Partida Rol por web

El susurro hace que el señor Deaths levante la vista, y sus ojos que prácticamente no ven se fijan el contraste que producen vuestros cuerpos con las monótonamente blancas paredes de su habitación.

¿Eres tú Luiiigiii? - Susurra la misma voz chirriante y metálica que habéis oído desde el otro lado de la puerta y comprobáis que proviene de una pequeña caja metálica que el hombre tiene cogida a su garganta

Al abrir la puerta pudimos ver al tal señor Deaths. A simple vista me pareció alguien bastante vulnerable y no entendí nada.
- Yo voy a mirar en la habitación de al lado. - le susurré al que tenía a mi lado.

Me acerqué a la puerta que estaba más a la derecha y pegué la oreja por si podía escuchar algo al otro lado.

¿Qué era todo aquello? ¿Por qué tenían al Sr. Deaths metido en una habitación a esa temperatura y sin apenas oxígeno? Miró a Daphne por sí ella quería interrogarle, aunque le parecía algo difícil.

- ¿Crees que podrás sacarle algo?-Miró a Daphne por sí ella quería interrogarle, aunque le parecía algo difícil.-¿Cómo es posible que este hombre orquestara todo esto? Aquí algo no cuadra. Revisemos las demás habitaciones.Tenemos que darnos prisa.

Su indefensión parecía total, así que Steffan acompañó a Lewis hacia las otras habitaciones. No se le quitaba de lamente la imagen del tal extraño laboratorio. En su vida había visto algo así.  Si no fuera por eso habría salido ya de la casa pensando en que el pobre hombre no era más que un enfermo a punto de palmarla. Pero todo 

Lo intentaré— respondió Daphne a Stephan antes de mirar al matón que les acompañaba Tiene dinero ¿no? Puede perfectamente contratar a alguien para hacerlo, no te hagas el tonto porque no lo eres. 

La voz de la mujer trataba de imprimir seguridad a sus palabras, para sembrar la duda en el hombre que les acompañaba. Herido o no, era mejor tenerlo de su lado. Antes de que el matón respondiese, la mujer respondió con una voz seca que parecía un latigazo Luigi Di Caprio está muerto. Y sí no nos dice a donde se ha llevado a los niños de la unidad Rainbow...si no nos dice que ha hecho con mi hijo le juro que muy pronto se reunirá con él. Aquello además de una amenaza era una realidad, dado el aspecto del hombre. 

Roderick se alarmó sobremanera cuando vio como la mujer... que mujer tenía que ser, le soltaba lo de la muerte de Luigi Di Caprio al anciano con voz de lata. ¿Pero es que no sabía lo que era la prudencia? Nadie podía asegurar que estuviesen solos con aquel hombre... ¿en que demonios estaba pensando la muy insensata?

- Dhapne... -la reprendió poniéndose a su lado por si era necesario sujetar o golpear al anciano o pegarle un tiro al matón o a quien se le pusiera por delante- Señor Deaths, sólo necesitamos que nos conteste a unas preguntas y le dejaremos tranquilo- agregó para tratar de mediar un poco.

-Yo no me fío.- fue todo lo que dijo Derek, quien ya empezaba a creerse sus propias y medio inventadas historias, sin dejar de estar atento a cualquier cosa arma en mano para terminar por decir en un susurro más para si mismo que para el resto -Con esa temperatura y enrarecimiento del aire ni siquiera creo que sea humano.-

Nada. Ningún sonido más allá del ruido del motor del refrigerador sonaba desde detrás de ninguna de las puertas. De hecho, una rápida mirada al polvo que se acumulaba en las manillas y alrededor de las puertas te indicó que lo más probable es que llevaran meses sin abrirse.

Mientras habláis con el viejo señor Deaths notáis como el frío entumece vuestros músculos, y aunque no estéis haciendo el menor esfuerzo cada segundo que pasa os cuesta más y más respirar aquel aire enrarecido.

De repente una serie de pitidos salen de debajo de la silla de ruedas. Parece una especie de código morse, aunque evidentemente no se trataba del código desarrollado por Vail aunque patentado por Samuel Morse, pues la espía que lo conocía a la perfección no llegó a descodificar lo que decía.

Animado por lo que acaba de escuchar el viejo os sonríe.- Llegando hasta aquí, habéis demostrado ser mucho más inteligentes que los patanes que yo pensaba que erais. Compruebo con agrado que el mensajero y aquel que abre el camino no se equivocaron al elegiros.- Su voz no ha perdido el tono metálico y chirriante que la caracteriza, ni sus ojos se han recuperado de las cataratas, pero notáis en él una vitalidad que antes no tenía.

¡¡¡NO LE VOY A DEJAR TRANQUILO!!! ¡¡SI NO ME DICE QUE HA HECHO CON MATT LE VOY A DESCERRAJAR UN TIRO EN EL ESTÓMAGO!! Bramó Daphne totalmente fuera de sí. Parecía que el carácter de su marido se le estaba contagiando o ¿Quién sabe? Quizás era el suyo, los soldados no la conocían lo suficiente para saberlo...ni siquiera para saber si era un farol o no. Aunque a juzgar por el tono y la expresión de la mujer estaba claro que no lo era. ¡CONTESTE! Recordando en aquel momento lo ocurrido cuatro años atrás la mujer apuntó al hombre con decisión. Al primer movimiento extraño le dispararía. No estaba dispuesta a perder otro miembro de una forma tan macabra

Cuando Steffan escuchó a Daphe gritar tanto se apresuró a asomar la cabeza pro la puerta.  ¿Qué era todo aquello? El Sr. Death hablaba ya no como un viejo, sino como un hombre maléfico. Había que darse prisa.

