Partida Rol por web

Rippers: Cazadores de monstruos

Episodio 1 - La Boda

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17/10/2017, 09:00
Francis Douglas

Cuando el señor Smith le presento, Francis inclino de manera respetuosa la cabeza a modo de saludo. Todo de buen grado la copa de aguardiente y al tomar el primer trago, su semblante algo hosco paso a ser agradable. Tras esto escucho con atención la conversación y observo uno a uno a los integrantes del grupo. El señor Douglas había crecido observando y era una costumbre demasiado arraigada en su interior.

En ningún momento hablo, solo observo y disfruto del buen alcohol y la compañía. Su semblante era sereno, algo que contrastaba con la inquietud de su mirada. Danzaba de un lado a otro con una pausa premeditada, sin embargo unos ojos observadores serian capaces de ver que no era algo esporádico, sino algo continuo. 

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17/10/2017, 21:45
Narrador

El brandy calentaba los corazones y aflojaba la lengua, y así el grupo de extraños continuó charlando más o menos animadamente. Dándose a conocer. Pero no les dio tiempo a profundizar demasiado en la conversación. Pronto les llegó un ruido de voces creciendo por momentos, indicándoles que la comitiva de invitados se aproximaba. Al sonido le siguieron las personas, avanzando con alegría en dirección a la mansión. A la cabeza iba el novio, luciendo una sonrisa radiante, seguido de sus padres y de sus futuros suegros, quienes conversaban con el cura. Cerraba el grupo el resto de asistentes a la boda, quienes dirigieron miradas curiosas, y algunas incluso de reproche, a los cinco. Un joven dio un pequeño brinco al ver a Seamus y decidió buscar cierta distancia, alejándose del irlandés. Al final de la procesión iba el hombre de la casaca roja, quien hizo un gesto a Francis, haciéndole ver que quería hablar con él, y se separó unos metros de los demás convidados, esperando paciente a su compañero.

También los McBride decidieron buscar un lugar cercano que les concediera cierta intimidad y tratar de aclarar lo que parecía preocupar a Eilish antes de tener que seguir al resto al interior del edificio.

Las puertas de la mansión, abiertas de par en par, recordaban las fauces de una bestia hambrienta devorando a sus presas sin piedad. Uno tras otro los invitados fueron cruzando el umbral y desapareciendo dentro de la casa, llevándose con ellos el murmullo de las conversaciones. Solamente Lord Lang se quedó esperando a las seis personas restantes a la entrada con una sonrisa en la cara y la cabeza ligeramente ladeada, dándoles a entender con ese gesto que tendrían que darse prisa.

 

Notas de juego

Recordad no poner en los destinatarios a quienes no están con vosotros.

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17/10/2017, 21:46
Lord Aidan Huxtable

Francis había estado observando a aquella gente con la que se había juntado en el frontal de la villa, evaluándolos, midiéndolos, preguntándose si podrían servir a sus fines. Si estarían hechos de la madera necesaria para convertirse un día en Rippers. El tiempo que tuvo no fue suficiente para poder responder a sus preguntas con exactitud, pero su instinto, del que se fiaba ciegamente, le dio buenas vibraciones.

Entonces aparecieron el resto de invitados y con ellos su compañero, Lord Aidan. Y por lo que parecía tenia algo que decirle, que no podía esperar. Así que Francis le siguió a un lado.

– He estado dando unas vueltas por los alrededores, haciéndome una imagen del terreno, y he encontrado un rastro de sangre en la parte de atrás del jardín. Puede que no sea más que una tontería, quizás un depredador que ha cazado una liebre o algo así, pero creo que deberíamos de estar preparados por si acaso. – comentó el militar como de pasada, como si en lugar de querer decirle a Francis que tuviera cuidado por lo que pudiera pasar, le estuviera comentando que se ha quedado sin tabaco. Despacio, sin llamar la atención, sacó dos tarros pequeños de uno de los bolsillos de su casaca y se los pasó al detective.

– ¡Guárdalos y que no te vea nadie! Son dos cremas que me ha dado Akshara por si las necesitamos. Una, la del tarro azul, te concederá una agilidad sobrenatural si te la aplicas en la nuca. La otra hará aumentar tu fuerza si te frotas las manos con ella. – Le miró directamente a los ojos, sin que el detective pudiera encontrar emoción alguna en su mirada –. Ten cuidado. – Fue lo último que le dijo antes de dirigir sus pasos en dirección a la mansión y a la ceremonia.

