Partida Rol por web

Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

13C. Bajando al Inframundo

Cargando editor
25/09/2010, 15:18
Director

Del Monte Oráculo directos al Mundo de los Muertos.

Cargando editor
04/10/2010, 11:36
Director

Algol penetra en el templo Oráculo llevando de la mano a una enfadada Niké. Al entrar, veis que las paredes lo único que ocultan es un inmenso agujero en el suelo, oscuro como la boca del lobo. Una entrada al Hades.

Justo en el borde, ambos se detienen, y Niké le suelta una mirada fulminante.

-Espero que no te dediques a huir de cualquier rival que se te ponga por delante, caballero- te dice, furiosa.

No le da tiempo a Algol a replicar cuando a su lado aparece Saga, que viene corriendo, aún arrepentido por haberle hecho daño a Tauro al intentar agredir con el mayor poder de su cosmos a Garuda.

-¿Crees que Aldebarán saldrá con vida de ésta?- le pregunta Niké, esperanzada. Nuevamente la respuesta se hace esperar, pues escucháis unos pasos tras vosotros.

Los tres os ponéis en guardia. ¿Quién se aproxima? Esperáis de corazón que lo sea Aldebarán, pero recordando la facilidad con la que Garuda asesinó a Shaka, por un momento vuestros corazones sienten dudas de que el caballero de oro haya logrado acabar con tan imponente rival.

Una sombra se aproxima rauda hacia donde os encontráis. A medida que se acerca, veis que es demasiado grande, brutal. Un brillo dorado devuelve la calma a vuestras mentes. Es Tauro. Ha aniquilado a su rival con sus poderosos brazos, y ha corrido cuanto ha podido para daros alcance. El grupo vuelve a estar completo.

Cargando editor
04/10/2010, 20:04
Saga

Saga respiró aliviado al ver que Aldebarán regresaba del combate. Aún tenía ese destello rojo en sus ojos, pero ya no era la ira del combate lo que lo impulsaba, sino su propia vergüenza y frustración por haberse dejado llevar de nuevo por las emociones y puesto en peligro al Caballero de Tauro. Esperó para dirigirse a Niké hasta que Aldebarán les alcanzase por fin y el grupo estuviese completo otra vez.

¿Esta es la entrada al Hades? Oscura, tétrica y solitaria... no sé por qué no me sorprendo... Saga hablaba con cierto tono de sarcasmo. Bien, supongo que no podemos hacer otra cosa más que precipitarnos al fondo de este agujero. Cuando digáis, Niké.

Mientras esperaba a que la diosa dijese algo o actuase, Saga le susurró a Aldebarán: Lo siento, Caballero. No debí inmiscuirme en tu combate. Por poco causo un daño irreparable...

Cargando editor
04/10/2010, 21:40
Aldebaran

No hay nada por lo que disculparse caballero de Géminis. Cuando me lance al combate contra el caballero de la Garuda ya acepte la muerte como destino. Además tu ataque le afecto a él más que a mí, y si no llega a ser por el probablemente no hubiese podido acabar con el tan rápido. Lo único que importa es que el caballero de Virgo ha sido vengado respondo con gesto amable a las palabras de Saga, pues sabía que su arrepentimiento era sincero. Al fin y al cabo el mismo se había lanzado contra el caballero del inframundo más en un arrebato de ira que en una decisión meditada, por lo que entendía al caballero de Géminis.

Y ahora creo que será mejor que nos demos prisa. El tiempo apremia y el futuro de la tierra está en nuestras manos.

Cargando editor
05/10/2010, 20:33
Algol

 Nuestro objetivo es lo primero. - respondí a Niké sin dejar traslucir ni por un segundo que mi deseo ferviente había sido el de acabar con él allí mismo. Lleguemos al inframundo, seguro que allí nos esperan más enemigos a los que vencer.

Sonreí con sorna cuando Saga llegó a nuestro lado pero guardé silencio, no parecía precisamente contento con la situación en la que se encontraba. Normal que dejara de ser el patriarca, aun ahora no mira por los demás sino que es capaz de herir a sus hermanos con tal de acabar con un enemigo.

El fin justifica los medios. 

 

Al borde del abismo, sentí como los demás la presencia que se nos acercaba, me puse en guardia nuevamente hasta que me di cuenta que era Tauro quien nos alcanzaba, vencedor más allá de toda duda de su lid.

