Partida Rol por web

Aparte de la evidente mentira y evasión de la Suplicante ahora se suma el Pad que es tecnología humana pero no pertenece a ustedes. Sin lugar a dudas el objeto podría pertenecer a la Valiant, precisamente a la tripulación que con toda seguridad recorrió los mismos pasos que ustedes.

Sobre la distribución de energía todo indica que asciende pero a su vez nace de abajo, y por ende es posible que el sitio de control se encuentre arriba o por debajo e ustedes.

La doctora observó con los labios fruncidos el estado de los dos heridos, pero se abstuvo de realizarles ningún chequeo con el tricorder. Habiendo comprobado en carne propia el milagroso poder del pozo, no le cabía ninguna duda de que se encontrarían perfectamente... y las deficiencias mentales, lamentablemente, no parecían arreglarse con un simple baño. Una auténtica lástima.

-...Volvemos a la casilla de salida, pero con menos tiempo del que disponíamos en un principio. Supongo que ya se encuentran perfectamente.- Comentó fríamente, pero sin resistirse como profesional a recabar nuevos datos acerca de su estado y del funcionamiento de la curación. Inmediatamente después, sin embargo, preguntó -Señor Sirril, decía algo acerca de la sala de control...

El tiempo apremiaba, por culpa de unos y de otros (ella misma no se eximía de responsabilidades), pero no podían negar que se encontraban en problemas. Decididamente, encontrar el núcleo de es.a fortaleza sería increíblemente útil, pero aunque liberarán a la Excalibur eso no significaba que ellos fueran a ser capaces de salir de allí. No parecían que fueran a dejarlos abandonar el lugar tranquilamente y, aún en caso de que fuera así, volver a recorrer los caminos plagados de monstruos no era una perspectiva agradable. Un Deibhem era más que suficiente para una sola misión. ¿Sería posible que fuera el poder de la Joya lo que les hiciera inmunes a los escáneres? De ser así, la teletransportación podría ser una salida, peligrosa ciertamente, pero no peor que a lo que se enfrentaban.

Tenían mucho que descubrir y muy poco tiempo, y no podían descartar una traición de sus anfitriones. En momentos como ese, lamentaba no haber hecho caso a su padre cuándo le prohibió que retornara al espacio.

El vulcano desperto al tiempo que la fiebre remitió de forma inmediata tras sumergirlo en el agua, nada más salir se encontró físicamente renovado con energía y sin ninguna dolencia. Tras salir comprobó la cuenta atrás que marcaba dos horas deduciendo así el tiempo que había permanecido inconsciente.

De un vistazo vio a todos sus compañeros y al otro lado de la sala allí seguí la suplicante... estaba claro que mentían, desde el principio Sirril se sintió extraño del discurso del anfitrión un pacifista con hombres armados a su cargo, pero había más cosas que no cuadraban y el objeto encontrado por Lightman sin duda hacía pensar que no eramos los primeros hombres que veían.

Sin mediar palabra el vulcano se dirigió a la suplicante con naturalidad sin dar ninguna pista sobre lo que iba a hacer, su cuerpo se sentía renovado lleno de vigor lo que le ayudaba a pensar con claridad. Sirril poso sus manos desnudas sobre la cabeza de la suplicante con un gesto suave nada amenazante para después aplicar una técnica de sus ancestros y por la que sin duda tendría problemas con sus congéneres. No te dolerá, confía en mi

Respiro aliviado cuando veo que mis compañeros resurgen del pozo completamente curados y en plena forma.

- Menudo susto nos habéis dado - les digo mientras les ayudamos a salir del pozo - Por suerte ahora estamos todos bien, pero debemos darnos prisa, queda poco tiempo.

Me percato que la chica nos ha seguido, supongo que le causamos cierta curiosidad o tiene el encargo de estar en todo momento a nuestro lado. No es que no me caiga bien, pero o está mintiendo o le han contando historias que no son ciertas. Todo ese sistema de castas, de miedo inculcado a salir al exterior... no me gusta nada.

De repente Sirril se le acerca y le pone la mano en la cabeza.

- Vaya, va a probar uno de esos trucos vulcanianos... Espero que no sea mala idea hacerlo en una telépata.

