Partida Rol por web

Saga de Arcain: Stohlm

[D] Thibe

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19/05/2018, 22:40

Le sonreí a Varrick ante la mención de arrestarme, ciertamente ni se me había pasado por la cabeza pero en el templo siempre podía acogerme a sagrado y por ello reía por dentro en plena cara del fluvial.-Si, soy un furtivo, no puedo ser otra cosa por que aquí no hay ningún gremio de cazadores y de haberlo no podrían cubrir los gastos de los cazadores que se juegan la vida en el bosque, no es algo que salga a cuenta a nadie. Me he roto el lomo durante todo el año para poder llenar las despensas de la gente de Thibe y dar una buena tajada al templo¿por qué? pues por que no estamos para desperdiciar nada, poco nos sobra por aquí.

Cuando voy al bosque al menos soy libre de hacer lo que quiera, las reglas son simples y no hay impuestos ni pomposos nobles tocándote los huevos continuamente con sus caprichos y tonterías. Esta mañana he quedado con unos compañeros para ir a cazar he venido antes al templo por ver si necesitaban algo, así aprovecharía el viaje. Intentaré traer las hierbas que me han pedido las hermanas pero tranquilo no me jugaré el cuello por ellas, esa es la clase de vida que llevo si a eso le llamas ser un furtivo, lo soy le pese a quien le pese. Y estoy orgulloso de serlo, si algún engreído sentado en su trono cree poder hacerlo mejor que yo que venga y me lo demuestre pero créeme cuando te digo que poco dinero van a ganar a mi costa los que se hacen llamar señores del lugar, yo trabajo y me esfuerzo por quien quiero no por el que lo imponga.-a pesar de su edad Arhur parecía tener las ideas muy claras, no llegaba a la abierta rebeldía pero no se arrodillaba ante cualquiera. El tenía un sentido del deber para con la comunidad, no era un desalmado ni mucho menos pero no llevaba bien las normas impuestas cuando había gente que pasaba hambre.

Sin decir mucho más salió del templo en dirección al bosque, justo antes de adentrase en él descolgó su arco y lo encordó dispuesto a una nueva jornada de trabajo. Los gemelos Edwin y Arwin ya debía llevarle casi una hora de ventaja pero le daba igual, eran un panda de patanes que poco podían hacer sin él, con ese pensamiento en mente empezó ha adentrarse en el bosque a un buen ritmo, les alcanzaría antes de empezar a cazar de regreso ya habría tiempo para las hierbas. Tras redoblar el ritmo se fue parando para silbar con fuerza, esperando escuchar la señal de vuelta para encontrar a aquellos tres ahora si decidió tomar un paso más cauto, con una flecha embrazada empezó a adaptar sus sentidos al bosque abriendo bien los ojos antes posibles peligros, atento a algún posible claro donde notase la presencia de la característica Flor de paz.

Tal vez aquello fuera temerario, tal vez hoy el bosque decidiera acabar con él pero le daba igual aquella era su vida y así era feliz. Al fin y al cabo no conocía nada más pero si muchos destinos peores al actual.

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20/05/2018, 03:51
Director

Varrick no respondía a tus palabras con las suyas propias, su única forma de responder era con asentimientos de cabeza. Sabía que poco lograría intentando meterse en tu mente así como indagando en el porque de tus acciones, así que simplemente te dejó expresarte y entendió tu punto de vista.

Al salir del templo, a toda velocidad, empezaste a moverte en dirección al Bosque del Alba, la visión de aquella figura de tu sueño te invadió por un segundo la mente, pero la eliminaste tan pronto como apareció. Ese pensamiento estaba en tu camino, y necesitabas toda la concentración posible. No sería la primera vez que te adentrabas solo al bosque, pero si algo habías aprendido con los años es que uno nunca está lo suficientemente seguro. Sentirse invulnerable por regla general es un error que consume las vidas de muchos. 

Era un error que no estabas dispuesto a cometer.

1A cada paso que dabas, el sonido de la población se empezaba a disipar detrás de ti, y los arboles se iban haciendo cada vez más grandes, la oscuridad del sotobosque pronto te habría engullido por completo.

Notas de juego

1Te muevo a la siguiente escena:

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07/06/2018, 21:17
Abzu

Te acercas a la pequeña muralla que se erigió alrededor de la aldea y en un portón a medio cerrar se hallaba un guardia de pie que más bien parecía desear estar en otro lado. Un rápido vistazo por las almenas te reveló la presencia de otros dos guardias nocturnos. Uno se paseaba por el sitio mientras que otro estaba apoyado perezosamente con un arco cogido de una mano. El guardia de a pie te reconoció casi de inmediato y le bastó con un rápido vistazo antes de dejarte pasar dentro. Un poco celoso, a decir verdad.

La aldea de Thibe ciertamente se veía tan tranquila durante las noches que daba la impresión de que se trataba de una población fantasma. Veías a través de las ventanas de las cabañas la luz amarillenta que provenía de las velas, algunas ni siquiera contaban con iluminación, cosa que te recordó a los muchos que partieron lejos en busca de una mejor vida en el corazón de Derchios. La gente de las poblaciones lejanas era aguerrida y disfrutaba de su estilo de vida rural, aunque como abundaban este tipo de personas; también abundaban problemas como el hambre, el frío y la necesidad. Por lo que era normal ver a una familia partiendo en búsqueda de nuevas oportunidades en el este, o incluso en los otros territorios.

