Partida Rol por web

El nuevo análisis del Tricorder de Aleksandra (mediante la ayuda de Sirril) arroja nueva información sobre el entorno circundante y la pirámide en general.

El cristal de Dilithium es alimentado por un mecanismo que extrae la energía telúrica del centro del planeta, y es el responsable de la generación del campo de fuerza que protege a la pirámide tanto en la superficie (de los ataques desde el espacio, por ejemplo) como bajo tierra (de los ataques de los mutantes y ocasionales sismos).

La pirámide al parecer se encuentra formada por seis niveles de gran altura con divisiones en sub niveles. El mayor índice de acumulación de energía se encuentra en el último nivel de la pirámide y otro tanto menos proviene del nivel próximo inferior al de ustedes.

El Tricorder detecta aproximadamente tres mil formas de vida dentro de la pirámide, aunque no se pueden identificar con el pequeño aparato. Las firmas biológicas se encuentran concentradas en casi todos los niveles menos en el último nivel de la pirámide y en el inferior. 

Aleksandra mostraba su tricorder al vulcano mientras le susurraba al oido... era una sensación extraña para Sirril, sus sensibles orejas sintieron un ligero consquilleo que transmitieron por todo el cuerpo del vulcano.

Por un momento el oficial pareció perder la conscentración pero al instante centro su mirada perdida en el tricorder y en el mensaje que la alferez le decía. Si que son extrañas estas lecturas... es como si sus celulas se hubieran descompuesto para volver a recomponerse de nuevo... la tecnología de esta pirámide es muy avanzada, desde luego no tenemos nada parecido para seres vivos... pero ¿si fuera algún tipo de clon o en su reconstrucción hayan hecho alguna modificación genética? será mejor no descartar nada pues en este viaje ya hemos visto varias cosas que escapan a nuestra comprensión.

Hasta no tener más información será mejor que no toquemos ese agua ni digamos nada a los demás, mantenga los ojos bien abiertos a sus comportamientos y este preparada para todo.

Tras aquellas palabras el vulcano le miro a los ojos

Buen trabajo alférez, no deja de sorprenderme

Tras comprobar y revisar los datos con la alferez el vulcano se dirigió al grupo tras escuchar a la suplicante dejando a esta un poco al margen.

Bien, como pensaba esta civilización parece un grupo fanático religioso lo que nos puede traer problemas ya que considerarán sagrado aquello que no puedan comprender. Seguramente lo que llama joya sagrada sea algún tipo de reactor de energía que proporcione vida a todo el complejo y al rayo tractor. Mantengan la cautela y no hagan nada que pueda molestarles, recuerden que no debemos interferir en otras culturas por lo que será mejor que limitemos cualquier información sobre naves, viajes en el tiempo o cosas que no acaben de comprender y respetemos sus costumbres.

Alferez, intente abrir un canal de comunicación con la excalibur mientras nos dirigimos a la sala de esa joya.

Tras aquello Sirril se volvió hacía la suplicante.

¿Puede llevarnos a la sala de la gran joya? nos gustaría mostrar nuestros respetos

-Cuando demasiada lógica puede llegar a resultar ilógica...- Pensó Diane, frunciendo las cejas muy a su pesar ante el comentario del vulcaniano.

-Coincido plenamente con la necesidad de respetar sus costumbres y evitar cualquier posible malentendido... y para ello le sugiero, señor Sirril, que cuide su vocabulario. Tal vez desde su pensamiento racional usted crea estar señalando un hecho pero dudo que ninguna cultura guste de ser llamada "fanática".- Indicó, bajando levemente el tono pero sin molestarse en susurrar. Después de todo, dada la referencia a su auxiliar Blake, a la que de ninguna forma podían conocer, cada vez estaba más segura de que tenían alguna forma de acceder a lo que cruzaba por su pensamiento. Aunque, de ser así, al menos esperaba que igualmente hubieran sido capaz de leer la falta de malicia en la mente del oficial científico.

La idea de una entrada que no podía usarse de salida sin ninguna duda incomodaba a la doctora (de poco les serviría liberar la nave si ellos se quedaban atrapados ahí dentro... y aunque morir como un mártir era mejor que morir olvidada, ella prefería vivir antes que cualquiera de las dos opciones), pero aun así sentía que tenían problemas más acuciantes. Dado que parecía que iban, por lo visto, a presentar sus respetos a la Joya Sagrada, lo menos que podían hacer era prepararse.

