Problemas por partida doble

Fecha terrestre 03 de octubre de 2160, 12:58 P.M.

Seis horas pasaron y el sistema Archanis finalmente aparece en los sensores de corto alcance del manojo de hierros que el equipo de rescate tiene por nave. Aunque el ingeniero no ha estado ocioso al reparar la mayor cantidad posible de sistemas primarios y secundarios del viejo carguero Brazaniano; incluso con tiempo de sobra para crear una “entrada secreta” al carguero desde la sala de maquinas, por debajo de la linea de la única cubierta habitable.

En cualquier momento el carguero debe recibir un mensaje encriptado por código de la Flota Estelar, conteniendo las instrucciones para el ingreso con éxito al interior de la estación.

Entonces el Primer oficial, cuyo trabajo de piloto fue remarcable, es quien da el aviso de alerta a todos por una alarma de proximidad.

Una nave de patrullaje Klingon, clase Raptor, entra en escena al salir de warp en curso de interceptor al carguero Brazaniano. De inmediato los Klingon cargan sus armas y levantan sus escudos para luego abrir un canal de comunicaciones.

- ¡tlhIngan wo' batlh! ¡DaH yIjegh! -* aúlla el interlocutor Klingon al escupir saliva y agitar un cuchillo frente a la pantalla.

Los rumores del protectorado Klingon sobre el sistema Archanis y su pueblo son fundados, porque la prueba se encuentra frente al equipo de rescate cuando la nave Klingon protege su territorio de los visitantes.

Desde luego la pequeña nave de combate klingon no es un oponente digno para la nueva clase Daedalus, o para la experimentada clase NX. En cambio para un carguero rescatado de un desguace es algo imposible de superar. Con escudos mínimos y un cañon de pulso el carguero solo podría enfrentar un campo de asteroides o hacer practicas de tiro en alguna luna rocosa.

En cambio el pequeño crucero de batalla Klingon cuenta con al menos seis tubos de torpedos de fotones, escudos deflectores y varios cañones disruptores aparte de una tripulación de más de una docena con grandes deseos de pillaje y matanza.

Problemas por partida doble

Previamente...

En algún lugar del sistema Archanis, junto a la frontera Klingon.

 

El mejor espectáculo sub espacial inicia con su nueva temporada de sangrientos combates en la Ultimate Arena, del lider indiscutible del entretenimiento galactico Mojho y su programa de 4D “Mojhoverso”. La Ultimate Arena se encuentra actualmente orbitando la capital del sistema Archanis.

En sus múltiples pantallas holografías aparece el repugnante rostro de Mojho con su presentación habitúe, previa al espectáculo-masacre que suele fascinar a los televidentes al punto de convertirlos en adictos a su espectáculo.

- ¡Si! ¿Lo kieren? Ohhh… por zupuezto que lo kieren… ¡Entonzez lo tendrán nuevamente! ¡El Mojhoverso, edición aniverzario comienza ahora! ¡Jajajajaja! - aúlla el animador invertebrado, terriblemente obeso y deformado por incontables injertos ciberneticos y mejoras de ingeniería genética para dar forma a su aspecto aborrecible.

- ¡Y para dar comienzo al ezpectaculo de Mojhoverso nada mejor que iniziar la interminable lista de sanguinolentaz batallaz con los peorez esclavoz del cuadrante! - agrega alardeando sobre el ingreso de los gladiadores a la Ultimate Arena - ¡Loz Fanaticoz Zuizidaz! ¡Si zeñor, los novelez con mas zuerte del univerzo! ¡Aquelloz que, no en su totalidad, han zobrevivido durante la primer temporada del Mojhoverso y ahora son las eztrellaz de la edizion aniverzario! - y con sus manos terminadas en filosas garras Mojho señala la puerta del coliseo por donde salen los esclavos.

Entonces los tripulantes de la Excalibur, que han pasado los últimos meses bajo el yugo esclavista de Mojho, luego que este los comprara a los Orion en una subasta por lote cerrado, salen a la arena impregnada de sangre de mil especies por siglos de espectáculo mortal.

Luego que la Excalibur realizara el aterrizaje forzoso en Babel fueron capturados por los Klingon renegados que previamente habían jurado venganza, solo que la muerte no fue el castigo. En cambio la captura, tortura y posterior esclavitud a mano de los mercaderes Orion les llevo por derroteros impensados hasta acabar en las garras del villano multimediatico conocido como Mojho y su esfera de influencia. El destino sin sazón es la muerte a favor del entretenimiento.

Ahora los antiguos tripulantes de la NX deberán pelear por sus vidas con la única finalidad de vivir otro día.

Las luces de neón, los fuegos artificiales, la emoción y sed de sangre de un millar de espectadores completan el festejo y la bienvenida de los esclavos-gladiadores a la Ultimate Arena. ¿Quienes o que sera el oponente? Es difícil de adivinar teniendo un presentador tan maquiavelico e impredecible como es Mojho…

 Fecha terrestre 03 de octubre de 2160, 13:58 P.M.

