Partida Rol por web

No me jodas, ahora llueven los pandilleros... ─pensó para sí Vortex, un tanto sorprendido por la irrupción, literal, de los pandilleros desde la azotea.

La amalgama de sombras que era Vortex pareció rumiar las palabras del nuevo líder, aunque en realidad estaba maquinando sus propias palabras y acciones. Ahora que ya no tenía duda, que sabía a ciencia cierta que había un cerebro detrás de toda aquella gentuza, controlándoles mentalmente para hacerles hacer cosas que sin su influencia seguramente no harían ni borrachos, la cosa cambiaba.

─Mira, capullo, por si no te habías dado cuenta, a mi no me va a afectar lo que hagas. ─Comenzó Vortex tomando tierra “suavemente”, lo que provocó cierto temblor en la estructura de la sala─ Conmigo lo de los escudos humanos no sirve ─añadió propinándole un puñetazo a uno de los pandilleros, lo que le mandó a varios metros de distancia─. Si es necesario te voy a sacar a golpes de cada una de las cabezas que ocupes ─un revés mandó a otro pandillero volando por los aires─ hasta que encuentre la tuya propia, ─golpeó y volvió a golpear a otro sicario más─ así que si eres menos estúpido de lo que estás demostrando ofreciéndome cosas que no me importan un carajo, ─atrajo hacia sí y luego lanzó a través de toda la sala a otro más─ te retirarás de todos estos pandilleros e irás a dar por saco a otra ciudad. ─un codazo resultó en un pandillero escupiendo sangre (y dientes) en el suelo─ Esta es MI ciudad y como le toques un pelo te las verás conmigo. Y con Indiana Jones ─dijo en referencia a a Montana─. Y supongo que con el que está haciendo llover gente desde la azotea. Mierda, creo que estoy hablando solo…

Escuchando aquellas palabras, Montana se envalentona y lanza su látigo al pecho del esbirro desarmado, al cuál electrocuta base de centenares de voltios.

-Ahora sí. Venga, ¿quién quiere más?

Caídos los dos tipos que había por la azotea podía centrarme en buscar esa sombra que me pareció ver antes. Esperaba que hubieran caído sobre algo blando y que sobreviviesen…

Retomé mi propia forma dejando aquella que me hacía sentir tan incómoda. De momento no tenía intención de meterme más dentro de la boca del lobo. Por lo que oía parecía que aquel tipo sobrado que quería que le disparasen iba a conseguir que acabaran matándolos a todos…

Me concentré en lo que yo tenía a mano, que era buscar esa sombra antes de que ella me encontrase a mí…

Una sombra roja se acerca sigilosamente a ti, es un héroe conocido en la ciudad o al menos has escuchado hablar de él: El demonio de la Cocina del Infierno.

Está en una azotea cercana y acercándose a la del centro comercial. Se mueve con mucho soltura, y haciendo el mínimo ruido posible. Cuando está a unos treinta metros de ti se para y te observa detenidamente en silencio durante unos segundos, luego decide abrir la boca y preguntarte:

- ¿Amiga o enemiga?

En el interior del centro comercial la situación empieza a ponerse interesante. Montana se encarga de cargarse a otro maleante y dejarlo fuera de combate con un certero latigazo, parece que el joven aventurero empieza a entonarse. Vortex hace lo mismo pero con cinco pandilleros pero en ese momento sucede algo...

Parkour sigue ayudando a salir a la gente que puede y luego se oculta cerca de la salida viendo que los pandilleros parece que van a responder. Tres pandilleros que tenían rehenes agarrados les disparan a bocajarro varios disparos secos. Parece que se han contenido y no los han finiquitado todavía aunque hay gente mal herida. 

Otro pandillero que parece ser el tercer líder comenta en general:

- No vamos a repetirlo. Os dejamos salir...y si no seguiremos matando. Nos da igual las vidas que quitemos...podrás acabar con muchos de nosotros pero somos más de los que ves...y seguiremos matando. No pararemos. - sonríe maliciosamente y añade dirigido a Vortex- ...Tú eres el peligro aquí, mira a la pobre gente. Te miran con miedo y odio...

