancia de entrada ante el Elevador. Muxu se encontraba muy débil, aunque pronto se sintió revivida cuando Vicky le hizo beber un brebaje sanador.

Raxus, Daeron y Thomas fueron a la estancia central de la cubierta. Vieron una balconada que recorría los bordes de la cámara abovedada, las paredes curvadas de la cual estaban cubiertas de luces intermitentes y maquinaria inidentificable. Unos pocos escalones descendían desde esta balconada en medio de la habitación. Justo al norte de esos escalones había una gran máquina con una superficie plana de cristal rosa sobre la que flotaban imágenes semi-transparentes. La balconada era más amplia hacia el lado sur de las escaleras, donde había una extraña estatua que parecía haber sido ensamblada a partir de máquinas rotas para adoptar la forma de una garra alzada. Eso sin duda tenía que ser una adición muy reciente a este lugar. Un montón de basura yacía amontonado delante de la garra, mientras que dos braseros humeantes ardían lentamente a cada lado. Hacia el este se alzaban dos enormes puertas negras metálicas, rodeadas de un arco rotatorio de pulsantes luces rojas.

Por toda la cubierta se escuchaban los tremendos martillazos de Shidi contra una taquilla metálica. Todo ese esfuerzo y estruendo y apenas había conseguido mellar un poco más la deformada puerta. Claramente, los semiorcos ya habían intentado forzar esa taquilla en la zona de carga sin resultado. Haría falta un habilidoso cerrajero para abrirla, seguramente.

Alexa parecía asqueada y al borde del vómito. Ciertamente los cadáveres de los cánidos marsupiales, y el estar rodeada de sus orines y excrementos, no ayudaba nada.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA: CUBIERTA CIENTÍFICA.

CLIMA:(EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Halberd asintió varias veces mientras mantenía el pulgar en alto, admirando el trabajo de Equilibrium. El tipo tenía talento. Él mismo no había tenido ni idea de cómo desconectar la trampa.

— Buen trabajo Equilibrium. — dijo revisando las bobinas deliberadamente desprotegidas, y luego mirando el despojo humeante en el suelo.— Vaya trampa eléctrica que se había montado, ¿eh?

El enano se agachó para examinar el cuerpo, y los ojos volvieron a brillar de emoción. Se agachó un poco y empezó a trastear con el pequeño destornillador que llevaba siempre a mano, levantando recubrimientos sintéticos quemados de aquí y allá.

— ¡Vaya! Pues resulta que era un androide, ¿sabéis? Pero increíblemente avanzado. Me sorprende mucho habernos topado con algo así, teniendo en cuenta que estamos en un mundo donde, hum, la gente caga en un agujero, ¿no os parece?— comentaba mientras examinaba el amasijo.

Revisando se dio cuenta de que alguna de sus pertenencias no se habían frito con la trampa. Entonces el enano se sentó en el suelo junto al cuerpo chuscarrado, se frotó las manos como un niño que va a ponerse a abrir regalos de navidad y empezó a revisar una a una las tecnomaravillas del androide.

— Veamos que llevaba... Esta pistola negra... funciona con nanitos también. Quizás sea curativa, como la marrón, pero parece de otro tipo. — la giró para verla a la luz antes de dejarla a un lado y seguir revisando objetos — Creo que le quedan cinco cargas. A ver... llevaba una armadura de mallas que parece que está en buen estado. Con quitarle un poco de plástico quemado que se le ha quedado pegado aquí creo que se puede usar. O vender, si no la quiere nadie. Tiene también unos guanteletes con pinchos. Parecen buenos. Ah, y la pistola dichosa... Vaya , el cargador parece haberse frito también, pero llevaba dos más. Son iguales que los que recogimos en la cubierta de ciencia. Creo que recogí un par de ellos, así que tenemos bastante munición. — siguió husmeando — Hmm, esto se ha quemado todo. Creo que era una mochila, quizás una cuerda... No lo sé, todo está quemado... Pero aquí... — sonrió — Eh, aquí tiene dinero. Estupendo, siempre viene bien. Eh, Raxus, compañero, pronto podremos comprar una armadura a medida y dejarás de ir en envuelto en la manta.

Se levantó, y justo vio una esquina blanca sobresaliendo que había pasado por alto.

— Hey, aquí también hay una tarjeta de acceso blanca. Un poco tostada, pero creo que si se limpia funcionará bien.