Partida Rol por web

- Vamos, mula torda, vamos

 Con un ojo en su objetivo y otro en la mula, Lilith avanzó todo lo rápido posible hacia el edificio.

La emboscada de los plumíferos nos toma por sorpresa, y dejamos volar las flechas hacia los primeros enemigos que vemos. Mientras corro y sonrío satisfecho por el certero impacto, algo se me echa encima y siento un dolor lacerante en la mejilla. De un manotazo, me quito al pajarraco de encima, no sin que antes éste se lleve su premio, como me indica la sensación de desgarro en la piel de la cara.

- ¡Arhgh!
Protegiéndome la cara y los ojos como puedo, llego tras Artros a los soportales de la casa, pero aún oigo graznidos por todos lados. Tras las consecuencias de mi anterior ataque, decido que los beneficios de la ofensiva no superan a los de una prudente defensa, y protegiéndome con molinetes de arco, brazos, manos y vestiduras, me dedico a buscar refugio lo antes posible y lo más protegido que puedo.

Al llegar a la puerta la aporreo para intentar abirla, echando un ojo de vez en cuando a los pajarracos.

Artros llega a la puerta y empieza a aporrearla intentando echarla abajo. Por desgracia, parece atrancada desde dentro y no cede a sus empujes. Uno de los cuervos, se lanza sobre él mientras aporrea la puerta y posándose en su hombro, le ataca la cara produciendole profundos cortes que sangran en abundancia. Artros, logra espantar el cuervo que se aleja de nuevo volando. La cara del explorador está llena de profundas heridas sangrantes.

Otro de los cuervos, se lanza sobre Itán; pero por suerte, el elfo logra espantarlo mientras se mueve hasta llegar junto a Artros. 

Parece que el resto de los cuervos, han centrado su mirada y ataques sobre el resto del grupo. Uno de ellos, se lanza en picado sobre el enano y le picotea el pecho. Por suerte, la armadura repele el pico duro como el acero. Con un revés de su arma, Kazurh alcanza al cuervo y lo lanza varios pasos más allá. El pájaro, queda en el suelo mal herido y pegando saltos.

Morrowir, intenta evitar el ataque del cuervo que se lanza sobre sus ojos. Por suerte para el guerrero, el ataque no hace más que un rasguño sangrante. Con un golpe de su espada, Morrowir corta al cuervo por la mitad en una lluvia de sangre y plumas negras.

Lilith, tira de la mula y no ve venir al cuervo que se abalanza sobre su espalda. El pájaro, clava varias veces profundamente su pico en la espalda de la maga, antes de echar de nuevo a volar. La sangre mana en abundancia manchando la capa y las ropas de Lilith. 

La mula se encabrita ante el ataque de otro de los cuervos que picotea su flanco. El animal lanza una potente coz al pájaro pero no logra alcanzarlo...

Pajaraos asquerosos!!!!

Rapidamente hecho a  correr junto a Lilith para protegerla mientras continuamos avanzando, esta vez usando el escudo para repreder los ataques que vengan, tanto apra mi como para los que protejo.

- ¡Cubreme con tu capa y tu espada, intentaré abrir esta puerta!

Dicho y hecho, intento forzar la cerradura, visto que tratar de echar abajo la puerta no funciona.

Joder- grito de dolor ante los picotazos- Malditos pájaros, van a terminar de arruinarme lo poco que me queda de cara.

Intento quitarme la ropa de abrigo para atármela a la cara y le grito a Itán- Intétalo con la ventana, y si no, tendremos que ponernos los dos a la vez a machacar la puerta, sólo no podrás.

Morrowir avanzó junto a Lilith y Kazurh mientras apartaba las plumas con una mano y empuñaba la espada en la otra. ¡Avanzad, yo los distraeré!

Nada más acabó la frase empuño su escudo y corrió hasta una parde, pegando su espalda a la misma. ¡Daos prisa, cuando consigáis entrar buscaré un lugar donde refugiarme!

 Bueno, ya esta bien.

 - Kazhur, encárgate de la mula... está nerviosa.- le dijo Lilith pasándole las riendas a su aguerrido defensor.

 Entonces, entonando una de sus más poderosas letanías, se irguió por encima de la cabeza de su defensor, pese a sus intentos de que se agachase y se cubriese con el escudo, lanzando lenguas de llamas desde la punta de sus dedos y achicharrando a aquellos infernales plumíferos.

