Partida Rol por web

La gente era idiota de serie pero con eso de que era verano se volvían subnormales completos, nadie hacía ni puto caso de las noticias ¿Cómo era posible que la gente estuviera más preocupada de lo que hacían los parásitos de GH que lo de la enfermedad esa? Llevaba todo el día dando vueltas al bolo, tenía que llamar a sus padres a ver qué tal estaba la cosa por casa.
Por lo demás… era uno de esos días en los que el trabajo era más que entretenido, hordas de canis mamaos tentando a la suerte haciéndose los gallitos, de no ser porque sería un follón de papeleo con gusto se lo pondría fácil al darwinismo y dejaría que la muerte limpiara un poco el panorama genético. Aunque… ¡Que cojones! le encantaba empapelar a esa panda de mongólicos y ver como se les quedaba cara bovina, incluso meterles un par de ostias bien “dás” si se ponían chulitos,  algo que sus padres no hicieron en su momento.
No lamentaba en absoluto estar de turno, sus compañeros tenían demasiada manga ancha, además así se evitaba tener que aguantar el jaleo de los festejos o cruzarse con especímenes patéticos buscando con quien aparearse.

Jorge la sacó de sus pensamientos al tocar a la puerta, ella también oyó el petardeo de la scooter, sonrió de medio lado ante lo de “víctima”, era un buen compañero además de un tío majo. Tomó el tupper dejándolo en el asiento del copiloto y esperó a que parara al sujeto.

Esperó atusándose las extensiones a que aquel maromo perdiera el culo por ella y le trajera un refresco. Tomo el calimocho y extendió el dedo índice dándole un trago largo, sobre todo había que demostrar la clase del norte.

-Pues soy de Villarrobledo, ya sabess, donde hacen el viña- la Kímberly moderó el dedo con el que enredaba sus extensiones de forma coqueta, ya que casi las notaba ceder y tendría que ir pronto a retocarse al baño. Acentuaba las eses siempre que podía para remarcar que era forastera. -Estoy visitando a mi yayass- cogió el chicle y se lo tiró haciendo puntería al pelo a la chica que tuviera más cerca. Debía seguir demostrando su superioridad y chulería innata. -Soy la Kimberly María- y le plantó dos besacos, marcándole al chorbo todo el carmín rojo passion love del chino.- ¿Y tú cómo te llamass mozo? 

El chispillas era el hijo del Chispas, el electricista local. Era un chaval de aspecto ratonil que, como no se solía comer una rosca en el pueblo, se había echado amigos de fuera. Así que por eso iba hacia Andújar, donde había muchos más locales nocturnos que en Baños, donde solo estaba el pub "Legend".

Chispillas iba solo, con su gorra de cani y sus cadenas, que le habrían costado un pastón a su familia. Era paradójico como un cani podía llevar unas zapatillas del mercadillo, pero los oros eran todos de varios kilates y comprados en joyerías buenas.

Se había puesto de tiros largos y llevaba unos pantalones largos, aunque de tela fina como de deporte. Aún así, hacía calor aquella noche, y ellos que llevaban pantalones largos y aquellas camisas gordas de la Guardia Civil sudaban como pollos.

Vílchez le dió el alto y el chaval detuvo la moto en el arcen, obediente. Habló con él un momento y le acercó la máquina para que soplara. Era evidente que no iba borracho, o al menos mucho. Posiblemente se hubiera tomado algo en el pueblo y ahora iba a Andújar a pillarse la cogorza buena. Pero si pasaba la tasa, le iba a caer un paquete como a todo el mundo.

Entonces, la picoleta vió algo. Algo jodidamente raro. Había una sombra solitaria que caminaba en la oscuridad, en el cauce seco del arroyo. Se fijó bien durante unos minutos y se dió cuenta de que la sombra era una figura humana que se acercaba lentamente a la carretera. ¿Quien coño iba caminando por allí a aquellas horas?

Canaria...¿Cómo era la canción? "Mojo picón, mojo picón, la rica salsa canaria se llama mojo picón..." Ay la salsa canaría...

- Éh de Sevilla si. Pero alli tuve munchoh añoh ehtudiando, y se ma`pegao to - me río un poco. Está bien que le haya hecho gracia. Muchas chicas son de entrada facil vía humor- ¿Tu de`aonde ereh? Es mu grasioso tamién tu asento. Asín como con mucho arte. Y aún mejón ¿Como te llamah? Yo soy er Seky - le planto un par de besos, uno en cada mejilla- Encantao...

El chorvo fue ajeno a los improperios que había comenzado a soltarle la Jennifer a su amiga por haberle tirado el chicle encima. A decir verdad, solo tenía ojos para ella. Al menos de momento. Estaba bien marcar los objetivos a corto plazo, por que ahorras una de energía y preocupaciones que es la hostia.

