Partida Rol por web

Sith Minions

Epílogo: Mudir

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22/12/2011, 08:30
Darth Kruhl

Entregada la Rehén a los sirvientes de los señores, al grupo de Mudir ysus esbirros se le asigna una nave para volver a la base de Darth Krulh. Dónde son reubicados en unos aposentos en el palacio de su señor, no en su viejo edificio en la ciudad deshabitada.

Pocos días después de cumplir la misión, Múdir se encuentra frente a frente a su señor. Que cómo de costumbre en su lugar habitual observa los combates de nuevos reclutas.

-Y bien, ¿Has aprendido algo estos días?.-

Notas de juego

Y por cierto, 30 puntos de habilidad/personaje, por si me animo a seguir en otra partida (y alguien quiere continuar).

Una restricción es que solo puedes subir como máximo 1D en cada cosa que te subas y rogaría subidas en habilidades técnicas y mecánicas, que son bastante necesarias.

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22/12/2011, 17:14
Mudir Nahya

Mudir sonreía al lado de su maestro. Se sentía por dentro bastante completo, aunque bien le hubiera gustado poder enfrentarse a los Jedi que habían aparecido en el templo. Y eso le pesaba como un planetoide gigante.

- Skarus ha muerto, maestro. Pero no es nuestro único enemigo. Aeliza está juntando los holocrones y los nuevos caballeros Jedi están también metiendo sus zarpas en todo ésto. - No se fiaba de su señor, eso era lo primero que debías de aprender a las órdenes de Darth Kruhl. No obstante, era el único que podía ayudarle ahora - En mis viajes maté a un maestro Jedi. Su nombre era Tenkai, o algo similar. Pero hay muchos más, maestro.  - Permaneció un momento en silencio en la perenne oscuridad de la sala. Su respiración era firme y pausada, su cuerpo inmóvil. Sólo alguien entrenado para sentira las espiras y zarcillos de la Fuerza habría tenido un atisbo de la siniestra tormenta que rugía en su interior.

Resopló por la nariz mientras respiraba hondo, estremeciéndose. No tenía tiempo para autorrecriminaciones. Por supuesto, cabía la posibilidad de que hubieran sido destruidos por la tremena explosión, pero no podía contar con ello. Tenía que encontrarles, uno a uno a ser posible, e ir acabando con ellos. Pero para ello necesitaba la disciplina que su maestro conocía y se negaba a enseñarles.

Toda la existencia de Mudir había sido un entrenamiento continuo. Todo ejercicio e instrucción. Había aprendido y estudiado los intricados movimientos y formas del estilo de combate terä käs, con sus pautas de movimientos basadas en las actitudes de caza de diversas bestias de toda la galaxia: embestida del wampa, rencor rampante, serpiente dragón danzarina... Había realizado ejercicios en entornos que iban de la gravedad cero a campos gravitatorios que doblaban el de Corusant. Había dominado el intricado y peligroso uso del sable de hoja doble. Y todo ello con un fin: ser la mejor herramienta posible para acabar y destruir a los Jedi, y poder ser la fuerza que dominara la galaxia.

Pero no había aprendido solamente a luchar. Sus lecciones abarcaban mucho más que eso. Discrección, subterfugio, intriga.

Mudir conocía las antiguas enseñanzas sith, los métodos. Sabía que Kruhl no era en nada parecido a aquellos gloriosos sith anteriores. Pero tenía que intentar que asi fuera. Esa era la gloria y la oculta fortaleza de los Sith anteriores: el hecho de que solo eran dos: Maestro y aprendiz. Las operaciones clandestinas de Sidious con Maul primero y con Anakin Skywalker después, tuvieron lugar en las mismas narices Jedi y los muy idiotas no sospecharon nada hasta que fue demasiado tarde. Pronto llegaría el día en que los Jedi volverían a caer, muy pronto.

Pero para Mudir, nunca sería demasiado pronto.

- Quiero que me enseñes como aprendiz personal. - dijo sin más rodeos - Soy el mejor de tus hombres, lo he demostrado frente a Vorcio y frente a todos los demás. Siempre he aprendido por mi cuenta, maestro. Pero los Jedi ganan en fuerza y yo quiero ser la herramienta para acabar con ellos - La ira es algo vivo. Alimentalá y crecerá. - Quiero destruir a los Jedi. A los antiguos minions de los otros maestros y a los alumnos de Skywalker. Quiero destruirles desde abajo hasta tener poder de acabar con el mismo Skywalker. Esa es mi ambición. Y quiero que me enseñes a hacerlo. - No aceptaría un "no" por respuesta. Sabía que Kruhl podía y deseaba matarle antes de que Mudir tuviese suficiente poder. Pero Mudir tenía una cosa clara. Si no podía ser con Kruhl, podía ser con otros maestros. Y estaba convencido de que había otra persona que le prestaría ayuda si Kruhl no quería: Rabies.