El pozo era realmente milagroso, no entiendo por qué no habían entrado cuando lo hicimos los demás. Tampoco podía quitarme de encima la sensación de que estábamos perdiendo un tiempo valioso. Llevábamos mucho tiempo sin saber nada de la Excálibur ni de la gente que quedo en la lanzadera. Cierto es que debíamos estar agradecidos a estos fanáticos, nos habían salvado la vida sin duda pero ahora la prioridad era nuestra nave.

El vulcano parecía tener un plan, esperaba que funcionara, la alternativa podría ser dolorosa.

-Sirril, no estoy muy seguro de lo que hace o de lo que es capaz de hacer pero sea lo que sea espero que funcione. Se nos acaba el tiempo.- Hablé en voz baja. - Debemos neutralizar el rayo de la pirámide y contactar cuanto antes con la Excálibur. Aleksandra si se encuentra bien, trate de contactar como sea con nuestra nave y si puede podría informar y avisar a la lanzadera.

No te dolerá, confía en mi

La mujer retrocedió un par de pasos del oficial científico, aparentemente desconfiando de sus palabras, pero cuando el Vulcano toca la frente de la Suplicante transcurre un instante para que ella reaccione de forma brusca apartando la mano de su interlocutor mediante un sonoro - ¡NO! –

Sin dudar un segundo la Suplicante abandona el lugar a toda prisa en dirección de la sala de la joya sagrada.

El contacto fue breve y poderoso. La Suplicante, y quizás todos los seres de la pirámide, tienen habilidades telepáticas, incluso más fuerte que los Vulcanos pero fue la sorpresa lo que jugo a favor de Sirril.

Tiempo atrás hubo una visita de otros humanos que terminaron encerrados en el subsuelo, donde residen los Pozos de la desesperación.

En la mente de la Suplicante también existe un recuerdo vago sobre la recamara sagrada del sacerdote. La recamara en su interior tiene muchas luces y sonidos. La misma se encuentra en el último nivel de la pirámide tras pasar un control con guardias.

Cuando me di cuenta ya era tarde, recobraba el sentido en el interior del foso. Todo era luz, quietud y...paz. Salí recuperada, hacía mucho que no me sentía tan bien, y a pesar de ello, de haber salvado mi vida un temor me acompañaba. ¿Porqué habría tomado aquellas lecturas?. Tal vez mi suposición era errónea, tal vez. Pero no había tiempo, a nuestra nave y su tripulación se le escapaba entre los dedos como para compartir ese temor con el resto.

- Es imposible abrir un canal Comandante. Diría que desde el interior de esta pirámide va a ser imposible. La misma fuente de energía que crea el rayo, o el escudo bloquea cualquier señal saliente. - Ajena al hacer del Vulcano hablaba con  Jankowsky hasta que el grito de la mujer que nos hacía de guía me obligó a girarme.

- ¿Que le hicisteis?- Pregunté confusa, viendo a la Suplicante marchar. Me pregunté si nos traería nuevos problemas o si solo quedaría en una anécdota, un malentendido.

- El tiempo apremia. ¿Que sugieren que hagamos?.- Quedaba claro que la fuente de energía estaba en los niveles mas bajos, que dañarla o destruirla afectaría al maldito rayo de energía.

-Tengo un mal presentimiento acerca de esto...- Pensó Diane, al ver como el vulcaniano despertaba solo para dirigirse como un autómata hacia la Suplicante. Sacudió la cabeza mientras se volvía, decidiéndose finalmente a hacer un poco de investigación sobre el pozo con su tricorder médico. -En cualquier caso, creo que prefiero no mirar.

Se dio media vuelta de nuevo cuando escuchó el grito de la mujer. -Bueno, creo que eso zanja nuestras posibilidades de negociación.- Comentó, cruzándose de brazos. Decididamente, se les acababan las opciones. -Supongo que, al menos, eso nos asegura una cierta libertad de movimiento: con toda la sociedad atendiendo a la Gran Joya, sea lo que sea en realidad, la vigilancia debe ser mínima. Si tenemos que explorar el complejo para dar con la fuente de energía que mantiene atrapada a la Excalibur, es ahora o nunca... aunque tampoco estaría mal que, de camino, buscáramos una salida por la que huir para cuando se de el caso. No me gustaría comprobar cuál es el trato que se profesa a los infieles.