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18/10/2017, 10:37
Sir Anthony Sutton III

Parece que nos hemos quedado usted y yo solos. - dijo Anthony al antiguo lanzador de cuchillo viendo como el resto se separaba para atender asuntos personales.

Hizo un gesto hacia la puerta, invitandole a avanzar con él.

Lo que me intriga, si no es mucha indiscreción, - el tono del noble dejaba claro que no le preocupaba demasiado la discreción - es cómo ha llegado a conocer a los Lang hasta el punto de asistir a la ceremonia.

Dio otro sorbo al brandy, deteniéndose a paladear el licor unos segundos mientras observaba a su bigotudo acompañante.

Notas de juego

Entiendo que nos hemos quedado solos Alexander y Anthony.

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18/10/2017, 16:44
Alexander Smith "Alex"

- Pues no conociendoles - hizo una pausa, y viendo que su contertulio ponía cara de no entender nada prosiguió - es que yo, en realidad, conozco a los Graham, pues tal como le dije, ahora utilizo otro tipo de armas, siendo estas ni mas ni menos que mis propios puños -

Hizo una pequeña pausa para tomar un sorbo del licor y prosiguió

- En otras palabras, soy boxeador y el señor Graham es mi promotor, asi que aqui estoy Y usted ¿que relación tiene con la familia Lang?

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18/10/2017, 17:33
Dra. Eilish McBride

En cuanto la doctora se vio sola con su hermano no tardó en explicarle de manera un tanto acelerada lo acontecido, sin entrar demasiado en detalles, ya que tampoco le apetecía en demasía el rememorarlos de manera alguna. Aunque esa voz había impregnado a su mente, cosa que no sólo la molestaba a ella.

- Seam, algo horrible va a ocurrir. He visto algo... ha sido tan vívido... estaba hablando con ellos y de golpe una visión... No, no, una visión no, una especie de revelación, un alma atormentada ha aparecido en mi mente y un presagio de sangre y terror, advirtiéndome. Estoy segura de que algo va a ocurrir. Hasta Niamh ha desaparecido aterrada durante un buen rato - miró a su hermano viendo lo que venía a continuación. La miraría con cara de pena y la abrazaría como si se fuese a romper. Ella inmediatamente lo agarró de ambos brazos y lo miró suplicante - Por favor, tienes que creerme - y acercándose a él para que nadie los viese le puso en la mano el disco recogido anteriormente. Y esta vez fue ella la que se abrazó a su hermano mientras le seguía susurrando - Esto lo encontré en el suelo cuando el señor Lang me dejó sola. Dime que todo esto no te da mala espina. 

El disco era metálico, posiblemente de hierro, del tamaño de una libra, y cabía perfectamente en la mano. Su interior mostraba un total de siete círculos concentricos. En el círculo central, el mayor de todos, había grabada una compleja estrella de siete puntas y el resto de círculos estaba decorado con símbolos que le recordaban a runas.

Cuando se separó de su hermano se dio cuenta de que se estaban quedando atrás, pues prácticamente todos los invitados habían entrado ya en el edificio. Por lo que cogió a su hermano del brazo preparada para encaminarse hacia la ceremonia, no quería montar ningún otro escándalo, o por lo menos no era lo que pretendía.

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19/10/2017, 10:44
Sir Anthony Sutton III

Interesante... - asintió ante el descubrimiento que los Graham se dedicaban a ser mecenas de luchadores.

Cuando el boxeador le preguntó por su motivo en la fiesta, Anthony hizo un gesto con la mano para quitar importance a su respuesta.

Comparto cátedra en Oxford con la mujer de su benefactor y presupongo que querrían agradar a los Lang ante este despliegue de poderío - señaló alrededor, especialmente a la mansión - por lo que optó por tratar de tener un Sutton en la fiesta. ¿Cómo iba a decirle que no a la buena de Juliette?

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19/10/2017, 11:51
Seamus McBride

Eilish era, con diferencia, la mujer más inteligente de la familia. Mucho más que él. Más incluso que el tarado de su padre. De hecho, no conocía a nadie más inteligente. Pero la pelirroja era tan inteligente como frágil, y para eso estaba Seamus a su lado. Desde que volvieron a encontrarse, ese había sido su nuevo objetivo en su vida. Porque, si una adolescente que acaba de ver cómo su padre quemaba viva a su madre dice que escucha una vocecita en su cabeza, asientes y lo dejas pasar. Pero si lo dice una mujer hecha y derecha, una doctora fuerte capaz de ver sangre y vísceras sin inmutarse, te preocupas. Y por eso el irlandés había abandonado su plan de vender la casa familiar para centrarse precisamente en la familia.