El accidente en Babel, las vejaciones para sobrevivir en aquel inhóspito planeta, el ataque Klingon y el posterior secuestro, las torturas y la esclavitud siguiente. Nada de lo sucedido hasta ahora es comparable a la temporada infernal en la arena de gladiadores, donde cada semana los remanentes de la tripulación de la Excalibur deben luchar con uñas y dientes por sus vidas, con la esperanza de que la Tierra y la Flota en cualquier momento acuda por su ayuda.

En su momento la tripulación se redujo en un tercio con aquellos que eligieron el camino etéreo de la existencia En´Ar. Antes de eso casi la mitad murió en la batalla contra los Romulanos y la traición del tripulante Birikov y su fanatismo por el movimiento terrorista Terra Prime.

Luego aproximadamente la mitad sobrevivió en el planeta hasta el incidente con los Klingon, y desde entonces, durante cada noche una vez a la semana, el grupo de tripulantes se reduce más y más, al punto de representar un cuarto de la tripulación original. Apenas una veintena de personas…

¿Acaso el destino de los salvadores de la Tierra merecen un final magro como el actual? ¿Solo a favor de una tribuna que solo desea sangre y muerte?

Al principio, durante el primer show, el grupo se negó a luchar. El castigo ejemplar fue la desintegración inmediata de cinco tripulantes y la amenaza de la muerte de todos. Ahora las regulaciones de la Flota, los valores humanitarios y todo lo noble es desechado poco a poco con la recompensa de otro día de vida. Siempre y cuando el show sea monótono y anticipable.

El único consuelo para las mujeres de la tripulación es no compartir el mismo destino que los hombres, siendo la excepción la capitana que eligió permanecer con aquellos que fueron enviados a la arena. Las mujeres fueron enviadas al mercado de esclavistas Orion, los cuales tienen su mercado dentro de la misma estación espacial.

El túnel de entrada a la arena se mantiene igual que el de las historias de la antigua Roma. Ni siquiera dos mil años de diferencia sirven para separar aquellos túneles al actual.

El hedor a sangre, orina y heces, el sudor y la mugre son los perfumes que anticipan el inminente ingreso de los tripulantes de la Excalibur a la arena de combate. Equipados con ropajes medievales y alguna que otra protección, como por ejemplo escudos y yelmos, todos esperan a que el rastrillo sea levantado para que ellos puedan avanzar.

Como de costumbre el túnel solo tiene una salida y esa es hacia la Ultimate Arena, porque detrás de ellos un muro de roca y metal les cierra la escapatoria. Y para que recordar que son transportados hasta allí desde sus celdas, directo al matadero y al finalizar el combate de nuevo el rayo transportador los devuelve a su prisión. Siempre es igual y la única diferencia es la muerte bajo un millón de espectadores.

Quizás la única excepción es la ausencia de armas, que en otras ocasiones suelen encontrarse en el túnel junto a los escudos y yelmos. ¿Que planes tendrá Mohjo para sus gladiadores esta noche especial? En cualquier momento, cuando el telón de hierro se levante, lo descubrirán…

Aakesh miraba hacia el suelo distraído. Cuando escuchaba el ruido de la puerta levantaba rápidamente la vista, a la vez que el corazón bombeaba cada vez más rápido. No podía saber si venían para que combatiese o se llevarían a alguno de sus compañeros.

Los observó de nuevo, poco más podía hacer. Habían pasado lo inimaginable salvando no solo a la galaxia sino al universo y esta era la recompensa.

Si salgo de aquí pienso hacerles pagar a esos klingon lo que nos han hecho y desmantelar este lugar, aunque tenga que sacrificar mi carrera en la Flota Estelar.

En ocasiones se entretenía rememorando antiguas películas. En más de una ocasión le vino a la mente la clásica de Kirk Douglas "Espartaco"

Tal vez podríamos intentar hacer un motín. Debe de haber más prisioneros y todos o la mayoría querrán salir de aquí.

Era curioso, cada vez que pensaba en esa película se acordaba del capitán Narsu de la Archon

El parecido es asombroso

Se acercó a la capitán

-Buenos días capitán, por decir algo. No es por nada pero el hotel es pésimo y el servicio lamentable, ¿sería práctico coger las maletas y largarse de aquí?. Estoy seguro que con más clientes insatisfecho podríamos hacer una buena reclamación.

Las palabras de Aakesh estaban cargadas completamente de ironía, pero no exenta de seriedad. Durante su estancia en Babel el tono desenfadado de Aakesh había cambiado a uno irónico, el cual se había incrementado durante su estancia en la arena. Aakesh estaba hablando en serio.

-Como diría Espartaco, mejor morir libre que vivir esclavo...

