Partida Rol por web

No hizo nada, absolutamente nada que demostrara resistencia alguna contra aquella gente, lo único que hacia era mirar con desconfianza a los guardias, como si no se terminara de fiar de ellos, como si esperara que fueran a llevarla a hacer otras cosas.

Al llegar al lugar del baño comenzó a sudar ante el calor pues esto le recordaba a las aguas termales del valle que antaño fue su hogar. Escuchó lo que le indicaban y volvió a mirar a los guardias con desconfianza. Realmente parecía confiar en la mujer pero no en aquellos guardias.

- ¿Tienen que estar mirando? 

Dijo refiriéndose a los guardias y suspirando resignada para entonces comenzar a deshacerse de aquellos sucios andrajos que llevaba. 

Al ir descubriendo su cuerpo pudo verse que aún a pesar de la suciedad y la sangre reseca mostraba unos músculos bien definidos y trabajados, así como una piel pálida con diversas cicatrices a lo largo de todo su cuerpo. La que más llamaba la atención era una sobre su vientre, quizás la más reciente de ellas... 

Aquel cuerpo expresaba solamente una cosa... Era un cuerpo esculpido para la batalla... 

Poco a poco fue entrando en el agua, dejando que ésta limpiara su piel y sus cabellos para mostrar tras la limpieza unos cabellos dorados que podrían competir con el sol.

“Si.” respondio la mujer rapido y sin pensarlo.

Pero antes que pudiera llamar a los guardias pensando que ibas a resistirte, te vio desnudarte suspiro aliviada. Rapido fue a buscar la ropa sucia guardandola en un canasto cercano, uno que imaginabas que se quemaria junto a lo demas. De ahi fue a lavarse las manos.

Mientras eso pasaba los guardias que estaban ahi te siguieron los movimientos, aunque sentiste por sus miradas que no era con la precision que correspondia. Sus miradas iban al resto de tu cuerpo sin detenerse mucho mas que en lo que ello consideraban atractivo y sensual.

Fue cuando la mujer volvio que notaste otra mirada. Esta si te examino como correspondia a una guerrera. Con bastante cuidado se te acerco con un par de jabones. “Al menos tienes un fisico bueno, tal vez dures ahi afuera.” dijo tal vez queriendo ganarte con un chico halago.

“Me dejaras enjabonarte?” pregunto esta vez con algo mas de delicadeza. “Si sigues tranquila como ahora terminaremos rapido y estaras limpita. Seguro que deseas ambas cosas.”

Adonia casi se diría que esta paseando, si no fuera por las cadenas. Y porque era una esclava.

Cuando le ofrecen una celda sin ventanas sonríe. Parece satisfecha. Y en cuanto cierran la puerta tras ella se deja caer en el camastro.

Unos 20 segundos después esta durmiendo, y lo saben por los ronquidos de jabalí en celo que salen de su celda.

Sea como sea, parece que esta encantada con su nuevo “hogar”. 

Una vez en la terma Adonia contesto a Verina. No le había dado oportunidad antes. La habían pillado durmiendo y la habían sacado por la fuerza.

- Oye, amiga. No hace falta que lo hagamos por las malas. Estoy aquí, y no me pienso ir, esta casa parece tener todo lo que una mujer como yo requiere.

Vamos, que no soy la barbara, no necesitan llevarme en volandas, me dicen a donde voy, y yo camino sola.-

Le dijo a los guardas señalando con el dedo. Más infantil que amenazador.

Empezó y termino de quitarse la ropa con agilidad, y se preparo para que la ducharan. Un instante después se dio cuenta de que tendría que hacerlo ella misma. Y se rio a carcajada limpia.

- Jajajajaja. Venir hasta aquí, para darme una ducha. Divertidisimo. Por cierto, ¿qué parte del imperio es esta?.-

Todo el mundo sabían en qué parte del imperio estaban, o bien era la esclava menos inteligente de las que habían traído, o bien era terriblemente despistada. O las dos cosas.

Una mirada cargada de ira fue lo que se llevaron aquellos guardias ante sus miradas y entonces la chica regresó y el ambiente se calmó.

Aunque su cuerpo estaba tenso y en alerta no parecía dispuesta a atacar a la mujer por lo que simplemente dejó que ésta se acercara con aquellas cosas.

- Mi vida era la guerra... Desde niña... Al menos eso se me daba bien... 

Se notaba que confiaba algo más en la mujer, aunque no dejaba de mirar de reojo a los guardias, como si no terminara de fiarse del todo de ellos. 

- ¿Enjabonarme? Puedo hacerlo yo... Salvo que no te fíes de lo que pueda hacer con eso... - Dijo señalando las pastillas que llevaba en la mano y después suspiró - Adelante...

No dijo mucho más mientras dejaba a la mujer acercarse, quizás quisiera ver el cuerpo o sentir los músculos, a saber... 

