Partida Rol por web

De pronto, alguien se aparece ante vosotros. Es Shaina, cabeza del ejército.

Entra en la cámara del Gran Patriarca, y a paso ligero se aproxima a vosotros. Al llegar, se agacha en señal de respeto,  para luego volver a ponerse en pie.

-De la partida de Atenea ya tengo noticias- os dice, con su habitual brusquedad al hablar- Nunca suelo necesitar que nadie me diga cómo organizar mi guardia, pues me las arreglo sola, pero si queréis dar alguna indicación, la seguiré. Por otra parte, ahora sois la cabeza del santuario, así que cualquier petición que tengáis que hacerme, ya sabéis dónde encontrarme. Ya he organizado a parte de la guardia para hoy, y sólo me queda dar las instrucciones a los dos caballeros que me van a acompañar, que son Jabu del Unicornio y Algol de Perseo. ¿Debo comunicarles la partida de Atenea, o por el contrario vais a decírselo vosotros mismos esta tarde? Lo digo porque me los voy a llevar a los dos al Ágora a vigilar los exteriores del Santuario, y ellos podrían dar luego la noticia al resto de la guardia. Pero eso como veais- toma aire, se la ve algo cansada- ¿Alguna orden?

Un ligero encogimiento de hombros, surge al mirar a Shaina.

- Dohko, como desees. Quizás deberiamos dejar que Shaina informe a la guardia, pero al resto de los caballeros sería más respetuoso que se lo comunicáramos nosotros. Saga, ¿qué opinais?

Saludo a Shaina con un movimiento cortés cuando entra, después de escucharla miro al Saga y a Shaka.

Creo que sería mejor que lo hiciéramos nosotros, deberíamos reunir a todos los caballeros que estén disponibles y contar los nuevos cambios moméntaneos.

¿Shaina ya sabía lo que iba a suceder y antes que nosotros?, no se ha quedado cuando Atenea ha contado las noticias pero sabe lo sucedido.

Shaina, ¿te podrías ocupar tú de convocarlos a todos excepto los que estén de guardia y en misiones?

Mirando a Shaina con indignación, con tono tremendamente autoritario, le dijo:

-Por mi parte, no tengo nada que decirte sobre cómo llevar la guardia del Santuario. Has demostrado no necesitar a nadie para cumplir con tu deber. Pero de ahora en adelante, muestra más respeto cuando te dirijas a un Caballero de Oro. Un Caballero de Plata no puede hablar así a sus superiores. Puede que tu altanería te sirva con los guardias del Santuario y los Caballeros de menor rango, pero no con los de Oro. No pienso tolerar que te dirijas a mí con ese tono de autoridad.

Después, con su seriedad habitual y sin mostrar expresión alguna, Saga dio unos pasos hacia el Caballero de Libra:

-Estoy de acuerdo en que a los Caballeros de Oro se lo contemos nosotros mismos. No obstante, Dohko, dado que ahora el trono te pertenece, debes ser tú quien hable. Creo que lo más conveniente es que Shaka y yo permanezcamos en silencio.

"Sobre todo yo. No quiero que puedan surgir temores entre los demás Caballeros al saber que yo también estoy al mando. Es probable que a más de uno le desagrade enormemente la decisión de Atenea de otorgarme ciertos poderes sobre el Santuario..."

Shaina mira a Saga con desprecio, resopla con indiferencia, y señala a Dhoko.

-Yo sólo obedezco órdenes de Atenea, y en su defecto, de él, que es a cargo de quien estoy- dice, señalando al que fue el viejo maestro- Dhoko, no tengo inconveniente en ir a buscar a los caballeros de oro. A los de menor rango, ya los informo yo para no haceros perder el tiempo, pero a los de oro que aún se encuentran en el santuario sí considero que deberíais informarlos vosotros. Digo lo de que "aún se encuentran", porque hay cuatro caballeros ausentes, Cáncer, Escorpio, Sagitario y Piscis, los cuatro en misión oficial. Junto a los cinco de bronce, son los únicos que no se encuentran en la Acrópolis. Tardaría unos minutitos en traerlos a vuestra presencia, si así lo deseáis.

Siempre sus sentimientos enmedio.

- Shaina, por favor, disculpa si Saga te ha resultado algo brusco en su trato. Estoy convencido de que sólo se trata de la impresión que a todos nos ha causado la partida de Atenea. Dices bien que quien está a cargo de la situación ahora mismo es Dohko. Hablo suavemente, ¿para qué irritar a Shaina, que dirige la guardia eficazmente y con mano firme, cuando es más cómodo tenerla de nuestro lado?.

- Dohko, podeis dar las órdenes que considereis adecuadas. Sahina ya se ha ofrecido a traer a los caballeros de oro. Ofrezco a la joven una sonrisa suave, y a Saga una mirada severa. No debemos crearnos enemigos. El cosmos en armonia funciona mejor.

Tras las palabras de Shaka, Saga sintió una ira difícil de contener. La expresión de su rostro recordaba a la de tiempos atrás, cuando estaba consumido por el odio en la batalla de las Doce Casas.