Otro día más en el infierno... después de todos los esfuerzos, todas sus luchas tanto internas como externas, el destino se esforzaba en burlarse de ella, había dejado de contar el número de tripulantes fallecidos bajo su mando, había dejado de contar los días desde que fueron secuestrados por los klingons... ¿Cuantas humillaciones era capaz de soportar? ¿Cuantos días más conseguirían reunir las fuerzas para seguir viviendo? Los recuerdos de su vida pasada la asaltaban cada noche... o al menos las horas que le permitían dormir, ella no podía olvidar quien era... o quizás había empezado a hacerlo. Era cierto que finalmente había conseguido sacar a su hombres del Babel... pero los había condenado a un destino aún peor, ser esclavos, aquello le revolvía las tripas le hacía querer gritar de rabia y de frustración, pero su instinto más primario la obligaba a reservar fuerzas... a pesar de todo, quería seguir viviendo, por eso gritaba cuando tenía que luchar volcando toda su ira contra los inocentes esclavos que estaban allí por las mismas razones que ella, y eso... eso no estaba bien... no era lo que le habían enseñado, no era en lo que creía, su fe en los principios de la Flota estaba haciendo aguas, pero quería seguir creyendo, por eso siempre trataba de no propinar heridas mortales, quería creer que las heridas inflingidas por su mano tenían cura... pero al final del día cuando era transportada a su celda, sólo sabía que se odiaba a sí misma.

Cuando Cristina apareció entre sus hombres tenía la cabeza inclinada hacia el suelo, no era capaz de levantar la vista asaltada por toda la marea de sentimientos y necesidades que martirizaban a la capitana. Su pelo estaba suelto, recogido lo justo para que no le estorbara en la lucha, vestía cuero a modo de peto y una falda larga negra abierta para que no le imposibilitara el movimiento, donde se atisbaban las piernas semicubiertas de cuero de la española... siempre se las apañaba para vestir de manera decente, fuera cual fuera su situación...

-Buenos días capitán, por decir algo. No es por nada pero el hotel es pésimo y el servicio lamentable, ¿sería práctico coger las maletas y largarse de aquí?. Estoy seguro que con más clientes insatisfecho podríamos hacer una buena reclamación.

Las palabras de Aakesh estaban cargadas completamente de ironía, pero no exenta de seriedad. Durante su estancia en Babel el tono desenfadado de Aakesh había cambiado a uno irónico, el cual se había incrementado durante su estancia en la arena. Aakesh estaba hablando en serio.

-Como diría Espartaco, mejor morir libre que vivir esclavo...

De Alba salió de su ensimismamiento ante ante las palabras del primer oficial, a quien miró al principio casi sin reconocerlo. 

- Capitán...- dijo con suavidad, ¿realmente merecía ser llamada de aquella manera? sentía mucho asco por ella misma- ¿Lo sigo siendo señor Mukherjee?- de manera inconsciente le posó una mano sobre el rostro al hindú, el tacto de Cristina era cálido, pero ella estaba a punto de romperse. Tras unos segundos de silencio en los que Cristina sólo fue capaz de mantener su diestra sobre la mejilla de Muk y mirarlo a los ojos, finalmente habló al tiempo que retiró la mano- Tiene razón... como casi siempre, el hotel es una mierda y vamos a poner una reclamación- el valor de la capitana pareció haber vuelto, pues comenzó a brillar un pequeño fuego en sus ojos conforme fue hablando, la española sacaba la fuerza de sus hombres... se debía a ellos y por ellos era por los que se levantaba cada día para seguir viviendo, pues era cuando estaban juntos cuando Cristina volvía a ser ella- A mi también me gustan los clásicos- esbozó una sonrisa al tiempo que se rodeaba para buscar a los miembros de su tripulación en especial a Jan- Mejor morir libre que vivir esclavo... pues ninguno de nosotros lo es, pese a las circunstancias...- el fuego de Cristina volvió a arder en ella, no iba a fallarles- Caballeros, no nos han provisto de armas lo que significa que vamos a tener que luchar codo con codo y que es muy posible que las armas las encontremos fuera o... tengamos que hacernos con ellas... o tal vez que este sea nuestro último combate. De una forma u otra vamos a pelear, debemos organizarnos a la hora de salir a la Arena, quizás sea conveniente que los más aptos en combate cuerpo a cuerpo encabecen la salida y el resto estén atentos para observar el recinto, la coordinación va a ser crucial... estoy hasta los "cojones" de Mohjo...- miró a todos significativamente- sí... Espartaco es un buen ejemplo número uno- y el motín una idea que había seducido completamente a la capitana de al Excalibur.

Pensé que había tocado fondo en Babel, pero la vida todavía tenía algunas desventuras que mostrarme. En aquel momento, mi cada vez más empequeñecido razocinio me decía que iba a salir del caos y resurgir nuevamente al orden y perfección del Ollander original, esa que era mi naturaleza real. Pero la infortunia me llevó por caminos más oscuros y sinuosos.