-Si no he entendido mal, es el poder sagrado de la joya el que produce el milagro de la curación del pozo, ¿y es igualmente la protección de esta entidad la que permite la vida en el interior de este complejo?- En su vocabulario, eso se llamaría "fuente de energía", pero más les valía adaptarse de momento. -Y, una vez que nos encontremos ante ella, ¿cuál es el modo adecuado de mostrar nuestros respetos cómo extranjeros que somos? Teniendo en cuenta que ha hablado de castas, entiendo que el comportamiento esperado puede variar en función del individuo.

Mientras seguimos a la chica, hago un rápido escaneo con mi tricorder, en un intento de prestar ayuda a mis compañeros Sirril y Aleksandra, pero leer los tricorders para mí siempre ha sido un galimatias y nunca me entero de nada. Pongo cara interesante, para que no vean que ando perdido, pero cierro el aparatejo y lo vuelvo a guardar.

- ¿Qué quien es Blake? - digo con cierta nostalgia y melancolía - Es... Ella es alguien muy especial y a la que le quiero decir muchas cosas antes de morir.- hago una pausa - Por lo que tenemos que encontrar la manera de salvar a todos, ¡y vaya si lo haremos! Por cierto, como sabes su nombre si no la he nombrado...

Mientras Sirril y la doctora discuten sobre qué y como decir a los habitantes de los pasadizos, quedo algo sorprendido con los temores y miedos de la chica albina.

- No todo es malo, no es bueno quedar siempre escondido. Hay que plantar cara y buscar la manera de luchar y sobrevivir. Vivir escondidos, bajo tierra, sin poder disfrutar del sol calentándote la piel, la suave brisa en la cara, tocar los árboles, sentir el cosquilleo de la hierba en los pies... eso no es vida.

No había que ser un genio para darse cuenta que esos seres eran capaces de leer la mente de algún modo. Lo de la "lagartija" me había hecho duda, pero ahora con el asunto de "Blake" lo tenía claro. Desconocía hasta donde llegaban sus habilidades y qué pensamientos eran capaces de oír, pero intenté no pensar en nada relevante por si acaso.

-Seguramente la radiación también les afecte a ellos y por eso evitan la exposición en el exterior. Sea como sea debemos tratar de contactar cuanto antes con la Excalibur e intercambiar información, también deberíamos avisar al piloto que nos trajo, se quedó en la lanzadera  con la auxiliar, quizá pueda acercarse a alguna salida. La mujer dice que no hay accesos pero a lo mejor no es a ella a quien debemos preguntar.

-¿Puede llevarnos a la sala de la gran joya? nos gustaría mostrar nuestros respetos

Cuando el Vulcano se alejo para hablar con los suyos dejando al margen a la Suplicante, la mujer frunció el seño como si leyera dentro del oficial científico mientras este expresaba sus ideas al resto.

Luego su aspecto cambio a una cordialidad distante, sin dejar de aparentar el incipiente disgusto. – Por supuesto. Deben mantener silencio en todo momento hasta que termine la ceremonia. – responde la Suplicante a Sirril. Luego la mujer gira y contesta a Walker sobre las formas y castas.

-Si no he entendido mal, es el poder sagrado de la joya el que produce el milagro de la curación del pozo, ¿y es igualmente la protección de esta entidad la que permite la vida en el interior de este complejo?-

- Exacto. La joya sagrada nos brinda todo lo que necesitamos sin necesidad de abandonar el refugio sagrado, incluyendo el pozo de curación y las paredes invisibles que protegen el refugio. El Devoto es quien habita en la cima de nuestro refugio y allí habla con el Gran espíritu e interpreta sus deseos además de guiarnos espiritualmente. - 

-Y, una vez que nos encontremos ante ella, ¿cuál es el modo adecuado de mostrar nuestros respetos cómo extranjeros que somos? Teniendo en cuenta que ha hablado de castas, entiendo que el comportamiento esperado puede variar en función del individuo.

-En realidad no hay reglas para extranjeros puesto que nunca tenemos visitantes de la superficie. Supongo que guardar silencio en la ceremonia es más que suficiente. – Responde la Suplicante a la doctora con notorio nerviosismo* -  Sobre las castas hay tres de ellas. Los Guardianes son la primera casta, quienes protegen la puerta de entrada, el nivel inferior además del superior y los demás sitios indicados por el Devoto. Luego siguen los Suplicantes, quienes realizan las tareas comunes, responden a los mandatos del Devoto y son protegidos por los Guardianes. Finalmente el Devoto es la última casta, y es quien recibe los mandatos del Gran espíritu y los transmite a los Guardianes y a los Suplicantes.