Solo esperabas que alguno de ellos si pudiese concluir su viaje sin problema alguno.

Deducías que ya la noche estaba a unas pocas horas de rozar su punto medio, por lo que quizás habría todavía tiempo para ir a la taberna del Tuerto Howard antes de que cerrase con llave. Quizás también podrías colarte en el templo a no ser de que hubiesen cerrado, pero ahora mismo no parecían haber muchas esperanzas de ir a algún sitio...

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07/06/2018, 21:39
Arwin

Arwin se acercó a ti y te puso una mano en el hombro.

—Creo que lo mejor será no decirle a nadie lo que le pasó a los gemelos, no sin antes hallarlos primero... si es que quedó algo de ellos. De hecho, mejor ni una palabra a nadie hasta que veamos al alcalde. Mañana te contaré con más detalles acerca de... esta persona. ¿Vale?

Pronto el cazador le echó una ojeada a tu saco y por primera vez en toda la velada te dedicó una sonrisa.

—Y espero que me guardes un poco de eso, cabrón. O te juro que desearás haberte quedado en el bosque.

Arwin te palmeó la espalda antes de empezar a caminar, veías su espalda alejarse poco a poco. Si querías decirle algo antes de dejarle desaparecer, este era el momento.

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07/06/2018, 21:59

Arthur se alegró de llegar a Thibe antes de que cerrasen las puertas, después de un día como aquel hubiera sido un palazo tener que acampar fuera. Puso su mejor cara al guardia que le miraba con recelo antes de darle una pequeña pero falsa advertencia.-Gracias muchachos por dejarnos pasar, id con cuidado esta noche abrid bien los ojos, hemos tenido problemas con algunos bandidos en el bosque. Dos se han escapado, uno de ellos con la pierna herida, no creo que vayan muy lejos pero por si acaso.- aunque no todo era verdad servía de excusa para mantenerlos atentos ante lo que pudiera pasar aquella noche. No estaba de más tener a los guardias preparados.

A medida que se adentraban en la aldea recordaba por que le gustaba aquello; si, era una vida dura pero la gente sencilla solía ser la más sincera y la que más colabora. En Thibe esta lejos de la nobleza, los impuestos, el estatus y ciertas tonterías con las que Arthur no comulgaba en absoluto, aquellas humildes chozas, aquella gente luchadora le hacia mantener la esperanza y la fe en que todavía quedaba gente por la que valía la pena preocuparse. Muchos se iban a probar suerte demostrando un valor inusitado contando todo su respeto y sus escasas bendiciones, en ese aspecto tal vez el pecaba de cobarde pero con la vida que había llevado de momento se conformaba con aquella pequeña paz que había logrado obtener en la aldea.

Al volver en si de su ensimismamiento se dio cuenta de que Arwin se marchaba visiblemente afectado y le detuvo al instante.-¡Pst, eh!¿Se puede saber donde diablos te crees qué vas?Tú te vienes al Grajo Ciego conmigo, hoy vamos a cenar como reyes. Imagínate que Eyvert ya ha llegado, fijo que allí nos enteramos de las nuevas y de dodne anda metido; además hay que llenar el buche eso no lo perdona nadie. Te quedas a dormir la mona y mañana cuando se nos pase la resaca vamos a ver al alcalde y luego me cuentas más sobre tú misterioso amigo, pero ahora toca darnos un pequeño homenaje con nuestra pequeña recompensa.-estaba claro que no iba ha aceptar un no como respuesta. Puso rumbo a la posada arrastrándolo si hacia falta en busca de una buena cena y el calor del hogar junto al fuego.

Al entrar se acercó a la barra para descargar allí sus piezas.-¡Eh Howard, asoma el hocico!¡Qué esta noche nos podemos las botas!Guisado y callos de ciervo si te apuntas saca el vino bueno, por que tiene que estar a la altura.-dicho esto sacó un fardo de tela en forma de atillo y lo desenvolvió con cuidado sobre la barra, el penetrante aroma a carne de caza ahumada le hacia la boca agua. Vísceras, intestino, estomago, pulmón, casquería diversa y las cuatro pezuñas del ciervo, ciertamente una cantidad más que abundante para comer durante días, eso sin contar lo que pudieran añadirle para engrosar bien el caldo.-¡Venga, venga al lío! Que esto tiene que hacerse despacio, cenaremos tarde pero bien.-animaba a Arwin y a Howard a preparar la cena mientra él dejaba el resto de la pieza en su cuartucho en espera de poder venderlo mañana en el mercado. Cuando vió el fardo de las Hierbas Cardenal chasqueó entre dientes, ya era bastante tarde pero tal vez les hicieran falta.-¡Mierda!Chicos tengo que llevar esto al templo en un salto, no me jodáis la cena eh mamomes vuelvo en nada. Arwin hazme un favor si puedes ponme la piel en el tensor si te da tiempo, sino ya lo haré yo cuando llegue. No tardo nada, vuelvo enseguida.-se tomó una copa de vino casi de golpe para combatir el frío de la noche y en una carrera se plantó en el templo. Ni siquiera fue a la puerta principal se acercó directamente por atrás, tocando en las cocinas para ver si alguna hermana todavía estaba despierta haciendo tareas. No quería enredarse ni entretenerlas así que aporreó con fuerza en espera de poder dejar el paquete cuanto antes y largarse a cenar.-¡Soy Arthur, acabo de volver del bosque, traigo las hierbas que me pedisteis!-gritó a viva voz para que le abrieran cuanto antes.

