Partida Rol por web

Rippers: Cazadores de monstruos

Episodio 1 - La Boda

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29/09/2017, 10:44
Francis Douglas

Pero la bebida y comida gratis siempre es bienvenida—. Dijo el joven con una sonrisa de complicidad mientras levantaba la copa y apuraba su contenido hasta la ultima gota. Tras esto hizo señas al camarero para que se acercara y para así poder coger otra copa de vino.

Tengo que tomarmelo con mas calma, tengo que tener los ojos abiertos—. Pensó mientras volvía a degustar con mas cuidado el sabroso vino. Sus ojos no paraban de mirar hacía las grandes ventanas y las innumerables puertas. Era algo que le irritaba en gran medida.

Mi nombre es Francis Douglas—. El joven investigador dejo la copa de vino en la mesa y le tendió la mano al desconocido—. Es un placer ¿señor?

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29/09/2017, 12:08
Sir Anthony Sutton III

El noble movió ligeramente la mano, como si estuviera alejando un mal pensamiento, cuando McBride habló de gestos malintencionados.

Hinc lucem et pocula sacra. - recitó Anthony cuando la doctora reveló el nombre de la universidad en la que había realizado sus estudios. - Aunque siempre nos han tenido cierta ojeriza por no sacarles varios siglos de ventaja, respeto enormemente a nuestros colegas de más al norte.

Y sonrió cuando la pelirroja abochornó a Lord Lang por saltarse la formalidad de presentar a su mujer; la etiqueta no era algo que le hiciera perder el sueño pero estaba claro que el anfitrión no se tomaría demasiado bien las palabras de su invitada.

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30/09/2017, 02:00
Terence Whitmore

Creyéndose solo, el joven dio un respingo al escuchar una voz dirigiéndose a él desde un lugar donde creía que no había nadie. Como si de un movimiento instintivo se tratara, ocultó inmediatamente la mano, con la que sujetaba aquel objeto que acababa de sacar de la chaqueta, llevándosela a la espalda. La cara tan pálida, que Seamus temía que en cualquier momento iría a desmayarse por falta de riego sanguíneo.

Pero el muchacho se recompuso en seguida y la sangre, que hacía unos instantes lucía por su completa ausencia en el cuerpo del joven, volvió con renovadas fuerzas a tomar posesión de éste. Colorado y airado, empezó a pedir explicaciones al irlandés, pero teniendo siempre mucho cuidado de no mostrar lo que ocultaba.

– P-pero. ¿Quién es usted? ¿Y que se cree que esta haciendo aquí? Márchese inmediatamente y déjeme tranquilo.

Aunque quería dar cierta seguridad a su voz, Seamus sabía cuando alguien se encontraba temeroso, y a este amadan*, como había decidido bautizarle el irlandés, no haría falta mucho para hacerle manchar los pantalones. El joven quería mostrar gran valentía y resolución, y se comportaba mas bien como un niño mimado y malcriado al que un criado ha pillado con las manos en la masa.

 

Notas de juego

* Me ha encantado eso de que insultes al personaje este en gaélico con total naturalidad. Como te sobras, jefe. ^-^

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30/09/2017, 02:02
Narrador

El cielo se oscureció de repente cubriendo la pérgola, el jardín y los alrededores de una apagada luz gris. Sin embargo la doctora Eilish McBride podía ver perfectamente todo lo que la rodeaba. Sir Sutton, Lord y Lady Lang habían desaparecido. Los invitados que hasta hace unos momentos se encontraban disfrutando animadamente de la fiesta habían desaparecido. Incluso su hermano, quien no la abandonaría por nada del mundo, había desaparecido. Estaba sola. Sola en esa villa desconocida y amenazadora bajo la apagada luz que bañaba la escena.