Pivia parecía haber obtenido las respuestas que tanto buscaba de las palabras y comportamientos de la domina y parecía satisfecha, aunque no compartió sus conclusiones con sus compañeras, tal vez lo haría más tarde o tal vez nunca. En cualquier caso, la romana se dejó conducir por los guardia sin resistirse por lo que la dejaron caminar manteniendo el ritmo de ellos.

Pronto llegaron la sala del baño y Octavia dejó escapar una sonrisa aliviada:

-Pff por el amor de Júpiter, ya era hora, pensé que la dómina se estaba quedando conmigo...un baño en condiciones...- decía complacida y en verdad le faltó tiempo para despojarse de los raidos harapos y y meterse en la bañera de agua tibia y perfecta...aunque de haber estado fría tampoco se hubiera quejado, al menos era agua limpia.- Maravilloso...ummm- si, los gemidos de Livia se acercaban bastante a unos muy parecidos a los que daría de placer.- oh...esencia de lavanda...romero...vaya no escatimais en lujos para los esclavos, en verdad que hemos tenido suerte.

“No soy tu amiga.” corrige primero. “Pero tienes razon al parecer eres mas civilizada que tus otras compañeras. Esta bien griega.” comento aceptando al menos que parecia que actuarias de buena forma. Aunque eso no te libro de los guardias que te miraron desvestirse con un claro deseo.

La mujer tras retirar la ropa a un costado, se te acerco con un par de jabones que dejo en el borde de la gran pileta. El agua sin duda estaba caliente perfecto y mucho mejor que lo que les habia dado Gladius para lavarse.

“La limpieza siempre es importante, los dioses saben que traes cuando estuviste en la jaula del vendedor.” le comento mas como una enseñanza conservando una actitud mas seria comparado con la griega. “Estamos en Roma, la capital del imperio. No te diste cuenta en el camino?” pregunto curiosa.

“Te ayudo a lavarte?” pregunta tambien no con un tono que podrias ver como pervertido, sino mas de asistencia.

El agua estaba perfecta para ella y sin duda cuando lo comparabas con los valdes de agua fria que tuvo que sufrir por parte de Gladius, la cosa estaba mejor. El problema eran los guardias espiando tu figura sin mucha vergüenza.

“La Domina es una mujer muy generosa.” dijo en principio tomando la ropa sucia y sacandola de la vista. Mas aun cuando escuchaban los gemidos de Livia ante el toque del agua. “Ella hace lo que corresponde. Ustedes cuatro son esclavas eso es cierto, pero tambien gladiadoras. Son luchadoras que representaran a la domina tanto en el campo de batalla como aquí en su hogar.” le dijo enseñandole un poco mas de su nueva vida.

Quedandose cerca puso un par de barras de jabon cerca. “Igual no todo es placer, tendras que bañarte bien y enjabonarte. Tienes que estar muy presentable.”

Los guardias se intimidaron un poco con tu mirada, pero parecia que igual sentian la subiente seguridad para seguir mirandola.

“Ya veo, si por lo que veo has estado en muchas batalla. Lo que es bueno. La vida de gladiadora sera parecida.” comento ella reparandose a enjabonarte cuando le dices eso y se te queda mirando. Tal vez porque no queria arruinar lo bien que se estaban llevando no dijo en voz alta lo que le sorprendia que Soneya conociera que como era enjabonarse sola.

“Bueno. Puedes ayudarme lavandote vos sola y yo ire por donde no llegas.” concluyo finalmente ofreciendole uno de los ladrillos de jabon. “Tienes que quedar bien limpia, donde estabas antes se nota que no te cuidaban.” comento mientras empezaba a pasar su mano por ella tocando tu cabello para corrertelo y empezara a lavar tu espalda. Lo hacia con cuidado y de forma que no te dolia ni cuando pasaba por heridas mas frescas.

Sigo a aquella criada y la obedezco. Ante todo me parece un lugar agradable, no veo nada que me disguste fuera de lo que había visto últimamente desde que me habían apresado - Sekhmet, ése es mi nombre - acto seguido me quité la ropa y me introduje en aquella piscina a la espera de bañarme y lavarme de toda suciedad para salir totalmente renovada.

En cierto modo, pretendo disfrutar de aquel ambiente y adecuarme a él, ya en la arena será otro cantar, pero por lo pronto recibo con gratitud el cambio de vida y de ropa que ha surgido. De hecho, espero sacarle provecho.

Una vez en el agua, me lavo o ayudo a quien venga a lavarme - me gusta este lugar, creo que me voy a encontrar a gusto; ¿Verina, llevas mucho tiempo aquí? - la criada sabía mucho de aquel lugar, procuro aparentar simpatía y respeto hacia ella, cuantas más amigas haga, mejor me irá.