Aquello que haga la maquina y como sea el proceso de sanación continúa en el velo del misterio para Walker. Quizás lo único llamativo es la carga residual de partículas en estado cuántico que impregna a los recién curados. Diane entonces recuerda algo de la academia y la teoría del Transportador. El mismo resultado energético lo tienen los objetos que han sido transportados, y es residual porque a los pocos segundos la carga desaparece sin dejar huella en la materia.

Todo esto lleva a pensar en una horrible maquinaria de descomposición molecular, cual Transportador, pero nada asegura que los individuos sean los mismos al salir del “Pozo de curación”.

Un escalofrío recorre la espalda de la doctora al tener ese pensamiento. ¿Y si ella no es ella? Haría falta la máquina de escaneo por imagen de su laboratorio para saber más, aunque el efecto residual en un minuto será irrastreable…

El contacto con la suplicante fue breve pero intenso, Sirril pudo notar al instante como las habilidades telepáticas de la suplicante eran superiores a las de los vulcanos y a las suyas propias... pero la determinación del científico era desmedida y aquello fue suficiente para atravesar las defensas mentales de la anfitriona.

Sirril pudo ver varias imágenes en su mente acompañada de varios pensamientos que sin duda desnudaban a la mujer que ahora intentaba salir de allí como si se sintiera desnuda y desorientada. Sirril hizo un gesto a Jankowsky y al resto indicando que dispararan a la mujer sin fuego letal.

El vulcano dió un paso atrás dejando un tiro limpio al comandante MACO

Cuando la mujer se sobresaltó eche mano de mi arma, un acto reflejo. Vi como se alejaba y concluí que lo que Sirril había intentado con ella no le había gustado.

Miré al vulcano y entendí sus intenciones, quería que derribara a nuestra guía en este inhóspito planeta pero sin matar. Cambié el rifle a aturdir me puse en posición y apunté, Sirril supo apartarse permitiéndome una linea de tiro clara.

Aunque un ataque así ofendería a nuestros anfitriones teníamos que quitarnos a esta mujer de encima y desactivar esa maldita pirámide de una vez, esperaba que Sirril fuera capaz de hacerlo.

Me puse en posición y cogí aire, no era un disparo difícil pero muy cerca de perderla.

-A sus órdenes oficial

Disparé.

El disparo fue certero y la Suplicante cayó de bruces sobre si misma a los pocos metros de la recamara de sanación.

La única complicación fue el selector del fusil de Jankowsky, que dejo de funcionar tras soltar una chispa y algo de olor a quemado. El fusil había quedado fijado de forma permanente en aturdir, y para arreglarlo el comandante necesitaría un par de herramientas de precisión.

Por el momento no era algo problemático, pero llegado el caso de tener que lidiar con los mutantes…

Luego de caer la mujer un silencio sobrenatural cubrió los alrededores, dejando una extraña sensación en todos los presentes.

Todo ocurre de manera tan fugaz, que casi no tengo tiempo a asimilarlo y entender que pasa. Solo veo a la pobre chica correr asustada y a nuestro oficial MACO disparar a esa nativa indefensa, y por la espalda.

- ¿Pero que demonios hacen? - grito medio con asombro, horror y algo de repulsa - ¿Qué hacen disparando contra esa pobre chica? ¿Están todos locos o que?- digo encarándome a Jankowsky.

Me doy la vuelta y me lanzo hacia el cuerpo inerte de nuestra guía.

- Pobre chica. ¿No ven que estaba asustada? ¿Que habrían hecho ustedes en esa situación? - Me arrodillo junto a ella para darle la vuelta y intentar reanimarla.

El disparo de Jankowsky no decepciono y alcanzo de lleno a la suplicante que cayo inconsciente al suelo, las cartas estaban sobre la mesa y era el momento de saber jugarlas.

Sirril puso una mano en el hombro de Lightman para que se retirara, No se preocupe se recuperará solo esta aturdida. después levanto la cabeza y se dirigió a sus compañeros los cuales no terminaban de entender lo que estaba sucediendo.

