Partida Rol por web

Pasado un par de dias luego de la reunion donde se realizo el ritual de los lares. Parecia que la situacion en el Ludus habia cambiado, parecia volver a la calma en cierto sentido pero no del todo. Una noche Alina fue convocada por el Pater y nunca mas volvio a la celda no supieron mucho de lo que paso. Siguiendo eso trataste de conseguir informacion pero aun Livia no pudo saber mucho. Las cosas se precipitaban y no sabia Brinda donde terminarian.

Aunque algo que no olvidabas era tu posible reunion con los sirvientes, los cuales pudieron mandarte un mensaje para encontrarte en un momento que tenias libre en el famoso baño donde te habian visto. Ahi fuiste y los hombres se encontraba ahi con la mitad de sus cuerpos sumergidos en el agua.

No puedo evitar que toda la situación me preocupe. Es evidente que Alina se la estaba jugando, así que probablemente la hayan vendido a otro ludus o algo peor. Con los egipcios aprendí que no te conviene formar lazos con otros esclavos, pues no somos dueños de nuestras vidas. Pero no puedo evitar sentir algo de pena por quién fue mi compañera para convertirnos en gladiadoras. Y lo que más me preocupa es la situación en la que nos quedamos nosotras, apenas dos gladiadoras.

Por suerte el mensaje que me hacen llegar los esclavos sexuales me aparta de mis oscuros pensamientos y me arranca una sonrisa. Durante esos días he intentado contactar con Neitin para pedir su ayuda con el tema que me pidió el pater, pero no he podido. Así que hablar con estos esclavos me puede venir bien.

Llego a los baños y les veo metidos con el agua cubriendoles de la cintura para abajo, dejando al descubierto sus musculosos torsos que provocan que mi respiración se acelere. Sin decir nada me acerco quitándome la túnica, revelando que solo llevo una pieza de trapo en la parte inferior pero los pechos al aire, y me meto en el agua entre los dos. Vaya, no negaré que estaba deseando vuestro mensaje.

Mientras el compañero que no habia hablado mucho tal vez siendo algo mas serio, pero no por eso timido acercandose tambien a ella. De nuevo levantandose dejando mostrar algo de su miembro ya mas duro para acercarse a ti. Sin preguntar mucho fue con su rostro cerca a tu rostro dejandote que observes sus ojos celestes por unos segundos antes de darte un beso largo.

Se quedo ahi un rato disfrutando de tus labios antes de alejarse un poco. "Tan sabrosos como imaginaba." dice el hombre lamiendose los labios.

Dejo que me lleven hacia el centro del baño mientras me agarro de su cintura. ¿Y con quién más pensabais que iba a venir, con Zared? digo en tono burlón.

Cuando veo parte de sus miembros me doy cuenta de que ellos, debajo del agua, no tienen nada de ropa, y eso me excita. Pero de momento yo sigo conservando la cobertura de mi sexo.

Finalmente el más callado y serio se me queda mirando, y yo me pierdo por un momento en sus ojos azul celeste, hasta que une sus labios a los míos, compartiendo un beso sumamente agradable. Cuando nos separamos sonrío y yo también me relamo un poco. Los tuyos tampoco han estado mal. Ahora probaré los de tu compañero digo girando la cabeza para besar al otro con la misma pasión que puse en el primero.

Mientras tanto con mis manos sujeto sus cinturas pero pronto empiezan a resbalar hacia la parte delantera para jugar primero poco hacia arriba con sus abdomenes de músculos marcados y finalmente bajando lentamente en dirección a la parte que tanto quiero acariciar para comprobar como de armados están. El hecho de que esto para mí no vaya a ser solo por lujuria no quita para que quiera disfrutar de la pasión de los dos esclavos.

Mientras Kal tambien se acerca sintiendo tu mano recorrerlo y hace lo mismo. Tocando tu cuello, acariciandolo y bajando por tu cuerpo con su suave mano que no parecia para nada la de un guerrero o cazador. Se notaba otra experiencia de vida. Incluso las heridas tuyas con los egipcios se sienten mas tranquilas con su mano.

"Te mostraste bien. Aunque te falto ahi abajo...donde no pudimos ver." comento este con su mano mas abajo tocando las telas que te habias dejado.

Por su lado ambos hombres te dejaban tocar como querias, si bien a veces notabas que hacian sus cuerpos mas duros para sus musculos. Aunque ya llegando mas abajo notaste sus armas mas duras, aunque estuvieran bajo el agua eso no afectaba lo que sentian. No eran tan grandes como Zared pero sin duda era un tamaño privilegiado por las comparaciones de otros penes que abias visto fuera de tu aldea.

Bueno, pues supongo que eso no es justo respondo a Kal con tono juguetón. Y, escapándome un momento de sus agarres, me levanto para quitarme las telas que cubren mi sexo y dejar que lo puedan apreciar en toda su magnitud.

No voy a negar que la situación de estar con dos hombres me tiene excitada. No es algo que haya hecho mucho, y creo que puede ser bastante entretenido. Así pues, a menos que alguno quiera jugar un poco (en cuyo caso esperaré hasta que termine su exploración), volveré a sentarme entre ambos para sentir sus manos recorrer mi cuerpo y yo poder empezar a masturbarlos lentamente.

De todos modos, no os preocupeis, no os vais a quedar solo en ver comento con un guiño. Luego me bajaría un poco para "bucear" y poder dar una lamida a sus miembros antes de volver a subir a la superficie, con una mirada divertida.