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08/06/2018, 19:05
Abzu

Detienes a Arwin antes de que desaparezca en la noche, y para sorpresa de tu amigo le invitas a pasar la noche en la taberna de Howard. La idea lo tomó desprevenido pero esto no hizo que él se negase. Habías visto un par de veces la pequeña cabaña donde Arwin vivía con su perro como única compañía, por lo que sabías que nadie lo estaría esperando en casa.

Quizás era lo mejor que podías hacer. Notaste que Arwin se hallaba más afectado por lo que había ocurrido de lo normal, y a veces la mejor cura para un trauma como ese era pasar la noche con el cogote hasta el tope de bebida y el estómago lleno de un jugoso ciervo en la cena. El mejor lugar para eso era sin dudas la taberna del Grajo Ciego. Y justo ahí os dirigisteis.

De un portazo ingresaste al local, y para tu sorpresa se hallaba un poco más lleno que de costumbre. Veías unos cuantos rostros nuevos que no reconocías antes. Seguramente viajeros de otros sitios que venían a buscar refugio a Thibe antes de iniciar de vuelta el viaje. De resto, eran los mismos borrachos de siempre. Howard le entregaba la cena a un parroquiano antes de ver con sorpresa lo que habías traído. Para tu suerte, conocías a ese perro viejo tan bien como para saber que no iba a arruinar tu cena.

Subiste a toda velocidad a tu habitación y cuando te diste cuenta de que tenías que volver, te viste obligado a bajar y cuando te giraste observaste que ya había empezado a trabajar el chef. Le pediste a Arwin que te ayudase a tensar las pieles y él asintió con la cabeza como única respuesta. Entonces saliste para encaminarte al templo.

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08/06/2018, 19:42
Yeneffer

Golpeas la puerta tantas ya tantas veces que empiezas a creer que nadie va a contestar tu llamado. Cuando te giras y empiezas a descender los escalones de piedra escuchas el sonido mecánico de una cerradura al moverse. Luego el crujir de la madera al ser empujado el portón, una cabeza tímida se asoma para mirarte con una mezcla de sorpresa y enojo en su semblante.

Se trata de Yeneffer, la matrona del templo. Quien habías visto esta misma mañana antes de partir al bosque, ahora cubierta por un manto que cubría su cabello, algo le daba un aire de pureza; como el aspecto de una madre amorosa que acababa de dar a luz, podías ver la piedad muy profundo en su mirada acusatoria.

Su regaño te saca de tu ensimismamiento.

—¡Arthur! ¡Ya es muy tarde! ¿Se puede saber que haces aquí? Mis hermanas descansan dentro—La sacerdotisa observó el pequeño saco que sostenías y su mirada saltó a tus ojos, pronto esta salió por el portón y lo tomó con ambas manos. Siendo cuidadosa lo empezó a abrir—. Será acaso... ¡Hierba cardenal! ¡La has traído, Arthur! ¿Pero tenías que venir realmente tan tarde...? Como sea... Completaré los apósitos antes de dormir, tú deberías hacer lo mismo, ya no es seguro estar fuera a estas horas.

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08/06/2018, 20:22

El muchacho se sintió en cierto modo compungido ante la regañina de aquella mujer, si alguien en todo Thibe contaba con su pleno respeto era ella. Ojalá su madre hubiera tenido una milésima parte de la gracia de aquella mujer, irrradiaba un tremendo halo de pureza ante el cual Arthur se sentía totalmente desarmado. Se quitó la capucha y se llevó una mano detrás de la cabeza a modo de disculpa.- Verá matrona Yeneffer el bosque está muy revuelto últimamente hoy ha sido un día complicado y peligroso, lamento llegar tan tarde y no haberlo podido traer todo pero es que no he dado para más. Las recogí como me indicó matrona sin tirar de ellas ni dañarlas al sacarlas, se que es tarde pero pensé que si alguien estaba grave agradecerían tenerlas a mano. Me disculpo si he obrado mal.-se sentía pequeño casi como un niño, sonrió tímidamente antes de recuperar la voz de forma algo entrecortada.-No se preocupe por mi matrona Yeneffer estaré bien, ahora voy a cenar al Grajo Ciego hoy atrapé una buena pieza y cenaremos como hacia mucho que no podía permitirme. Le guardaré un poco para usted, mañana le traeré una buena ración de guisado de ciervo, en un horario más adecuado.-sonrió de forma sincera sonrojándose levemente.- Se preocupa demasiado por los demás y muy poquito por usted madre, si le fallan las fuerzas no podrá seguir ayudando a sus feligreses. Espero que no me haga un feo y lo acepte sin compartirlo o ponerme pegas.-esperó unos instantes la respuesta antes de marcharse después de haberle entregado las hierbas.

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11/06/2018, 20:25
Yeneffer

La mujer se te quedó viendo durante varios segundos antes de salir. Más de cerca, se te empezaba a hacer una señora menuda aunque con los rasgos femeninos totalmente impolutos al cambio de los años, quizás si te concentrabas más lograrías ver alguna arruga u ojera. Pero con la oscuridad era algo difícil darse cuenta.