Fracaso tras fracaso, la ténue y pura lámpara de la esperanza se fue extinguiendo, y no quedó otra que iluminar el camino con algo más fiero, el fuego de la determinación. Ni planetas muertos, ni klingons, ni babosas espaciales con sus arenas y gladiadores, nada podría conmigo.

Até mi cabello, ahora crecido, y apreté el puño alrededor del aza de un escudo.

- Capitán...- dijo con suavidad, ¿realmente merecía ser llamada de aquella manera? sentía mucho asco por ella misma- ¿Lo sigo siendo señor Mukherjee?-

-¡Pfff! -solté, volteándome, con un gesto de inusitada arrogancia que cada vez se hacía más común en mí- Eres nuestra capitana y lo seguirás siendo así nos maten a todos -ultimamente tuteaba a todo el mundo-, así que sacúdete toda esta mierda y hazte cargo del mando, carajo. 

Caballeros, no nos han provisto de armas lo que significa que vamos a tener que luchar codo con codo y que es muy posible que las armas las encontremos fuera o... tengamos que hacernos con ellas... o tal vez que este sea nuestro último combate. De una forma u otra vamos a pelear, debemos organizarnos a la hora de salir a la Arena, quizás sea conveniente que los más aptos en combate cuerpo a cuerpo encabecen la salida y el resto estén atentos para observar el recinto, la coordinación va a ser crucial... estoy hasta los "cojones" de Mohjo...-

-Ahora sí estamos hablando -comenté con una sonrisa en los labios.

Tomé el yelmo que usaba desde la primera pelea que habíamos tenido en la arena y me lo puse, mirando hacia la luz que venía del túnel. Dicen que el Fénix vuelve de entre sus propias cenizas, pero jamás dicen si regresa igual o si el fuego le ha dado nuevas plumas. Mi viejo yo había muerto definitivamente, quebrado por la vida, pero de las llamas de la desesperación había surgido una nueva determinación por sobrevivir, y lo haría. 

Los últimos días habían sido duros, cuando los Klingon atacaron Jankowsky pensó que sería el final derrotados y muertos sus cuerpos descansarían en Babel. Verse convertido el y sus compañeros en una suerte de gladiadores no se lo esperaba. Habían luchado y sobrevivido pero ahora el maldito Mojho tenía una sorpresa, a qué se debía la ausencia de armas pronto lo sabrían.

Se había propuesto un único objetivo, salvar a la capitana y sacarla de aquel infierno, era lo único que le daba motivos para luchar, había perdido las esperanzas de volver a ver a su hijo y mucho menos regresar a la tierra. Se imaginaba muerto en la arena de aquél espectáculo premedieval, muerto mientras la protegía a ella.

Aunque algunas veces lo disimulaba, sobre todo con de Alba cerca, la situación lo había vuelto mas huraño, si bien antes del ataque Klingon quería mantener al grupo unido ahora parecía ser él quien se apartaba. No en la arena, ahí se defendía y ayudaba a sus compañeros especialmente a la capitana en caso de que lo necesitaran. Su modo lucha no era honorable en absoluto y utilizaba cualquier artimaña sucia o no para librarse del rival.

Antes de que la capitana terminara su alegato Jankowsky ya estaba posicionado en primera fila, tenía un yelmo que cubría por completo su cabeza y gran parte de su cara similar al que usaban los antiguos espartanos pero sin cresta y construído a partir de otros yelmos que se habían ido deteriorando. El resto de su vestimenta lo formaban diferentes piezas de cuero reutilizadas y que protegían ciertas partes  dejando otras más ligeras para facilitar el movimiento. En el brazo izquierdo se había montado un rudimentario avambrazo metálico y en el derecho habitualmente llevaba un pequeño escudo metálico y redondo que tanto usaba para defenderse como para atacar pero hoy no disponía de él. 

Miró a sus espaldas, sus compañeros parecían preparados para salir, él solía salir en cabeza, se giró de nuevo, mirando la puerta, esperó a que se abriera.

Los acontecimientos no estaban yendo nada bien para los tripulantes restantes del Excalibur.

Sí, estaban vivos, habían logrado salir de Babel cuando todo parecía perdido, la alegría de poder enviar un mensaje desde la cúpula de la estación duró hasta que vieron el resultado. Atrapados por los klingons, vendidos como carne de cañón al dueño de un macabro espectáculo que no muestra respeto más que por el dinero.

Ellos, los humanos, convertidos en meras marionetas para el regocijo de otras razas de la Galaxia.

Johnny aguantó la rabia como pudo. Luchó ferozmente contra los klingons, pero su superioridad numérica y armamentística fue algo que no pudieron superar, cayendo prisioneros. Lo más duro fue tener que separarse de Blake y de Hannah. Sabe que son fuertes, que podrán aguantar, pero no soporta la idea de que sean prisioneras y no puede saber nada de ellas. Estos días andaba cabizbajo, huraño, aguantando cada combate, cada triste espectáculo y manteniéndose con vida esperando el momento en que pudieran huir de esa cárcel.

