Partida Rol por web

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Eso mismo fue lo que le dije a Hallberd confirmo a Emil mientras me dirijo hacia la puerta intentando evitar a los caídos. Estaría bien saber si tenéis alguna pista sobre dónde podría estar, porque la verdad es que este viaje nos está saliendo caro.

Voy a vigilar para asegurarme de que nadie inoportuno nos visita, vosotros, especialmente tú Hallberd, podríais mirar a ver sí esas máquinas todavía se pueden usar para curar y coser o solo sirven para hacer daño. Y que alguien vigile a Vicky, parece que le está entrando algún tipo de locura.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

- Aquí no hay nada que nos sirva- explicó Emil, negando con la cabeza a las palabras de Equilibrium para luego asentir a la mirada de Daeron señalando con la cabeza a Raxus- Lo necesitamos en pie.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Halberd asintió apesadumbrado al elfo. Realmente quería compartir su optimismo con él y Equilibrium, pero cada vez estaba menos convencido de que pudiera ser posible. Y si lograban salvar a Alexa, fácilmente podía morir otro. No los podían resucitar a todos.

Examinar la sala le distrajo un poco de esos pensamientos lúgubres, aunque sólo para ver que todo era mucho más siniestro.

— Efectivamente, aquí no hay nada que nos sirva. Estás instalaciones antes serían una maravilla, pero ya no funcionan bien, ni creo que pudiera arreglarlas. Pero hay algo más... todo esto está... manipulado de alguna manera. Es como si alguien, o algo, lo hubiera modificado específicamente para hacer estos experimentos. Y ese algo debe controlar estas máquinas, claro... — de pronto pareció recordar algo, alarmado — ¿Y Muxu dónde está? ¿Está bien?

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Había algo perturbador en aquel lugar. Algo opresivo. Algo que parecía tener voluntad propia, quizás un ente con poder superior, que se dedicaba a observar a aquellos que se internaban en aquellos restos de la nave y aprovechaba cualquier momento de debilidad, de pérdida de concentración, de bajar la guardia, para atacar el raciocinio de esos pobres desdichados y llevarlos progresivamente a la locura. Daeron así lo sentía cuando, repentinamente, en los momentos en los que parecía sentirse más relajado y tranquilo, aquellos impulsos suicidas aparecían en él. Como si la entidad todopoderosa se deleitara aguijoneando la salud mental de los presentes y los arrojaba al frenesí de una hiperactividad o a la locura. No había medias tintas ni posibilidad de respiro.

En es debacle irracional parecían caer constantemente, por momentos, los Rift Warriors. Thomas, Shidi, Muxu, Vicky... y por momentos él mismo. Seguramente la mayoría se veía atacado por aquellos impulsos de morir. ¿Hasta cuanto aguantarían antes de sucumbir? El mago y el mercenario ya lo habían hecho y ahora yacían moribundos, tras arrojarse a la muerte de manera enajenada. Entre eso y los propios peligros del lugar que causaban gravísimas heridas, como al pobre Raxus, la situación se tornaba muy complicada.

Afortunadamente el segundo grupo reapareció. Juntos lo soportarían mejor... si es que resultaba soportable el conocer la noticia de la muerte de Alexa.

- ¿Lo lograremos? - preguntó con pesar al elfo mientras sacaba una de las pociones y se la suministraba al caído enano. No tenía claro que lo fueran a lograr, pese a que ahora se veían forzados a intentarlo para obtener el pergamino que les devolvería a la compañera muerta. La duda residía que si para lograrlo iban a morir varios miembros más por el camino. Pobre rédito.

- Muxu... está. Pero no sé si "bien" es la palabra adecuada - contestó a Halberd recordando la locura que la poseyó. En el fondo bien, lo que se decía bien, no estaba ninguno -. Está velando a un malherido Thomas en una habitación contigua - dijo finalmente.

O eso queremos creer.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Vicky había perdido la compostura de nuevo. Debía haber algo en aquél lugar que le afectaba más de lo que le gustaría admitir, o tal vez había sido la visión de dos compañeros más abiertos en canal. No pudo evitar ponerse a gritar durante varios segundos mientras el resto intentaba poner orden a la situación.