Bienvenido Caballero de Tauro, sin duda sois merecedor de ser llamado uno de los caballeros más poderosos. Habéis terminado vuestro combate con presteza para sumaros a nosotros lo antes posible. - concedí tiñendo de respeto y admiración mis palabras.

Ahora supongo que lo que nos toca es hundirnos en la negrura y alcanzar de una vez por todas las tierras del Hades. Niké, a pesar de que mi deber es ir delante, es posible que debáis ir vos... no estoy seguro de que sea tan fácil como simplemente descender por aquí. Quizás tengas que romper algún sello...

 

Cargando editor
05/10/2010, 23:02
Director

-Nos vemos abajo- Niké no pierde el tiempo en habladurías, aunque una sonrisa escapa de su rostro al ver a Aldebarán reunirse sano y salvo junto a ellos, justo antes de que la veáis precipitarse agujero abajo. Acaba de dejarse caer en la entrada al Hades, sin ni siquiera pensarlo. No era como Atenea, quien debía buscar siempre el apoyo de los caballeros. Niké hacía las cosas a su manera, de forma impulsiva, y sin poder olvidar que antes de descubrir su identidad no era más que una guerrera normal y corriente.

Su cuerpo se desvaneció por el agujero de entrada al Hades. Lo último que visteis fueron sus brillantes alas sumergiéndose en la negrura del tétrico pozo.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+10)
Motivo: Magia
Resultado: 2(+10)=12

Notas de juego

Si saltáis, en el mismo post hacedme una tirada de magia. Es por ahorrar tiempo :)

Cargando editor
06/10/2010, 00:54
Algol

 Suspiro. Acostumbrado a la reflexiva e indefensa Atenea, aun me causa preocupación y angustia esta joven diosa guerrera.

Bueno, alea jacta est... o como decían en mi patria, Broncíneo el último! - y salto al abismo.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+8)
Motivo: caer como piedras o como plumas?
Resultado: 9(+8)=17

Cargando editor
06/10/2010, 23:02
Aldebaran

Sin perder ni un segundo salto al vacio tras Nike y Algol. Aunque esta vez no tengamos el reloj del santuario llevando la cuenta de las horas que pasan, el tiempo se nos agota.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Tira p´bajo
Resultado: 2(+5)=7

Cargando editor
07/10/2010, 15:26
Saga

Saga asiente a las amables palabras de Aldebarán. Mientras tanto, pudo notar el desprecio en la mirada de Algol.

Sé lo que piensas de mí, Caballero, y no me importa. Tu nobleza es bien escasa, Algol, como lo fue la mía. Si Afrodita te tentase a matar a Niké a cambio de otorgarte poder, estoy seguro de que no dudarías un instante en aceptar su oferta.

Sus compañeros ya se habían precipitado al vacío y Saga no dudó en ir tras ellos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+8)
Motivo: Salto al agujero
Resultado: 2(+8)=10

Cargando editor
16/10/2010, 17:40
Director

Niké y Algol llegaron al suelo sin mayores problemas, pero el cosmos de Saga y Aldebrán resultó ser más débil de lo esperado, y su llegada al Inframundo fue algo más problemática de lo que os temíais. Ambos se sintieron como saltando por un abismo sin fin, hasta que segundos que parecieron horas después llegaron al fondo, aterrizando de bruces contra el suelo.

Al llegar abajo, por fin, algunos más magullados que otros, escucháis una voz agresiva que inquiere por el destino de uno de vuestros amigos.

¿Dónde se encuentra Shaka de virgo?- pregunta un caballero que aguarda abajo- Yo, Kurtz de Herebo tengo una cuenta pendiente con él.


By camember at 2010-04-01

A su lado veis el familiar rostro de un caballero extraordinariamente poderoso a quien no deseábais encontrar tan pronto de nuevo. Wivern.

Uploaded with ImageShack.us

Antes de comenzar el combate, no dudáis en echar un vistazo a vuestro alrededor. La negrura de cuanto os rodea es absoluta. Tierras baldías por doquier, sin el más mínimo atisbo de vida. La nada hecha realidad, un terreno rocoso, desierto y sin vida, que se extendía hasta límites insospechados, con la proximidad del destrozado muro de las Lamentaciones delimitando el terreno un poco más allá.

-Contestad, caballeros- inquiere de nuevo- ¿Dónde se encuentra el otro hombre más próximo a un Dios?