-Alberto -respondió con una sonrisa que quería decir "y molo que te cagas"- He venío con unos colegas que ehtán comprándose un chawarma ahora mihmo. ¿Has probado el agua de la piscina? Está to rica. Pero no es lo único que está rico aquí.

Sonrió, chocando su vaso con el de ella. Ladeó entonces la cabeza, haciéndose el interesante.

-He estado en el viña un par de veces. A lo mejóh hasta nos hemos cruzao y tó.

Joder el “Chispilla”, en el diccionario salía su foto como definición de “niñato”. Negó con la cabeza en un gesto de “no me sorprende que este sea el primer tonto en caer”. Tenía la mano en el tirador de la puerta cuando vio una silueta viniendo del río? Aquello le dio mala “vibra”, cogió el arma y bajó un poco el cristal –Tsss, Vílchez!- con el mentón señaló hacia adelante y puso las largas.

Ella se rió cuando le dió los dos besitos. Era una chica pequeñita y jovial, de esas que no sabes si quieres follarte antes o después de jugar con ellas una partida de cartas en la piscina. Le miró con interés. ¿Le iría el aire melendiesco y tirao de El Zeky? Había gustos pa tó, y eso era algo que agradecía a los dioses en aquel momento.

-Yaisa -dijo con su acento- Soy de Tenerife, pero estoy de vacasiones con una amiga. Llegamos hoy de Jaén con la guagua por que desían que había guateque.

Se rió un momento.

-¿Y que es eso de El Zeky? Es un nombre grasioso.

En la mano de la chica faltaba una bebida. Eso seguro.

-No he probao el agua, pero desde luego que veo cosass mejoress ahora mismo que probar- dijo con una sutilidad y delicada cual cardo borriquero oliendo a channel. -No creo que nos hayamos cruzao, porque habríass oidoss hablar de mí y de un tiarrón como tú m'acordaría- los ojos de la Kimberly hacen una radiografía completa desde la coronilla a la ingle, porque más para abajo no había interés alguno en aquel especimen.

-¿Y tiés porros y nos salimoss fuera a echarnos unoss?- le propuso autoinvitándose a droga, mientras masticaba el chicle con la boca medio abierta y mucho movimiento innecesario de lengua. Las mujeres importantes no pagaban sus copas, ni su droga, todo el mundo lo sabía.

Las largas fueron reveladoras. Jodidamente reveladoras. La figura que se acercaba se recortó perfectamente contra el fondo negro. Estaría a unos veinte metros del coche, subiendo por la cuesta. Parecía una mujer rubia con los ojos blancos, la boca manchada de sangre y la piel con un aspecto cadavérico, muy pálido. Por sus genes, parecía uno de esos jiennenses que descendían de la colonización alemana.

El Chispillas dijo algo en voz alta, como cagándose en la madre que parió a Panete. Vílchez parpadeaba sin entender muy bien que coño le pasaba a aquella mujer, que se comenzó a acercar a ambos, atraída por las voces del Chispillas. Estaba como a diez metros de ellos y arrastraba los pies cuesta arriba para aproximarse. Es como si no pudiera caminar bien, pero no tenía fracturas o heridas visibles en las piernas.

Como ella estaba dentro del coche y él fuera, a cierta distancia, utilizó la radio en vez de desgañitarse gritando.

-Jefa, ésto es muy raro. Parece una persona herida y desorientada. ¿Que hago?

Claramente se trataba de una infectada. Los protocolos vigentes de la Guardia Civil a fecha de los corrientes decían que cuando se encontrara a un infectado vagando por ahí lo prudente era:

1. Aislarlo del contacto con otras personas.
2. Inmovilizarlo si era posible para su traslado a un centro sanitario capacitado para la recepción de éstos enfermos. El más cercano en el hospital de traumatología de Jaén.
3. Si el sujeto infectado ponía en riesgo a otras personas no infectadas, por su situación o características, debía ser eliminado según el procedimiento estandarizado del Estado Mayor del Ejército, dictado en sesión plenaria de la OTAN hacía quince días. Resumiendo: tiro a la cabeza y llamar a los servicios sanitarios y la funeraria para que lo enterraran en un lugar donde no pudiera producirse el contagio a través de la decantación de sus fluídos corporales hacia manantiales o vías de agua. La incineración también es un método aceptado.

No le cabía duda de que si se hubieran encontrado antes, se habría fijado. Quizá lo hiciera, pero seguramente iba tan mamado en el viña, había tanta gente y demás, que aparte de mirarle el culo al pasar ni se acordaba. Pero aquella noche si se iba a acordar.

Cuando dijo lo de la droga le hizo sonreír.

-Mucho mejoh que eso. Ya verás.

Se retiró unos segundos para coger algo que había traído en una mochila. Dentro del bolsillo había un paquete con unos tripis, o algo así. Supermanes, parecían.

-Éhta mierda es fetén. Te pone por las putas nubes. Pero contigo seguro que yego al espacio sideráh.