De repente, y sin aviso alguno, la mujer te abrazó. Con la fuerza suficiente como para demostrar sinceridad en su gesto. La calidez te inundó como si de algo sobrenatural se tratase.

—Muchas gracias, Arthur. Esto nos ayudará mucho con nuestros heridos, eres un muchacho muy valiente al salir del bosque en estos tiempos... tiempos en los que la gente pierde la esperanza; miran, pero no ven. Me alegra que todavía hayan muchachos como tú que puedan dar un ejemplo al resto.

La mujer después de esas palabras se separó de ti, y se acercó nuevamente al portón. Mientras lo cerraba, susurró.

—Ahora vuelve a casa, Arthur... ya se hace muy tarde...

Y con el golpe seco de la madera chocando contra el mortero, la puerta se cerró. Seguido de un cerrojo. Estabas solo otra vez y lo mejor sería volver a la taberna.

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11/06/2018, 20:33
Abzu

Empiezas a caminar de vuelta a la taberna de El Grajo Ciego ahora un poco más ligero de peso. Durante ese periodo de soledad te tomas un poco de tiempo para pensar en todo lo que había pasado, sin dudas esa hierba cardenal serviría para aliviar a los heridos e incluso podría salvar alguna vida de ser necesario. Te sentías tan honrado como si el propio Svarog te hubiese enviado a hacer esa labor, la comparación te hizo algo de gracia, teniendo en cuenta que lo que hacías era lo de todos los días.

Le echas un rápido vistazo al cielo estrellado, el cual se veía con total claridad. Podías observar los astros adornando el firmamento con total facilidad, era una de las cosas que te gustaban de la vida en las afueras. Te habías acostumbrado tanto a este estilo de vida que cualquier otra cosa que no fuese el bosque y Thibe empezaba a sonarte algo extraterrestre. Estabas conforme con lo que tenías, una vida tranquila, recolectando pieles y piezas de animales, y volviendo a casa todos los días a llenar el gaznate con mucho gusto.

Y ya estabas a punto de llegar a la última fase de tu rutina.

Atraviesas la puerta de la taberna.

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11/06/2018, 20:44
Arwin

Al pasar, puedes observar a un Arwin un poco más renovado, quien disfrutaba de una cena que a esa distancia no reconocías muy bien. Aunque claramente el aroma lograba convertir tu boca en un lago desde donde estabas.

Sonriendo débilmente, te invitó a acercarte con un movimiento de la mano. —¡Vghamosh Arthur, eghsto está delicioso! —Te dijo, con la boca llena.

Te acercabas a toda prisa antes de darte cuenta de que la taberna estaba más llena que de costumbre, eso era una buena noticia. Lograbas divisar rostros desconocidos que te ojeaban al pasar, y eso significaba que nuevos visitantes habían llegado al pueblo. Eso era tan bueno para el tuerto Howard como para ti, porque sabías que no estaría molestándote mientras tuviese monedas que contar. Eso era un alivio, porque cuando os tocaba pasar momentos duros en el pueblo habías logrado ver al tabernero en su estado más odioso después de ver que en vez de obtener ganancias, estaba perdiendo dinero.

Finalmente te sientas a un lado de Arwin, quien te saluda con una palmada en la espalda y una sonrisa antes de darle otra cucharada a un estofado de ciervo que se veía especialmente apetitoso. Pronto Howard os acompañó, y te dejó un plato lleno hasta los bordes con sus respectivos cubiertos. Tu estomago rugió con la fuerza de un trueno y la tentación de empezar a comer se fortalecía a cada momento.

—No había visto la taberna tan llena en un tiempo. Parece que los visitantes de Freja y el sur se han decidido parar en la vieja Thibe. —Dijo Arwin, ahora con la boca vacía. Aunque no tardó en llenársela luego de comida.

El tuerto Howard se frotó el parche del ojo con los nudillos.

—Por lo que he logrado ver, esos de la mesa más cercana a la puerta con una compañía de espadones del norte, tipos duros, al menos unos seis. Ni idea de que hacen aquí, pero dicen estar de viaje al sur. También hay unos guardias fluviales por ahí, no han terminado de llegar todos por lo que sé... También unos mercaderes de Rindyar y... ah, y también está ese extraño moreno.

Arwin pronto lo interrumpió.

—¿El extranjero, quieres decir? Sí... un tío de lo más raro, Arthur. Entró, pidió una habitación y se encerró ahí desde entonces. Hay que ver que los hay sin modales ahí en las tierras secas.

Las tierras secas. Ese era el nombre de un sitio que no recordabas oír si no hace mucho tiempo. ¿Cómo un extranjero habría llegado al pueblo y tu no te habías dado cuenta? Por lo visto no solo se te saltó ese extranjero, si no un montón de personas que ahora abarrotaban la taberna.

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11/06/2018, 21:06

En cierto modo el chico no se esperaba esa reacción por parte de la matrona Yeneffer, se sintió compungido al principio pero no rechazó el abrazo pues el tacto y el aroma de aquella mujer le reconfortaba. Intentó disfrutar de aquella sensación de pureza tanto como le fuera posible impregnándose y embriagándose en su aroma, una calidez fraternal que el pobre Arthur nunca había conocido.-Yo, yo hago lo que puedo matrona Yeneffer.-se quedó unos minutos quieto en el sitio casi anonadado mientras la mujer echaba el cerrojo por dentro en el templo de Zaryanitsa.

