Partida Rol por web

Marte me había prometido sería imbatible si tomaba la iniciativa,incluso aquella vez que me dio en su visión a la fallecida domina me había prometido que las mujeres caerían a mis pies. 

Y él nunca mentía no decepciona. Comencé a masturbar su clítoris despacio dándole más placer.

Oh Marte ya hablo y me dijo que hacer cuál es mi papel.  Cuando el dios diga mi papel será Comandar a los cercanos,hacerlos entender sus palabras y dejarlos solo leales a el. digo y cuando notó está mojada levanto uno de sus muslos y la penetro suavemente comenzando a follarla depie luego tras un poco la pongo en la cama a cuatro patas y voy subiendo haciéndolo más duro y profundo mordiendo el lóbulo de su oreja y su cuello excitandola más.

-No hay leones.. Si hubiéramos sabido que un Dios caminaría entre nosotros habríamos tenido la ofrenda adecuada, pero como habéis expresado vuestro deseo de no ser reconocido habrá sido una inspiración divina el no haberlos dispuesto, porque cualquier mortal sabría que está ante un Dios si os viera con dos leones a los pies-

Hago una señal a una de las esclavas, sin prestar atención a que animal representa para que se acerque 

-Aceptad este humilde presente-

Con una mano masturbo su clítoris mientras con la otra masajeó sus pechos dándole placer.

Golpeó cada vez más duro dentro suyo mientras muerdo su cuello. Cuidado con lo que deseas o la potencia te romperá digo mientras estiro sus pezones en un momento escupo en mi mano y mojo su culo.

Meto mi polla hasta su útero y luego la saco.

Por la polla de Marte digo antes de penetrarla por el culo

Me retiro sin más para volver junto a Faustus. 

-Necesitamos una piel de león.. ¿Hay alguna en el ludus?.. No hagas preguntas ahora, pero nuestro nuevo dios está entre nosotros y quiere un león - 

Livia acelera el paso, no puede permitir que la adelanten en el cómputo de monedas, y tampoco podía perder el tiempo en pelear o en entorpecer a sus rivales. Si estuvieran en un circuito con obstáculos o un maldito bosque, de seguro que intentaría hacer tropezar a los gladiadores de Balbo pero no estaba en tales circunstancias, por lo que sólo podía expulsar el aire con fuerza de sus pulmones y apretar más su carrera, tomando otro puñado de monedas y volviendo a toda prisa con Faustus.

Livia penso en el relato de heracles habian muchas versiones pero la mas clara fue la astucia que mostro este para conseguir las manzanas doradas. Si bien su enemigo no era brillante habia en el relato una idea de hacer trampa.

Se le corrio un par de cosas para lograrlo, una fue tirar las monedas a Faustus aunque lo vio hablando con Elia distrayendose. Por lo que bien podria hacer lo segundo que fue llevarse directamente toda la canasta de moneda y si bien dejaria ocupadas sus manos deberia ser facil volver si tantos enemigos ahora que pudieran robartela. Sino la otra seria hacer que el sirviente se acerque a Faustus y de ahi darle las monedas.

Obvio que estas trampas podian terminar si los demas trataban de evitarlo.

Livia chasquea los dedos y pone una sonrisa divertida al ocurrírsele una idea. Mira de refilón a Faustus y al sirviente con la cesta más cercano, calcula la distancia y se lanza a por el "árbol de las manzanas" pero en lugar de coger un puñado de monedas, agarra la cesta entera y pone pies en polvorosa para escabullirse entre el resto de gladiadores y llevar la cesta a su domitor.

La pelea se volvia cada vez mas violenta pero una trompada bien puesta de Brinda hizo caer finalmente a la griega al piso con un moreton que marcaria el ultimo golpe de la morena pero adentro ya se encontraba media rota y mas con la caida. Con eso Brinda quedaba como una gladiadora muy fuerte que ya habia tirado a los oponentes con los que se habia peleado.

Por otro lado al terminar con la griega Brinda fue por Elia que ya se encontraba a su distancia y no se dejaria hacer caer tan rapido por lo que volvio a esquivar.

Pronto la peliroja vio al norteño volver con algunas monedas y ella por si acaso tomo tambien. Pero sin que se dieran cuaenta livia volvia con la casta llena de monedas. "Atras idiotas!!! Esta haciendo trampa!" grito balbo que señalo a la romana. Por lo que rapidamente hubo una carrera de parte de esos tres gladiadores. Con Elin y el norteño dandole las monedas a Baldo antes de pasar a tratar de robarle las monedas a Livia.

