Partida Rol por web

La lanista disfrutaba del vaiven, aunque cuando lo sintio sacar su miembro lo vio decepcionado. Aunque de nuevo permitio que la acomode sintiendo una gran curiosidad por como haria ahora. Pronto termino con mas manos en la cama y los pies afuera, con su perfecto culo tentadoramente para arriba listo para ser tomado.

No fue necesario que respondiera algo, ya que cuando la dejaste ahi parecio por instinto mover un poco su cadera tentandolo mas. “Dame lo que tengas galo.”

Tras decir eso, sintiendo sus manos en su cadera se preparo pero no pudo hacerlo lo suficiente para cuando este se metio en ella con tal fuerza. Rapido dio un grito de placer, que cambio por gemidos de gusto. Dejandose penetrar a lo salvaje por ese hombre mientras tomaba con fuerza la cama.

Sus gemidos empezaron a ser mas altos y el doctore podria sentir un miedo que alguien viniera a inspeccionar que pasaba. Aunque solo veria al galo penetrando a su Domina y esta empezando a mover como podia su cadera para tomar mas de este.

En estos momentos, aquella mujer que gozaba de estatus y poder, había sido reducida a nada más que una ramera, clamando por su simiente, gimiendo y gritando a cada arremetida contra el trasero de la lanista.

Sentía un poco de pánico, ya que la mujer estaba levantando la voz un poco de más, y podía llamar la atención de gente indeseada.

-Domina, su voz... - 

Dijo el galo que no dejaba su brusquedad de lado. 

Si te escucho o no, no quedo claro. Pero siguio con su rostro apuntando hacia la pared, mientras el resto de su cuerpo parecia apuntar al galo. En especial su culo que buscaba mas de esa penetracion brusca en ella, moviendose ella misma para penetrarse ella misma.

Parecia como pensabas una ramera y ahora mismo estaba gimiendo como una a pesar del comentario del galo. De cualquier forma sus gemidos eran sensuales y excitantes para cualquiera que los escuchara, sin duda haciendo sentir mas poderoso al Doctore.

Más temprano que tarde, se dio cuenta de que la había vuelto loca, incluso su cuerpo se movía por puro instinto, habiendo quitado todo rastro de razón de la mujer con cada embate de su voluminosa hombría.

Escuchando el sonido mojado de sus sexos conectados a cada acometida, sumado al volumen de la lasciva voz de Camilia, hacía que se olvidara del mundo entero.

Concentrándose nada más que en carnoso y enorme trasero que se movía pidiendo más de el, y cómo gustaba de la vista, la complació nuevamente con más arremetidas.

-Domina... Ghg... Ya casi... - 

El orgasmo estaba a las puertas, a un instante de soltarlo todo, queriendo contemplar cómo tiembla de se sacude víctima de su propio clímax. 

“Vente...” dijo ella sorprendemente con menor volumen pero no por eso mas calmada, tal vez era que se encontraba llegando al climax con su sexo comprimiendose mas alrededor del miembro del galo.

Por lo que el galo sintio que tuvo que moverla mas desde ese culo perfecto. Aunque ella quisiera seguir con esa locura.

Contreñia la masculinidad del Doctore de una forma que se estaba haciendo casi insoportable para el, pero sonriendo más a cada instante que se acercaba a culminar, dándole más confianza tenía en sí mismo, para hacer que la domina no pensara en otro miembro que no fuera el suyo.

Se encontraba azotando sin piedad la tierna carne de la mujer a cada impacto sobre su pelvis, lo que le hacía pensar sí la mente de la mujer se encontraría en condiciones después de tan salvaje encuentro, no era un tema de preocupación para el galo.

A tes de acabar, levantó el torso de la mujer, para pegar su espalda a su pecho, la mano derecha la tenía bien sujeta de la cintura, la izquierda subió para agarrar de nuevo el pecho de la lanista.

Hasta que llegó, pegando el extremo del falo  a la profundidad de su femenina tierra, derramando todo otra vez en ella, cada hebra muscular se sacudía desde sus piernas hasta su coronilla en el impulso, sintiendo cómo el sudor recorría su piel. 

La sentiste rendirse ante ti aun mas de lo que la otra vez mientras disfrutaba de tus embestidas contra ella, sin duda esa sensacion que le dabas le gustaba demasiado y si aun no era un vicio con ella pronto lo seria.