"Pero qué estas haciendo..." - se vio recriminándose a si misma mientras cerraba la boca.

Avergonzada con su actuación, se acercó a los caídos para examinarles, momento en el que Equilibrium comentó lo que el resto parecía haber ignorado. 

- Estoy bien, perdón... No sé qué me ha pasado... - se disculpó la ranger mientras se concentraba en los caídos y lo que necesitaban. Los poderes de Emil estaban evitando su muerte, pero estaban muy mal. La medicina tradicional no sería suficiente, aunque ayudaría cerrar al menos sus heridas para evitar que sus órganos se desperdigasen aún más. Tal vez podían usar una camisa haciéndola jirones, pero la mitad del grupo estaba cubierto de aquella asquerosa baba y temía que cubrir las heridas con aquello era crear la peor infección de la historia.

Buscó algo a su alrededor, pero su conclusión fue la misma que la del resto: nada iba a servirles allí. 

- ¿De verdad sólo nos queda una poción? - preguntó cuando Emil pidió a Daeron que le diese la suya a Raxus - Vamos a perder a Shidi también sin la ayuda de un poco de magia. Estas heridas son demasiado para cualquier otro tratamiento... - había escuchado la mitad de lo que habían explicado de Alexa (la otra mitad se la había perdido entre gritos). No podían permitirse más caídos... Eran sus compañeros, sus amigos, su grupo.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Halberd arrugó el entrecejo con preocupación ante las palabras de Daeron, y luego las de Vicky, tras su llanto súbito. Si seguían allí se iban a volver todos locos o iban a morir.

— ¿Thomas malherido? — otro más... — ¿Y Xavier? ¿No está con ella? No podemos dejarla sola, este sitio es muy peligroso. Tenemos que ir a por ella. ¿Por dónde es? — dijo encaminándose hacia la puerta, intranquilo por el estado de su vieja amiga.

Algo parecía estar torturando las mentes de sus compañeros y divirtiéndose con ello. La última vez tuvo que salvar a Muxu de un pozo de hongos letales, así que por lo que a él respectaba a estas alturas podía habérsele ocurrido aplicar una vivisección a Thomas, o quizás con su curiosidad natural se había puesto a abrir armarios o cajones sin ton ni son. Y visto lo visto bien podían estar llenos de bichos comedores de carne que le podían haber saltado a la cara y que ahora se estaban alimentando de su nariz.

Este sitio era una maravilla tecnológica, pero también era tan peligroso que ya no lo estaba ni disfrutando.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

- Iremos todos Halberd. Y sí, Daeron, dale la última pócima a Raxus- inidicó Emil mientras aprovechaba que tenía una mano libre para sacar la pócima de curación que tenía y hacer que el inconsciente Shidi la bebiera. Acto seguido caminó hasta la entrada de la habitación mientras hablaba- No podemos separarnos. ¿Donde habéis dejado a Alexa? Recuperaremos su cuerpo, e iremos a buscar, primero, a Muxu y Thomas. Luego recogeremos a Xavier. Y ojalá podamos encontrar al concejal. 

Guardó un momento de silencio mientras el miedo atenazaba sus entrañas. Pero nada ni en sus gestos ni en su tono pareció dar fe de ello.

- No hay más pociones, por lo que se. Si alguno guarda alguna, se la daremos a Thomas cuando lleguemos hasta él. Así que tenemos lo que tenemos. Por ahora renunciaré a mi puesto en avanzada, porque cada vez que caiga uno de los nuestros es imprescindible que pueda evitar que se desangre. Pero no podemos retroceder. Con lo que hemos visto es evidente que, hacerlo, implica renunciar incluso a la mínima posibilidad que el concejal siga vivo. O sea, implica dar por pérdida a Alexa. Y no estoy dispuesto. Equilibrium, Briareos, tenéis que tomar la primera posición. Raxus, Shidi, se lo malheridos que estáis, pero os poneís inmediatamente detrás. Esperemos que podáis eliminar cualquier amenaza antes que ellos os eliminen a vosotros. Daeron, necesito algo de magia. Y la necesito ya. Tú y Muxu (cuando la recuperemos) iréis en mitad. Y tú y yo cerramos marcha, Vicky. Somos rápidos, y podremos ayudar donde se nos precise. Y ahora a ello.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Vicky si como sus compañeros recibían suficiente de las pociones curativas como para que al menos no muriese en ese instante. El panorama no era demasiado positivo para los warriors, así que a no ser que el concejal tuviese superpoderes o la mayor suerte del mundo, no estaba segura de poder encontrarle.