Al final parece que todos reaccionan, el sentimiento de tripulación vuelve a aglutinarse y la capitana quiere volver a tomar las riendas de la situación. Ciertamente en esas circunstancias la cadena de mando estaría de más, en esos momentos no son una tripulación, sino un grupo de humanos que quiere sobrevivir, pero también sabe que juntos tienen más posibilidades de éxito, y tener una guía, una voz cantante que dé las órdenes puede ser lo que marque la diferencia entre escapar o sobrevivir un día más.

- Aunque este sea mi último combate, vamos a lograr salir de aquí.

Problemas por partida doble

En algún lugar del sistema Archanis, junto a la frontera Klingon.

 

El mejor espectáculo sub espacial inicia con su nueva temporada de sangrientos combates en la Ultimate Arena, del lider indiscutible del entretenimiento galactico Mojho y su programa de 4D “Mojhoverso”. La Ultimate Arena se encuentra actualmente orbitando la capital del sistema Archanis.

En sus múltiples pantallas holografías aparece el repugnante rostro de Mojho con su presentación habitúe, previa al espectáculo-masacre que suele fascinar a los televidentes al punto de convertirlos en adictos a su espectáculo.

- ¡Si! ¿Lo kieren? Ohhh… por zupuezto que lo kieren… ¡Entonzez lo tendrán nuevamente! ¡El Mojhoverso, edición aniverzario comienza ahora! ¡Jajajajaja! - aúlla el animador invertebrado, terriblemente obeso y deformado por incontables injertos ciberneticos y mejoras de ingeniería genética para dar forma a su aspecto aborrecible.

- ¡Y para dar comienzo al ezpectaculo de Mojhoverso nada mejor que iniziar la interminable lista de sanguinolentaz batallaz con los peorez esclavoz del cuadrante! - agrega alardeando sobre el ingreso de los gladiadores a la Ultimate Arena - ¡Loz Fanaticoz Zuizidaz! ¡Si zeñor, los novelez con mas zuerte del univerzo! ¡Aquelloz que, no en su totalidad, han zobrevivido durante la primer temporada del Mojhoverso y ahora son las eztrellaz de la edizion aniverzario! - y con sus manos terminadas en filosas garras Mojho señala la puerta del coliseo por donde salen los esclavos.

Entonces los tripulantes de la Excalibur, que han pasado los últimos meses bajo el yugo esclavista de Mojho, luego que este los comprara a los Orion en una subasta por lote cerrado, salen a la arena impregnada de sangre de mil especies por siglos de espectáculo mortal.

Luego que la Excalibur realizara el aterrizaje forzoso en Babel fueron capturados por los Klingon renegados que previamente habían jurado venganza, solo que la muerte no fue el castigo. En cambio la captura, tortura y posterior esclavitud a mano de los mercaderes Orion les llevo por derroteros impensados hasta acabar en las garras del villano multimediatico conocido como Mojho y su esfera de influencia. El destino sin sazón es la muerte a favor del entretenimiento.

Ahora los antiguos tripulantes de la NX deberán pelear por sus vidas con la única finalidad de vivir otro día.

Las luces de neón, los fuegos artificiales, la emoción y sed de sangre de un millar de espectadores completan el festejo y la bienvenida de los esclavos-gladiadores a la Ultimate Arena. ¿Quienes o que sera el oponente? Es difícil de adivinar teniendo un presentador tan maquiavelico e impredecible como es Mojho…

 Fecha terrestre 03 de octubre de 2160, 13:58 P.M.

El accidente en Babel, las vejaciones para sobrevivir en aquel inhóspito planeta, el ataque Klingon y el posterior secuestro, las torturas y la esclavitud siguiente. Nada de lo sucedido hasta ahora es comparable a la temporada infernal en la arena de gladiadores, donde cada semana los remanentes de la tripulación de la Excalibur deben luchar con uñas y dientes por sus vidas, con la esperanza de que la Tierra y la Flota en cualquier momento acuda por su ayuda.

En su momento la tripulación se redujo en un tercio con aquellos que eligieron el camino etéreo de la existencia En´Ar. Antes de eso casi la mitad murió en la batalla contra los Romulanos y la traición del tripulante Birikov y su fanatismo por el movimiento terrorista Terra Prime.

Luego aproximadamente la mitad sobrevivió en el planeta hasta el incidente con los Klingon, y desde entonces, durante cada noche una vez a la semana, el grupo de tripulantes se reduce más y más, al punto de representar un cuarto de la tripulación original. Apenas una veintena de personas…

¿Acaso el destino de los salvadores de la Tierra merecen un final magro como el actual? ¿Solo a favor de una tribuna que solo desea sangre y muerte?

