Partida Rol por web

Al hombre se le congela la sonrisa en la cara...

-No señor, claro que no es absolutament-t-t-t...-inspira lentamente varias veces como extrañado y os mira de hito en hito... luego mira una holofotografía que tiene al lado de su computadora donde ha sido grabado con una mujer ricamente vestida y tres infantes.

Y se vuelve a hablaros...

-E-Ella dijo que me doleriiiia-se lleva las manos a la cabeza y empieza a sangrar por la nariz...-no pude ocultarle nada, lo veía todo... me cambió...- empieza a temblar... -no pude evitarlo...-

Horrorizados veis como el hombre cae al suelo ya entre convulsiones, con aspecto de estar sufriendo horrores y con su mano izquierda señala la pantalla... -los droides... los droides operarios... las planchas de los núcleos de fusssaaaaahhhhhhh-se retuerce por el suelo, el resto de compañeros se levantan mirandole horrorizados... uno empieza a pedir un droide médico desde su terminal...

Efiatres se arrodilla inmediatamente al lado del hombre...

-Han jugado al sabacc con sus terminaciones nerviosas... espero poder hacer algo-

No ha acabado de decir eso cuando las puertas de los turboascensores se abren y empiezan a salir droides centinela y de seguridad de ellos..

Maldita sea. Es el primer pensamiento que viene a mi cabeza cuando veo aparecer el primer droide de seguridad.

Estoy aquí porque la fuerza me ha traído. Para cuando aparece el segundo droide he comenzado a tomar el control de mi mismo.

No tengo nada que temer, la fuerza es mi aliado. La sala comienza a estar invadida.

-"¡Proteger al maestro Efiatres!". -En la cabeza de ese hombre puede estar la salvación de Kuat.

Inmediatamente desenvaino el sable de luz de la maestra Seren y corro hacia el turboascensor, mi único objetivo, cerrar las puertas.

Apenas han entrado dos parejas de droides cuando Pher se precipita en su dirección, se desliza entre ellos y clava su sable de luz en los controles del turboascensor... cerrando las puertas, su velocidad actua de catalizador para sus compañeros y Desna y Dubber le siguen, atacando a los droides que han logrado pasar con sus espadas de luz y neutralizándolos rápidamente.

Mientras tanto el maestro Efíatres trata de recuperar al técnico... sin demasiado éxito...

-Tiene un agujero en su mente, como si le hubiesen arrancado mucho... hizo un esfuerzo por avisarnos que casi le cuesta la vida... espero poder salvarle...-

Uno de los técnícos que contempla las pantallas a la vez del resto de los sucesos que se están desarrollando en la sala exclama a continuación con cara de horror.

-¡Señor! todos los droides centinela y de seguridad están disparando sin parar y causando todo el caos posible en todos los astilleros... la mayoría sólo dispara haces aturdidores pero estan causando un daño considerable...!

Otro técnico le interrumpe...

-¡Calla, eso es una tontería.. todos los droides de carga espacial están en los generadores de fusión arrancando las planchas que generan los campos magnéticos de contención...! ¡están empezando a estar en rojo... colapso en menos de un minuto...! ¡la superestructura no aguantará la explosión de todos los generadores...!

Como si las palabras del técnico fueran proféticas notas que el suelo empieza a vibrar cada vez más...

Corro al asiento que antes ocupaba el viceconsejero y me pongo frente a la pantalla.

-"¡Director!, ¿puedo acceder desde aquí al ordenador central?"

Sin esperar la respuesta me pongo a manipular los controles para buscar la forma de entrar.

Mientras contemplo la pantalla algunas imágenes que hace muchos años que no recordaba regresan a mi cabeza, mi padre en su taller, el primer droide que ayudé a mi padre a reparar, un viejo R1 de color verde, aquel droide médico que desmonté y no supe volver a arreglar y como mi padre cargó con las culpas y no me castigó. Hace años que no recordaba a mi padre...

Cierro los ojos y respiro profundamente, es increible como en una situación de tanta tensión he conseguido relajarme, aunque el anillo está a punto de colapsarse... me siento en paz.

