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Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

17. Caída en desgracia

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09/03/2011, 01:24
Director

Y Deméter bajó a la Tierra...

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09/03/2011, 01:24
Director

http://www.youtube.com/watch?v=RmJw8Tm7TZw

Mientras Ikki trataba desesperadamente de hacer funcionar en Ánfora Sagrada, mientras Niké, Cerbero y Jabu corrían hacia los aposentos de Hades, y mientras Aldebarán, Saga, Geki y Algol combatían a muerte contra los espectros, todos, absolutamente todos los caballeros, incluida la mismísima Doncella, sentisteis algo... Una visión procedente de la Tierra acababa de abrirse paso hacia el interior de vuestras mentes...

Un cosmos terrible, brutal, lleno de dolor y de ira, bajaba del Olimpo hacia la Tierra Viva. Una Diosa se abría paso hacia el mundo de los Vivos, un alma rota, desgarrada por el dolor.

La Diosa posó sus delicados pies sobre el suelo y dirigió su cetro al cielo.

-Hades me la ha arrebatado a través de Afrodita... Y Zeus ha consentido en ello- lágrimas corrían por su rostro desconsolado- Desgarrada. Mi alma no hallará reposo mientras mi Perséfone no me sea devuelta.

El cetro comenzó a emitir una luz poderosísima. El cosmos de la Diosa llegó hasta su paroxismo, alcanzando todos los rincones del planeta Tierra. Entonces fue cuando el dolor dio paso a la más pasional ira jamás sentida por alguien en toda la historia de la humanidad.

-¡YO, DEMÉTER, JURO POR LO MÁS SAGRADO, QUE NI UNA SOLA HOJA VOLVERÁ A CRECER, NI UN SOLO ÁRBOL DARÁ SU FRUTO MIENTRAS MI HIJA NO ME SEA DEVUELTA! ¡YO, DEMÉTER, DIOSA DEL OLIMPO, JURO QUE CONVERTIRÉ A ESTE PLANETA EN TIERRA ESTÉRIL MIENTRAS MI HIJA SIGA PRISIONERA DEL PODER MALIGNO DEL INFRAMUNDO!

En ese momento, todas las flores comenzaron a marchitarse, y las hojas a pudrirse.

-¡YO DEMÉTER, MADRE DE LA DONCELLA, TE CONDENO, PLANETA TIERRA, A UNA AGÓNICA MUERTE MIENTRAS MI HIJA NO ME SEA DEVUELTA! ¡¡¡¡HÁGASE MI VOLUNTAD!!!!

Y su voluntad se hizo...

...Si toda la vegetación de la Tierra desaparecía, vuestro planeta se convertiría en una roca inerte, condenando a toda la raza humana y al resto de especies animales a una muerte segura.

El tiempo apremiaba. Sólo había una solución posible para revertir el proceso que había desencadenado Deméter: había que recuperar a la Doncella, a Verité.

Antes de que la visión que había penetrado en vuestras mentes cesase, pudisteis comprobar que, en efecto, todo el planeta se estaba marchitando de acuerdo con los designios de Deméter. Nunca el mundo había estado tan próximo a su fin.

-¡YO TE CONDENO A MUERTE, PLANETA TIERRA, MIENTRAS MI HIJA NO ME SEA DEVUELTA!

Y  con estas palabras de Deméter, la visión colectiva cesó.