Decidido que lo mejor es acompañarles cerca de la orilla porque tienen razón, hay ciertas cosas que seguro quieren que hagamos que se hacen mejor pudiendo respirar. Una vez allí disfruto de la sensación de cuatro manos recorriendo mi cuerpo mientras dos pares de bocas deseosas me besan una los labios y la otra el cuello y el hombro por la parte de atrás.

Sus caricias me arrancan algún suave gemido mientras mis manos vuelven a buscar sus miembros para masturbarles lentamente. No pasará demasiado tiempo antes de que, con una sonrisa, me aparte de ellos para ir bajando la cabeza, dejando claras mis intenciones. Les muevo para que se pongan uno junto al otro y entonces empiezo a hacer una felación a Dagda mientras masturbo a Kal para luego ir cambiando, incrustando sus miembros en mi boca y garganta buscando llegar hasta la misma base.

Hago caso a Kal, pero no me limito a dejarla dentro durante un momento sino que además levanto los ojos para mirarle directamente desde esa posición. Imagino que eso le dará una buena imagen, con mi boca pegada a su pubis mientras le miro intensamente. Luego paso al otro y hago el mismo proceso, para después dedicarme a regalarles unas mamadas profundas usando mi boca y mis manos y disfrutando de los suspiros y gemidos que van soltando.

No lo notarán pero ahora mismo mi vulva se siente como una cascada de tan excitada que estoy. Aún así seguiré haciendo lo mismo hasta que ellos mismos decidan cambiar o yo ya no aguante más y me monte sobre el primero de ellos.

Disfruto de los gestos de los dos esclavos, que a pesar de su experiencia parecen estar disfrutando realmente de mis acciones. Eso me hace en cierto modo sentir orgullosa de mí misma.

Observo por el rabillo del ojo como finalmente es Dagna el primero en levantarse, dejándome en exclusiva con el miembro de Kal para seguir regalándole una profunda mamada. No puedo evitar un estremecimiento y que mi piel se erice en el recorrido de su mano sobre mi espalda. Cuando me palmea un par de veces las nalgas, muevo las caderas divertida.

Sin embargo cuando empieza a jugar con mi vulva, intensos gemidos mueren sobre la polla de su compañero mientras me estremezco entera. Y finalmente, cuando me la clava casi de golpe, tengo que dejar lo que estaba haciendo para lanzar un profundo gemido de placer. Pero no tardo en volver a darle placer bucal a Kal, mientras su compañero empieza a moverse detrás mío.

Cuando finalmente Kal toma mi rostro y empieza a moverse él también, me quedo quieta pero aceptándole completamente que lo haga y disfrutando de que lo haga. Ya me han follado la boca antes, y con un miembro más grande que éste, así que no me va a conseguir dar arcadas. Y la sensación me parece placentera, así que me dedicaré a disfrutar y, si puedo hacerlo sin perder apoyo, llevaré una de mis manos a acariciar los testículos de Kal suavemente.

Mis gemidos ahogados y los sonidos acuosos que vienen de mi sexo deberían ser suficientes para hacer comprender a los dos hombres que me gusta lo que me están haciendo.

Puedo sentir como Dagda se adentra una y otra vez en mi sexo mientras, un poco desacompasado con su compañero, Kal lo hace en mi boca y garganta. Por suerte tengo la suficiente experiencia como para saber coger aire en el momento que se retira y así poder mantener mi respiración.

En cualquier caso me siento usada, como si no pudiera hacer nada. Como si ahora mismo fuera una muñeca entre los dos teniendo que soportar lo que quieran hacerme. Y es cierto que normalmente me gusta ser más bien la que controle la situación, pero en esta ocasión les cederé el control para acostumbrarme, porque seguramente con los romanos muchos querrán tener ellos el control.

Así pues me limito a disfrutar de lo que hacen mientras el placer se va acumulando en la parte baja de mi abdomen, anunciando la proximidad de un orgasmo, que puede ser solo el primero.

Tanto los movimientos de mis caderas, que acompaso con los de Dagna aprovechándome de sus gestos para saber cómo darnos más placer a los dos, como los gemidos que suelto cada vez que me saca la polla de la boca o la forma en que aprieto en ocasiones contra su cuerpo ya deberían ser respuesta suficiente para Kal. Sin embargo, afirmo con la cabeza (que una niña buena no habla con la boca llena), confirmando lo que ya sabe.

Llevo una temblorosa mano a acariciar mi clítoris, forzándome a alcanzar un clímax que me hace sacudirme entera. Cierro los ojos disfrutando de las terriblemente placenteras oleadas mientras mi sexo se contrae en rítmicos espasmos que me hacen sentir aún más la polla de Dagna. Sin embargo consigo controlarme para no hacer nada malo a la de Kal, aunque tengo que sujetarme a los lados de su cuerpo para no caerme.

Cuando los picos de placer descienden, vuelvo otra vez a moverme como lo estaba haciendo, dejándoles ver que soy más que capaz de continuar a pesar de haberme corrido. Y no solo eso, sino que sigo deseando continuar.

Ahora que no tengo la verga de Dagna en la boca mis gemidos se hacen más evidentes. El sabor de la descarga del hombre me gusta, pero quiero mucho más todavía.

Escucho lo que dice sumergida en la lujuria pero tengo una tercera opción, una que puede que en otras ocasiones no la hubiera considerado pero en esta situación me parece necesaria.

¿Y por qué no los dos a la vez? digo, levantándome para parar un momento a Kal y girarme de modo que ahora le mire a la cara, lo que provoca que mi trasero quede a la completa disposición y disfrute de Dagna. Supongo que comprenden lo que quiero, ahora falta saber si será tan bueno como imagino.