Partida Rol por web

Escena un poco pausada hasta que pase el fin de semana, ya que Aramil está ausente y Celghik suele tener problemas para postear. De todas maneras, no es obligatorio postear los fines de semana.

Aramil volvio a posarse sobre la grupa del caballo y con un chasquido de su lengua despacho a Elinore para que continúara con su vuelo vigilante. El montarz se movio incomodo sobre el caballo y se adelantó un poco torciendo hacia un lateral. El camino no presentaba sendero alguno, por lo que fue dificil llevar el caballo en aquel trozo, aún asñi Aramil se interno decidido.

- Pues entonces deslicemonos fuera del camino, donde observaremos al invitado no deseado desde la quietud del linde. Esperemos que no signifique un escollo en nuestro trayecto... así estará mejor, no es bueno perturbar las aguas del río mientras paseas por su orilla, y mucho menos si la rivera esta revuelta.

Desenfunda un arco corto y una flecha, que sostiene con cierta habilidad en la siniestra, tomando las riendas solo con la diestra. Asiente a la observacion de Aramil sin decir nada, siguiendolo fuera del camino.

Sus ojos, sin embargo, se desvian de tanto en tanto hacia donde observaran la figura, manteniendo una cierta vigilancia al respecto....

 Disperso, aun, no noto que mis compañeros comienzan a avanzar. Saco mi maza y los sigo. El bosque podría ser peligroso, pero había que arriesgarnos, ademas no era mucho el trayecto que íbamos a pasar.

Ni una sola palabra sale de mi boca, el explorador y la pelirroja lo hacen bien. Son muy buenos en el equipo. Ya te alcanzare sucio elfo, no podrás ni siquiera decirme hola.

Sigo sus indicaciones al pie de la letra, con el mayor silencio posible.

Los tres bordean el peligro, avanzando lentamente con la protección de los árboles. Una vez el peligro quedó fuera del alcance de su vista, volvieron al camino y continuaron su camino hacia Malstedt.

Horas más tarde llegan a su destino, la ciudad de Malstedt es una localidad pequeña, aún no es de noche y les queda una o dos horas de luz para aprovechar el día.

La joven observa complacida el pobladito, suspirando. Tanto camino no es de su agrado... es mejor sentir adoquines bajo las botas, el conocido sonido de la ciudad, la gente, el dinero...

-Siento que pronto me quedaran las piernas deformadas y acomodadas al contorno del caballo... +dice, suavemente, mientras espolea su montura en direccion al lugar+ Ojala este sitio tenga una linda posada como el anterior donde aliviarlas!

Aramil se adelanta en su caballo y pone rumbo al centro del pueblo. Busca alguna señal de una posada y conduce a los otros dos hasta el establo de la misma. Tras desensillar los caballos y dejarlos al cuidado del encargado pone rumbo a la posada, donde espera encontrar una bebida caliente.

Retoimando las palabras de la chica unos minutos atras Aramil habla de nuevo.

- Yo espero que la cama sea por lo menos la mitad de buena que la ultima vez- frota sus manos y deja que su aliento las calienten - La cama es al unica ventaja que encuentro al dormir bajo techo.

llegamos a la ciudad de Malstedt, una no tan agetreada ciudad. Era completamente de mi gusto, tenia que descansar de las incomodidades y el bullicio de otras grandes ciudades. Buscamos rápidamente un establo y dejamos los caballos, bajo deste y sacudo mi regaso. Que animal tan incomodo, en fin tengo que descansar. Espero que al fin alcancemos nuestro destino. Ya estare de nuevo con usted, en el lugar que me a permitido ocupar mi señor Erythnull.

Espero que pase rapido esta noche, no quiero quedarme mucho tiempo. El tiempo es oro muchachos, el tiempo es oro. sigo caminando con el grupo mientras.

Se adentran en la localidad e identifican una posada. Dejan sus monturas en el establo y entran en el establecimiento. Una vez dentro, comen una cena frugal, adecuada para el viaje, y se retiran, cada uno, a sus respectivas habitaciones. Duermen un plácida y tranquila noche hasta que el bullicio y el sol de la mañana os abre los ojos. Se encuentran en el camino en un par de minutos, con el escaso desayuno todavía cruzando sus gargantas.

El día de viaje transcurre tranquilo y sin complicaciones, sin embargo, llega la noche y aún no han llegado a ninguna localidad, el entorno ha cambiado un poco y unas suaves colinas le han ganado terreno al bosque. Faltan horas de viaje para alcanzar Grubentreich, la próxima ciudad.

Aramil, la naturaleza te llama...+dice, mirando como anochece, y esta vez en el descampado+... Como explorador, eres el mas apto para encontrar un buen refugio, creo... Serias tan amable?

Es dificil saber si su tono es o no burlon, pero lo que expone es simplemente cierto. Su lugar es la ciudad. En el campo, es el terreno de el cazador...

-Supongo que tan bueno como cualquier otro- dice guiñando un ojo, un movimiento practicamente imperceptible. El humano se acerca al linde del bosque y mira alrededor inquisitivamente.

- Parece que cualquie sitio peude servirnos por igual. Alejemonos de camino para mayor seguridad.

Desmonta el caballo y se introduce lentamente a la derecha del camino, avanza unos cuantos metros esperando que sus compañeros le acompañen y cuando esta lo suficientemente lejos, ata su caballo a un arbol y comienza a levantar un camapmento improvisado.

- Yo realizaré la primera guardia. Dormid bien, dentro de un rato despertaré al segundo.

 La oscura noche caía sobre nosotros y de nuevo era como si me sintiera en casa. El bosque ayudaba a amenizar la situación. Cada una de las cosas eran a mi gusto, hasta el frío viento me recordaba lo hermoso de mi hogar.

Entramos poco a poco, paso a paso, dentro del bosque. Desmonto y ato el animal a un árbol. Miro al explorador, el cual tiene un poco mas de experiencia en todo esto que nosotros dos, citadinos por excelencia. Bien por mi esta bien. Aprovechare tu guardia para terminar de buena forma el día. Miro a la pelirroja. Descansa hermosa, mañana sera otro día difícil para tu trasero. Miro a los caballos y diviso en mi mente el largo viaje que nos espera.

Subo a un árbol y miro al cielo, la oscuridad me llamaba y era momento de hablar con mi Dios una vez mas.

Eme acá de nuevo mi señor Erythnull. Recíbeme  de nuevo bajo tu sombra y acobíjame con la oscuridad de tu mirada..... comienzo mi oración

La joven enarca una ceja ante el comentario de Celghik... Curioso. Pero acepta dormir la primera. Dispone sus dos monturas en torno a un arbol, y de la bolsita en su cinto extrae una antorcha eterna, la cual clava en el suelo a su lado... Del mismo modo dispone la ballesta cargada y el estoque, prevenida. Con el arbol y los caballos a los lados dandole cobertura, cualquier ataque solo puede venir de frente...

Suspira, recostandose casi sentada, contra el vegetal, sin quitarse ninguna de sus protecciones... hasta que finalmente descansa.