- Lewis, registremos todas las habitaciones. ¡Rápido!- Sin esperar respuesta del su compañero abrió la siguiente puerta,l cubriéndose con la pared.

Justo a vuestro lado, el matón que os acompaña os mira indistintamente, tanto al señor Deaths como a vosotros, sin saber muy bien de que está hablando el viejo de la silla de ruedas.

Giras la manilla de la puerta más cercana, pero aunque gira, la puerta no se mueve lo más mínimo. Sin lugar a dudas, la habitación está cerrada con llave.

Como ya sospechabas, la puerta no se abrió pesé a los intentos de Wood. La puerta llevaba sin abrirse demasiados meses y lo más seguro es que estuviese cerrada con llave, como así comprobasteis cuando tras girar la manilla la puerta siguió bloqueada.

¿Seguro? - responde el viejo sin ningún temor, mirando directamente la boca del arma con la mujer le apunta- ¿Estás completamente segura de que eso es lo que harás? ¿Te arriesgarás a acabar con el único que sabe donde están el pequeño Matt y el resto de los niños? ¿No tienes miedo a perderlo para siempre Daphne?

El capellán se quedó más blanco que la cal cuando el abuelo habló, acababa de dejar claro que era más de lo que aparentaba y que tenía mucha información... demasiada... sobre ellos, lo que lo puso aún más nervioso . Con el bello de la nuca totalmente erizado y la boca seca, Craven se esforzó por contener las ganas de golpear al abuelo y salir de allí por patas, sin embargo aguantó y hasta se atrevió a hablar.

- ¿Qué demonios quieres decir? ¿Cómo ha sabido su nombre?... CONTESTE MALDITA SEA- añadió elevando la voz, para su sorpresa su ira ante aquel desagradable anciano, aparentemente inválido, se impuso a su miedo.

-A ver...- empezó diciendo Derek mientars esperaba que el resto comprendiese -Yo no tengo hijos y la verdad es que los críos me dan grima, por o que me importa una mierda toda esta tontería de los secuestros. Por otra parte si me importan, y mucho, las historias que tiene que contar y, sobre todo, sus motivaciones. Visto lo visto está claro que ninguno de nosotros va a entrar ahí con usted. Pero me pregunto qué pasaria si lo arrastramos aquí fuera y lo ponemos un ratito al sol, que se lo ve muy pálido.-

Sé muchas cosas de ustedes capellán Craven, muchas más de las que usted se imagina.- Responde el viejo a los gritos de Roderick con la misma tranquilidad que ha demostrado durante toda la conversación.

La verdad es que no lo sé señor Claypole, pero podemos comprobarlo. ¿Serías tan amable de entrar a empujar esta silla de ruedas?

En ese momento en sonido de un grito de pánico llega desde las ventanas que dan a la parte delantera e inmediatamente después empezáis a escuchar un tiroteo. Por lo que parece algo ha asustado a los matones de fuera y le están dando una calurosa bienvenida.

Escuchando esos disparos os percatáis de lo cerca que estuvisteis cuando entrasteis correr la misma suerte que aquel que está recibiendo esos balazos, si esos tipos os llegan a descubrir ahora no seríais más que cuerpos dispuestos a ser lanzados a cualquier fosa común.

Los disparos terminan, pero en lugar de las bravatas y los ¿Cómo estáis chicos? que esperáis escuchar un potente zumbido llena vuestros oídos, parece como si varios mosquitos del tamaño de un caballo estuviesen revoloteando alrededor de la casa. Aunque evidentemente no puede tratarse de eso.

¿O sí? Al menos dos de los presentes han visto serpientes caminar sobre dos patas, y sentir como una de sus extremidades se trasformaba en polvo en escasos segundos.

-¿Qué coño....? Id con cuidado- dijo Derek al grupo para agregar mirando a Deaths - Ni se me ocurre entrar, viejo ¿No has poído hablar nunca de los lazos? Recuerda que tu sillita tiene ruedas y el frío es artificial. Sería muy malo para ti que alguien destrozase el aparato que lo produce.- 

Steffan volvió a acercarse a la habitación de Deaths sólo para decir a sus compañeros que la otra puerta etaba cerrada. El pastel se había destapado. Aquel viejo parecía ser la personificación del mal. Confirmaba que era el culpable de la desaparición de los niños. Asintió a las palabras de Claypole y se encaminó al otro laboratorio.

- Yo me ocupo, a tu señal.- Le dijo al escritor para que le avisara y trataría de desconectar el generador de frío. Si no pudiera le pegaría dos tiros.- Lewis, mira pro la ventana a ver qué ha pasado ahí fuera.- Se fue al tétrico laboratorio con ganas de taparse los oídos para no oír aquel horrendo zumbido.