Itán protegido por Artros intenta forzar la cerradura sólo para darse cuenta que el pestillo no está echado pero la puerta está atrancada. Mientras los pájaros intentan atacar de nuevo. Por suerte, Artros logra mantenerlos lejos y no tienen éxito en su ataque.

Morrowir corre, protegido por su escudo hacia una pared pero es atacado con saña por un cuervo que logra hacerle sangrar por varios picotazos en la cara. Por suerte, evita los picotazos en el ojo. Ya está más cerca de la primera de las casas.

Lilith, agita la mágia en torno a sí misma y una llamarada surge de sus manos para impactar sobre el cuervo que la atacaba. El animal humeante y malherido se aleja graznando. 

Mientras, el enano intenta hacerse con la mula sin conseguirlo.

Por fin, la puerta cede a los embates de Artros.

Restan 5 Cuervos de Sangre vivos o efectivos mas unos 20 cuervos normales que empiezan a arremolinarse sobre Lilith, Kazurh y la mula.

Cuando cede la puerta, cargo el arco y me dispongo a disparar al mínimo movimiento.

Hago señas a os demás para que entren en la casa a protegerse de los pájaros.

- ¡¡¡Maldita mula del demonio, quieres moverte o te atizo con el hacha en el culo!!!

La empujo con las zaña y le golpeo el culo a ver si asi se mueve mas rapidamente.

Artros e Itán

Entráis en tromba en la habitación pero resulta estar vacía aunque todo está revuelto y muchas cosas rotas. Dos puertas, dan a otras habitaciones.

Morrowir, Lilith y Kazurh

Kazurh intenta hacerse con la mula pero ésta se resiste. Uno de los pajarracos, aprovechando que el enano está ocupado con la mula, logra agarrarse a su cabeza y medioarrancarle una oreja. El enano, intenta alcanzarle con el hacha, pero el cuervo le pica la cara y huye indemne. La sangre, mana abundantemente por la cara de Kazurh cegándole momentáneamente la visión. 

Lilith, lanza de nuevo la llamarada y alcanza levemente a uno de los cuervos y lo deja humeando, pero sin embargo, no logra evitar que el cuervo la picotee con saña antes de alejarse volando, graznando y humeando. La sangre mana abundantemente por las heridas de la maga que nota que sus fuerzas empiezan a fallar por la pérdida de sangre.

Morrowir corre hacia las casas y un cuervo le picotea la espalda. El guerrero se gira y le alcanza con la espada. El cuervo, malherido se aleja volando.

Los cuervos, cinco grandes y una veintena de pequeños sobrevuelan a Liliith y Kazurh en círculos aunque ahora se muestran más reacios a atacar y sólo dos de ellos parecen dispuestos a hacerlo...

Morrowir llegó junto a las casas, era momento de buscar una buena cobertura, sin embargo no podía dejar de preocuparse por Kazurh y Lilith. ¡Alejaos, dejad a la mula!

Cierra la maldita puerta hasta que estén a punto de entrar, no se vayan a colar esos pajarracos del infierno.

Yo me dirijo con el arco cargado hacia la habiación donde me pareción ver a la persona.

Mi ira va creciendo hasta que solo puedo esperar matar a mis enemigos.

- Al carajo. - digo con el hacha prepada y el escudo listo para hacer frente al proximo pajarraco que se acerque.

Mientras Itán mantiene la puerta bloqueada, Artros se dirige hacia la otra habitación.

Está tan desordenada como la primera. Una mesa desvencijada y unas sillas rotas completan el mobiliario. No hay nadie pero en el techo, hay una trampilla cerrada. No hay más salidas.

Morrowir, logra alcanzar la puerta que guarda Itán.

Uno de los cuervos se lanza sobre el enano. Kazurh, blande el hacha pero no logra impactar. Sin embargo, el cuervo si le alcanza de nuevo en la cara con un fuerte picotazo. Y de nuevo, se marcha volando.

Lilith, alza las manos y las llamas, envuelven al otro cuervo que cae varios metros más allá humeando y graznando lastimeramente.

Una vez a salvo, toca ayudar a Lilith y Kazurh, que parece que están pasando apuros. Así pues, abro la puerta de par en par y dirijo mis flechas hacia los cuervos más grandes que sobrevuelan a Lilith.

- ¡Morrowir, cúbreme mientras atravieso a esos cabr*nes!

Morrowir hizo un leve gesto con la cabeza a Itán, estaba demasiado concentrado en Kazurh, Lilith y los cuervos como para contestar, alzó su escudo y esperó el ataque de los animales.

Miro alrededor del cuarto, y busco muebles para apilar y poder abrir la trampilla cerrada.