“Sekh..met. Sekhmet.” lo pronuncia dos veces para aprenderlo. “Si, estaba cuando la domina las presento.” dijo ella tomando la ropa sucia para apartarla completamente del lugar.

Ante tu desnudo no podes evitar atraer las miradas lascivas de los guardias presentes, que te miran y recorren sin vergüenza. Aunque cuando te metes en la piscina. A pesar de ello la mujer no parece notarlo y vuelve con dos barras de jabon dejandolas cerca del borde.

Sin preguntar y al ver que la ayuda, Verina empieza a lavarte. “Me alegra que le guste, este lugar sera el de lavado para cuando terminen sus peleas. Aunque tambien sera de relajación antes de que estas empieces.” le informa lavando ya su espalda y parte que la egipcia no podia.

“Si, unos cinco años.” pareciendo amigable, tal vez porque no le dificultas su trabajo de tenerte toda limpia de la mugre que tomaste en lo de gladius.

- Vale, no amiga. Claro.-

Adonia empezó a meterse en el agua. Y siguió escuchando cuanto le decían.

- Sí, no había caído en que el esclavista no era precisamente un tipo limpio. Roma. No, no le puse excesivo interés. Imagino por cómo hablas que aquí hay gente importante, y que se ganara mucho dinero con los combates.

Mejor, eso significa que habrá calidad y buen espectáculo.-

Llego un punto en que parecía que hablaba más para si misma que para la doncella que estaba a su cargo. Luego noto que le había preguntado algo.

- Bueno, no es necesario, pero si quieres que termine antes no te cortes.-

La griega hablaba de manera distendida, sin un ápice de amenaza en su voz, o en su lenguaje corporal. Parecía realmente cómoda con la situación. 

- Aún no sé qué es eso de gladiadora realmente... ¿Me han comprado para luchar? No lo entiendo...

Era como si la intimidad, en un ambiente más calmado y sosegado la bestia se sintiera algo más calmada y relajada, aunque la tensión de su cuerpo seguía ahí y no perdía de vista a los guardias, casi como si no se fiara de ellos.

- Bien, aunque es más fácil bañarse en un río que en este sitio... ¿Para qué iban a cuidarnos? Solamente somos mercancía... ¿No?

Parecía haber asumido el ser tratada como un simple objeto. 

- Si te es difícil de pronunciar puedes llamarme simplemente Sekh - mi nombre no era precisamente una palabra latina y tanto su pronunciación como el sonido obligaban a practicar más para que se escuchase tal y como yo lo decía - ¡5 años! - me sorprende que llevara tanto, viéndola no parecía irle mal - ¿estás contenta aquí? - tampoco es que me vanaglorie de su estatus de esclava pero a tenor de su servicio no parecía su situación tan mala sino que gozaba de vivir bajo un techo y hasta con cierta protección - no pretendo darte problemas, Verina, he visto lo que puede acabar siendo una vida de esclavitud y si puedo salvaguardar la salud y hasta ser feliz ¿por qué arriesgarme a perder? 

Tal y como lo veía, había sido una gran fortuna que aquella noble romana me hubiera adquirido y a las demás también, aunque desconocía cómo sería en realidad la vida, me fijo que el atuendo de Verina no es malo y tampoco la noto resentida - ¿tienes familia? - si quería ser amiga de la romana tendría que conocerla mejor y eso pasa por saber necesita algo o a alguien - no te pregunto por incomodarte, si es así puedo guardar silencio - también esperaba que me diera consejos aquella mujer, igual preguntar era visto como algo negativo.

Le facilito la tarea del baño, ayudándola y no poniendo obstáculos - me gusta este sitio, el agua - en Egipto era un símbolo de riqueza y poder, el hecho de poder bañarme en aquella piscina, en cierto modo era un reconocimiento del que podía sentirme orgullosa. Me levanto y juego un poco con la mirada de los guardias y cómo se escurre el agua a través de mis pechos y todo mi cuerpo, también juego con las miradas de la romana - si hay algo que pueda hacer por ti, tan sólo tienes que pedírmelo...

- En relación a mis compañeras... te recomiendo cierta prudencia con Soenya - la germana era como una bestia salvaje sin domar - aún no ha asimilado donde está, le llevará tiempo. Creo que Adonia está loca - aún así tiene momentos de lucidez, así que, no era tonta o no convenía considerarla como tal - pero es inteligente y a Livia le pierde la boca - hablaba demasiado, aunque no parecía mala persona a pesar de toda la historia familiar que tenía detrás - no sé cómo luchan pero creo que darán un buen espectáculo - me convenía hacerme amiga suya, de Verina, así que, la aconsejo con respecto a lo que ya había visto de las otras.