Volvió la mirada al cielo. Allí no había nubes impidiendo el paso de la luz del día. Tampoco había estrellas ni luna indicando la caída de la noche y aclarando así las repentinas sombras. El jardín,  hasta hace poco una explosión de color, estaba cubierto de una bruma salida de la nada que tapaba la alfombra de césped y flores, tiñendo el suelo de tonos grisáceos.

Pero lo más aterrador era la ausencia total de sonidos. Las palabras y las risas del resto de convidados, que hasta hace poco percibía de manera difusa por la distancia que la separaba de ellos, le parecían ahora gritos ahogados repentinamente en aquel súbito silencio. Los cantos de los pájaros y el de los grillos, hasta hace nada un agradable ruido de fondo, hacían daño por su inesperada y rápida desaparición. La sensación de encontrarse aislada en una cúpula de cristal, enorme y sin embargo opresiva, era agobiante.

Eilish quiso gritar, aunque sólo fuera para oír su propia voz y romper así el hechizo, pero nada salió de su boca. Sintiendo una creciente sensación de pánico, giró a su alrededor buscando algo o a alguien en donde apoyarse para volver a la realidad. Por que aquello no podía ser real… ¿O si?

Cuando su cuerpo volvió a la posición en la que había empezado todo se encontró de frente a una joven desconocida. Su cara, a pocos centímetros de la de Eilish, era tan pálida que recordaba a la luna llena devolviendo a la noche los reflejos de los rayos de un oculto sol. Sus ojos, al igual que su largo cabello, negros como el más puro azabache, contrastaban con su rostro y su vestido como los cuadros de un tablero de ajedrez. De ella emanaba una enorme energía capaz de envolver y llegar a cada extremo del jardín, pero en lugar de calentar el cuerpo y reconfortar el alma de la doctora, la hizo sentir un frio intenso avanzando por cada centímetro de su ser. Observaba con gesto curioso e inquisitivo a Eilish, ladeando la cabeza de un lado a otro, con los ojos entrecerrados, como si estuviera estudiando a la mujer que tenía enfrente, valorándola antes de tomar una decisión.

Y entonces la joven abrió la boca. A pesar de que movía los labios y a su alrededor no había absolutamente ningún sonido, su voz era tan suave y frágil que la doctora no fue capaz de escuchar ni una palabra. La joven volvió a repetirlo y esta vez Eilish percibió un débil susurro, una suave brisa apenas imperceptible, pero más allá de eso ningún sonido comprensible. El gesto de la joven cambió. Parecía empezar a enojarse, a enfadarse. Una expresión de rabia se abrió paso en su cara, transformando su hermoso rostro en una grotesca mueca. Fue en ese momento que la irlandesa sintió la primera gota sobre su cuerpo, a la que siguió otra y otra más. Estando el cielo despejado y ella cobijada bajo el tejado de la pérgola, aquello era imposible. Levantó la vista para ver que es lo que estaba sucediendo y descubrió una mancha húmeda extendiéndose rápidamente por el techo del quiosco. Era oscura, de un tono bermellón y caía sobre ella cada vez con más intensidad. Y Eilish comprendió, que aquel líquido que empezaba a bañarla se trataba de sangre humana.

Al bajar de nuevo la mirada, con el terror reflejado en su pálido rostro, Eilish volvió a mirar de frente a la extraña joven. Pero ahora el vestido y la piel de esta, antes tan blancos e impolutos, se encontraban bañados en la misma sangre que parecía manar de cientos de cortes repartidos por todo su cuerpo.

– Es día de cosecha.

La doctora sentía un profundo horror y quizás por ello no registró que la joven por fin estaba hablando.

– No debe volver a ocurrir.

La doctora McBride quiso gritar de horror, pero de nuevo le fue imposible. Sus ojos estaban clavados en los de la joven, sin poder apartar la vista de la horrenda imagen que la tenía hechizada. La muchacha abrió la boca mostrando un agujero tan grande y oscuro como el mismísimo infierno y se precipitó hacia adelante traspasando su cuerpo el de Eilish mientras gritaba su mensaje.