Afortunadamente, no hablaba con su voz a menudo. A veces pensaba que tenían visita cuando llegaba a la casa que compartían en Londres, para descubrir que estaba a solas mirando al fuego. Entonces se servía una copa, la abrazaba con fuerza y le contaba alguna estupidez. Sólo para cambiar de tema. Para que pudiera hablar con alguien real. Porque seguía siendo la mujer más importante de toda su vida y su única familia. No permitiría que la apartaran de su lado.

Así que cuando Eilish McBride empezó a contarle que había tenido una visión, su garganta se secó. Sus alucinaciones iban a peor, quizás por los nervios por la boda de su amiga, quizás por algo que le habría sucedido en el trabajo. Aunque en realidad no importaba. 

- Putos sajones... - dijo para sí, mientras giraba con dos dedos el pequeño disco que su hermana había encontrado. A sus ojos no era más que alguna bobada de niño rico, algo que una bruja o un charlatán le habría vendido por una fortuna para darle suerte en sus negocios o para ganar influencia política. Pero para su hermana, estaba relacionado con la visión que había tenido, y eso le preocupaba. Se pasó el pulgar por la nariz - Vale, Lissie, te creo. Pero no puedes dejar a tu amiga sola en su día especial. Así que vamos a ver cómo comete el mayor error de su vida y nos largamos de aquí. Que se queden estos niños ricos con sus maldiciones. ¿Te parece?

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19/10/2017, 14:14
Francis Douglas
Sólo para el director

Francis se acerco con rapidez, estaba ansioso por contarle sus avances a su superior, sin embargo cuando este hablo su alegría se esfumo. Escucho atentamente las palabras del capitán. Cuando este saco los frascos con esos potingues de naturaleza exoterica, el señor Douglas los escondió con rapidez.

Lo tendré—. Fueron las únicas palabras que aturdido investigador fue capaz de pronunciar. Observo como Aidan se marchaba mientras pensaba en su siguiente paso.

Con paso raudo volvió a la casa para interpretar su papel, el de un buen invitado. Busco al señor Smith con rapidez y cuando lo encontró se sentó a su lado. Si ocurría algo, podía ser una gran ayuda. Conociera o no el mundo sobrenatural, si ocurría algo sobrenatural, aquel hombre capaz de ser un Ripper se vería inmerso en ese mundo ahorrándole el bochorno de parecer un lunático. 

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19/10/2017, 17:18
Dra. Eilish McBride

Las palabras de su hermano fueron como un bálsamo para los ánimos de Eilish, que pareció desprenderse de una pesada carga cuando Seamus le dijo "te creo". Le tomó de las manos unos segundos para coger fuerzas y le dedicó la sonrisa más cándida y agradecida que era capaz de esbozar.

- Vamos - respondió. Y juntos, se dirigieron a ver la ceremonia.

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19/10/2017, 23:44
Narrador

Cada una de las parejas que se habían formado en la parte delantera de la mansión fueron terminando sus conversaciones y dirigiéndose a la puerta de entrada, donde les estaba esperado Lord Lang. Éste les acompañó al interior, señalándoles el camino al salón principal; una habitación de enormes dimensiones que se encontraba al final del distribuidor y parecía ocupar toda el ala este del edificio, la que se hallaba en la parte trasera de la villa. Allí habían colocado unas hileras de sillas a ambos lados del pasillo. Cada una de ellas con asientos para dos personas. Comparado con las dimensiones de la sala, el espacio reservado para la ceremonia no ocupaba apenas más que una esquina de esta. El resto de invitados ya habían tomado asiento, dejando algunos espacios vacíos en el centro y en la parte de atrás. Al final del improvisado corredor formado por los asientos se encontraba una especie de púlpito de madera detrás del cual estaba esperando pacientemente el reverendo Griffin. Frente a él y dando la espalda a los allí reunidos estaba el novio acompañado de su madre. De la novia y su padre no había señales.