Notas de juego

Aldebarán y Saga, perdéis 1d4 PV por el josconcio que os habéis dado al bajar.

Si vais a atacar, antes de hacerlo toca tirada de Iniciativa (lo comento por si acaso).

Cargando editor
16/10/2010, 20:53
Saga

La bajada se hizo eterna. Saga continuaba librando un combate en su interior, pues sus acciones hasta el momento habían sido cuanto menos decepcionantes.

...¿Y tú eres el Caballero más poderoso de todos? Débil... inútil... cobarde... saliste huyendo contra Garuda, acto indigno de un dios como tú...

...¡No, basta! Hice lo que debía. Podía haber matado a Aldebarán. Atqué sin pensar, el combate no era mío.

...¡Excusas! En la batalla lo único que importa es vencer. Los demás son solo peones que debes mover para llegar a tu objetivo. No importa si son enemigos o aliados; lo único que importa es el poder, la fuerza, y tú has demostrado ser patético y cobarde. Debiste aceptar la oferta de Afrodita. Ahora serías un dios, un gigante entre hormigas. Podrías haberlos aplastado a todos, haberte convertido en el dios de los dioses como te corresponde. Podrías...

...¡Basta, no quiero seguir escuchándote! En ese momento, Saga chocó violentamente contra el suelo. Hacía mucho rato que su mente estaba ausente. El golpe lo despertó de pronto sacándolo de sus pensamientos. La herida de su cabeza, fruto del combate contra Afrodita, volvió a abrirse y un pequeño hilo de sangre recorría su mejilla. Se levantó rápidamente, con expresión de fastidio en su rostro.

Miraba a su alrededor, pero tan solo veía una oscuridad absoluta y sentía el ambiente pesado, como si jamás hubiese existido la vida en aquel lugar. Este lugar me recuerda enormemente al Templo de Cáncer; es la misma atmósfera de silencio y pesadumbre... Entonces una voz llamó su atención. Frente a ellos apareció un Caballero con actitud desafiante.

¿El Caballero de Virgo? Su destino ya no está en nuestras manos, Caballero de Herebo. Y tú, que habitas en el hogar de los muertos, ya deberías saberlo, ¿no te parece? Saga le miraba con los ojos fijos y expresión de superioridad. Bah, espectros...

Pero lo que vio justo entonces transformó la expresión soberbia de su rostro en la viva imagen de la sorpresa. Wyvern, el espectro que más deseaba encontrar y al que menos quería ver. Tiempo atrás Kanon luchó contra él y tuvo que sacrificarlo todo para poder derrotarle. Deseaba vengarse y al mismo tiempo demostrarle que Saga era más fuerte que su hermano, pero por otro lado el hecho de que el jefe de todos los Espectros apareciese les complicaba mucho las cosas.

¡R... Radamanthys! No puede ser... mi hermano acabó contigo. ¿Cómo es posible?

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d4
Motivo: Tortazo contra el suelo
Resultado: 2

Cargando editor
16/10/2010, 23:30
Algol

 Descendí a través de la negrura de aquel abismo insondable, mis pensamientos se centraron en lo que había de venir: terribles combates en el inframundo, un lugar que me era desconocido salvo por aquello que había leído y por las experiencias de otros compañeros.

Me preguntaba qué les habría deparado el destino a los demás. A aquellos que fueron con aquel caballero traidor a las ordenes de Afrodita. Si habían muerto, nuestras opciones de conseguir nuestra meta se reducían drásticamente tras perder a Shaka, y dejar malherido a Aldebarán.

Toqué suelo y allí ya estaba nuestro comité de bienvenida.

 

No os preocupéis por aquellos que ya no se encuentran entre nosotros. - dije casi al tiempo que el caballero de oro, decidí callar hasta que él hubiera terminado de hablar, para continuar yo.