¿Cómo te atreves, Shaka?

Haciendo un breve sonido por respuesta mientras lanzaba a Shaina y Shaka una mirada de desprecio, se apartó del Caballero de Virgo y, situándose a un lado de la habitación, permaneció en silencio. Sus puños aún apretados mostraban claramente que sentía ganas de decir algo, pero se estaba conteniendo.

Mejor será quedarme al margen. Dadas como están las cosas, lo que menos me conviene es un enfrentamiento con Dohko y Shaka. Atenea, espero que no tardes en volver... ¿Por qué me elegiste a mí en vez de a Mu? Él hubiera encajado mejor aquí y seguro que ellos le hubiesen preferido. ¿Quizás el Caballero de Aries deba cumplir otra misión y por eso me has convocado en su lugar? ¿O tal vez lo hiciste porque sabías que nuestros puntos de vista son diferentes y la  diversidad de opiniones sería beneficiosa para el Santuario? En cualquier caso, lo mejor es que permanezca en silencio. El rechazo de los demás Caballeros es algo que me he ganado.

Tras este último pensamiento, con sus manos y su rostro más relajados, miró al suelo clavando sus ojos en la alfombra que cubría toda la sala.

Sorprendido ante el comentario de Saga con Shania cierro los ojos armándome de paciencia.

Parece que esto va a ser más complicado de lo que parecía en un principio.

Por la respuesta de Shaina veo que no se intimida con facilidad, como era de esperar.

Shaina trae a los caballeros ante nuestra presencia, cuanto antes avisemos de los cambios mejor para el santuario.

Miro a Saga y a Shaka.

Compañeros, espero que a partir de ahora no dudéis en expresar vuestras dudas o sugerencias. Escucharé todo lo que tengáis que decir.

Espero a que Shaina se vaya para empezar a hablar.

- Cuenta con ello por mi parte Dhoko. Siempre que me necesites estaré disponible, y si tengo alguna duda la expresaré.

Relajando el rostro miro al caballero de Géminis, reteniendo un suspiro:

- Saga, no deberías tomarte las cosas tan a la tremenda. ¿A qué ese carácter hacia Shaina? Nunca ha dado problemas y siempre ha sido leal. Deberíamos guardar fuerzas para los verdaderos enemigos en caso de que se presenten. Nosotros dos, tú y yo, debemos ser los dos lados de Dhoko, secundándole, pero eso no implica que nos tengamos que hacer valer ante quien ya nos conoce. Sacúdete ese resentimiento y esperemos a que vengan el resto de los caballeros de oro.

Tras las palabras de Dohko, caracterizadas por su tranquilidad habitual, y una vez Shaka terminó de hablar, Saga respondió con voz firme pero suave:

-Gracias, Dohko. Por mi parte no tengo nada que decir y haré todo lo que sea necesario para la buena marcha del Santuario hasta que Atenea regrese. Al igual que Shaka, puedes contar conmigo para cualquier cosa que requieras en todo momento.

Cuando terminó de hablar, se sorprendió al ver que el Caballero de Virgo se dirigía a él. No esperaba que la habitual frialdad de aquel Caballero se hubiese disipado por unos momentos. Hablaba con total naturalidad y confianza. Sabía que Shaka tenía razón y que su reacción con Shaina tal vez había sido exagerada; una exageración provocada sin duda por la situación incómoda en la que Saga se encontraba en aquella sala. No obstante, Géminis no era un Caballero que se caracterizase por ceder y reconocer sus errores, pues su orgullo era más que conocido en el Santuario. Con el mismo tono con el que se había dirigido a Dohko, le respondió:

No es resentimiento, Shaka. Considero que hay que mostrar respeto y dirigirse como es debido a quienes ostentan un rango mayor que el tuyo. No obstante, tienes razón y tanto tú como Dohko sabéis que os ayudaré en todo lo que pueda. No pienso defraudar a Atenea, que ha demostrado que confía en mí pese a que no le he dado motivos para ello. Shaka, es cierto que tras la batalla contra Hades la situación entre nosotros es tensa e incómoda, sobre todo para mí, pero intentaré que no afecte a la misión que nos ha sido encomendada.

Tenía la vista fija en el Caballero de Virgo, pero no había odio ni resentimiento en sus ojos, sino que mostraban un vivo deseo de dejar el pasado atrás y de regresar a aquel tiempo en que era un Caballero apreciado al que todos acudían y en el que todos confiaban. Esperando que lo que acababa de decir aliviase la tensión que había entre los tres Caballeros, permaneció siin moverse, esperando a los demás.

Shaina asiente con la cabeza, y parte a buscar a los caballeros de oro, como ha ordenado el Patriarca. Tardará un ratito en volver, pues ha de convocar a unos cuantos, pero no se demorará demasiado en ello.

Parte dejándoos a solas en el Partenón, sumergidos en vuestras luchas dialécticas sobre el poder, el respeto, y pensando en lo que se espera de vosotros tres como líderes del Santuario.