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27/12/2011, 02:51
Darth Kruhl

-Eres un idiota, y lo peor es que eres un idiota orgulloso. No ves más allá de tus narices y no tienes ni idea de lo que realmente está pasando.-

La furía crecio en las venas de Mudir pero sabía que si mostraba el menor sintoma de agresión lo pagaría caro, igual no con su vida, sino con un dolor infinito.

-Pero, voy a ser sincero por una vez contigo. ¿Sabes la razón porque no te he entrenado como aprendiz personal?... Porque estás loco, porque eres un loco peligroso y porque uso el explosivo, pero no el inestable.-

-Sin embargo, has hecho bien tu trabajo, y quieres matar Jedi... te voy a mandar donde mereces estar.-

Lleva la mano a su cinturón, y por un segundo temes que saque su sable de luz... pero no, saca un pequeño comunicador y pusándolo, llama un droide que proyecta la imagen de otro sith.

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27/12/2011, 03:06
Darth Larius

Reconoces al Maestro de la imagen como Larius, que se dirige directamente a Mudir. -Entonces ¿Accedes a mi propuesta? Me mandarás a tu mejor asesino, ¿a alguien que pueda entrenar para ser el definitivo asesino de Jedis?-

-El Lado Oscuro lo está pidiendo ¡Debemos acabar con ellos!-

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27/12/2011, 03:09
Darth Kruhl

-Ahorrame tus tonterías Arkaniano, puedes ver a mi lado a Mudir, llegará en unos días, y creo que será todo lo que necesitamos, asegurate que conozca al Gran Maestro. Y ahora fuera de mi vista.-

Apaga el comunicador pulsando un botón y luego se dirige otra vez a tí.

-Irás a Korriban y aprenderas todo lo que puedas bajo Darth Larius, aunque sea un idiota y un pusilánime, conoce muchos trucos y lo mejor, sabe enseñar, allí, a la sombra de los sith de antaño, aprenderás. El muy idiota no tiene casi aprendices porque se pasa la vida estudiando el Lado Oscuro y sus tradiciones y es todo religión y orden, nunca supo moverse en las sombras. Y claro, cuando diseñamos el tinglado y como parte del él le teníamos que mandar gente, siempre le mandábamos los menos aptos, aún así conseguía resultados asombrosos.-

Las siguientes palabras te sorprenden, casi jurarías que sonríe debajo de la capucha.

-Asegurate de aprender todo lo que puedas antes de matarlo, cuando lo hagas, el resto de aprendices te seguirán. Y son todos unos fanáticos anti-jedis, dales un poco de la medicina que conoces, cuando hayas hecho todo esto, te daremos la bienvenida al consejo de los seis. Y tu podrás lanzar tu cruzada contra los jedi, o contra quien quieras.- 

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27/12/2011, 11:05
Mudir Nahya

A Mudir no le importaba no ver más allá de sus narices. Era obvio que así era. Mudir era un egoista reconocido y orgulloso. Sabía de su propio potencial y quería explotarlo al máximo. Sin embargo, el cabreo de Mudir era notable. Y era notable porque Kruhl se había dado cuenta de que su minion no era sino un estorbo dentro de sus planes. Y había perdido el efecto sorpresa.

Entonces cuando le dijo que estaba loco, Mudir no pudo evitar una sonrisa enorme.

 Tantas veces se consideró locos a los grandes de la historia, Kruhl.

Siempre había sido fanático del poder. Eso era lo que le habían enseñado. Mudir canalizaba el odio en cada uno de sus ataques con el sable laser. Cada muerte era un número más en su cuenta particular, una cuenta de pasos que tenía una meta que siempre había tenido muy clara. Poder.

Kruhl era siempre tan misterioso que no podía saber cuantos Jedis había matado él. Pero Mudir sabía que el sentimiento que había tenido cuando su hoja atravesó a Tenkai y le sesgó la vida sólo podía ser comparable al de la dulce venganza. Venganza por todo lo que los Jedi habían hecho al lado Oscuro. Envidia por esa tapadera que tenían montada en la que los Jedi por alguna razón debían de controlar todo, el reinado cínico en la sombra. Odio, puro y duro contra una "raza" marchita y podrida. Quería matarles, uno a uno, y disfrutar de sus muertes lentas y dolorosas, o rápidas y fugaces siempre que fuese bajo el yugo de su espada.