Asintió a Emil, no sólo en lo que a su posición respectaba, si no también en lo que querer volver a juntar el grupo. No había querido dejar a la ida de Muxu y al inconsciente Thomas atrás,  pero viendo lo que había pasado tal vez no había sido del todo mala idea. Ahora que se habían reunido con el resto, tenían más ojos y manos y por lo tanto era mejor volver a juntarse. Tan sólo esperaba que siguiesen dónde les habían dejado, y por supuesto, vivos.

Miró al caído Raxus y como recobraba su conciencia.

- Bienvenido de nuevo. No te fuerces, y aquí tienes un hombro donde apoyarte. - se ofreció, aunque no sabía si lo aceptaría. Shidi seguía inconsciente asi que tendrían que cargar con él. Si Raxus podía caminar por sí mismo, cargaría como pudiese a Shidi.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

El enano en otras circunstancias hubiera realizado un comentario soez acerca de apoyarse en alguien, pero se encontraba muy débil así que aceptó la ayuda de Vicky, al menos para levantarse.

Estoy hecho polvo- fue lo único que atino a decir- pero ya veo que no soy el único- desde luego, los Rift Warriors no estaban en su mejor momento- creo Vicky, que puedo caminar yo solo. Gracias por la ayuda.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Desde que los Rifts Warriors habían despertado en el área de recuperación de la naveta sanitaria de IAR Victoria, se habían visto sobrepasados por una amalgama arrolladora de sensaciones y emociones. Para algunos, casi suponía demasiado, más de lo que podían soportar en una marasma de sensaciones, en un caso de emociones y sentimientos. Muchos se veían expuestos a rachas incontroladas de anhelos autodestructivos. Anhelos que sólo podían combatirse con una vigilancia feroz y constante por agarrarse a esta vida.

El dron médico devenido en torturador había sido derrotado, fundamentalmente gracias a las puñaladas de Equilibrium y el virote afortunado de Halberd, pero sin duda quedaban más peligros, y era posible que alguno de los compañeros hubiera ido precisamente en busca de esos peligros.

El grupo principal llevaba un rato sin tener pistas de la localización de Xavier, siempre tan discreto, pero cuando Briaeros y Halberd fueron en busca del cadáver de Alexa, dejando en una mesa en una estancia cercana, en el laboratorio de geología, ambos vieron la siguiente amenaza mortal, en el área del ascensor averiado (que ninguno de los dos había visitado todavía, pues habían accedido a la zona por el pasillo norte ensangrentado, y no por el centro de la cubierta).

Allí, en medio de la cubierta científica, husmeando en busca de presas, había unos humanoides verdes recubiertos de zarcillos de vegetación y armados con toscas lanzas. Toscas, pero probablemente mortíferas, pues iban provistas de afiladas puntas de hueso. Los seres eran pequeños, pero horrendos, y transmitían una clara sensación de peligro y amenaza.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Las malas noticias ya habían sido entregadas, ante un mudo borg que no dijo una sola palabra al respecto. Su superficie metálica, unida a aquel silencio, podían hacer pensar que aquello no le importaba mucho... Pero era todo lo contrario. Había cargado con el cuerpo el largo camino hasta allí, y la culpa le carcomía, aún sabiendo que realmente no había nada que pudiera haber hecho para evitar aquel desenlace. 

Ante las órdenes de Emil, volvió sobre sus pasos para recuperar el cuerpo, y entonces vio aquellas cosas. 

-¡Enemigos!-avisó, con el objetivo de que todos estuvieran atentos a lo que venía ahora. 