Por un momento parecia que lo lograrian pero esta llego de golpe con su lanista que tenia a Elia charlandole al oido. Talvez la sacerdotiza habia visto que ganarian y por eso se acerco a gritar junto a los demas la victoria.

Faustus que parecia totalmente distraido recibio la canasta por un momento confundido y mirando a Livia a los ojos, antes de darse cuenta de todo. "No hubo trampa nunca dije que no podian traer la canasta. Ademas por lo que veo han caido muchos de los tuyos." dijo ignorando a los que habian caido de su lado. "Creo que el ludus se lleva la victoria cierto?" pregunto a los invitados y luego vio a Elia. "No es verdad querida sacerdotisa. Los dioses nos han dado la victoria por la ferocidad y la astucia de las nuestras." expreso casi como un grito alzando la canasta.

Al parecer para el resto eso fue suficiente, no habria conteo ni se seguiria peleando por las demas monedas. Balbo en ese moemnto se vio muy irritado pero no le dijo nada a Faustus. Dejando que los festejos de los invitados ebrios fueran quienes marcaran la victoria en este enfrentamiento. Eso corto la batalla que habia seguido entre Kande y Drust, dejando que ambos se vayan a su grupo.

"Disfruten de la comida y bebida. Nos tomaremos un tiempo para la siguente prueba." expreso al resto y miro a las gladiadoras y a Elia. "Vengan, hay para hablar."

Con una gran sonrisa triunfal, Livia disfruta de la rabia de Balbo como si fuera la mejor de las ambrosías, incluso llega a dedicarle a éste una mirada burlona y una reverencia antes de retirarse tras Faustus, serenándose al ver la urgencia con que su domitor las llamaba.

Miro a Balbo muy seria y levanto dos dedos, en señal de los dos gladiadores que he derrotado sin recibir ni siquiera el más mínimo rasguño. Bueno, hubo uno de los ataques que me dio un poco de refilón, pero no llegó realmente a hacerme daño.

Después de eso me marcho junto a Faustus, ahora frunciendo el ceño. Esa prisa no me gusta para nada. Pero veremos, nosotras no tenemos permiso para hablar hasta que no exponga sus motivos para reunirnos, así que esperaré a ver qué tiene que decirnos.

Un asentimiento distraído como respuesta sobre si la victoria ha sido limpia. Sin más palabras voy tras Faustus y las gladiadoras, aunque no me parece buena idea dejar a los ilustres invitados sin supervisión. Una palabra fuera de lugar ahora podría provocar un desastre.

Balbo no se encontraba para nada contento con el resultado y ademas parecia dispuesto a castigar a sus gladiadores perdidos. Mientras los invitados parecian contentos aplaudiendo, tomando y acercandose a los sirvientes animales que les habian dado antes.

Faustus mientras se iba, haciendo gestos a algunos sirvientes para que lleven a los heridos junto a ellos. Entonces se encontraron fuera de la sala pero solo separados por la puerta que cerraron detras de ellos. "Primero que nada felicidades a los que ganaron y permanecieron de pie. Los demas espero que cubran su fallo en la cama y en cualquier lugar que les pidan los invitados."  expreso el hombre que como paso de alegria para unos paso a enojo con los demas.

Pero es que se lo notaba mas nervioso ahora que estaban ellos solos. "El emperador esta en la fiesta. Oculto por el momento cerca de su estatua. Lo averiguo Elia, aunque ahora que recuerdo algunas me lo señalaron cierto?" pregunto mirando a Brinda. "La fiesta no cambia pero daremos mas respeto a nuestro nuevo dios. No lo anunciaremos porque supongo que espera presentarse solo."

Afirmo ante sus palabras. Me fijé en las dos figuras encapuchadas y en que se sentaban cerca de la figura del emperador. La lógica unida a sus palabras previas me hicieron pensar que podrían ser algunos partidarios de nuestro nuevo Dios, y por tanto me llevaron a avisarle para que lo tuviera en cuenta.

Saber que es el emperador en persona hace todo todavía más intenso. Esperemos poder complacerle, porque sino las consecuencias pueden ser nefastas para todos. En cualquier caso puede disponer de mí para lo que necesite, espero que lo sepa. Yo siempre buscaré su bien, mi señor.