Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Kâryu. Dime que ha pasado.
Me incorporo comprobando que estoy bien del todo y que no quede más veneno. De inmediato me dispongo a localizar el reiatsu de todo el que pueda localizar. Es mejor no salir a ciegas.
Bastardo...
¿Karyu?
Karyu no está.
No sientes ningún reiatsu. Es como si estuvieses ciega tanto fisicamente como en tu interior. ¿Qué está pasando?
Permiso para fliparte ^^
Hago una prueba. Coloco algún objeto en la cama y le apunto con el dedo.
-Shö.
Si mi reiatsu funciona con normalidad debería moverse empujado un poco.
Debo saber con que puedo contar.
La cama se desplaza ligeramente hacia atrás. En efecto, tu reiatsu funciona perfectamente.
-Bueno, es algo. Kyakko.
Me dirijo a la puerta tras hacerme invisible y ocultar mi reiatsu.
Lo más silenciosamente que puedo me dirijo hacia el más cercano de los reiatsus que sienta.
Algo en el pomo de la puerta, cuand lo abres se pega en tu mano. Es un papel y si te fijas está escrito con letra fluorescente.
Resuelve el enigma por mí y Karyu volverá a ti, jefa de investigación del Seireitei. Tienes una hora.
En el pasillo, el reiatsu más cercano que notas es el de Fuji, que está en su habitación. A cinco puertas más al fondo que donde está tu cuarto.
Me guardo el papel e, invisible, voy hacia el cuarto de Fuji. Antes de nada miro por la cerradura a ver que hace. Si no hace nada raro, llamo a la puerta tras volverme a hacer visible. A no ser que siga ko tras el efecto del veneno, después de todo yo lo quemé casi todo.
Antes de entrar, por la cerradura, te fijas que Fuji está algo extraño. Se tambalea y no controla bien el reiatsu. De hecho a veces sale, tan negro como la oscuridad y practicamente imperceptible por este hecho, con tanta fuerza que hasta el suelo comienza a resquebrajarse.
Cuando entras, se para, algo desequilibrado, y se te queda mirando. El reiatsu parece controlarse algo con tu presencia. Quizás le estás dando esperanzas de supervivencia.
Sonríe. O eso crees que hace, porque la falta de luz no te permite distinguir mucho.
- Reena-taicho. Jijiji...
Se lleva una mano a los ojos. Tapándose el derecho. Ríe como un loco.
No parece estar muy bien.
-Fuji...estás mal, pero si queremos salir de aquí debemos colaborar. Echizen nos ha envenenado a todos. Eso o...algo que se hacía pasar por él. ¿Crees que puedes recordar algo extraño en él o en cualquiera estos dias?- añado lo de "cualquiera" como quien no quiere la cosa, es un mensaje subliminal, para que su cerebro confuso piense en cualquier cosa rara.
Mientras, voy observando la habitación. Tal vez algo me de una pista.
- ¿Raro? No... solo yo.. me siento...- se tambalea nuevamente.- Como... un poco inestable. No sé si me entiendes.- se desequilibra y se cae de culo al suelo.- ¿Quieres que colaboremos? Bueno... es la primera vez que oigo esa petición.- extiende los brazos para que le ayudes a levantarse, dispuesto a seguirte.
-Quédate ahí un poco a ver si se te pasa el mareo. Y respode a las preguntas que te he hecho. ¿Crees que puedes recordar algo extraño en él o en cualquiera estos dias?
Se toma unos segundos para pensar mientras intenta recobrar el equilibrio desde el suelo.
- No... nada extraño... todo iba normal... como siempre. Las cosas extrañas han comenzado a notarse cuando Tezuka os trajo aquí.
-Quizá porque quien fuese no se esperase que viniesemos.
Le ayudo a incorporarse.
-Buesquemos a alguien más.
- Yo... Shihöin taicho. No puedo encontrar a los demás. Pero si me concentro podemos llegar hasta tu zampakûto. Eso sí, tendrás que llevarme un rato. Es la única manera que tengo de rastrearlo bien. Quizás nos encontremos con los demás, quizás no. Pero sin tus armas estás perdida. ¿Qué me dices? ¿Me llevas? ¿O me dejas aquí? Porque solo no puedo moverme.
Por más que lleguemos a Kâryu, si la tiene Echizen y no me la quiere dar, poco puedo hacer.
-Los demás están en sus habitaciones, no te preocupes por mi arma o por mi, no estoy tan indefensa como crees.
Lo ayudo a caminar hasta la habitación del siguiente más cercano.
