Partida Rol por web

Andres siguió tratando de no hacer demasiado ruido a Anais con toda la intención de colarse...

No escuchas nada raro, te escabulles con facilidad... y justo antes de que Anaïs cierre la puerta del baño, tú ya estás dentro. No se ha dado cuenta... y empieza a desabrocharse la parte de arriba del bikini.

Sonrió con total chulería, pero no pudo evitar abrir la boca - ¿le abro la cortina señorita?

Me giro de golpe al escuchar una voz detrás de mí.

- ¿Qué...? ¿Qué haces aquí? - me sentía totalmente apurada... pero también me alegraba de que hubiera entrado al lavabo.

Por suerte, tuve la suficiente rapidez de no quitarme del todo el bikini cuando me giré... por lo que no se veía nada... pero lo dejaba todo a la imaginación.

¿Tu que crees? - preguntó con descaro mirando sin cortarse un pelo al bikini a medio quitar y de vez en cuando a la cara de ella

El hombre te intimida. Te intimida mucho. Pero conservas la calma y le sostienes la mirada... aun así, comprendes que él y su varita... tienen mucho poder. Y también comprendes, que es un personaje importante en el mundo de la magia.

- Pues... no lo sé - respondí, dándome cuenta de cómo me miraba.

Tragué saliba y sonreí con maldad - ¿Qué pasa? ¿Qué quieres que termine de quitarme el bikini...? - dije con un tono de voz melódico y sensual.

Estaría bien, sin duda - dijo sonriente

Sonreí con malicia, deslizé mi mano hacia la tira del bikini y tiré de ella... dejando mis pechos al descubierto, unos senos casi perfectos, y poniéndome una mano en la cintura...

- ¿Así...? - pregunto, mirándolo a los ojos y sonriendo.

Al ver a Anaïs desnuda... sientes unas ganas terrible de balancearte sobre de ella pero... aun te queda autocontrol.

Se acercó aun mas a ella quitándose la camiseta - Son... perfectos - dijo alucinado mirándole los pechos y luego a sus ojos

No dejé de sonreir, me miré a los pechos y lo miré a él, observando cómo se quitaba la camiseta... - Yo, soy perfecta... - respondí, mordiéndome el labio inferior y riéndome levemente.

Se pegó a ella rozando sus pechos con el torso de Andres - en eso estoy de acuerdo - y le dio un beso

Le correspondí el beso, poniendo mis manos en sus hombros, con el agua del grifo de música ambiente...

Mientras la volvía a besar, ni corto ni perezoso bajo ambas manos a los pechos de ella acariciándolos

Nunca antes había enseñado los pechos a un chico... ni mucho menos me los habían tocado... pero me gustaba. Seguí besándolo, ofreciéndole mi lengua para que hiciera lo que quisiera con ella.