Al sentirlo en su espalda se volvio a mover tirando sus manos para atrás sujetandose un poco del cuello de este, mientras este la tomaba. Quienes los vieran podrian pensar que se trataba de una pareja pero habia una clara locura ahi entre ambos.

Fue cuando este termino en ella que la sintio estremecerse con un nuevo orgasmo agarrandose mas de èl para no separarse, incluso buscando un beso final en este mientras todo el interior sentia su semilla o en realidad mientras el cuerpo de ella sentia el de èl. Ambos unidos y sudorosos, llenando el ambiente con un olor a sexo y vino de ella. “Mmm...sin duda eres especial Doctore.” comento ella como pudo entre suspiros.

Respondió a cada una de sus demandas , aún que nobfueran dichas, lo hizo tambien con la mera intención de disfrutar también.

Me alegra que le gustara domina

Aun estaba conectado, un poco duro mientras la erección se debilitaba un poco, tal vez esperaba que la mujer quisiera continuar disfrutando.

La mujer se encontraba suspirando y respirando agitada en ese momento. Sino la detenias se dejaria caer en la cama. “Claro...que me gusto.” dijo aun algo cansada. Buscando el vino cerca de su mesa y tomando un poco. Le ofrecio la misma copa al Doctore.

Si tomabas un poco descubrirías lo sabroso del vino de ella, los que les servian a ustedes no se comparaba con este. Sin duda podias entender por este sabor porque los Romanos lo preferian a la cerveza.

“Espero no estes agotado. Solo deberias estarlo luego que terminemos, para que asi no te distraigas con esas cuatro mañana.” comento ella. “Son lindas cierto?”

La calidad del vino era superior por obvias razones, mucho mejor que mezcla alcohólica de uvas fermentadas que servían abajo, dulce y delicioso.

Cómo la suculencia de la lanista que aún estaba dispuesta a seguir con la carnalidad desenfrenada, la detuvo para no dejar la caer en la cama, concentrándose en preciosa vista que estaba teniendo de sus cuerpos unidos.

¿Eso quiere decir que está dispuesta a seguirme el ritmo sin importar nada? Entonces permita que continúe fornicando y satisfaciendo sus deseos... Pero cómo dije, será a mi manera-

Una vez dejada la copa, la volvió a levantar en w pero esta vez, ella dando le la espalda, sentándose el en la cama para luego recostarse.

Por ahora, estoy a su merced, muevase cuanto fuste, yo no decaeré

Ella se dejo apoyar en pecho del doctore. “Estoy dispuesta a disfrutar lo que me hagas Galo. Sera a su manera.” acepto la mujer ya comoda en ese lugar y pareciendo depositar tu confianza en ti para que sigan ese juego de poder que solo ocurria en lo privado.

Entonces ante tus palabras se acomodo con las pies tocando el piso y alejandose solo un poco. Aprovechando que habian quedado unidos solo tuvo que empezar a mover sus caderas. En su posicion parada pera casi sentada en èl, le fue facil empezar a moverse.

El ritmo de ella empezando algo lento pero mientras mas firme se ponia el galo mas rapido se movia para aprovechar el tamaño de este. Desde tu posicion era todo un privilegio ver como la domina movia su culo por ti, dejandose llevar por ese placer que se hacia sentir a ella misma. Con sus gemidos volviendose de gusto mientras mas hacia.

Un gran espectáculo, disfrutaba de ver cómo la mujer engullia su viril falo a cada momento, gimiendo otr vez de esa manera tan dulce, permitiendo que obre cómo guste.

Acompañando sutilmente su vaiven para darle la ilusión de control.

-Cómo se siente tener a un... Hombre de verdad en su interior?-

Preguntó descaradamente a la mujer, mientras que sujetaba y se aferrba al culo de ell para atraerla un poco más al camino completo.

“Se siente bien, mi esposo muerto no se compara contigo.” dice ella aceptando facil dejar mal al muerto, incluso sonrie y se mueve con mayor velocidad su cadera. Mostrando su gusto por esta falta de respeto por su memoria.

Gime con mas fuerza al sentirlo mas en el interior de ella. “Nadie se compara contigo.” dice ella girando la cabeza para darle una mirada lasciva mientras su culo sigue subiendo y bajando.

Se relame ante las palabras de la mujer, se notaba y bastante que no la habian fornicado cómo se debe, incluso durante el el tiempo que estuvo el dominus vivo.