Llegáis sin mucho problema a la siguiente habitación. Fuji se te ha resbalado un par de veces pero nada serio.
Cuando llegáis, aunque estabas segura de que sentiste un reiatsu ahí... no hay nadie.
Fuji te hace caminar hacia el interior y es entonces cuando la puerta se cierra de golpe.
Detras de vosotros Momoshiro, con sus gafas.
Momoshiro:- ¿Qué? ¿Venís a por mí, pandilla de desleales? No os diré nada.
Y, las manos quedan impregnadas de reiatsu. Un reiatsu cortante.
¡Y se dirige a por ti!
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d100
Resultado: 92(+120)=212
Motivo: iniciativa (abierta)
Tirada: 1d100
Resultado: 76(+212)=288
Motivo: posible ataque
Tirada: 1d100
Resultado: 4(+250)=254
-¿Te parece que estemos en condiciones de "ir a por tí"? Piensa un poco y mira lo que tienes delante.
No hago amago de defenderme, pero colocaré un tozansho a nuestro alrededor si es necesario.
xD ni tiro, no igualo eso en la vida
Te dirige un puñetazo a todo el estómago, sin querer creerte pero Fuji se coloca entre vosotros y con una fuerte explosión de reiatsu negro le para el golpe.
Momoshiro se aparta, quejándose del dolor en la mano, que está rodeada de ese reiatsu negro que no desaparece. Fuji parece más entero ahora.
Momoshiro:- ¿Pero qué haces, Fuji?
Fuji:- Ella no tiene la culpa de nada. ¿No te das cuenta? Gracias a que ha llegado los espías están desapareciendo. - te mira. Aún un poco tambaleante, pero al parecer la explosión de poder le ha devuelto bastante a la realidad.-Era obvio que había espías, y no me extraña, Echizen no es trigo limpio, todos los sabemos aunque nadie se ha atrevido nunca a enfrentarse a él. ¿Lo has notado? ¿No, verdad? No puedes sentir su reiatsu.
Momoshiro:- No le expliques más, Fuji.
Fuji:- ¿Por qué no? Estamos aquí encerrados, sirviendo a alguien que no es bueno.
Momoshiro:- ¡Empiezas a hablar como un espía!
Fuji:- ¡Como si lo que estuviese diciendo no lo estés pensando tu también! Ella es nuestra única salida. Si hemos permanecido aquí no ha sido solo por miedo; quizás todos queríamos saber lo que está escondiendo Echizen. Quién es, qué hace, ¿por qué nos ha envenenado?
Momoshiro: - Es obvio que no confía en nosotros. Y normal.
Fuji:- ¿Normal? Yo no lo creo así. ¿Quién era esa muer que hacía de Kikumaru? ¿Qué buscaba? ¿Por qué le espiaba?
Momoshiro:- Eso solo podríamos saberlo de dos maneras. La primera es marcharnos de aquí y buscar a esa mujer, pero la taicho dijo que la mujer estaba aún aquí...
Fuji:- Entonces las dos opciones no son las que piensas. La primera es encontrar a esa mujer, aunque Echizen es obvio que nos quería KO para encontrarla antes que Shihöin taicho. La otra es enfrentarse a Echizen, pero solo un loco haría eso.
Momoshiro:- Un majadero.
Fuji:- ¿Qué opinas, Shihöin taicho? ¿Qué camino decides?
-Si recupero a Kâryu creo que podría venceros a todos juntos, aunque no me apetece hacer eso, la última vez que aumenté tanto mi poder tardé veinte años en recuperarlo. Así que creo que enfrentarnos a Echizen no es una opción...no una que me apetezca en absoluto.
-Por otro lado...tal vez lo que quiere es que la encontremos por que él no puede. Uno de vosotros, o los dos, trabaja con él y se la llevará...o él es el "bueno" y vosotros, o al menos uno, es el "malo".
-Quién sabe, hay muchas posibilidades. ¿Por qué no me contáis todo lo sospechoso que hayáis notado en este tipo?
- Reacciones extrañas, ausencias largas, reuniones secretas, salidas nocturnas a saberse donde... por la noche suele cerrar las habitaciones de todos. Supongo que ahora no lo ha hecho por eso de que nos envenenó.
Momoshiro:- Olvidas las cartas que se envía con ese tal X.
- Recibe cartas cada pocas semanas y una vez entramos al despacho sin llamar y le vimos leyendo una de las cartas. Al trasluz se pudo distinguir una X en la firma. Nos castigó severamente. Fue la primera vez que Kaidoh y yo estuvimos encerrados en las mazmorras.