-No se porqué eso no iba a ser placentero...- dice tomando el jabón y empezando a lavarse, sin muestra de pudor ninguno, no había lugar para ese lujo en la vida de esclava.- Se que no te importa, pero me llamo Livia.- dice mientras se lava cuidadosamente el cabello. Sus maneras y su afán la delataban como alguien que disfrutaba cuidado su cuerpo en otra época- ¿tiene un cepillo? me temo que los enredones de semanas van a necesitar mucha agua caliente y paciencia. ¿No hay prisa no? La domina querrá que estemos bien presentables.

“Como dije es la capital del imperio, claro que hay gente importante aquí.” comento pareciendo no creerse que preguntaras tales cosas. Por lo demas le dejaba a Adona pensar en voz alta todo lo que quisiera.

“Es mejor que terminemos rapido, ya que luego iras a hablar con la Domina.” le explico y empezo a enjabonarla por varios lugares que no podia alcanzar la griega antes de pasar a otros. No parecia sentirse mal por lo que hacia en ese momento, sino que era muy cuidadosa en lavarte o ayudarte a a hacerlo.

“Ser gladiadora es un gran honor. Es una forma de demostrar la fuerza y el valor de los humanos tanto a dios como al emperador.” dijo ella mas como si estuviera repitiendo una oracion famosa que hubiera usado muchas veces. “Te han comprado para luchar y traer gloria a la casa Donimus. Pronto te encontraras en un circo o arena luchando por tu vida pero si logras triunfar...tu vida sera mucho mejor que la que cualquier esclavo comun.” le seguia explicando.

Rio un poco ante tu comentario del rio. “Es mas relajante y civilizado aquí, ya te acostumbraras.” comento primero. “Son esclavas, pero unas muy valiosas si saben como pelear. Nadie en esta casa quisiera que se mueran de una herida sin cuidar o de los malos humos. Por eso te lavo ahora mismo.” comento mientras seguia emjabonadola y enjuagandola, ya metiéndose en partes del cuerpo de ella mas atrevidas.

- Gracias.-

Dijo la griega al notar que le echaban una mano, y se apuro para estar limpia en el menor tiempo posible. No quería hacer quedar mal a Verina. La Domina, le daba un poco igual.

- Lista, dame la ropa ya me vestiré en la celda.-

Dijo sin tapujos y empezó a andar camino a las celdas en perfecta desnudez, pero se detuvo cuando los guardias cerraron filas, aunque estaban con la boca abierta y les colgaba la baba.

- A sí, claro, me tienen que llevar. Pero no sean bruscos, no me gustaría tener que darles una patada en la entrepierna, ahora. Seguro que les dolería.-

No buscaba problemas, pero estaba claro lo que opinaba de los guardias. Si pretendía escapar desnuda, o en verdad iba a vestirse en su celda, era un verdadero misterio. 

“Estaba cuando se presentaron con la Domina. Recuerdo tu nombre romano.” comento la mujer que si le permitias te ayudaria a lavarte. Cuando le preguntaste por un cepil,lo asintio “Un momento...” dijo y no mucho tiempo luego lo trajo. “La domina si bien es paciente no hay que probarla por eso estoy aquí para ayudarlas.” comento con cierto humor.
 
“Estaras presentable me asegurare.” parecio jurarte antes de enfocarse en su labor. Sus manos llegaron sin asco a otras partes que bien podrian ser incomodas pero que por tus lujos anteriores, recordabas que era lo que hacian las sirvientas contigo.

“Ya mas tarde vere como te llamo.” comento con algo de humor. Ante la sorpresa de la egipcia te miro tambien sorprendida. “Si, bueno. Estaria mejor siendo domina pero viste como es de gracioso el destino. Igual no me puedo quejar me tratan bien.” dijo de nuevo con humor. “Porque te parece raro 5 años?”

“Gracias, parece que no eres la unica entre las tuyas asi. Es un buen pensamiento, no hagas problemas y saldras mejor.” comento en complemento a lo que habias dicho de no dar problemas.

La mujer te vio de reojo y luego de nuevo a su labor. “No es necesario que guardes silencio, pero prefiero no hablar de mi familia.”

Cuando sales los guardias de nuevo te prestan atension y te parece que la romana tambien lo hace con una pasion parecida pero mas disimulada. “Algo que puedas hacer por mi?” pregunto divertida. “Tu eres la esclava, creme que siendo liberta tengo mas opciones.” le devolvio no con mal genio, tampoco es que negaba mucho eso de que pudieras hacer algo por ella. Mientras seguia lavando incluso sumo un cepillo para el pelo largo de ella.

Escucho como describias a tus compañeras pareciendo tomar nota mental. “Ya veo, lo tendre en cuenta. Son bastante diversas aunque por lo poco que mire de ustedes no son fisicamente lo que se esperaria de una dama romana. Al menos con sus musculos...no quiero decir que sean feas.” comento rapido corrigiéndose a si misma en un momento.