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Vicky ayudó a Raxus y se dio la vuelta, dispuesta a cargar con Shidi al ver que nadie se ofrecía. Sin embargo, en aquél instante, Briaeros avisó al grupo de que no se había terminado aquél sinvivir y nuevos enemigos acechaban. Un par de minutos, diez, quince tal vez... Un descanso a las batallas, los compañeros enloqueciendo y los ataques de ansiedad. Aquél era el deseo de la ranger en aquél instante. Tener un momento para respirar, reagruparse y buscar la manera de cargar con los heridos y caídos.  Pero no. Aquél lugar tenía otros planes. 

- Quédate con Shidi, Raxus. - le dijo a su compañero mientras avanzaba ballesta en mano hacia la puerta. A pesar de volver a estar en pie, Raxus no estaba en condiciones de pelear y Shidi aún menos. 

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

¡Enemigos!

Halberd apenas había cruzado la puerta cuando se lo encontró, tal y como avisó Briaeros. Esta vez se trataba de un endemoniado brócoli rastafari que había venido corriendo hacia él chillando como una rata y esgrimiendo una lanza. En realidad el ser no había chillado, pero fácilmente se lo podía haber imaginado al verlo llegar así. Halberd, quien no era conocido precisamente por ser alguien veloz, no había llegado a levantar la ballesta cuando ya lo tenía encima.

— ¡Ah! — Halberd cerró los ojos asustado, e instintivamente puso la ballesta por delante para protegerse de aquel violento y fétido hombrecillo de mierda, al tiempo que intentaba quitarse de enmedio.

Y, sin saber bien cómo, lo debió lograr, porque no sintió pinchazo alguno. Además había conseguido despejar la puerta para que alguien pudiera pasar para ayudar a partirle el cráneo al bicho apestoso. O el bulbo, o lo que demonios tuviera.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Sintió algo caliente derramándose por su garganta y abrió los ojos una vez más, enormemente cansado y debilitado. Aquello no era vida. Ni muerte. Parecía estar en una especie de limbo en el que oscilaba de un punto a otro.

Tengo que clavarme la armadura con clavos al cuerpo.

Y es que habían errores garrafales que se pagaban muy caros. 

Se puso en pie, apoyándose contra la pared, las piernas temblándole al tiempo que escuchaba entre la bruma de la consciencia recuperada a Emil dándoles instrucciones.

Eso, tranquilo. Estoy bien. Y claro que me pondré en segunda fila para que me apiolen de nuevo con un estornudo. 

Gruñó por lo bajo, haciendo rechinar los dientes ante la oleada de dolor que recorrió su cuerpo. Dio un paso, luego otro. Así hasta salir de aquella cámara y avanzar en pos del grupo que veía a lo lejos. 

Qué coño es eso. ¿Una lechuga con patas?

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

- Despacio, despaaaacio. - Pensé al retirarme de la sala selvática.

Lógicamente, si alguien abre la puerta de tu casa cuando te echas la siesta, lo primero que haces es coger un palo y salir a ver. Aquellas miniaturas verdes tenían palos. Y afilados coño. Y salían de todas partes. 

- Mieeeeerrrda. - Pensé al ver salir una cuadrilla tras de mí. 

- Mieeeeeerrrda. - Volvía pensar cuando me vía atrapado en la estancia jugando a la gallinita ciega con varios de ellos.

- ¡¡¡Tres veces mieeeeerda!!! - Terminé con elocuencia al ver que algunas querían tirar hacia las zonas donde pillarían desprevenidos al resto de Rifts.

La que has liado chaval. La que has liado.

Uno de aquellos…, no se me ocurría ningún nombre apropiado, empezaba a estar mosqueado con la situación. Debía ser el que se había tomado el café después de la siesta. Lo tenía pegado al culo. Tan pegado que si daba un paso atrás podría hasta pisarlo. Pero mucho me temía que aquello no dejaría una mancha verde en la suela de mi bota.

Tenía que pensar. Y rápido. Mandarles ese regalito a mis colegas no era un gran plan. Ni siquiera sabía que había sido de ellos. Joder. Y Muxu estaba sola con el cacho carne de Thomas.