Vuelvo a abrir los ojos y comienzo a manipular los controles.

Son muchas órdenes, muchas instrucciones, nunca he hecho algo tan difícil... pero ahora la fuerza es mi aliado...

Pher, vuelves corriendo al terminal y te pones a teclear frenético logrando acceder al ordenador, al cabo de unos segundos te das cuenta de que sí se puede acceder y que fue desde ese mismo terminal desde el que se hizo la reprogramación del ordenador central.

Ante los ojos preocupados del Director de los Astilleros y de varios técnicos que te observan maravillados pulsas las combinaciones correctas sin pararte a pensar y ves el código del Procesador de Prioridad de las Órdenes como si fuera un organismo vivo y no el complejo programa que és.

Inmediatamente procedes a modificar las prioridades y las órdenes de los droides... mientras lo haces sientes como si lo vieras del exterior, como si estuvieses meditando a la vez que tecleas y ves flashes del pasado en el lugar. Una mujer con el pelo negro desgreñado que entra por el turboascensor sin ningún problema ni obstáculo y que alterando sin ningún pudor las mentes y la percepción de los técnicos se dedica a reprogramar el ordenador desde este puesto... puede que la ayude la capa ilusoria creada mediante la Fuerza en la que aparenta ser el viceconsejero.

La primera prioridad que modificas es la de la lanzadera de carga guiada robóticamente que estaba programada para estamparse contra la torre del palacio del director en la que estáis segundos después de que alguien que no fuera Aeliza hiciera lo que estás haciendo.

Segundos después las vibraciones se incrementan ¡uno de los núcleos de fusión que dan energía a todos los anillos ha estallado! ¡Los droides han retirado las planchas y los generadores magnéticos que mantenían la reacción contenida; tus compañeros ven desde la torre como llamaradas de pura energía se extienden por esa parte de los anillos y sentís la muerte de decenas de miles de seres que trabajaban cerca..

Sin embargo logras emitir una orden General ¡Quietos! y luego metes algunas directrices más... como reparar los generadores de Fusión, con lo que gran parte de los indicadores rojos empiezan a ponerse amarillos y algunas alarmas dejan de sonar.

-Por el Dragón Espacial... ¡Lo estás consiguiendo!- El director ha dejado atrás toda su pomposidad y aplaude como un niño.

Parece que la crisis se está estabilizando, los droides no están cumpliendo el cometido que Alieza les encomendó y el peligro puede estar pasando, o quizá no...

No debo perder la concentración, puede que haya más sorpresas esperando tras cada nueva linea de código, como la lanzadera que venía directa hacia aqui.

-"Tenemos que estar muy atentos, no olvidemos que los sith deben estar en las proximidades del anillo, al ver que el plan de Aleiza ha fracasado pueden volverse contra nosotros con virulencia."

Todos los generadores parecen estar volviendo a la normalidad, todos menos uno, que nunca tuvo problemas... pides más información sobre esa zona ahora que estás dentro del ordenador y descubres que una zona de los astilleros no estaba en peligro de explotar, los droides de esa zona no se dedicaron al sabotaje.

Es una zona de astilleros de naves de guerra que se están terminando. Pero alguna de las naves se está soltando de sus agarres y se dirige hacia el exterior.

Todo esto está siendo autorizado desde un puesto de control de la zona.

-"Creo que he encontrado a los Sith, están en los astilleros del sector ZD23, creo que están intentando huir con una nave de guerra... no consigo saber de que tipo de nave se trata, pero tengo el presentimiento que no será un carguero ligero."

Me giro hacia el director de los astilleros.

-"Tiene que tratarse de una nave operativa y en funcionamiento, ¿sabe de que se puede tratar?"

Volviendo la vista a los jedis continúo.

-"Tenemos que alertar a la república, ¡esa nave no debe saltar al hiperespacio!"

Cuando proyectas tu consciencia hacia esa zona de los astilleros  distingues una gran oscuridad... la que has llegado a sentir varias veces y que a la vez es la más grande que has sentido nunca...

