Partida Rol por web

-Estoy segura de que el señor Bel-Iblis y yo podríamos bucear ahí dentro con ciertas garantías... -dice Balael, asintiendo-. Habrá más droides, quizá podríamos reprogramarlos. Y dejar sin energía el piso de abajo, cerrar todas las salidas... Eso en el caso improbable de que no haya sistema de autodestrucción: me sorprendería mucho que un complejo experimental como este, donde se producen engendros como los que tratamos de erradicar, no guardara un sistema de protección final y autodestrucción antes ataques externos.

La wrooniana se agacha sobre los fusibles caídos, inspeccionándolos. Extrae con gran habilidad los quemados de su lugar junto a la terminal, substituyéndolos por los nuevos. Luego sonríe y da un golpe seco contra el metal.

-Bueno, reiniciemos todo esto -murmura, bajando y subiendo el diferenciador. 

Balael cambia los fusibles quemados y manipula el diferenciador para dar la energía. Con un fuerte zumbido, la energía comienza a trasmitirse y la luz de todo el complejo se enciende.

El zumbido cesa cuando el flujo se normaliza y el lugar permanece completamente operacional.

Tal como el examen preliminar de Nina indicaba, están en el Hangar, el cual solo tiene la puerta por la que han entrado y la salida superior para las naves. Dentro hay ciertos repuestos y una terminal.

Por un momento tengo que cerrar los ojos al recibir el fogonazo de los focos activos de nuevo, miro a mi alrededor para situarme. El terminal parece activarse y según la información del datapad no hay tiempo que perder.

Le paso el datapad a cobain
sigue leyendo en voz alta, empieza por el ultimo registro hacia el primero

Me acerco a la computadora examinando los requisitos de seguridad

alguien tiene conocimiento en seguridad informatica?

Cojo el datapad que me da Haka y lo manejo con cierta torpeza hasta que logro desactivar y guardar mi Sable de Luz y sujetar bien el datapad con una mano y la barra luminosa con otro para ayudarme a enfocarlo.

-Vamos allá. A ver si consigo entrar...

La repentina claridad de las luces del techo me quema las retinas como alfileres al rojo vivo. Es hora de despertar, viejo wookie... Me incorporo como puedo, gruñendo de dolor al levantarme, y atravieso el amplio hangar renqueando. Balael aporrea el teclado de la terminal, mordiéndose el labio como hace siempre que se enfrenta a un problema frustrante. Haka está a su lado sugiriéndole posibles salidas al rompecabezas del sistema de seguridad, pero parece que sus intentos no están siendo demasiado productivos.

- Gruumggraaah....* -susurró mientras la echo a un lado, suave pero firmemente.

Me plano frente la pantalla y tecleo torpemente los comandos básicos de análisis del sistema, buscando hacerme una idea de los mecanismos y programas que rigen la seguridad de la terminal. Parece que se han esmerado en hacer impracticable cualquier intento de saltarse los protocolos de seguridad, pero después de meterme en un par de callejones sin salida, consigo vencer las primeras barreras del sistema.

- Brrmmgarrr ggrruuuhmmgraa.**

El Wookie no deja de sorprenderme, resulta curioso ver semejantes manos tecleando en el terminal con tanta soltura. Despúes de ejecutar algunas rutinas parece que el terminal nos da un respiro

Eso es!

Balael comienza a teclear unos comandos, pero la terminal reconoce el intento de intrusión y comienza a prenderse una luz roja en todo el lugar mientras en la pantalla aparece un reloj de cuenta regresiva de 30 minutos que empieza a correr.

Roogbor intenta entrar en el sistema y logra eliminar ciertos bloqueos, pero al parecer no hay forma de detener el contador.

Las parpadeantes luces rojas no auguran nada bueno. Y la cuenta atrás, menos. Sigo tecleando como si me fuera la vida en ello -cosa que no deja de ser posible...-, mostrando los dientes en una mueca feroz y concentrada. Parece que el haber eliminado los primeros bloqueos, me ha dejado adentrarme en una zona menos restrictiva del sistema. Cada vez me es más fácil vencer las barreras programadas, pero el reloj sigue bajando...

La mujer contempla las luces, entrecerrando los ojos.

-Tengo un mal presentimiento acerca de esto...

Sigo tecleando furiosamente, mientras el cronómetro va desgranando los minutos en una cuenta atrás de final incierto. ¿Qué ocurrirá cuando el minutero alcance el cero? ¿Se trata de un mecanismo de autodestrucción? ¿¡Vamos a saltar todos por los aires!? ¿O el sistema está programado para liberar a las bestias clonadas si detecta un intento de intrusión...?

Abro el primer archivo en orden cronológico, el más antiguo, y comienzo a leerlo.

MIentras mis compañeros descifran el sistema informatico, yo simplemente trato de vigilar para estar preparado ante cualquier amenaza.

Nina con la sensación de deber cumplido, deja a sus compañeros operando los controles mientras se dirige a lo que parece que es la única entrada para desde ella vigilar posible avances hostiles.

 Mientras los demás se ocupaban de lo suyo, yo miré a mi alrededor y me situé al lado de Nina, vigilando la puerta, mientras trataba de sentir algo en La Fuerza...