– NO PERMITAS QUE VUELVA A OCURRIR.

 

 

Abrió los ojos, que había cerrado esperando lo peor, y descubrió que se encontraba de vuelta en la fiesta. A su alrededor la gente seguía hablando y riendo, disfrutando de lo que debía de ser un día de alegría. Con ella estaban los Lang y aquel noble engreído en la misma posición en la que se encontraban justo antes de que empezara aquella pesadilla. Sus gestos y el lenguaje corporal daban a entender que ellos no habían sido testigos de lo que le había sucedido a la doctora. Lady Lang, quien estaba saludando a Eilish después de que esta tomará la iniciativa de presentarse, pareció notar algo extraño y se preocupó por el estado de ésta.

 

Notas de juego

¡Hala! Te toca comerte tochopost.   :P

Edit: ¡Ah, si! Y ya puestos me haces una tirada de espíritu con la dificultad normal para ver si hay alguna consecuencia por miedo.  ;-)

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30/09/2017, 02:06
Lady Lang

Si Sir Sutton se encontraba molesto, sorprendido o simplemente aburrido por las respuestas de la doctora pelirroja, fue algo que no permitió que se reflejara en su cara. Esta había tomado la iniciativa y se había presentado a la anfitriona, quién ahora la devolvía el saludo.

– Es un placer conocerla, doctora McBride. Por desgracia mi marido no me había hablado hasta ahora de usted. Algo imperdonable y de lo que tendré que hablar con él en su debido momento. – contestó Lady Lang a Eilish volviendo una fría mirada a su cónyuge al acabar la última frase, que claramente estaba dedicada al Lord y no prometía nada bueno.

Cuando parecía que iba a retomar la palabra se detuvo y miró con atención a la irlandesa.

– ¿Se encuentra bien, querida? Esta usted pálida. – dijo con tono de preocupación.

Aunque la piel de Eilish era por su origen irlandés ya de por si muy blanquecina, en aquel momento había tomado la tonalidad de la tiza, como si la sangre de su cuerpo la hubiera abandonado por completo, como si hubiera mirado a los ojos de la mismísima muerte.

– Por favor, siéntese. Siéntese un momento y beba un poco de champaña para que le vuelva el color a la cara. – continuó preocupándose Lady Lang. También el rostro de Lord Lang mostraba signos de preocupación, dejando atrás posibles resentimientos por haberle dejado la doctora hace unos instantes en entredicho.

Anthony posiblemente tendría que quedarse sin respuesta a sus comentarios sobre la Universidad que había visitado la doctora y de la que aparentemente también tenía conocimientos de primera mano.

 

Notas de juego

Os dejo que sigáis hablando un momento, que parece que tenéis algunas cosas que contaros. ;-)

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30/09/2017, 02:09
Narrador

Los dos jóvenes parecían haber salvado el primer obstáculo y, tras romper la capa de hielo que suele dificultar los primeros momentos de toda conversación, mostraban un sano interés por conocerse algo más. Los dos tenían varias cosas en común: Ambos habían sido invitados por el señor Graham, ambos se sentían extraños en aquel ambiente y ambos coincidían en los placeres de degustar un buen vaso de alcohol.

Atendiendo la llamada de Francis, un camarero con una bandeja repleta de distintas bebidas se acercó para complacerá los deseos del invitado. Algo que Alexander también agradeció, no pensando dejar marchar al sirviente sin antes aliviarle de parte de su peso.

La escena de su alrededor poco había cambiado. Los grupos que se habían formado en el jardín seguían charlando amistosamente. El clérigo se había acercado hasta el señor y la señora Graham, el casaca roja estaba hablando con la pareja de ancianos y el prometido se encontraba con el hombre y la mujer de ropas exóticas. Y el joven pelirrojo, que había estado bromeando con Alexander hasta hace unos instantes, parecía estar cumpliendo su promesa de aliviar cierta presión corporal y había buscado un lugar tranquilo detrás de alguna esquina.