De camino a casa volvía meditabundo mirando las estrellas¿en verdad había esa esperanza para todos que predicaba Yeneffer? fuera como fuera pude notar el rubor en mis mejillas, casi me sentía flotar por el agradecimiento de Yeneffer. Cuando Arthur llegó a Thibe lo hizo huyendo de su propio pasado, seguía siendo un pobre desgraciado pero gracias a Arwin aquí había encontrado su pequeño lugar y se había concedido una segunda oportunidad; un pequeño paso que para él supuso un mundo. Últimamente le rondaba una idea en la mente, estaba pensando en adentrarse en el Bosque del Alba con algunas raciones secas y unas cuentas herramientas para hacerse una par de refugios alejados de Thibe para poder usarlos como refugios de caza o pequeños almacenes en caso de necesidad pero era algo que ahora mismo descartaba, si antes le echaba atrás la idea por los bandidos ahora mismo no quería ni pensar en convivir con esas bestias en el bosque. No era un persona avariciosa, estaba conforme con su vida pero si podía hacer algo que estuviera al alcance de su mano para mejorarse las condiciones de su día a día no iba a decir que no. Tal vez lo de que darse con la casa de los gemelos había sido una exageración o una idea fugaz pero ahora empezaba a cobrar sentido.

Entró en la posada dándole a todo aquello vueltas en la cabeza, aunque lo dejó de lado en cuanto vio a Arwin mucho más animado cenando con el ansia de siempre. Se alegró mucho por su compañero acompañándole enseguida, el ambiente en la taberna era de jolgorio y alegría bueno señal para el Tuerto Howard, quien comía con ellos frotándose las manos y no solo por la opípara cena, ataqué el plato con ansía cambiando mi cara a satisfacción tras un buena primera cucharada.- ¡Tremmmengdo Howad, tremengo. Te haz supeao!-tragué con avidez para poder hablar con claridad.- Guárdame una buena ración para la matrona Yeneffer, el prometí llevarle una ración mañana a mediodía.¿Para cuantas raciones a dado?-aquella noche no iba a discutir con Howard por el guiso pero viendo que estaba de buen humor prefería no bajar la guardia y que ese viejo zorro no le levantase dinero, si le ofrecía a sus clientes la pasta iba a ser para él.-¡Oye Howard!  Además de la buena caza ¿qué celebramos hoy?Esto esta de bote en bote como hacia tiempo que no se veía¿qué les has dado?-Arthur cenó tranquilo, descansando los pies y cogiendo fuerzas para el día venidero, disfrutando del buen vino con Arwin esperando que la borrachera ayudase a su amigo a olvidar el día.

Después de devorar el primer plato y reposarlo el muchacho miraba con curiosidad la mesa de los guardias fluviales, cuando acabaron de cenar se acercó con su vaso de vino dejándose ver antes de coger una silla para sentarse.- ¿Puedo?Supongo que sois compañeros de Varrick, acabo de venir del templo para dejarles unas hierbas para él y sus hombres. Estuvimos hablando esta mañana, tal vez podamos charlar un rato sobre las nuevas en la zona.-Arthur conocía sus limites pero el Bosque del Alba era su territorio y lo conocía como la palma de la mano, si aquellos hombres habían venido a buscar a los bandidos posiblemente él fuera el más indicado para ayudarles.

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12/06/2018, 02:45
Abzu

Comías y reías junto con tu amigo y tu tabernero favorito. Que buena era la vida cuando la luna estaba en su punto más alto. Casi lograbas olvidarte de todas las locuras que pasaste durante el día. Se sentía bien finalmente hallar un descanso después de todo ese ajetreo. Los buenos deseos de Yeneffer, la comida caliente, la buena caza, la amistad. Todo parecía haber cogido un tono más claro esa noche, y la calidez que empezabas a sentir en tu estomago cada vez iba acrecentándose... a los pocos segundos descubres que era un gas que salió por tu boca en forma de eructo. ¡Pues al menos la digestión iba bien!

Cuando le preguntas a Howard acerca del resto de la comida, el hombretón levantó ambas manos en forma de tregua. —Quedaron suficientes piezas como para preparar este estofado por el resto de la semana, muchacho. No hay que ponerse artero, venga. Que te tengo todo esto bajo cuidado. Pero te recomiendo que lo vayas a vender cuanto antes al mercado, a veces sale mejor vender una carne que comérsela uno mismo... ¡Mira a los cerdos por ejemplo! Pero bueno, tú eres el cazador aquí. —Te dijo, sonriéndote con el ceño fruncido.

Te levantaste de tu asiento, estómago lleno y corazón contento. Y te acercaste a la mesa de los guardias fluviales. Para tu despecho, y el del ambiente alegre que se había generado en tu cabeza, estos guardias fluviales parecían distar de parecer contentos. Más bien, no parecían siquiera estar a gusto. Los veías y no eran muy diferentes a los que viste en el templo de Zaryanitsa, pero no era porque fuesen los mismos hombres. Si no porque presentaban heridas similares a los primeros.

