Partida Rol por web

Me fijo en el artefacto que deja caer a fin de identificar su uso

-¡Ok, jefe!

Los disparos desde el bláster pesado del Wookie y desde el rifle de Sake vuelan directamente hacia Amon, quien levanta su mano izquierda y detiene ambas descargas de energía como si no fuese más que un pequeño chorro de agua. Ambos blásters se extinguen en su palma instantáneamente.

Ambos droides hacen rápidamente objetivos y comienzan a descargar los disparos de sus rifles. Uno de ellos dispara una ráfaga muy dirigida contra Nina, pero falla todos los impactos. El otro apunta y dispara una ráfaga de disparos contra Gaheris, pero también falla por mucho.

Corro contra el maldito ser corrupto que tengo delante y le tajo con mi Sable de Luz. Lamentablemente, el daño es muy escaso.

En un movimiento preciso, Amon consigue detener el golpe del sable de luz de D'Angbar en un enfrentamiento que produce chispas y sonidos en la oscuridad.

 Avanzo hacia el aspirante a Sith, mientras activo mi sable de luz y me preparo a enfrentarme a él, con intención de apoyar a Cobaine, a la vez que estoy atento a posibles ataques, para poder defenderme de ellos...

Oyendo las palabras de Haka, Nina avanza unos metros para poder dejar la linterna lo más cerca que pueda y una vez en el suelo la enciende y se aleja hacia sus compañeros.

De acuerdo, intentemos mantener el flanco oeste - dice mientras se aleja y apunta su arma hacia el droide.

Los rápidos movimientos de nuestro enemigo muestra su letal destreza, con unos movimientos casi imperceptibles consigue parar todos los ataques. Esta claro que no es un enemigo cualquiera y será necesario dar el maximo,

Tendremos que atacar todos a la vez si queremos derrotarlo. Es demasiado rápido pero no podrá desviarnos a todos, Gaheris cobain flanquearlo.

Intento mantener mi luz fija sobre sus ojos a fin de facilitar el disparo del resto y perjudicar sus reflejos. Cuando lo tengo a tiro disparo al ver el bloqueo de Cobain que mantiene su sable ocupado mientras digo entre dientes Para esto si puedes...

El combate ha iniciado y el enemigo es en verdad un ser de gran habilidad. Detiene con sus manos desnudas los disparos de Roogbor y Sake como si nada. Lanza un relámpago de energía oscura sobre Roogbor que impacta tanto al wookie como a Sake, Chidoo y Gaheris. Luego recibe parte de la explosión del misil de Balael pero no parece amilanarse en lo más mínimo y una sonrisa aparece en su rostro.

Dos de los droides comienzan a dispararle a los héroes, pero ambos fallan para suerte de estos. D'Angbar se lanza al ataque como el noble Jedi que es, pero su golpe es detenido con facilidad por el sable de luz rojo de Amon, quien le mira a los ojos con un poco de gracia en ellos.

Nina deja una de las barras luminosas en el suelo para así apuntarle con su haz a uno de los droides para así poder hacer blanco fácil de él. Gaheris mantiene la cautela y se acerca con cuidado mientras que Haka dispara contra el enemigo con gran precisión. El disparo de Haka vuelta directamente contra Amon pero este en el último momento se mueve y el disparo falla.

Los droides guardianes más cercanos hacen objetivo sobre Nina y Sake, soltando una gran cantidad de bláster contra ellos. Por suerte para el soldado, los disparos se alejan suficiente de él, mientras que una de las ráfagas se dirige directamente a Nina.

Rayos de oscura energía rodean mi cuerpo, haciendo que lacerantes látigos de dolor recorran mi peluda piel. Aprieto los dientes con tanta fuerza que los colmillos se me clavan profundamente en los labios. Rujo un alarido bestial, mientras me retuerzo en el suelo con frías llamaradas de Poder Oscuro ensayando una macabra danza sobre mí. El aire se satura con un intenso olor a ozono y pelo chamuscado, y no puedo oír nada a mi alrededor más allá del crepitar de la Fuerza machacando todo mi ser.