 

Notas de juego

Os dejo un rato más, para que Alexander y Francis se puedan conocer mejor. Pero no es obligatorio, ojo. Si preferís iros a otro sitio, hablar con otras personas o simplemente dar un paseo por el jardín, es cosa vuestra.

Sólo dos comentarios:

- Estáis fuera, en el jardín, y no dentro de la casa. Que quizás la aventura de Alexander con el cuchillo a dado a entender que no es así, y ahora Francis me habla de puertas y demás. :P

- A la novia no se la ve por ninguna parte. Suponéis que el día de la boda no puede estar con el novio antes del momento de ir a convertirse en marido y mujer.

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30/09/2017, 10:20
Seamus McBride

Seamus había aprendido a cómo medir a una persona desde bien pequeño, cuando empezó a juntarse con delincuentes y maleantes en Dublín tras la muerte de sus padres. Definir las capacidades del otro antes de una posible pelea era imprescindible si no querías buscar tus dientes en medio de un charco de sangre en un callejón. Y lo bueno era que la mayoría de esos pusilánimes, bebe-tés, vestidos con sus putos vestiditos y sus corbatas a juego, no valían ni dos guineas en un combate mano a mano. Quizás contra otro podría estar jodido con uno de esos duelos al alba, pero afortunadamente, Seamus también era bueno en esas lides.

- Verás, chaval - dijo, separando las manos para mostrar que no llevaba nada en ellas. Como si lo necesitara - El bodorrio me la suda. Y por mí, tú y tu novio podéis iros detrás de los arbustos a romperos el culo en cuanto acabe. Pero mi hermana está muy ilusionada con todo esto, y si la jodes me vas a cabrear un montón. ¿Has visto alguna vez a un irlandés de mala ostia? ¿Qué cojones es toda esta mierda de cristal? ¿Vas a prender fuego al jardín?

Era lo primero que se le había ocurrido. Allí había mucho verde, y costaría incendiarlo, pero si lo que estaba rompiendo era algún acelerante, como parafina, podría prender rápido.

- Tiradas (1)
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01/10/2017, 20:30
Dra. Eilish McBride
Sólo para el director

Algo estaba pasando a su alrededor y notó el frío, la quietud, la soledad y el silencio como una ola desgarradora. Como la seguridad de que había cambiado de plano, de que ese sitio no era su sitio, que ni siquiera el aire existía allí. Y de repente, esa mujer apareció ante sus ojos haciendo que estos se anegasen en lágrimas. Quería entender, pero sólo podía observar y grabó sus facciones con un terror que le hacía encoger el corazón. Y aunque la joven intentó hablar, ella no oía sus palabras. Veía la desesperación en su rostro convertirse en frustración y en rabia, queriendo Eilish entender más que en ningún otro momento.

Y entonces... entonces... - ¡Noooo...! - gritó en su cabeza. Sangre, sangre empezaba a mancharlo todo de una manera enfermiza y ella buscó su ayuda y su cobijo, con todo el terror encogiendo sus entrañas - ¿Dónde estás? ¡Dónde! - Estaba totalmente desesperada pues esa voz que esperaba encontrar no estaba. Se encontraba absolutamente sola desde hacía tantos años...

Y gritó en su interior hasta que la oyó. Pero no era la voz que quería oír, le costó darse cuenta, pero lo hizo. Y la miró a los ojos, y escuchó con todo el dolor del que fue capaz de aguantar. Y escuchó, y temió lo peor. Se encogió sobre sí misma y esperó el final.

De golpe estaba de vuelta con los anfitriones de la fiesta y se quedó helada, mustia y apagada, totalmente mareada y con ganas de llorar. Se permitió respirar tan hondo como le fue posible. Aire, por fin había aire. Y buscó un apoyo, algo que la hiciese sentirse estable.

Y buscó a su hermano.