Efectivamente la gente empieza a implorar en voz alta que nadie más intervenga para evitar muertes. El pandillero se crece:

- La pelota está en tu tejado...decídete y llévate contigo a esos que están incordiando...es más...puedes llevarte a todos los rehenes de la planta baja y a los heridos...nos quedaremos con pocos y negociaremos con la pasma...

Levanto las manos en alto mostrando que voy desarmada.
-De ti, amiga. Espero, vamos - se me nota nerviosa. No estoy acostumbrada a estas cosas. Mucho menos a encontrarme con un heroe conocido.
>> Ahí abajo se están poniendo las vosas feas. Ha habido disparos. Creo que hay un capullo que se cree tú o algo. Quizás más de un capullo. - digo mirando hacia la claraboya.
>>Si hay heridos puedo echar una mano para evitar que se desangren... - dejando implicito que la idea de pelear no va conmigo. Si eso mejor que él se encargue de esa parte.

De desagradecidos está lleno el mundo, pero la estupidez humana no les quita derechos. Tienen derecho a vivir, Nacho, para...

Vortex se giró hacia el (ya) tercer líder, enfocando su extraña mirada de luz hacia él, mientras su cuerpo seguía fluyendo y aspirando el polvo del entorno, chasqueando y susurrando levemente de forma más o menos constante.

─Eres un capullo arrogante pero si algo es cierto es que tú tampoco vas a acabar conmigo. Nos llevamos a los rehenes de la planta baja y a los heridos. Llama a la policía, enviarán un negociador. A ver qué le sacas, [cabronazo](1).

El metahumano sabía bastante de policía y de negociadores, más o menos todo lo que se podía saber. La situación podría prolongarse horas y la gente a la que acababan de disparar a bocajarro no sobreviviría fuera de un hospital, debía llevárselos consigo. Avanzó con decisión hacia los heridos, cada una de sus pisadas sintiéndose en la estructura por su enorme peso, aunque en realidad estuviera teniendo bastante cuidado de ser todo lo suave posible. Tocó a los heridos y se concentró.

─Sacad a los rehenes de aquí ─dijo a modo de despedida Vortex refiriéndose a Montana y a Parkour─ Nos vemos con la policía─ y el extraño ser se desvaneció junto con los rehenes heridos.

Da igual dónde te escondas, capullo, daré contigo y te haré tragar tu arrogancia junto con tus dientes ─pensó para sí.

Montana recogió el látigo con un hábil movimiento de mano y afirmó. No estaa en situación de llevarle la contraria al meta.

-Vamos seguidme, saldremos de aquí con vida, os lo prometo. -decía mientras ayudaba a dos ancianos a levantarse.

Toda la gente de la planta baja y los heridos van saliendo poco a poco. Los pandilleros siguen pendientes de que Vortex salga, al igual que James y el joven que tumbó a dos maleantes.

Vortex se desvanece con los heridos y se teletransporta al hospital más cercano. En el exterior del complejo comercial veis a bastantes coches patrullas aunque menos de los esperados por la nieve, coches de bomberos, varias ambulancias y varios quitanieves municipales. Además como no multitud de prensa. 

El frío fuera es ya muy importante y está empezando a nevar con fuerza. Justo cuando sale el último de los rehenes los pandilleros activan las puertas metálicas para cerrar a cal y canto el vestíbulo del centro comercial.

La policía anda preguntando a la gente que ha pasado y la gente señala a Montana y a Parkour como que ayudaron en el entuerto. El problema es que el chico joven y su acompañante pelirroja desaparecen misteriosamente entre el gentío, parece que no le gusta ser centro de atención al chaval.

Así que los agentes le preguntan a Montana James:

- Caballero, ¿puede indicarnos qué ha sucedido dentro? Nos han comentado varios rehenes que redujo a un par de delincuentes. Necesitamos saber cuál es la situación dentro.