Al principio, durante el primer show, el grupo se negó a luchar. El castigo ejemplar fue la desintegración inmediata de cinco tripulantes y la amenaza de la muerte de todos. Ahora las regulaciones de la Flota, los valores humanitarios y todo lo noble es desechado poco a poco con la recompensa de otro día de vida. Siempre y cuando el show sea monótono y anticipable.

El único consuelo para las mujeres de la tripulación es no compartir el mismo destino que los hombres, siendo la excepción la capitana que eligió permanecer con aquellos que fueron enviados a la arena. Las mujeres fueron enviadas al mercado de esclavistas Orion, los cuales tienen su mercado dentro de la misma estación espacial.

Me encuentro trabajando tranquilamente en mi nave, silbando una alegre y despreocupada canción, mientras Dientes de Sable se encontraba a mi lado, tumbado, echándose una siesta. Si conseguía reparar a mi pequenín, podíamos ir a buscar ayuda, mientras los demás esperaban aquí...

Aquellas semanas varado en Babel sirvieron para la puesta a punto de la Ktoch, pese a la indiferencia del resto de los tripulantes. De haber prestado atención en la lanzadera klingon podrían haber solicitado ayuda en las carreteras comerciales cercanas al sistema Wolf 424.

En cambio, con el paso del tiempo, abandonaron la Excalibur por la seguridad de la Cúpula diplomática. Al final, con la llegada de los Klingon, fueron fácilmente capturados y arrastrados al sistema Archanis.

Gaheris sin pensalo dos veces se colo detrás del rastro warp del navío Klingon hasta llegar al sistema e ingresar al muelle de una estación espacial conocida como Ultimate Arena.

Entonces el mercenario tuvo tiempo de sobra para conocer la estación espacial dedicada a las actividades delictivas e impropias de la ley galáctica y disfrutar de los placeres que pudiera obtener a cambio de algunas barras de latinio.

Y antes que su dinero se agotase Gaheris pensó en un plan de rescate de los humanos con la finalidad de obtener alguna recompensa al devolverlos al espacio Terrestre. De momento el se encuentra entre el publico de la Arena, observando y calculando la mejor forma de rescatar a los tripulantes de la Excalibur.

 Cubierto con una capa con capucha, para ocultar mi identidad, observaba la arena desde mi asiento, como uno más de los miles de espectadores que asistían al evento. Dientes de Sable se había quedado en nuestra nave, cuidando de todo, incluido nuestro dinero, mientras aguardaba la llegada de los mercenarios que había llamado para ayudarme a rescatar a los humanos, a cambio de la promesa de una recompensa por parte de la flota estelar...

El alférez Newton, aunque a él mismo le costaba reconocerse por el rango, se acercó la consola para activar la base de datos lingüistica y el traductor universal. No estaban haciendose pasar por klingons no había problema en que supieran que se ayudaban de un traductor. A Karl no le gustaban los klingons los veía como lo contrario a lo que la humanidad aspiraba. Sabía que algunos admiraban su sentido del honor, aunque seguramente no habían oído la máxima de su sentido del honor: "No hay mayor honor que la victoria", esa frase podía justificar casi cualquier comportamiento.

Se colocó un aricular conectado al sistema de comunicaciones para comprobar el trabajo del traductor universal, a veces era una máquina bastante temperamental. Y hoy era uno de esos días. -Ehm... estoy traduciendo, un momento.

Aakesh sonrió ante la reacción de sus compañeros

-Capitán, como puede ver sigue ostentando ese rango, aquí o en el confín más lejano de la galaxia, y estamos dispuestos a hacer las reclamaciones oportunas al personal del hotel por su pésimo trato y por tener una instalaciones en tal mal estado.

Aakesh se agachó e hizo señas a sus compañeros para que se acercasen, bajando el tono de voz.

-Capitán, si me permite la sugerencia, el señor Jankowsky es el más adecuado para decirnos que hemos de hacer dada su experiencia militar. Sugiero dejar la operación en sus manos, o al menos que él nos diga que tenemos que hacer.

Calló unos segundos antes de continuar. Esperó la reacción de Jankowsky a sus palabras, mientras seguía pensando en la fuga.

-Ni que decir que tenemos que ser cautos, si dan la voz de alarma se acabó la fuga. Hemos de conseguir armas, las de los guardias nos pueden servir, al menos de momento. Y si liberamos al resto de presos el motín tendrá más posibilidades de éxito, aunque seguramente se acabará el factor sorpresa. Dudo mucho que estén callados y actúen con sigilo.

De nuevo miró a sus compañeros

-En mi opinión tenemos dos prioridades, o bien conseguir enviar un mensaje a la Flota o a sus aliados para que vengan a rescatarnos, o bien escapar en una nave. Las dos opciones tienen pros y contras, así que si conseguimos hacer ambas cosas, creo que tendremos más posibilidades de ser rescatados en el futuro, salvo que nos capturen de nuevo. Entonces seremos pasto de lo que sea que tengan aquí como mascotas.