- Qué cagada. Qué cagada, Callahan. - 

Mira el lado positivo. Todavía no te han visto. Bendito camuflaje. Pero a saber cuánto duraba. O me pegaba bien a una pared o usarían mi corazón como palillero. No se les veía amistosos precisamente.

Mi privilegiada mente tomó el control. Por muy tontos que fueran los bichos, sabían que "algo" estaba en la sala. Las puertas no se abren solas. Al menos aquellas. Pero sí que se cerraban. 

Así que la jugada era la siguiente. Tira la piedra, esconde la mano. Una treta. De toda la vida del Señor. Pero sólo funcionaría si me quedaba más callado que el pedo de un elfo albino.

Casi me parto de risa al pensar en el estirado de Emil dejando escapar un pedo silencioso. La verdad es que su cara habitual me recordaba un poco al esfuerzo de soltarlo sin que nadie se enterase. Demasiado esfuerzo para algo tan simple y natural.

Así que me acerqué al panel. Con mucho cuidado me fundí con la pared para que el camuflaje maximizase el efecto. Y moviendo la mano a la velocidad de un camaleón, activé la apertura. 

Los pigmeos verdes reaccionaron. Joder si reaccionaron. Vale. No eran tontos. Punto a mi favor. A alguien con cerebro, aunque sea de planta, le puedes timar. Trata de timar a un esqueleto. No mola, ¿no?

- Dos pigmeos cruzan. Queda un... ¡Veeenga yaaa! - Pensé desesperado al ver aparecer otro colega verde por la compuerta sur. 

Y no lo había calculado bien. Cosas de la improvisación. La compuerta del pasillo oeste hacia la gran sala seguía cerrada. Lo cabrones no picarían otra vez. Terminarían volviendo sobre sus pasos. 

Ahora la cuestión era. Había ganado tiempo. Tenía dos invitados en mi pisito de soltero. Los invitaba a quedarse a bailar o me los llevaba de paseo. Seguro que con el jaleo el resto de uniría a la fiesta.

Habría que salir por patas a encontrar un garito mejor. 

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Las cosas iban de mal en peor. Con Alexa muerta, parece como si nos encontráramos con todos los seres de esta nave.

Primero un maldito cacharro que a punto ha estado de matar a dos de nuestros compañeros, y ahora unos hongos con mala leche y unos alfileres en las manos. Parecen bastante débiles si consigues alcanzarles, pero el problema es llegar a alcanzarles.

Además está el extraño comportamiento de algunos de nuestros amigos. Es como si esta nave tuviera algún tipo de emanación que enajena la mente de otros. Cosa preocupante para mí especialmente, pues mi mente es más susceptible a ser invadida por locuras.

Delante tenemos más de esas criaturas, con dos cuerpos formando tapón. No puedo evitar reír recordando la imagen de una película antigua en la que un tipo iba disparando y se iba formando una montaña de cadáveres. Quizá se podría dar una vuelta y pillarles por detrás, pero de momento intentemos ayudar aquí en el frente. Un sitio donde no me gusta estar, todo hay que decirlo.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Vicky corrió hacia la puerta intentando vislumbrar qué pasaba, pero el pasillo estaba abarrotado. Consiguió ver unas criaturas verdes que atacaban a sus compañeros que, por supuesta, atacaban de vuelta. En aquellos momentos se arrepentía de haber lanzado la daga para intentar dar una vía de escape a Thomas cuándo se habían encontrado con aquella criatura telepática. Atacar con la ballesta no era ideal en aquél lugar. No era que la daga le pudiese ayudar si no podía acercarse, pero al menos podría atacar sin miedo si abría un hueco. 

"Tengo que recuperar mi daga." - pensó mientras alzaba la ballesta.

Buscaba un hueco, cualquiera, para poder hacer algo. Si sus compañeros pudiesen abrirse... Durante una facción de segundo vio un tiro claro y apretó el gatillo. Por un momento sintió que no era una ballesta lo que disparaba, si no un revólver, y el virote impactó en el blanco. Había sido arriesgado, pero había valido la pena.