Mi domina merece lo mejor-

Y desde abajo comenzó a moverse, acompasando el ritmo a cada toque y movimiento de ella, que pwse a que se havia más rápido, no era dificil de acompañar, al memos para el.

“Lo meresco.” apoyaba ella sin vergüenza.

Por lo que siguio incluso cuando el hombre empezo a moverse, pero entonces fue moviendo sensualmente su culo mientras impactaba con la cadera del galo. Haciendolo aun mas placentero el movimiento de ambos.

Sin duda sabia como moverse, como disfrutar aun si el hombre decidiera quedarse quieto ella disfrutaria. Aunque no es como si el galo no disfrutaba de esa figura y movimientos que lo estimulaban como pocas dominas que habia cogido antes.

Ella habia disfrutado la atención de otros hombres en otros tiempos de sus vida, incluso su marido, y la impresión que le daba al galo es que habia quedado bastante insatisfecha por esos encuentros, no sabia si eran nobles, libertos o simples esclavos esos otros, más aquella duda janianquedado en la nada nuevamente.

Se irguió para pegar su pecho a la espalda de la mujer, llevando sus manos a las tetas de esta para jugar y moverlos, pellizcando ambos puntos sensibles entre sus dedos enormes.

Entonces avergonzaré a los que vinieron antes, y a los que podrian venir después-

Dio un chillido simpatico cuando te noto tomandole de las tetas pero fue mas alla cuando sintio tus dedos en sus duros pezones. “Hazlo. Muestrame...” comento ella acentuando eso dandole una sentada profunda al galo y quedandose ahi encima suyo mientras daba un grito del propio placer que se daba.

Le parecía simpática la actitud de la mujer, se mostraba tan lasciva que no creía que fuera aquella mujer al mando de una empresa cómo lo es manejar un ludus, parecia más una golfa de burdel que una dama noble, incluso pensaba que esa era su autentica naturaleza.

La sentada y esa muestra de obscenidad habían porvocado una nueva ola de salvajismo en su cuerpo, embriagado por la lujuria misma, tomó a la mujer de las caderas y se la sacó de encima, poniendola boca arriba sobre la cama cómo si una muñeca de trapo se tratara, se colocó los pies de la lanista sobre sus hombros antes de recostarse sobre ella, mirando a lo profundo de sus ojos.

Camilia

Fue lo que pronunció, metiéndose con brusquedad y fuerza extrema, haciendo que la cama resuene y se mueva de su posición en un chirrido, sacandola lentamente antes de repetir la arremetida, y de nuevo la cama se agitó, y de nuevo, haciendo a cada embestida un poco más rápida, sin dejar de usar su peso y fuerza, violando su exuberante ser mientras su cuerpo comenzaba a brillar por la transpiración.

“Ah...” dijo ella con sorpresa cuando te la sacaste de encima y la tiraba contra la cama, esa cama que estaba demasiado bien hecha para aguantar lo que vendria.

Ella tambien te mido a los ojos excitada, ayudandote como podia acomodar sus piernas en tus hombros, si sexo a la vista mojado. Ella parecia entender lo que venia y ya se encontraba respirando agitada por ello.

Dio un grito de placer cuando te metiste con brusquedad en ella, llevando sus manos contra las sabanas de la cama como si buscara aguantarlo en todo su tamaño. Aunque no le era facil con toda la potencia que dejaba impresa en ella cada vez que se metia en ella y la hacia gritar de placer. Sus piernas temblando con cada salida antes de que volvieras.

Seguro terminaria caminando raro luego de esa noche. Pero la disfrutaria.

En la busqueda de alcanzar la satisfacción carnal en su máxima expresión, siguió en una constante arremetida, sumergido en el frenesí de la hipnosis pasional que inunda su alma.

Gobernado por el instinto animal, sintió que su mente ya no contemplaba razón, y aún que sabia que ella estaba disfrutando, podia causarle algún daño en su cuerpo.

Pero que importaba, a ninguno de los dos les importaba, la transpiracion hacía brillar su figura bajo el manto de la tenue luz de las velas, siendo la unica testigo de los gritos, la combinación de los fluidos y los ruidos obscenos producidos por el choque de ambos cuerpos.

El doctore fue mas allá, llevandobuna de sus manos l rostro de la Domina, metiendo en su boca los dedos índice y mayor, comenzando a moverloa como si se tratara de una felación.

No... Flaquee... Por que yo no lo haré

Muy claro quedaba que el galo es bstante insaciable.