Uno de los técnicos comenta a tus palabras...-efectivamente no son cargueros ligeros, son varias naves de guerra medianas... y las están robando...-

Dubber saca rápidamente el comunicador y empieza a hablar con las autoridades de la Nueva República... en concreto con el General Koff, líder de la flotilla de destructores.

-El General dice que no puede detener esas naves ahora mismo, que se está encargando con todos sus efectivos de operaciones de salvamento en lugares de los astilleros afectados por las fugas y la explosión... miles de personas están en peligro...-

-Dice que tiene buenas noticias sobre tus antiguos compañeros... no se que significará eso... pero nos lo contará cuando le veamos...-

-Sin embargo yo se perfectamente quien ha intentado provocar esta catástrofe... y quien está robando las naves, ¿lo habéis sentido vosotros también en esa zona verdad?-

-Es Aeliza, y tenemos que detenerla de una vez por todas... luego Pher nos ocuparemos de la amenaza que suponen tus antiguos compañeros, esa mujer debe ser detenida antes de que provoque otra catástrofe como ésta.-

-¿Hay alguna manera de llegar a ese sector de los astilleros, Director?-

-Tengo mi lanzadera personal en un hangar en esta misma torre... si podéis atrapar a la responsable de éste desastre el pueblo de Kuat os estaría eternamente agradecido... quisiera pensar una medalla para vuestro miembro que consiguió reprogramar...-

-No hay tiempo... todos a la lanzadera, yo pilotaré... Pher, por el camino el Maestro Efíatres te enseñará un par de técnicas de combate que usamos los Jedi...-

Pher corre tras los jedis por el camino indicado por el director de los astilleros, entra en la lanzadera y observa como Desna comienza a activar controles y a dar instrucciones al ordenador de la nave.

Eso si que es habilidad...-Piensa al ver la habilidad de pilotaje de la jedi y recordar que ni sabe pilotar ni le gustan las naves espaciales, aunque lo cierto es que desde que renunció al lado oscuro, al aumentar su autoestima esta pequeña fobia parece haber desaparecido.

-"Maestro Efíatres, estoy listo para el entrenamiento."

Por el camino hacia la lanzadera Stellos te felicita efusivamente.

-Bravo por esa programación de antes... los maestros estaban acertados contigo, sin tí hubiesen muerte decenas de millones de personas en los astilleros y cuando los fragmentos fueran atraidos por la órbita de Kuat... no quiero ni pensarlo.-dice entre escalofríos

Nada más llegar a la lanzadera Efíatres empieza a hablar:

-Me uno a lo que ha dicho Stellos... ya comentaré contigo ese tema más adelante, vamos con el entrenamiento-

-Como supondrás Pher, no hay tiempo para un entrenamiento real o aumentar tus capacidades propias capacidades en tan poco tiempo... solo vamos a emplear un pequeño truco llamado la "Fusion en la Fueza" o "la unión en la Fuerza", que desarrolló el Maestro Skywalker observando como se compenetraban sus sobrinos cuando eran pequeños.-

-Debes dejar caer tus barreras y tratar de Sentir la Fuerza Viva de tus compañeros, como cuando meditamos, deja que parte de su espíritu entre en tí y parte del tuyo en ellos... confía en la Fuerza Viva que proviene de ellos; así por ejemplo  en un combate con sables de luz podrás utilizar parte de su habilidad-

-Te decimos esto porque sabemos que Aeliza se ceba con los débiles, por el puro placer de abusar de ellos, ya lo ha hecho otras veces, y te atacará si piensa que no puedes defenderte-

-Vamos a hacer algo fácil primero-dice mientras os abrocháis los cinturones de la lujosa y rápida lanzadera...-Dubber tiene un sentido del olfato muy agudo y puede distinguir miles de olores, los humanos podemos hacerlo también pero no desarrollamos ese sentido habitualmente tanto por falta de interés... intenta sentir la Fuerza Viva que habita dentro de Dubber, el intentará sentir la tuya y luego intentarás inspirar y distinguir diferentes olores, yo os ayudaré en el proceso.-