Me ruborizo más, ligeramente, lo miro y sonrío... niego con la cabeza, el flequillo se me cae delante de la cara.
- No ocurre nada... - digo en un susurro.
¿Entonces? - preguntó curioso
- Nada - vuelvo a mirarlo y sonreir - Tu madre parece muy agradable
Añado, mirando por donde desapareció la silueta de la madre de Andrés.
Si, es muy cariñosa - dijo sonriendo orgulloso
- ¿Te sigue doliendo? - pregunté, haciendo referencia a la mano que tenía.
Un poquito - comentó quitandole importancia
Tras entrar a casa, cierro la puerta tras de mí, no tengo cuidado en no hacer ruido... tampoco es necesario... Me quito la cazadora y la dejo sobre una de las sillas de la mesa que hay en el salón y me acerco a... mis padres.
Papa... mama, tengo... tengo que preguntaros algo. Me siento mas dejándome caer sobre el sofá y mirando a mis padres.
¿Quienes eran mis padres?, ¿Porqué están en prisión y porque nunca me hablasteis de ellos?... ¿Y quien me trajo a este lugar?
Ambos te miran; se miran.
- Cariño... - dice la madre, acercándose a ti y cogiéndote de la mano, mira a su marido, está nerviosa.
- Verás - empieza a decir el padre, traga saliba - Nosotros... nosotros somos squibs - suspira - hijos de magos... sin magia... además, María - la madre - es estéril... pero tú eso ya lo sabes. Cuando tenías cinco años, vino uno de los concejales del ministro... y te entregó a nosotros.
La madre solloza, y continúa ella:
- Tus padres hicieron un atentado que murieron magos, mestizos y muggles... o eso es lo que nos contaron... quisieron ponerte a salvo... alejándote de la magia para que... para que no te convirtieras en lo que se habían convertido ellos.
Miro ceñudo a mis padres... No convertirme en lo que ellos... pero... me pongo en pié y suelto mi mano de la de mi madre.
Por que no me lo contasteis, si, si lo hubierais hecho no hubiera tratado de seguirlos o de saber mas de ellos. Pero, pero ahora. Ahora quiero saber las razones por las que me lo ocultasteis... quiero saber que es lo que hicieron y porque, y ya veo que vosotros no podréis responderme.
Quizá en la escuela, quizá alguien de Slytherin pueda ayudarme...
Los dos se miran, puedes la alarma en sus ojos. El padre también se levanta.
- Has... ¿Has conocido a gente de Slytherin? Hijo, no es buena idea que te juntes con esta gente... no son de lo "mejorcito" precisamente... no te lo contamos porque nos obligaron a guardar silencio, Andrés, querían que te diéramos una educación normal; alejada de la magia.
- Tus padres hicieron algo horrible... terminaron con la vida de muchas personas - la madre apoyó a su marido.
¡¡ Que no son de lo mejorcito !! digo bastante enfadado al escuchar sus palabras... Mis padres er... son de Slytherin !!!, no se porque hicieron lo que hicieron pero seguro que tenían sus razones... Y YO PIENSO ENTRAR EN SLYTHERIN COMO SEA... aparto mi mirada de la de mis padres.
Y algún día cuando salgan de Azkaban, volveré con ellos... vosotros no sois mis padres... solo me vigilasteis como unos perros guardianes, para que no aprendiera lo que realmente soy.
El padre tampoco se queda atrás con los gritos.
- ¿¡ACASO HAY MOTIVO ALGUNO PARA MATAR CASI UNA FAMILIA ENTERA!? - da un golpe a la mesa de cristal, no la rompe de milagro, y su mujer da un respingo - ¡¡¡QUIZÁS NO SOMOS TUS PADRES PERO NOSOTROS TE HEMOS DADO UNA EDUCACIÓN QUE NADIE MÁS TE HA DADO!!!
No puedo si no callarme ante la primera frase de mi padre y su violenta reacción... Quizá tenga razón, la lógica la tiene de su parte, pero... pero alguna razón tuvo que ocurrir eso.
Tienes razón, me habéis educado en algo que no me va a servir para nada, he aprendido mas hoy por la mañana con dos desconocidos que en toda mi vida con vosotros... las palabras de Andrés suenan en un tono bajo, mucho mas que el de su padre y que el que el mismo empleó antes.
Ya tengo ganas de irme a esa escuela, y poder aprender todo lo que no he aprendido en estos 15 años... me levanto del sofá y comienzo a dirigirme hacia mi cuarto...
- Sí, ve a tu cuarto. Haz las maletas, y largo de nuestra casa. Aquí no queremos ningún Slytherin - sus ojos centellean de ira, su rostro es serio, y vuelve a hablar normal, aunque suene duro.
María le coge del brazo.
- Pero cariño... - pero el hombre la calla con un movimiento de mano y con la mirada fija a Andrés.
- Largo.
Pasan las horas... y nos quedamos sentados al sofá hablando de trivialidades, Andrés y yo... su madre viene a ratos a ofrecernos comida y bebida. Es muy amable.
A la que veo que son las ocho de la tarde me levanto... él continúa con la mano dentro del Murtlap, aunque su madre ya se lo ha cambiado un par de veces y ya le ha quitado una astilla clavada que se le había quedado.
- Voy a tener que irme, mi madre me estará esperando para cenar. Gracias por todo - dije mirando a Andrés y a su madre.
Tras decir esto, me dirijo a la salida y a mi casa.
Me detengo al escuchar las palabras de mi padre... Me giro y lo miro el odio se puede ver atravesando mis ojos, aprieto los puños con fuerzas, y sin decir nada me doy media vuelta y subo a mi cuarto. Doy un portazo cerrando la puerta tras de mi y me tumbo en la cama...
Malditos cabrones, pero que se han creído... ellos no son mi familia, ellos solo son unos asquerosos inútiles sin poderes... porque ellos sean tan inútiles de no poder usar magia no voy a quedarme yo como ellos... Los odio...
Doy un puñetazo a la pared, haciendo que me sangre un poco el puño y abro el armario, recogiendo una maleta. La abro y meto en el interior algo de ropa, dejando para el final la carta que indica lo que hacer y a donde ir. Una vez he terminado, rompo una camiseta vieja y envuelvo mi puño para que deje de sangrar y salgo de la habitación, en dirección a la salida de la casa...
Una vez veo a mis padres de camino, los vuelvo a mirar de nuevo... Adiós... no esperéis que vuelva
El hombre ve como Andrés ya se ha hecho la bolsa y como se dispone a salir - Deja las llaves al recibidor
¿A dónde irás ahora?
Andrés fue detrás de ella cuando salió por la puerta - ¿Así te despides?
Me giré en el último momento, miré a dentro de la casa, para ver si veía a su madre... me sonrojé.
- No... - me acerqué a él y le di un tierno beso en los labios.
Meto mi mano en el bolsillo y saco las llaves. Las miro y niego con la cabeza... Tómalas y métetelas por el culo se las tiro a mi padre al pecho y sin decir nada mas me giro y salgo de la casa...
Me detengo unos segundos en la puerta, en donde tomo aire y prosigo mi camino, me dirijo hacia el parque del barrio mago, me siento en un banco y miro al cielo... parece que no me queda otra opción.
Me levanto y me encamino a la casa de Anaïs, es la única maga que conozco...