Apareces en el Monte Sinaí, uno de los hospitales con mejor reputación. Dejas a los heridos en urgencias donde son atendidos con celeridad. Los pandilleros continúan allí, han creado una situación que no tiene resolución a corto plazo...es como si quisieran quedar allí. No mataron a nadie pudiéndolo hacerlo, y solo hirieron llegado el momento para que los que luchabais contra ellos salierais. ¿Qué es lo que están planeando? ¿Qué es lo que quieren exactamente? Porque no exigieron nada de momento.

Daredevil avanza y echa un vistazo desde la azotea. Veis como los rehenes van saliendo y que el ser misterioso desaparece en un abrir y cerrar de ojos con los heridos de gravedad.

- Al menos ha logrado sacar a la mayoría...

En ese momento se cierran las puertas metálicas de la entrada del centro comercial y escucháis que abajo empiezan a moverse. Varios de los rehenes cogen armas de los noqueados y se ponen a colaborar con los delincuentes. ¿Eran ya delincuentes antes o es un síndrome de Estocolmo a lo bestia?

- Hay algo que no me cuadra...¿rehenes colaborando con asaltantes? 

Parece que están preparando un artefacto en el centro del hall. Pero desde la altura no lográis verlo con claridad. Daredevil parecer percibir algo más que tú y añade:

- Ese artefacto libera un compuesto gaseoso...un derivado del cloroformo. Sí, es un gas para dormir. Pero no le veo sentido. ¿Qué opinas? - te pregunta directamente.

-Agentes, esa gente tiene bombas y mantienen a unos cuantos rehenes. Hay un metahumano dentro que ha luchado contra esos bastardos pero parecen no achantarse. Ignoro su motivación pero exigen negociar con la policía.

Y una vez dicho esto, el profesor y arqueólogo se acercó al otro hombre que, al parecer, había ayudado al metahumano en esa lucha contra los terroristas.

-¿Eres el de los brincos de ahí arriba? -dijo levantando la mano para que se la estrechase el desconocido.

Vortex sentía remordimientos de conciencia. Si no hubiera forzado tanto la situación aquella gente ahora no estaría en urgencias gravemente herida. Por su experiencia no le parecía que aquellas heridas fueran a acabar con ellos, pero aún así seguro que no eran nada agradables. Y no tenían la culpa. La culpa era suya, por no ser suficientemente eficiente. Había hecho lo que había podido pero en esta ocasión el enemigo a batir era difícil, muy difícil de vencer. Trabajaría con ello. Y nada mejor que hacerlo con ayuda profesional.

La amalgama de sólidos, oscuridad y gravitación que era Vortex reapareció en escena, aunque esta vez ya no en el interior del centro comercial sino junto a él, en el sitio donde la policía se había "atrincherado".

─Hola, oficiales, ¿quién está al mando? ─preguntó sin dejar pasar un instante desde su aparición y luego continuó, girándose hacia el oficial al mando─ Hola, mire, soy un testigo y voluntarioso ciudadano interesado en acabar con el capullo que está orquestando todo ahí dentro. Por lo que he podido ver un cabrón con poderes mentales está controlando una banda entera de pandilleros, convirtiéndolos en una especie de ejército que obedece ciegamente. El líder no sé ni si está ahí dentro, puede que sí, puede que no, pero es un capullo arrogante que planea algo y que ha conseguido equipar a los pandilleros con bombas y gas de potencia considerable ─dijo reflexionando un momento al decir lo de las bombas, que también le causaba ciertos remordimientos, el moai aquel nunca volvería a ser el mismo─ Hemos acabado con 7 de ellos en la planta baja, pero parece que hay bastantes más. ¿Han pedido ya algo? Me muero de ganas de saber qué demonios quiere, es como si se quisiera quedar ahí esperando algo...

Frunzo el ceño al ver como los rehenes cooperan con los ladrones.

- Creo que alguien los controla mentalmente… La cuestión sería averiguar si ese titiritero está entre ellos o está lejos… y como lograr romper ese control mental… - comento dándole vueltas a cómo podríamos lograr ambas cosas.