El grupo era variopinto. Veías a un hombre cuyo ojo blanco casi no parpadeaba. Un barbudo guardia con una mano carente de dos dedos. Un sujeto que parecía haber actuado de juguete para una camada de cachorros de lobo. Y un meditabundo veterano que observaba a la nada mientras que sus manos se aferraban a una cerveza aguada. Todos parecían conversar más calladamente de lo normal hasta que te vieron. Entonces reconociste el horror en la mirada que ellos te dedicaron como el mismo que tenía Arwin a la hora de enfrentar a las bestias. Empezabas a comprender poco a poco el porque del estado de ánimo del grupo.

—¿Varrick? ¿Conoces a Varrick? —Te preguntó uno de ellos, cuyo bigote estaba tan decaído como su espíritu hasta que mencionaste el nombre del guardia

—Hemos estado buscándole por el bosque durante días. De hecho... estuvimos buscando el pueblo durante días —Admitió el ojo muerto, sumándose a la conversación— Era parte de nuestro grupo, antes de... bueno. Fuimos atacados por los Huargos. Hundieron nuestro navío y nos persiguieron en el bosque durante días. Y para empeorar las cosas, aparecieron esos... hombres mitad carnero que no paraban de acosarnos. Mataron a Hef, a Roderick y a Stepan... Creímos que Varrick también había muerto, al haberse separado del grupo. ¿Sabes donde está?

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12/06/2018, 13:46

Los pequeños placeres de la vida son los que más paz nos dan, por un momento me olvidé de todos los problemas del día, en verdad me sentía a gusto allí con mi gente. El Grajo Ciego podía ser un cubil de mala muerte, el Tuerto Howard un viejo amargado y Arwin alguien inculto de miras cortas pero me daba igual yo les aceptaba como eran y ellos a mi, todos teníamos nuestro pasado, nuestras mierdas y nuestros malos rollos aunque nadie se metía en el de los demás. En el ambiente de Thibe no había cabida para esas tonterías la gente estaba demasiado ocupada malviviendo, por tanto cuando alguien podía sacar la cabeza del lodo para tomar un soplo de aire fresco todos se unían a su alrededor tratando de contagiarse de su buena suerte y alegría; todo el mundo vivía al máximo los buenos momentos pues estos eran escasos.

Arthur eructó con fuerza y sin tapujos, brindando con buen vino por la increíble cena, el lleno de la posada y la mejor compañía que podía tener.-Tranquilo Howard lo que te di era lo que nos comeremos esta semana, las piezas buenas las dejé aparte en mi habitación, junto con la piel y los cuernos veré cuanto me puedo sacar mañana en el mercado por ello ¿sabes de alguien que vaya buscando carne fresca y pague bien o tenga prima? Tal y como están las cosas en el bosque voy a venderlo caro o sino lo ahumaremos para vivir bien durante el invierno.-le dio un codazo con complicidad a Arwin por mucho que su compañero no tuviera Arthur no le iba a dejar pasar hambre, hoy por ti mañana por mi, la suerte de cazador no siempre era buena mejor tener amigos que pudieran cubrirte en momentos de necesidad; de eso no tenía queja alguna por parte de aquellos dos.

Cuando se dirigió a los guardias fluviales no les costó mucho reconocer el desanimo y la sensación de horror que hasta hace poco se veía reflejada en los ojos de su compañero, se sentó con calma sirviendoles medio vaso de vino a cada uno de los cuatro. Al fin y al cabo hoy era un día de celebraciones, Howard estaría demasiado ocupado atendiendo a personal como para darse cuenta de que le había "pinchado" dos vasos de vino.-Tranquilos, está herido pero Varrick se recuperará con reposo y sus hombres están bien dentro de lo que cabe, precisamente ahora acabo de volver del bosque para buscarles unos remedios para sus heridas. Están en el templo de Zaryanitsa mañana puedo acompañaros si queréis, además no os vendrá mal algún remiendo.- no pudo evitar fijarse en las heridas de todos, puso mala cara ante la perdida de los dos dedos. Eso ya pintaba mal de por si.-Vosotros debéis ser los compañeros de los que me habló¿también os atacaron los sables negros?Esa banda ha atacado recientemente un campamento de la milicia cercano a la aldea, eso que comentáis de los Huargos ¿qué son?¿otra banda de bandidos?Demasiada colaboración veo entre ellos y muy poco entre los nuestros.-el muchacho había bajado la voz y adoptado un tono más lúgubre ante todo aquella situación. Le hizo un gesto a Arwin para que se acercara y trajera más vino, era importante que todos estuvieran presente en la conversación sobre eso bichos.-Los fluviales también se han tropezado con esas cosas¿habéis hablado con el alcalde de esto? nosotros aún no hemos dicho nada por miedo a que nos tomen por locos o nos encierren para que no cunda el pánico pero no creo que tenga las pelotas de haceros eso a vosotros a los fluviales os creerá y tendrá que tomar medidas por cojones. Es un pelele, mirad como está la situación, el bosque, los bandidos, esas cosas y no ha movido un puto dedo.-esperaba poder contar con la ayuda de aquellos hombres, una autoridad en la tierras Derchios para que alguien tomara cartas en el asunto.-Por cierto ese compañero vuestro, ese tal Stepan ¿es alto, con bigote espeso, con el pelo en una cola de caballo y estaba herido en una pierna?-al recordar el nombre se temió lo peor, tal vez había encontrado al chivado dentro de los propios fluviales y eso no iba a gustar nada. De momento se callaría y ya vería como acababa la cosa.