No tenemos tiempo así que seré breve, esa inocente como la llama el señor lightman nos ha mentido, nos han mentido desde que llegamos... hay otros humanos dentro de esta pirámide, por lo que hubiera supervivientes de la valiant y que sean ellos es muy alta. Se encuentran en el nivel más inferior en una especie de pozos. Comandante Jankosky, quiero que se lleve al señor Lightman y a la doctora por si hubiera alguien herido y los rescate, sean sigilosos hasta poder llegar a ellos y hagan ruido al rescatarlos, necesitaremos esa maniobra de distracción.

Sirril se giró para mirar a Aleksandra La sala de control esta en el lado opuesto, en la parte de arriba, la alferez y yo nos dirigiremos a la cámara que esta custodiada... es ahí donde entra en juego su maniobra de distracción y que puedan atraer a los máximos guardias posibles, mientras nosotros nos infiltramos en la sala de control y desactivamos el rayo tractor y encontramos una salida.

El vulcano extrajo su pistola laser, cambiando el modo de disparo a aturdir mientras terminaba su exposición.

Tengan cuidado, no dudo de que también nos hayan mentido acerca de su pacifismo... tienen gran capacidad telepática y aunque parezcan desarmados podrían afectar a su mente, si tienen duda ante un encuentro disparen el aturdidor. Señor Lightman ¿hay algo de interes en el pad que encontro?.

La doctora apenas había terminado de hablar cuando el cuerpo de la Suplicante cayó golpeando secamente el suelo. Abrió mucho los ojos, con más sorpresa de la que estaba acostumbrada a mostrar, pero asintió lentamente con la cabeza, casi por instinto. -Eso es lo que yo llamo actuar con rapidez...- Musitó, favorablemente impresionada por la eficiencia con la que los dos oficiales se habían coordinado sin palabras.

-Si está en lo cierto, señor Sirril, y por la cantidad de obstáculos en nuestro camino no me cabe duda que lo está, debemos ponernos en camino cuanto antes. Es probable que con su capacidad telepática habrán podido percibir también que su compañera ha sido derribada y que nos hemos convertido en un grupo hostil.- Apremió Diane, acercándose al piloto y tirando de él para que se incorporará, sin caer en la brusquedad pero sin mostrar tampoco amabilidad alguna. -Señor Lightman, le aconsejo que guarde su preocupación para los supervivientes de la Valian, tengo la sensación de que la van a necesitar.

Dudó unos instantes, echando una última ojeada a los informes de su tricorder, y añadió -A propósito, en calidad de oficial médico desaconsejó definitivamente volver a utilizar el "pozo de curación" a no ser que sea una cuestión de vida o muerte. Parece que tiene un funcionamiento similar al de un Transportador de la Flota Estelar... lo cuál significa que, si bien las heridas se curan, no hay ninguna seguridad de que seamos los mismos individuos los que salimos del agua que los que entraron previamente en ella.- Si tan solo tuviera una oportunidad de realizar un escaneo por imagen allí... ¿por qué nunca tenía a mano su equipo cuando lo necesitaba? -Les recomiendo no detenerse a considerar cuestiones metafísicas en este momento pero creo que tienen derecho al menos a conocer los riesgos.

La doctora no podía negar que la idea la inquietaba, pero aún en caso de que fuese cierto, con todos sus respetos a la anterior Diane Walker, ella estaba viva en ese instante y si era a costa de su otro yo no le importaba lo más mínimo. Volver a entrar ahí dentro... eso ya le preocuparía más. Pero más que ambas cosas le preocupaba la turba de fanáticos contra las que presentía que se iban a enfrentar de un momento a otro. Afortunadamente, le había tocado el peso pesado en el equipo.

Imitando a sus compañeros, preparó igualmente su fáser en modo aturdidor, preguntándose cuántas veces más tendría que usarlo en esa misión cuando ella se había alistado en calidad de médico. No podía dar más que gracias a su educación moral por no suponerle un contratiempo añadido en una situación semejante. -Estoy de acuerdo con la mayor parte del plan, pero tengo una duda irresoluble: ¿a dónde pretende que "rescatemos" a los prisioneros si nosotros desconocemos la ubicación de una salida? ¿Y, cómo pretende que seamos una distracción si es muy probable que ellos se encuentren demasiado debilitados cómo para abrirse paso por la fuerza? Estoy dispuesta a correr el riesgo en la segunda parte en aras de la celeridad, pero ¿no considera que un punto de encuentro es lo mínimo que necesitamos?