Me concentro en el gas, en tratar de discernir algo más desde aquí y en pensar en que otros usos se le podría dar a un gas derivado del cloroformo, aparte de lo obvio.

- No tiene sentido dormir a quien ya puedes controlar mentalmente… quizás sea un potenciador para sus poderes… para poder controlar a más gente… lo que sería una trampa a activar cuando la policía entrase en tromba en el lugar… para dormirlos y poder controlarlos… o simplemente para dormirlos y que no estén disponibles para atender una emergencia en otro lugar de la ciudad… - miro a DD para ver qué opina de mis ideas y si quizás él tenga otras.

La policía al ver aparecer a Vortex se pone nervioso, es algo al que el superhéroe está habituado pero incluso algún policía le apunta con su arma aunque al parecer un sargento le grita para que baje el arma:

- Por favor Mike, Steve...bajad las putas armas...si quisiera atacarnos ya lo habría hecho... 

Luego mira a Vortex y le comenta:

- No han pedido nada todavía, los negociadores acaban de llegar y van a tirarle un teléfono...los francotiradores se están colocando todavía y vienen los artificieros...creo que hasta el FBI ya está montando su centro de mando...debemos estar toda la puta policía aquí, como haya otro crimen no va nadie...

El chico joven no te hace ni caso y desaparece con la chica pelirroja a toda velocidad. Parece que no quiere que la policía le haga preguntas. La chica pelirroja te suena de algo, puede que sea famosilla o algo parecido pero el chaval sin duda no.

- La última de todas es la que más me preocupa. Ahora mismo hay al menos quinientos policías en la zona. Incluyendo dos equipos de la unidad de respuesta táctica y el FBI. Si el gas se expande por toda la zona podría afectar a varias calles si las van a usar como conductos. Seguramente es un gas pesado, por lo que no llegará a esta altura pero sí que afectará a los de abajo... - mira a la policía y luego a ti - ...yo no les caigo demasiado bien, pero tú podrías comentarles lo que piensas y que tomen precauciones. Si logra expandir el gas colapsará la ciudad sin ninguna duda. Necesitarán al menos todas las ambulancias y agentes activos para trasladar a los afectados, inspeccionar el lugar y asegurarlo. Al menos dos mil o tres mil agentes. Puede que más debido al tiempo.

Por tus conocimientos de medicina sabes que el cloroformo no es demasiado efectivo para noquear a alguien durante demasiado tiempo al contrario que muestran las películas y series de televisión. Pero los derivados pueden ser peligrosos, si se mezcla de la manera correcta podría aumentar su efecto e incluso afectar al sistema nervioso doblegando la voluntad. Sobre todo si se combina con escopolamina podría ayudarle  controlar a más gente pero claro la dosis nociva de ese compuesto es diferente en niños y adultos por lo que podría matar a los niños y adolescentes. Incluso aquellos adultos que tengan problemas cardiacos podrían fallecer ya que suele causar taquicardias severas según la dosis.

Entonces me golpeó.

- Mierda, el sistema de vapor de calefacción urbana… - era obvio. Aprovecharían algún acceso al sistema de calefacción desde el centro comercial. Desde ahí sería mucho más efectivo distribuir el gas por las calles colindantes en las que abundan las rejillas para liberar el vapor a las calles y que tan chulo queda en las pelis. Con suerte solo a las colindantes, si lo montaban bien era complicado calcular el área que podrían llegar a afectar.

- Yo les aviso – asentí – Tú intenta detenerlos. – ya me había puesto en pie para no perder tiempo, pero me giré antes de irme – Ten cuidado de que no te coma el coco a ti también y… gracias por jugarte el culo por todos, DD – le agradecí con una ligera sonrisa antes de, ahora sí, salir corriendo hasta el lateral por el que había subido, transformarme en Fenix de nuevo y bajar dejándome caer controlando la velocidad para que fuera una caída suave. Ella sabía como moverse sin que la vieran y poder llegar hasta el grupito de ¿heroes? Que parecían hablar con el sargento.

Una vez al lado, recuperé mi yo saliendo de detrás de un coche de policía.