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13/06/2018, 19:57
Abzu

Los hombres se mostraron un poco agitados tras tus palabras, lo que demostraba que ellos hallaban la veracidad en ellas. Algunos dejaron de beber e incluso uno hizo un esfuerzo para no ahogarse con su bebida.

—Los Huargos y los Sables Negros trabajan juntos. Juntos desde hace ya un tiempo. Nos atacaron entre todos y pasó lo que pasó. ¡Juro que cuando me consiga a uno de esos hideputas lo voy a desear nunca haber salido de su agujero! —Amenazó el sin dedos, cerrando su puño sano y sacudiéndolo antes de darle un trago a su cerveza.

Uno de los sujetos con mejor actitud decidió tomar la palabra, mientras que el resto parecía haber estallado en una vorágine de juramentos de venganza, imprecaciones y amenazas. Fue el hombre del bigote que te preguntó acerca de Varrick, ahora tenía su atención puesta en ti.

—Eso habíamos oído, que estaban en el templo tanto él como el resto de los sobrevi... de la tripulación —Se corrigió, algo azorado—. Quisimos acercarnos para averiguar, pero llegamos justo durante esta velada... después de haber sido atacados por las criaturas. Como si los bandidos no fuesen suficiente... Cuando aparecieron masacraron a nuestros hombres y a sus perseguidores por igual, todo mientras parecían transportar una especie de objeto extraño con ellos. ¿Cómo ibamos a saber que nos cruzaríamos en el camino de esas bestias? ¡Que Svarog les escupa con bilis! ¡Esos malditos bandidos tienen bien merecido el compartir su hogar con las criaturas!

Arwin se acercó con lentitud conforme el guardia fluvial te estaba hablando. Todavía disfrutando de lo que quedaba de su plato. Te compartió una jarra llena de vino al llegar, antes de poner oído a la conversación.

—¿Stepan? Era el nombre de un extraño que conocimos en el bosque... No parecía ser un bandido, más bien lucía como un extranjero o algo así. Nos guió por el bosque hasta un sitio seguro, parecía que también había sido atacado por esos desgraciados... pero se separó de nosotros cuando aparecieron las criaturas. ¿Lo has visto?

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13/06/2018, 20:20
Arwin

—Bigote gracioso y cola de caballo. Sí. Es el que nos encontramos en el bosque junto con el calvo que nos... ehm... que atacó a Arthur. Si hablamos del mismo sujeto, pues... parece que estaba operando para el otro bando.

Arwin entonces puso una mano en tu pecho y te invitó a alejarte un poco de la mesa. Cuando estuvisteis un poco más lejos, el cazador te habló.

—Oye, voy a tener que dejarte ya. Se hace tarde y siento que la cabeza se me va a caer si no me recuesto sobre algo blando. Hey, Arthur... gracias por la comida, y por todo. Ya sabes.

Tu compañero empezó a caminar hacia la puerta cuando te miró por encima del hombro y levantó un indice.

—¡Recuerda verme mañana en casa para visitar a mi contacto!

Fue lo último que dijo antes de desaparecer por la puerta.

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13/06/2018, 20:55

-Estoy seguro que si esas dos bandas se han unido no ha sido solo para atacaros, sino para intentar sobrevivir a esas cosas, aunque os hayan atacado a la desesperada seguro que han pagado un precio mucho mayor que con cualquier otra caravana. Me llamo Arthur, un placer.-le tendí la mano al del bigote que antes me había preguntado por Varrick.-¿Cuantas aberraciones de esas pudisteis contar?¿Y qué era ese objeto pudiste fijarte en algo?Tal vez ahí este la clave de lo que buscan o de lo que quieren¿en qué dirección iban o hacia que parte del bosque?Cualquier cosa que recordéis podría ser de ayuda. Si os parece bien por la mañana podría acompañaros a ver a Varrick y luego ir todos juntos a ver al alcalde, a vosotros os creerá y os respetará más que a mi a ver si entre todos nos escucha, si nadie toma medidas al respecto esto solo puede ir a peor.-esperaba que aquellos hombres le ayudasen en su alegato ante la autoridad. Poco a poco todo iba encajando a pesar de que aún faltasen algunas piezas del puzzle por encajar.-No se quien es ese tal Stepan pero no tiene sentido que un extranjero conozca tanto el bosque como para guiaros pero bueno creo que eso ahora es el menor de nuestros males. Perdonandme un segundo.- me alejé un poco ante la petición de Arwin, dejando un momento a los fluviales en la mesa. Salí con él a tomar el aire cuando se marchaba.-Espera hombre ¿a qué tanta prisa? pídele a Howard que te guarde los huesos para el perro.-le puse una mano sobre el hombro y luego le di un apretón pecho contra pecho.-Tú habrías hecho lo mismo por mi, no me debes nada, hoy por ti mañana por mi. Me jode hacerte esta pregunta ahora pero tú sabes algo de ese objeto extraño ¿verdad?tampoco me has contado lo que le pasó al gemelo; mira sea lo que sea no podemos dejar que nos ocurra a nosotros, tenemos que estar preparados.-me senté a su lado apoyado en el abrevadero intentando que se armara de valor para soltarlo.-Se que es una mierda pero si lo escupes te sentirás mejor, es más entraremos de nuevo te tomaras dos vasos de vino conmigo y te quedas a dormir en mi habitación. Yo con todo esto estoy desvelado y con un par de vasos más dormiré en cualquier lado, además esta no es una noche para que la pases solo ¡joder!.-le sonreí con candidez, era el único amigo que tenía y me sabía mal verlo jodido por eso trataba de que compartiera su lastre conmigo. Estaba decidido, aunque tuviera que emborracharle, a que pasase la noche aquí ambos estaríamos más tranquilos.