Finalmente la Suplicante responde a las palabras del avezado timonel, quien rememora a su amiga cercana y principal fuente de inspiración. – Es difícil ignorar sus palabras silenciosas cuando son tan estridentes. Además Blake es una palabra que se repite a menudo. Sobre vivir bajo tierra eso no es problema porque tenemos jardines y reservas naturales de los tiempos del sol brillante. Además aquí dentro tenemos todo lo que necesitamos, junto a nuestra tierra natal. Ha sido de esta forma por incontables generaciones. - 

- Gracias, solo intento hacer lo mejor que puedo mis tareas.- Sonreí por su comentario, dejé así a un lado, por un momento esa incertidumbre y tensión que me acompañaba desde que pisara el planeta. 

Acomodé un mechón de mi cabello tras la oreja y como el me acerqué al resto del grupo para comentar el siguiente paso a dar. La doctora mostraba que ya se había recuperado por completo a juzgar de su buen humor y comentarios acertados. - Es una suerte que podamos contar con su fervor, esa fanática defensa, preocupada de la primera directriz, Diane.- Solté con naturalidad sin llegar a mirarla, mientras trataba de hacer funcionar el comunicador.

- Hay muchas interferencias de campo, no consigo abrir un canal con la Excálibur. Tal vez si lo intento desde otro nivel tenga mas éxito.- Sugerí, no se me ocurría otra, y además si la Suplicante nos hacía de guía sería factible intentar nuevas conexiones variando el punto de enlace.

El análisis del Tricorder de Lightman arroja nueva información sobre el entorno circundante y la pirámide en general.

El cristal de Dilithium es alimentado por un mecanismo que extrae la energía telúrica del centro del planeta, y es el responsable de la generación del campo de fuerza que protege a la pirámide tanto en la superficie (de los ataques desde el espacio, por ejemplo) como bajo tierra (de los ataques de los mutantes y ocasionales sismos). Además la pirámide al parecer se encuentra formada por seis niveles de gran altura con divisiones en sub niveles. 

Entonces el grupo abandona la cámara del Pozo de Curación para dirigirse a la sala principal donde se encuentra la Joya sagrada. Allí todos comienzan a reunirse a su alrededor, arrodillándose en muestra de respeto y adoración.

La oficial de comunicaciones intento establecer la comunicación con sus compañeros en la superficie en dos ocasiones pero no tuvo éxito.

Recién en el segundo intento logro discernir el porqué: El escudo de fuerza que protege la pirámide bloquea todo tipo de señales y escaneos, además de otras formas de energía, como por ejemplo el rayo transportador.  

Enormes maquinarias pueblan la gigantesca sala que parece ser el centro de la estructura subterránea y que por acción de la vegetación de los jardines circundantes, casi todo ha sido cubierto por las plantas.

Las áreas de transito frecuente y todo alrededor de la Joya sagrada así como las aberturas hacia el interior del planeta se encuentran sin vegetación, pero el estado de abandono de la tecnología es evidente. Ninguna de las castas tiene la más mínima idea de cómo dar el adecuado mantenimiento.

Tal vez ni siquiera comprendan su significado o funcionamiento más allá de otorgar una comprensión religiosa a las funciones de la pirámide. Lo único llamativo aparte de la reunión de los Suplicantes es el reducido número de Guardianes allí presente, llegando tan solo a un par de docenas en comparación a las centenas de habitantes comunes. En cambio el sacerdote aun no se ha presenciado. 

- Gente - digo haciendo un ademán a los demás para que se me acercaran un poco - El análisis del tricorder revela que puede haber hasta seis niveles en esta pirámide, y que extraen la energía terú.. tetú... telúrica del mismo planeta para generar los escudos del exterior como los de dentro de la pirámide.

Me paro mientras miro alrededor, sobretodo lo que llaman Joya.

- No entiendo como teniendo tanto poder viven bajo tierra. Supongo que se habrán acomodado y aceptado las cosas tal como han sido siempre, sin ánimos de cambiar e ir más allá. En el fondo lo siento por ellos...- miro a Sirril y a Aleksandra - ¿No tienen muy buena cara, se encuentran bien?

Lightman mientras camina con el resto de sus compañeros dedica su tiempo en apreciar la escena, sus jardines colgantes y asombrosa tecnología así como la energía que fluye desde el interior del planeta.