Unos biombos dividían la sala en dos partes. En el lado opuesto podía vislumbrarse una mesa cubierta con manteles y cubertería. Era evidente donde se pensaba continuar con la celebración tras la ceremonia. Una chimenea y una lámpara de araña eran los componentes decorativos que más llamaban la atención, destacando por su tamaño y su exuberancia. Ambos lados de la chimenea eran decorados por piezas de caza disecadas. Una era la cabeza de un jabalí y la otra la de un ciervo. Pudieron también ver como al menos dos o tres camareros esperaban a que llegará el momento de servir la comida, momento en el que podrían poner sus habilidades al servicio de los invitados.

Tomaron asiento en los huecos que había libres y esperaron con los demás a que llegará la mujer mas importante del día; Allison. Los minutos iban pasando y la tensión creciendo. El prometido miraba continuamente hacia atrás, en dirección a la puerta donde debería aparecer en cualquier momento su futura mujer, deseando verla aparecer por fin y acabar de una vez con la sufrida espera. Su madre hablaba con el clérigo y dejaba así pasar el tiempo. Un murmullo de conversaciones iba creciendo impaciente. Pero Allison no aparecía.

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20/10/2017, 16:33
Narrador

Cuando los giros de cabeza en dirección a la puerta por parte de todos los presentes empezaban a ser cada vez más repetidos y los murmullos crecían en intensidad y ritmo, llegando a convertirse en un rumor continuo que se hacía más y más elevado, la entrada al salón se abrió y Allison apareció en el umbral. Iba vestida de un blanco impoluto y, con la negra cabellera cayendo en bucles sobre sus hombros y su juvenil y su limpia cara, inocente, libre de toda culpa, recordaba a un ángel. En la sala se hizo un silencio repentino, de forma que casi se podían escuchar los latidos de los corazones de los presentes golpeando con fuerza en señal de sorpresa y admiración. Las mujeres envidiaron a Allison por su radiante belleza, los hombres envidiaron al novio por su enorme suerte.

Fue recorriendo el pasillo que la llevaría al altar acompañada de su padre, quien sujetaba tiernamente su mano, alzándola como muestra de entrega, pues la estaba dando en casamiento a otro hombre. Milton Graham sonreía orgulloso, Allison, sin embargo, parecía seria. A medida que avanzaban miraban a ambos lados saludando al pequeño grupo de invitados. Cuando la novia vio a Eilish sonrió. Pero era una sonrisa libre de alegría. Agradecimiento quizás, pero no felicidad. Lo mismo sucedió cuando sus ojos encontraron los de Alexander. Cuando llegó al frente, su padre cedió la mano de Allison a su prometido y se colocó al otro lado de su hija. El reverendo, que había esperado pacientemente durante todo ese rato, mostrando siempre un gesto lleno de amabilidad y calor para sus feligreses, la saludó con una leve inclinación de cabeza y dio inicio a la ceremonia.

Habló del amor y de su fruto, los hijos, de la importancia de la familia, de las tradiciones, de Dios y de la iglesia. Era un mensaje de paz, de felicidad, de esperanza y de futuro. Un mensaje que, una vez los novios confirmaron su deseo de unión con un “si, quiero”, el reverendo Griffin cerró con las conocidas palabras “Con el poder que Dios y la Santa iglesia me han concedido, yo os declaró marido y mujer”.

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21/10/2017, 06:57
Seamus McBride

La pareja de irlandeses prefirió quedarse en uno de los asientos al fondo del lugar, dejando el hombre que fuese su hermana quien quedara más cerca del pasillo. Al fin y al cabo, estaban allí para ver a la novia.

Todavía incómodo por el apretado cuello de la camisa, Seamus tarareaba una tonadilla marinera hasta que una oronda señora a su lado le dedicó una mirada de censura. El irlandés puso los ojos en blanco y suspiró. Estaba seguro de que nunca se había aburrido tanto.

Por fortuna, Allison por fin llegó y todo el mundo empezó a murmurar y a babear. La verdad es que la zagala estaba bastante bien con el vestido, pero el blanco nunca había sido su color. Además, toda la ceremonia estaba siendo demasiado comedida y silenciosa. Hacían falta violines, y gente llorando, y por supuesto, que estuvieran en su isla.

- Gracias a Dios - dejó escapar cuando el sacerdote les nombró marido y mujer. Miró a su hermana con las cejas arqueadas y evaluó su estado, y entonces se dio cuenta que llevaba toda la ceremonia sujetándole la mano. Seamus necesitaba una copa.