Apretó uno de sus puños con fuerza

-Ahora bien, si hay posibilidades de capturar al desgraciado de Mojho habría que intentarlo, ya que puede ser una baza a nuestro favor. Primero para obtener información de donde se encuentran nuestras compañeras, o al menos saber por donde comenzar a buscarlas.

Miró de reojo a Lightman. Se imaginaba que estaría pasándolo mal sin saber nada de Blake

-Entre otras informaciones que ese desgraciado pueda aportarnos. Segundo porque puede ser una baza importante para salir de aquí como moneda de cambio. Aunque si al final podemos freírle el cerebro, creo que todos lo agradeceremos.

Calló unos segundos y miró a sus compañeros

-¿Y bien?, ¿que les parecen mis ideas?, ¿o consideran que he visto demasiadas películas del siglo XX?

Cristina no pudo evitar emocionarse profundamente cuando vio la reacción de sus hombres, habían pasado por miles de dificultades, habían perdido la Excalibur, habían sido despojados de todas sus posesiones, de sus seres queridos, maltratado, vilipendiado... pero sus espíritus seguían intactos y aún más, la seguían queriendo como capitana, lo que la obligaba a dar lo mejor de sí misma si quería estar a la altura, ella ya conocía la valía de su tripulación, pero nunca llegó a imaginarse que después de todo lo mal que empezaron y todos los sufrimientos, la sorprendieran con aquella fidelidad y ganas de seguir luchando.

-¡Pfff! -solté, volteándome, con un gesto de inusitada arrogancia que cada vez se hacía más común en mí- Eres nuestra capitana y lo seguirás siendo así nos maten a todos -ultimamente tuteaba a todo el mundo-, así que sacúdete toda esta mierda y hazte cargo del mando, carajo. 

- Es lo que siempre hago, aprietatuercas- le guiñó un ojo, en otro momento le habría puesto a limpiar escotillas pero dadas las circunstancias pasó por alto su arrogancia, además aquello suponía una evolución en su ingeniero que jamás lo habría creído, siendo bastante positivo pues a pesar de todo significaba que había vencido sus miedos... algo que tenía que hacer la propia Cristina para salir de aquel atolladero... o al menos morir con las botas puestas.

- Aunque este sea mi último combate, vamos a lograr salir de aquí.

- Lo conseguiremos John... juntos lo conseguiremos- sonrió al piloto consciente de su dolor por los destinos de su hermana y Blake.

Tras aquello escuchó con suma atención a Muk, realmente el hindú era un polvorín de buenas ideas.

-¿Y bien?, ¿que les parecen mis ideas?, ¿o consideran que he visto demasiadas películas del siglo XX?

- Creo que ha visto usted demasiadas películas del siglo XX... pero yo también- le guiño un ojo- ¿Has visto Gladiator? tenemos a alguien que se le parece mucho- miró a William de manera significativa- tiene que ser una señal...- sonrió- Bien, como el señor Mukherje ha apuntado estoy de acuerdo en que sea Jan quien lidere nuestra maniobra, pero me gustaría que también aportasen sus ideas Josh, William y Hans. Por sus hojas de servicio se que han estado ligados al ejército y que llegaron a ser MACOS, ustedes serán nuestra punta de lanza y darán las órdenes que debe coordinar el señor Jankoswky. Nuestra prioridad es encontrar armas para poder defendernos y a partir de ahí atacar a los organizadores de este asqueroso espectáculo... el tema de Mohjo lo resolveremos sobre la marcha, no será fácil acceder a él. Pero será más factible huir y pedir ayuda en cuanto nos sea posible. Como ustedes saben no soy demasiado diestra con las armas cuerpo a cuerpo, pero tengo buena puntería, sugiero que cada uno se haga con el armamento que mejor maneje y seamos conscientes de nuestras fortalezas.

Mierda, ¿qué pasa?- pensó Matthew, agarrando de manera automática su rifle phaser cuando, de pronto, tras varias horas de vuelo en aquel montón de chatarra oxidado, James dio la voz de alarma por una alerta de proximidad que resultó ser una nave Klingon que no tardó en abrir un canal de comunicación y empezar a gritarnos… algo en Klingon, por lo que Matthew no entendió ni una sola palabra.

Dese prisa… sea lo que sea lo que dicen, no parecen dispuestos a esperar demasiado- le dijo en voz baja a Newton.

Las seis horas habían pasado volando para Ishant, aquella bañera necesitaba tantos parches que podía tirarse dos semanas trabajando en ella y aún tendría cosas que parchear. Al menos, siendo una chatarra tan básica como era, no había tenido que esforzarse demasiado, tirando de conocimientos de primero de ingeniería, lo que le permitió concentrarse y aclarar su cabeza. 