- Tiradas (2)

Notas de juego

En la primera tirada sale 3, gasto un bennie para realizar la segunda tirada y sale un 4.

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01/10/2017, 21:14
Dra. Eilish McBride

Repentinamente Eilish se mostró mareada, y tan extenuada como si hubiese participado en una maratón, respiraba profundamente como si quisiera meter todo el aire posible en sus pequeños pulmones apretados por el corset. Sintió un dolor punzante al intentar cada una de las respiraciones, puesto que su traje no le dejaba realizar un acto tan trivial.

Sus ojos empezaron a buscar algo o a alguien entre las personas que se encontraban en la fiesta. Buscaban con urgencia mientras se llevaba la mano derecha al pecho. Ni intentó contestar a Lady Lang, pues gran parte de su esfuerzo se estaba concentrando en normalizar su respiración.

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02/10/2017, 10:39
Sir Anthony Sutton III

Anthony daba sorbitos de champagne mientras disfrutaba del espectáculo que daban el triángulo formado por el matrimonio Lang y la recién llegadas, donde unos y otros dejaban claro conocer a una de las partes pero aprovechaban para lanzar una pulla a la tercera en discordia.

Oh, querida. - exclamó Anthony cuando pareció darle un vahído a la doctora. - Lord Millton siempre recomendaba unos sorbos de brandie cuando a su señora esposa le daban estos ataques.

Se giró para buscar a un camarero y pedirle una bebida de alta graduación.

En cuanto traigan un pequeño estimulante, verá como se recupera. - dijo acercándose a la mujer hasta que en ese momento se dio cuenta de un detalle. - Salvo que se trate de buenas nuevas y se encuentre en estado...

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02/10/2017, 16:46
Alexander Smith "Alex"

- Alexander - dijo el boxeador devolviendo el saludo a su nuevo acompañante, observando que le afloraban los nervios y siguiendo el mismo con la mirada lo que su compañero observaba, no pudiendo evitar preguntarle

- ¿Espera a alguien Sr. Douglas? Le noto bastante nervioso, relájese y tome otro vaso de vino. Le ayudará a calmarse -

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02/10/2017, 19:03
Francis Douglas

Es un placer Alexander—. Dijo estrechando con entusiasmo y formalidad a partes iguales. Ante sus palabras Francis dejo de observar a su alrededor y sonrió a su compañeros de mesa y soltó una pequeña mentira—. Por supuesto, disfrutemos del vino. Realmente no espero a nadie, solo observo a las jóvenes damas.

>>Perdone que le pregunte, pero ¿usted es lanzador de cuchillos o algo por el estilo?—Cuando observo la extrañeza en su mirada por la pregunta añadió—: Le vi jugar con el cuchillo, algo espectacular si me lo permite.

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02/10/2017, 20:06
Francis Douglas
Sólo para el director

Ahora que estaba mas cerca, el señor Douglas lo observo de arriba abajo. Examinando cualquier signo de que fuera un gran luchador. Manos fuertes, nudillos pelados, nariz o pómulo roto, alguna cojera o por el contrario esa mirada penetrante y astuta que solo las personas de la calle desarrollan. Cualquier cosa que sus expertos ojos pudiera traducir en su beneficio y en el beneficio de su logia. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Venga ya! Jajaja una cosa con aumento y otra una pifia xD

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03/10/2017, 08:27
Terence Whitmore

El joven Whitmore escuchó sorprendido a su oponente, sin saber muy bien que aborrecía más: sus vulgares modales o su marcado acento irlandés. Cuando escuchó las conjeturas acerca de una posible relación homosexual con el novio, se llevó la mano libre a la boca apara ahogar un grito de indignación.

– Pero, ¿Qué esta usted sugiriendo? ¿Cómo se atreve? – dio rienda suelta a su enojo, adquiriendo su rostro de nuevo un tono rojizo.