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23/10/2017, 07:40
Sir Anthony Sutton III

Anthony avanzó por el pasillo junto a Alexander y le indicó un par de asientos del centro a modo de invitación para ocuparlos juntos durante la ceremonia.

Seguramente Lady Sutton se hubiese sentido exageradamente ofendida por haber aceptado una invitación al convite de una familia menor y que no hubiesen tenido la deferencia de reservarle un asiento acorde a su rango. Pero Anthony no solía preocuparse de esas cosas mientras pudiera pasar una velada agradable.

Esperemos que no haya una novia a la fuga, como le pasó al bueno del Barón de Barnstapple, - susurró a su acompañante - dicen que la novia no redujo la velocidad del carruaje hasta pasar las primeras cien millas...

Pero instantes después aparecía el marido e hija de Juliette y, pese a que los desposados no brillaban con la alegría habitual de un día así, cosa que solía achacarse a los nervios, el casamiento se realizó sin contratiempo.

Y eso quería decir, que en breves empezarían los festejos.

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23/10/2017, 17:31
Alexander Smith "Alex"

A Alexander, la llegada de Alisson se le hizo eterna, sobre todo porque no era de ese tipo de personas. Cuando llegó respiro aliviado, pero el alivio se fue de inmediato en cuanto vio esa sonrisa sin felicidad

- Lleva esperando este momento mucho tiempo, ¿no debería estar radiante de felicidad? - fueron los pensamiento que irrumpieron en la mente del boxeador.

Tan ensimismado estaba en sus pensamientos, y con tan mala suerte que Anthony se sentó en el lado malo de Alexander, que hasta que no vió la cara de su compañero no supo que le había hablado

- Perdone, ¿ha dicho algo? Es que no oigo nada por este oído - dijo señalandose el oído derecho

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24/10/2017, 12:42
Francis Douglas

El joven investigador busco con la mirada al señor Smith, el cual ya se encontraba sentado con el noble bromista. Al no poder sentarse con el, se sentó al otro lado del pasillo cerca de el.

La tensión acumulada durante largos minutos fue liberada de golpe cuando apareció la esperada novia. Como todas las novias, lucia impecable, perfectamente vestida y maquillada, sin embargo su sonrisa no era la esperada. Eso entristeció a Francis. Cuantas mujeres se habrán casado con alguien con quien no son felices.

A pesar de todo la ceremonia se celebro sin ningún problema ni interrupción. Durante toda la ceremonia el señor Douglas miraba en dirección a las ventanas y a las ventanas. Lo hacia con una calma premeditada y decenas de veces practicada.  

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24/10/2017, 18:58
Dra. Eilish McBride

Al entrar al lugar, pudo observar que no se moverían mucho de la estancia para completar la celebración. Eilish se dejó llevar por su hermano y agradeció profundamente los asientos que había escogido, ya que si volvía a sufrir otro episodio podrían salir sin causar revuelo alguno.

No quiso apartar en ningún momento la mano de su hermano que le estaba cogiendo la propia, le aportaba calidez y la tranquilizaba.

Tras esperar lo que a ella le pareció una eternidad, Allison hizo su aparición iluminando toda la estancia, era lo que siempre conseguía, aportaba una calidez propia a los lugares donde se hallaba. Pero cuando se encontraron sus miradas, algo en su interior le dijo que la novia no estaba bien y que la felicidad de su querida amiga no era cierta.

Miró a su hermano notando cómo canturreaba y cómo calló de golpe, silenciando ella a su vez esa insistencia interna.

La ceremonia nupcial fue más rápida de lo que cabía esperar y, cuando hubo finalizado la ceremonia, acarició la mano a su hermano apartándola finalmente de ella y agradeciéndole con una tierna mirada su actuación.

Elish se alzó, cuando el resto de los asistentes lo hicieron, para aplaudir suavemente y felicitar a la... no tan feliz pareja.

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24/10/2017, 22:46
Lord Lang

Una vez el sacerdote declaró a los novios marido y mujer el señor Lang se levantó del lugar que ocupaba dando palmadas cortas, mezcla de cortesía y deferencia, llamando la atención hacia sí.