Cuando los klingon le interceptaron, se acercó pesadamente a la cabina de la nave, y miró la imagen de la esbelta nave en la pantalla, ladeando la cabeza y apartando hacia atrás las antenas. 

- Klingon...- bufó en voz baja.- Tan buenos guerreros como impetuosos a la hora de meter la cabeza en un combate. Como no tengas cuidado con lo que les ladras van a vaciarnos su arsenal entero solo para vernos arder.

Esa gente tenía la capacidad de no dejar a nadie indiferente, inclusos los andorianos (que se consideraban a si mismos una raza violenta) parecían gente sensata y racional a su lado. La guardia y los klingon habían tenido más escaramuzas de las que nadie podía recordar, sin llegar a la guerra abierta: fuese como fuese, iban a traer problemas.

Josh, William y Hans. Por sus hojas de servicio se que han estado ligados al ejército y que llegaron a ser MACOS, ustedes serán nuestra punta de lanza y darán las órdenes que debe coordinar el señor Jankoswky.

El tiempo de transito había terminado y con él su destino se encontraba a su alcance, pero los problemas no se hicieron esperar en forma de una nave Klingon. Sin duda eran malas noticias para una misión que podía finalizar antes de haberla comenzado si quiera.

Casualidad o algo más... pensó James para si, desde luego si había algo común en el oficio de inteligencia era la contrainteligencia y si aquella intercepción era el resultado de esa contrainteligencia estaban bien jodidos...

James no hizo ningún movimiento brusco, se limito a mantener rumbo y velocidad para no levantar ningún tipo de sospecha. El primero miró a Newton al escuchar el mensaje entrante, Han hablado antes de disparar... sin duda les caemos bien... Señor Newton dijo esperando la traducción del mensaje... James podía imaginar cual era el mensaje, pues el repertorio Klingon en una situación así no solía ser muy amplio pero sabía que lo más importante del mensaje no era su contenido sino su forma.

Esta bien señores, la hora de la verdad. Señora Elung, ¿Cuanto tiempo nos quedaría al planeta en el punto de intercepción a máxima potencia de ambas naves? Señor Newton ¿Algún rastro de la comunicación cifrada que esperamos?

Aakesh sonrió. Ante la comparación de la capitán de William con Gladiator sonrió aún más.

-Y no se olvide de que tenemos al doble de James Bond, que también nos vendría bien

Le guiñó un ojo

-Por supuesto, todos los que tengan experiencia militar han de guiarnos. No he sido MACO pero tengo experiencia en peleas de taberna y mi puntería con el fáser en ocasiones es certera. No me puedo comparar con ustedes, cuya experiencia militar supera al resto, pero espero que pueda servir de algo. Sugiero que Ollander intente neutralizar las alarmas si tiene ocasión, y de paso abrir el resto de celdas.

Aakesh se pasó la mano por la melena y luego por la barba que le habían crecido durante su estancia en Babel y en la arena

-Bien, ¿como procedemos?

Intentó mantener la compostura, pero no estaba entendiendo nada de lo que había dicho el klingon y la vieja computadora no ayudaba. Estaba tratando de pasar otro algoritmo de traducción cuando el doctor le apremió. Intentando parecer seguro le respondió en voz baja. -A veces es mejor hacerse esperar. -Trató de parecer seguro de lo que hacía pero echaba de menos los sistemas de la Franklin.

No estaba llegando a nada con la traducción y con los klingon uno no podía pasarse siendo descortés. -Ishant, podría ayudarme con la matriz de traducción, este ordenador parece un poco lento. -Por no decir algo peor.

Señor Newton ¿Algún rastro de la comunicación cifrada que esperamos?

-No hace un momento. Vuelvo a comprobar. -Había pasado buena parte del viaje hasta ahí comprobando todas las bandas de comunicación, no quería sorpresas. Aun así cumplió la orden, la verdad es que les vendría bien. Lo que tenía claro es que la próxima vez intentarían requisar una lata voladora algo mejor.

- No tengo ni idea.- Fue la seca respuesta de Jankowsky al hindú.- No se lo que nos tiene preparado ese malnacido pero el no contar con armas es una clara desventaja. Haré lo que pueda para que sobrevivamos un día más.- No añadió nada mas, se colocó mirando a la puerta que les llevaría a la arena y esperó.

Estaba bloqueado, no sabía como salir de allí ni mucho menos como matar a Mojho. Aunque tampoco tenía claro si matándolo arreglarían algo o sería peor ya que parecía contar con multitud de fervientes seguidores.

Puede que las armas estuvieran en la arena y tuvieran que intentar conseguirlas o puede que tuvieran que enfrentarse con puños y dientes a bestias de otros mundos. También cabía la posibilidad de que el degenerado anfitrión les obligase a enfrentarse unos a otros... Todas las posibilidades pasaban por la cabeza de Jankowsky como jugadas de ajedrez por la mente de un experto ajedrecista, el único problema es que no podía adelantar los movimientos.