Partida Rol por web

Pasan la noche y cada uno cumple con su guardia. Todos despiertan al amanecer cuando el sol que se filtra a través de los árboles comienza a iluminarlos, recogen sus cosas y vuelven al camino, falta muy poco para llegar a Grubentreich, sin embargo, un acontecimiento les llama la atención. Se encuentran con una patrulla y, habiendo cruzado una ya durante el camino, no prestan mucha atención y se disponen a pasar de largo, pero las cosas no resultan ser tan sencillas, uno de ellos, el cabecilla, presumiblemente, los mira con especial atención durante unos segundos antes de que su mirada se transforme en una de ira.

El hombre desenvaina una espada larga con rapidez

¡Prepárense para la batalla hombres! - exclama de repente y todos toman sus armas con fuerza, prestos para la lucha -

*Y esto??!

El repentino ataque de los guardias la intriga, pero dificilmente encuentra con la guardia baja... Amanda de inmediato extiende la mano hacia el centro de la formacion, comprendiendo de inmediato que estos van en serio... y por ende, ella tambien.

-Pluvia silexis arae!

Una lluvia de piedras cae sobre soldados y lider por igual, mientras la muchacha sube al primero de sus caballos...

No es que jamas hubiese vivido una situación de este calibre, pero no podía dejar de sentirse tremendamente sorprendido. Habitualmente los engreidos guardias o soldados intentaban intercambiar un par de frases antes de proceder con el abuso de poder. Habitualmente todos econtraban una muerte solicita antes de poner las manos encima del montaraz. Esta vez no sería diferente.

- ¡Insensatos! ¡Temed de nuestra colera!...

Rapidamente el habilidoso humano cogio el arco de su costado izquierdo, su mano derecha volo hasta la maravillosa bolsa que guardaba sus pertenencias y con un solo pensamiento lo primero que estuvo presto eran sus flechas. Los dedos se encontraban aún entumesidos por el frio de la noche y la falta de practica de los ultimos días, aún así tensó la flecha en un abrir y cerrar de ojos, y repitio el proceso. Solo se oyeron dos chasquidos y las flechas salieron volando hacia su objetivo. No era un buen disparo y él lo sabía, pero al menos esperaba que su rapidez intimidase a los estupidos que se atrevían a interponerse en su camino.

-O las proximas flechas se alojarán en vuestros gaznates.

Era fácil predecir porque sus tan apresuradas intenciones de atacarnos. Si ellos no tomaban la iniciativa seguramente yo lo hubiera hecho. Era excitante de nuevo encontrarme en frente de uno de mis mortales enemigos, los estúpidos seguidores del benévolo Heironeous. La sangre corría mas rápido y las ganas de una pelea y de la destrucción de mis rivales salia por mis poros.

Paso mi mano por mi espalda y saco mi maza armas y rápidamente muevo mi mano libre intentando conjurar algo. Mis labios se movían insonoros. Pongo mi mano estirada señalando el suelo y un circulo poco a poco comienza a a formarse alrededor mio. (circulo mágico contra la ley)

Muevo mi maza un poco de lado a lado. ¿Que esperan?. Señalo mi pecho con un dedo. ¡Vengan por mi!. mientras una risa macabra salia por mi boca.

 La primera en reaccionar es Amanda, quien con un par de gestos desata una pequeña lluvia de piedras sobre los guardias y su líder. Luego, Celghik y Aramil proceden a actuar, el primero protegiéndose contra sus atacantes, el segundo tensando y disparando dos flechas, aunque ambas fallan su objetivo.

 El líder y cuatro de los guardias atacan a Celghik. Todos los últimos aciertan, siendo el líder el único que falla sus dos ataques.

 Un último guardia se acerca hasta el explorador y lo ataca, pero este logra esquivar el golpe por muy poco.

La joven mira a Celghik, rodeado de enemigos... Como esperaba, es por el. Su naturaleza debio ser lo que sobresaltara al paladin... y bueno. Por ende, lo que hace ahora tambien es merecido para el que les ha traido problemas...

-Pluvia silexis arae!!

Las piedras llueven nuevamente, sobre los soldados, su lider de grupo... y sobre Celghik! Seguidamente, la joven guia sus monturas regresandose por el camino, alejandose un poco del combate... Todavia no es tiempo de huir, pero tampoco hay necesidad de arriesgarse demasiado...