El extraño, lejos de arrugarse por la airada reacción del joven Whitmore, continuó con sus razonamientos. La sorpresa de Terence no tardó en transformarse en el más puro miedo. Algo le decía que aquel hombre de cabello pelirrojo no tendría problema alguno en cumplir las amenazas veladas que le estaba lanzando y darle un par de puñetazos si hacía falta.

Pensó en gritar, en llamar la atención del resto para que vinieran a socorrerle de aquel loco. Pero, ¿no descubrirían entonces lo que se traía entre manos y le repudiarían por el resto de sus vidas? No. No podía buscar ayuda sin que se dieran cuenta de sus intenciones y le acusaran. Dándose cuenta  que no tenía otra posibilidad y asustado por el trato que le estaba dando aquel hombre, Terence se derrumbó y escupió todo a modo de declaración.

– Y-yo. Yo no soy eso que usted cree. – bajó la cabeza sin atreverse a mirar los ojos a Seamus –. Yo salía con Allison. La novia. – explicó al no saber quien había invitado a aquel hosco irlandés – Fueron solo un par de semanas, pero éramos felices. Nos queríamos. Y entonces… entonces llego ese… ese… Edgar Lang. Ella no le quiere. Lo sé. Pero sus padres la han obligado a casarse con ese esperpento. Y todo por el sucio dinero.

A medida que avanzaba en su explicación la voz empezaba a fallarle hasta convertirse en una especie de balbuceo. Tomó aire antes de continuar, tratando de recobrarse. Entonces sacó por primera vez la mano que escondía detrás de la espalda, mostrando a Seamus su contenido: un aparentemente simple espejo portátil.

– Una gitana me dio esto. – dijo indicando al espejo. La voz ahora apenas un susurro –. Están malditos, ¿sabe? y me enseñó como usarlos para traer mala suerte sobre la pareja. Si no es mía, no debe de ser de nadie. – continuó sollozando. Entregó el espejo a Seamus y, cuando este lo cogió de sus manos, imploró su ayuda – ¡Por favor! ¡No diga nada de esto a nadie!

 

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03/10/2017, 08:33
Lord Lang

Eilish busco con la mirada a su hermano, el punto de apoyo que le daba seguridad y tranquilidad en los momentos complicados. La única persona en la que confiaba lo suficiente para confesarle cualquier cosa. Pero no lo encontró. Los dos hombres, con los que le había dejado, estaban ahora solos, hablando entretenidamente. Algo más allá los padres de Allison estaban reunidos con el reverendo. El joven Edgar Lang mantenía una animada conversación con la pareja vestida con trajes elegantes pero de un gusto poco común para el moderno estilo londinense. Por último, los dos ancianos de finos rasgos seguían paseando por el jardín y conversando al oído del otro. Pero de su hermano no había señal alguna.

Sir Sutton reaccionó rápido, ofreciendo un supuesto remedio contra el repentino mareo que parecía haber sufrido la joven doctora, y Lord Lang, preocupado por ella, se ofreció voluntario para socorrerla.

– Buena idea, Sir Sutton. El mejor brandy lo guardo en mi mueble bar bajo llave. Acompáñeme, querida. – y diciendo esto, le ofreció el brazo a la doctora McBride para que se apoyará en él y le siguiera al interior de la mansión.

Una vez los dos hubieron terminado de descender los últimos peldaños de la pérgola, Lady Lang dedicó una mirada bastante evidente a Anthony. La mujer mostraba preocupación por el estado de su invitada y disgusto al ocurrir algo así en un día tan importante. Cuando iba a abrir la boca para decirle algo al noble, se fijó en un gesto que le hacía su hijo. La estaba llamando.

– ¡Oh! Disculpe mi falta de modales, pero desgraciadamente debo ausentarme. Mi hijo me requiere. Por favor, siéntase libre de moverse a su gusto y disfrutar de la fiesta. –  Y también ella bajo las escaleras de la pérgola, levantando con ambas manos el bajo de la falda para evitar tropezar con él, y se dirigió a donde le estaba esperando su hijo con gesto preocupado.