Por un instante, me veo desde arriba, como si no fuera más que un espectador etéreo en una vívida pesadilla. Contemplo como la habitación se llena de hirvientes proyectiles de energía, escupidos desde los cañones de los blásters de mis compañeros. Todo parece moverse a cámara lenta. Las brillantes hojas de los sables de luz bailan entre siniestros siseos, en una perfecta coreografía de embestida y bloqueo. Me siento tentado a dejarme llevar por la inconsciencia, dejar de resistir. Dejar de luchar. Mi atención se desvía hacia la esbelta figura de Balael, agazapada frente a una furiosa lluvia de fuego que brota sin pausa de un droide de combate. Las palabras de su padre resuenan en mi mente como un eco lejano: «cuida de mi pequeña, hermano...».

Reuniendo toda la fuerza de voluntad que me queda, consigo centrarme y volver a poseer control sobre mi cuerpo. Amon Acknar sigue castigándome sin piedad y mi visión va oscureciéndose progresivamente, como si estuviera adentrándome en un túnel oscuro que va estrechándose a cada paso que doy. Ya no puedo ver a la joven Balael, ni a Haka, ni a Nina, ni... Solo veo un pequeño círculo de,luz donde los jedi parecen danzar con la misma imagen de la muerte. Si quieres que un árbol caiga, ataca a la raíz, Roogbor...

Con mi último retazo de voluntad, alzo el bláster en dirección a Amon. El brazo me tiembla violentamente. Concentro toda la fuerza que me queda para mantenerme firme  durante un segundo y aprieto el gatillo. 

Chidoo ve que todos se concentran en el hombre pero ya ha visto a estos droides en acción y entiende que no son de ignorar. Deja en el suelo su barra luminosa para así mantener la iluminación de lugar y avanza hasta ponerse al lado de Nina, desde donde dispara su pistola bláster.

El disparo impacta pero es solo un rasguño en el blindaje del droide enemigo.

Ofuscado por que mi enemigo, no se como, ha logrado detener con sus manos vacias mi disparo blaster, busco entrar en sus defensas con otro disparo.

El disparo que Roogbor lanza con su último aliento impacta en una costilla de Amon, quemándolo y causando gran daño. En enemigo gruñe de dolor y su mirada, inyectada en la más oscura de las iras, se dirige al wookie, que sucumbe finalmente bajo las descargas de corrupción que aún le sacudían. Roogbor cae al suelo para no volver a levantarse.

Sake le dispara pero no es capaz de alcanzar al escurridizo enemigo.

Amon da un salto y una voltereta en el aire con gran habilidad, saliendo del radio de amenaza de D'Angbar más rápido de lo que este puede notar. Luego se acerca a Gaheris y, una vez llega a su lado da un terrible grito que retumba en los oídos de todos los presentes, haciendo que sangre salga de algunos tímpanos. Chidoo deja caer su arma e intenta tapar sus tímpanos pero no es capaz de detener el Poder del Lado Oscuro y cae moribundo al suelo.

Luego de eso permanece un momento quieto pero sin bajar la defensa, como recuperándose un momento del daño sufrido.

Nina esperando estar oculta entre las sombras que le rodean, observa como una lluvia de láser se dirige hacia ella para acabar con su vida, pero cual felino reacciona con un movimiento rápido esperando que sea lo suficiente para salvar su vida. Tras lo cual se echa cuerpo a tierra y devuelve el disparo a su enemigo.

Cuando un terrible sonido inunda su cabeza y sus sensibles extremidades auditivas, provocando que el dolor y la confusión le haga fallar su disparo.

Chidoo, a tierra estamos rodeados estos malditos nos atizan por todos lados.

Chidoo parece no aguantar y sus piernas flaquean, la situación se vuelve desesperada y el grito de Amónse extiende por la sala produciendome gran dolor. Balael acaba con él no aguantaremos mucho más

Amon ve como el disparo muy bien dirigido de Sake va contra él, por lo que levanta la mano desnuda y lo detiene en el aire como si nada.

-¡Roogbor! -grita Balael, accionando en un gesto reflejo el interruptor del lanzamisiles.