 Miro iracundo a los guardias que me habían golpeado. Las ganas de sangre y de combatir no me dejaban, la sangre hervía y pasaba calentando todo mi cuerpo.

Sabia que eran fuertes y no podía permitir que atestaran ningún golpe mas. Comienzo nuevamente a mover mis labios insonoros pero esta vez miro mi mano. Poco a poco se torna de color morado oscuro, casi negro y la pego con mi pecho(Protección contra el bien) exparsiendo toda el aura oscura por mi cuerpo.

Y me preparo para la esquivar cuanto ataque se me venga. 

Miro iracundo a los guardias que me habían golpeado. Las ganas de sangre y de combatir no me dejaban, la sangre hervía y pasaba calentando todo mi cuerpo.

Sabia que eran fuertes y no podía permitir que atestaran ningún golpe mas. Comienzo nuevamente a mover mis labios insonoros pero esta vez miro mi mano. Poco a poco se torna de color morado oscuro con rayos azules, casi negro y la pego con mi pecho(curar heridas moderadas) exparsiendo toda el aura oscura por mi cuerpo.

mientras de nuevo me preparo contra los guardias.

Los soldados habían llegado demasiado lejos, empezaban a ser una verdadera molestia. Aramil solo deseaba llegar cuanto antes a Middenheim, prepararse para la misión que tenían delante y emprender un nuevo destino, que desde aquí en la distancia auguraba podría llevarle a extraer el maximo de si mismo.

- Como deseis!

Dio un pequeño salto hacia atras con agilidad y saco una de las flechas especiales de su espalda. Apuntó con toda la intención de acabar con su objetivo y disparo certeramente. Tan rapido como era habitual en él otra flecha estuvo de nuevo a punto en su arco, un nuevo chasquido y el proyectil abandono su mano a toda velocidad.

Amanda vuelve a hacer caer una lluvia de piedras sobre los guardias, aunque esta vez también afecta a su compañero, haciéndole un poco de daño. Ante esto, el clérigo impone sus manos sobre sí mismo y se cura, aunque menos de lo que hubiera esperado. Luego actúa Aramil con velocidad, disparando una flecha sobre uno de los soldados, la cual lo deja aturdido, para luego lanzar otra que lo dejaría de rodillas en el suelo, antes de caer tumbado y sin vida.

El líder de la patrulla ataca dos veces con su espada larga a Celghik y uno de sus golpes lo acierta, hiriéndolo. Luego atacan los guardias que ahora se ubican alrededor del clérigo para flanquearlo y tener mayor ventaja, sin embargo, ninguno de estos acierta, para alivio de Celghik.

-Pluvia silexis arae...

La tormenta de piedras que maneja la pelirroja con soltura hace mella en los cuerpos de los soldados, el paladinesco capitan...y Cel. Parece muy tranquila, despreocupada de este efecto secundario, pero no puede evitar comentar con ironia, mientras su magia rompe piel y hueso...

-Cel, si te apartas, tal vez pueda trabajar mejor...

Es su forma diplomatica de decir que estorba. En ninguna mente cabe duda...

 Ahhhhh. Pego un grito de dolor al ver caer la piedra sobre mi y ser el único que recibe los golpes de todos los enemigos y amigos de la batalla. Me estaba molestando esto y ya me estaba sintiendo bastante débil.Era mejor retroceder un poco y alejarme del área de rango de Amanda par no recibir los golpes de ella.

Mis brazos amoratados de golpes, ensangrentados de cortadas y de los golpes de las piedra de Amanda, vuelven a ponerse en posición de conjurar. Con velocidad vuelvo a pronunciar esas palabras insonoras que dan una energía oscura con rayos azules en mis manos(curar heridas moderadas). Las coloco de nuevo en mi pecho para resistir  la nueva tanda de golpes.

avanzo hacia tras un poco conservando la posición de pelea.

Aramil continuo reaccionando instintivamente, repitiendo los mismos pasos que en los segundos anteriores. Un pequeño salto atras, dos flechas mas de la asombrosa bolsa que llevaba a la espalda y dos saetas certeras impulsadas con su privilegiado concimiento de la anatomía de sus victimas.