El timonel habla mientras camina ávido y con visión detallista. Entonces al llegar a la gigantesca sala de la joya Johnny encuentra algo dentro de una maceta con plantas. Al principio le llamo la atención el objeto brillante entre la vegetación. Luego al acercarse y tomar el objeto no tuvo ninguna duda. Ellos no eran los primeros…

La doctora contuvo su segundo bufido del día al escuchar el comentario de Kuznetzov, sin acabar de determinar si acaso se estaba burlando, pero en cualquier caso lo ignoró, más centrada como estaba en la conversación con la extraña mujer. A juzgar por su rostro, era indudable que el comentario del vulcaniano no le había agradado en absoluto... más les valdría arreglarlo de algún modo, dado que no estaban en una posición cómo para permitirse nuevas contingencias. Lamentablemente, ella no era precisamente la más adecuada para construir puentes, al menos, afectivos. ​-¿Qué está haciendo Lightman cuándo se le necesita?- Pensó Diane, dándose cuenta de que la nativa se sentía más cómoda en compañía del piloto.

Las respuestas le habían formarse una hipótesis acerca del funcionamiento del complejo, en el que la Gran Joya debía de tener una función similar a la de un ordenador central. Sin embargo, probablemente la ceremonia les diera más pistas acerca de a lo que se estaban enfrentando. -¿No lo sabe a ciencia cierta?- ​Se vio obligada a señalar, cuándo la mujer dudó al señalar el protocolo con el que debían proceder. Hasta el momento, únicamente había considerado que fuera ignorante en cuánto al funcionamiento de una maquinaria que a todas luces le superaba en tecnología, pero por primera vez tuvo la sensación de que les estaba engañando. Dentro o fuera de la Tierra, había cosas que nunca cambiaban. -Al menos debería tener una expectativa sobre nuestra actuación. En cualquier caso, ¿a quién deberíamos preguntar para obtener una respuesta? Ninguno de nosotros desea ofender involuntariamente a su pueblo.

Tras decir esto, se volvió hacia donde el señor Lightman les había llamado. Parecía compadecer a sus anfitriones... no las tenía todas consigo acerca de si ellos se lo tomarían a bien o a mal, pero se apresuró a añadir. -Señor Lightman, ¿por qué no es tan amable de continuar su conversación con nuestra guía? Creo que su presencia la tranquiliza.- Aunque intentaba enmascarar sus pensamientos bajo la palabra "confianza", en el fondo esperaba que el piloto fuera capaz de camelarse a la Suplicante con su apasionada charla sobre la libertad, los jardines y Blake. Realmente podrían utilizar un aliado allí.

- Necesito... un poco de aire, es eso tan solo.- Respondí al piloto tratando de sonreir, pero el malestar había vuelto a mi con mas intensidad y apenas le miré directamente.

Me costaba concentrarme y los símbolos que eran datos de la pantalla del tricorder bailaron, parecieron moverse. Lo que no sabía era que quien se movía realmente era yo, precipitándome hacía el suelo.

Debí golpear fuerte con algo, ya que un dolor agudo se apoderó de mi, punzando en mi frente en el momento que rodaba hasta que quedaba tendida boca arriba a los pies de alguien.

Antes de que todo se nublara levanté la mirada para encontrarme el rostro de la doctora Walker que me miraba con esa expresión suya nada tranquilizadora. 

Sirril había visto suficiente, aquella tecnología conllevaría un largo estudio pero el vulcanólogo podía hacerse una idea de como funcionaba el complejo, sin duda tenía que haber una sala e control, delante tenían el generador alimentándose e la propia tierra repartiendo energía a los escudos y demás sistemas.

Ahora el problema sería como desactivar el rayo tractor sin cortar la resto de sistemas de la pirámide. Debemos buscar la sala de control dijo sirril ientras se fijaba en la dirección del cableado, casi sin poder acabar la frase volvió a sentirse débil cayendo apoyado en la pared al tiempo que la alférez.

El ojo perspicaz de Walker dio en el clavo.  La Suplicante claramente mentía sobre “otros visitantes” y el reciente descubrimiento de Lightman afirma la hipótesis.

La primer pregunta de la doctora fue contestada con un rotundo No de la acompañante y las preguntas siguientes tampoco arrojaron demasiada claridad. – No hay ofensa. Supongo que guardar silencio es suficiente hasta que el Devoto acuda a la ceremonia. Entonces podremos pedir su guía y consejo. ¿Sí? – afirmo la mujer con gran incomodidad por tener que responder a la mujer humana.

Luego el suceso de Sirril y Kuznetzov cambian radicalmente las acciones de todos. Ellos finalmente sucumben ante la fiebre que regresa con fuerza, cayendo al suelo desmayados.

Iba a realizar la petición de la doctora para sacar algo más de información de la chica, cuando veo que Sirril y Aleksandra se tambalean y ponen cada vez peor cara.

- ¡Maldición! ¿Alguien recuerda si estos dos entraron en el pozo curativo?¡Seguro que no lo hicieron!

Rápidamente agarro el cuerpo de Aleksandra y pasando su brazo por mis hombros, me giro para volver a la sala donde está el pozo miraculoso.