Yo, Algol, Caballero de Perseo me ocuparé de vosotros... no me importa cuán fuertes pensáis que sois, ni si el que aquí está frente a vosotros es poderoso o no, solo me importa que vuestro fin a mis manos está cerca. En guardia caballeros, me haré cargo de vosotros para honrar con este combate a Atenea y a Niké. - dije con arrojo y confianza, no dejándome amedrentar por sus nombres y rangos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: iniciativa
Resultado: 9(+7)=16

Cargando editor
17/10/2010, 11:51
Aldebaran

Una oscuridad como no había visto ni sentido nunca me rodea mientras bajamos dirección a las profundidades del Hades. Una oscuridad que va acrecentando los dolores de mis heridas según vamos cayendo, hasta llegar al punto en el que el dolor se hace prácticamente insoportable. Apenas puedo moverme, pues el simple hecho de parpadear me causa un enorme sufrimiento. Es en ese momento cuando me percato de que el suelo se acerca a gran velocidad, pero debido a ese intenso dolor apenas puedo poner las manos de mala manera para tratar de frenar el impacto, pero termino chocando con el suelo con un gran estrepito debido a mi enorme tamaño.

Una vez en el suelo me levanto lentamente. Al parecer ahora que estamos dentro de las profundidades del inframundo el dolor ha remitido. Pese a que seguimos rodeados de oscuridad esta no es tan opresiva como lo era durante la caída. Sin duda se debía de tratar de algún tipo de defensa contra los intrusos. Pero al parecer no era la única. Frente a nosotros se encontraban dos nuevos enemigos, uno que respondía al nombre de Kurtz de Erebo… y Radamathys  de Wyvern, otro de los jueces del Hades. Por la fuerza de los contrincantes a los que nos enfrentamos debemos de estar cerca de nuestro objetivo. O eso espero, porque no quiero ni imaginarme qué clase de oponente nos podemos encontrar que sea más poderoso que los jueces del Hades.

No dudo ni de tu valía ni de tu poder caballero de Perseo le digo poniéndome a su lado y adoptando mi tan característica postura de combate con los brazos cruzados sobre mi pecho pero dos enemigos de este calibre serían demasiado incluso para un caballero de oro. Yo te ayudare. Caballero de Géminis, tu continua junto con Niké, no hay tiempo que perder.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d4
Motivo: Guantazo contra el suelo
Resultado: 2

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Iniciativa
Resultado: 7(+5)=12

Cargando editor
17/10/2010, 15:10
Saga

Saga estaba ansioso por enfrentarse a aquel que había logrado llevar a su hermano hasta el límite y demostrarle cuánto mayor era el poder de Saga en comparación al de Kanon, pero su honor y su sentimiento de cupabilidad le impidieron contradecir al Caballero de Tauro.

¿Estás seguro, Aldebarán? De acuerdo, seguiré adelante, y no os preocupéis, os juro que protegeré a la diosa con todas mis fuerzas. No os demoréis. Nos volveremos a reunir a las puertas de los aposentos de Hades y juntos derrotaremos a nuestro enemigo.

Saga se volvió hacia Niké. Vamos, mi señora. El tiempo apremia y aquí no haríamos más que estorbar. Bueno, estorbaríamos a Aldebarán, porque a un Caballero tan insignificante como Perseo, cuya prepotencia no le deja ver su falta de poder, buena falta le haría que me quedase para acabar con su enemigo cuando éste le hubiese dejado postrado a cuatro patas con el más débil de sus golpes. Miraba de reojo y con expresión de indiferencia y Algol. Cogió de la muñeca a Niké. ¡Vámonos, ya! Echó a andar deprisa tirando de la diosa en dirección a wyvern y Herebo para continuar su camino, ya que parecía no haber otro lugar por el que seguir. Si estos Caballeros aún poseen algún resquicio de honor, deberían dejarnos pasar y luchar contra aquel que ha jurado librar el combate. Caminaba manteniéndose alerta y sin quitar los ojos de encima a sus adversarios, pues con los siervos de Hades el código de honor de los Caballeros no era algo que se siguiese a rajatabla.

Cargando editor
17/10/2010, 17:16
Algol

 Seguid adelante. - Grité a Niké con una voz firme y pagada de mí mismo, aun sabiendo que dado su carácter independiente y rebelde no se lo tomaría bien. Caballero de Géminis, no defraudéis a aquellos que se quedaron atrás, protegedla hasta que nos volvamos a reunir.

Si lo hacemos... - me dije a mí mismo. Aunque había hablado con arrogancia, sin mostrarme intimidado, la verdad es que sabía que no lo iba a tener nada fácil. Era probable que muriera allí mismo. Pero está bien, habría perdido mi vida defendiendo a Atenea, pero ella ya no estaba allí, a sus ojos había fallado como uno de sus caballeros. Era lo que sentía.