Anthony se había quedado solo en una fiesta sin apenas mujeres jóvenes y en la cual la bebida pretendía ser de una gran calidad, pero sin alcanzar el nivel al que él estaba acostumbrado.

 

Notas de juego

@Eilish: Lo dejo ahí, sin entrar en la mansión aún, por si decides hacer algo distinto a acompañar a tu conocido dentro.

@Anthony: es cosa tuya si quieres ir a hablar con algún otro grupo, seguir a Eilish preocupado o simplemente dar un paseo y disfrutar de los alrededores de la mansión.

PD: Ya sé. Ya sé. La foto de Lord Lang no pega demasiado (más bien nada) con las otras. En cuanto pueda lo cambio. :P

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03/10/2017, 08:40
Narrador

Francis puso especial atención al hombre con el que se encontraba charlando en ese momento. Le habían dicho que abriera los ojos en busca de posibles candidatos para engrosar las filas de la logia, siempre necesitada de nuevos Exterminadores que contribuyeran en su lucha contra el mal, y aquel hombre podía ser uno. Al menos desde el punto de vista de Francis, merecía la pena mantener puesta la atención un poco más en él.

Aquel hombre llevaba el traje bastante ajustado al cuerpo, lo cual indicaba que no tenía precisamente dinero para comprarse uno a medida, pero también dejaba ver un cuerpo musculoso, bien entrenado. Sus movimientos eran gráciles, sueltos y, teniendo en cuenta la pequeña muestra que había dado con el cuchillo, perfectamente coordinados. En la cara no vio señales que mostrarán que pudiera tratarse de un luchador profesional. Aunque, fijándose bien, el tabique nasal parecía mostrar una ligero ángulo, apenas perceptible, sobre la línea recta natural y las cejas, un tanto henchidas, podrían bien ser el resultado de haber recibido golpes en esa zona. Por último la manos eran de gran tamaño y rugosas. Ciertamente, fuera lo que fuera que hiciese ese hombre, era alguien que trabajaba haciendo uso de su cuerpo.

A los ojos de Francis tenía frente a él alguien muy válido para ayudarles en su lucha contra los monstruos de la noche. Sólo quedaba por ver, si tomaría en serio la oculta realidad que les rodeaba, sin que la mayoría de la gente se percatara de ello, o más bien se reiría en su cara tomándole por loco. ¿Cómo abordarle? ¿Hablándole directamente sobre la existencia de los terribles seres sobrenaturales que acechan la noche? ¿O mas bien indirectamente, contándole sobre una organización dispuesta a ayudar a los ciudadanos de a pie y preguntándole sobre su posible interés en combatir a criminales? Sin apenas experiencia en estos lides, Francis pensó en las diferentes formas de continuar su reclutamiento.

 

Notas de juego

La tirada que vale aquí sería la de Notar (la que tu has llamado "Buscar Pistas" con 1d6) y la has hecho con éxito. Investigar (la de "Deducción") es algo que requiere de más tiempo y suele referirse a la búsqueda en libros, hemerotecas, bibliotecas,... cosas así. Por eso no tengo en cuenta la pifia que te ha salido.

¡Ah! Y mejor sacar la pifia ahora que no en combate. ¿No crees? :P

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03/10/2017, 08:47
Narrador

Después de un pequeño momento de incertidumbre, en el que ambos hombres parecían estar inseguros de como empezar, por fin se dieron a conocer y se inició una conversación más o menos fluida. Alexander, con su carácter jovial y directo, preguntaba a Francis por su comportamiento algo curioso, y Francis por su parte se interesó abierta y sinceramente por las artes de Alexander con los cuchillos. Parecía que la exhibición del hombre de gran estatura no le había pasado desapercibida a su interlocutor.