Se dio cuenta en ese instante que Shidi había recuperado la conciencia y estaba a su lado, desarmado, herido y tal vez confuso. 

- Shidi, hazte a un lado, no puedes hacer nada ahora mismo. - le dijo la justice ranger a su compañero. No era una orden, era un simple hecho objetivo. Lo mejor era dejar espacio en la puerta por si sus compañeros necesitaban poner distancia. A su vez, ella se movió haciendo lo mismo y recargó su ballesta. No creía volver a tener una oportunidad de tiro tan buena de nuevo, pero con un poco de suerte sus compañeros podían abrirse o traer la pelea a aquella sala. 

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

La generala dando órdenes. 

Se frotó la cara. Podía no faltarle razón, pero era Emil quien debía decir lo que hacer y ya en su momento, justo la recobrar la consciencia, había dicho cómo tenían que proceder. Solo estaba obedeciendo.

Afortunadamente, las lechugas parecían tener poca miga y caían bajo golpes aparentemente no muy fuertes. Mejor, porque aquello era una agonía. Entonces miró sus manos, vacías. No era lo mejor, así que tomó su martillo y enarboló su escudo. 

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Daeron, tras administrar las pociones a Raxus que le devolvieron a la actividad, se quedó mudo y pensativo tras la palabras de Emil en las que le exigía magia. En un primer momento tuvo un conato de carcajada que reprimió ante la seriedad que ponía el elfo en su demanda. No era momento de reírse, aunque no se podía negar la ironía de la situación. Pedirle magia a un ex-mago que a penas tenía poder.

¿Creo que ya les dije que soy un fraude, no? Sí, lo hice, recordó antes de suspirar. Por mucho que demandaran el olmo no daría peras. El albino quería hechizos y ninguno de los "trucos" que tenía Daeron tenía eficacia alguna contra los robots. De eso estaba totalmente seguro.

A ver cómo le digo que solo estoy para gastar las pociones que ya no quedan y para dar luz en estas estancias...

Entonces despertó de su ensimismamiento al escuchar de nuevo gritos y jaleo fuera de la sala médica. El joven fue a la salida y se la encontró taponada por los compañeros que luchaban contra una serie de criaturas... arbóreas. Y Daeron volvió a pensar en la nula eficacia de sus trucos contra las plantas. De eso también estaba totalmente seguro.

FECHA: 5 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LA LUNA (LARGA NOCHE Y LUNA LLENA).

HORA: POR LA TARDE.

LUGAR: BAJO LA COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

En un momento de enajenación transitoria, Xavier había deambulado hasta dar con un invernadero infestado de hombrecillos verdes de naturaleza vegetal, hediondos, cubiertos de zarcillos vegetales y armados con toscas lanzas de puntas de hueso.

Los Rifts Warriors habían tenido poco tiempo para prepararse desde la derrota del robot torturador hasta el asalto de los primeros hombrecillos. Mientras, Xavier, más repuesto en sus facultades, había utilizado el campo de camuflaje de su armadura camaleónica para escurrirse y permanecer con vida, e incluso para degollar por sorpresa a una de las pequeñas criaturas.

Los hombrecillos eran relativamente frágiles, una vez los Rifts Warriors se dieron cuenta de que las armas que utilizaban una punta aguda no resultaban apenas efectivas, pero los machetazos y golpetazos sí, porque eran quebradizas y podían cortarse y talarse como si fueran arbustos. De este modo, pronto Equilibrium ya había terminado con dos de esos "vegepigmeos", y Emil, Briaeros y Xavier, con uno cada uno.

Thomas seguía inconsciente, custodiado por una muy nerviosa Muxu que había escuchado sonidos de combate y vigilaba la puerta de acceso al pasillo con su ballesta.

Daeron iba de un lado para otro, intentando ser útil, pero sin conseguirlo.

Halberd estaba siendo blanco de diversos ataques de lanza, aunque procuraba irse apartando y esquivando, incluso se las había apañado para recoger su ballesta del suelo.

Raxus se sentía demasiado débil para intervenir, y se limitaba a mantener la posición indicada por Emil.