- ¡Doctora!¡Jan! ¡Coged a Sirril, deprisa! ¡Tenemos que llevarlos a curarlos o no lo podrán contar!

-Mentirosos...- Una sensación de peligro invadió a la doctora al ver cómo la mujer esquiva sus preguntas y niega una verdad tan evidente. Su amabilidad al dejarles usar el pozo la había hecho confiarse más de lo que era usual en ella, pero no pensaba volver a cometer el mismo error: tal vez fueran más inteligentes que los seres de ahí afuera, pero eso solo podía significar que la amenaza que suponían era aún mayor.

Sin embargo, los repentinos desmayos de sus compañeros la hicieron desviar su atención a asuntos más urgentes. -No, no lo hicieron. ¿Para qué iban a curar las heridas infectadas de unos monstruos que portaban una enfermedad terminal?- Respondió con abierto sarcasmo, sin poder creerse que hubieran cometido un error semejante. ¿Debía de habérselo indicado cómo oficial médico? Entre su enfermedad y lo obvio que le parecía el peligro había dado por hecho de que todos eran lo suficientemente maduros como para cuidar de sí mismos. En parte se sentía responsable pero, ¿les debía recordar también que mantuvieran una dieta sana? ¿Y que bebieran para no deshidratarse? No era su madre como para estar encargándose de esas cosas.

Sin molestarse siquiera en sacar su tricorder, se apresuró a seguir las instrucciones del piloto y trató de incorporar al vulcaniano. -Debemos retroceder inmediatamente al pozo.- Informó a su guía con premura, mientras tiraba del cuerpo inerte y lograba enderezarlo con mucho esfuerzo. -Comandante Jankowski, le sugiero que me ayude con esto.- Informó haciendo una mueca, tratando de todos los medios de no caer ella también a causa del peso -Lo mío es el trabajo intelectual, no el pesado.

Seguí a los demás en silencio, la diplomacia nunca ha sido mi fuerte. Contemplar las impresionantes instalaciones que albergaban la joya había sido abrumador. También repare en la baja presencia "policial", parecía como si no tuvieran nadie ni nada a quien temer, quizá sintiesen que su joya sagrada les protegería.

Lightman estableció rápidamente un lazo con la mujer que nos guiaba. A mí esa alienígena no me ofrecía demasiada confianza, estaba claro que ocultaba algo. Quizá pecara de desconfiado pero algo no cuadraba, como bien había indicado Lightman no tenía mucho sentido que vivieran continuamente bajo tierra. Con todos los poderes de esa joya, con toda probabilidad, les habría sido posible habitar la superfície.

Durante la caminata varias preguntas rondaron mi mente, como qué había sucedido en la superfície del planeta o cual era la historia de las ruinas, el origen de la radiación o aquella pirámide. Dejé que estos pensamiento pasaran por mi mente sin caer en la cuenta que la alienígena podría leerlos, en ese caso puede que hasta nos diera una respuesta.

Cuando descubrimos el estado de Sirril y Aleksandra nos dimos cuenta que no habían pasado por el pozo de sanación. En ese momento me temí lo peor, su estado se agravaba rápidamente, debíamos movernos.

-Maldita sea, pero que les costaba meterse, hasta yo lo hice y ni siquiera estoy herido. - Rápidamente atendí a la doctora Walker. - No se preocupe doctora, yo le ayudo. Venga, vayamos de nuevo a ese pozo, esta maldita enfermedad es increíblemente rápida.

Y dicho esto pasé un brazo de Sirril de manera que me rodeara el cuello y ayudé a la doctora a incorporar y mover al vulcaniano.

-Rápido, hemos de llevarlos al pozo inmediatamente. - Entonces hablé a Sirril, aunque posiblemente fuera inútil - Vamos oficial, pronto esto habrá sido solo un mal sueño. - comenzamos a movernos de nuevo hacia el pozo - Vaya, Aleksandra estaba intentando contactar con la Excálibur, empiezo a estar preocupado por cómo les va. - dije a los demás.

Tras el creciente problema de salud de Sirril y Aleksandra el grupo regresa a toda prisa a la cámara de curación donde el foso resplandeciente espera por ellos.

La pronta partida de la tripulación de la NX deja un poco desconcertada a la Suplicante, que no los sigue de inmediato porque otro ciudadano comienza a hablar con ella. Luego cuando los dos heridos están siendo curados por el foso milagroso la Suplicante aparece para observar todo desde la entrada con notoria preocupación.

Minutos después Sirril y Aleksandra se encuentran en perfecto estado al salir del sitio de curación.