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14/06/2018, 01:19
Arwin

Tuviste que seguir a Arwin hasta el exterior de la taberna para lograr dar con él, al muchacho se le veía claramente un mejor aspecto gracias a la hospitalidad que le habías dado. La que ahora mismo también le sigues ofreciendo. El cazador levanta las manos solo un poco en un gesto pidiendo calma.

—¡Muy bien, Arthur, vale! Me convenciste, me quedo —Cedió, con una sonrisa en el rostro—. Pero solo porque me dejas dormirme en tu catre, porque si me dejabas durmiendo en un banco te iba a arrojar la presa al fango para que se llene de gusanos. Venga, vamos dentro. Creo que todavía tenemos una conversación con esos guardias fluviales.

Cuando le preguntaste a Arwin acerca del destino de los gemelos su boca se torció un poco, y te miró con algo más de seriedad.

—Mira, no se que pasó exactamente con Eyvert. Cuando vi a su hermano ya estaba muerto, apuesto a que el muy idiota se habría enfrentado a ellas. Pero no hallé rastro de Edwin por ningún lado. Tampoco vi ningún objeto extraño, parecía ser un grupo pequeño... como de cazadores.

Tu amigo se encogió de hombros, y volvió al interior junto contigo.

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14/06/2018, 01:33
Abzu

Entras una vez más a la taberna, esperando que sea la última vez. Y te acercas a la mesa de los guardias fluviales otra vez. Parecían estar discutiendo acerca de lo último que mencionaste, el objeto. Habían dicho algo antes de que te retiraras, pero no le prestaste demasiada atención.

—Te digo que era un enorme tronco. ¡Si lo he visto yo, por todos los cielos! —Bramó Ojo muerto. Antes de ser prontamente interrumpido por su compañero de tres dedos.

—Pues yo no he visto nada, que quieres que te diga. Aunque si que era un grupo grande de cojones. Cuando se perdió Roderick todo se volvió turbio, por poco me perdía yo también. 

El resto seguía discutiendo, y no pareció afectarles para nada que tú y Arwin se uniesen a la conversación, parecía de hecho que algunos ya estaban siendo un poco afectados de más por la bebida. El hombre del bigote volvió a daros la bienvenida y empezó a hablar.

—Cuando fuimos atacados fue por un grupo bastante grande. Podíamos contar al menos unas tres docenas de ellos, era una locura. Parecían moverse a un sitio en específico antes de que nos topásemos con ellos, y los más fuertes tiraban de un enorme... No sé... ¿Obelisco? Parecían tirar de esa cosa con cuerdas entre los arboles. ¡¿Cómo eran siquiera capaces de eso?! Mira chico, no se si sea seguro para ti, o para cualquier salir al bosque en estos tiempos. Se que es tu profesión, te he visto llegar con ese ciervo y con tu equipo de cacería, pero las cosas están demasiado turbias... aceptamos tu compañía a la hora de venir con nosotros al templo en busca de Varrick, y sí... necesitaremos una charla con ese alcalde lo antes posible.

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14/06/2018, 04:36

Ambos cazadores entraron de nuevo en la posada, cuando pasaron cerca de la barra Arthur le hizo un gesto a Howard para que le guardara los resto. En la aldea no se tiraba nada y bien seguro que el perro de Arwin daría buena cuenta de ellos. Se sentaron de nuevo con los fluviales, sirviéndose un poco de vino disfrutándolo ya despacio y con calma. Arthur les escuchaba con calma-Tres docenas era un grupo grande y bandidos ¿cuantos?se que es complicado de recordar pero cuando os marchasteis cuantos habían muerto por cada bando. El que se maten entre ellos son todo ventajas pero no creo que tengamos tanta suerte, si están construyendo algo es un mal presagio, si construyes algo es por que quieres quedarte por por que estés de paso y eso si que es un jodido problema para Thibe.- Arthur estaba claramente preocupado pero contar con el respaldo de los fluviales le dejaba más tranquilo.- Bueno, pues por mi parte está todo dicho mañana después del desayuno os llevo a ver a vuestro compañero y luego vamos a ver al alcalde. Por cierto llevaremos la cabeza de una de esas cosas por si no le bastase vuestra palabra, a todo esto no he oído vuestros nombres pero ya habrá tiempo mañana para las presentaciones. Qué descanséis.- Arthur se quedó en la mesa sentado junto al fuego se despidió de Arwin cuando este se retiró a dormir, como ya le había dicho él estaba algo desvelado. Bajo al salón con el tensor y metódicamente iba preparando la piel para el curtido mientras trataba de relajarse bebiendo algo de vino con mesura y pegando la oreja en la conversación de la compañía de espadones o de los mercaderes de Rindyar. No es que le interesase en demasía lo que tuvieran que decir pero era una manera de tener la mente ocupada, quería alejar los malos presagios de su cabeza, una y otra vez pensaba en aquellas aberraciones, en como se movían, como estaban hechas; entonces un escalofrío le recorrió la espalda cuando la respuesta vino a su mente. ¿Cómo estaban hechas?Con magia...