– ¡Oh! Por favor, tomen asiento, amigos míos. Tomen asiento, que aún no hemos terminado. – Conminó el anfitrión a sus invitados. Cuando todos hubieron vuelto a sentarse, se giró en dirección a su nuera –. Allison, querida. Permíteme ser el primero en darte la bienvenida a nuestra familia, … hija. –  dijo esta última palabra con una entonación especial, destacándola del resto de la frase. ¿Era emoción?, ¿alivio?, ¿o una especie de reconocimiento? Según iba hablando, se colocó a un lado del cura.

Mientras tanto Lady Lang había estado murmurando algo incomprensible a sotto voce. La gente a su alrededor supuso que estaba sollozando, emocionada por ver como su hijo daba un paso tan importante en su vida. Pero cuando la anfitriona se levantó de su asiento y se puso al otro lado del reverendo, los invitados pudieron ver su rostro… y no había lágrimas en sus ojos. En su lugar había una sonrisa difícil de clasificar.

–  ¡Oh! ¿Ya has terminado, querida? Entonces, adelante. – anunció Lord Lang.

Como si hubieran estado esperando a estas palabras, los miembros de su familia se pusieron en marcha. El joven Lang agarró a Allison de las muñecas y la sujetó contra su cuerpo, inmovilizándola. Los chillidos de Allison dejaron claro que aquel no era un abrazo amoroso. Lord Lang sacó una daga que había permanecido oculta en su chaqueta y, con un movimiento rápido y preciso, cortó la yugular del anciano sacerdote. La sangre salió con fuerza como el chorro de un surtidor, salpicando a los invitados de la primera fila, entre los que se encontraban los Graham. Lady Lang sujetó por detrás al sacerdote evitando que este cayera al suelo y, con mirada lasciva, paso la lengua por el corte que acababa de hacer su marido, lamiendo gustosa el liquido caliente y vital. Los ojos del padre Griffin estaban abiertos como platos, con una mirada de sorpresa infinita, pero ya no había vida en ellos.

Lady Lang, saciada su lujuria, soltó el cuerpo de su víctima, quien se desplomó en el suelo sin fuerza ya para mantenerse en pie.

– Qué no cunda el pánico, mis queridos amigos. Esta todo bajo control. –  comentó a los asistentes Lord Lang, como si tuviera la intención real de tranquilizarlos –. Nuestro control. – Lady Lang soltó una risa estridente ante el comentario de su marido.

– No tratéis de levantaros, no servirá de nada. La bebida, que con tanto placer habéis degustado, contenía un compuesto que ataca al centro nervioso y, gracias a las habilidades arcanas de mi querida mujer, el proceso ha sido activado. – Miro a Lady Lang y la lanzó un beso antes de continuar con su monólogo –. El corazón, el diafragma, siguen funcionando de la manera habitual, manteniendo las funciones vitales, aunque no podéis mover de forma consciente el resto de los músculos. Pero no os preocupéis, que no es peligroso. Os necesitamos vivos. Además, la buena noticia es que los efectos son reversibles… siempre y cuando tuvierais acceso al antídoto, claro. – Por su tono de voz el Lord estaba disfrutando de las explicaciones.

A medida que explicaba la situación a sus inmóviles invitados, los Lang avanzaban lentamente por el pasillo en dirección a la puerta. El joven consorte empujaba a Allison apretándola contra su cuerpo, mientras la muchacha seguía chillando histéricamente. Cuando llegaron a la altura de Sir Sutton, Alexander y Francis hicieron un pequeño alto. Lady Lang, la boca y el cuello manchados con la sangre del sacerdote, se inclinó en dirección al noble, acariciándole el cabello con un dedo, haciendo círculos coqueta con el pelo de éste.

– Sir Sutton. Espero que no se moleste. No es nada personal, son solo negocios. Nosotros hacemos una entrega de almas y a cambio mantenemos nuestra fortuna. Seguro que usted mejor que nadie lo entiende, ¿verdad, querido? – explicó con voz dulce la mujer antes de lanzar una vez más su estridente risa.

Ya casi al final del pasillo, volvieron a detenerse. Esta vez a la altura de los McBride. En esta ocasión fue Lord Lang quien les dirigió la palabra.