El holograma apareció encima de un droide:

¿LARIUS? El mentor incapaz, el inútil que había entrenado al inútil de Lazzo. Muerto en un aerodeslizador incapaz de hacer nada más, ni nada útil en toda la misión. La auténtica vergüenza de todos los minion que habían ido. Pero había más:

-En primer lugar cerrar la boca y dejar hablar a tus mejores-responde Larius-de todos los gusanos que Kruhl tiene en su agujero por qué habrá traido a éste.-maldice a continuación... [...] hasta un retrasado podría con él-

Las palabras resonaban en la cabeza de Mudir cuando volvió a ver ese semblante blanquecino. Sonrió. Mudir siempre había pensado que Larius le tenía miedo. Era demasiado erudito. Seguro que sabía mucho de muchas cosas, y estaba claro que algo sabría hacer, puesto que era uno de los seis. Pero su ego había sido grandemente disminuido cuando su discípulo había hecho tal ridículo.

Agradeció que Kruhl desactivara el proyector de manera tan rápida. Le caía bien. Quería matarle, sí. Pero Kruhl era uno de los únicos líderes sith con un poco de cabeza, desde luego era lo más parecido a un maestro sith que conocería. Y ahora quería que formara parte de su maléfico plan. Seguramente, cuando Mudir fuese creciendo en poder, Kruhl reaccionaría y se pasaría a su bando antes de que fuese demasiado tarde. Y aún así, sabía demasiado. Y eso era algo que algún día tendría que remediar. Pero mientras, se usarían mutuamente.

- Pff...JAJAJAJAJAJAJAJA - Mudir no pudo evitar echarse a reír con un tono de voz un poco sicópata. - ¿Larius? ¿Ese inútil de Larius va a enseñarme algo? Su discípulo fue el auténtico hazmerreír del grupo hasta que Pher decidió pasarse al "otro lado". ¿O acaso no recuerdas al asombroso Lazzo?

Sin embargo había algo de razón en lo que su maestro planteaba.

- No te preocupes, maestro, sacaré lo que pueda de provecho de ese patán. Seré su "fiel aprendiz" hasta que no se pueda exprimir más. Sólo espero que al menos, entienda quién es el que va a ser su mejor alumno. Espero que no intente conmigo ese tipo de "disciplina absurda" que no tiene nada que ver con la auténtica disciplina.

Mudir no sabía cuanto podían cambiar las cosas. Larius era un patán, o al menos así le veía Mudir. Sus ideas estaban claras. Torturar a alguno de los buenos aprendices de Larius. Hacerse notar y resaltar. Convertirse en una herramienta y que todos le viesen como tal. Mudir siempre practicaba en secreto y casi nunca mostraba todo su poder. No quería que la gente viera cuales eran sus límites.

Era el único que no había tenido que recurrir al lado oscuro para cumplir su misión...

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28/12/2011, 20:41
Darth Kruhl

-De acuerdo, no te demores, hoy mismo sale tu lanzadera.-

Tu maestro te despide en seguida, y con dolor de cabeza te diriges hacia el hangar... cuando justo mientras sales de la sala te cruzas con Murbella.

-¡Murbella!-grita Krulh.-Ven aquí.-

Murbella te mira, y fuera del campo de visión de vuesro maestro desengancha de su cinturón un sable doble y lo cambia por el sable de luz que llevas en el tuyo, guiñándote un ojo... y acude a ver a Kruhl.

No alcanzas a comprender muy bien lo que ha ocurrido, pero el sable que te ha dado es mejor arma para tí que el monohoja que se ha quedado y por alguna razón lo sientes... tuyo.

Y cuando lo tomas recuerdas habérselo dado a Murbella con las indicaciones de devolvértelo a la salida... y junto con ello recuerdas muchas más cosas, movimientos defensivos que tu maestro borra de tu mente... aperturas que le permitirían matarte en cualquiero pelea...

Con una sonrisa te diriges a las naves, todas las piezas iban colocándose en su sitio, pero la partida iba a ser larga.

Fin

 

Notas de juego

Y o te pones los puntos o te los apuntas o los pierdes.

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29/12/2011, 06:37
Mudir Nahya

Notas de juego

¿Qué implica el sable nuevo? ¿La subida del personaje deberíamos hacerla antes de acabar la historia, no es así? ¿Cual es la diferencia de la supuesta "subida normal"? :D
Y sobretodo...

¿El prólogo de la siguiente partida será con Larius? :P

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29/12/2011, 09:03
Director

Notas de juego

El sable es el mismo que tenías, implica que se lo dejaste a murbella antes de ir a ver a tu maestro... y le dijiste que te lo devolviera después. Plan que ejecutaste con éxito.

La subida puedes hacerla ahora o apuntarte los puntos, como quieras. De todas maneras si subes en la fuerza suponemos que Larius te enseña y subes a precio normal

El prologo de la siguiente veremos como se hace. Voy a descansar unos meses y luego ya veremos.