-¡Me cago en la leche puta!- exclamó -Es un infectado, dile al imbécil del “chispilla” que cierre la puta boca y se esté quieto- dijo por la radio, luego comunicó a central - tenemos un infectado en el puente a la salida de Baños, es un sujeto femenino, está manchado de sangre pero no parece suya, puede que haya atacado a alguien-

Consciente de que el ruido atraía a la mujer a Mari Cruz se le ocurrió una idea, todo eso de “inmovilizar” que decían los memorándum se le antojaba muy peligroso, pero a la vez el concepto mismo era muy amplio y se podía inmovilizar de muchas formas. Subió la ventanilla, puso los seguros y dejó el vehículo en punto muerto, esté avanzó cuesta abajo directo a interceptar la trayectoria de la infectada.

Como había una cierta pendiente en aquella vaguada, el terrano se precipitó hacia abajo como una bola de nieve en Suiza, o como unas rocas en El Veleta. Cogió velocidad rápidamente, y como el motor no estaba encendido, no atrajo a la infectada hasta que el sonido de los neumáticos sobre los chinos se acentuó al aumentar la velocidad.

El coche le pasó por encima, se estrelló contra las defensas y luego la rueda le rompió ambas piernas al pasar por encima. Crac, sonó, como si abriendo una lata de refresco. Habría jodido vivo a cualquiera, pero aquellas cosas eran duras de pelar. Quizá de ahí lo del tiro en la cabeza. Frenó cuando se vió en el cauce seco del río y el todoterreno se detuvo.

Vílchez se asomó y alumbró con una linterna. El chispillas se había asomado también, curioso como un ratoncillo. La linterna enfocó a la criatura que se arrastraba cuesta arriba en dirección al picoleto, lenta pero segura. Tenía unos traumas muy severos en el cuerpo, varias costillas rotas. Cualquiera que estuviera vivo estaría echando el bofe y de camino al hospital, más muerto que vivo. Pero aquello no. Por que aquello era "aquello", y no una persona. Una bestia, un animal.

El proyecto de cani veía los toros desde la barrera. O desde el quitamiedos, mejor dicho.

-Me cago en la órden -masculló- Ehto lo visto yo por el internés. Hay que reventáleh la puta cabesa o no se mueren ni patrás.

La radio volvió a activarse y Jorge, que no se había leído la circular, no sabía que cojones estaba pasando.

-Joder, la has reventado, jefa. Creo que todavía sigue viva, pero se sigue acercando. ¿Que pollas hago?

Resopló cabreada. Ni corta ni perezosa, ante la inutilidad de su compañero (no esperaba nada del Chispilla), dió marcha atrás con intención de terminar de reventar "eso" pasandole las ruedas por encima.

La musiquita vuelve a resonar en mi cabeza..."Mojo picón, mojo picón, la rica salsa canaria se llama mojo picón..."

- Ya desía yo que notaba asín un aire canario, Yaisa - le digo con humor- Poh er Seky viene de Esequiel. Pero éh mu feo y de siempre soy er Seky. No es como Yaisa, que éh mu bonito ¿entiendeh?

Miro que no lleva vaso. Eso había que cambiarlo ya mismito.

- Poh yo venía a recargáh - le muestro mi vaso vacío- ¿Tu que bebeh? Yo t`invito. ¿Y te estáh guhtando la fiehta? Er guateque, como tu diseh.

No me hacía una idea exacta de la edad que podía tener esta chiquita...Pero ahora mismo me daba igual. Si viaja sola con la amiga muy menor no puede ser. Éso o tiene unos padres mu liberales.

La chica le pidió un malibú con piña, también conocido como "el atontaniñas". Dulce como chupar una lata de leche condensada, pero que se subía rápido a la cabeza. No era habitual que El Zeky pagara copas a nadie, por que tampoco le sobraba la pasta. Pero cuando quería pillar cacho se volvía un puto caballero.

El Juancar le había estado buscando, pero en ese momento no le apetecía que le encontrara. De hecho, cuando le vió oteando para encontrarlo entre el público se metió en el baño. Al cabo de unos minutos salió y como se había figurado, su compadre se habría perdido para fumarse un peta fuera de las piscinas, pues había un segurata que vigilaba esa clase de cosas aquella noche.

Con el campo libre, entregó a la bella Yaiza su atontaniñas y comenzaron a bailar. Su amiga era fea de cojones, una puta carabina. Pero eso a él le importaba una mierda. Había química alli, y no tardando mucho, física Dios mediante. Su amiga, que se llamaba Cristina, o algo así (tampoco se oía muy bien con el chunda chunda de fondo) no le gustaba él, y no paraba de hacer mohines. Pero le importaba una mierda. Tampoco se la iba a follar.

-Disen que luego se van a Bailén, a la On. Que allí seguirá la fiesta. ¿Y tu que quieres aser luego, Seky?