Al menos con este combate, pensé que me redimiría... quizás no a sus ojos, pero sí calmaría mi espíritu.

De ser un caballero de oro no habría permitido que Aldebarán se me uniera... sin embargo ese no era el caso. Mi sacrificio al menos serviría para que Saga continuara el viaje sin desperdiciar energías. Y Aldebarán era muy fuerte, quizás lograra sobrevivir a este encuentro.

Agité la cabeza sacándome todas las ideas negativas y pesimistas que se agolpaban en mi mente y miré con odio y fría determinación a mi contrincante. Voy a acabar contigo. Lo juro por mis constelaciones hermanas. - expandí mi cosmos todo lo que pude, sin vacilar. Presto a combatir con todo.

Cargando editor
04/11/2010, 02:43
Director

Por un lado, Niké y Saga trataban de abrise camino hacia el siguiente paso, que sería ya, posiblemente, llegar a los Campos Elíseos, pues no habían aterrizado muy lejos de allí. La entrada desde el Monte Oráculo era próxima al Muro de las Lamentaciones.

Avanzaban sin prisa, pero sin pausa. Con cautela. Cualquiera de los dos enemigos podrían girarse y atacarlos por la espalda en lo que constituía una huída en toda regla, en un intento de escaquearse de este tremendo combate, para avanzar y acercarse a la Doncella.

Por otro lado, Algol y Aldebarán, dos caballeros de menor rango que la Diosa y el antiguo patriarca, plantaban cara al más poderoso de los jueces del Hades y al caballero del inframundo más próximo a un Dios. No, ciertamente, habían tenido días mejores, y se habían enfrentado a rivales con los que puede que hubiesen podido vencer, pero con estos... Era complicado, complicadísimo, pero no les quedaba otra...

Honor, honor y fe en su causa. Con ello, los dos caballeros se pusieron en guardia, encomendándose al espíritu de Atenea y ante la propia Niké, pues ambos creían que iban a perder la vida...

El combate iba a comenzar, mientras la Diosa y el Patriarca intentaban alejarse de allí...

Pero algo los interrumpió...

Antes de que les diese tiempo a reaccionar, una densa nube tan negruzca como el resto del ambiente que les rodeaba cubrió el cielo de punta a punta.

La imagen de una hermosísima joven de aspecto siniestro se apareció ante todos, en el cielo, en la nube negra, como una ilusión, inclinada en el suelo, sobre el cuerpo sin vida de Hades. El rostro de la muchacha les resultaba familiar. No era otro que el de la joven Verité, solo que estaba tan cambiada...

Uploaded with ImageShack.us

La otrora niña convertida en siniestra Doncella del Inframundo rezaba en voz alta, ante el cuerpo de Hades. De pronto, su rostro tornó del cadáver hacia los presentes, hacia todos... Aquella visión parecía mirar a todos y cada uno de los presentes. Entonces, unas palabras fueron perfectamente escuchadas por todo ser viviente en el Inframundo.

-¡A mí! ¡Ya!

Kurtz y Wivern, que también miraban boquiabierto la escena, no dudaron en el significado de sus palabras, y según terminó de pronunciarlas su Ama, se teletransportaron lejos de allí. En ese mismo instante, la imagen del cielo mostró sus ojos, los ojos de Verité, otrora marrones, ahora del color del diamante. Sus pupilas centellearon durante un instante, y un remolino de fuego rodeó a los caballeros de Atenea y a niké, remolino que amenazaba con estrecharse. Tal era el poder de un Dios.

el pánico se apoderó de los caballeros, allí, encerrados en un aro de fuego mágico, del que intentabais escapar sin éxito. Aldebarán, Algol, Saga... Eran simples mortales, y aquella era una trampa de un Dios. No podían competir contra ella.

Aún así, el rostro de Niké se mostraba sereno, mientras se veía atrapada en el aro de fuego, con sus amigos... Y fue entonces cuando...

Del cielo surgió una nube blanquecina que cubrió la negruzca que había aparecido poco antes. En ese instante, escuchasteis otra voz familiar, que os hablaba a la vez desde la nube y desde dentro del círculo...

-¡ειρήνη!-la voz de Niké penetró en vuestras almas, haciéndoos sentir paz y tranquilidad. Cerrasteis los ojos, como sumidos en un sueño, y...

Notas de juego

Fin de escena :)