– Vaya sorpresa. ¿A quién tenemos aquí? Pero si es nuestro arrogante y maleducado irlandés. ¿Por qué no abres ahora tu necia bocaza? – Lord Lang dio una bofetada a Seamus, pero, gracias a los efectos del veneno, éste no sintió absolutamente nada –. Creo que a ti te dejaremos para el final. Puede que nuestra visitante de honor aún no haya probado la carne irlandesa. Por desgracia no puedo decir lo mismo de tu aburrida hermana… Eilish. Eilish. – Se dirigió ahora a la doctora –. Siempre pensé que eras una engreída. Una pedante. Pero aún vas a servir de algo. Cuando tu sangre nos permita traer a este plano a nuestra invitada especial, habrás sido por fin de alguna utilidad.

Continuaron su camino desapareciendo de la vista de todos. Oyeron como la puerta se abría y las últimas palabras de Lord Lang antes de avanzar éste por el pasillo hacia el exterior de la mansión.

– Coged a los dos viejos y llevados al altar. Empezaremos con ellos, que no quiero que les de un ataque y se nos mueran antes de que hayan cumplido con su parte de la "donación".

Dos camareros, que hasta ahora se habían mantenido tras los biombos, hicieron aparición en el campo de visión de los invitados y arrastraron consigo a los dos ancianos, que se habían pasado la parte de la celebración en el jardín hablando entre si. Parecían dos estatuas inanimadas, pero de alguna forma el pánico que sentían era real y mas que palpable para el resto de invitados. La puerta se cerró con un portazo y el silencio volvió a la sala.

Condenados a esperar en la posición en la que se encontraban, sintieron transcurrir los minutos como si fueran horas. Consecuencia de saber que cada segundo que pasaba les acercaba más y más a una muerte tan segura como violenta.

Notas de juego

Estáis bajo los efectos de un veneno que afecta a vuestro sistema nervioso. No podéis moveros. Aunque sentís, escucháis y veis. Como tal vuestros próximos posts serán dirigidos solo a mi y, evidentemente, no podéis abrir la boca (que no podeis decir nada, vamos).

Hacedme una tirada de Vigor a dificultad 8. Si la pasáis, recobráis poco a poco el control de vuestro cuerpo.

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25/10/2017, 18:00
Seamus McBride
Sólo para el director

Expertos en fisiología forense de la Universidad de Oxford habían determinado que el recorrido normal de la apertura mandibular en el adulto se encontraba entre los 53 y los 58 mm, lo que era algo considerable teniendo en cuenta las limitaciones del cuerpo humano en cuanto a flexibilidad se refería. No obstante, si alguno de estos expertos hubiera teniendo cerca a Seamus McBride cuando presenció la forma tan particular de celebrar el fin de la ceremonia que tenían en Londres, habría tirado a la basura sus estudios y lo habría presentado como una rareza médica.

Pero lo único que allí se tiró a la basura fueron los convencionalismos sociales y las creencias del irlandés acerca de lo aburridos que eran los niños ricos ingleses. Éste también corroboró que les gustaba demasiado jugar con magias y hechicerías, y estuvo a punto de incorporarse para decirle cuatro cosas bien dichas a Lord Lang cuando se dio cuenta de que no podía moverse. Su cuerpo se quedó rígido como una barra de hierro, y ni siquiera cuando ese estirado malnacido le cruzó la cara se movió un ápice. Sólo los más cercanos pudieron ver cómo una las venas de su cuello se hinchaba visiblemente y su tez se volvía roja como un tomate, y pronto Seamus McBride empezó a parecerse una tetera hirviente a punto de estallar.

- Tiradas (1)
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26/10/2017, 11:50
Sir Anthony Sutton III
Sólo para el director

Anthony estaba cómodamente sentado en su silla ya que no le urgía correr a atiborrarse de comida cuando Lord Lang le mandó aguardar un poco más.

Y lo que el noble inglés pensaba que iba a ser algún tipo de espectáculo o quizá alguna tradición extraña de los Langa, se convirtió en algo tan extraño que su primer pensamiento era que se había pasado con el brandy, como le pasó al Doctor Stonewood en aquella recepción del embajador ruso.

Pero, por si quedaba alguna duda, el matrimonio Lang tuvo la necesidad de explicarles lo que sucedía y regodearse en ello, llegando a juguetear con algunos de los invitados.

¡Por todos los dioses! ¿Egipto de nuevo? - fue el primer pensamiento que Anthony tuvo cuando vio como empezaban a sacar a dos ancianos del salón y quedaban fuera de su rango de visión, inmovil como estaba.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cagate lorito con el viejales, que saca la tirada de vigor xDD