Mientras seguían envueltos en su conversación, vieron pasar a la mujer pelirroja acompañada de un hombre que le daba palmadas en el dorso de la mano y parecía preocuparse por ella. Por otro lado, aquel hombre maduro, con ropas decididamente elegantes y aire esnob, se había quedado solo en la pérgola y miraba a su alrededor orientándose.

 

Notas de juego

Poco más tengo que aportar de momento.

Únicamente deciros que, si entráis en una conversación entre los personajes y queréis, siempre podéis poner más posts que los establecidos en el ritmo, para que la conversación fluya y avanzamos mas rápido. Es cosa vuestra.

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03/10/2017, 19:57
Seamus McBride

Le sonaba la canción.

Seamus nunca había sido un romántico. Sus amoríos duraban lo que una buena botella de whisky y un revolcón de un burdel o una esquina sombría. A veces se preguntaba si ese puñetero angelote con arco y flechas se atrevería a rondar su sesera, sobreviviendo mientras tanto sin tales preocupaciones. Pero sabía lo que era el amor. De pequeño había tenido que presenciar recitales de poesía de la burguesía irlandesa, donde los lozanos muchachos se atrevían a lanzar indirectas – o lances directos al corazón – a sus amadas en presencia de toda la familia.

Sabía lo que uno podía llegar a hacer, cegado por el desamor, la venganza o el ansia por conquistar a la persona amada. Esa frase, “si no es mía, no debe de ser de nadie”, eran las palabras de alguien que no conocía en realidad el peso que tenían. Alguien que desconocía lo sucias que quedaban las manos cuando se manchaban de sangre.

- Mira, zagal – dijo, bajando el tono y mostrándose comprensivo. No le sonaba rara la historia de la bruja y las maldiciones, lo que le sorprendía era que hubiera alcanzado a señoritingos ingleses - Ahora no lo ves así, pero mujeres hay muchas. ¿Que es una putada? Joder, pero de las gordas, pero si la quieres, tienes que dejar que sea feliz. ¿En qué te convierte putearla el día de su boda? Mira, hay un pub en Ely Place que lo lleva un tipo llamado Goodrich. Pregunta por él y dile que vas de parte de McBride. Te servirán un remedio irlandés que cura todas las penas.

Pasó su brazo por encima del hombro del muchacho, tirando hacia él.

- Ahora vas a recoger todo esto, por si acaso, y te vas por la puerta de atrás. ¿Entendido? Yo tengo que volver con el resto que he dejado sola a mi hermana y hay demasiado palomo avispao suelto - le guiñó un ojo, palmeó el brazo que tenía más cerca, y luego se apartó de él.

Podría haberle robado la cartera, pero el muchacho ya tenía bastante con la que llevaba encima.

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04/10/2017, 11:07
Sir Anthony Sutton III
Sólo para el director

Por supuesto, Margaret, por supuesto. - Anthony conocía lo agobiante que podía llegar a ser el hecho de tener que representar el papel de anfitrión en este tipo de veladas.

Observó cómo Lord Lang se alejaba con la dama pelirroja y Anthony, preocupado por el estado de salud de la doctora, decidió avisar al hombre con el que le había visto al principio de la fiesta.

Aprovechó el camino hacia el pelirrojo para cambiar la copa medio vacía por una completamente llena y saludó al hombre nada más llegar.

Disculpe la interrupción, caballero. - saludó al pelirrojo. - Pero me ha parecido que estaba acompañando a la Doctora McBride, ¿correcto?

Señaló la dirección en la que la dama había marchado.

Notas de juego

Te lo pongo a ti para que tu decidas como juntarnos.

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04/10/2017, 18:57
Alexander Smith "Alex"

 - Efectivamente, aunque hace ya algunos años que no ejerzo como tal, pasandome a utilizar otro tipo de armas - mientras decía estas palabras se froto suavemente los puños - ¿Y a que se dedica usted? Si no es indiscreción, por supuesto